Ojos marrones, color miel

Y tal vez, algo íntimo pueda pasar, entre nosotras. Aun no se como, pero pienso mucho en ello y lo deseo. Te deseo, cada día un poquito más

Ojos marrones, color miel

En la fiesta estuviste muy simpática conmigo y como me miraba mucho. Si, las dos estamos más allá de los hombres. Me resulta imposible apartar mis ojos de ti. Si, hace dos semanas éramos desconocidas, que guapa que te ves y como me atraes, pero tu no te das cuenta de cómo me gustas. Por algún motivo, a mi lado se transformas tu expresión. Me gusta tu cara, tu figura y tus pechos. Tal vez sea la primera vez, pero estoy muy colgada de ti.

Ni siquiera he sentido como son tus besos o como se siente tomarte de la mano. Pero si siento lo linda que es tu sonrisa. Como deseo darte un beso, pero no me atrevo a dar ese paso. Solo pude acercarme a donde estabas bailando, y bailar a tu lado. Lo he pasado muy bien, pero quiero bastante más contigo guapa. Nos sentamos juntas en clase, corregimos los apuntes y vamos a tomar algo a la cafetería de la facultad. Me cuentas cosas, y me dices que te gusta un chico (tremendo jarro de agua para mí, pero es lo más corriente). Me dices que si salgo con alguien y te contesto que no, de momento no. Es una situación casi dolorosa, el deseo de sentir tu tacto en mí. Pero eso sería mucho pedir. Pensando en ella, sintiendo como me atrae, me siento casi una tonta (porque me has dicho que te gusta un chico). Que sensación de ilusión y alegría, me embarga, al ir hacia ti y al permaneces sentada o ir caminando tu lado.

Tu mirada y tu sonrisa, me parecen luminosas. Te siento tremendamente bella y angelical. Y me gusta estar contigo, sentir tu música. Me gusta sentirte tomada de mi brazo… Desearía pasar mi brazo alrededor de tu cuerpo y atraerte para mí. Quiero que seamos inseparables y la quiero cerca. Me resulta tremendamente necesaria su simpatía, su belleza y aspiro a que pueda surgir un poco más de cariño, cuanto antes. Si me dijeras que te gusto, como algo más que amiga me sorprenderías. Pero a veces, siento fantasía y delicadeza cuando nos miramos, hablando y me gustaría sujetarte frente a mí y acariciaría con gusto tu rostro, mis yemas quieren sentir el nacimiento de tus cabellos.

Quisiera deleitarme entre tus labios, y me provocaría mucho sentir mis piernas entre las tuya. Siento necesidad, de sentir la piel bajo tu blusa. Y mis manos, serían felices recorriendo tu espalda, con todos los matices de tacto imaginables. Por otro lado, a veces me doy cuenta que quedo arrobada y en suspenso, mirando lo bien que te sienta tu pantalón y valorando la perfecta forma de tu trasero. Miro como tu respiración cambia al estar juntas y próximas. Quiero ver si tu cuerpo se estremece, de excitación y de gusto con mis caricias. Pero no hago nada, solo hablamos y me tomo de tu brazo. También miro los tirantes de tu sujetador. Me imagino, la dicha de bajártelos y sentirte como una modelo posando, esperando y a la vez dispuesta (para mí).

Me gustaría ocupar un hueco, en tu mente y en tu corazón. También me gusta ocupar un lugar a tu lado, cuando estas en tu casa. También me gusta pensar, en como debes de sentirte si pudiera compartir tus sueños, y tus despertares. Se del color miel marrón de tus ojos, y la perfecta forma de tu cara. Se lo feliz que me hacen los besos y abrazos, de amigas, al saludarnos. Quiero sentir tus labios y tus manos, quiero estar al lado de ti. Se que te quiero. Pero temo que al decirte algo, se rompa el encanto. Porque siempre me hablas de ese chico que te gusta. Que suerte tiene. Para ti es todo un príncipe, para mí solo es un chico majo. Pero, él también es alguien que te separa de mí. Pero, lo envidio y guardo silencio. Lo que siento está guardado en mí, ni tan solo lo escribo en un diario. Pero, hoy lo escribo. Y digo, lo que me gustaría decirte. Me falta valor, pero lo siento muy claramente. Eres mayor que yo, me llevas tres años. Y yo te llevo, entre mis pensamientos, en mis latidos de corazón y eres la necesidad física que más espera mi cuerpo.

Y tal vez, algo íntimo pueda pasar, entre nosotras. Aun no se como, pero pienso mucho en ello y lo deseo. Te deseo, cada día un poquito más