Ojalá pueda ser realidad (3)
Continuación del encuentro con esa madura de locura en el micro y las andanzas luego en el departamento de otro pasajero que nos invitó.
OJALA PUEDA SER REALIDAD 3
(Pensando que es Piru)
Continúo con la historia de esa mujer que conquisté en el microómnibus cuando viajaba hacia el interior del país y lo que pasó después en la casa del otro pasajero que nos invitó y de la presencia de su ex esposa
"Nos despertaron los golpes en la puerta de la habitación y entraron Piru y Ricardo totalmente desnudos.
Estaban incómodos en el sillón y querían acostarse un rato. La cama era grande y entrábamos todos muy cómodos.
En una punta quedó Piru, al lado mío, después Julia y en la otra punta Ricardo. Nos quedamos dormidos otra vez.
Me desperté a la tarde junto con Piru y nos quedamos hablando de cómo la habíamos pasado.
Ellos dormían y yo me empecé a calentar y le dije a Piru que quería chuparle la concha. Me digo que hiciéramos un 69 y accedí.
Empezamos a chuparnos los dos, mi pene estaba duro ya que había descansado bastante. Como estaba descansado y había estado cogiendo mucho no podía acabar así que estuvo más de 40 minutos chupándomela para que me corriera. Después de los 20 minutos yo dejé de mamarla ya que había acabado dos veces, así que me acosté y ella bajó a chupármela.
Justo se despertó Julia y al vernos así quiso participar, pero quería que la tocara y yo lo que quería era acabar.
Entonces lo despertó a Ricardo tocándole la verga y se pusieron a acariciar mutuamente. Yo seguía sin acabar y Piru se estaba cansando de mamarla.
Julia estaba con Ricardo y se me ocurrió proponer un cambio, pero quisieron hacer algo más grupal aunque como yo quería acabar pedí que me la chuparan así acababa y después hacíamos la orgía.
Para mi sorpresa el que me agarró la pija fue Ricardo y me la chupó de una manera que me dieron ganas de acabar y se lo dije pero le restó importancia y siguió chupando así que le acabé todo en la boca y se tragó toda mi leche.
Era tanta que se le salía por la comisura de los labios y Julia y Piru no desperdiciaron la oportunidad de besarlo y chupar mi leche.
Yo estaba muy agotado así que propuse descansar, mientras Piru, Julia y Ricardo se tocaban, masturbaban y cogían.
Ricardo acabó dentro del culo de Julia mientras Piru le chupaba el culo a él.
Decidí entrar en la fiesta.
Agarré a Piru por detrás y se la metí en el culo. Julia me chupaba el culo y Piru le chupaba la pija a Ricardo.
Me encantó esa escena y no quería cambiarla.
Julia quería coger y entonces Ricardo se la puso. Cambiamos, ahora era Julia la que me chupaba la pija y Piru el culo a Ricardo, pero esta vez Piru tenía el juguetito de Ricardo así que estaba teniendo un doble placer.
Acabamos todos unas dos veces más o menos hasta que nos fuimos a bañar y luego cuando volvimos a acostarnos la cama estaba toda llena de flujo y semen, toda mojada, así que decidimos salir a dar una vuelta por la ciudad.
Al volver al departamento estaba la hija de Julia. Una chica de 16 años, morocha, bastante subida de peso y no muy alta, lo que hacía que tuviera unas tetas gigantes caídas y un culo grande.
Saludamos y nos sentamos a mirar la tele, pero Romina, que así se llamaba la hija de Julia, se fue a bañar.
Al rato Ricardo se para y se va rumbo al baño. Entró y no salía. Al cabo de 20 minutos sale todo mojado y se va a acostar.
Julia nos cuenta entonces que se había separado de él porque a su hija le gustaba y tenían relaciones. Ella no se oponía pero no quería compartir más su vida con él.
Romina sale del baño totalmente desnuda. Su concha era muy peluda y sus tetas eran muy, pero muy grandes, y muy caídas y viene y se sienta al lado de la madre.
Pregunta si nos molesta que esté así desnuda y como le dijimos que no había problemas se quedó junto a su madre.
Estuvimos un rato sentado cuando volvió Ricardo todo desnudo y se sentó entre Romina y Julia.
La joven no tardó ni un minuto en empezar a tocarle la pija que ya se le había parado y su ex miraba y se tocaba las tetas.
Todo era raro, Romina y Ricardo se estaban tocando y Julia se tocaba ella misma. Con Piru nos miramos asombrados sin entender.
Al rato Julia le empezó a chupar la pija a Ricardo mientras su hija le comía los huevos.
No aguantamos más y comenzamos con Piru un 69 de novela. No tardó Romina en venir a tocarme y agarró mi pija y se la llevó a sus gigantes tetas. Empezó a pajearme hasta que no aguanté más y le dije que quería acabar.
Entonces dejó de tocarme y lo llamó a Ricardo quien vino y se empezó a pajear.
Ella quería que le acabáramos los dos juntos. En un rato Ricardo tuvo ganas y yo apuré la marcha y le acabamos los dos en la boca y ella se tragó todo sin dejar nada!!!
Ricardo me la empezó a chupar y a chupar y yo no pude más y se la tuve que sacar de la boca. Ahí aparecieron Julia y Piru y me empezaron a tocar. Eran 4 las personas arriba mío. Piru me chupaba el culo, Julia me daba besos, Ricardo me chupaba la pija y Romina los huevos.
Así estuvimos hasta que acabé nuevamente y todos pusieron sus bocas para chupar mi leche calentita. Era increíble la escena, los cuatros se peleaban por chuparme la pija y saborear mi semen.
Después de un rato Ricardo volvió a cojerse a Julia y yo a Romina, ya que me calentaba mucho a pesar de ser gordita.
Su concha era muy estrecha y me hacía disfrutar mucho. Estuvimos todos cogiendo hasta que acabamos y ahí nos dedicamos a Piru, que había quedado sola con el juguetito de Ricardo.
Entre él y yo, uno por atrás y el otro por delante, la hicimos disfrutar a ella también. Quise ir más lejos y mientras Ricardo la cogía por delante se la saqué del culo y se la metí también por delante. No fue fácil la tarea pero fue una penetración espectacular. Yo sentía un doble goce y Piru gemía muy excitada.
Mientras tanto Julia y Romina se acariciaban y chupaban sus conchas. Si, madre e hija teniendo sexo oral!!!!
Acabé antes que Ricardo, así que la saqué y después de un rato acabó él también.
Quedamos todos muy cansados pero con ganas de más, así que Romina tomó el teléfono e hizo una llamada (llamaba a su amiga Adriana para que viniera a ayudarla con algo).
A los 30 minutos sonó el timbre y atendí yo y vaya sorpresa que me llevé cuando detrás de la puerta apareció una morocha de ojos verdes, de 1.70 cm y con unas medidas, a ojo, de 100-70-120. El culo era perfecto. Estaba vestida con una pollera y una camisa celeste.
Romina le dijo que ahí tenía con lo que la tenía que ayudar y Adriana, mirándome a los ojos, me tomó de la mano y entró....."
(cont)
NICO ( elburronico@hotmail.com )