Ofreciendo a mi esposa
Deseaba poder observar como otro hombre tenia sexo con mi mujer y al final lo consegui.
Esta es mi historia de como nacio mi deseo de poder ver como mi mujer era enculada por otro hombre, y de como lo consegui luego de mucho batallar. Me llamo Alfredo y mi esposa Sandra de 29 y 28 años respectivamente, ambos somos de Mexico y llevamos una vida normal de casados cumpliendo mutuamente todas nuestras fantasias sexuales. Ella tiene un cuerpo que cualquier hombre desearia para si, ya que tiene unas piernas bien formadas y unas nalgas de infarto, y yo siempre le pido que use faldas o vestidos cortos pero a ella no le gustan por que cuando camina se le levanta por la parte de atras y los hombres le dicen una serie de piropos subidos de tono.
Una noche que salimos a bailar con unos amigos y sus esposas, en medio de las animadas charlas notaba como uno de mis amigos miraba disimuladamente las piernas de mi mujer. No le tome mucha importancia ya que como dije antes las tien muy buenas, sin embargo en otro momento la invito a bailar y a lo lejos pude ver que su mano dejaba de tomar su cintura para bajarla casi hasta una de sus nalgas. Al principio me encabrone un poco pero a la vez me excito que otro hombre le estuviera tocando esa parte de su cuerpo que solo yo habia tocado. Sandra no me hizo ningun comentario de este incidente, pero a partir de este hecho se me metio la idea que me gustaria ver como otro se cogia a mi esposa. Cada vez que haciamos el amor jugabamos a que no era yo el que se la estaba metiendo sino otro, y ella me seguia el juego, pero cuando le preguntaba si en verdad le gustaria comerse otra verga que no fuera la mia me decia que su cuerpo solo era para mi y que eso nunca lo haria.
Llegue al punto de proponerle que me engañara con otro y que luego me contara que habia pasado, pero ella seguia con su negativa, y yo con la idea que otro se la cogiera. Por un lado me sentia afortunado de tener una mujercita tan fiel, pero por otro lado necesitaba tener la experiencia que mi mujer probara otras vergas. Para poner a prueba si todo lo que me decia ella era verdad organice en mi casa una pequeña reunión invitando a este amigo que le habia metido mano la otra noche. Al comentarle a mi esposa que El vendria ni se inmuto y su actitud me hizo pensar que este intento seria un fracaso, pero igual yo continue con mi plan. Le pedi que se vistiera muy bonita ya que a mi me gustaba lucirla, y mientras ella se arreglaba yo preparaba los pasabocas y los tragos.
Cuando ya casi llegaba la hora en que llegara nuestro invitado, Sandra salio de la habitación y me sorprendio lo bonita que se veia. Se habia puesto un vestido escotado color azul acero el cual mostraba parte de sus pechos y por la parte trasera dejaba descubierta su espalda. Tenia puesta medias de nylon color negro que hacian que sus piernas se vean perfectas y sus pies estaban calzados por unas sandalias de tacon alto sin talón. Me dieron ganas de hacerle el amor en ese momento pero supe contenerme con la esperanza que su cuerpo lo gozara otro esa noche.
Carlos llego puntual y cuando saludo a mi mujer pude ver en su mirada el deseo que sentia hacia ella, Sandra sin embargo lo saludo amablemente pero en forma normal sin denotar ningun sentimiento. Yo me preguntaba si ella se comportaba asi porque yo me encontraba presente o en verdad era fiel como una paloma, ya que aunque amo a mi esposa con locura cuando veo una mujer hermosa se me van los ojos. Nos ubicamos en una pequeña sala que tenemos dentro de la casa la cual esta rodeada de ventanas que muestran el jardin interior, Puse musica y comenzamos a beber y a hablar mientras yo me hacia el disimulado para ver si lograba ver en mi esposa alguna actitud de atracción hacia Carlos, pero nada. Cada vez que Sandra se paraba o cruzaba sus piernas, Carlos no perdia detalle de poder apreciarla y yo rogando para que se presentara alguna ocasión para que algo sucediera. Ni Carlos ni mi esposa sabian nada de mis deseos de verlos juntos, asi que mi amigo se sentia un poco corto de intentar alguna insinuación hacia mi mujer, y Sandra ni decirlo.
Como no pasaba nada especial se me ocurrio salir de la casa con la excusa de comprar mas licor ya que este se habia acabado. Habiamos tomado regular asi que les dije que iria a comprar mas pero que me demoraria mas de media hora porque a esa hora estaba todo cerrado. Ambos asintieron y los deje conversando mientras yo salia por la puerta principal, esto era solo una excusa para dejarlos solos ya que dentro de mi auto tenia unas botellas para que al volver pareciera que habia ido a comprar. Conduje un par de cuadras y retorne a pie a mi casa, ingresando por la puerta trasera donde estaba el jardin que daba a la salita donde los deje.
El corazón me latía a mil por hora a medida que me acercaba a donde ellos se encontraban, me ubique detras de unas palmeritas que ahi habian para observar y escuchar lo que sucedia, Sandra se encontraba sentada frente a el tal como los deje, y una pequeña diferencia que noté es que ella se mostraba mucho mas amigable y risueña ante los piropos y bromas que El le hacia. ¿Seria posible que mi mujercita no fuera tan santa como me lo decia?. Alcance a escuchar que Carlos la invitaba a bailar y ella acepto de muy buena gana. Era una musica lenta y ambos bailaban muy pegados, entonces en mi interior tuve sentimientos encontrados, ya que por un lado me incomodaba la idea que otro hombre le pusiera las manos encima a mi mujer, pero tambien sentia como mi verga empezaba a pararse, signo inequivoco que esa situación tambien me gustaba y ademas yo lo habia provocado. Asi que me quede en mi sitio observando todo lo que ahi pasaba.
Carlos no era nada timido ya que apenas la tuvo cerca le empezo a hablar al oido algo que no escuche pero que a ella le causo mucha gracias, acto seguido El bajo su mano hasta ponerla en una de sus nalgas, y ella sin mostrar mucho rechazo alejaba con su mano la de el. Esto era una clara invitación a todas luces y en mi cabeza la pregunta, ¿mi mujer finge ser fiel solo delante mio? . A travez del vidrio de la salita pude ver ahora como Carlos agarraba con sus dos manos las nalgas de mi mujer atrayendola hacia el para hacerle sentir su pene, a la vez que la intentaba besar en la boca. Ella se hacia la dificil como para seguir el juego y le decia: Carlos que haces? soy una mujer casada, hasta que El encontro su boca y se dieron un beso que desde mi sitio pude ver como El le chupaba sus labios y ella correspondia de muy buena gana.
Ellos se encontraban en el centro de la habitación y mi santa esposa tenia ya enrollado su vestido hasta la cintura dejandome ver que tenia una tanguita color negro transparente, la cual dejaba ver sus deliciosas nalgas a la vista y al manoseo de mi amigo. El se separo en un momento de ella y se abrio la bragueta del pantalón sacandose una tramenda verga que dejo a mi mujer con la boca abierta de la impresión y a mi tambien. Ella en una actitud antes inpensada para mi, se arrodillo agarrandole la verga con su mano, miro un momento la cabeza toda colorada, cerro sus ojos y se inclino hacia ella metiendosela en la boca. Era curioso ver el movimiento de la cabeza de mi mujer moverse de atras hacia adelante, en un vaiven recorriendo toda la longitud de ese pedazo de carne que no era el mio.
En un acto subconciente yo tembien me saque mi verga para masturbarme y disfrutar lo que tanto habia deseado, ver a mi mujer enculada por otro hombre. Ella dejo de chuparsela y se quito el vestido y el se quito el pantalon, luego ella se echo en la alfombra y abrio sus piernas a modo de invitación, Carlos se arrodillo esta vez y con un dedo hizo a un lado su tanguita para proceder a lamer su jugosa panocha. Ella estaba con los ojos cerrados y mordiendose los labios mientras disfrutaba esa lamidad que le estaban dando. Luego Carlos se sento en el sofa con su verga apuntando hacia el techo y mi esposa sin que le dijeran nada se monto sobre el y desde mi escondite pude ver claramente como ella solita se clavaba esa inmensa verga en su panocha, para luego cabalgar con una fuerza increible. De su boca salian frases como: Dame tu verga papito, culeame rico, ayyyy montame papi. De mi verga salio un chorro de semen que sin exagerar cayo a medio metro de distancia y mientras mi pene se ponia flacido mi mujer seguia en su faena de gozar como toda una puta. Claramente podia ver como esa verga extraña entraba y salia con fuerza desde las intimidades de mi fiel mujercita. En eso Carlos dijo, se me viene, se me viene, y ella rapidamente se salio de su posición y se inclino hacia la verga de Carlos para esperar los chorros de semen. Mi esposa con una mano lo masturbaba diciendo; dame tu leche mi amor, damela!. Carlos disfrutaba la masturbada que le estaban dando y sin poder resistir mas, solto su leche en la boca de mi mujer en medio de jadeos por parte de el. Ella se trago todo y ya con mas calma comenzo a lamer el pene de Carlos para limpiar con su lengua todo el semen que restaba.
Si en ese momento salia de mi escondite todo se descubriria, y como justificaria que todo el tiempo estuve escondido en el jardin mientras ella gozaba?. Preferi salir e ir a buscar mi auto y luego volver a la casa. Al entrar dije, ya volvi, tuve que ir lejos para conseguir este trago. Al ingresar a la salita la encontre a ella cambiando de musica y el seguia sentado fumandose un cigarrillo. Todo estaba como si no hubiera pasado nada y el olor a humo no dejaba que el olor a semen se sintiera. Les pregunte si todo estaba bien y ambos me dijeron que si, nada hacia sospechar que algo habia sucedido y mi mujer volvio a su actitud distante con nuestro invitado, luego que el se fue tuve una noche de sexo como nunca, y mi semen se junto con el de Carlos en la panocha de mi mujer.
En ese momento pense si antes ella ya me habria engañado desde que estamos casados, asi que lo que hice de ahi en adelante es ver la manera de cuando se quedara sola yo estar para ser testigo de sus actividades, y dejenme decirles que me lleve mas de una sorpresa en constatar cuantas vergas ha probado.