Oficial Valentín 38 (Más allá de las lineas en...)
Capítulo 38: Más allá de la lineas enemigas.
OFICIAL VALENTÍN 38 – MÁS ALLÁ DE LAS LÍNEAS ENEMIGAS
La Penitenciaría Piedmont estaba alborotada. Los presos estaban vueltos locos, en peleas y disturbios. Los guardias fueron sorprendidos trabajando dentro de los bloques de prisión en el momento en que estallaron los disturbios, los que los dejaron expuestos al peligro de los presos. Si bien la mayoría pudieron ponerse a salvo antes que los atacaran, varios fueron derrocados mientras trataban de romper las peleas y recuperar el control de las situaciones. Uno de esos guardias era Andrew Roberts, de 22 años, que se encontró rodeado de enojados reos que encontraron su uniforme ofensivo. Al principio lo golpearon ya que los presos estaban vueltos locos golpeando cualquier cosa a la vista. Pero luego lo arrastraron a una esquina en donde le rajaron el uniforme de su cuerpo. Andrew gritó pidiendo ayuda cuando lo pusieron de manos y rodillas mientras alguien comenzaba a empujar una gorda polla dentro de su culo. Andrew protestó verbalmente, pero fue interrumpido cuando otra polla se abrió camino dentro de su boca abierta. Andrew fue follado por delante y por detrás simultáneamente por reclusos que usaban y abusaban de su cuerpo para divertirse. Andrew fue follado repetidamente por los presidiarios, uno tras otro, -su joven cuerpo suave era definitivamente algo que calentaba a los duros convictos que buscaban de un lugar suave para empujar sus grandes pollas. Andrew se vio obligado a someterse a sus controles mientras lo alimentaban con fuerza por delante y por detrás, los rudos reos dispararon carga tras carga de salado y amargo semen dentro de su cuerpo, dejándole los agujeros llenos de esperma.
En la Sala de Procesamiento en donde se retenían a los nuevos presos antes de introducirlos dentro de la población carcelaria, las alarmas estaban vueltas locas. Los guardias que estaban procesando a los peces nuevos los reunieron y los llevaron a una celda de detención para mantenerlos bajo control y por su propia seguridad. Fue allí mientras los guardias no vigilaban ya que se habían ido a ayudar a la seguridad de la prisión, que los nuevos presos comenzaron a ponerse ansiosos.
“Qué diablos creen que está pasando?” preguntó un recluso, un joven negro acusado de tráfico de drogas.
“Por el sonido de las alarmas, creo que se trata de una fuga de prisión o de algún tipo de motín.” Respondió otro novato, un recluso caucásico apodado Axe. Axe sabía que los guardias estarían ocupados en otra parte si es que de verdad algo grave estaba sucediendo en el otro extremo de la prisión, por lo que sabía que probablemente estarían sin supervisión y sin atención mientras comenzaba a evaluar a los otros presos encerrados con él. Había 10 en total; él (Axe), Roc (Miguel Cortez [encubierto]), otros 2 chicos blancos condenados por varios delitos, 2 puertorriqueños, 2 reclusos negros y otros 2 que Axe no pudo determinar en qué categoría dejarlos. Axe decidió que ahora era el momento de separar a los hombres de los niños. Axe caminó hacia donde estaba sentado Roc, esperando terminar sus reflexiones. Roc se corrió para hacerle espacio en el banco, pensando que Axe iba a sentarse junto a él y a los otros presos. Cuando Axe quedó parado en frente de Roc, simplemente le sonrió con un arrogante gesto, luego tiro su puño y golpeó en el rostro al recluso sentado al lado de él. El joven recluso fue tomado completamente por sorpresa cuando el impacto del puño golpeó su cabeza contra la pared de piedra, causándole dolor en ambas direcciones.
Los otros reclusos se quedaron de pie mientras miraban como Axe arrastraba al caucásico chico, el que luego procedió a patearlo en la ingle y en el estómago mientras el chico trataba de protegerse. Alguno de los reclusos incluso lo incitaron, amando la violencia sin provocación como una forma de aliviar su frustración, mientras que otros reclusos como Roc miraban en completo estado de shock. Roc notó que nadie se apresuró por ayudar al chico golpeado, simplemente o miraban con horror o animaban al atacante gritando entusiasmados. Cuando Axe volteó al joven ahora apenas consciente sobre su estómago y comenzó a arrancarle los pantalones de prisión, Roc se levantó de un salto y lo detuvo.
“Qué diablos crees que estás haciendo?” preguntó, sintiéndose obligado a detener la violación antes de que ocurriera.
“Estoy a punto de conseguir algo de culo, niño!” sonrió Axe, desabrochándose los pantalones para exponer su erección. “A menos que TÚ quieras hacerme los honores?” preguntó, recordando el hermoso culo de Roc durante la inspección.
“Ya probaste que eres el hombre más fuerte, golpearlo no fue suficiente? También tienes que violarlo?” preguntó Roc, marcando su punto.
“No hay dudas de que soy el hombre más fuerte aquí…” aclaró Axe, bofeteándose la erección mientras la balanceaba hacia arriba y hacia abajo con ansiedad. “…pero lo que quiero es un culo! Así que a menos que estés ofreciendo el tuyo, te sugiero que te hagas a un lado o te pongas a la fila!”
“La línea comienza aquí!” dijo uno de los presos negros, empuñando su propia erección tan pronto como vio el culo del chico caído aparecer a la vista. Roc dio un paso hacia atrás mientras veía a Axe bajar sobre el preso más débil. Vio a Axe escupir sobre la palma de su mano como lubricante mientras apuntaba su polla hasta la raja del culo y se inclinaba con el peso de su cuerpo. El chico gritó en voz alta, su culo estaba siendo ásperamente penetrado incluso antes de hacer su llegada oficial dentro de la población carcelaria. Roc se vio obligado a quedarse quieto y ver la violación o dejar expuesto su trabajo encubierto como preso.
Axe embistió con fuerza contra el chico tendido debajo de él. Él lo mantuvo tirado sobre el piso mientras montaba su culo como un maestro violador. Roc (Miguel) sabía que Axe había hecho este tipo de cosas antes, y se preguntaba si esa era una de las razones por las cuales ahora estaba encarcelado? En el fondo, podía ver a otros reclusos frotándose los bultos, esperando entrar en el coño gratis disponible. El chico en el suelo estaba marchitándose del dolor mientras su culo era follado salvajemente. Axe le dio con todo al culo con duras embestidas, follando hacia adelante y atrás mientras conducía su polla blanca profundamente dentro del culo. La follada sólo tomó unos minutos (alrededor de 6 en total), pero se sintió como toda una vida para el chico en el piso. Cuando Axe se corrió, disparó un rio de semen de motoquero dentro del culo del joven, llenándolo como gasolina de moto.
Después de correrse, Axe sacó su polla del agujero abusado y se puso de pie. Miró directamente a Roc y sonrió mientras se limpiaba la polla con un paño. El preso negro tomó rápidamente su lugar, empujando su propia polla de un tamaño considerable dentro del culo del chico y comenzó a follar duro. Roc simplemente retomó su asiento, odiándose a sí mismo por no hacer nada para detener esta situación.
Malik Jones y varios de los otros guardias de prisión lograron defenderse y alejar a los reclusos que intentaban abrumar sus estaciones y pasar al lado administrativo de la penitenciaría. Una vez reagrupados y uniformados con sus equipos antidisturbios, los guardias (armados con granadas de gas lacrimógeno, máscaras, cascos, escudos, bastones y tasers) reingresaron a la prisión a restablecer el control y a rescatar a los oficiales caídos.
Cuando las rejas se abrieron, arrojaron las granadas de gas para dejar a los presos sin defensa. Los guardias se movieron rápidamente mientras sometían a todos los que estaban a su alcance, obligándolos a tirarse al suelo y atarles las muñecas a la espalda. El gas lacrimógeno les quemó los ojos, haciéndoles imposible ver. Algunos presos entraron en pánico y tuvieron que ser derribados a la fuerza, mientras que otros rápidamente se rindieron ante el dolor siendo derribados fácilmente. Malik se adentró más en la prisión, buscando al oficial Andrew quién no había salido a salvo con el equipo. A lo largo del camino, los presos fueron derrotados por los gases lacrimógenos y por las pistolas taser que los dejaron en el piso desmoronados del dolor. Malik notó el uniforme de un guardia hecho tirones en el piso de la prisión y notó que el nombre A. Roberts estaba inscrito en el pecho. Malik se apresuró sólo para encontrar a un grupo de reos apiñados alrededor del oficial caído. Andrew estaba siendo agredido físicamente por delante y por detrás mientras los presos le follaban la boca y el culo con brutales embestidas.
Andrew sintió las duras erecciones masculinas hundiéndose a través de sus agujeros, follándolo a la fuerza mientras lo cogían con penetraciones duras y salvajes. Había sido jodido por innumerables hombres hasta ahora, sin un final a la vista cuando de repente vio a la turba de presos a su alrededor comenzar a dispersarse de manera repentina. La multitud de hombres que lo follaban se distrajeron cuando el oficial Jones se acercó y les gritó que se dispersaran. Los reos vieron a Malik como otro culo para follar y rápidamente se volvieron contra él también. Malik derribó a los dos primeros con su arma taser, disparándoles desde la distancia y provocando que cayeran dolorosamente a causa de la leve electrocución. Pero el número de reclusos era numeroso, los que rápidamente se movieron desarmando al oficial. Malik logró lanzar una granada de gas, pero explotó detrás de la multitud de internos que se estaban follando al oficial Andrew. Malik fue atacado y derrumbado mientras los reclusos lo golpearon contra el suelo y le rasgaron su máscara y su uniforme. El oficial Malik fue golpeado repetidamente mientras la ropa era arrancada de su cuerpo como papel de seda. Ahora completamente desnudo, lo voltearon sobre su estómago y le abrieron las piernas para revelar sus deliciosas nalgas. Los presos sonrieron diabólicamente mientras preparaban sus pollas para follar. Malik miró a través de la nube de gas que causó su granada, viendo a algunos presos afectados que salían frotándose los ojos ardientes y jadeando por aliento. Sintió la primera polla empujarse entre sus nalgas mientras apretaba su agujero y gritaba pidiendo ayuda. La primera polla logró penetrarlo, forzando su culo a abrirse mientras se hundía profundamente dentro de su cuerpo.
“SSSSEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHH!!!” gritó triunfalmente el preso. Sintiendo al culo exprimir su polla como si tratara de ordeñarlo. Él comenzó a follar al oficial violentamente cuando de la nada, Marvin Rollins entró corriendo como un toro loco del infierno. Atacó a los presos con un puñetazo de su masivo cuerpo musculoso de 113 kilos mientras los atravesaba como estatuas. Malik observó con asombro como Marvin luchaba con al menos 10 presos, golpeándolos hasta dejarlos sin sentido antes de dirigirse en ayuda de Malik. El tipo que se follaba a Malik sacó su polla del culo y trató de correr, pero Marvin lo atrapó en una llave de cabeza alrededor del cuello mientras Malik se ponía de pie.
“Estás bien?” preguntó Marvin mientras Malik se recuperaba.
“Sí…” dijo Malik, acercándose al preso capturado. El convicto le suplicó a Malik y Marvin por piedad, pero Malik estaba más allá de la piedad con su agujero palpitando dolorosamente. Terminó la pelea pateando al recluso con fuerza en sus bolas expuestas, provocando que se desmayara instantáneamente. Marvin soltó su agarre en el cuello del hombre y lo vio caer al suelo.
“Diablos…, recuérdame nunca hacerte enojar!” dijo Marvin, mientras Malik se puso su ropa y fue a buscar a Andrew.
El oficial Andrew y los presos que se lo habían estado follando yacían en el piso, jadeando por los efectos del gas. Marvin y Malik lo recogieron y lo llevaron a una celda cercana en donde le rociaron sus ojos ardientes con agua fría. Andrew estaba aturdido y tenía las rodillas débiles, ya que todavía estaba aturdido por las golpizas y la follada que recibió. Malik le recogió la ropa antes de que otros agentes pudiesen entrar corriendo y hubiesen visto que había sido agredido sexualmente.
“Gracias, Marvin!” dijo Malik con sinceridad, recién dándose cuenta de lo que había hecho el preso por él. Otros guardias entraron corriendo con equipos antidisturbios, gritando para que todos se mantuvieran en el piso. Marvin fue agarrado y arrojado al suelo con rudeza mientras los oficiales atendían a Malik y a Andrew. “No! Él no! Él…, él nos ayudó!!” dijo Malik, mientras los guardias le ataban las muñecas.
La prisión fue cerrada completa y totalmente. Afuera, los encargados de la prisión de Filadelfia y la policía estatal se reunieron junto con los medios de comunicación cuando la noticia de un motín llegó a la opinión pública. Dennis Ellis de 52 años, les dijo a los reporteros en una conferencia que todo estaba “bajo control” y que sus hombres habían “recuperado” la prisión. Fue vago sobre cómo comenzó el motín y sobre exactamente cuántos presos y personal habían resultado heridos. Desde la distancia, el Capitán David L. McConnell y el oficial Jake Valentín (de la Comisaría-23) estaban ahí, preocupados por los amigos que yacían tras las líneas enemigas. Jake estaba preocupado por Miguel, su primer día de trabajo como oficial encubierto y ya le tocaba enfrentarse a un motín, lo único en lo que podía pensar era en entrar en la prisión para cerciorarse de que se encontraba bien. McConnell también estaba preocupado por su oficial encubierto Miguel Cortez, así como del ex oficial Malik Jones y de su andante Andrew Roberts. Sabía cómo los reclusos usaban los disturbios para ajustar cuentas con los guardias, incluso sacando rencores contra oficiales que no tenían nada que ver con ellos, simplemente soltando el castigo en los uniformes en lugar de los individuos. Le preocupaba que cualquiera de ellos (o todos) pudieran estar en peligro. Sabía que el oficial Cortez y Malik podían cuidarse a sí mismos, habiendo trabajado bajo su tutela durante años, -- pero McConnell no estaba seguro de las habilidades de Andrew. Vio al Comisionado Bradley de la policía cerca de la conferencia y decidió acercarse.
“Comisionado…!!” llamó, condiciendo a través del laberinto de personas reunidas alrededor de la prisión. “…puedo tener una palabra con usted?”
“Qué es lo que pasa, McConnell?” preguntó el Comisionado Bradley, un severo, firme, hombre mayor que no permitía ataques.
“Cree que el Director Ellis es apto para dirigir una prisión?” le preguntó McConnell en confianza. “He escuchado muchas cosas sobre las prácticas de Ellis…, y ahora un motín? Parece que siempre lo rodean hechos corruptos…” susurró McConnell, lejos de los oídos indiscretos.
“Surgieron dudas similares acerca de USTED también McConnell, --o acaso cree que nos olvidamos de la ‘debacle de la Comisaría-23’ el año pasado cuando perdió el control de sus oficiales? Que acaso no recuerda a los oficiales Gardner, Withmen, Cooper, Blake y Justin cometiendo asesinatos, intimidando a testigos, extorsionando drogas y dinero de traficantes en las calles? Tienes suerte de mantener tu trabajo después de esa debacle!” sentenció Bradley.
“No olvidemos los roles que desempeñaron el Concejo Municipal y el Alcalde Edwards en ese incidente, señor Comisionado! La lista de nombres corruptos va mucho más arriba que sólo los oficiales de MI Comisaría!” le recordó McConnell.
“Independientemente…, uno no debería tirar piedras a la casa de un hombre cuando esta viviendo en una casa con un techo de cristal! Le informó Bradley. “Simplemente sé feliz con que se te haya concedido tu investigación encubierta…, y esperemos que por el bien de tu oficial encubierto tus sospechas y acusaciones sean ciertas!” añadió Bradley, antes de alejarse.
Durante el cierre, todos los reclusos fueron obligados a entrar en sus celdas mientras los guardias hacían el ‘recuento de cabezas’, para asegurarse que todos estuvieran presentes y contabilizados. Fue entonces, -2 horas después de que comenzaron los disturbios, que los guardias de la prisión se dieron cuenta de la desaparición de los presos del Bloque Ario. Los guardias fueron enviados al sótano en donde se encontraron con que las usuales secciones cerradas que conducían a los túneles estaban todas rotas y abiertas. Se anunció un ‘Escape’ mientras guardias armados entraban a los túneles con la orden de disparar a cualquiera a la vista.
En lo profundo de los túneles, se podían escuchar a los presos corriendo en lo oscuro. Para aquellos que no fueron atrapados por bombas de gas lacrimógeno quedando indefensos, cayeron en el fuego de los guardias que les dispararon a la vista, matando a muchos de los posibles fugitivos antes de que pudieran alcanzar las barreras posteriores. Para el ex oficial de policía Bruce Gardner y sus hombres (Alan Cooper, Joseph Justin y Donald Blake), la libertad comenzaba a una milla de distancia de la penitenciaría, en donde emergieron de una de las pocas salidas. La libertad nunca supo tan bien como cuando el frío aire golpeó sus rostros. Se movieron como murciélagos volando fuera del infierno, corriendo hacia un destino pre-determinado.
Rápidamente se corrió la voz entre los arios supervivientes de que Gardner y sus hombres los habían hecho caer en una trampa. Mientras los guardias estaban ocupados con los disturbios y capturando a los fugitivos en los túneles debajo de la prisión, Gardner y sus hombres tomaron la única ruta de escape conocida, dejando al resto para ralentizar la persecución.
Una vez que los reclusos estuvieron encarcelados, los recién llegados fueros sacados de la Sala de Procesamiento y fueron llevados hacia sus nuevos hogares. El oficial encubierto (Miguel Cortez) fue llevado a una celda en el bloque ario junto a Axe. Ambos fueron colocados juntos como compañeros de celda. Cuando las barras de cerraron (con llave), Axe tomó la litera de abajo, dejando la de arriba para Cortez. Cortez sabía que tendría que dormir con un ojo abierto con Axe, viendo con que violencia el hombre violó a otro preso hace apenas unas horas. Serpiente (Oliver Ross) notó a Axe tan pronto como ingresó al bloque de celdas. Un viejo amigo en sus días de motoquero, solían ser compañeros de ruta juntos. Serpiente supo tan pronto como vio a Axe que un cambio estaba en el aire. Con Axe a su lado apoyándolo, Serpiente podría reclamar su estatus y hombría como el líder legítimo de los arios en lugar del caído Sargento. Sonrió para sí mismo mientras se sentaba y esperaba a que terminara el cierre, no podría notificarle a Axe de que estaba allí hasta que se abrieran nuevamente las celdas al otro día.
En el Bloque-B, los Mandingos estaban actualmente sin un líder. Duke Davies de 40 años yacía en su cama sintiendo las secuelas de su violación anal. Él sabía que su reputación como narcotraficante y líder del cartel había terminado, había sobrevivido a una violación de todo su bloque de celdas. Duke yacía en desgracia y humillación, el semen de más de 40 reclusos cubría su piel oscura y chorreaba de su flojo agujero. Durante el motín fue cogido sin cesar, el desfile de polla inundando su culo era como un programa de ‘adivine de quién es’ el ADN. Duke se corrió varias veces mientras le servían el culo, incluso su ‘perra’ lo folló, añadiendo más a su humillación. Y mientras estaba encerrado, no pudo ducharse del pegajoso líquido que cubría su musculoso cuerpo.
Duke yacía en la cama, su mente era un lío de lujuria y tensión. Su polla se mantuvo dura como roca, sus 27 centímetros de carne oscura se erguían desde su ingle. Duke la acarició en memoria de su violación. Recordó todas las duras pollas forzando su camino dentro de su culo, follando sus adoloridos interiores y disparando gotas de semen caliente en sus entrañas. Impulsado por el pensamiento de todo esto, Duke levantó sus piernas de la cama y comenzó a tocar su ano obstruido en semen. Sus dedos entraron fácilmente, ayudado por todo el semen que aún chorreaba del hinchado orificio.
Duke se había follado a cientos de hombres durante los años que había pasado en prisión, golpeándolos y robándoles su respeto y hombría, convirtiéndolos en putas para que los presos pagaran por follarlas. Duke nunca vio esto sucediéndole a él ni en un millón de años, creyéndose demasiado varonil como para caer en tal señuelo. Ahora se había convertido en exactamente lo que más temía mientras se toqueteaba el culo y soñaba con una polla dura follándole entre las piernas.
Un hombre en particular entró en la cabeza de Duke por sobre los demás; Marvin Rollins. Duke siempre había estado impresionado por los músculos del grandulón y por su enorme polla (26 sólidos centímetros). Fue la polla de Marvin la que le hizo el peor daño a su culo, abriéndolo para todos los demás que llegaron más tarde. Duke masturbó su masiva erección mientras pensaba en Marvin Rollins follándolo de nuevo. Empujó 3 de sus gruesos dedos dentro de su propio culo mientras levantaba y separaba sus piernas más anchamente para darse un accedo más profundo. Duke bombeó salvajemente su enorme falo mientras sus dedos entraban y salían de su coño de hombre recién formado. El semen chorreaba alrededor de sus pulsantes dedos, cubriéndolos completamente mientras se acariciaba vigorosamente. El esperma salió disparado de su polla como perdigones de ametralladora, pintando su pecho y estómago mientras gruñía el nombre de “Marvin”. Después de correrse se quitó los dedos, lo que provocó que el semen gastado brotara de su culo derramándose por toda la cama.
Duke simplemente se echó hacia atrás contra las almohadas, su enorme virilidad yacía muriendo lentamente a lo largo de su enorme muslo. Mañana sería un nuevo día y Duke no podía esperar para gastarlo en sus manos y rodillas siendo follado rutinariamente.
CONTINUARÁ…