Oficial Valentín 33 (Cita a Ciegas)
Capítulo 33: Cita a Ciegas.
OFICIAL VALENTÍN 33 - CITA A CIEGAS
Tyrone Ware de 35 años estaba hurgando en la celda de Rocky Parker de 33 y de James Derekson de 30, buscando drogas. Habiendo gran escasez de drogas en prisión (debido a las nuevas reglas de los arios), los reclusos realmente estaban comenzando a sentir la abstinencia. Cuando Derekson lamentablemente regresó a su celda, se sorprendió al ver a Ware con una bolsa de narcóticos que había encontrado escondido en su colchón. “Pero que mierda…??!” gritó Derekson, sorprendiendo a Ware. Los dos hombres comenzaron a luchar cuando Ware sacó un picahielos de casa desde su cintura y apuñaló en el estómago a Derekson. James jadeó en estado de shock. Ware retiró el picahielo y luego lo enterró una y otra vez con violencia. Sangre salpicó en sus manos y mangas mientras James Derekson caía en el piso de la celda y se apretaba las tripas. Ware caminó hacia el fregadero para sacar la sangre de sus manos y limpiar el arma. Luego pasó sobre el cuerpo de James mientras Derekson jadeaba por respirar.
Genuwine se encontraba jugando baloncesto con un grupo de conocidos con los que no estaba muy familiarizado. Desde su llegada a Piedmont, había tenido la suerte de ser miembro, casi de forma inmediata, de la pandilla de narcotraficantes de Duke. Pero ahora, sin una pandilla, se vio obligado a compartir con el resto de la población como un preso común, perdiendo todos los privilegios que alguna vez tuvo. Durante el juego de pelota, Genuwine se encontró recibiendo varios empujones y codazos. En varios momentos casi estalló una pelea, ya que los jugadores parecían estarlo utilizando como un saco de boxeo. Cuando Genuwine ya tuvo suficiente, se salió del juego con varios golpes y moretones en su cuerpo.
En el camino de regreso a su celda, fue confrontado por 2 tipos que habían sido rudos con él durante el juego. Eran 2 tipos que Genuwine conocía como unos chicos malos ‘recién llegados’ en un nuevo grupo de hombres negros que se estaba formando en las entrañas de la prisión. Genuwine sabía que eran asesinos despiadados, buscando hacerse un nombre dentro de la prisión por sí mismos. Cuando lo detuvieron, supo que estaba en graves problemas.
“Miren amigos…no estoy buscando meterme en problemas…” dijo, levantando sus manos a la defensiva. Los dos chicos se rieron de él.
“Oye, mira a este hijo de puta…le crees a este negro?” preguntó uno de los chicos, un tipo alto, negro, de aspecto aterrador, que la mayoría de las personas cruzarían la calle en lugar de arriesgarse a caminar junto a él.
“Nah hombre…escuché que solía ser uno de los chicos de Duke…” dijo el otro.
“Él??” preguntó el número uno, mirando a Genuwine de arriba abajo. “Y para qué Duke necesitaba a este marica hijo de puta? Que acaso necesitaba a una chica o algo así?” se rio, antes de golpear inesperadamente a Genuwine en el estómago. Genuwine se dobló en dos, apretándose el estómago mientras discretamente metía su mano en la pernera de sus pantalones y sacaba un cuchillo. “Voy a hacer que este negro chupe mi verga!” dijo el tipo más alto, agarrando a Genuwine de su collar. “Y después de que termines de chuparme la verga, te haré chupar la de mi amigo también! Qué opinas de eso, perra?!”
“Te chuparé la polla, hombre…” dijo Genuwine, agarrando su cuchillo herméticamente. “…tan pronto como la recojas del piso!” añadió, rápidamente apuñalándolo en la parte interna de uno de sus muslos (pero en realidad había apuntado el cuchillo hacia su polla y sus bolas).
"¡¡¡AARRRHHHHHHH !!!" gritó el preso, golpeando a Genuwine detrás de la cabeza. Genuwine empujó al hombre contra la pared, retorciendo el cuchillo más hacia adentro.
“Jódete, puto!” le gritó, dándose la vuelta para enfrentarse al otro adversario. Cuando el tipo se lanzó para golpearlo, Genuwine le dio una fuerte patada en los testículos, haciéndolo caer de rodillas como un edificio en implosión. Genuwine regresó al primer chico, retirándole el cuchillo de su muslo. Genuwine sabía que, si no mataba a estos tipos, lo detendrían de nuevo y le harían cosas peores más adelante. Genuwine colocó el cuchillo en la garganta del hombre y presionó para cortarle la yugular, cuando el tipo comenzó a rogar por su vida.
"NO! NO amigo! No íbamos a matarte! Duke sólo quería que te asustáramos!”
“Qué?” preguntó Genuwine, retirando el cuchillo.
“Duke, hombre! Él quería que te diéramos un susto! Que fuésemos rudos contigo…, dijo que tal vez podríamos conseguir hasta algo de culo!” dijo el chico (de no más de 18 años), sosteniendo su muslo sangrante.
“Por qué Duke haría eso?” preguntó Genuwine, dudando que fuera cierto.
“No lo sé, hombre! Tal vez le hiciste algo? Quizá quería que volvieras arrastrándote de regreso a él? No lo sé!!” Genuwine se puso de pie, dándose cuenta de que le habían tendido una trampa. Estos chicos no eran más que matones que Duke había contratado para que le hicieran el trabajo sucio. No tenía por qué temer de ellos. Se dio la vuelta, metiendo su cuchillo de nuevo dentro de su pantalón mientras continuaba su camino por el pasillo. Pero en vez de ir a su celda, fue en busca de Marvin Rollins.
“Hey, hombre!” le llamó, viéndolo levantar mancuernas en la sala de pesas.
“Qué te ha pasado?” preguntó Marvin, haciendo una serie de 15 repeticiones con 40 kilos de peso. “Te ves como la mierda, hombre!”
“Olvídate de eso! Qué vamos a hacer con Duke?” le preguntó con impaciencia. Marvin bajó su conjunto de pesas, arrastrando a Genuwine hacia un rincón.
“Baja tu jodida voz!” le dijo, mirando a los alrededores. “Sabes que Duke tiene oídos en todas partes!”
“Cuándo vamos a derrocar a ese negro? Ya se está pasando demasiado de la línea!” dijo Genuwine, --nervioso y asustado como el infierno.
“Qué te ha pasado, amigo?” preguntó Marvin, preguntándose qué había iniciado este incendio en el culo de Gen?
“Contrató a 2 malditos drogadictos para que vinieran tras de mí! Ellos trataron de…, no sé que mierda me iban a hacer…VIOLARME o algo así! Tuve que apuñalarlos!” Marvin contuvo una risita, incapaz de imaginarse a Genuwine dándole el culo a unos drogadictos.
“Cuando o lo que sea que hagamos…tenemos que planearlo bien, hombre! No podemos simplemente ir a medias, o de lo contrario nos van a romper el culo a lo grande!” le advirtió Marvin.
“Soy todo oídos, hombre! Estoy aquí dispuesto para lo que sea que tengas en mente!”
En la celda de Duke, Duke Davies de 40 años se encontraba haciéndole guardia a Shaleem Durance de 21 años (una de sus nuevas chicas de prisión) que estaba siendo follado por uno de los clientes de Duke. El hombre (un narcotraficante de 29 años [miembro de una pandilla] con media docena de asesinatos a su haber), estaba follando a Shaleem con total indiferencia. Shaleem se encontraba de espaldas vestido degradantemente con medias de mujer, ligas y sujetador, consiguiendo que le follaran el culo magníficamente mientras que el hombre solo conocido como Dre lo follaba frenéticamente con su larga y gruesa herramienta.
Shaleem estaba (contra su voluntad) secuestrado en el grupo de ‘chicas’ de Duke, después de meses de verse obligado a prestar servicio a sus compañeros de celda (Asesino Peter y Wyome). Duke había oído hablar de las habilidades cada vez mejores de Shaleem cuando Peter y Wyome comenzaron a presumir constantemente del coño de prisión que se estaban follando cada noche. Shaleem había sido encarcelado después de haber matado accidentalmente a su hija de un año mientras estaba drogado. El sistema penal no simpatizó con el hecho de que acababa de perder a su hija, y lo sentenciaron a un máximo de 10 años por su crimen, --pasando por alto la parte más importante que era la rehabilitación. Como resultado, el comportamiento no ‘callejero’ de Shaleem y su dependencia a los narcóticos, lo convirtieron en un blanco fácil para los hombres que buscaban convertirlo en una de sus víctimas. No pasó mucho tiempo hasta que Shaleem estuvo presionado contra la pared, con una dura polla empujada a la fuerza inesperadamente dentro de su culo. Shaleem gritó pidiendo la ayuda de los guardias, pero rápidamente se enteró que en los turnos de noche rara vez asistían a alguien a menos que estuviera inconsciente, sangrando o profusamente cerca de la muerte. Después de que el primer preso terminó de usarlo (dejando a su hoyo adolorido goteando los restos de su ataque), el segundo subió para hacerse cargo. Shaleem había sido follado en total cuatro veces en su primera vez. Sus compañeros de celda se fueron a dormir esa noche contentos y bien drenados, mientras Shaleem yacía derrumbado y temblando de miedo en el suelo, con su culo chorreando sus espermas reproductivos.
Ahora se encontraba debajo de otro recluso, uno que nunca había visto antes, pero cuya reputación eran bien reconocida a través de los bloques. Shaleem miró hacia las expresiones faciales del asesino mientras este lo follaba a pelo, golpeando su polla dentro y fuera de él sin consideración ni emoción (sólo con lujuria). Folló a Shaleem como si estuviese enojado con el mundo, tirando toda su agresión contra el pobre cuerpo de Shaleem. Shaleem estaba agradecido por la presencia de Duke, ya que algunos de estos reclusos parecían más propensos a la violencia que al sexo. Cuando Dre agarró a Shaleem por el cuello con su mano desnuda y comenzó a apretar, Shaleem pensó que Duke intervendría, pero se sorprendió cuando eso no sucedió. La mano de Dre se apretó más fuerte mientras más fuerte follaba, embistiendo su polla a través de él sin parar. Cuando Shaleem sintió que se le cortaba el suministro de aire, agarró la mano de Dre y trató de apartarla. Como resultado Dre se puso furioso y comenzó a golpear a Shaleem en la cara, propinándole 5 golpes antes de que su verga explotara dentro del culo de Shaleem. Shaleem estaba apenas consciente con su nariz sangrando cuando Dre finalmente se retiró, arrojándole a Duke un paquete de cigarrillos mientras salía de la celda con su gran polla balanceándose muerta fuera de sus pantalones de prisión.
“Diablos…realmente hizo un buen daño…” dijo Duke inclinándose sobre la cama y empujando 3 de sus carnosos dedos dentro del ano de Shaleem. “…a este culo!” añadió, riendo en voz alta mientras el próximo ‘cliente’ entraba.
“Está consciente?” preguntó el tipo, quitándose la ropa.
“Que acaso importa?” preguntó Duke.
“No para mí!” dijo el chico, subiéndose a la cama…
Rocky Parker de 33 años se encontraba sentado en su celda de prisión, mirando la cama de su ex compañero de celda James Derekson. No podía creer que, en un solo acto, su amigo y compañero de celda se había ido, con su vida siendo arrebatada por alguien de la prisión. Rocky entró a la celda encontrándose con la sangre de James por todo el piso, con la celda siendo saqueada por alguien. Los transeúntes fueron testigos de cómo James fue encontrado sangrando en el suelo, apuñalado varias veces por un desconocido agresor. Los guardias de prisión entraron y se lo llevaron a la enfermería, pero su daño interno era demasiado grave y su pérdida de sangre demasiado grande. James fue declarado muerto en poco tiempo después de eso. Sus pertenencias fueron confiscadas por los guardias, para ser enviadas a sus familiares junto con su cuerpo. En un abrir y cerrar de ojos, toda una persona había sido borrada completamente de la Tierra, desapareciendo como si nunca hubiese existido. Rocky se encontraba en una triste situación, cuando un guardia apareció repentinamente en su celda de prisión.
“Rocky!” llamó, sacando al joven de 33 años de su coma. “Ellis te está esperando en su oficina, llegas tarde!”
“No…no estoy de humor hoy…” dijo Rocky, sintiéndose enojado y depresivo por la pérdida de su amigo.
“Me importa un carajo si estás en tu periodo o si tienes calambres en el culo! Ellis te quiere en su oficina AHORA!” gritó el guardia, escoltando a Rocky fuera del bloque de prisión.
“En el lado administrativo de la prisión en donde se encontraban las oficinas de finanzas, --Rocky apareció en la oficina del director. Ellis estaba detrás de su escritorio, revisando hojas de datos y tomando notas cuando Rocky entró, luciendo como alguien a quien se le acababa de morir su mejor amigo.
“Ya era hora de que llegaras, Rocky…” dijo Ellis, dejando caer su bolígrafo mientras se recostaba en su silla de escritorio y se dejaba caer los pantalones. “…vamos a hacerlo rápido, no tengo todo el puto día!”
“Señor…” dijo Rocky, claramente no de humor para practicar sexo oral. “…no puedo tomarme el día libre?? Mi compañero de celda James Derekson fue asesinado…”
“Día libre?” preguntó Ellis, como si nunca hubiese escuchado ese término antes. “Vamos a dejar claro una cosa…, si no quieres este trabajo, tengo a otros 1499 presos muriendo por tomar tu lugar! Así que decídete ahora mismo si lo quieres o no!” Rocky supo por la mirada fría como de piedra en el rostro de Ellis que estaba hablando en serio. Sintió una necesidad de caminar y darle una paliza al director con sobrepeso, para recordarle quién era él fuera de las paredes de esta prisión, --pero Rocky también sabía que aquella acción lo llevaría directo hacia semanas incalculables, o incluso meses al calabozo (si es que no, de por vida). Mansamente, hizo la vuelta por el escritorio hacia donde Ellis estaba sentado con su flácida polla de 20 centímetros y se arrodilló ante él. Ellis se recostó en su silla, abriendo las piernas para darle espacio al masculino cuerpo adulto de Rocky mientras se aflojaba la corbata. Rocky agarró la flácida polla de Ellis, que rápidamente se endureció al tacto, y se la llevó a la boca.
“Seeeeeh…, así es como me gusta!” suspiró Ellis, cerrando los ojos mientras se reclinaba y permitía que le acariciaran la polla. Rocky se sentía violentado. Era casi como estar siendo violado, teniendo que actuar para alguien cuando no estaba de humor. Miró hacia arriba al director, que se veía grande y presumido sentado detrás de su escritorio como si el mundo no pudiese tocarlo. Rocky pensó que Ellis actuaba como si estuviera por encima de todos, --como si todos los hombres en prisión estuvieran por debajo de él con el único propósito de satisfacer sus necesidades. De repente se sintió como un esclavo, como si estuviera sirviendo a su Amo por unas migajas de la mesa (las migajas eran las ventajas que los ‘asistentes’ tenían; como- cigarrillos gratis, dulces, aire acondicionado, etc…). De repente sintió que ninguna de esas cosas parecía valer la pena por vender su dignidad. Su masculinidad significaba más. Rocky estaba chupando cuando sacó su boca de la polla de Ellis, causando que los ojos del director se abrieran.
“Cuál diablos es el problema ahora?” preguntó Ellis, visiblemente molesto.
“No puedo hacer esto!” dijo Rocky, levantándose de sus rodillas. Ellis empujó a Rocky para que volviera, poniéndose de pie y elevándose por sobre el recluso de 1,75 metros como una enorme pared, su polla dura se balanceaba hacia adelante y hacia atrás como un péndulo.
“Fuiste contratado para realizar un trabajo, convicto!” insistió el director, agarrando a Rocky por la cabeza. Rocky trató de retroceder, pero fue obligado a meterse el gran pene del director mientras éste empujaba bruscamente su polla hacia la boca de Rocky. Ellis agarró con fuerza la cabeza de Rocky, comenzando a follar con su gruesa y gorda polla dentro y fuera. Rocky trató de morder la polla del director, pero el gran hombre simplemente gruñó y lo folló más profundo. Rocky sintió la polla entrar en su garganta, golpeando a través de sus músculos mientras su garganta se hinchaba como una rana. Ellis molió su erección en la garganta de Rocky, cortando su suministro de aire mientras el joven padre de un pequeño bebé luchaba por respirar.
A Ellis le encantaba forzar a los presos a follar, --no era algo que pudiese hacer a menudo con su apretada agenda, pero cuando lo hacía, no podía hacer nada para contener su entusiasmo. Las luchas de Rocky sólo hicieron que Ellis estuviera más determinado a usarlo. Sostuvo la cabeza del convicto contra su verga hasta que Rocky comenzó a sentirse con ganas de desmayarse, cuando Rocky dejó de luchar, Ellis tiró hacia atrás su polla, lo que le permitió a Rocky tragar un poco del aire que tanto necesitaba. Pero la ruptura fue solo de corta duración, ya que Ellis forzó su polla hasta el fondo de su garganta y empezó a follarle la cara con venganza.
Rocky estaba apenas consciente mientras su boca y su garganta eran folladas por el director. Con la pelea oficialmente fuera de él, Ellis tuvo rienda suelta para usar su garganta con poca resistencia. Golpeó en la boca del recluso como una toma de corriente, atravesando la lengua, los labios, los dientes y las encías. Rocky no tuvo más remedio que tomar todo lo que le daba el hombre mayor. Su boca y su garganta pertenecían al director, de acuerdo a su acuerdo. Ellis nunca se rindió con sus duras embestidas, mientras folló y folló hasta que sintió que su polla se puso más dura y gruesa y luego reventó varios chorros de potente leche caliente de bolas directamente dentro de la adolorida garganta y estómago de Rocky. Rocky gimió cuando sintió el diluvio de semen verterse en su garganta abierta, drenándose en él como una llave abierta. Sintió el caliente contenido moverse a través de él como el viento a través de la maleza. Cuando Ellis estaba terminando de correrse, quitó la cabeza de Rocky de su polla y lo tiró al suelo como una muñeca de trapo. Mientras Rocky trataba de recomponerse, Ellis se guardó la polla, se subió la cremallera de los pantalones, se enderezó la corbata y volvió a ocupar su lugar detrás de su escritorio.
“Ándate si vas a renunciar!” ladró Ellis, con su polla satisfecha y con su corrida aún viajando a través de los intestinos de Rocky. “Si vas a quedarte, toma asiento en la sala de espera hasta que te llame!” añadió sin dejar de mirar su papeleo. Rocky se puso de pie, sintiendo su garganta magullada y adolorida. Le dolía tragar mientras se dirigía a la puerta de la oficina, su polla esta dura como piedra mientras trataba sin éxito de ocultarla de su entrepierna.
Salió hacia la sala de espera, sorprendido de ver al musulmán Abdul esperando ver al director. Caminó torpemente hacia el asiento junto a él, y se sentó, --la secretaria le dirigió su habitual mirada de reojo mientras escribía uno de los memorandos de Ellis. Abdul notó las manchas de saliva que babeaban por todo el pecho del traje de Rocky, una clara señal de lo que él y el director estuvieron haciendo dentro de su oficina.
El oficial correccional de 22 años Andrew Roberts había pasado por mucho (emocionalmente) últimamente. Unirse al grupo de los oficiales correccionales de la Penitenciaría Piedmont como novato, había resultado ser más difícil de lo esperado. Andrew había soñado con convertirse en un oficial de la policía de Filadelfia desde que era niño, pero cuando fue rechazado por la Academia, se volvió hacia el Sistema Correccional para ganar algo de entrenamiento. Sin embargo, los oficiales mayores de la prisión se encargaron de mentirle al joven verde e ingenuo, diciéndole que todos los guardias tuvieron que pasar por una especie de sexo grupal como iniciación. Andrew pensó que el veterano oficial de 43 años Carle Peachtree estaba mintiendo, pero cuando su viejo compañero - Reggie Reinhold de 49 – se lo confirmó, Andrew cayó en el anzuelo y permitió que los dos hombres le hicieran un doble equipo sexual.
El engaño se prolongó durante varias sesiones, con ambos Peachtree y Reinhold follando a Andrew repetidamente, --Andrew comenzó a preguntarse nuevamente si la iniciación era una mentira, cuando el oficial correccional Malik Jones rechazó las oportunidades que tuvo para iniciarlo. Pero Peachtree y Reinhold estaban un paso adelante, reclutando al oficial Darrin Welling en la mentira. Welling también le dijo que la iniciación era cierta, follando con Andrew en un gang bang de 3 en el escuadrón de dormitorios de los guardias. Sin embargo, Andrew se enteró de una buena vez que todo lo de la iniciación era una mentira, cuando se encontró al oficial Malik Jones en las duchas del vestuario. Jones le admitió a Andrew que los oficiales mayores le mintieron, que era una broma enfermiza y retorcida para frotar sus huevos en la cara de un novato. Andrew se sintió como una mierda después de eso, pero no por las razones que Malik pensaba. Andrew le confesó que su vida estaba en ruinas, por el hecho de que había descubierto que la falsa iniciación le había gustado. Andrew procedió a explicarle cómo su vida se había vuelto patas arriba debido a la broma que los oficiales le hicieron. Lo que pensaba que sentía sobre sí mismo; --su heterosexualidad, su fe, su sentido de sí mismo, salió totalmente por la ventana. Ahora dudaba de quién era, --confundido acerca de su sexualidad, era hetero, gay? Ya no lo sabía. Pero lo que Andrew sí sabía es que había sentido una fuerte atracción por Malik desde el momento en que se conocieron en el trabajo.
El primer día de Andrew empezó con bastante normalidad; fue recibido por el Director y se le dio la bienvenida a la Institución Correccional de Piedmont. En los vestuarios conoció a la mayoría de sus compañeros de trabajo; Peachtree, Reinhold, Welling, Jimmy Dobbins de 29 años, Tom McGee de 35, Jerry Cobbs de 30, -- y Malik Jones de 26. Todos los hombres lo saludaron afectivamente, excepto Malik que parecía un poco distante del resto (ahora Andrew entendía por qué). Pero a pesar de que Malik no decía mucho, Andrew se sintió atraído por él, como un alma gemela. Quizá fue porque los dos eran los más cercanos en edad, --quién sabe? Todo lo que Andrew sabía es que cada vez que veía a Malik, sentía una necesidad irresistible de hablar con él, para que el oficial Malik supiera que estaba ahí.
La noche en las duchas, cuando Malik le admitió a Andrew que la iniciación era una mentira, terminaron haciendo el amor (al menos así es como Andrew lo sentía) allí mismo en los pisos de las duchas. Andrew recordó a Malik tocándolo, consolándolo y susurrándole palabras de aliento. Andrew no estaba seguro de cómo sucedió (ya que los siguientes momentos estaban confusos dentro de su cabeza), pero poco después se encontraba en posición de perrito siendo follado por el culo por el chico por el que más se sentía atraído. Malik se folló a Andrew con las habilidades como las de un hombre que lo doblaba en edad. Andrew se sintió completamente seguro y protegido en sus manos. Sintió la polla de 18 centímetros de Malik moviéndose sin esfuerzo dentro y fuera de su trasero, y amó cada maldito segundo de eso, --especialmente en el momento en el que se vino un maremoto de semen dentro de su culo.
Andrew esperaba que ese fuese el comienzo del crecimiento de una nueva amistad, ya que los caminos de él y Malik no se habían cruzado, --hasta ahora. Andrew se sorprendió por completo cuando recibió de la nada una llamada telefónica de Malik, preguntándole si le gustaría ir a cenar a su casa. Andrew estaba fuera de sí por la emoción. “Por supuesto Malik…, quieres que lleve algo en particular?” – le preguntó, su polla ya estaba endurecida entre sus pantalones mientras hablaba por teléfono. “No, sólo tú” dijo Malik, dulcemente. Andrew colgó el teléfono luego de que acordaran la hora y la dirección, su cuerpo ya estaba hirviendo, así que se hizo una rápida paja antes de dirigirse a la ducha.
Se detuvo con su Toyota negro en frente de los edificios de departamentos del oficial correccional de 26 años en el oeste de Filadelfia, nervioso como el infierno rápidamente comprobó su aliento y sus dientes en el espejo de la visera del tablero antes de salir del coche. Esta era la primera vez que un compañero de trabajo lo invitaba a su casa para cenar, y estaba muy contento de que fuera Malik. Subió los escalones de la entrada hasta el piso principal y tocó el timbre del departamento 2-A del segundo piso. Malik respondió, diciéndole a Andrew que pasara. Andrew entró al edificio con su corazón acelerado, y su polla palpitando. Seguramente Malik quería una recreación de su último encuentro? Estaba tan interesado en Andrew como Andrew en él? Andrew ciertamente eso esperaba mientras subía las escaleras hacia el segundo piso, la anticipación le devoraba los nervios como un cáncer.
Dentro del departamento, Malik estaba preparando los lugares de la mesa. Su otro invitado, --el Capitán de Policía David L. McConnell, se encontraba sentado en el sofá bebiendo una copa de vino cuando sonó el timbre del departamento. “Malik…?” llamó hacia la cocina, “…estás esperando invitados?” le preguntó, inseguro.
Malik salió corriendo de la cocina, --haciendo aire cuando pasó por sobre el capitán, que se sentó incómodo en el sofá cuando Malik se acercó al intercomunicador y dijo “Hola?”. Después de hablar con alguien, se dio vuelta hacia David, que parecía aún más desconcertado, y le dijo…, “Si te hubiese dicho que esta es una cita a ciegas, hubieses venido?”
“Cita a ciegas…? Malik…!!” gritó McConnell, levantándose de su asiento y derramando accidentalmente vino tinto sobre su camisa. “Maldita sea…” maldijo, enojado por la situación, --no por la mancha. “Estoy demasiado VIEJO para esto!” Malik corrió en su ayuda.
“Puedes ir al baño y quitarte esa mancha…!” le insistió Malik, conduciendo a McConnell dentro de otra habitación. Justo entonces, alguien llamó a la puerta. Malik corrió a responder. “Andrew…!” sonrió, invitando a su compañero de trabajo a pasar. Andrew entró tímidamente, nervioso por toda la cita mientras le entregaba a Malik un pack de 6 cervezas y le daba un beso en toda la boca. Malik se sorprendió un poco por la excesivamente cálida muestra de afecto, y empujó a Andrew antes de que siguiera.
“uh…, adelante!” dijo Malik, cerrando la puerta detrás de él. “Toma asiento! Quieres algo para beber? Vino tinto, tal vez?” le preguntó, testeando sus gustos.
“Una cerveza estaría bien!” dijo Andrew, incapaz de borrar la sonrisa nerviosa de su rostro. Era todo lo que podía hacer para contener la dura erección que estaba haciendo presión permanente en sus pantalones. Malik le entregó una de las botellas de cerveza que él mismo acababa recién de traer, y se llevó el resto del pack a la cocina. Andrew se levantó para mirar la mesa, confundido al ver 3 puestos.
“Tendremos compañía?” preguntó, mirando hacia la mesa cuando Malik volvió a entrar a la habitación. Malik sabía que era ahora o nunca…
“Invité a un amigo con nosotros!” le dijo, con un claro brillo en sus ojos.
“Oh, uh…, no esperaba un trio…, pero si eso es lo que quieres…” dijo Andrew, sin saber que pasaba.
“No…no…” se rio Malik, descartando su pensamiento. “…quiero que TÚ lo conozcas a él! Mi amigo está aquí por TI!”
“Por mí?” preguntó Andrew, confundido. “Pero yo pensé que…”
“Esta mancha no va a salir, Malik!” gritó McConnell, caminando de regreso a la sala de estar vestido con una camiseta sin mangas, --con la camisa manchada en la mano. Quedó paralizado en el momento cuando vio que Malik tenía compañía. Ambos hombres se miraron torpemente el uno al otro.
“Oh, uh…, David…, este es Andrew, Andrew, --David!” los introdujo. Los 2 hombres se saludaron con la cabeza y se dieron la mano antes de separarlas rápidamente. David miró a Malik con los ojos muy abiertos, regañándolo en silencio por tenderle una trampa! “uh…, Andrew es un oficial correccional como yo…” continuó diciendo, llevando la conversación. “…trabajamos juntos en Piedmont.”
“No me digas!” sonrió McConnell, débilmente.
“Oh…, y Andrew…, David es un Capitán de Policía! Él era mi jefe cuando yo era un policía!” dijo Malik, sabiendo que Andrew tenía aspiraciones de convertirse en policía algún día.
“En serio?” preguntó Andrew, animándose un poco. “Siempre he querido ser un oficial de policía!”
“Oh en serio…” preguntó McConnell, viendo a Malik escabullirse en la cocina. “…por qué no has postulado a la Academia?”
“Lo hice…” frunció el ceño Andrew. “…pero me rechazaron.” Dijo, casi con un puchero.
“Bueno, no dejes que eso te detenga si es lo que realmente quieres!” insistió McConnell, preguntándose por qué Malik tardaba tanto de regresar de la cocina.
“Debe ser genial…, ser un policía digo!” continuó Andrew. “Es todo lo que he querido siempre desde que un conductor ebrio mató a mi hermano! Sus niveles de alcohol estaban por sobre todos los límites!”
“Oh, siento escuchar eso…” dijo McConnell, con sinceridad.
“La cena…, está servida!” gritó Malik, empujando la puerta y cargando un cuenco de porcelana grande con espaguetis. Andrew y McConnell caminaron hacia la mesa, tomando los asientos que Malik colocó estratégicamente alrededor de la mesa. La cena consistió en espaguetis con salsa de carne y queso rallado con panecillos franceses. Un vino tinto complementaba la comida, que Andrew se permitió probar por primera vez (para encajar). Durante la cena, Andrew siguió preguntándole cosas a McConnell sobre trabajo policial. McConnell encontró el entusiasmo de Andrew por su trabajo, halagador. Él y Malik compartieron historias durante la comida sobre los casos e incidentes que les sucedieron en la línea de trabajo. Fue solo después que McConnell comentara sobre la captura de Cristofer Gardner, --‘El Asesino Castrador’, que Andrew recordó haber visto a McConnell en las noticias.
“Diablos…,eres prácticamente una celebridad!” se rio, tintineando vasos con el hombre mayor. McConnell se rio también, mirando a Malik mientras se llevaba la copa de vino a los labios. Después que la cena terminó, Malik hizo que los 2 hombres descansaran en la sala de estar mientras él lavaba los platos, hacía café y servía los postres. McConnell dirigió a Andrew hacia la sala de estar, ambos tomando asiento en el sofá mientras continuaban hablando. Malik sonreía de oreja a oreja, pensando que había logrado enganchar a 2 buenos hombres que buscaban por alguien agradable. Mientras él estaba ordenando en la cocina, Andrew le preguntó a McConnell qué tan cercano era de Malik?
“Bueno, uh…” dijo McConnell, moviéndose en su asiento. No estaba seguro de cuanto Malik le había contado al chico sobre su pasado. “…nosotros fuimos compañeros de cuarto por un tiempo, después vivimos juntos en mi casa por un tiempo.” Dijo vagamente.
“Sabes si está soltero o si está saliendo con alguien?” preguntó Andrew.
“uh…, no. Por qué?” preguntó McConnell.
“Porque nos estuvimos acercando en el trabajo el otro día…, y esperaba que esta noche significara que él estaba interesado en continuar algo…, --pero luego te invitó a ti!” le confidenció Andrew, mientras McConnell reprimía un QUÉ!
“Entonces…, tú y Malik…?” preguntó McConnell, levantando las cejas.
“Sí. Sonrió Andrew, sonrojándose. “Soy un poco nuevo en esto…, pero me siento atraído por Malik. Una noche lo pillé en las duchas después de un trabajo hasta tarde…, y…lo hicimos!”
“En serio?” sonrió McConnell, tomando otro sorbo de vino.
“Sí. Él fue genial! Él…, fue activo conmigo.” Susurró Andrew, como si fuese un secreto. Entonces de repente, un pensamiento pasó por su cabeza. “Oh, uh…, entonces tú SABES que Malik ha estado con hombres, verdad? Quiero decir…, parece ser que él está esperando que NOSOTROS conectemos…!”
“Oh, sí…, ya veo.” Dijo McConnell, disculpándose para ir a buscar algo de beber. Andrew se echó hacia atrás y se relajó, permitiendo que el vino y la cerveza hicieran sus efectos mientras McConnell hacía su camino hacia la cocina.
“Hey…!” sonrió Malik una vez que McConnell entró en la habitación. “…qué tal Andrew? Lindo verdad?”
“Malik, sólo por curiosidad…” comenzó McConnell, colocando su vaso vacío en el fregadero mientras se preparaba para hablar. “…nos engañaste a Andrew y a mi porque pensaste que haríamos una buena pareja? O porque quieres deshacerte de nosotros 2 después de follarte?”
“Huh…??” preguntó Malik, sorprendido por la pregunta.
“Andrew me acaba de decir que tú y ÉL hace poco que…, ‘lo hicieron’ en las duchas del trabajo recientemente! Aparentemente eso lo dejó suficientemente impresionado para querer una segunda cita, --y estaba completamente seguro de que ESO pasaría cuando tú lo invitaste! Sólo para llegar acá…, y encontrarme a MI, al otro amante que dejaste! Coincidencia? No lo creo! Gritó McConnell, saliendo furioso de la cocina.
“David…, espera!” gritó Malik, abandonando la limpieza. Corrió hacia la sala de estar detrás de McConnell, quien se estaba poniendo su camisa manchada. “Déjame explicarte…!”
“Creo que ya lo tengo todo claro, Malik! Y para decirte la verdad…” le dijo, dándose vuelta hacia él. “…me siento un poquito MÁS que insultado!!”
“Pero por qué…? Andrew es un buen chico!” dijo Malik, causando que Andrew levantara su cabeza de su pecho.
“eh…?”
“No te ofendas, Andrew…” dijo McConnell, “…pero no estoy interesado en conectar con otro de los exs de Malik!”
“Exs?” preguntó Andrew, entrando en la conversación. “De qué está hablando?”
“Yo también me follé a Malik!” dijo McConnell, abiertamente. “Nosotros éramos pareja antes de que él dejara la Fuerza!”
“Ustedes dos…eran…?” preguntó Andrew, lentamente dándose cuenta de lo que pasaba.
“Él está tratando de juntarnos porque ya no quiere tener nada que ver con ninguno de nosotros dos! Eso es todo!” le explicó el Capitán.
“Es eso cierto, Malik?” le preguntó Andrew con tristeza.
“NO! Por supuesto que no!” dijo Malik, poco convincente.
“A la mierda con esto, --me voy de aquí!” dijo McConnell, dirigiéndose a la puerta de salida.
“ESPÉRAME…” dijo Andrew, también dirigiéndose hacia la puerta, con el corazón roto después de la traición de Malik.
“Chicos…esperen!!” gritó Malik desde lo alto de los escalones mientras ellos descendían las escaleras. McConnell llegó al final de forma segura, mientras Andrew de alguna manera perdió el paso, corriendo hasta el fondo como si estuviera esquiando en la nieve. McConnell lo agarró en el extremo, diciéndole que estaba DEMASIADO borracho para conducir solo a casa.
“Bueno…, no me quedaré aquí en donde no me quieren!!” dijo Andrew, definitivamente haciendo pucheros.
“Te conduciré a casa!” le ofreció McConnell, mostrándole a Andrew el camino hacia su auto.
Malik regresó a su cocina sucia, su plan había explotado en su rostro. Quizás debería haberles dicho a los 2 hombres sus intenciones de antemano, --o tal vez debería haberles dejado en claro sus sentimientos a los dos. De cualquier manera, la había cagado. Ahora ambos estaban enojados con él. Se maldijo a sí mismo por no prever este fiasco, y comenzó la abrumadora tarea de limpiar.
McConnell estaba enojado con el engaño de Malik. Es más…, estaba enojado porque había tenido la misma la misma idea que Andrew; había pensado que Malik lo había invitado para un interludio romántico. Incluso se había permitido fantasear con que Malik finalmente había recuperado sus sentidos, y que estaba listo para reanudar su caliente y tormentosa relación. Se sentía tan tonto como Andrew. Más incluso, --al ser él mayor. Condujo por cerca de 10 minutos, reproduciendo toda la noche en su cabeza, cuando de repente se dio cuenta que no tenía idea de dónde Andrew vivía.
“Estás despierto?” le preguntó, mirando a Andrew mientras éste miraba hacia afuera de la ventana del auto.
“Sí.” Respondió, sin mirarlo de vuelta.
“Necesito tu dirección.” Dijo McConnell, sin siquiera saber si iba manejando en la dirección correcta.
“Oh.” Dijo Andrew, sin agregar mucho más. “Cuántos años tienes?” de repente le preguntó, mirando a McConnell. McConnell de repente se sintió incómodo, como si estuviese siendo juzgado.
“51.” Respondió vacilante el oficial mayor.
“Estás mintiendo!” dijo Andrew, sin creerle.
“No…, tengo 51!” le aseguró McConnell.
“De ninguna forma, hombre!” dijo Andrew, mirando el perfil de McConnell. “Pensé que tenías 40 como máximo!” McConnell se rio, con su ego creciendo a lo alto.
“Creí que mi pelo entre cano habría delatado mi edad!” dijo sonriendo, todavía conduciendo hacia lo desconocido.
“Las canas fueron la razón de porque dije 40!” dijo Andrew, haciendo que la sonrisa de McConnell se ampliara aún más. “Debes hacer mucho ejercicio! Tu cuerpo ni siquiera está arrugado ni nada!” McConnell se rio disimuladamente. El ejercicio ciertamente ayudaba. “Por qué ustedes dos terminaron?”
“Bueno…, esa es una eh…larga historia.”
“Si es demasiado personal, lo entiendo.” Dijo Andrew. “Es solo que…, si Malik no quiso estar CONTIGO…, que opciones me quedan a mí?” le preguntó, más para sí mismo que para McConnell.
“No pienses de esa manera, Andy…, están pasando muchas cosas en la vida de Malik que tal vez desconozcas!” le explicó McConnell, vagamente. “No eres tú…, es él!”
“Supongo.” Dijo Andrew, sin sentirse mejor. McConnell miró a Andrew, con la sensación de que estaba un poco depresivo de una forma similar en la que Malik solía estar. Cansado de tratar de leer el rostro de Andrew, puso la mirada en el camino otra vez.
“Malik fue tu primera…cita?” preguntó McConnell. “Fue la primera vez que un chico…te gustó?”
“Sí.” Respondió Andrew. “He estado muy confundido, últimamente…, inseguro de a qué categoría pertenezco, --entiendes?”
“Tal vez puedas explicarme mejor?” preguntó McConnell.
“Bueno…, nunca me metí con otro chico hasta que comencé a trabajar en la prisión, ahora de repente me encuentro pensando en estas cosas locas, mirando a los hombres de una manera en que nunca antes me habría permitido! Permitiendo que alguno me follara! Y cuando pensé que podría haber encontrado uno que pudiera mostrarme en qué categoría pertenezco realmente…, resulta que estaba tratando de engañarme!”
“Lo siento…” dijo McConnell, sabiendo que él era quien había derrumbado las ilusiones de Andrew.
“No fue tu culpa.” Dijo Andrew.
“Bueno…, si te sirve de consuelo…, Malik tenía razón, --eres lindo!” dijo McConnell sonriendo. Andrew le devolvió la sonrisa.
“Tú también.” Contraatacó, sonrojándose. “De hecho…, si Malik me hubiese adelantado que esto era una cita a ciegas…, me hubiese complacido cuando te vi entrar!” le dijo tímidamente, con la cabeza gacha.
“En serio? Preguntó McConnell, sintiéndose bien consigo mismo. Miró por delante del camino, aún sin saber hacia dónde estaba llevando a Andrew. “Te gustaría uh…?” comenzó diciendo, sintiéndose un poco nervioso de repente. “…te gustaría ir a algún lugar para que tomáramos algo? Un café tal vez?”
“Por supuesto!” saltó Andrew, --con entusiasmo. McConnell llevó a Andrew a un café al lado de la calle de su propio vecindario, donde se sentaron al aire libre y se empaparon con el ambiente del local. McConnell le explicó que tenía 3 hijos adultos; David Jr. -29, Mía (hija) -26, Elliott -21, y su ex esposa (Cristina), pero que ahora mismo el se consideraba gay. A pesar de su vasta diferencia de edad, Andrew se sintió atraído por el Capitán de policía. Mientras más pensaba en ello, más coqueteaba. Una vez de vuelta en el auto de McConnell, Andrew le confesó “si no viviera aún en la casa de mis padres, te habría invitado.”
“Aprecio eso…” dijo McConnell, encendiendo su auto. “…pero yo NO vivo con mis padres!” le sonrió, provocando que Andrew se riera. En el departamento Vista al Río de McConnell, Andrew quedó impresionado por los gustos del hombre. McConnell le ofreció a Andrew algo para beber y luego le explicó que “no tengo la costumbre de salir con chicos jóvenes como Malik y tú.” Le clarificó. “No vayas a pensar que soy algún tipo de viejo pervertido…”
“No pienso nada de eso!” dijo Andrew, mientras McConnell se acercaba y luego lentamente bajaba su cabeza para besarlo. Andrew sintió los labios de McConnell tocando los suyos y cerró los ojos para disfrutarlo. Poco a poco el beso se hizo más extenso mientras los labios se separaban y las lenguas entraban. McConnell enterró su lengua en la boca de Andrew, luego comenzó a frotarla hacia adentro y hacia afuera. Andrew estaba casi abrumado mientras el hombre mayor lo asfixiaba con un cálido, largo y persistente beso francés.
Andrew se quedó sin aliento en el momento justo en que McConnell rompió el beso. Él no estaba acostumbrado a ser el sumiso en una pelea de besos. Las chicas que solían estar en el extremo opuesto de sus labios se sentían fuera de lugar en las ligas del Capitán de 51 años. McConnell llevó a Andrew al sofá en donde pudieron relajarse y disfrutar de sus bebestibles. Colocó una película mientras hablaban para aligerar la atmósfera. McConnell pensó que Andrew estaba reacio a ir más lejos, cuando en realidad, Andrew se moría de ganas por continuar. Después de unos 10 minutos viendo la película, Andrew de repente tuvo el valor de subirse a horcajadas sobre el Capitán y besarlo en la boca. McConnell aceptó el desafío (y la lengua), succionando la lengua de Andrew también. Andrew comenzó a frotar sus caderas adelante y atrás, frotando su erección contra el estómago de McConnell. McConnell extendió sus manos por debajo de la espalda de la camisa de Andrew, masajeando su espalda y sintiendo su suave piel. Cuando movió sus besos hacia el cuello de Andrew, Andrew se sintió como mantequilla sobre una hojalata caliente.
Hasta ahora, todas las experiencias sexuales que Andrew había tenido con hombres habían sido unilaterales. Peachtree, Reinhold y Welling, e incluso Malik, todos lo habían usado para su propio placer, no devolviéndole nada más que un rudo (y a veces doloroso) masaje a su próstata. Nadie le había besado ni acariciado el cuerpo como McConnell lo hizo, tomándose el tiempo para asegurarse que ÉL también disfrutara. McConnell desabrochó la parte delantera de la camisa de Andrew, quitándosela para luego quitarle la camiseta sin mangas que tenía debajo para exponerle el torso. Andrew (1,78 metros, piel blanca, con un cuerpo de twink entre delgado pero marcado musculado, tenía el rostro lampiño, sin vellos, con unos deliciosos labios color rosa suave y con un liso cabello negro oscuro) sintió que los labios de McConnell (1,85 metros, piel mulata ligera, con una peluda constitución muscular media, que incluía abdominales marcados, pelo entre cano y un gran bigote) se pegaron a su pezón izquierdo y comenzaron a succionar. Andrew no había tenido nunca a nadie chupándole los pezones y no podía creer como la increíble sensación que tenía hacía que su piel se volviese como de gallina. McConnell se la pasó de un pezón a otro, teniendo mucho cuidado de darles el mismo tratamiento hasta que ambos estuviesen parados, rígidos y brillando húmedos con su saliva.
Andrew no pudo aguantar más preliminares y comenzó a desudar a McConnell. Le desabotonó la camisa manchada de vino y luego levantó la camisa sin mangas revelando su torso peludo para besarlo camino abajo hacia su entrepierna. McConnell no estaba seguro de cuánta experiencia tenía Andrew con el sexo masculino, pero cuando se las arregló para abrir los buenos pantalones de lino del Capitán y sacar de la abertura su dura y mulata polla curva de 24 centímetros, su boca estaba salivando como un perro hambriento en la hora de comida. Andrew (un novato) tomó la cabeza de la polla de McConnell dentro de su boca y comenzó a chupar. McConnell se contentó al mirar el rostro de placer de Andrew mientras mamaba la polla como si fuese un niño pequeño con un helado en un caluroso día de verano. Andrew tenía los ojos cerrados y su rostro parecía lejano. Sus labios rosados se envolvieron alrededor de la palanca mulata de McConnell y lamió contento durante lo que parecieron horas. Pajeó la larga longitud con las manos, sintiendo el curvo grosor con los ojos bizcos como si estuviera viendo una belleza. Trató de balancear su cabeza, pero la polla de McConnell era demasiado gruesa para asimilar, necesitaría un poco más de experiencia antes de que pudiera estirar tanto la boca como para acomodar incluso sólo una fracción de ella.
McConnell permitió que Andrew sintiera su polla, que chupara el pre semen y que disfrutara del sabor de la longitud mientras lamía su camino hacia arriba y por lo bordes. Cuando McConnell sintió que ya estaba listo, levantó a Andrew del piso, y luego procedió a desnudarlo. Una vez completamente desnudo, McConnel pudo disfrutar de la vista completa del hermoso cuerpo de Andrew. Cambiaron posiciones, ahora Andrew se sentó en el sillón mientras McConnell tomaba el lugar en el suelo entre las piernas abiertas de Andrew. Andrew no tenía idea de la delicia que estaba por experimentar, mientras McConnell jugueteaba en la punta de su goteante polla con su experta lengua. Una vez que lamió las gotas de pre semen que se habían formado allí, McConnell tomó toda la erección de 17 centímetros dentro de su boca. Andrew jadeó mientras su cabeza chocaba con el cojín del respaldo. Con su nariz y su boca enterrada en la entrepierna de Andrew, McConnell comenzó a girar su lengua alrededor de la erección, dando la impresión de que la polla de Andrew se había puesto de alguna manera dentro de una lavadora. Jadeó, gimió, gruñó y aruñó mientras McConnell bañaba toda su polla en una cálida envoltura de saliva. Cuando McConnell comenzó a succionar y manear la cabeza, la polla de Andrew palpitó y escupió su primera carga.
Cogido por sorpresa, McConnell se las arregló para consumir toda la ráfaga de semen mientras Andrew jadeaba y se retorcía como si estuviera siendo electrocutado. Una vez que su orgasmo terminó, McConnell procedió a lamerle y chuparle las bolas. Andrew soltó un “ahhh” al sentir la lengua de McConnell lamiendo su máquina de hacer bebés, para luego arrullar ambas bolas dentro de su cálida boca para hacerlas girar suavemente. La polla de Andrew nunca perdió su erección mientras McConnell le chupaba las pelotas. Una vez hecho esto, McConnell abrió más las piernas de Andrew y se zambulló más abajo entre las tensas y apretadas nalgas para succionar el dulce agujero rosa escondido en el medio. Los ojos de Andrew se hincharon cuando McConnell le hizo un húmedo beso francés en todo su culo, su joven cuerpo trató de salir disparado por lo desconocido de esta extraña sensación. McConnell mantuvo las piernas de Andrew abiertas como tijeras, torciendo su cuerpo hasta que Andrew quedó acostado boca abajo sobre los cojines. Desde atrás, McConnell era capaz de separar las blancas nalgas y sumergir su lengua en el lampiño agujero para darle una generosa comida. La cara de Andrew estaba escondida entre los cojines mientras respiraba con dificultas y arqueaba su espalda para más lengua. Su polla estaba dura como roca entre sus piernas, pulsando densamente cuando su segundo orgasmo se disparó por sobre todo el sofá de McConnell. McConnell sintió el agujero de Andrew cerrándose alrededor de su lengua, y luego sintió los espasmos abriendo y cerrándose contra su lengua antes de darse cuenta de que Andrew se había corrido de nuevo.
A estas alturas Andrew estaba rogando que se lo follaran mientras jadeaba y suplicaba sobre su hombro. McConnell se puso de pie y colocó a Andrew en el borde del sofá en posición de perrito. Con el ano de Andrew chorreando gotas de saliva, McConnell untó su propia erección con una generosa cantidad de saliva antes de presentar su cabeza al preparado agujero de Andrew. Andrew cerró los ojos y esperó el dolor inicial que sabía que rompería su anillo anal una vez que la cabeza lo incrustara. Efectivamente, los músicos de su esfínter protestaron violentamente cuando la enorme cabeza de McConnell trató de entrar, haciendo que su cuerpo se tambaleara automáticamente. Pero a diferencia de Peachtree y Reinhold, que habrían empujado toda la longitud sin esperar, McConnell le dio unos momentos a Andrew para que se acostumbrara antes de continuar. Besó y masajeó la espalda desnuda de Andrew y sus glúteos mientras esperaba. Una vez que sintió que los músculos anales se aflojaban un poco, comenzó a mover su polla entre las nalgas abiertas. El ano de Andrew se sentía como si un camión hubiese chocado en él. Apretó sus dientes, jadeó sin aliento y sujetó los cojines del sofá mientas su pista anal era invadida lentamente. McConnell se tomó su tiempo para enterrar su polla, y se las arregló para lograr que todo su monstruo curvo entrara como serpiente antes de comenzar el bombeo.
El agujero de Andrew estaba apretado. La polla de McConnell estaba siendo exprimida como en una máquina de prensado. Le añadió más saliva a su polla luego de sacarla del agujero, antes de empujarla completamente hacia adentro. Andrew tomó la tortura hasta que el dolor lentamente comenzó a disminuir y se volvió más manejable. Para entonces McConnell se deslizaba adelante y atrás con un ritmo constante, alimentando el agujero con una constante dieta de polla fresca y gruesa. Sostuvo al chico por las caderas, moviéndose hacia adelante y hacia atrás mientras miraba su polla desaparecer dentro de las tensas nalgas. McConnell amaba como el culo de Andrew chupaba su verga firmemente mientras se deslizaba a lo largo de su recto. Había pasado un buen tiempo desde que había enterrado su polla en el culo de alguien, y quería disfrutar en el caso de que éste fuera el último. Andrew reclinó su cabeza en el respaldo del sofá, su culo se elevó en el aire mientras McConnell lo follaba a un ritmo constante pero firme. La polla de Andrew estaba otra vez más dura como un ladrillo, balanceándose hacia adelante y hacia atrás entre sus abiertas piernas mientras le daba su culo al Capitán de Policía. McConnell usó cada milímetro del recto de Andrew, aserrando su polla a través del tenso anillo para follar profundamente en su colon caliente. Su polla curva estaba golpeando lugares que la polla de nadie más había tocado. Andrew encontró a su polla goteando profusamente antes de que comenzara a estallar y disparar su tercera carga en todos los cojines.
McConnell sintió el agujero de Andrew hacer espasmos sobre su verga hundida, y luego escuchó al chico gritar de dolor y placer cuando su tercer orgasmo lo golpeó. McConnell puso a Andrew en posición de pie, empujando y tirando su polla a través del succionador y apretado agujero. Las manos de McConnell vagaron por todo el torso marcado de Andrew, pellizcándole los erectos pezones y abrazándolo con fuerza. Andrew suspiró deliciosamente mientras los labios de McConnell le chupaban el cuello. Andrew sintió como si a todo su cuerpo le estuvieran haciendo el amor, no solo a su culo. Cuando McConnell lo empujó de nuevo a posición de perrito, comenzó a embestir el estrecho agujero del chico de forma dura y profunda.
Andrew gimió y gruñó mientras le tomaban el culo. McConnell martilló con fuerza el firme culo frente a él, deslizando su polla adelante y atrás del contraído agujero, golpeando directamente a través de los luchadores músculos del esfínter dentro de las profundidades del colon. Andrew comenzó a lloriquear mientras la polla se clavaba más profundo, alcanzando profundidades nunca antes registradas por otra polla. Andrew golpeó el sofá con sus puños, dejando al descubierto su dolor mientras esperaba que el capitán se corriera. La polla de McConnel se hinchó dentro de él, justo antes de que el oficial en jefe de policía la enterrara profundamente y gimiera en voz alta.
"OH..." dijo, sintiendo que sus bolas se agitaban mientras el semen comenzaba a dispararse. "Oh mierda...! AAARRRRHHHHHH...!!" gritó, mientras el semen estallaba de la cabeza de su polla con gruesos chorros cremosos para vaciarse dentro del humeante y adolorido culo de Andrew. Andrew sintió cada pulso que hizo la polla mientras vaciaba su carga completa dentro de él. Lloriqueó felizmente cuando McConnell se derrumbó sobre su espalda, con su erección enterrada profundamente en su trasero. El orgasmo de McConnell fue fuerte, sus bolas trabajaron durante varios días para producir la considerable carga que estaba disparando dentro del culo de Andrew. Su polla latió y escupió al menos 11 veces, gruesos chorros de espeso semen brotaron en cada oportunidad, cubriendo los interiores del guardia correccional. Andrew obtuvo otro clímax mientras ocurría el de McConnell, pero el oficial mayor se lo perdió, concentrado en su propio intenso orgasmo. Lentamente sacó su polla del culo de Andrew y se dejó caer sobre el sofá jadeando con fuerza para respirar. Andrew se unió a él, sentándose a su lado mientras extendía su mano para admirar el pecho velludo del hombre mayor.
“Te gusta esto?” preguntó McConnell, secándose la frente mientras miraba a Andrew con cansancio.
“Definitivamente!” sonrió Andrew, frotando el pecho peludo.
“Supongo que la cita a ciegas de Malik no fue un fracaso después de todo!” sonrió McConnell, tirando a Andrew entre sus brazos.
CONTINUARÁ…