Oficial Valentín 28 (La Compra)
Oficial Valentín 28: La Compra.
OFICIAL VALENTÍN 28 – LA COMPRA
El musulmán de 32 años, Amahd, estaba sentado en su celda de prisión, su mente estaba consumida por algo que no tenía relación con sus creencias religiosas o con las enseñanzas del Corán. Sus pensamientos (y sus últimos sueños) estaban consumidos por la mujer de la que había llegado a enamorarse. Por extraño que parezca, no había encontrado a la mujer de sus sueños hasta que fue encarcelado en la Penitenciaria Piedmont; Nakia Dawson. Nakia era un recluso heterosexual de 28 años que fue acusado falsamente y encarcelado por un crimen que no cometió. Para colmo de males, fue atacado por uno de los más peligrosos presos; Duke Davies y obligado a convertirse en mujer, peor aún, convertirse en una prostituta de alquiler por el musculoso Mandingo de 1,90 metros y 86 Kilos de músculo.
Amahd conoció a Nakia como lo hicieron la mayoría de los presos, al verlo por primera vez en la cafetería de la prisión. Duke presentó a Nakia como su nuevo ‘coño de prisión’, haciéndole vestirse con ropa de mujer antes de hacerlo desfilar frente a una habitación llena de hombres calientes y morbosos. Amahd estaba sentado con sus compañeros musulmanes cuando la vio. Desde entonces, ella ha sido una constante espina en sus sueños. Amahd se despertaba con Nakia en su mente. Buscaba dentro de la prisión sólo para encontrarla ‘actuar’ con otros hombres. Cuando lograba ahorrar el suficiente dinero (de fuentes externas, es decir, mamá, amigos, regalos, etc), lo gastaba todo en una cita con ella, follándola como si estuviera follando a una de sus novias en el mundo real.
Amahd se levantó de su cama con sus pantalones cortos de prisión. Su compañero de celda (Jamal) lo vio cruzar la habitación hasta el baño. Amahd sacó su suave polla de la abertura de sus pantalones cortos y comenzó a mear en el inodoro.
“Te perdiste la oración de la mañana y el desayuno.” Dijo Jamal, sentado en su escritorio de lecturas. Amahd no dijo nada mientras continuaba orinando. “Muhammad estaba preguntando por ti. No has venido a las reuniones tampoco. Estás bien, hermano?”
“No estoy interesado en lo que el hipócrita de Muhammad tenga que decir!” murmuró Amahd, sacudiendo las últimas gotas de orina de la punta de su polla antes de meterla de vuelta dentro de sus pantalones cortos.
“Estoy preocupado por ti, hermano. No estás actuando de la manera en que las Escrituras mandan…”
“No me cargues con tus preocupaciones, Jamal! Soy un hombre adulto! Si quiero saltarme algunas reuniones de oración, puedo hacerlo!” gritó Amahd, frustrado.
“Pero no es bueno desviarse de las enseñanzas de las escrituras, hombre! No con todas las adversidades que tenemos a nuestro alrededor aquí!” suplicó Jamal. “Es bastante fácil volver a nuestras formas de vida anteriores sin esa conexión que todos necesitamos para unirnos!”
“Mira Jamal…” dijo Amahd, volviéndose hacia el joven recluso. “…están sucediendo muchas cosas que no sabes…”
“Te refieres a ti y a ese prostituto Nakia Dawson? Sé sobre eso.” Lo sorprendió Jamal. “Sabes que aquí la voz se corre rápido! Simplemente no dije nada porque esperaba que te arrepintieras de eso antes de que las cosas se volviesen más complicadas! Pero aparentemente te estás hundiendo más profundamente en eso!”
“No estoy hablando sobre Nakia y yo!” dijo Amahd, agarrando los pantalones de prisión a los pies de su cama. “Hay un montón de OTRAS mierdas pasando por aquí de las que no sabes nada!”
“Cómo qué?” preguntó Jamal, con curiosidad.
“Olvídalo!” dijo Amahd, subiendo la cremallera de sus pantalones.
“Mira Amahd…, creo que deberíamos ir con Muhammad! Tal vez puedas hablar con él sobre esto…”
“Que se joda Muhammad!” gritó Amahd, beligerante. “Ese maricón hijo de puta no puede decirme una mierda!”
“Amahd…!!” dijo Jamal en shock ante el odio de su hermano en Dios. “Qué es lo que te hizo Muhammad?”
“Además de juzgarme sobre su gran caballo moral?” preguntó Amahd, poniéndose sus zapatos de prisión. “Se está follando a su compañero de celda, Abdul!” añadió, antes de irse dejando a Jamal destrozado con sus palabras.
El ex oficial de la policía de Filadelfia de 43 años; Bruce ‘Exterminador’ Gardner, aumentó de popularidad rápidamente en el bloque de celdas arias después de que Sargento (el líder de los Arios) fuera arrojado al interior de El Hoyo por planear el asesinato de un compañero de prisión. Los arios desconocían que Bruce fue el responsable de exponer ante el Director de la prisión el complot de Sargento.
“Entonces…, dices que tienes un plan para obtener una mayor ganancia en la venta de drogas?” preguntó Serpiente escéptico, sentado en ‘la Mesa’ (el lugar en el que Sargento y sus hombres [Serpiente, Martillo y Luke, entre otros] solían sentarse para planificar sus hazañas). “Escuchémoslo, hombre! Veamos qué tiene!” Bruce reunió a la Hermandad (que ahora también incluía a Cooper y Blake) más de cerca.
“Compruébenlo…, para obtener una porción más grande del pastel, sugiero que cortemos nuestras conexiones con los Mandingos y los Rootboiz! Hagámosle ver lo valiosos que somos con nuestra contribución al tráfico de drogas!” señaló Bruce.
“Eres tonto, acaso?” resopló Serpiente, pensando que la idea era absurda. “Los negros y los latinos constituyen los mayores consumidores de nuestras drogas aquí! Sin sus compras recibiremos sólo un par de centavos en venta! Tu idea es la cosa más tonta que jamás he escuchado!” Serpiente miró a sus compañeros arios. “ESTE es el idiota que ustedes quieren como su nuevo líder! Espero que estén todos felices ahora!”
“Relájate, Serpiente…, cálmate!” sugirió Blake, cansado de los reclamos de Serpiente.
“Vete a la mierda, puto!” gritó Serpiente, enojado. “Estoy a sólo un segundo de convertirte en un marica como a tu amigo (refiriéndose a Justin)!” Blake simplemente sonrió ante la improbabilidad.
“Funcionará, Serpiente.” Aseguró Bruce, calmadamente. “Una vez que se den cuenta de lo poco que pueden lograr sin NUESTRA participación, volverán rogando por cualquier trato que nosotros queramos!”
“Tiene sentido para mi…” dijo Luke, pensándolo bien. “Nosotros proporcionamos la mayor cantidad de drogas dentro de esta cárcel!”
“Y además nos aseguraremos de que todos los guardias que tenemos de nuestro lado destruyan cualquier tipo de suministro que tengan dentro de la prisión también!” añadió Bruce. “Podemos vaciar de drogas esta prisión en un par de días! Ellos llegarán ROGANDO a que indiquemos nuestro precio!”
“Suena como un buen plan!” dijo uno de los arios cercanos, seguido de varios otros que asintieron en aprobación. Serpiente y Martillo se miraron entre ellos, mirando el cambio de poder ante sus ojos. Bruce, Cooper y Blake sabían que habían vuelto al camino de la riqueza.
Amahd caminó a través de los bloques de la prisión en busca de Duke Davies. Había escuchado que el hombre estaba tomando un descanso en su celda, relajándose con sus ‘perras’ Nakia y Cris Gardner (el hijo del Exterminador). Amahd llegó a la extremadamente decorada celda (ventajas de ser el miembro más importante del Cartel). Duke ni siquiera se molestó en poner cortinas en los barrotes como la mayoría de los presos hacían para ocultar lo que hacían detrás de los velos de las cortinas, Duke hacía sus cochinadas a la vista de todos, como también lo hacia su mano derecha; Marvin Rollins. Rollins y Duke tenían a Nakia y a Cris Gardner (ahora conocida como Cristina) en comprometidas posiciones. Marvin tenía a Cristina de espaldas, con las blancas piernas lechosas levantadas sobre sus musculosos hombros mientras hundía su enorme polla negra y gruesa dentro y fuera de su hinchado agujero rosa. Cris solía ser follado rudamente por pollas negras, pero el agregado extra de poder en las embestidas que el musculoso recluso ejercía sobre su talentoso agujero era algo que ningún otro hombre le hizo experimentar antes (excepto quizás Tempestad). Marvin era como un pitbull, mientras follaba implacablemente a Cristina a su ritmo. Amahd vio a Nakia inclinado entre las gruesas piernas oscuras de Duke, balanceando su cabeza en la entrepierna mientras Duke veía a Marvin follar a Cristofer. Los ojos de Duke estaban concentrados en la hinchada polla de Marvin que aparecía y desaparecía dentro del culo de la puta blanca, semen de la última follada que tomó goteaba por la circunferencia de la gruesa verga. Cris gruñó en voz alta con cada zambullida, sonando como si alguien lo estuviese asesinando mientras Marvin embestía. La pequeña cama crujió y crujió bajo el peso de sus masas. La polla de Duke palpitaba entre los labios pintados de Nakia mientras chupaba duro su gran verga morada de 27 centímetros, tratando de sacar la leche que sabía que inevitablemente aliviaría su dolor de garganta.
“Seeee…, chupa esta gran verga, puta!” gimió Duke, amando el porno en vivo que estaba sucediendo justo al frente de él. No podía apartar los ojos del apretado culo marrón de Marvin y de la gruesa verga que se hundía en el agujero de la zorra. Duke intentó aguantar el mayor tiempo posible, queriendo salvar su orgasmo para igualar el de Marvin. Pero fue difícil, por el tipo chupando entre sus piernas como un vampiro.
"AHHH!! AHHH!! AWWW!! OOOHHH!! AHHH!! AHHH!! NO! AHHH!! PARA!! AWW MIERDA,
NO! AWW DIABLOS! AHHH FOLLAME CON ESA GRAN VERGA NEGRA!! AHHH!! AHHH!! AARRHHH!!" gritó Cristofer, siendo como música para los oídos de Marvin. El sádico negro se folló al sumiso chico blanco cada vez más fuerte, amando la mezcla de sonidos entre súplicas y gritos que el joven puto hacía mientras su coño masculino era mutilado por la monstruosa verga.
“Eso es, Marv… folla bien a esa puta! Rómpele el coño en dos!” Marvin hizo precisamente eso, follando al pobre Cristofer como un maldito. Cris sabía por folladas anteriores, cuando fue momentáneamente una de las ‘putas’ del harem de Tempestad, que su culo estaba bien preparado para albergar una cantidad masiva de semen de hombres negros. Con cada nueva zambullida de polla negra dentro de su oficial ‘coño’ masculino, se hundía más y más en la creencia de que ESTO era para lo que nació. Nada parecía más natural o satisfactorio que cuando tenia una dura polla hundida en su profundo culo. Cris miró a la cara de su follador, miraba a través de su visión borrosa y sus lágrimas el lujurioso gruñido de Marvin. Marvin parecía un atractivo toro, resoplando por sus grandes fosas nasales mientras jadeaba pesadamente, golpeando fuerte el culo debajo de él. En ese mismo instante, Cris sintió un orgasmo, aunque su polla estaba muerta contra su entrepierna. Porque su orgasmo no provenía de su polla, sino que provenía desde su interior, desde las profundidades de su coño.
"¡¡AAAAAAOOOOOHHHHH ... !!" gimió, sus ojos rodaban sobre su cabeza.
"¡MIERDA SÍ!" sonrió Marvin, habiéndole dado a hombres este tipo de orgasmos antes (es decir, con Malik). En ese momento, la polla de Marvin se hinchó dentro del coño de Cris y comenzó a expulsar una enrome explosión de semen que inundó el canal anal de Cris como un furioso tsunami. "AAAAAARRHHHH MIERDA!!" gritó, sintiendo su alma arrancada de su cuerpo desde sus bolas. Al otro lado de la habitación, Duke agarró la parte trasera de la cabeza de Nakia y embistió la cabeza hacia abajo sobre su polla. Nakia fue empalado por toda la longitud de la polla de 27 centímetros. Un chorro de líquido espeso y cremoso brotó rápidamente por su garganta.
“Ohhh mierda, seeeeee..." gimió Duke, echando la cabeza hacia atrás en éxtasis. Fue entonces cuando Amahd entró en la celda…”Qué pasa?” preguntó Duke, abriendo los ojos para ver al hombre de piel oscura de 32 años mirándolo.
"Yo, eh ..., quería hablar contigo sobre el precio de Nakia ..." dijo Amahd. Duke hundió la cabeza de Nakia en su entrepierna, haciendo que su polla se revolviera en su garganta mientras Nakia emitía un fuerte gorgoteo.
“Bueno…, él está un poco ocupado en este momento…” se rio Duke, junto con Marvin mientras éste último sacaba su ablandado pene del culo adolorido y entumecido de Cris. “Tal vez puedas alquilarla más tarde…, después de que terminemos de usarla!”
“No estoy aquí para alquilarla…” dijo Amahd, “…estoy aquí para comprarla!”
El musulmán de 32 años Amahd se encontraba parado en frente de los Mandingos; Duke Davies y Marvin Rollins, pidiéndole a Duke la compra de una de sus principales zorras dentro de prisión; Nakia Dawson.
“Comprarla?” preguntó Duke, aflojando su agarre en la cabeza de Nakia. “Ella debe haber hecho un excelente trabajo, no?” dijo Duke riéndose.
“Todos sabemos que la perra tiene talento!” añadió Marvin, sentado desnudo a un lado de la cama después de haber terminado de follar a Cristofer Gardner de 18 años, la otra zorra de prisión de Duke.
“Debes tener un monto serio de dinero si es que quieres comprar a mi puta más popular!” soltó Duke. Nakia levantó la cabeza del regazo de Duke, girándola para ver a Amahd de pie en la celda de la prisión. De repente Nakia se sintió avergonzado, sintiéndose completamente expuesto. “Qué tienes para ofrecer?”
“Cuál es su precio?” preguntó Amahd.
“Por una vida humana…?” preguntó Duke, mirando hacia Marvin por sugerencias. Marvin encorvó los hombros sin saber qué responder. “Cuánto tienes?” preguntó Duke, mirando hacia atrás a Amahd. Amahd metió la meno dentro de su calcetín, sacando sus ahorros de toda su vida en prisión. Era un fajo de dinero, enrollado con una goma elástica. Amahd se lo arrojó a Duke, quien lo agarró en el aire. Luego de romper la banda, contó el dinero.
“Esto es todo?” preguntó, casi en broma.
“Qué más necesito?” preguntó Amahd, seriamente. Duke pensó por un minuto, mirando a Nakia, luego volvió a mirar a Amahd.
“Se dice que solías correr drogas en las calles?” preguntó Duke.
“Sí. Solía trabajar en 5th y Diamond cuando era más joven…, antes de hacer correr drogas para Sansón y su pandilla en el norte de Filadelfia.” Explicó Amahd.
“Fuiste condenado por conducir un vehículo” recordó Duke. “Eso estaba relacionado con drogas?”
“Sí.” Admitió Amahd, odiando tener que contar su oscuro pasado en frente de Nakia…
“Tengo una propuesta para ti, Amahd…” decidió Duke, sentándose en su sillón reclinable. “Qué tal una compra justa? Tú…, por Nakia.” Amahd parecía confundido, pensando que Duke tenía la intención de convertirlo a ÉL en una puta como Nakia. “Te quiero a TI en mi pandilla, trabajando como uno de mis chicos…, a cambio de ella!” añadió Duke, empujando a Nakia hacia el suelo. Ella cayó sobre su culo desnudo, sintiéndose como carne usada. Amahd lo pensó. Unirse a la pandilla de Duke significaría dejar a los musulmanes…, aunque lo repudiarían de todos modos, una vez que descubrieran que había tomado a Nakia como su chica.
“Está bien.” Respondió Amahd, aceptando el trato.
“Ya escuchaste al hombre, perra! Fuera!” ordenó Duke, mandando a Nakia a su propio camino. Nakia se levantó del suelo, mientras Amahd lo acunaba entre sus brazos. “Oh…, y deja la ropa.” Añadió Duke, con indiferencia. “La voy a necesitar para la próxima perra que entrene.” Nakia se sacó la minifalda, el sostén y los tacones altos que Duke le hacía vestir y los dejó amontonados en el suelo.
“Con qué se supone que la voy a vestir para llevarla de vuelta a mi celda?” preguntó Amahd, preocupado por dejarla expuesta ante los otros presos.
“Ese no es mi problema.” Dijo Duke, con vehemencia. “Aquí…” añadió, lanzándole a Amahd devuelta su dinero. “…por qué no usas esto para comprarle algo con lo que vestirse?” se burló Duke cruelmente. Amahd simplemente la rodeó con el brazo y la acompañó de regreso a su celda.
“Por qué hiciste eso?” preguntó Marvin Rollins, todavía sentado en la cama desnudo.
“Hacer qué?” preguntó Duke.
“Cambiar a la puta por Amahd? Qué se supone que ÉL va a hacer?”
“Cualquier cosa que yo le diga!” dijo Duke, sonriendo diabólicamente. “Tenemos una prisión llena de internos a los que podemos convertir en putas, empezando por ese compañero de celda al que siempre te follas…, cuál era su nombre?”
“Emmett!” respondió Marvin.
“Exacto.” Añadió Duke. “O ese guardia al que follamos hace unas semanas atrás! Podríamos siempre incluirlo dentro de nuestro harem…, sólo piensa en todos los reclusos que estarían dispuestos a pagar un buen dinero por follar a un guardia!” Marvin no dijo nada, mientras pensaba en Malik siendo follado por un grupo de presos. Marvin ciertamente no estaba demasiado entusiasmado por la idea, se dio vuelta hacia Cris Gardner (quien había estado acostado en la cama detrás de Marvin, medio inconsciente por las drogas). Marvin agarró los tobillos de Cris, volteándolo sobre su estómago mientras extendía sus pálidas piernas blancas. Duke miró con diversión mientras Marvin se maniobraba entre las piernas de Cris y apuntaba su gruesa erección dura como roca de 26 centímetros entre las nalgas del culo viscoso de semen y empujó.
“Toma esa polla, perra!” dijo, haciendo hacia a un lado todos los demás pensamientos dentro de su cabeza.
Silbidos eróticos llenaban el aire mientras Amahd caminaba con un desnudo Nakia a través de los pasillos de la prisión, de regreso a su propio bloque de celdas. “Ya casi estamos en casa, bebé…, no te preocupes por esos idiotas!” susurró, sosteniéndole la cabeza en su axila mientras caminaban. Cuando llegaron a la celda de Amahd, descubrieron que no estaban solos, varios miembros de la fe musulmana se encontraban parados de pie en grupo.
“Qué está pasando aquí, amigos?” preguntó Amahd, mirando alrededor a sus hermanos de religión.
“Qué está pasando CONTIGO, hermano?” preguntó Said, viendo el brazo de Amahd envuelto alrededor del hombre desnudo. “El hermano Jamal nos dice que has abandonado tus deberes para pasar tiempo con este…este…”
“Este qué?” preguntó Amahd desafiante, sosteniendo a Nakia más cerca de él.
“Por qué no MIRAS lo que estás haciendo, Amahd? Eso que estás sosteniendo NO es una mujer…, es un HOMBRE! Un hombre con PENE!” describió Said.
“Sé exactamente lo que es Nakia!” dijo Amahd, escoltándola a través del pequeño grupo de preocupados hombres negros. Agarró una de sus camisas de prisión de un estante de la pared y se la entregó a Nakia para que se la pusiera.
“Entonces CÓMO puedes estar con él?” preguntó Said. “Sabes que el Corán está en contra de este tipo de relaciones entre hombres, Amahd! Es lo PRIMERO que nos enseñan en la religión!” le recordó. “No podrás ser musulmán por mucho tiempo si le sigues dando la espalda a las escrituras!”
“Entonces tengo noticias para ti…” dijo Amahd, tomando su Corán del escritorio de su celda. “Ya NO soy musulmán!” añadió, entregándoselo a su ex hermano.
“Espera Amahd…, piensa en esto antes de dejar que tus emociones tomen el control!” insistió Kaseem, sorprendido por las acciones de Amahd.
“Ya lo pensé bien!” informó Amahd, envolviendo su brazo protectoramente alrededor de la cintura de Nakia. “Acabo de unirme a la pandilla de Duke por la libertad de Nakia! A partir de aquí y ahora…, ya no tengo ningún vínculo con la fe musulmana! Así que, por favor, señores…, fuera de mi celda, antes de que me obliguen a echarlos afuera!” Todos los musulmanes se miraron unos a otros con incredulidad, luego salieron de la celda de Amahd uno por uno. Jamal (el actual compañero de celda de Amahd) se detuvo justo antes de la puerta…
“Creo que estás cometiendo un grave error, Amahd.”
“Esa es MI decisión.” Dijo Amahd, sin emociones.
“Al menos dime que estabas mintiendo sobre lo que dijiste de los hermanos Muhammad y Abdul?” preguntó Jamal. Amahd no dijo nada mientras simplemente lo miraba fijamente a los ojos. Jamal entendió la respuesta, se dio la vuelta y se fue.
Bruce Gardner se encontraba de pie en la puerta de su celda, mirando al bloque ario. Podía decir por los murmullos y por las miradas de reojo, que su propuesta estaba siendo considerada seriamente por los miembros de la comunidad. Lo podía sentir a través de las vibraciones en el aire, que el equilibrio de poder estaba a punto de cambiar a su favor. Se sentiría bien estar al mando otra vez!
“Por qué no te relajas, Bruce?” le sugirió Donald Blake, jugando cartas con su tercer compañero de celda y ex policía Alan Cooper. “Vamos, ven aquí y participa en el juego! Le estoy quitando los pantalones a este tipo!”
“Relájate como quieras! O al menos ve a la celda de Justin para obtener una mamada!” añadió Cooper, ganando su tercera mano consecutiva. “Con todas las drogas que esos idiotas le meten, su garganta es como un pozo sin fondo! Diablos…, si hubiese sabido que daba mamadas tan buenas, le habría metido drogas hace años!”
“Eres un puto cerdo, Alan!” soltó Blake, arrojando sus cartas. “Justin era nuestro amigo…, y tú no lo tratas mejor que los demás presos que se lo follan!”
“Él todavía es nuestro amigo!” argumentó Cooper, barajando las cartas. “No es nada personal! Es un perro comiéndose a otro perro en este hoyo del infierno! Era él o nosotros! Y TODOS lo elegimos a ÉL!” Blake no dijo nada, sabiendo que no hizo nada para detener el descenso de Justin. “Oye Bruce…, enséñale a este novato! Enséñale lo que es un hombre!”. Gardner estaba en la puerta de la celda, mirando hacia el bloque con un enfoque de ojo de águila. Vio a sus rivales más cercanos (Serpiente y Martillo) mirándolo desde el otro lado de la cuadra, vigilándolo a él y a su tripulación como halcones. Sin duda, le temían, sintiendo también el cambio de poder.
“Blake tiene razón, Alan…” dijo Gardner, mirando dentro de la celda a sus amigos. “…eres un cerdo!”
“Qué? Por qué?” preguntó Cooper, arrojando las cartas en señal de protesta.
“Justin era uno de nosotros! Nosotros le tendimos una trampa…, lo menos que podrías haber hecho es abstenerte de usarlo como una puta callejera!” sugirió Gardner.
“Qué…?” se rio Cooper entre dientes, dudando de lo que escuchaba. “Qué diferencia hay entre mi follándome a Justin y a TI follando a Valentín en ese sótano de la casa de drogas en donde le tendimos una trampa?” lo desafió Alan (refiriéndose a los eventos que sucedieron entre Gardner y su ex compañero Jake Valentín en la Temporada #1).
“La diferencia es que…” gruñó Gardner con los dientes apretados. “…Jake nunca fue realmente uno de nosotros! Justin sí! Él merece un poco de respeto!”
“Está bien, hombre…” concedió Cooper, al ver el desagrado de Gardner por el mero hecho de mencionar el nombre de Valentín. “…no hay necesidad de discutir!” Justo en ese momento, Gardner notó que alguien se acercaba a la celda y se preparó para pelar (por si acaso).
“Qué sucede…?” dijo Lucas ‘Luke’ Murphy, uno de los seguidores de confianza de Sargento. Gardner lo saludó con un movimiento de cabeza en silencio, luciendo cauteloso y curioso. “Puedo hablar contigo un minuto?” Gardner miró hacia atrás a sus chicos, luego le ofreció a Luke pasar dentro de la celda. “Algunos de nosotros hemos estado pensando…” comenzó Luke, refiriéndose a los otros miembros arios. “…en que lo que dijiste tiene mucho sentido! Serpiente y Martillo no son líderes…, ni tampoco yo.” Admitió Luke, con algo de vergüenza.
“Entonces qué es lo que quieres decir?” preguntó Blake desde su asiento, dudando de la sinceridad de la actitud de Luke. Luke miró a su alrededor con nerviosismo.
“Mira…, todos estamos dispuestos a seguirte en un cien porciento…, siempre y cuando seas capaz de cumplir lo que dices!” ofreció Luke.
“Puedo hacer eso y más.” Dijo Gardner, con confianza. “Pero qué hay de ti?”
“Todo lo que te pido es que me tengas como una de tus manos derechas!” pidió Luke.
“Él ya tiene una mano derecha!” dijo Cooper, saltando de su asiento. “YO!”
“Qué garantía tengo de que esto no es una trampa y de que no estás tratando de tomarme por tonto?” preguntó Gardner, ignorando el arrebato de Cooper. Luke se frotó la barbilla pensativamente.
“Puedo contarte un secreto muy poco conocido.” Susurró Luke. Gardner se inclinó, intrigado. “Sargento estaba trabajando en una gran fuga antes de ser enviado al calabozo!”
“Escape?” se rio Gardner, sabiendo que las posibilidades eran escasas o nulas, especialmente después del exitoso escape de Tempestad Williams. “Y cómo? Ha estado cavando un túnel desde su celda durante los últimos 30 años?” bromeó, descartando la idea.
“Cerca!” respondió Luke. “Se dice que esta cárcel tiene construidos túneles secretos subterráneos para evacuaciones de emergencia, que conducen al Parque de Valley Forge. La mayoría de ellos fueron sellados hace mucho tiempo, pero se supone que Sargento conoce el túnel correcto hacia la libertad! Él estuvo hablando de llevar a algunos de nosotros con él…, y luego justo lo arrestaron al calabozo!”
“Dónde están estos túneles? Sabes cuál planeaba usar?” preguntó Gardner.
“Sargento se llevó esa información con él!” dijo Luke con pesar. Gardner pensó en lo inteligente que era Sargento al no confiarle a nadie el secreto, ya que eso le aseguraba mantenerse con vida. Al menos hasta que llegasen al aire libre.
“Hay alguna forma de averiguar qué túneles planeaba usar? Hay algún mapa o algún diario en algún lugar que no conocemos?” preguntó Gardner, ansioso por aprender más sobre este plan de escape.
“Un diario? Sargento??” se rio disimuladamente Luke. “No sé nada sobre ningún diario…, hasta donde yo sé, Sargento lo tiene todo planeado en su cerebro! Pero sé que Serpiente y Martillo han estado en contacto con él, enviándole mensajes en sus comidas. Tenemos a un tipo trabajando en la cocina, coloca notas en la comida antes de servir.”
“Entonces Sargento está al tanto de todo lo que está sucediendo aquí?” preguntó Gardner, con recelo.
“Definitivamente. Él les ha estado dando consejos sobre cómo volver a tomar el control del bloque! Sargento envía mensajes en el reverso de la nota, pegado al fondo de su plato. El tipo que lava los platos se los pasa a Serpiente, quien los comparte con Martillo.”
“Ya veo…” dijo Gardner, sabiendo que tendría que trabajar rápido para interceptar el siguiente mensaje.
“Entonces…, eso prueba que estoy de tu lado?” preguntó Luke, ansioso.
“Lo hiciste bien, Luke…, recordaré este favor más adelante.” Reconoció Gardner, palmeando a Luke en la espalda mientras lo conducía a la puerta de la celda. “Déjame hablar con mis hombres…, me pondré en contacto contigo más tarde cuando decidamos lo que vamos a hacer.”
“Genial.” Dijo Luke, saliendo satisfecho. Gardner se volvió hacia sus chicos.
“Crees que sea verdad lo de esos túneles?” preguntó Blake, abandonando su juego de cartas.
“Sólo hay una forma de averiguarlo…” dijo Gardner, mirando a Cooper. “…tendremos que hacerle una visita improvisada al viejo Sargento!”
CONTINUARÁ…