Oficial Valentín 27 (El Calabozo)
Oficial Valentín 27: El Calabozo. El calabozo o el confinamiento solitario.
OFICIAL VALENTÍN 27 – EL CALABOZO
Por primera vez en mucho tiempo, el ex oficial de policía Alan Cooper se despertó de buen humor. Se levantó, bostezó y se estiró, se rascó el culo sobre su ropa interior de prisión y se fue a orinar al baño de la celda, mientras sus compañeros (Bruce Gardner y Donald Blake) todavía dormían. “Despierten amigos! Es un nuevo día!” gritó.
“Cierra el pico, Alan!” gimió Blake, todavía con sueño. Cooper se acercó a su cama, quitó las mantas y le dio una nalgada con fuerza al culo del recluso más joven. Como Blake no respondió, Cooper deslizó su mano entre el trasero del ex policía y le tocó toda la raja del culo.
“Oye…!” Quítate de encima maldito raro!” gritó Blake, empujando a Cooper lejos. Cooper se rio de buena gana, llevando su dedo a su nariz para oler la esencia anal de Blake.
“ah…dulce!” dijo, volviéndose hacia Gardner. “Dímelo de nuevo, por qué aún no hacemos de este culo nuestro receptor de esperma?” preguntó, acariciando su erección mañanera sobre su ropa interior.
“Porque él es uno de nosotros.” Dijo Gardner, levantándose de la cama.
“A la mierda con eso…, prefiero cambiar una amistad por un culo de prisión en cualquier momento!” dijo Cooper.
“Jódete, enfermo de mierda!” dijo Blake, levantándose también. “Trata de follarme y voy a retorcer esas malditas cosas a las que llamas pelotas hasta que se conviertan en jugo!”
“De acuerdo… siempre y cuando lo hagas con mi verga dentro de tu garganta!” bromeó Cooper.
“Dale un descanso, Alan!” dijo Gardner, aturdido. “Que acaso no tuviste suficiente chupada de polla anoche?” le preguntó, refiriéndose a los eventos (del capítulo anterior).
“Mi verga necesita ser constantemente drenada, Bruce! No soporto estar tanto tiempo sin sexo como ustedes!” dijo Cooper, su erección formaba un bulto como tienda de campaña al frente de su ropa interior. “Iré a darle una visita a Justin…, al menos puedo echar un polvo ahí!” dijo, saliendo de la celda. Alan Cooper caminó hacia la celda de Justin, sólo para encontrar una fila de calientes arios que ya estaban allí esperando verter sus cargas mañaneras en él. 2 se lo estaban follando al mismo tiempo, usándole la boca y el culo simultáneamente para acelerar el proceso, pero aún así iba a tener que esperar bastante por su turno.
“Que hijo de perra!” gimió Blake, dirigiéndose al baño de la celda. “Por qué eres tan cercano a él?”
“Él puede ser salvaje e impetuoso, pero es un buen cómplice.” Dijo Gardner, colocándose sus pantalones de prisión.
“Escuché lo que pasó con Lidia…, lo siento.” Dijo Blake, sabiendo lo pro-familia que Gardner siempre había sido.
“Esa puta de mierda está ahí afuera dándole MI coño a otro idiota!” gruñó Gardner, enojado. “Ella sabe que no puedo hacer mucho desde aquí!”
“Tal vez Myers o Michelson pueden ir a Colorado por ti…, para pegarles una visita? Y saber cómo es este tipo?”
“Pensé en eso…” dijo Gardner, sacando una foto de su esposa y sus niños. “…pero no estoy interesado en saber cómo es esa basura…, yo lo quiero muerto!”
Durante el desayuno, todo estaba alborotado por el arresto de Sargento hacia el calabozo del confinamiento solitario. Los líderes de los carteles Duke Davies y Raúl Rodríguez se reunieron mientras los más importantes arios se reunían por su parte para evaluar el gobierno de Sargento. Desafortunadamente, el título de segundo al mando nunca fue establecido entre las manos derechas de Sargento, dejando a los arios luchando entre ellos por el control, con ambos Martillo y Serpiente liderando el cargo de poder mientras discutían en silencio en la cabecera de la mesa.
“Bueno…, yo nomino a Bruce para que sea el próximo líder Ario!” dijo Cooper, de la nada. Todas las cabezas de la Hermandad Aria se dieron vuelta hacia él y lo miraron como si estuviese loco.
“TÚ nominando? Y a Bruce…?” se rio Serpiente, desde el otro extremo de la mesa. “Ni siquiera eres un miembro oficial todavía…, no fueron capaces de llevar a cabo la última prueba que les dimos!”
“No es que no hayamos sido capaces!” se defendió Blake. “Sargento justo se hizo arrestar…, convirtiendo toda la prisión en un alboroto! Cómo se supone que íbamos a dar el golpe con docenas de guardias con equipos antidisturbios y armas sueltas?”
“Sí! Su Sargento dejó caer la pelota, dejándonos a todos en un aprieto!” añadió Cooper. “Y peor aún…, no fue lo suficientemente inteligente para colocar un segundo al mando! Qué clase de sargento opera de esa manera?” La mesa comenzó a murmurar en acuerdo.
“Oye! Quién MIERDA se creen ustedes para venir aquí y hablar mal de Sargento?!” dijo enfurecido Serpiente. “Ese viejo a dirigido este bloque durante décadas! Él hizo de nosotros lo que somos hoy!”
“Y qué significa eso exactamente?” preguntó Gardner, añadiéndose a la discusión. “Esconderse en las entrañas de la prisión mientras los negros y los latinos hacen correr todo el negocio? Dejarles sacar la mitad de los créditos por la venta de nuestras drogas?”
“Mira los datos demográficos hombre… la prisión está invadida por ellos! Ellos consumen más de la mitad de nuestras ventas de drogas!” dijo Martillo.
“Pero eso no significa que deban llevarse la mitad del dinero!” respondió Gardner. “Miren, ellos son monos! Son hombres de las cavernas! La mayoría de ellos apenas saben hablar y mucho menos contar! No hay ninguna razón para que no nos llevemos un trozo más grande de la torta!” argumentó Gardner, causando que los Arios pensaran dos veces. “Y CONMIGO como su nuevo líder…, puedo hacer que eso suceda!”
“TÚ?!!” preguntó Serpiente, casi ahogándose con la comida. “Que acaso te volviste completamente loco? Este es un asunto de los ARIOS, los CERDOS no están permitidos!!”
“Quién quieren que sea su líder por la próxima década? Un policía con conexiones, cerebro y que conoce cómo hacer prosperar un bloque…, o un tipo que ni siquiera terminó la escuela y que no es capaz de lograr con éxito el robo de una pequeña tienda?”
“No te creas tanto, TÚ estás en esta prisión al igual que nosotros! Así que no eres ningún Einstein!” se defendió Serpiente.
“No…, pero me las arreglé para quitarles más de 100,000 dólares a los narcotraficantes antes de que los miembros de mi propio departamento me descubrieran, creo que eso supera cualquier logro que cualquiera de ustedes dos han podido alcanzar en toda su vida!” La mesa se quedó en silencio, Gardner prácticamente podía oír los engranajes de sus mentes cambiantes dando vueltas dentro de sus cabezas vacías.
“Maldito hijo de perra!!” gritó Serpiente, golpeando la pared de su celda. “Ese astuto bastardo ha robado nuestra posición! Cómo mierda puede simplemente entrar aquí y hacerse cargo de esa manera? Cuando nosotros hemos estado aquí todo este tiempo, poniéndole el pecho a las balas, sólo para ver a un cerdo ex policía arrebatarnos todo frente a nosotros?”
“Cálmate, hombre. Enfurecerte y romperte la puta mano no cambiará nada!” dijo Martillo igual de enojado.
“Estoy simplemente FURIOSO! Necesito golpear algo! AAARRRHHHHH!!!" gritó Serpiente, gritando a todo pulmón.
“Necesitamos mandarle un mensaje a Sargento…, él necesita saber qué es lo que está pasando aquí!”
“Buena suerte con eso! Ese puto Director no le permite recibir visitas!”
“Entonces vamos a tener que pedirles un favor a los guardias…” sugirió Martillo.
La sala de pesas es el lugar más probable que encuentres a presos como Marvin Rollins y Duke Davies prácticamente en cualquier momento del día. Ambos hombres eran grandes y poderosos en lo que se refiere a físicos, pero aun así ambos tenían una composición corporal muy distinta. Mientas Marvin medía 1,80 metros y pesaba 113 Kilos de sólido músculo, tenía un cuerpo ancho y un cuello y piernas gruesas. Duke, en cambio, medía 1,90 metros y pesaba 86 Kilos de puro músculo, con hinchados músculos en hombros, cuello, pecho y bíceps debido al fuerte levantamiento de pesas. Por lo general, ellos se ayudaban el uno al otro mientras levantaban pesas. En este día en particular, Duke estaba acostado boca arriba levantando un importante peso mientras Marvin estaba parado sobre su cabeza asegurándose de que sus brazos no cedieran. Duke estaba bien en sus repeticiones antes de comenzar a mirar hacia arriba y darse cuenta de la joya más preciada de Marvin colgando en la mitad de los pantalones cortos de sus piernas. El primer instinto de Duke fue reír y bromear, no queriendo echar un vistazo demasiado en serio. Pero luego comenzó a pensar en el encuentro sexual que compartió con Marvin y Malik, recordando a Malik deslizar su delicioso culo arriba y abajo de la gruesa polla de elefante de Marvin. Duke recordó lo competitivo que se sentía mientras follaba a Malik, con ganas de demostrarle a Marvin que él era más poderoso, follando a Malik tan fuerte como pudo. Sus únicos pensamientos eran pulverizar ese hoyo, follándolo tan duro y fuerte que no quedaría mucho (si es que quedaba algo) para que Marvin follase. Pero Marvin le demostró lo contrario a Duke, dejando a Malik elegir la posición en la que quería ser follado y luego hizo que el guardia de la prisión se corriese sin siquiera tocarse mientras cabalgaba arriba y abajo la gruesa verga de Marvin. Duke no se consideraba a sí mismo gay, ni nunca había estado en el extremo receptor de polla. Pero por alguna extraña razón, ahora se encontraba mirando el pene flácido de Marvin (la gorda cabeza asomando junto a sus peludos amigos) y preguntándose qué se sentiría tocar eso.
La idea consumió su línea de pensamiento en ese momento, mientras se esforzaba mucho más en hacer su rutina diaria. Marvin expresó su preocupación cuando Duke comenzó a esforzarse demasiado y a ir demasiado rápido, viendo sus músculos hincharse por la tensión mientras su cuerpo estallaba en un sudor frío. Pero Duke continuó levantando, sus ojos se enfocaban en la entrepierna de Marvin mientras su propia polla comenzaba a endurecerse y alargarse en sus pantalones cortos. Bombeó y bombeó y bombeó y bombeó, esforzándose por superar sus límites cuando sus brazos comenzaron a tensarse y temblar. Ignoró las advertencias de Marvin a pesar de que sabía que estaba cerca de rendirse. Empujó y empujó, sin querer renunciar a la vista, hasta el último momento posible en el que apenas pudo levantar la barra apenas una pulgada sobre su pecho. Marvin se acercó más (su polla prácticamente tocaba la frente de Duke), se agachó y levantó la pesada barra. Colocándola nuevamente en el estante, comenzó a regañar a Duke por empujar más allá de su límite. Todo el tiempo Duke continuó mirando arriba hacia la entrepierna de los pantalones cortos.
“Eres el único negro que conozco que puede tener una erección por levantar pesas!” se rio Marvin, moviéndose a otra máquina de ejercicios.
OESTE DE FILADELFIA
Fuera de la Penitenciaría Piedmont, el guardia de prisión Malik Jones había encontrado un departamento para él solo, habiéndose ido de vivir temporalmente con su compañero de cuarto Manny Michaels. Michaels no estaba tan feliz de ver a su ‘coño’ saliendo de su vida, pero Malik había cumplido su acuerdo.
“Sabes que no tienes por qué mudarte!” dijo Michaels, acompañando a Malik a su nuevo apartamento para conocerlo.
“Gracias hombre. Aprecio mucho la ayuda y el lugar donde dormir que me ofreciste…, pero realmente necesito seguir adelante con mi vida. No puedo seguir alquilando la mitad de tu cama para siempre!” explicó Malik.
“Mientras sigas dándome ese lindo culo, sí puedes!” dijo Michaels, astutamente.
“Como sea…” dijo Malik, cambiando de tema mientras abría la puerta principal del edificio de apartamentos. “…este es el vestíbulo! Hay 4 apartamentos en el edificio. El mío está en el segundo piso!”
“Genial!” dijo Michaels, siguiendo a Malik por la escaleras, mirándole el culo a través de sus holgados jeans. La polla de Michaels comenzó a endurecerse con solo pensar en todo ese culo que estaba perdiendo. Malik dobló en la esquina de la barandilla y caminó de frente en el segundo piso del edificio. Puso la llave en la cerradura y la abrió. “Voila!” dijo, presentándolo para la inspección de Michaels.
“Bien…” dijo Michaels, ignorando el apartamento vacío y tomando a Malik entre sus brazos. Extendió las manos alrededor del oficial y agarró 2 puñados grandes de culo a través de sus jeans. “…pero me importa un carajo el apartamento! Qué tal si bautizamos a este hijo de puta aquí, ahora mismo?”
“Todavía no tengo muebles…” protestó Malik, habiéndole dado ya a su ex compañero de cuarto una despedida sexual en su apartamento.
“Esa barandilla parece bastante resistente!” sugirió Michaels, tirando a Malik hacia afuera a la parte del pasillo.
“Manny, no… tengo vecinos!”
“Me importan un carajo los vecinos!” insistió, tirando del cinturón de Malik. Malik trató de resistirse juguetonamente, sin saber quién estaba en el edificio o quién pudiese estar escuchando en los departamentos contiguos. Manny lo forzó, desabrochándole los pantalones y tirando de ellos fuera del camino junto a sus boxers. Luego hizo girar a Malik y lo obligó a sujetar la barandilla antes de que pudiera protestar más. Manny sabía que necesitaría un poco de lubricante para meter en el culo de Malik, así que se inclinó detrás de él y empujó su cara entre las nalgas del hombre. Malik jadeó cuando sintió el aliento caliente de Manny y la lengua húmeda lamiendo su agujero. Manny se puso de pie de un salto y libero su verga de 28 centímetros.
“Ve despacio, hombre…, no quiero que la gente salga gritando y corriendo de sus departamentos en mi primer día!” susurró Malik, oyendo a Manny escupir en su mano para masajear a lo largo de la cabeza de su polla y del duro tronco. La colocó hasta el agujero de Malik y luego empujó. Malik sintió que la cabeza apretaba con fuerza. Contuvo la respiración, tratando de no gemir mientras su culo protestaba, luego se abrió lentamente para permitir el paso de la cabeza. La cabeza entró, fisgoneando a través del apretado anillo anal. Malik se inclinó aún más, teniendo una vista clara de los escalones y de las dos puertas del apartamento de abajo y la de la entrada. Manny empujó hacia adelante con sus caderas, conduciendo más de su carne dentro del pobre agujero. Malik se mordió el labio inferior, sintiendo que la polla le separaba los labios anales. Con el semen que Malik aún tenía dentro de su culo por la follada anterior con Manny, el interior de su conducto anal estaba bien lubricado. La polla se deslizaba un poco más fácil cada vez que atravesaba el combate del músculo del esfínter.
Una vez que Manny tuvo éxito en enterrar su polla por completo, agarró a Mailk por la cintura y comenzó a follar. Malik sofocó sus gruñidos mientras la polla de Manny se movía hacia adelante y hacia atrás a través de su culo. Su estómago estaba incómodo contra la barandilla, pero eso evitaba que se cayera por el borde mientras Manny establecía unas buenas embestidas y un ritmo constante. Malik se agachó para agarrarse mejor de los rieles de la barandilla, agarrando con más fuerza mientras su compañero de cuarto lo follaba por detrás en el pasillo de su nuevo edificio de departamentos. Si alguien saliera al pasillo ahora mismo, vería todo un espectáculo.
“Sí…, dame ese culo!” gimió Manny, metiéndose dentro de la follada. Él sabía que su tiempo con Malik iba a ser limitado desde ahora en el mejor de los casos, ya no iba a tener la comodidad de volver a casa del trabajo y meter su polla dentro del culo de su compañero de cuarto hasta correrse como un loco antes de ponerse a dormir. O de tener esas mamadas matutinas que había llegado a amar tanto sin tener que mendigar o engatusar a alguien para que lo haga como lo tenía que hacer con su ex novia. Extrañaría esos momentos cuando estaba recostado en el sofá en ropa interior viendo un partido de futbol mientras Malik se arrodillaba para chupar su pija sin siquiera preguntarle. O las veces en que estaba acostado durmiendo, despertando para darse cuenta de que Malik estaba en cuclillas moviéndose arriba abajo sobre su erguida erección. Malik era un bicho raro, y Manny sabía que encontrar una mujer con al menos la mitad de la necesidad de polla dura de Malik sería un trabajo difícil. Movió sus brazos y agarró los hombros de Malik y comenzó realmente a embestir su culo. Malik no pudo evitar permitir pequeños gruñidos y gemidos salir de su boca. Manny tenía una polla larga y usaba cada centímetro de ella para que encajara en el compacto culo de Malik. Malik se aferró a su querida vida mientras las embestidas de Manny se hicieron más duras y desesperadas. Malik se inclinó entre las barandillas para agarrar su propia polla mientras lo follaban. Manny le hizo colocar una pierna sobre la barandilla para poder tener un acceso más profundo. Los ojos de Malik se hincharon cuando la polla alcanzó los lugares más profundos dentro de él. Estaba desesperadamente cansado de no hacer ruido mientras Manny ponía la follada en marcha, golpeando fuerte a Malik en el culo con cada embestida mientras lo montaba como un pequeño pony.
“Oh mierda…” gruñó Malik, pajeando su polla más rápido a través de las embestidas. Podía sentir que se acercaba su corrida. Manny aceleró el ritmo, martillando su culo con golpes más fuertes y profundos. La barandilla comenzó a crujir bajo la continua tensión de sus pesos. Malik se acarició la polla más rápido, tratando de correrse rápidamente antes de que toda la barandilla cediera y cayeran ambos hasta el fondo de la escalera. “Oh diablos…!” jadeó Malik, sintiendo el pulso de su polla. La polla de Manny realmente estaba haciendo un buen trabajo en su próstata. La pajeó más rápido, sintiendo que sus bolas se contraían mientras su polla de repente emitió varios chorros de caliente semen a través de los rieles de la barandilla, viajando a través del aire y hasta los escalones alfombrados de abajo. Manny sintió los espasmos del culo de Malik por la corrida. Manny folló a Malik aún más duro, haciendo que el ex policía gruñera en voz alta mientras embestía su polla a máxima velocidad. Después de varios minutos más, la metió por completo y se vino como un león. Su polla se hinchó, palpitó y luego soltó 9 chorros de espesos chorros calientes de sustancia viscosa dentro del culo de Malik. Malik sintió cada pulso de la polla que se vaciaba dentro de él. En ese momento, Malik escuchó voces cuando la puerta principal se abrió y entraron 2 personas. “Oh mierda…!” susurró Malik, colgando del borde de la barandilla. Manny seguía corriéndose y no escuchó los ruidos de la planta baja. Él no se dio cuenta de nada hasta que Malik lo empujó hacia atrás fuera de la barandilla. Él y Manny se estrellaron contra la pared detrás de ellos mientras la gente comenzaba a subir los escalones.
“Oh mierda…!” susurró Manny, finalmente entendiendo lo que estaba sucediendo. Sacó su polla del culo de Malik mientras corría de regreso al apartamento de Malik con Malik pisándole los talones. La pareja de extraños vio la puerta de Malik cerrarse justo cuando alcanzaban el escalón superior.
“Oh, el nuevo vecino está aquí…” ellos (Malik y Manny) escucharon a la mujer decir a través de la puerta. “…quizás deberíamos ir a saludar?”
“Dejemos que se acomoden primero…” dijo otra voz (un hombre), “…no hay necesidad de ser una molestia el primer día!” Malik y Manny se rieron, uno tirado al lado del otro en el piso dentro del nuevo apartamento de Malik.
“Eso estuvo cerca!” dijo Malik, sintiendo que el semen de Manny se filtraba lentamente desde su adolorido ano.
Los reclusos arios Serpiente y su socio Martillo decidieron usar uno de sus contactos de la cocina para pasarle una nota a Sargento a través de la bandeja del almuerzo. Ellos escribieron algo en una pequeña tira de papel y luego se lo pasaron a un trabajador de la cocina para que la pusiera en la comida de Sargento. El preso de la cocina deslizó el papel entre dos rebanadas de carne en el sándwich de Sargento justo a la hora programada de salida de la cocina. Arrastró el bandejero de almuerzos que era llevado de la cocina hasta los calabozos de los confinamientos solitarios. Cada bandeja de almuerzo era cuidadosamente inspeccionada por los guardias en busca de drogas o armas antes de ser enviadas a los encarcelados presos. Un pequeño compartimento en las puertas de la celda permitía introducir las bandejas a los presos sin que los guardias tuviesen que abrir las puertas y correr el riesgo de ser embaucados o atacados.
“Este es para Sargento?” preguntó uno de los guardias, mirando el bloque de prisión. El encargado de las entregas lo confirmó. “Déjame ver eso.” Le ordenó, tomando la bandeja.
“Inspeccionando su comida?” preguntó el otro guardia sentado leyendo con indiferencia un periódico.
“Más bien agregando algo!” se rio el primer guardia, despidiendo al encargado de entregar las bandejas, le quitó el pan al sándwich. El segundo guardia vio como el primer guardia se desabrochaba los pantalones del uniforme y sacaba su polla.
“Pero que mier…?” se rio a carcajadas, viendo a su compañero de trabajo acariciarse a sí mismo en una erección completa.
“Creo que es hora de que este idiota racista aprenda a afrontar las consecuencias de sus acciones!”
“Entonces vas a…?”
“Correrme por todo su sándwich y dejar que se lo como como si fuera mayonesa!” se rio el guardia.
“Estás loco!” dijo el segundo guardia, sin detenerlo mientras miraba toda la escena. El primer guardia se pajeó por cerca de 10 minutos antes de sentir que sus pelotas se agitaban y apretaban. Apuntó la cabeza de su polla hacia el sándwich, sacudiendo suavemente mientras bombeaba ricas y gruesas líneas de resbaladizo semen viscoso por toda la carne y el pan. Pintó bien el sándwich mientras untaba las últimas gotas en los bordes costrosos con la cabeza de su polla antes de meterla de nuevo dentro de sus pantalones. Luego volvió a colocar con cuidado el pan en el sándwich, y…
“Como nuevo!” dijo, recogiendo la bandeja del escritorio.
“Recuérdame nunca aceptar comida tuya!” gritó el segundo guardia en completo disgusto.
El interno de prisión Seth MacCatherty (‘Sargento’), se encontraba sentado en una pequeña celda de calabozo en régimen de aislamiento. Gruñó para sí mismo, no teniendo a alguien más con quién hablar. Se maldijo a sí mismo, maldijo al director, al sistema penal, a los guardias, a los presos, al ejército y a todos y todo lo que hubiese entre medio. Sargento era un hombre fuerte, un fornido a tener en cuenta en su época. El escuadrón del ejército lo mandaba a hacer el trabajo sucio porque sabían que ÉL era el hombre para hacer bien el trabajo! ÉL era el hombre fuerte que necesitabas cuando tu espalda estaba contra la pared en una pelea de bar. Sargento era del tipo ‘pega primero y pregunta después’. La gente le temía cuando era más joven. Su caliente temperamento, su rápido pensamiento y su feroz determinación le dieron el rango de sargento en el ejército aún cuando era bastante joven. Él era el encargado de entrenar a los reclutas y guiarlos por las selvas de Asia durante la guerra. Él había gastado su vida en el ejército, defendiendo a su país. Se retiró del servicio activo cuando cumplió los 38 y desde ahí se pasó la mayor parte del tiempo descansando sin prisa. Pero con tanto tiempo en sus manos y con un apetito por el alcohol por tantos años de servicio, Sargento parecía no poder mantenerse fuera de los bares locales o fuera de los problemas.
Conocido por su gran consumo de alcohol y sus peleas en bares, una noche Sargento se encontraba bebiendo en un bar cuando un gay negro se le acercó a la barra en donde estaba. El hombre pensó que los músculos de Sargento y su arrogante superioridad eran sexys y atractivas. Se acercó a Sargento y le ofreció un trago. Cuando Sargento agarró su trago y se lo tiró en toda la cara, el hombre (un desesperado sadomasoquista) lo siguió hasta el estacionamiento, rogándole al gran hombre blanco que lo perdone y lo castigue en su casa correctamente. Borracho, furioso y asqueado, Sargento rompió una botella de cerveza contra un automóvil y apuñaló al hombre en la yugular. Los tribunales encontraron que sus acciones fueron excesivas y lo condenaron a 30 años por asesinato sin sentido. Sargento culpó de su desafortunada sentencia al Ejército, por no venir en su ayuda pese a su brillante historial.
“Almuerzo!” anunció el guardia, empujando la bandeja de comida a través del orificio de la puerta. Sargento refunfuñó insultos raciales para mostrar su descontento por los guardias negros y por la ‘pésima comida’ que servían. Se levantó de su catre y caminó hacia la puerta de metal donde lo tenían encerrado como a un animal. Cogió la bandeja y la llevó al catre donde estaba sentado. Ni una vez había probado su comida sin inspeccionarla primero, Sargento abrió el pan encontrando resbaladizo y pegajoso sándwich por dentro, dejando caer la bandeja. “Apestosa mayo!” dijo, asumiendo que la sustancia pegajosa entre las rodajas era mayonesa. Levantó el sándwich y lo acercó a su cara para oler la carne para asegurarse que no estaba descompuesta, cuando notó en el extremo de una de las esquinas un trozo de papel escondido debajo. “Qué diablos…?” murmuró para sí mismo, deslizando la nota de debajo de la carne. Dejó caer el sándwich sobre la bandeja otra vez mientras sostenía la pequeña nota a contraluz. Leyó lo que Martillo y Serpiente decían sobre Gardner, que estaba tratando de apoderarse de los arios ya que él (Sargento) nunca dejó a un predecesor para ocupar su lugar.
“Estúpida mierda…, malditos hijos de puta…!!” gruñó Sargento, haciendo una bola con la nota. “No me puedo alejar del maldito bloque por 48 horas sin perderlo!! Que acaso soy el único con algo de cerebro en ese bloque de celdas?” gritó enojado por los eventos que estaban ocurriendo en su ausencia mientras volvía a armar el sándwich. Sin darse cuenta, levantó el sándwich de semen hasta su boca, mordiendo un buen trozo del pan empapado de esperma, teniendo su primer consumo oficial de semen.
CONTINUARÁ…