Oficial Valentín 26 (La Prueba de Fuego)

Oficial Valentín 26: La Prueba de Fuego. La prueba de fuego para ser un ario.

OFICIAL VALENTÍN 26 – LA PRUEBA DE FUEGO

Penitenciaría Piedmont

Un nuevo día comenzaba…

“Qué vamos a hacer con esta prueba que Sargento nos ordenó hacer?” preguntó Blake, recostado en su litera mientras miraba a sus compañeros de celda (Bruce Gardner y Alan Cooper) tumbados en sus propias camas pasando el tiempo.

“No lo sé todavía.” Dijo Gardner, todavía pensando en sus opciones mientras miraba el descamado techo de prisión.

“Yo digo que matemos a esa basura lo antes posible…, le pegamos con fuerza y luego nos largamos sin que nadie nos vea!” aconsejó Cooper, animado sobre la prueba.

“No podemos matar a T-Bo…!” dijo Blake, tratando de ser racional. “…los Mandingos SABRÁN que fueron los Arios…, y sabemos que ELLOS nos entregarán en un abrir y cerrar de ojos!” argumentó. “Sino vean lo que le hicieron a Cristofer!”

“Y qué importa? Hemos matado a sospechosos antes! Cuál es la gran diferencia aquí?” preguntó Cooper, intensamente. “Esta es una prueba de coraje y lealtad! Si NO lo hacemos, nunca entraremos en el círculo interno! Siempre estaremos en el rango más bajo de los Arios, de los negros, de los latinos, de los guardias…!” continuó Cooper de manera convincente.

“Sigo pensando que está mal…, no se puede confiar en los Arios!” dudó Blake. “Qué piensas, Bruce?”

“Pienso que no tenemos otra opción. Cualquier cosa que hagamos, siempre seremos los otros, los ex-policías, los intrusos! Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer!”


En el Centro de Visitas, Lidia Gardner de 38 años se encontraba sentada en lo que se asemejaba a las mesas redondas de recreación de las escuelas preescolares. Miraba a otras familias reunirse con sus seres queridos encarcelados, abrazándose con amor antes de hablar íntimamente sobre sus vidas, sus hogares, sus familias y su futuro. Ella miró la puerta abierta que separaba a los prisioneros de los visitantes y vio a su esposo (Bruce) escoltado por un guardia. Bruce sonrió cuando vio a su esposa y luego se acercó a ella con rapidez. Ella se puso de pie nerviosa, dándole un abrazo amistoso en frente de los oficiales. Bruce la agarró con fuerza, amando la sensación y el olor femenino del pequeño cuerpo entre sus brazos. Habían pasado muchos meses desde su arresto y condena y muchos más meses desde la última vez que tuvo relaciones sexuales con su esposa. Su polla creció dura mientras recuerdos de ellos en la cama instantáneamente llenaron su mente.

“Diablos es bueno verte…!” le dijo él en su oreja, cubriéndola como un abrigo gigante. Lidia contuvo las lágrimas mientras se separaban y tomaban sus asientos. “Los guardias no permiten muchas caricias y abrazos…, piensan que podríamos estar tratando de introducir o sacar cosas de contrabando.” Dijo Gardner, mirando a los ojos de su esposa. “Diablos que es bueno verte! Te ves bien! Cómo has estado? Cómo está Samantha?” (su hija).

“Ella está bien.” Dijo Lidia, temblorosa. “Ella tiene un nuevo novio. Su nombre es Matt. Es realmente un buen niño!”

“Entonces ella se está adaptado bien en Colorado?” preguntó Gardner, incapaz de quitar sus ojos del cuerpo de su esposa.

“Ella está cooperando…, todos lo estamos haciendo.” Dijo ella, con cansancio. “Cómo está Cristofer? Por qué no lo trajiste contigo?” preguntó ella, buscando a su hijo.

“Cris está bien. Se está manejando bien.” Mintió Gardner, no queriendo preocupar a su esposa.

“Estás seguro, Bruce? Cris no es como tú…, él no es un matón, ni es un ignorante, ni un arrogante, tampoco es un niño conflictivo! Él es sensible! Esos hombres se lo comerán vivo!”

“Yo lo estoy cuidando, cariño. Como también Alan y Donald.” Le aseguró Gardner.

“Y Joseph? Por qué no mencionas a Justin? Qué le pasó?” preguntó Lidia, con recelo.

"uh... nada, cariño! Justin simplemente no supo adaptarse. Tu sabes que él es joven, inexperto…”

“Hasta que TÚ lo corrompiste…, convirtiéndolo en un monstruo como tú!” finalizó Lidia.

“Eh…?” preguntó Gardner, sintiendo algo diferente en el comportamiento de su mujer.

“Yo siempre dije que presionaste demasiado a Cristofer…, pero tú nunca escuchaste!” dijo ella, sintiéndose frustrada. “Incluso cuando era pequeño eras duro con él…, diciéndole sobrenombres, haciéndolo sentir como si nunca estuviese a la altura de los estándares del policía callejero!”

“Lidia…”

“Ahora mira lo que pasó! Convertiste a nuestro hijo en un asesino convicto!”

“No puedes culparme por las acciones de Cris…!” se defendió Gardner.

“Entonces QUIÉN le hizo esto a él? Yo? Samantha? Sus profesores?” preguntó Lidia, irritada.

“Tempestad Williams se apoderó de él! Él y sus matones lo drogaron y tomaron provecho de su inocencia…!”

“Y cómo Tempestad Williams se enteró de la existencia de Cristofer?” preguntó Lidia, trayendo la culpa de vuelta a su marido. “Si TÚ no hubieses estado tan ocupado siendo corrupto con tus amigos policías, acosando a esos traficantes de drogas, robándoles sus dineros y sus drogas como una especie de criminal común…, ellos nunca se hubiesen ni entrado que existía Cristofer, no habrían venido por nosotros a cobrar venganza y él no estaría aquí ahora!”

“Nunca quise que pasara nada de esto…” dijo Gardner, sintiéndose como un canalla. Él no tenía idea que su esposa sentía tanta rabia contra él, -no era de extrañar que ella nunca apareció durante el juicio.

“He dejado que nos trates como ciudadanos de segunda clase por mucho tiempo, Bruce! Tus fuertes reglas y tu falta de respeto han llevado a la desaparición de nuestra familia mucho antes de que todo esto pasara! Fuiste cruel, odioso, controlador, grosero, abusivo y cruel con todos nosotros! No es de extrañar que Sam esté prosperando en Colorado sin ti!”

“Lidia…, cálmate…” dijo Gardner, mirando a su alrededor avergonzado mientras guardias y espectadores comenzaban a fijarse en ellos.

“Estoy viendo a alguien…!” añadió, causando que la boca de Gardner se abriera. “Él es todo lo contrario a TI! Él es amoroso, cariñoso, refrescante, divertido…, y él siempre espera que yo me corra primero!”

“Quién es él? Quién mierda es él?!” preguntó Gardner, repentinamente enojado. Los guardias comenzaron a caminar hacia él.

“Quiero el divorcio, Bruce!” dijo ella, metiendo su mano en su cartera para sacar unos papeles. Ella se los tiró mientras se levantaba para irse. Gardner agarró los papeles y los abrió. Era de los tribunales de causas comunes de Colorado, -un decreto de divorcio.

“Perra!” gritó, saltando de su asiento mientras se dirigía hacia su esposa. Lidia Gardner tropezó hacia atrás de puro susto y estuvo a punto de caer al suelo. Los guardias la agarraron justo a tiempo cuando él la agarró del brazo. Ella gritó cuando el agarre se apretó y la atrajo hacia él. Los guardias envolvieron sus brazos alrededor del cuello y torso de Gardner, tirándolo hacia atrás ofensivamente. Gardner arrastró a su esposa con él. Ella agarró la mesa de visitas, tratando de liberarse cuando uno de los guardias la agarró del pelo y la tiró hacia atrás dolorosamente. “AAHHHHHH!! Perra! Puta! Te mataré primero!” gritaba él, soltando a su esposa mientras ella recuperaba el equilibrio y corría hacia la puerta de salida como un murciélago salido del infierno. Gardner fue visto por última vez gritando su nombre mientras los guardias lo arrastraban fuera del Centro de Visitas, lejos de las familias atónitas y conmocionadas de sus compañeros de prisión.


El director de 52 años Dennis Ellis llegó a su trabajo para encontrar a 2 internos sentados fuera de la puerta de su oficina, compitiendo por el futuro puesto vacante de ‘Asistente del Director’ (un trabajo que estaría disponible en un tiempo más cuando llegara la libertad condicional de su último asistente -Rocky Parker). Ellis hizo pasar al primer candidato a su oficina, recuerdos llegaron a su cabeza del día en que reclutó a Rocky, al igual que ese día, los presos que habían sido considerados candidatos, fueron llamados y citados para competir por el título. En ese entonces había 16 presos con conducta intachable que entrevistaron, solo unos pocos llegaron a la etapa final, para ver si su clasificación de ‘asistente’ estaba a la altura. De esos pocos, ninguno hasta ese momento había pasado la prueba más crítica, que era chupar la polla del director a la perfección. Los últimos aspirantes de ese entonces eran; un blanco hombre de 33 años con algo de sobrepeso, padre de dos hijos llamado Paul Jacob, que había sido condenado por homicidio cuando su vehículo ‘accidentalmente’ chocó con un grupo de niños que cruzaban la calle de su escuela. Los niveles de alcohol en sangre de Jacob estaban fuera de tabla y fue condenado a 5 años por la muerte que causó de cada niño. El Director lo descartó completamente como potencial asistente cuando se enteró que el hombre se había convertido en un devoto cristiano dentro de prisión y que estaba en un nuevo camino para encontrar a Jesús. El segundo candidato era Rocky Parker. Él entró en la oficina de Ellis, sacudiendo la mano del hombre casado mientras tomaba asiento frente a él. Ellis revisó los registros penitenciarios de Rocky. Él era un interno modelo, sin infracciones, sin relaciones de pandillas y sin antecedentes de drogas. Su esposa lo iba a visitar una vez al mes con su pequeño hijo y sus encuentros eran siempre limpios y sin incidentes. En la entrevista inicial Ellis le preguntó sobre varios puntos de su vida en prisión, le preguntó a Rocky si alguna vez había sido atacado sexualmente por algún recluso y si alguna vez había chupado polla. Rocky encontró las preguntas extrañas, pero respondió que él era respetado por los reclusos y que nunca había sido ‘punteado’ de ninguna manera. Debido a la masculinidad de Rocky y su musculoso físico, Ellis pensó que carecía de las cualidades que necesitaba para desempeñar su trabajo como asistente, pero aun así le preguntó al recluso si es que se oponía a dar mamadas, ya que era un requisito obligatorio para el trabajo.

“Si esa fuera parte de mi trabajo como asistente…, no tendría problemas en cumplir ese deber.” Respondió Rocky, haciendo que la polla de Ellis se levantara.

“Ya veo…” dijo Ellis, levantándose de su asiento. Rocky caminó alrededor del escritorio hasta donde estaba sentado Ellis. El gran hombre empujó su asiento de escritorio hacia atrás y comenzó a abrirse los pantalones. Rocky se puso de rodillas entre las piernas del director y espero mientras la gorda cabeza del hombre de 109 Kilos salía de sus boxers abiertos.

Rocky se inclinó hacia adelante y capturó la polla de Ellis entre sus labios. El Director se recostó y miró al masculino y musculoso hombre comenzar a mamársela, meneando la cabeza mientras la polla se volvía más y más gruesa en cada segundo. Ellis en ese tiempo no esperaba mucho de Rocky, pensando en que su masculinidad le había impedido tener experiencias con vergas dentro de la prisión. Los “femeninos, delicados y maricas” eran los que obtenían más polla ahí adentro. Los reclusos veían a menudo a los hombres mas inofensivos como ´chicas’ o debiluchos, fácilmente sumisos y accesibles. Rocky era un recluso de cuerpo fuerte, capaz de defenderse apropiadamente, él se había ganado el respeto y admiración de sus compañeros de prisión como un hombre a tener en cuenta. Ellis se sorprendió gratamente cuando Rocky mostró buenas habilidades chupando polla. El joven casado y padre de 1 niño, movió su cabeza arriba abajo en la longitud, llevándola mucho más profundo de lo que Ellis hubiera esperado. Rocky se aseguró de cubrir sus dientes con sus labios y de generar harta saliva para que la superficie lisa y gruesa quedara bien mojada y resbaladiza. Deslizó sus labios a lo largo de la erección, usando su lengua para lamer la sensible parte de abajo mientras tomaba la polla más y más profundamente. Ellis miró con la respiración contenida mientras Rocky bajaba un poco más, llevándose la gruesa cabeza redonda a la garganta.

“awww demonios…” gimió Ellis, sintiendo a Rocky tragándose su miembro. “…tienes el trabajo si puedes comerte el semen!” informó Ellis antes de que Rocky se sacara la polla de la boca.

“No hay problema!” jadeó Rocky, mirando hacia arriba entre las piernas abiertas de Ellis.

Ya volviendo al presente, Ellis vio como su gorda polla de 20 centímetros era tragada por el nuevo candidato a asistente. A esta altura el recluso candidato ya estaba mamando en garganta profunda. Ellis se aflojó la corbata sabiendo que no quedaba mucho tiempo para su descarga matutina.

“Director…? El interno Bruce Gardner está aquí para una cita, señor.” Anunció la secretaria del director a través de intercomunicador.

“Dame un momento para terminar la reunión con este recluso… y luego hazlo pasar!” dijo Ellis, extendiendo la mano a través de su escritorio para presionar un botón.

“Sí, señor.” Respondió la mujer mientras Ellis volvía a concentrarse en la mamada. El interno le tenía la polla dura y completamente cargada. Ellis estaba impresionado con las buenas habilidades del recluso, viendo cómo se tragaba la gruesa verga hasta las hinchadas bolas. El interno candidato sintió la polla temblar en su garganta.

“Eso es, convicto…, chupa esa verga! Quieres comerte mi corrida, recluso? Quieres tragarte mis mocos?” El recluso gimió en aprobación, sintiendo que Ellis estaba cerca de terminar. La polla palpitaba y temblaba cada vez que se la tragaba entera. Movió su cabeza con mayor rapidez, sintiéndola hincharse y luego disparar dentro de su boca como un cañón. “Awwww, seee, convicto! Cómete mi corrida!” gruñó el director, corriéndose duro. El interno se atragantó con el primer chorro cuando la polla disparó hacia la parte posterior de su boca. Pero luego se tragó rápidamente la chorreante polla mientras ésta vaciaba el resto de su leche directamente en su vientre. La propia polla del interno estaba ahora completamente dura entre sus piernas, atrapada dolorosamente dentro de sus pantalones de prisión.

Terminó de tragarse el semen del director y luego comenzó a limpiarle la polla con su boca. Luego se echó hacia atrás mientras la polla se reducía lentamente a su tamaño normal. Ellis volvió a meterse la marchitada polla dentro del cierre de sus pantalones y se subió la cremallera mientras el interno volvía a su asiento. Esperó mientras el director se ajustaba los pantalones, luego el director felicitó a su próximamente nuevo asistente. “Mi secretaria te contactará apenas mi actual asistente logre su libertad condicional, ese día te quiero puntual en mi oficina!” le dijo, indicándole al recluso la puerta. Apenas el recluso la abrió para salir, Gardner entró.

“Director, tenemos que hablar!” - dijo Gardner con urgencia.


La vida para el pobre recluso Joseph Justin (ex policía convertido en convicto) había tomado una pendiente descendente desde que tuvo memoria. De niño era el menor de 4 hermanos. Como el más pequeño de los hermanos, era constantemente criticado y juzgado. Su incomodidad creció en sus años de adolescencia cuando entró a la escuela secundaria. Pese a que tenía cierto éxito con las chicas, siempre era el más delgado del grupo. Después de graduarse, decidió entrar a la Academia de Policía, pensando que así obtendría la fuerza y el respeto que siempre quiso cuando niño.

La Academia fue ruda. Pero el duro entrenamiento y la estricta disciplina le dieron el cuerpo que siempre quiso y la fuerza física que siempre deseó. Su placa de policía, su pistola y su uniforme, le dieron por otro lado el título y el respeto que siempre buscó. Él amaba patrullar en los barrios en los que alguna vez vivió, viendo los rostros de los envidiosos hombres que se burlaban de él cuando eran niños. Ahora ÉL era el que tenía la habilidad para hacer sus vidas más duras, para hacerlos retroceder y para darles considerables multas en venganza.

Él conoció a sus compañeros oficiales Gardner, Whitmen (follado hasta la muerte por un gorila, ver Temporada #1), y Cooper, cuando fue asignado como dupla del oficial Blake. Blake tenía prácticamente la misma edad de Justin, era sólo un par de años mayor, pero tenía mucha más experiencia en las calles como oficial. Los dos se convirtieron rápidamente en amigos. Blake fue quien incorporó a Justin a las filas de Gardner y sus amigos, saliendo a tomar cervezas luego del trabajo y a cortejar chicas por sexo. Whitmen y Gardner (más conocido como El Exterminador en las calles) eran los que más sabían en dónde encontrar coño gratis. Justin nunca había tenido tanto éxito con las mujeres como desde el día en que se convirtió en oficial, las mujeres parecían tener un imán por sus uniformes, ofreciéndoles de todo, desde sexo hasta matrimonio. Gardner introdujo a Justin dentro de su círculo íntimo, mostrándole sus negocios. Gardner y su tripulación se aprovechaban de su poder y hacían mucho dinero extra en las calles, quitándole las mercancías a los traficantes y follando prostitutas gratis. También consumían drogas en ocasiones, siempre salvándose de los disparos injustificables que hacían y los asesinatos ‘accidentales’ en los que incurrieron. Hasta que conoció a Gardner y los chicos, Justin nunca había consumido drogas ni follado prostitutas. Pero los oficiales mayores lo hacían parecer algo moderno, alegando que todos lo hacían. Pronto, Justin estaba absorbido dentro de sus negocios, haciendo lo mismo que hacían los otros oficiales del grupo sin pensar ni protestar. Él seguía cada una de sus palabras, disparando a sospechosos, plantando falsa evidencia, robando dinero y drogas a los narcotraficantes, teniendo sexo con prostitutas estando de servicio y cubriendo las espaldas de sus amigos. Pero todo eso pareció desmoronarse rápidamente una vez que el oficial Jake Valentín entró en escena.

Justin no podía creer como sus tan llamados ‘amigos’ de repente lo traicionaron, tendiéndole una trampa, arrojándolo hacia los lobos para proteger sus propias pieles. Los Arios lo follaban una y otra vez, manteniéndolo lleno de drogas y lleno de esperma. Él no era nada más que un hoyo para ellos, un profundo foso en la que podían plantar sus gruesas vergas y sus pesadas corridas. Por lo general lo follaban en sucesión, posicionándolo boca abajo en su designada cama para follarlo uno tras otro por horas, a veces alimentando su nariz y sus venas con fuertes dosis de drogas. Jo Justin usualmente nunca sabía quién llegaba o quién se iba. Alguien estaba siempre con él, haciendo guardia, llevándolo a las duchas o dentro de la cafetería a la hora de comer. Eran pocos los tiempos libres que tenía. La mayor parte del día se la pasaba en su cama, a veces consciente y a veces dopado por las drogas. Siempre debía estar completamente desnudo dentro de su celda, dejando a la vista su atlético cuerpo naturalmente dorado que le había costado tanto trabajo conseguir, el dorado color de su piel lampiña combinaba con su liso cabello castaño claro, sólo tenía permitido vestir su ropa de prisión cuando debían salir por obligación al aire libre. A los Arios no les gustaba compartir su ‘vagina de prisión’ con otros internos, no queriendo ‘manchar’ su culo blanco de raza pura con semen de baja calidad. Ellos ya habían perdido una potencial vagina de prisión con los reclusos negros, recordando que Cris Gardner tenía ahora la ‘carne contaminada’. Por tradición, Cris no sólo era rechazado por la raza blanca de prisión por ser la puta de los negros, sino que estaba programada su muerte por dejarse contaminar. Si no hubiese sido por la influencia de su padre con el Director (moviendo a Cris hacia el bloque de los negros), Cris seguramente ya estaría muerto.

Justin se encontraba acostado boca abajo en la litera de su celda, con la cabeza atrapada entre las manos de un ario mientras éste le follaba profundamente la cara y la garganta. Justin apenas estaba consciente de la follada contra su cara mientras babeaba, cuando el ario enterró su polla hasta las pelotas profundamente y se corrió con fuerza en su garganta. Justin ni siquiera se tuvo que dar el trabajo de tragar, ya que la gran dosis de esperma se vertió fácilmente por el interior de su garganta y llegó directamente hacia su estómago. Después de correrse, el ario se la sacó y dejó caer la cabeza de Justin como una pelota. La cabeza de Justin colgaba sobre la barandilla de la cama mientras la baba y los excesos de semen brotaban de su boca como una salsa espesa. Se sentía pesado como un plomo, le dolía la cabeza en una niebla de bruma mientras yacía allí sintiéndose entumecido. Cuando un prisionero se iba, otro llegaba, optando por follar el culo disponible. Justin apenas sintió cuando el hombre sacó su polla y se echó encima de él. Apuntó su verga hacia el agujero lleno de semen y lo hundió sin preparación ni piedad. Su polla se metió por completo en el agujero con velocidad, embistiendo todo el camino hasta las pelotas. Justin apenas se dio cuenta del bombeo hacia adentro y hacia afuera de su estirado agujero. El recluso se lo folló duro y profundo, estableciendo un ritmo constante con una variación entre embestidas cortas y profundas. El exceso de semen que goteaba constantemente de su ano le cubrió la polla en una película gruesa, lo que hacía que follar fuese absolutamente fácil. “Este hoyo ya está!” se quejó el hombre, viendo a su polla y los pelos de su entrepierna cubiertos por completo del semen que emergía de las paredes anales de Justin.

“Para de quejarte y disfruta la cabalgata!” dijo Serpiente, sentado a un lado viendo a los reclusos follar repetidamente al ex policía. Serpiente había adquirido un extraño fetiche de ver cómo Justin era follado de manera rutinaria por un activo tras otro activo, mientras montaban el trasero del joven oficial hasta el clímax una infinidad de veces.

“Lo disfrutaría si estuviese más limpio!” continuó el activo, embistiendo sin parar. “Este hoyo está tan lleno de semen que me está manchando por completo, es asqueroso!” La mente de Serpiente comenzó a pensar ante las quejas del hombre. De seguro el agujero de Justin ya estaba lo suficientemente grande para apenas sentir dolor por cualquier polla. Él y Martillo, incluso, ya lo habían doble penetrado en una ocasión, disparando sus calientes chorros dentro de su culo simultáneamente.

El ario se folló el culo de Justin por 5 minutos más, antes de tirar su carga dentro de él para luego sacársela con total disgusto. “Necesitas limpiar el culo de esta perra…, voy a quedar todo el día con este olor horrible!” se quejó, limpiando la masa de exceso de semen de su polla y sus bolas con una toalla antes de salir. Serpiente se levantó y caminó hacia la cama de Justin para examinar su culo. Justin realmente tenía un buen culo (grande para ser un chico blanco), era grande y parado, de color blanco, con unas nalgas lo suficientemente carnosas para esconder el agujero que había entre ellas. Serpiente tuvo que agarrar cada nalga con sus manos y correrlas hacia los lados opuestos para ver el brillante e hinchado ano que se escondía en el medio, haciendo pucheros mientras soltaba chorros y chorros de transparente semen desde sus adoloridos labios. Sus bolas y cama estaban llenos del semen que escurría de su culo. 40 hombres habían follado al ex policía hasta esa hora de la mañana antes del almuerzo y aún quedaban otras 12 horas, más o menos, antes de que se ‘apagaran las luces’.

Serpiente se inclinó aún más detrás de Justin para ver más de cerca y metió un dedo dentro del cremoso agujero. El dedo entró apenas tocando los labios anales. Caliente semen rápidamente cubrió el dedo de Serpiente. Lo sacó y añadió otro más, presionando dos dedos dentro de la hinchada cueva. Justin no hizo ningún movimiento mientras los dos dedos desaparecían dentro de su culo. Serpiente rápidamente metió un tercer dedo y luego un cuarto. Los cuatro dedos se deslizaron completamente adentro, seguido por el pulgar. Una vez adentro, sintió el cálido chorro de semen cubriendo sus 5 dedos.

“uhh…” gimió Justin, finalmente sintiendo algo. Él estaba completamente ignorante de que habían 5 dedos dentro de él. Serpiente torció sus dedos dentro de la cavidad anal y luego los retiró. El agujero rojo quedó expuesto una vez que los dedos salieron lentamente. Los dedos de Serpiente resurgieron del cremoso agujero, completamente cubiertos de esperma ario.

“Qué estás haciendo?” preguntó Martillo, entrando en la celda. “Caramba, hombre…! Tú y tus juegos!” gritó, mirando a Serpiente enterrar los 5 dedos otra vez.

“Me gusta jugar con las vaginas…” dijo Serpiente, sintiendo el agujero alrededor de sus dedos. “…sólo la estoy llevando al siguiente nivel!”

“Bueno…, vine para conseguir algo de culo antes del almuerzo, pero parece que voy a tener que conformarme con una mamada en su lugar!” dijo Martillo, caminando hacia la cabeza de Justin.

Martillo se bajó la cremallera de sus pantalones de prisión y sacó su pesada polla. Agarrando un puñado del cabello de Justin, le levantó la cabeza hasta que quedó al nivel de su polla. La boca de Justin se encontraba abierta y babeando, mientras Martillo apuntó la cabeza y la metió dentro. “Chupa esta verga, perra cerda!” le ordenó, embistiendo. La mente de Justin estaba en una completa niebla, se sentía como un surfista golpeado bajo una gran ola de agua en una tormenta de lluvia en medio del océano. No sabía qué camino estaba siguiendo y se sentía ahogado y asfixiado al mismo tiempo. Respiró profundamente en busca de aire, que se cortó rápidamente cuando la polla de Martillo presionó a través del anillo de su garganta empujando hacia abajo en su garganta abierta.

“Seeeeeeeeeeeeeee bebé…, eso es! Así es como debes chupar la polla de papi!” susurró Martillo, presionando su pelvis contra la nariz de Justin. Justin apenas gagueó ya que las pollas se habían convertido prácticamente en una segunda naturaleza para él. Los músculos de su garganta rodearon la gruesa polla blanca cuando Martillo comenzó a empujar y embestir sus caderas. La polla se movía de un lado a otro en su garganta, follando a fondo mientras Serpiente seguía jugando con sus dedos en el culo.

“Son unos malditos!” se rio Luke, entrando en la celda mientras se frotaba la entrepierna. “Veo que convirtieron al cerdo en piñata!”

“Esta mierda se merece lo peor!” dijo Serpiente, sacando sus dedos. “No hay nada peor que un puto policía!” añadió, empujando sus dedos de vuelta al palpitante agujero.

“Diablos!” respondió Luke, viendo prácticamente la mitad de la mano meterse dentro del culo de Justin.

“Un puto policía negro es peor, amigo!” dijo Martillo, sosteniendo firme la cabeza de Justin mientras goleaba su gruesa polla aria de 23 centímetros profundamente en la garganta del ex policía con cada zambullida. “Me encantaría hacer que uno se ahogue con mi polla!”

“Yo lo hice!” dijo Serpiente, sacando y enterrando sus dedos nuevamente. “Un policía negro me paró una noche junto a un amigo después de haber estado bebiendo en una vieja taberna en algún lugar. Hizo que corriéramos la camioneta hacia un lado de una carretera solitaria en el medio de la noche y trató de hacernos un alcotest!” recordó Serpiente, lo que provocó que Luke liberar su erección. Martillo escuchó intensamente mientras follaba la boca y la garganta de Justin con su verga de caballo. “Mi amigo Axe fue el que golpeó al policía primero, dándole un puñetazo en la mandíbula luego que nos dijo que no pasamos la prueba y que tendríamos que ir a la cárcel por conducir en estado de ebriedad. Mientras peleaban en el lado de la carretera, salté y comencé a pegarle también. Tomamos su arma y su radio para que no pudiera pedir refuerzos y luego esposamos sus manos a su espalda! Axe estaba listo para dispararle ahí mismo en medio de la carretera, pero después de la pelea mi polla estaba dura para algo de acción, así que le sugerí que el cerdo negro se comiera nuestras pollas si es que quería seguir con vida!”

“Diablos! Le follaste bien la cara? Llenaste su cara negra con semen?” preguntó Luke, pajeándose con fuerza.

“Lo echamos en la parte de atrás de nuestra camioneta y lo llevamos a unas cuentas millas lejos de la carretera en una zona en dónde pudiésemos divertirnos!” continuó Serpiente, empujando más y más su mano en el canal anal de Justin. “Él se puso a llorar y a suplicar por su vida, rogando que tenía una esposa e hijos que necesitaban de su apoyo! Le dijimos que nos importaba un comino sus bastardos y que tenía suerte de que no llamásemos a nuestros compañeros de ruta para ir a su casa a follar a tope a todo su familia! Con esa amenaza asechando en el aire, él estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que le pidiéramos! Le hice chupar nuestras pollas y comernos nuestros culos! Nos orinamos sobre él, le escupimos en la boca y le hicimos comer semen! Entonces Axe lo inclinó y le folló su gran culo negro allí mismo! El policía gritó y lloró mientras Axe lo follaba con más fuerza antes de tirar una gran carga dentro de ese jugoso culo! Luego hizo que el negro le limpiara la polla completa con su boca mientras tocaba mi turno! Te podía asegurar que era virgen sólo por lo apretado que era! El maldito hoyo más apretado en el que jamás he estado! Me corrí dentro de él y luego le hice chuparme la polla para que me la limpiara también! Nos fuimos y dejamos al hijo de puta ahí en medio de la nada con sus pantalones alrededor de sus tobillos y con nuestras corridas de semen goteando por su maldito agujero de mierda, mientras semen y meo salpicaban por todo su rostro y uniforme!” se rio Serpiente, recordando vívidamente.

“Diablos…, y qué pasó con el policía?” preguntó Luke, visualizando la escena completa.

“Quién mierda sabe? Asumo que le pareció una experiencia religiosa y se convirtió en un devoto chupapollas! A quién le importa?” dijo Serpiente, empujando más de su mano dentro del culo de Justin. Por primera vez Justin pareció darse cuenta de que algo estaba en su culo cuando sus ojos comenzaron a parpadear y gimió de dolor.

“Que maldita historia caliente, hombre! Me ENCANTARÍA follar el culo de un cerdo negro y dejar mis bebés arios nadando dentro de él!” dijo Martillo, follando la boca de Justin más fuerte. Agarró su cabello con más fuerza, tirando con fuerza de su cabeza mientras le daba de comer centímetro a centímetro de su hinchada polla blanca. “Puedo imaginar su gran culo negro abierto y goteando sus corridas! Recuerdan lo que le hicimos a ese matón negro de T-Bo?” se rio Martillo.

“Oh sí…! Dulce!” dijo Serpiente. “Necesitamos traerlo de vuelta para repetir!”

“Eso va a ser difícil, Sargento ya le dio su sentencia de muerte!” dijo Luke.

“Entonces tendremos que buscar a otro negro que tome su lugar! No debería ser difícil, la prisión está llena de ellos!” dijo Martillo, sintiendo su polla engrosarse en la garganta de Justin. “Será mejor que arreglemos algo pronto, necesito un coño negro en mi polla!” dijo, metiendo la polla profundamente en la garganta de Justin. “Ábrela grande cerdo…, aquí viene la corrida!!” le advirtió. Justin no tenía idea de lo que estaba pasando cuando la gran polla de Martillo se estacionó a sí misma dentro de su esófago y luego comenzó a disparar chorro tras chorro de espeso esperma rico y delicioso directamente dentro de su vientre lleno. El espeso líquido fluyó sin esfuerzo mientras se derramaba y formaba un charco con el resto de las sustancias viscosas que habían dejado sus hermanos arios. “Diablos, hombre!” añadió, justo cuando su semen se disipó.

Mientras tanto, Serpiente estaba ocupado jugando cuando su mano por fin entró dentro del culo de Justin. Sacó su mano del ovalado anillo extremadamente dilatado y sacó su endurecida polla de 22 centímetros de sus pantalones. Miró hacia abajo al abierto ‘O’ que todavía goteaba masas de semen, luego se la metió y comenzó a follar. El ano de Justin por supuesto no se sentía apretado, mientras comenzaba lentamente a cerrarse para recuperar su forma colapsando sobre la verga movediza de Serpiente. Afortunadamente Serpiente estaba sobreexcitado por el juego con la mano por lo que se corrió bastante rápido. Gritó triunfalmente mientras volvía a llenar el agujero de Justin con una nueva ola de semen. Luke se acercó mientras se pajeaba profusamente al ver el clímax de sus dos amigos dentro del ex oficial. Serpiente sacó su polla del culo de Justin y luego abrió las musculosas nalgas con sus dos manos con fuerza para estirar el agujero y así hacer un gran objetivo redondo para cuando Luke disparara su carga. Luke se pajeó su polla de 15 centímetros, luego apunto la cabeza en el hoyo de Justin y se vino. 6 chorros de cremoso semen salieron de su polla, cayendo directamente dentro del culo de Justin para encerar y lubricar aún más el interior adolorido e hinchado. “Maldito cerdo!” le gritó, perdiendo su semen mientras terminaba de pajearse. Tanto Martillo como Serpiente dejaron a Justin donde estaba, dejándolo con ardor en la cabeza y en el culo por el uso excesivo. Justin gimió suavemente, un dolor terrible se emitió a través de su culo cuando su agujero empujó hacia afuera parte del nuevo semen que le habían inyectado dentro.

“Vamos por el puto almuerzo!” dijo Serpiente, limpiando sus manos con una toalla. Justo cuando los 3 arios dejaban la celda, 2 más entraban para usar al ex oficial antes del almuerzo.


T-Bo había mantenido un bajo perfil desde su regreso de la enfermería unos días después de su gang bang ario. Lo que se había difundido es que había sido atacado por un solo ario y que había sido violado mientras estaba inconsciente en una escalera (una mentira para salvar su reputación). Los arios le tendieron una trampa al caído Cris Gardner, acusándolo del ataque y mandándolo para su ejecución con los Mandingos. Pero los negros en lugar de matarlo como estaba planeado por los arios, decidieron usarlo como ‘coño de prisión’, lo que causo que los arios reconsideraran su estrategia, decidiendo matar a Cris ellos mismos por dejarse ‘contaminar’ por polla negra. Fue entonces que Bruce Gardner (el padre de Cris) hizo un trato con el Director para que mudara a su hijo hacia el bloque de celdas de los Mandingos para su seguridad. Él prefería ver a su hijo vivo pero follado repetidamente por la población carcelaria negra, en lugar de verlo asesinado por los arios.

T-Bo sabía que si se sabía la verdad de que su culo fue usado por el grupo de arios, los Mandingos también se volverían contra él, convirtiéndolo en una total perra como lo hicieron con personas como Cris Gardner y Nakia Dawson. T-Bo no creía que pudiese vivir en la población carcelaria como una puta de prisión, dejar que cualquier hombre use su boca o su culo cuando lo desee. Pero al mismo tiempo sabía que si dejaba de hacer lo que le pidieran los arios, su secreto sería revelado. T-Bo todavía estaba pensando en las fuertes embestidas que recibió de la hermandad aria, cuando fue abordado por Duke.

“Qué pasa hombre? Estás bien?” preguntó Duke, leyendo la dolorosa expresión en el rostro de T-Bo mientras recordaba todas las pollas blancas que embistieron dentro de su culo.

“Nada hombre, estoy bien. Qué pasa?” preguntó T-Bo, jugando que nada pasaba.

“Recibiremos un paquete antes de que se apaguen las luces esta noche! Necesito que lo recojas para mi en la sala de recreación de la prisión. Puedes hacer eso?” preguntó Duke, preocupado de que su cuerpo pudiese estar adolorido.

“Lo haré, Duke! No te preocupes!” le aseguró T-Bo, listo para redimirse.


Más tarde esa noche, cuando los prisioneros comenzaban a terminar otro día de vida en prisión, T-Bo hizo su camino hacia la sala de recreación como se le ordenó. La sala estaba vacía, las pelotas y el equipamiento deportivo ya estaban puestos en sus lugares por el equipo de limpieza. T-Bo caminó dentro de la habitación, esperando encontrar a uno de los muchos narcotraficantes que Duke dirigía como el líder del Cartel de los Mandingos dentro de la prisión. Se paró en el centro de la habitación, revisando las sombras de cualquier forma humana, encontrando a 3 hombres blancos (supuso que eran arios) a sus lados fumando cigarrillos.

“Qué pasa?” preguntó nervioso, su violación anal estaba fresca en su mente.

“Buscando un paquete?” preguntó uno de los hombres, envuelto en sombras, solo su cigarrillo y su silueta eran visibles.

“Sí! Dónde está?” preguntó T-Bo, parado en el centro.

“No hay ningún paquete! Esto es una trampa!” dijo uno de los hombres, saliendo de las sombras. “El ario Sargento te marcó de muerte y me pidió que yo sea tu sicario!” dijo Gardner, acompañado de sus fieles ex oficiales Cooper y Blake.

“Po… por qué él haría eso?” preguntó T-Bo, dando un paso hacia atrás. “Qué fue lo que le hice?”

“Nada! Él sólo quiere ponerme una soga al cuello…” dijo Gardner, soltando humo de cigarro. “…tú solo eres el estúpido negro que quedó atrapado en el medio! Pero ten la seguridad de que Sargento obtendrá lo que se merece, en breve, mientras estamos hablando.” Sonrió Gardner, con malicia.

“Deberías estar agradecido, negro! Hemos salvado tu patética vida!” dijo Cooper, furiosamente.

“Qué sacas con salvarme?” preguntó T-Bo, tratando de averiguar si algo de esto era cierto.

“Ese es NUESTRO problema!” dijo Gardner. “No es de tu incumbencia!”

“Deberías estar aquí chupando nuestras pollas en agradecimiento, basura!” gritó Cooper, frotándose la entrepierna.

“Vete a la mierda!” gritó T-Bo, sintiéndose insultado.

“Todavía podemos decirle a tu pandilla que los arios hicieron un gang bang con ese dulce culo negro tuyo! No te pongas tan prepotente!” le recordó Cooper. T-Bo, se quedó en silencio mientras imaginaba a Duke, Marvin, Wyome, Asesino Peter, Genuwine y una gran cantidad de otros presos negros (ex pandilleros) turnándose en su culo. La imagen hizo que su virilidad se rompiera, mientras caminaba lentamente se acercó a los hombres blancos y luego se arrodilló.

“Que morbo!” dijo Cooper, sacando su erección y empujándola completamente dentro de la boca de T-Bo.


De vuelta en el bloque de celdas de los arios, los presos se preparaban para cuando se apagaran las luces, cuando de repente fueron invadidos por un equipo de guardias de la prisión vestidos con equipos antidisturbios y armas.

“Fuera de sus celdas! Ahora!” les ordenaron, haciendo que cada ario saliera al frente de sus celdas. Una vez asegurado el bloque, apareció el director Dennis Ellis, haciendo una inspección dentro de la población.

"Seth MacCatherty?" llamó, haciendo que Sargento diera un paso hacia adelante. “Arréstenlo!” ordenó Ellis, mientras guardias uniformados se apresuraban en arrestar bruscamente al ex sargento e instructor del ejército estadounidense de 60 años.

“Pero qué mierda es esto? Qué es lo que está pasando?” gritó Sargento, resistiendo a que sus brazos fueran inmovilizados detrás de su espalda y esposados. Los guardias lo arrastraron hacia el director, con los gritos y amenazas de los arios gritando en protesta. “De qué mierda me acusan?” preguntó Sargento, mirando a Ellis.

“Conspiración para cometer asesinato!” dijo Ellis. “Lo tengo todo grabado!” sonrió.

“Grabado? Qué conspiración? No puedes arrestarme! No con todos los secretos que sé sobre ti!” gritó Sargento, luchando por liberarse. El Director Ellis sonrió burlonamente, tratando a Sargento como si fuese un niño.

“A nadie le importa lo que diga un convicto!” le dijo, sin afectarse por las amenazas de Sargento. “Llévenselo al confinamiento solitario, lo registraremos oficialmente en la mañana!” ordenó Ellis, dándose la vuelta para irse. Sargento fue sacado del bloque de celdas en protesta. El resto de los agentes antidisturbios se fueron en fila india, vigilando que ningún ario atacara antes de que todos salieran a salvo.

“Esos putos tienen a Sargento! Qué es lo que vamos a hacer?” preguntó Martillo, pareciendo perdido.

CONTINUARÁ…