Oficial Valentín 17 (La visita a la cárcel)

OFICIAL VALENTÍN 17: LA VISITA A LA CÁRCEL. Jake y el Exterminador tienen un nuevo encuentro en la cárcel.

OFICIAL VALENTÍN – CAPÍTULO 17: LA VISITA A LA CÁRCEL

COMISARÍA-23

Los oficiales Jake Valentín y Miguel Cortez se encontraban sentados frente a una policía dibujante, para describir al chico que vieron con el oficial Reynolds la noche que fue asesinado en el parque. Ninguno de los dos hombres podía recordar mucho por su cuenta, pero juntos eran capaces de recordar cosas combinadas que la artista dibujó; los ojos, la forma de la cara, los labios delgados, una nariz larga y estrecha, los pómulos de las mejillas, el cabello desordenado, los ojos oscuros y la sudadera con capucha. Tomó un buen tiempo, pero cuando la artista terminó su composición, Jake no pudo evitar la sensación de creer que conocía a esa persona. Le estudió el rostro con detenimiento, pero no podía recordar dónde lo había visto antes. Desde que se convirtió en oficial, había conocido a cientos de personas en las calles, en accidentes y en conversaciones callejeras mientras patrullaba los barrios. Sabía que había visto al chico antes, pero no podía recordar dónde o cómo.

“Lleve esta foto a los medios, pronto!” dijo el nuevo capitán designado por el alcalde Edwards; el Capitán Miller, -un veterano con 20 años en la Fuerza y un amigo de hace mucho tiempo del alcalde Edwards. “Quiero este retrato en la portada de cada periódico de la ciudad!” ordenó. Pronto fotocopias del retrato estaban en todos lados como “Se Busca”. Los reporteros mostraban la foto mediante las transmisiones de las noticias, advirtiendo a cualquiera que haya reconocido a la persona de la imagen que llamara inmediatamente a la policía, por cualquier información que ayudara a arrestar al asesino del policía del Parque Fairmount. Los teléfonos sonaron rápidamente con llamadas anónimas (la mayoría conspiranoicos) que pensaban que conocían a la persona de la foto. Se tomó informe de cada llamada para ser investigadas de forma personal por la policía. Sería como buscar una aguja en un pajar, pero era todo lo que tenían.


JEFATURA DE POLICÍA

Jake Valentín no había visto a su antiguo compañero Bruce Gardner desde su arresto, y por eso estaba bastante sorprendido cuando recibió una llamada telefónica del ex oficial directamente desde la cárcel. Gardner solicitó ver a Jake “a solas”, alegando que tenía algo muy importante que hablar con él. Cortez le dijo a Jake que se mantuviera alejado de Gardner, diciéndole que sólo quería “joderte más la cabeza”, pero a Jake le pareció la llamada demasiado convincente. Quería saber qué es lo que Gardner quería. Entonces a pesar de su buen juicio, aceptó reunirse con él.

Jake se sentó en una sala de 10 sillas que estaban frente a ventanas de vidrio que daban al otro lado a otra habitación con 10 sillas más donde los internos podían ver a sus visitantes. Un guardia estaba de pie al otro lado de la habitación, observando. Había otras 4 personas ahí en la habitación con Jake, hablando con otros internos a través de las pequeñas ventanas privadas. Otro guardia apareció, escoltando a Bruce Gardner hacia adentro de la habitación del lado de los prisioneros y le mostró la ventana en donde Jake estaba sentado. Jake vio la familiar sonrisa cruzando los labios de Gardner, la misma sonrisa condescendiente que solía llevar en sus días de patrullaje. La sonrisa que decía que Gardner sabía un profundo secreto oscuro que el resto del mundo desconocía. Se sentó y miró a través de la ventana que los separaba, a su antiguo compañero. Jake se sintió un poco incómodo sentado frente al hombre que robó su virginidad, el hombre que casi lo mató y que cambió para siempre su vida (para bien o para mal).

“Tengo que decir…, que estoy un poco sorprendido de que hayas aparecido. No pensé que tendrías las PELOTAS para venir a verme solo.” Sonrió Gardner, vestido con uno de esos famosos trajes naranja de prisionero. Jake sabía que Gardner todavía seguía tratando de intimidarlo, incluso tras las rejas.

“Estaba intrigado.” Respondió Jake, vestido con su ropa de civil. “Dijiste que tenías información sobre el asesino de policías que asesinó al oficial Reynolds…, realmente tienes información útil, o simplemente es puro humo para llamar la atención?”

“Piensas que eres la gran cosa porque estás del otro lado de la pared, no es así? Preguntó Gardner, lamentando haber subestimado tanto la buena suerte de Jake. “Déjame decirte algo, si estuvieras en ESTE lado de la pared, no serías nada más que una perra para mí, para Cooper, y para un montón de otros rudos y duros matones hijos de puta que querrían un poco de tu culo de maricón!”

“Pero yo NO estoy de ese lado de la pared…, así que tendrán que satisfacerse entre ustedes, follándote a ti o a Cooper.” Sonrió Jake con confianza, mientras se preparaba para irse. “Aparentemente no tienes nada que añadir…”

“Espera!” dijo Gardner, causando que Jake pausara y se re-sentara en su asiento. “Vi la imagen compuesta que mandaste a dibujar del sospechoso que está en la búsqueda de la policía. Puedo tener conocimiento de quién es esa persona…, pero quiero una especie de promesa de que cuando lo encuentres, no lo lastimarás.”

“No puedo hacerte esa clase de promesa, Bruce. Lo sabes. Cualquier información que me des, deberé informarla a los canales adecuados. No está en mi cargo tomar esa clase de decisiones.” Explicó Jake.

“Entonces no sé nada!” dijo Bruce, firmemente. Jake lo miró sospechosamente.

“Quienquiera que este chico sea, mató a un POLICÍA! Un compañero oficial! Alguien a quien tú conocías personalmente! Cómo puedes sentarte con esa información y vivir como si nada?” preguntó Jake, asombrado.

“Acaso te olvidaste de dónde estoy?” preguntó Gardner. “YA estoy en la cárcel, qué más me podrían hacer? Mientras tanto, el asesino del oficial Reynolds se sienta libre, con otros posibles oficiales en peligro. Es eso lo que TÚ quieres en tu conciencia, Jake?”

“Cómo se supone que debo asegurar su seguridad?” preguntó Jake, considerando la oferta de Gardner.

“Simple. Te diré quién es el asesino, lo atrapas y te aseguras de que tenga un buen trato para su sentencia. Creo que es más seguro para él estar acá conmigo, que allá afuera en las calles con esos gatitos felices en busca de venganza!”

“Está bien, está bien…, prometo que haré lo que pueda por proteger a quién quiera que sea.” Prometió Jake.

“Si me llegas a joder, Valentín…, te lo prometo, conozco a gente fuera de estas paredes que me deben favores.” Le advirtió Gardner.

“Es eso una amenaza?” preguntó Jake, sintiéndose un poco inseguro.

“Digamos que el Exterminador tiene sus recursos.” Respondió Gardner. Jake definitivamente sintió ponerse de gallina la piel detrás de su cuello. Sabía que Gardner era capaz de todo, habiendo tratado de matarlo dos veces en el pasado.

“Cuál es la información?” preguntó Jake, tratando de cambiar el tema.

“Cuando estaba teniendo mi juicio, vi a mi hijo Cristofer en la audiencia. Se suponía que él no debía estar ahí, cuando llamé a su madre, ella dijo que él escapó poco después de que mi arresto fuera televisado, ella no tenía idea de dónde estaba.” La mente de Jake retrocedió a la cena en la casa de Gardner y la única vez que recordó haber visto al hijo de 18 años del oficial. Jake recordó que el adolescente parecía gótico, solemne y retraído. Se preguntaba si el hijo de Gardner estaba drogado en ese momento. “El boceto del chico de la foto, se parece a mi hijo -Cristofer.” Dijo Gardner, llamando toda la atención de Jake. “Sé que está en la ciudad. Y después de todo lo que le pasó con Tempestad Williams…, me preocupa que se haya caído en un pozo sin fondo.”

“Qué quieres decir? Qué le hizo Tempestad Williams a Cristofer?” preguntó Jake, confundido.

“Secuestró a mi hijo, no mucho después de que él y sus secuaces se follaran a la esposa de Whitmen en esa cinta de video. Él…” Gardner tomó un hondo respiro y luego soltó un nudo que tenía en su garganta. “…él drogó a mi hijo, luego lo convirtió en un prostituto travesti.” Miró a Jake directamente a los ojos. “Hombres extraños se follaron a mi hijo. Cuando lo encontré, estaba totalmente jodido, gracias a esos negros bastardos! Lo envié lejos con mi esposa y mi hija, esperando que recibiera alguna clase de AYUDA. Pero desapareció tan pronto mi esposa se instaló en el nuevo lugar.”

“Y tu crees que Cristofer es capaz de asesinar?” preguntó Jake, tomando en serio la historia de Gardner.

“Quién sabe lo que un hombre es capaz de hacer cuando su espalda esta en contra de la pared?” preguntó Bruce, honestamente. “Cristofer es…, un niño sensible. Él intentó suicidarse “respirando” el gas de unos limpiadores de hornos con sus amigos punk. Él ha tenido problemas antes, pero su madre y yo habíamos sido capaces de mantenerlo lejos del peligro.”

“Y ahora él está sólo por su cuenta?” dijo Jake, más como un pensamiento posterior. “Dónde crees que él esté ahora?”

“Debe estar en nuestra antigua casa, o con alguno de sus viejos amigos; Nicolás Shawn o Tommy Diggs. Ellos viven en la misma cuadra, unas pocas casas más abajo. Estoy seguro de que debe estar en contacto con ellos desde su regreso. Cristofer no tenía muchos amigos. Eran sobre todo ellos dos.” Jake escribió los nombres mientras Gardner observaba. “Y qué hay de ti, Jake? Has hecho nuevos amigos desde que estoy aquí? Escuché que tienes un nuevo compañero. Cortez!” Jake levantó la cabeza de la escritura, sus ojos mostraban su sorpresa. “Tengo conexiones en todas partes. Sólo porque estoy en la cárcel, no creas que no sé todo lo que está pasando!”

“Si estuvieras menos concentrado en mi y más concentrado en tu familia, sabrías dónde está tu hijo.” Dijo Jake.

“No te pongas demasiado engreído, Jake. Pensé que te había dejado claro que no eres intocable allá afuera.” Dijo Gardner. “Este oficial Cortez…, folla tan bien como yo?”

“Vete a la mierda, Bruce!” espetó Jake, ofendido.

“No te vas a sentar allí y fingir que no te lo estás follando, o sí?” preguntó Gardner, sonriendo. “Te conozco Jake…, conozco que un caliente culo como el tuyo necesita vergas! Lo sé desde la primera vez que te follé!” Jake recogió sus cosas para irse, no queriendo someterse a ninguno más de los juegos mentales de Gardner.

“No sabes nada sobre mí, Bruce! Y Miguel no se parece en NADA a ti!” le dijo, mientras se preparaba para salir.

“Eso piensas? Quién crees que maquinó esa pequeña escena de violación que tuvo lugar entre ti, Cortez, Reynolds, Lewis y Peterson? Quién crees que le dio la información a Miguel que usó para tenderte una trampa en primer lugar? Aún crees que ese tipo es confiable?” preguntó Gardner, causando que la sangre de Jake se enfriara. “Así que no te hagas el superior y poderoso ante mí, pequeño marica! TU CULO ME PERTENECE!!” El guardia que estaba del lado de la pared de Gardner se apresuró a ver que pasaba. Agarró a Gardner de los hombros y tiró de él desde su asiento mientras Jake caminaba hacia la puerta de salida. Jake se dio una pausa afuera, lejos de los curiosos ojos de Gardner. Podría Bruce haber estado diciendo la verdad sobre Miguel? Estaba Miguel de alguna manera conectado con Gardner y los otros policías corruptos?

Fuera de la cárcel, Cortez estaba esperando a Jake en el auto. Jake le contó a su nuevo compañero lo que Gardner le contó sobre su hijo, pero dejó afuera toda la otra información. “Eso es todo?” preguntó Cortez, preguntándose si Bruce dijo o hizo algo para joder la cabeza de Jake.

“Sí. Vayamos a la casa de Gardner y veamos si su hijo ha estado allí.” Dijo Jake, guardándose el resto de la conversación para él solo.

LA CASA DE GARDNER

Jake y el oficial Cortez estacionaron su auto en la abandonada casa de Gardner. Los vecinos observaron mientras los 2 hombres examinaban las puertas y las ventanas, finalmente entraron por un lado desbloqueado de una de las puertas. Dentro, la casa completamente amueblada estaba vacía y polvorienta.

“Parece que se fueron a toda prisa.” Dijo Cortez, mirando alrededor de todas las cosas tiradas por todos lados.

“Sí…, escaparon cuando la policía estaba buscando a Bruce y a Douglas Whitmen. Todavía no sabemos en dónde está escondida la familia de Bruce.” Le informó Jake, revisando el montón de cartas en el piso frente a la puerta principal.

“Todavía tienes sentimientos por tu ex-compañero?” preguntó Cortez, esforzándose por no sonar celoso.

“Por Bruce?” preguntó Jake, arrugando su rostro con desagrado. “Nunca tuve sentimientos por Bruce.”

“Pensé que ustedes dos eran amantes.” Dijo Cortez, curioso.

“Nunca. Él era un violador, un racista y en general un tipo malo!” dijo Jake, de repente preguntándose cuántas de las cualidades de Gardner tendría Miguel ocultas en su interior?

“Supongo que no se puede creer en los rumores entonces…” dijo Cortez pensativamente, subiendo los escalones. Echó un vistazo a cada una de las habitaciones de los niños, luego se dirigió al dormitorio matrimonial de los Gardners. Jake entró mientras Cortez miraba alrededor de todo el desorden que había dejado la policía durante su investigación. “Toda la ropa ya no está. No parece que tengan planeado regresar.” Razonó Miguel. Metió la mano en una cómoda abierta y sacó un consolador de mano. “Parece que la señora Gardner olvidó a su amiga!” sonrió, colocándolo frente a su entrepierna mientras lo agitaba en dirección a Jake. Jake soltó una risa, riendo por primera vez desde el asesinato de Reynolds. “Quieres chupar esto?” preguntó Cortez, balanceando el consolador blanco pálido de 23 centímetros hacia adelante y hacia atrás mientras caminaba.

“Jajaja mantén esa cosa lejos de mi…, no sabemos ni siquiera si a esa cosa la lavaron la última vez que ella la usó!” se rio Jake. Cortez se lo acercó a la nariz.

“No huele a vagina.” Dijo Cortez. “Tal vez Bruce lo usaba en su culo?” sonrió, arrojando el dildo en un sillón de la habitación mientras agarraba a Jake entre sus fuertes brazos.

“No…” dijo Jake, luchando por liberarse.

“Por qué no? Quién nos va a ver?” preguntó Miguel, tratando de chupar el cuello de Jake.

“Es una escena del crimen!” luchó Jake.

“No es una escena del crimen…, es una vieja área de investigación que ha sido declarada inútil!” corrigió Miguel, mordiendo el cuello de Jake mientras le agarraba el culo sobre los jeans.

“No, Miguel…!” luchó Jake, sintiendo el paquete de su amante presionándose contra su pelvis.

“Vamos, bebé…, dame algo de vagina!” le rogó Miguel, seductoramente. Jake sentía las manos de Miguel por todas partes. Era como luchar contra un pulpo caliente.

“No Migue…, no aquí…!”

“Quiero algo de vagina, ahora!” insistió Cortez, tirando del cinturón de Jake. Aflojó la banda de la cintura y luego deslizó sus manos por el culo de Jake dentro de los jeans para tocarle el agujero. Jake empujó sus manos contra el fuerte pecho de Miguel para detenerlo, justo cuando los labios de Miguel alcanzaron los suyos. La lengua de Miguel se deslizó dentro de la floja boca de Jake, besándolo con fuerza. Jake jadeó cuando un dedo se deslizó dentro de su agujero. Cortez rudamente lo folló con el dedo mientras lo besaba y le metía la lengua hasta lo más profundo. Jake se sentía completamente abrumado de excitación por toda la pasión de Cortez mientras su propia polla se endurecía en su entrepierna. Dejó de luchar cuando Cortez brevemente rompió el beso, se lamió los dedos y luego añadió 2 dedos dentro del culo de Jake.

“No…” gimió Jake entre besos, sintiendo que su determinación se desvanecía. En el fondo de su mente, se preguntaba si algo de lo que había dicho Gardner sobre Miguel sería verdad? No quería creerle a Bruce, Dios sabe que él no debería, -pero Jake no quería poner su corazón en alguien que no valía la pena. Si Miguel se parecía en algo a Bruce, él necesitaba terminar esta aventura más temprano que tarde. Cortez desabrochó los pantalones de Jake y los empujó hacia abajo para exponerle todo el culo. Luego posicionó a Jake hasta que lo dejó recostado sobre la vieja cama de Gardner. Jake todavía podía oler el aroma de su antiguo compañero y el de su esposa en las sábanas. Cortez tiró de los pantalones de Jake hasta la altura de sus muslos, luego se inclinó detrás del joven oficial. Jake miró hacia atrás por encima de su hombro cuando su compañero Miguel presionó su rostro entre sus nalgas. Jake suspiró en ardiente pasión cuando la lengua de Miguel se deslizó sobre su sensible agujero.

“Migue…” gimió, sintiendo que su ano le palpitaba por la polla de su amante. Miguel empujó los cachetes hacia los lados y luego enterró su cara mientras insertaba su lengua. Jake sintió la lengua deslizarse dentro de él mientras se relajaba y apretaba sus músculos del esfínter sobre el húmedo músculo oral. Para ser un hombre heterosexual, Miguel sí que sabía comerse un culo -pensó Jake mientras le entregaba su trasero a su compañero. Cortez chupaba el hoyo de Jake como si fuese el clítoris de una mujer. Lo golpeaba con su lengua, lo chupaba con los labios y lo follaba con la lengua en cada oportunidad que tenía. Liberó su propia polla dura mientras devoraba el dulce agujero rosa. Una vez que estuvo seguro de que estaba lo suficientemente húmedo y relajado, escupió sobre su propia erección y luego la masajeó con su puño. Se puso de pie detrás del fuerte rubio, luego golpeó su dura polla contra la raja. Jake gimió suavemente mientras la cabeza se entrometía dentro de él, abriendo su apretada caverna mientras se hacía espacio hacia adentro. Su ano se extendía mientras la cabeza de la verga lo penetraba. Ella se hundió dentro de su estrecho conducto, adentrándose completamente. Jake se sintió inmediatamente lleno por completo cuando Cortez chocó su peluda entrepierna contra sus nalgas desnudas.

“Diablos, estás tan apretado!” suspiró, amando la sensación del culo de su compañero alrededor de su polla. Se aferró a las caderas desnudas de Jake mientras lo follaba por el culo. Jake tenía la parte superior de su cuerpo sobre el colchón, oliendo fuertemente el aroma de Gardner y el de su esposa que salía a través de las sábanas. Cortez embestía constantemente mientras Jake inhalaba el aroma del sexo de las sábanas. El olor actuaba como un afrodisiaco, enviando las hormonas de Jake hacia las nubes mientras Miguel le follaba el culo.

“Sí… dame ese culo apretado, bebé! Choca esa vagina contra mí!” gimió Miguel, disfrutando cada minuto del acto sexual. Le gustaba escuchar los gemidos de Jake cuando jadeaba con fuerza después de cada embestida. Le gustaba escuchar los masculinos gemidos de Jake, que se volvían cada vez más y más agudos a medida que su voz se elevaba con cada golpe profundo en sus intestinos. Lo folló más fuerte, haciéndolo gemir aún más fuerte. Cortez vio su gran verga latina deslizándose hacia adelante y hacia atrás dentro del desnudo culo lampiño de Jake que se la tragaba por completo. Casi había perdido la cuenta de cuántas cargas había plantado en el culo de Jake desde que lo conoció. Jake (por lejos) había sido el único hombre que continuamente había alojado la esperma de Miguel de manera constante. Ningún otro hombre, dentro de su poca experiencia, había recibido más de 1 carga de su preciosa leche, ya que nunca se había entusiasmado con un chico como para verlo de manera regular. Pero Jake de alguna manera era diferente. Había algo en su fuerte físico, su inocente persona, su transparencia y su insaciable necesidad por complacer que realmente atraía a Miguel. Jake era definitivamente del tipo deportista, -un imán para las chicas, que si él quisiera podría tener fácilmente una mujer envuelta en cada brazo. Pero en vez de eso prefería estar inclinado hacia adelante en la cama de Gardner, tomando la dura verga caliente del oficial Cortez en su culo. Se notaba que eso lo disfrutaba mucho. Miguel sintió que podría estar follando el gordo culo blanco de Jake por tanto tiempo como Jake deseaba que se lo follaran.

Cortez agarró a Jake por los hombros, levantándole la cara del colchón. Jake sintió que las embestidas de Miguel aumentaban mientras lo follaba cada vez más fuerte. Fuertes sonidos de embestidas llenaron la habitación mientras la polla de Cortez chocaba dentro y fuera del trasero de Jake cada vez más rápido. La propia polla de Jake estaba dura sobre sus pelotas. Se equilibró a si mismo, para mantenerse con una mano en el colchón y con la otra pajeándose la pija. Cerró sus ojos y se concentró en la sensación de la polla de su compañero. Al otro lado de la habitación, Miguel podía ver el reflejo de él y de Jake en el espejo de la cómoda. Vio a Jake pajeándose a sí mismo mientras él lo follaba. Vio el gesto de satisfacción en el hermoso rostro de Jake. Eso hizo que la verga de Miguel se volviera aún más gruesa y que palpitara dentro del conducto anal de su amante. Jake contuvo su aliento mientras el semen salía disparado de su polla, disparando rayas de esperma caliente sobre la cama de Gardner. Cortez sintió los espasmos del agujero de Jake alrededor de su polla y disparó casi inmediatamente dentro del succionador orificio. Ambos hombres se corrieron duro mientras sus orgasmos los golpeaban. Jake sintió la verga de Cortez saltando y sacudiéndose dentro de él. Su cabeza colapsó sobre el colchón mientras Cortez se mantenía aferrado a él para terminar de drenarse. Cuando terminó, lentamente la sacó, luego fue al baño a limpiarse. Jake todavía estaba recuperando su aliento cuando Miguel lo llamó con un grito. Jake se levantó inmediatamente de la cama y se subió los jeans.

“Qué pasa?” preguntó, siguiendo a Miguel hacia adentro del baño. El oficial Cortez corrió las cortinas de la bañera hacia un lado, encontrando el cuerpo de un joven pandillero negro adentro. Estaba desnudo y le faltaba la polla.

“Pero qué mierda!” gritó Jake, sorprendido.


SUPERMERCADO COMESTIBLES VERDES

Al ir a comprar, el ex capitán de policía David McConnell caminaba por los pasillos del supermercado con su lista de compras semanal. El tenía anotado todos los ingredientes para una gran comida de espaguetis con pan de ajo (a Malik le encantaba el espagueti con albóndigas). McConnell terminó rápidamente sus compras, luego revisó sus compras en la pantalla de ventas. La vendedora coqueteó como de costumbre, sin llegar a ninguna parte (como de costumbre) cuando McConnell recogió sus bolsas y salió de la tienda. En su camino por el estacionamiento, un joven caucásico se le acercó, preguntándole si tenía algo de dinero. El primer instinto de McConnell fue arrojarle algo de dinero al niño, sabiendo cuántos de estos niños mendigos quedaban atrapados en la prostitución cuando se acercaban a los hombres equivocados. Pero luego decidió hacer que el niño trabajara por su dinero.

“Por qué no cargas mis compras hasta mi auto?” le ofreció a cambio. El niño tomó las 2 bolsas de comestibles, luego siguió a McConnell hasta su auto. McConnell abrió la parte trasera, permitiendo que el niño colocara las bolsas adentro. El niño notó la “estrella” de policía en la ventana trasera del auto de McConnell.

“Usted es policía?” le preguntó, nervioso.

“Sí.” Respondió McConnell, antes de darse cuenta de que era una mentira. “Relájate.” Añadió, viendo que los ojos del niño se movían hacia ambos lados. “No voy a arrestarte por ayudarme a cargar unas bolsas. Toma…” le dijo, dándole al chico unos pocos dólares. El joven tomó el dinero, y rápidamente se lo guardó en los bolsillos. “Asegúrate de comprarte algo para comer con ese dinero, no te andes drogando!” le dijo McConnell.

“Oh, yo ya no me drogo, señor.” Dijo el joven, de manera honesta.

“Eso es bueno.” Dijo McConnell, caminando alrededor de su auto. Manteniendo un ojo sobre el chico, quién parecía recordarle a alguien. Lo miraba mientras el chico giraba lentamente para alejarse, cuando de repente tuvo un fuerte insisto para asegurarse de que el niño tuviese una buena comida nutritiva dentro de él (aunque sólo sea por una noche). “Ey!” gritó McConnell, haciendo que el chico se diera vuelta. “Te gusta el espagueti?”

“Claro…” dijo el chico.

“Eso espero. Cocinaré esta noche!” le ofreció, golpeando el pestillo de la cerradura del lado del conductor del auto. El chico rápidamente regresó y se subió. McConnell encendió el motor y luego salió del estacionamiento. “Mi nombre es David.” Dijo, extendiendo su mano para estrecharla.

“Cris.” Dijo el chico, agarrando la mano del hombre mayor.

“Encantado de conocerte. Después de que comas, puedes tomar una ducha y cambiarte de ropa si es que gustas. Y relájate… no soy un pedófilo!” sonrió McConnell, mientras conducía.

“No me preocupa eso, señor. He pasado por muchas cosas este último tiempo. Los pedófilos son la menor de mis preocupaciones.” Dijo Cris, mirando hacía afuera de la ventana del auto en marcha. McConnell decidió no presionar mucho al chico para que le diera información sobre su historia, por lo menos por el momento. Se imaginó que el chico estaría listo para hablar después de una ducha caliente y una buena comida.

CONTINUARÁ…