Odio el autobus

Odio el autobús, siempre va hasta arriba por las mañanas y el viaje es muy incomodo... hasta que un día...

Odio el autobús

Odio el autobús, siempre va hasta arriba por las mañanas y el viaje es muy incomodo... hasta que un día...

Otro día al trabajo pensando en llegar lo antes posible y salir lo mas rápido posible. Otra vez el metro comunicando avería en línea, así que no me queda mas remedio que coger el 28. Diez minutos de espera, dos autobuses llenos y por fin puedo subir al tercero. El conductor con su cantinela de "al fondo hay sitio" obliga a los pasajeros a apretarse hasta que sube todo el mundo de la parada.

Consigo llegar hasta la mitad antes de que la masa me impida el paso. Ni pensar en leer el periódico, no hay espacio ni para poder agarrarse con seguridad. La gente a mi alrededor tiene cara de circunstancias, mirando hacia cualquier lado y evitando el contacto visual con los demás. Hasta que la veo, parada a un par de metros de mi, me mira sin disimulo y cuando la miro sonríe disimuladamente.

El conductor del autobús intenta que lleguemos a nuestro destino lo mas movidos posibles, frena y acelera como si fuera el solo, y con tanto ajetreo la chica se va a acercando hacia donde estoy agarrado, hasta que acaba prácticamente apoyada de lado contra mi.

Frenazo, acelerón, frenazo, acelerón y mientras tanto los roces se van haciendo mas intensos. Tanto acercamiento que mi pene empieza a coger un tamaño considerable. Ella se da cuenta, me mira con una sonrisita sardónica y se acomoda apoyando su culo en mi paquete, dejando que se roce delicadamente. De repente se endereza y noto su mano en mi pene, me mira con una sonrisa picara y cambia la posición de mi miembro y se vuelve a apoyar de forma que mi pene queda entre sus glúteos.

El contacto ya es pleno, ella se mueve lentamente arriba y abajo rozándose con mi pene consiguiendo que mi erección sea ya plena y empiece a mojar mi slip. Huy, me he pasado la parada pero quien se mueve estando tan a gusto. La chica sigue moviéndose con suavidad hasta que se da la vuelta y clava su pubis en mi miembro. Se abraza a mi cuello y con una voz muy sensual me dice –Vas a llegar tarde al trabajo, y me da un beso suave en los labios.

-Bajémonos aquí.

Cogido de su mano bajamos del autobús rápidamente y nos dirigimos a un edificio de oficinas. Entramos y nos dirigimos al piso mas alto, donde nos dirigimos a los aseos. Entramos en el ultimo cubículo y me desato. La beso con violencia, con pasión, con deseo, mi lengua entra hasta el fondo de su boca, luchando con su lengua. Intercambiamos nuestra saliva mientras nuestras manos no paran de acariciar cada centímetro de nuestros cuerpos. Tiro de su pelo hacia atrás y empiezo a besar su cuello y voy bajando haciendo zigzag hasta besar sus pechos por encima de la camisa. La desabrocho con energía mientras sigo besando cada pequeño espacio de piel que queda a mi vista.

Su camisa esta en el suelo junto a su sujetador y mis labios luchan intensamente con la dureza de sus pezones duros y desafiantes. Mis manos acarician sus pechos bajando lentamente hasta el cinturón de su pantalón de cintura baja. Cada vez siento en mi boca los pezones mas duros y calientes y los gemidos de la chica se van volviendo mas largos y sostenidos. Esta a punto de correrse y sus manos luchan por desabrocharme el pantalón y poder coger mi miembro duro y palpitante.

El orgasmo llega con intensidad, fuerza, parece que se va a caer pero la tengo bien sujeta mientras consigo quitarla el pantalón. Sus pechos están encendidos de pasión y deseo deseosos de ser besados y adorados, pero mi boca va camino de su vientre, juguetea con su ombligo y mordisqueo el elástico de su tanga. Su aroma llena mi nariz y su humedad es mas que evidente. Bajo su tanga hasta las rodillas y mi lengua empieza a juguetear con su vagina. Beso, mordisquito, lametón y siento como empieza a temblar de nuevo, es el momento del ataque directo al clítoris el cual vibra al contacto de mi lengua y empieza a correrse largamente mientras agarra mi cabeza para no romper el contacto de mi lengua sobre su botoncito.

Me levanta con decisión mientras su lengua se introducía en mi boca con intensidad, sus manos pajean mi pene que esta en una situación de excitación total. Su boca se acerca a mi miembro y noto su aliento cálido en la punta de mi pene mientras se recrea en su observación. Abre la boca y noto como despacito entra la totalidad en su boca, cálida, suave. La saca del todo y empieza a lamerla desde la base a la punta, una y otra vez, mientras me mira fijamente a los ojos. Mi pene empieza a hervir, no recuerdo haber estado tan excitado jamás, siento que estoy a punto de finalizar y se lo digo. Introduce mi pene en la boca y siento su lengua jugar, no puedo mas, me corro. Ella apretando mis nalgas con fuerza me obligada a dejarla toda mi leche en su boca, la cual va tragando despacito, recreándose con ella. Sus ojos no dejan de mirarme fijamente y su lengua sigue jugando con mi pene. No he perdido un ápice de potencia y estoy loco por poderla penetrar.

La apoyo en la pared y mi miembro se introduce sin dificultad hasta el fondo de su vagina. Es delicioso, siento como se amolda su vagina a mi pene, lo aprieta, lo estruja, esta tan caliente que siento como me hierve la sangre, empiezo a moverme con suavidad, hasta el fondo, cuando siento que mis huevos tocan su vagina la saco casi hasta el limite para volver a meterla hasta el fondo, así durante un buen rato en que voy acelerando mis acometidas, cada vez mas fuertes y rápidas. Ella girada sobre si me mira con ojos de lujuria, siento como cada vez esta mas excitada, mas caliente. Me para y me pide que me siente en la taza que va a cabalgarme. Sentada sobre mis piernas, se introduce el pene hasta el fondo con fuerza. Me cabalga con todas sus fuerzas, noto mis huevos como chocan contra su culo, como nuestro orgasmo se acerca a pasos de gigante. Su boca, pegada a la mía me besa con pasión, fuerza, deseo. Empieza a correrse con una intensidad inaudita, su vagina me aprieta el pene con ganas y me voy con la misma intensidad que ella. Ha sido un orgasmo muy largo, queda completamente agotada sobre mi mientras me besa con cariño en el cuello.

Después de cinco minutos descansando, se levanta y empieza a chuparme el miembro, con sensualidad, siempre mirándome a los ojos hasta que consigue que me corra en su boca otra vez.

Con una sonrisa, me besa en la boca, se viste y se va dejándome recuperarme.

Nunca supe como se llamaba ni la volví a ver pero… Creo que voy a viajar en autobús más... ¿no creéis?

Si me queréis hacer algún comentario escribirme a fjhh455x@yahoo.es