Oda al Orgasmo Femenino
Ya sólo por los orgasmos, merece la pena ser mujer...
(Versión revisada y actualizada 2007)
Desde que descubrí el autoplacer digital, a los 13 años, luego a los 16 la sexualidad a dúo, pasando por experiencias de diferentes tipos y la maravilla del consolador, hasta mi bisexual poligámica actualidad, podría decir casi sin equivocarme que habré llegado a los 2000 o 3000 orgasmos. ¡¡ 3000 orgasmos!! Eso se merece una oda, una oda al orgasmo femenino.
Hay orgasmos chiquitos y traviesos que llegan sin avisar:
-Uy... ¿qué fue eso? ¿Repetimos?
Orgasmos laaaaaaaargos como el orgasmo ascensor que sube, sube, sube ¡sube! ¡¡llega!! Y baja, baja, baja...
Para largo también el orgasmo montaña rusa que lo notas subir y lo vas temiendo:
-Ay que viene, ay que viene y es de los grandes..
Por supuesto, cuando llega es imposible no gritar y así hasta que llega abajo.
No hay que olvidar al orgasmo tardón, que no es que sea largo pero se hace largo. No sé por qué pero este me da a veces con el cunilingus:
-Te falta mufxo?
-Em.. no, ya casi.. no distraigas...
-Eftoy canfado... (dice él agotado de comer felpudo)
-Sigue, sigue, ya casi...
Jeje... y sabes que todavía falta pero anda que no disfrutas con el ir y venir de las olas de placer. Y una y dos y tres... yupy!!! No tienes la culpa de que tarde en llegar la ola grande, oh, bueno, a veces sí que provocas la espera expresamente, jejeje
Mención especial a los orgasmos sabrosos como el de tarta de fresa, que te mantiene en tensión, saboreándolo... con ese gustillo entre ácido y dulce, hasta que se detiene casi de golpe:
-Rico, rico...
Luego te notas la boca llena de saliva y con ganas de comerte al compañero-a de turno.
Violentos como el orgasmo látigo que te sacude todo el cuerpo como si te estuviera dando un ataque epiléptico y mueves la cabeza de un lado a otro, gritas quejándote a intervalos y cuando acaba te deja más muerta que viva y ni tu nombre recuerdas. Espectaculares y peligrosos estos orgasmos, sobretodo si te acuestas con un exorcista:
-Vade retrum!
O el orgasmo metralleta, parecido al del látigo pero con golpes más pequeños y cortos, agotador...
-Rata..ta..ta..ta.. ta.. ta.. ta....ta...
Otra variante violenta es el orgasmo caníbal, se da cuando, por la situación, no eres libre de gritar a gusto y entonces muerdes la almohada para acallar el grito... y si encuentras primero el hombro, el pecho o el brazo del compañero-a pues te desahogas en su carne... y cualquiera se suelta... Mala suerte para el contrario si te da en un 69...
El orgasmo alarma de bombardeo, que sube de golpe y se mantiene arriba, vertiginoso, todo recto, bien alto y, por lo general, acaba arriba sin llegar a descender. Neaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! (algo así). Como se te corta la respiración no llegas ni a gritar y te quedas todo el proceso con la boca abierta lanzando un profundo gemido. Para el que te ve en ese estado, da algo de susto.
Pero el susto más alucinante de toda mi vida, que realmente pensé que me quedaba, fue el del orgasmo llamado, no sin motivo, petite morte. Los culpables, los deditos de mi amante largos y constantes en búsqueda del famoso G. Llegué a un punto en que el placer resultaba doloroso pero aguanté porque vi que tenía posibilidades de llegar. Y sí, efectivamente, llegué... Se me nubló la vista, los oídos me zumbaban, caí en un estado de no-existencia total... Increíble y eterno pero por poco no regreso o_o
No todo es violencia, sacudidas, gritos... etc etc... también está el maravilloso pero difícil de encontrar orgasmo paraíso que suele darse vaginalmente. Qué puedo decir de esta maravilla de la naturaleza, que es dulce, largo, constante y tranquilo, que parece que no termina y aún cuando sabes que ya está, sigue embriagando tu cuerpo, zarandeándote suavemente por largo tiempo ... es como el buen desodorante "no te abandona" jeje. Tras un orgasmo paraíso, aunque estés satisfecha, el cuerpo te pide más y más... te conviertes en Venus hecha mujer y ésta será la noche del amor, quieran o no quieran, jum....
Pasemos a los combinados. El orgasmo dual, a dos bandas, clitoriano y vaginal a la vez ¡genial! ¡divino! Gusto indescriptible para el cuerpo. Es lo más parecido a un orgasmo paraíso pero con ritmo, cha cha cha. Dentro de los combinados también está el orgasmo a tres bandas, jejejeje... (no coments)
No hay que olvidar al mítico orgasmo múltiple:
-Ya... ya está... ¡Oh, no!¡no, no pares que sigue!... ahora sí ya está... ¡ay, que viene otra vez!...
Pero no hay que confundirlo con el orgasmo matemático: 1+1+1+1+1+1=6
Que no es otra cosa que orgasmos que acaban pero que te dejan tal gustirrinín que sigues a por más y te llegan en breve tiempo. Aquí lo divertido es competir con las amigas, a ver quien llega a más.
Y ya que nos metemos con las ciencias, también está el orgasmo filosófico:
-¡Dios mío! ¿Existo o soy sueño?
El orgasmo político:
-Yo de aquí no me voy...
Persistente el chico, digo... el orgasmo... En sus variantes más radicales es conocido también como el orgasmo ocupa "no, no, no nos moverán!!"
También hay orgasmos raritos, o sea, originales. Está el orgasmo risita, mira, te da por reír. El orgasmo drama, en este te da por llorar... El orgasmo kabrón que se corta a medio camino y te deja fatal... (na, se soluciona buscando uno nuevo).
Uno de mis preferidos pero realmente casi único y caprichoso es el orgasmo psicológico. Para que lo entiendan, no va de abajo a arriba sino de arriba abajo (de la cabeza a los pies). No se da por el roce en los genitales sino por el placer que se logra directamente en el cerebro. Dulce, lento, casi imperceptible, remolón y que te deja el deseo esparcido por todo el cuerpo. También es un buen preámbulo para buscar orgasmos más físicos y violentos.
Para psicológico, aunque no sé si calificarlo de orgasmo, está el orgasmo morboso. Es el placer y el palpitar que sientes en el sexo cuando estás siendo mala y traviesa con alguien.
- Grrrrrr... Yo ser dominatrix, tu esclavo mío...
Para acabar la oda, aunque no la lista, no podría olvidarme del orgasmo mimosín, tan pequeño y cariñoso que resulta muy ligero y apetecible a todas horas.
Me pregunto si habré descubierto orgasmos nuevos cuando llegué al número 5000. Seguramente sí, porque lo mejor del sexo es que evoluciona con la experiencia.