Obsesionada con mi vecina

Un deseo prolongado, que una vez hecho realidad, me llevaron a los niveles más alocados, dulces y exquisitos del placer sexual.

"Obsesionada con mi vecina"

Nuevamente presento a mis lectores otra, de esas tantas experiencias que deambulan por mi mente y mis recuerdos y que quisiera enmarcar en palabras escritas, para que el tiempo no me obligue a olvidarlas algún día.

Esta historia comenzó antes de la última que narré ( "Mi primita consentida" ), pero su verdadero desenlace fue casi tres años después.

Para aquellos que me leen por primera vez, recalco que soy una mujer bisexual, asumida desde hace más de cuatro años, en los que he contado con el estímulo y la comprensión de mi novio.

Después de aquella primera experiencia de "Cómo me inicié entre dos mujeres" , las ansias me comían por probar otro cuerpo de hembra. Luego, entre otras, disfruté de aquella maravillosa vivencia, donde "Probé el culo sabroso de la ex novia de mi novio" .

Para ese momento yo ya estaba totalmente adicta a la composición de curvas que ¡Gracias a Dios! existen y se pasean a nuestro alrededor todos los días con el nombre de "Mujer", y me convencí entonces, que no hay nada más placentero que dos cuerpos femeninos encontrándose, haciéndose y sintiéndose el uno al otro. Una vez que probé de este manjar… fue imposible dejarlo.

Fue así cómo nació en mi la inquietud de plasmar en un libro, una teoría que se instaló en mi mente y que se acrecentó en la medida que crecía mi interés por las féminas y transcurría el tiempo convertido en experiencias. Una pequeñísima parte de este texto, lo traduje en una reflexión interrogante "¿Todas las mujeres somos bisexuales?"

Durante ese proceder, mis deseos se fueron haciendo cada vez más implacables; las mujeres se convirtieron en mi terrible tormento, pues entre las ganas que se acrecentaban y lo novata que aun era, no podía equilibrar nada de lo que sentía o hacía… y me fui convirtiendo en presa de dichos deseos, sin remedio.

Estábamos recientemente mudados a aquel apartamento que compartía con mi pareja y vi a una chica joven, guapa y sonriente, que salía de mi edificio una mañana… Uffff, era inevitablemente deseable, pero además proyectaba en sus ojos, una picardía muy desarrollada para la edad que aparentaba su aspecto.

Me saludó con su mirada y una majestuosa sonrisa que a todos regalaba sin tapujos, y yo absolutamente sonrojada, pero de la pena de mi inmediata humedad, hice un gesto parecido al de ella, sonriendo amablemente para devolverle aquel enmudecido saludo.

Llevaba puesto unos shorts de jeans muy cortitos, que dejaban ver unas piernas blancas hermosamente torneadas y dibujaban un trasero grande y unas nalgas muy apetitosas; una blusita de tirantes medio transparente, a través de la cual se podía disfrutar de aquellos senos redondos y juveniles que apuntaban orgullosos hacia mí, aún cubiertos por su prenda íntima.

Me quedé atontada mirando a donde su cuerpo se movía, mientras esperaba frente al edificio a que mi novio me recogiera en el auto, el cual había ido a buscar al estacionamiento. Cuando él se acercaba despacio, pasó por un lado de la atractiva chica; al montarme en el vehículo se sonrió y mirando hacia ella me dijo

Unos shorts como esos tienes que comprarte tú

Jajajaja- reí divertida- pues lo que está dentro de esos shorts es lo que me gusta.

Por eso mismo lo digo, cómprate unos y ella sentirá lo mismo cuando te vea- dijo riéndose.

¿La habías visto antes? ¿Sabes dónde vive? – le pregunté con ansiedad

No. Quizás viva en este mismo edificio o al menos en la urbanización y está aquí visitando a alguien.

Pues ojalá no sea de muy lejos… ya sabes como me gusta una chiquilla y ésta está para comérsela

¡Averígualo! - Me dijo sonriendo

Pasaron unos días y me encontraba arreglando mi apartamento con la ex novia de mi novio, quien había venido de visita a ayudarme a limpiar un poco (entre otras cosas…). Bajé a botar parte de la basura que habíamos recolectado, entre la que había unas cajas de pizza. Al salir a la parte trasera del edificio, la misma joven de aquella mañana, estaba sentada junto a otra chica… al verme me sonrió y me dijo:

¡Ajá!!… comiste pizza y no me invitaste - Yo le respondí rápidamente

No sabía dónde encontrarte y mira que te busqué por varios edificios de la urbanización, pero es difícil cuando no sabes ni el nombre de lo que buscas… solo sabes cómo se ve.

Ella se puso colorada y soltó una carcajada

Me llamo Paola… y no tienes que dar muchas vueltas, vivo en este mismo edificio, exactamente debajo de tu apartamento; hasta puedo escuchar tus tacones a cada paso cuando llegas en las noches y cuando sales por las mañanas

¿Ah sí?.. ¡Ohhhh!! - Dije sorprendida… - ¿Y qué más has escuchado?- pregunté con mi afamada picardía

Jajajaja… hasta ahora, nada más… lamentablemente solo eso jajaja

Jajaja- reí, irremediablemente acalorada.

Tu novio sí es más callado que tú, no hace mucho ruido- dijo

Pero se hace sentir en el momento justo- expresé muy suave acercándome más a ella, como si le contara un secreto. Luego le dije- ¡Oyeeeee, pero veo que estas al tanto y pendiente de todo!

Es un edificio pequeño, todo se sabe, sobre todo cuando llega algo nuevo e interesante… ¿Te molesta?

Nooo, para nada, eres bienvenida para saciar toda tu curiosidad cuando quieras- le dije guiñándole un ojo, tratando de disponer de alguna inocencia que quedara en mi interior, sin encontrar ninguna ante aquel comentario.

Mira, te presento a mi amiga, Maricarmen, vive en los edificios de allá del fondo…- cambió de tema, aun sonriendo, mi nueva vecina.

Encantada Maricarmen, no les ofrezco mi mano para formalizar el encuentro porque las tengo un poco sucias, estoy aseando el apartamento.

Para qué las manos, si están los besos- dijo Paola a la vez que se acercaba dándome un beso en la mejilla, lo mismo hizo su amiga.

Oye y la próxima vez que vayas a limpiar nos avisas y te ayudamos, para algo somos vecinitas… - exclamó finalmente riendo, apoyada por su amiga.

Para mi gusto - les respondí - y ustedes cuando quieran visitar, solo toquen el timbre- dije ya despidiéndome del par de chiquillas que no daban descanso a su enorme curiosidad.

Una tarde, regresando a casa con mi novio, me la encontré cerca de las escaleras, la saludé con un beso y los presenté a ambos. Noté que lo miró con una mezcla de curiosidad e interés… era verdaderamente una chiquilla muy inquieta y siempre tenía una mirada de expectativa. Él, con la cortesía, la caballerosidad y la inteligencia que lo caracteriza, hizo contacto visual con ella, mientras le hablaba y observaba sus reacciones; estrechó su mano, le dio un beso correspondido en la mejilla y le dijo que estábamos a la orden, que nos visitara cuando gustase, que yo no tenía amigas en esa zona y que seguro me vendría bien una compañía tan grata. Nos despedimos así entre risitas causadas por los comentarios de mi novio y besitos que iban y venían.

Pasaron varios días en los que no volví a verla. Luego de tres semanas nos tropezamos un par de veces de entrada o salida del edificio, en los que apenas nos saludábamos con un beso y no cruzamos más de tres frases… yo me deleitaba mirando a aquella chica que fascinaba a mis sentidos, pero intuía que no le atraían las mujeres, aunque a mí me bastaba fantasear con ella.

Una noche llegué al edificio y vi la planta baja totalmente obscura, al entrar había personas afuera que no lograba distinguir, pregunté qué había pasado y me respondieron que se había producido un cortocircuito y se habían quemado los breker’s que correspondían a esa planta y lo estaban reparando, pero que los pisos de arriba no tenían ningún problema.

Me dispuse a subir a mi planta cuando sentí una voz que me llamaba por mi nombre, al voltear, era mi adorable vecina que venía encaminada hacia a mi:

¿Ves? me han dejado sin luz- me dijo al pie de la escalera, con una voz de niña malcriada y asustada

Sí princesa, ya vi… pero dicen que lo reparan pronto

Sí, eso me están diciendo desde hace tres horas cuando ocurrió el accidente y yo estoy espantada, le temo a la oscuridad.

Puesss… si quieres puedes subir un rato a mi apartamento, hasta que resuelvan el problema y hasta puedes quedarte a dormir allá si es que no logran repararlo hoy, hay una habitación disponible- ofrecí tratando de aparentar cortesía y no ansias y deseo

¿En serio?

¡Claro!! Te dije que podías ir cuando quisieras, creo que este es un buen momento. Además te debo una pizza ¿Ya cenaste?

No, aun no ceno…. me caíste del cielo, espérame arriba que ya subo

Me emocioné, aunque sin muchas esperanzas. Subí, me duche rápidamente y pedí pizza por teléfono.

Pasada media hora aproximadamente, llegó; comimos, luego nos sentamos en la sala, escuchamos música y conversamos un poco. Al rato llegó mi novio, quien aunque ya tenía conocimiento de su visita, se mostró sorprendido, lo cual me causó mucha gracia. Saludó muy cortésmente y observé como Paola coqueteaba delicada y discretamente con él, eso me encantaba. Él se excusó a nuestro dormitorio, diciendo que estaba un poco cansado y que nos dejaba solas, que se sintiera cómoda que estaba en su casa.

Me disculpé con ella un momento y fui detrás de él para preguntarle por alguna sugerencia para con la dueña de mis últimas fantasías; le comenté que la cosa estaba un poco aburrida, que no teníamos mucho en común, ya que ella era bastante más joven que yo, y que de lo otro nada de nada, que eso estaba muy distante… él solo me dijo:

Ella tiene todo el potencial de sentir tanto como tú… si se lo puedes sacar y aprovechar, todo se dará solo, si la llevas hacia eso, ella se dejará guiar solita.

Acepté maravillada el consejo, pero no estaba muy segura de cómo llevarlo a cabo. Volví donde ella estaba y la vi en el mueble de mi sala, casi acostada, con los ojos cerrados

Un beso por tus pensamientos- le dije, haciendo que pegara un salto y luego una carcajada

¿Quién me dará el beso? – preguntó aun entre risas

Bueno pues, aquí arriba tienes solo dos opciones para escoger

¿Y puedo escoger a cualquiera de los dos?

Solo a cambio de tus pensamientos- dije sin estar segura de cuál era su interés, pero segurísima de querer averiguarlo.

Bueno, te diré en qué pensaba… anoche tuve un sueño rarísimo… soñé que encontré a mi novio con otra chica. Me enojé al principio, pero al ver que ellos no se detenían, sino que seguían besándose a pesar de mi presencia, me causó una especie de morbo. Luego la chica me miró y me hizo un gesto con la mano para que me acercara, mi novio hizo lo mismo, yo me quedé paralizada un momento y luego me fui corriendo.

¿Y qué sentiste?- pregunté

Ehhh… no lo sé, primero estaba molesta, luego sorprendida de que me invitaran a participar.

¿Eso te provocó? ¿Te excitó?

Pues… es raro, porque era mi novio el que estaba ahí con esa otra mujer, lo que quiero decir es, que el problema no es por ella, sino porque no creo que sea capaz de compartir a mi novio, ya sabes… la vanidad… los celos.

Es decir, que ¿No te molestaría hacerlo con una chica? Y… ¿Tampoco te molesta la idea de hacer un trío, pero que no sea con tu novio?

Puessss… nunca lo había pensado así pero… jajaja, la verdad es que ahora me da pena, se escucha morboso.

¿Y si es morboso qué? si es lo que sientes está bien, todas tenemos nuestras fantasías

Bueno, siempre he tenido curiosidad por las chicas, pero no me considero lesbiana, y honestamente creo que sí participaría en un trío, con una pareja como tú y tu novio por ejemplo… pero no estoy lista para eso; no sé si sea capaz alguna día, pero si lo soy, será dentro de algunos años jajaja.

A ver… ¿qué edad tienes? – pregunté reaccionando, luego de haberme quedado colgada unos segundos, cual vieja computadora, por aquella confesión inesperada y que no podía desaprovechar.

Tengo 18 recién cumplidos

Pues mi querida vecina, estás en la edad perfecta para descubrir misterios y vamos a empezar por esa curiosidad que te producen las chicas.

¿Quéeee?... ¡estás loca!! ¿Qué vas a hacer?

Matarte la curiosidad- le dije con picardía y acercándome un poco hacia ella, ya con las ansias desbordadas producto de mi inexperiencia.

Noooo, jajaja, ya me pusiste nerviosa, apártate para allá

Jeje, tranquila, soy inofensiva

Pues no se te nota, te cambió la cara… pareces una leona- dijo entre divertida y nerviosa

Yo solté una carcajada y le dije-

No digas eso, solo somos dos mujeres inquietas, tratando de explorar nuestra sexualidad. Tenemos la misma curiosidad y creo que se nos ha dado la oportunidad de saciarla (ella solo me miraba atónita, nerviosa y si se puede, aun más expectante). - Ok. Hagámoslo de esta manera - le propuse - tú quieres saber, por ejemplo, que se siente que una mujer te acaricie ¿Verdad?

Sí- dijo, tapándose la cara con un cojín del mueble, como sinónimo de pena

Extiende tus manos con las palmas hacia arriba y cierra los ojos

Estoy muy apenada- dijo muerta de la risa mientras extendía sus manos como le indiqué, antes de cerrar sus ojos – No me vayas a excitar demasiado jajajaja- rió de nuevo, los nervios la estaban matando

Yo sin pronunciar palabra, con la punta de mis dedos hice el primer contacto con su piel, eso erizo desde sus manos hasta su cuello y produjo la misma reacción en mí.

Comencé a acariciar muy suavemente la estructura de sus palmas, apenas tocándolas, me dejé llevar por su antebrazo y luego llegué a sus brazos, para regresar de nuevo a sus manos muy lentamente. Yo me estaba excitando cada segundo un poco más y veía en sus gestos y sus enmudecidos gemidos que lo mismo pasaba con ella, quien se iba acercando más a mí con cada contacto, sin abrir sus ojos.

Ya nuestras manos se acariciaban mutuamente la una a la otra. Entrelazamos nuestros dedos y abrió sus ojos quedando justo frente a los míos, se acercó un poco más y me dijo al oído con la voz entrecortada

  • ¿Por qué usar solo las manos… si para eso están los besos?-

Con una actitud triunfante y perdidamente excitada, acerqué mi rostro al suyo, acariciando nuestras mejillas la una con la otra, sintiendo como poco a poco nuestras pieles se erizaban sin freno alguno, su cara se restregaba con la mía… me acerqué a su oído susurrándole un beso, me prendí del lóbulo de su oreja, besé su cuello y escuchando como sus gemidos comenzaban a ser audibles y su respiración se hacía mas fuerte, seguí besando todo lo que estaba camino a su boca, usando mis labios y de vez en cuando mi lengua, solo para producir los escalofríos necesarios… añorando superar las ganas que ya sabía que ella sentía… haciendo ese beso infinitamente deseable y por supuesto, disfrutando cada milésima de segundo al lado de aquella dulce y provocativa niña-mujer, que a estas alturas me tenía absolutamente humedecida.

Besé su barbilla con besos pequeños y exquisitos, la mordí; subí lentamente a su boca probando solo su labio superior. Ella con la respiración galopante, entreabría su boca para recibir la mía, mientras sus ojos se apretaban aun más producto del deseo contenido.

Solté su labio superior después de saborearlo a mi antojo y ella se dejaba hacer. Ahora era su labio inferior el que apresaba en mi boca hambrienta, lo besé, mordí y succioné con un éxtasis difícil de explicar, tan suave, húmedo y sexy, que no tuvo más remedio que unirse a mi labor.

De un momento a otro, su boca sumisa pasó a ser la más febril y ansiosa de aquel beso. Comió de mis labios, tal cual hice con los suyos, pero sus acciones iban más a prisa, como si el tiempo nos fuera limitado; como si su deseo se desbocara; como si su fuerza fuera indomable

De esta manera, nuestros labios jugosos y sedientos, fueron dando paso a nuestras lenguas, que gustosas salieron a defender la batalla. Al sentir la suya chocando con la mía, con mis labios, sentí un escalofrío punzante que pasando por mi estomago, llegó directamente a mi sexo y me hizo estremecer. La tomé con fuerza entre mis manos como queriendo poseerla, fundirme con aquella boca y recorrí toda su cavidad con mi pedazo de carne húmeda, la penetré en su boca, chupé, mordí y de ese modo volví a tomar posición delantera en aquella guerra de besos y caricias… uffffffffff… estaba que explotaba ya, pero decidí tomármelo con calma.

¿Te gusta?- Le pregunté mientras veía como seguía con los ojos cerrados y la boca entreabierta… ella solo murmuraba

¡Sí… al-go!

La besé de nuevo, mientras bajaba la tira de su pequeña blusita… luego hice nuevamente el recorrido de su boca a su oído, pasé por su cuello acariciándolo con mi lengua y fui bajando por su hombro ya desnudo, lo mordí sutilmente mientras mis manos bajaban aun más su blusa.

Con mi otra mano agarré todo el contorno de su seno izquierdo, lo amasé con delicadeza, para no atropellar su excitación, ni confundir sus deseos. Ella respondió con gemidos suaves, como si temiera ser escuchada, sin embargo temblaba de una excitación que no podía controlar.

Bajé su blusa hasta descubrir su seno derecho, mientras el otro seguía tomado por mi mano izquierda. Al ver aquel ejemplar juvenil, cómo una vez más me miraba orgulloso desafiando la gravedad, pero ahora sin ninguna prenda de por medio… me acerqué también temblando de deseo… tomé su pezón entre mis labios y lo succioné como si estuviera alimentándome de él. Mi otra mano apretaba con más fuerza su otra teta, desnudándola también y mi boca besaba y lamía aquellos manjares, uno seguido del otro… mmm… sabía dulce, exquisito, no podía dejar de chuparlos.

Ella me tomaba la cabeza, me acariciaba la espalda y me quitaba los cabellos que estorbaban su visión de lo que mi boca le hacía a su pecho. Mi lengua jugueteaba con sus pezones y mi ritmo se iba acelerando, ya no tenía vuelta atrás, mi control se había disparado por completo.

Con su ayuda me quité la blusa, y ahora era ella quien tímida, pero muy sensualmente comenzó a comerme las tetas, las besaba y mordía como si lo hubiese hecho un millón de veces. Se veía tan apetecible… yo solo le preguntaba:

¿Te gusta?- y ella solo decía:

¡Algo!...

¿Quieres seguir?- ella no respondía, solo me seguía besando

Poco a poco le quité el pequeño short que traía puesto. Observé sus piernas desnudas… las acaricié con la yema de mis dedos, subiendo a partir de sus pies… cuando llegué hasta arriba, intenté bajar su bikini, pero ella se rehusó.

No, por favor, no me lo quites

¿Por qué no? ¿Acaso no me deseas también? ¿No estás tan excitada como yo?... Vamos, solo déjate llevar

No puedo… solo he estado una vez con mi novio, no he tenido sexo con nadie más, me da miedo, por favor entiéndeme.

¡No tienes nada que temer! Date la vuelta y acuéstate boca abajo- le susurré al oído con un tono delicado pero dominante.

Ella me miró confundida y no muy convencida, pero su deseo y curiosidad pudieron más. Aun con su hilo dental puesto, se acostó como le indiqué, dejando sus dos hermosas nalgas a mi vista.

¡Ufff niña, qué bella eres!- le dije al tiempo que me sentaba sobre su culo y me fui acostando sobre ella, aplastando mis tetas en su espalda- Me gustas mucho, desde la primera vez que te vi- le seguía diciendo mientras mi sexo se movía encima de sus poderosos glúteos y mi boca besaba cada centímetro de su espalda.

Te deseo mucho, quiero que sientas tanto como yo y que cumplamos juntas nuestra fantasía de hacer un trío… con mi novio- seguía torturando a su oído con mis palabras y a todo su cuerpo que se estremecía debajo de mí, mientras mi sexo bailaba una deliciosa danza, imaginando que penetraba aquel culito.

Dios mío… ¿Cómo logras hacerme sentir tanto? yo nunca me había sentido así… con nadie- reaccionó ella diciendo con un hilillo de voz.

Tranquila nena, disfrútalo- le seguía diciendo casi al borde del orgasmo- Dime que te gustaría estar conmigo y con mi novio a la vez.

Sí, me… gustaría mu-cho, él… me gusta… también- tartamudeaba producto de la excitación, y con estas palabras detonó mi éxtasis, provocando un orgasmo inmenso que me hizo gritar sin pudor, haciendo eco en la sala de mi apartamento.

¿Qué fue eso? – preguntó sorprendida ¿Estás bien?

Eso, mi pequeña… ufffffff… fue un tremendísimo orgasmo, ocasionado por el placer que me estás haciendo sentir- expresé resoplando del cansancio y la satisfacción- Y claro que estoy bien, mejor que nunca.

¿Y cómo se siente tener un orgasmo?- dijo ruborizada

Es una sensación única y maravillosa. No te preocupes, no tienes de qué avergonzarte, es normal que no hayas tenido uno, lamentablemente la mayoría de las mujeres pasan por eso, especialmente en las primeras relaciones de su vida, pero yo te enseñaré a sentir. No quiero explicártelo, quiero que lo vivas tú.

Mi inexperiencia me sobrepasó y sin calcular los movimientos futuros, realicé mi próxima jugada.

¿Quieres venir a la habitación?

No lo sé ¿Y él que va a pensar?

Que eres una mujer inteligente… y de paso estará feliz de que me complazcas

No sé, a mí me provoca, pero me da mucha pena, casi no lo trato, no lo conozco.

Me conoces a mí y eso es suficiente

La tomé de la mano y me encaminé junto a ella hacia la habitación que compartía con mi amor, sin previo aviso (error catastrófico). Al abrir la puerta, él estaba medio dormido, acobijado… se veía divino, como siempre. Al entrar ella a la habitación, su pena la sobrepasó y salió corriendo hacia afuera.

¡Mierda, la he cagado!- fue lo único que salió de mi boca

Mi novio se despertó, me preguntó qué pasaba, le resumí la historia y sonriéndose me dijo:

¡Ay mi amor! la asustaste, no debiste traerla así, es lógico que huya, y ojalá te quiera hablar siquiera después de esto. No la detengas, déjala ir. No la presiones.

Al salir a la sala, ya estaba vestida de espaldas hacia mí, recostada en la puerta.

¿Te sientes bien?- pregunté

No, perdóname, nunca debí hacer nada de esto- dijo girándose hacia mí - yo no soy lesbiana, mi hermana sí lo es y ha tenido bastantes problemas por eso. No puedo estar contigo y menos con los dos, eso va contra mis principios, yo no soy así.

Tranquila nena, no pasa nada, tú no eres lesbiana, ni yo tampoco, solo somos dos mujeres explorándose mutuamente, no hay nada de malo en eso, somos adultas.

Ábreme la puerta por favor, dijo ya entre sollozos, me quiero ir a mi casa.

Ok, ok, pero no te vayas así. Sécate esas lágrimas, no pasa nada ¿Ok?

¡Ábreme la puerta por favor!

Se fue ese día así, sin decir una palabra más. Me reproché muchas veces mi falta de prudencia y cuidado con los detalles, tenía mucho que aprender si quería compartir lo que deseaba con las mujeres, especialmente si no tenían experiencia.

Dos semanas después me la encontré junto a las escaleras, se puso nerviosa al verme, bajando la mirada, me saludó con un ¡Hola! a secas, al cual yo respondí con un beso cariñoso en la mejilla.

¿Cómo has estado? Tenía días que no te veía por acá ¿has estado ocupada?

¡Algo!

"ALGO"… Mmmmm… esa palabra me recuerda "algo"… ¿"Algo" para ti significa: "mucho"?

Sí, significa: "mucho"- dijo mirándome a los ojos.

Me alegra saberlo… ¿Podemos conversar esta noche? Creo que tenemos algo pendiente de qué hablar.

Lo siento, no quiero volver a hablar de ese tema, podemos ser amigas si quieres, pero no pasará nada más.

¿Cuál es tu miedo? ¿Lo que sientes? ¿Lo que sentiste aquella noche?

Ella no respondía, solo bajaba su cabeza

Tu confusión es porque lo que sentiste conmigo, no las sentido nunca con un hombre, por eso crees que eres lesbiana como tu hermana y que la gente te va a discriminar como a ella ¿Verdad?

No es posible que tú me hagas sentir más que mi propio novio. Volví a hacer el amor con él y no fue ni cerca de lo que sentí esa noche contigo… por eso no puede volver a pasar.

Es normal Paola - dije tomándola del brazo para detenerla - las mujeres nos conocemos mejor, sabemos dónde y cómo hacernos sentir, además está el morbo de saber que estás haciendo algo nuevo, es más excitante y lo sientes más. No hay nada de malo.

Lo siento. No puedo- dijo al tiempo que se iba… nuevamente.

Hice muchos intentos después de aquella conversación. Mi desesperación era la misma de un adolescente cuando comienza a experimentar sus primeras relaciones sexuales. Mi deseo descontrolado por aquella chica, me hicieron obsesionarme con ella.

Se lo propuse de diversas formas, sabiendo que ella también lo deseaba, recordando sus gestos de placer aquella noche para mí inolvidable… pero ella no cedía… y yo comencé a distanciarme de la idea.

Pasaron un par de meses en los que no volvimos a hablar. Llegamos a media noche de una cena y había mucha bulla en la planta baja, parecía que venía de su apartamento, era como una especie de fiesta o algo así. Al entrar al edificio, la divisé entre la gente, de inmediato quité la mirada y me dirigí a las escaleras; mi novio que estaba parado frente a mí y también frente a donde ella se encontraba, hizo un gesto mirando por encima de mi hombro y en ese mismo instante escuché su voz decirme:

¿Vas a dormir ya?

Miré a mi novio aun sin voltear y él se sonrió y subió las escaleras, yo me giré lentamente, la observé muy seria, levantando una de mis cejas

¿Puedo invitarte una cerveza?- volvió a preguntar

No gracias… y no, no voy a dormir, voy camino a disfrutar de algo que tú no tienes… un hombre de verdad, que me hace el amor con inteligencia… Deberías probar, a ver si así aprendes a sentir y te quitas de la cabeza el temor estúpido de ser lesbiana, cosa que es traumática para ti.

Ups… eso dolió… pero no tengo a mano ningún hombre de verdad, hay puros niños en esa sala- dijo mirando a su departamento- y la verdad, prefiero disfrutar del tuyo, si es que aun puedo… pero especialmente de ti.

¿A qué estás jugando ahora?

A nada, solo que me he tomado algunas cervezas y parece que me han desinhibido… Me gustaría hacer todo con ustedes, pero aun no pierdo el miedo y la pena de que él me vea en esas… ¿Hay alguna forma de evitar que el sepa que soy yo?

Yo no estoy muy convencida aún de que de verdad vayas a hacer esto. Sí hay una forma, pero antes, debo saber que estás dispuesta de verdad- dije abriendo paso en la escalera, como señal de que subiera… y lo hizo.

La vi subir delante de mí y no lo podía creer, aun me encantaba esa mujer y el tiempo que tenía esperando por ella, había elevado aun más mis ganas y con ese solo acercamiento, me tenía nuevamente a sus pies… y ella lo sabía.

Ya en mi piso, pero aún sin entrar al apartamento, le dije que yo algunas veces llevaba a cabo una fantasía con él, en la cual lo amarraba a la cama y vendaba sus ojos con un pañuelo, como si estuviera secuestrado; él no podía ver ni tocar nada, solo sentir.

Lo hemos hecho varias veces y él por complacerme juega conmigo, sabiendo que esto me encanta - esto era por supuesto una improvisación de mi parte, creada con el fin de saber hasta dónde llegaría mi vecina - Esa es la forma de hacerlo, una vez vendado y amarrado no podrá saber que estás ahí, si no haces mucho ruido, obviamente.

Ella aceptó. Entramos y le dije que me esperara en la sala, que iría a la habitación a prepararlo todo. Por supuesto que puse a mi novio al tanto de aquella propuesta y dijo que me cuidara de ser yo quien cayera en los juegos de aquella chiquilla, que no perdiera el mando… solo que yo no sabía cómo hacerlo.

Todo quedó listo, salí a buscarla y le dije que él creía que había salido a buscar una copa de vino. Le coloqué un poco de mi perfume para que oliéramos parecido y le dije que se quitara la ropa.

Ella un poco nerviosa, con el temor de que él la descubriera, pero más decidida que la última vez, hizo lo indicado. La llevé de la mano a la habitación (una vez más), la cual estaba íntimamente iluminada, tan solo con el reflejo de la pantalla plasma, en la que se divisaban dos mujeres y un hombre en una película porno, que coloqué premeditadamente. Ella se notaba bastante acelerada y tímida a la vez, miraba todo a su alrededor, a mi novio, provocativo e "indefenso" acostado en la cama, la sexy película, los sonidos que ésta producía, los olores perturbadoramente excitantes que embriagaban el local y las dos completamente desnudas, una frente a la otra.

En un paso se acercó a mí y me besó con lujuria, me dijo al oído entre jadeos:

¡Cómo me encanta besarte!… Tengo poco tiempo, me estarán buscando y me llamarán en cualquier momento.

Comenzamos a tocarnos y besarnos, no cómo aquella primera vez, ahora la dulzura dio paso a la locura, aquellas bocas y lenguas descontroladas besaban y tocaban todo a su paso, mientras mi novio aparentaba no saber que tenía una compañera sexual.

Entre excitada y apurada, veía como aceleraba su paso, queriendo vivir todo a la vez. Toqué su sexo con mis dedos y me sobresalté al notar los excesivos jugos que la empapaban. Ella cerraba sus ojos del placer, sintiendo lo que mis manos le hacían. Luego me quitó la mano con brusquedad y se abalanzó sobre mí en el gran espacio que aun quedaba al lado de mi novio en nuestra cama 2x2, parecía ya no importarle mucho que él se diera cuenta de su presencia.

Comenzó a tocarme ella, mi también mojadísima vagina… quería dominar esta vez... y yo, presa del deseo que ella me producía, la dejaba hacer.

Metió dos dedos en mi sexo de un solo golpe, mientras chupaba mis tetas. Los metía y sacaba penetrándome casi con violencia, con una pasión desbordada, dominante, me sacó los dedos, me los dio a chupar y me pidió que me montara encima de mi novio, que quería verme haciéndolo con él.

Yo, como autómata, le obedecí encantada, sentándome a horcajadas sobre él. Me penetré, casi alcanzando de inmediato el orgasmo, producto de lo que todo aquello me excitaba. Cabalgué sensualmente, viendo como ella me comía las tetas y me miraba excitada y rápidamente exploté en un ¡¡¡¡aaaahhhhhhhhh!!!!... ¡¡¡oooohhhhhhhh!!!! Que me dejó exhausta sobre la cama.

Es tu turno - le susurré al oído.

Y la vi, lentamente subiéndose encima de él; se penetró en silencio, apretó sus ojos, mordió sus labios y cabalgó con frenesí… pero por mucho que sus gestos me expresaron su disfrute, su orgasmo no llegó. De repente, bajó lentamente de la cama y salió de la habitación sin decir una palabra, dejándome más que excitada.

Después de morder la almohada de la rabia producida, le quité la venda de los ojos a mi complaciente compañero, quien con su mirada me expresó un "te lo dije" que nunca salió de sus labios.

Salía la sala, ya ella estaba vestida, abrí la puerta sin mirarla siquiera, ella demoró unos segundos mientras me miraba tratando de decir algo y luego salió de mi apartamento.

Desde ese día mi actitud hacia las mujeres cambió radicalmente… sin aun llegar a mi madurez sexual, pensaba que la idea era ser dominante, nunca suplicar una caricia, ni un beso, sino todo lo contrario. Sin embargo esa chica no se salía de mi mente, aun me obsesionaba, pero ahora de manera diferente, quería poseerla a mi antojo, quería provocarla y luego pagarle con la misma moneda… y así lo hice.

Una noche más de tantas… unos tres meses después de aquella última, desde la cual nunca más hablamos, llegábamos mi amor y yo de una fiesta en la que había tomado un poco más de lo normal, no como para embriagarme, pero sí lo suficiente como para calentarme más allá de mis parámetros, que ya es mucho decir.

Entré primero mientras él se estacionaba… escuché música y unos alaridos femeninos, provenientes de muchas voces alegres juntas que salían de el apartamento de mi "dulce" vecinita… recordé de inmediato aquel último encuentro y sin pensarlo dos veces, me encaminé rumbo a ese lugar bullicioso.

Toqué el timbre y me salió la hermana (lesbiana) de Paola:

¡¡¡Hoooola!!! Dichosos los ojos que te ven niñata… Jejeje… no pudiste llegar en mejor momento.

¿Ah sí?

Pero claro…. ven pasa, le estamos celebrando la despedida de soltera a mi prima que se nos lanza al agua.

¡Uyyy!! pero esto más bien parece una fiesta "de ambiente"- dije con la imprudencia generada por el alcohol, ante aquel cúmulo de mujeres que bailaban unas con otras de lo más divertidas.

La sangre me bombeó a mil por minuto, olvidándome incluso de qué había venido a hacer a ese lugar, pero la memoria me volvió rápidamente cuando al apartarse un grupo de aquellas hembras que danzaban sensualmente, vi a mi vecina sentada, con los ojos enrojecidos por la bebida y la cara de ansias y confusión por mi inesperada presencia.

¿Entonces? ¿Vas a pasar o te vas a quedar ahí paradota?

Dame un minuto que mi novio está por entrar, se está estacionando, le aviso y me quedo un ratito.

Luego de avisarle y despedirme de mi novio, fui rumbo a la fiesta; estaba divina, la música era apropiada, la sala estaba llena de chicas de entre 18 y 35 años, y todas, por el tiempo que tenían ya celebrando y el licor consumido, tenían una especie de excitación que me envolvía

Una bella chica me alcanzó una copa de vino tinto y me dijo

Aquí estamos emborrachándonos con clase, te habría ofrecido champaña pero llegaste un poco tarde, ya se nos terminó- sonrió guiñándome un ojo.

Mira mi catira, tu bien lo dijiste - expresó Isabel - …esto parece una fiesta "de ambiente"… pero privada, eso sí. Algunas somos "de ambiente" y las otras se están ambientando jajajaja. Ya que es una fiesta de mujeres, pues hay que saber disfrutar entre nosotras y yo les estoy enseñando cómo- rió divertida con una expresión de deseo y picardía y también algo de ebriedad.

Pues por mí no te preocupes, yo soy como el camaleón, se adaptarme muy bien a cualquier espacio- la chica que me dio la copa de vino, tomándome la palabra me haló del brazo y me llevó a la pista de baile

Ya veremos que tan bien lo haces – me dijo

Uyyy… a mí que me encanta bailar con una mujer y esta preciosura que estaba como un bombón… entonces me deje llevar y desplegué todas mis artes sensuales del baile, haciendo que simulaba un papel que sabía llevar a la perfección.

La mayoría de las chicas que no estaban bailando, se volcaron a bailar también, unas con otras, todas revueltas entre sí. Isabel se colocó detrás de mí y comenzaron a enfilarse en una sola línea, me sentía como un delicioso emparedado, percibiendo en mi cuerpo los múltiples movimientos de todas aquellas hembras embriagadas y notablemente excitadas con todo este asunto.

Isabel se movía en círculos, recostando su sexo con mi "trasero provocador", frase que repitió a escándalos durante todo el baile, cambiando de vez en cuando la palabra provocador por "exquisito", como si lo estuviera probando de verdad.

Paola permanecía sentada, se mordía los labios, miraba su copa y luego volvía a mirar aquel espectáculo lésbico-colectivo, mostrando en su expresión un toque de celos, combinado con una no deseada aceleración de su lívido.

En medio de aquel baile interminable, que yo disfrutaba con esmero, colocaron una canción tipo reggaetón (creo, no soy muy conocedora de esos ritmos), cuya letra decía, "Mi vecinita tiene antojos…" u n grito a muchas voces se escuchó en la sala, pues en medio de toda aquella locura, yo representaba a esa vecinita, que pasó a ser en la fiesta, la agasajada del momento.

Volvieron a enfilarse, colocándose un grupo delante de mí, una tras otra y el otro grupito detrás, nos movíamos a un solo ritmo, cual gusano… y como si la cosa no pudiera ser mejor, se fueron turnando de una en una, detrás y delante de mí para pegarse a mi cuerpo… la que estaba de turno se colocaba posteriormente de última en la fila y así sucesivamente todas menearon su sexo con el mío y con mi culo, pues de vez en cuando me hacían voltear, para que cada una disfrutara de ambos lados… - ¡¿Qué es esto?!! Me están violando entre todas con la ropa puesta- pensé más que complacida.

Fue el turno de nuevo de la espectacular mujer que me ofreció la copa de vino, ella vestía una mini falda holgada de flecos, que se movía hasta mostrar más que sus piernas con sus sensuales movimientos. Se pegó mucho a mi cuerpo y colgó su brazo de mi cuello, pegó su frente a la mía y comenzamos a movernos exquisitamente, como si estuviéramos haciendo el amor… delante de todas… Mmmmm… era verdaderamente excitante aquella escena, tanto que mi tan deseada vecina no lo soportó más y reaccionó levantándose de su asiento.

Tomó de la mano a Isabel sacándola de la fila y comenzó a bailar con ella, no sé si para intentar provocarme o para convertirse ella en el centro de atención.

Las dos hermanas iniciaron un show, que parecía ya tener años de práctica, donde Isabel era el hombre y Paola la mujer. Esta última, se colocaba de espaldas a su aparente macho y se doblaba ofreciéndole su culo, el cual su hermana apretaba hacia sí tomándola por las caderas y se movía hacia adelante y hacia atrás, cómo si la estuviera cogiendo.

Ufffff… ahora sí que estaba a mil… todas las chicas gritaban aceleradas y azuzaban a Isa para que poseyera a aquella perrita. La chica que bailaba conmigo, me llevó de la mano hacia ellas y se colocó detrás de Paola, yo hice lo propio detrás de Isabel y así se duplicó la diversión erótica.

Después de un par de minutos, Isabel y la otra chica comenzaron a besarse por encima de Paola, que estaba en medio de las dos, el calor se hizo más intenso y todas boquiabiertas observaban la provocadora escena.

Tomé a Paola de la mano y la saqué de la "incomoda" posición, llevándomela al baño, aprovechando el afortunado descuido de todas con el extraordinario suceso, que prometía ser aun más intenso.

Llegamos al baño y cerré la puerta detrás de mí, la recosté de frente a la pared, pegando sus tetas a la losa fría y mi mano izquierda pegada a su nuca para evitar que moviera su cabeza apretujada. Recorrí con mi mano libre sus piernas de abajo hacia arriba, sintiendo su estremecimiento y notando con mi tacto, cómo su piel se iba erizando por completo.

Llegué a sus nalgas, las toqué por debajo de su falda… las apreté escuchando al fin un gemido de placer que salía sin reservas de su boca. Mordí su cuello y pasé mi lengua por él, luego fui bajando… besando con seducción el escote de su espalda, mientras levantaba su blusa con la mano que antes sostenía su cuello.

Mi otra mano seguía apretando sus glúteos, los masajeaba provocándole sensaciones que no podía reprimir y en el oído le decía:

¿Te das cuenta? por más que lo intentes, no puedes evitar ponerte cachonda conmigo. Te provoca que te coma… ¿Verdad?

Ella gimiendo, con sus ojos apretados, movía su cabeza asintiendo a lo que le decía

No importa con cuantos hombres te acuestes, nunca olvidarás lo sabroso que es estar con una mujer… eso nunca te dejará de gustar… siempre ansiarás que te lo haga, así como deseas ahora que te lo coma…- dije comprobando ya su humedad, apartando su hilo y resbalando mi dedo por toda su raja, de adelante hacia atrás, humedeciendo cada parte de su vagina, su clítoris y su culo

Mi pasión me superaba, yo estaba tratando de desquitarme de las calenturas que me había hecho pasar desde aquella primera vez que subió a mi habitación… pero no podía evitar disfrutar de todo aquello, que además veía cómo le estaba gustando a la muy cachonda.

Le mordí el lóbulo de la oreja suavemente y luego lo chupé con devoción, incitando con mi dedo una penetración que no terminaba de ejercer.

Ella dio un respingo y me dijo:

Hazlo de una vez, penétrame ya por favor… cómeme, hazme tuya… tienes razón lo deseo, siempre lo he deseado… no sabes cuantas noches he soñado contigo, humedeciendo mis dedos para tratar de sentir esto… y no encuentro nada parecido… por favor sigue…quiero ser tuya ahora mismo.

Sé que eso quieres- dije mientras le daba a chupar mis dedo embadurnados de sus flujos- …y me encantaría hacerlo… pero va a tener que ser para la próxima- dije soltándola y alejándome de ella

Es que hoy estoy muuuy excitada y necesito algo maaasss… ¿cómo decirlo?... como calentamiento estás bien, pero hasta ahí, pues me aburro de pensar que tengo que enseñarte como hacerme sentir… no tienes nada de experiencia y de paso eres muy poco activa… ¡Ya no estoy tan desesperada niña!- Su cara se transformó de la rabia.

Y yo que estaba dispuesta a subir contigo y hacer lo que me pidieras, pero te has vuelto una perra engreída- dijo más excitada que furiosa.

Dime cómo quieras- le dije tomándole la cara rudamente con las manos, pero ya se me pasó la ansiedad de principiante; ya puedo escoger lo que más me provoque… es más, tu hermanita sí que debe saber cómo hacerlo con una mujer y de verdad que no está nada mal- le dije en el oído aun sosteniendo su rostro - Por ahí nos vemos… cuídate… - y le planté un beso en la boca, soltándola a la vez… ella me empujó notablemente furiosa, mientras su cuerpo temblaba producto de la ira y la excitación que esto le producía… ¡De haberlo sabido antes…!

¡Oye!! Llámame cuando tengas al menos algo de experiencia, dile a tu hermana que te enseñe…seguro que la pasaremos bien- y salí del baño sintiendo el portazo detrás de mí y unas cuantas malas palabras.

Ufffffff… esa noche subí a mi habitación completamente cachonda. Hice el amor con mi novio de una forma casi brutal, con una pasión más que desbordada, pues a medida que le iba contando lo sucedido, me iba sintiendo cada vez más excitada.

A pesar de cuánto la deseaba, me sentía mejor después de esa noche, pues aunque hubiese podido tenerla a mi capricho, preferí darle una lección, para que al menos aprendiera con quien estaba tratando y dejar claro de una vez quien estaba al mando, no me importa si nunca más volviera a tenerla disponible como en aquella fiesta, aunque confiaba en que ella vendría hacia mí.

Unos compromisos laborales, me hicieron viajar junto con mi novio durante dos meses… al regresar, algunas cosas en el edificio habían cambiado, como si hubiesen pasado años… pero en especial una de ellas que me impresionó desagradablemente. Había inquilinos nuevos en la planta baja, ya que la familia que allí vivía se había mudado del edificio hacía ya casi un mes y nadie sabía a dónde… mi adorada vecina ya no estaba cerca… se había ido y una extraña sensación me invadió de inmediato poniéndome de muy mal humor… me había quedado con las ganas.

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Dos años después… en los que muchas mujeres abrazaron mis sábanas y múltiples y satisfactorias vivencias me convertían cada día en una Mujer más segura, decidida y directa, aprovechando al máximo mis nativos dotes físicos y mi adquirida y creciente experiencia en las ricas prácticas amatorias con las féminas y afortunadamente durante todo este tiempo acompañada del amor de mi vida, con el que ya compartía casi cinco años de unión… me vi cumpliendo un año más de vida… y había que celebrarlo

Familiares, compañeros, seres queridos y "amigas" nos invadieron el apartamento esa noche de fiesta, producto de las ideas de mi novio y la organización de varias de mis "amiguitas" juntas, lo cual me excitaba mucho.

Mi amor… estoy súper divertida, halagada, entusiasmada… EXCITADA… - le dije al oído en un pasillo medio obscuro, apretándome contra su sexo vestido, que me reconocía de inmediato- ¿Cuántos regalos me has dado ya el día de hoy? ¡Hey!! pero ya no más, es demasiado, guarda algo para el próximo cumpleaños jajajajaja.

Bueno pues, aun me quedaba uno… pero si quieres dejarlo para el año entrante está bien, ya le llamo

¿Ehhh?... ¿Le llamas?… ¿A quién?... No llames a nadie ¡Quiero mi regalo!

¿Segura?

Claro que estoy segura… ya no aguantas bromitas mi cielo jajajaja

Jajajaja, que consentida eres… Ok… Se trata de alguien que hace tiempo no ves, me la encontré en un restaurante hace poco mientras almorzaba y tiene muchas ganas de verte

¿Sí? ¿Y quién es?

Mírala tú misma… está allá esperándote- dijo mirando detrás de mí, hacia la sala donde estaban todos. Giré y me quedé impactada

Un mujerón de largas y hermosas piernas, acompañadas solo de una pequeña tela oscura que simulaba una falda, seguidas de un espectacular abdomen también semidesnudo y unos senos de ensueño… Recorrí a aquella hembra de pies a cabeza, en cámara lenta, digno de una película. Era una chica casi perfecta, a la que reconocí por su espléndida sonrisa… Paola, mi entrañable vecina.

Yo que tú iría hasta allá- dijo mi novio medio divertido, al ver cómo me descolocaba esa hermosura

Caminé hacia ella y no esperó ni un segundo para estrechar ese enorme y provocativo pecho contra el mío en un abrazo.

Felicidades bella, no sabes la alegría que me da volver a verte… te he extrañado - me dijo muy cerca del oído.

Ufffff… estás… uffffff… eres toda una mujer ya… ¡Estás… deslumbrante! – pude articular al fin, tomando una bocanada de aire y agarrando sus manos luego de terminado el abrazo, mirándola de arriba abajo, tratando de disimular lo que me provocaba, pues estábamos delante de todos.

Gracias… lo sé jajajajaja… pero tú estás como el vino, cada año te pones mejor

Ok… ¡Lo tomaré como un cumplido!... Jajajaja

Exactamente en ese sentido lo dije… estás más divina que nunca, ya me lo había advertido tu novio

Debo admitir que mi rostro se puso colorado ante aquel piropo

¡Oyeee!! No lo puedo creer… ¿Aún te ruborizas? … ¿Tú… la seductora más joven y sexy que haya conocido?- replicó riendo

¡Vaya!!! Al fin escucho una palabra que me gusta… JOVEN… jajajaja… No es cierto que sea una "seductora"… solo me gusta pasarla bien… como a todo el mundo.

Sí claro… me imagino. Bueno, en todo caso, quería que supieras que lamento

No digas nada…- interrumpí- no rompas el hechizo… jaja… y no te preocupes que lo sé.

Gracias… por hacérmelo más fácil.

La noche transcurrió aun mejor de lo que había empezado, las mujeres me tenían loca, no debieron juntarse tantas en la misma sala, estaba casi de manos atadas pero no podía negar que eso me divertía y excitaba mucho… ya tendría días para pasarla bien con alguna de ellas… pero Paola, no podía esperar más para estar con ella, me propuse esa noche no dejarla escapar sin comérmela entera… como tantas veces lo desee. Ya no éramos las mismas, ni siquiera nuestras ganas… ahora eran más grandes y fuertes y cada una sabía lo que hacía.

Las miradas y roces que compartimos durante toda la fiesta, me tenían a millón… ella se sonreía cada vez que se cruzaban nuestras miradas y mordía sus labios de una manera muy sensual, lo que la hacía irremediablemente apetecible… no solo para mí, sino para muchas de mis "amigas" que no paraban de preguntar quién era la "chica nueva".

La vi parada en el pasillo, como esperando a que se desocupara uno de los baños… inmediatamente me acerque a ella

Hey… ¿haciendo cola?

Sí… jeje… mucha gente, pocos baños

Oye pero ¿Cómo se te ocurre que te voy a dejar hacer cola?… si eres mi invitada de honor, es más, eres mi regalo de cumpleaños.

Ah sí, es cierto, debes brindarme servicio VIP

No faltaba más… acompáñeme usted..- dije dirigiéndola hacia mi habitación, para prestarle mi baño privado, al que entró riéndose

Gracias… Gracias… no me esperaba menos de usted jajajaja

Ufff… -resoplé… hacía calor y no era la temperatura del ambiente, era yo que estaba transpirando ya producto de mi lívido.

Entró al baño sin cerrar del todo la puerta, se veía un hilo de luz… la escuché orinar y hasta eso me produjo escalofríos… abrió la puerta ya vestida y comenzó a lavarse las manos mientras me preguntaba

¿Y cómo has pasado tu día…? ¿Muchos regalos?

Sí, más de los que esperaba- dije acercándome y mirándola directamente a los ojos

Me alegro por ti

Y no solo los regalos que he recibido… desde la mañana ha sido un día especial… fíjate que una amiga que lee el café, me leyó el mío por ser mi cumpleaños y me dijo que hoy sería un día de fortuna, no solo para mí, sino para 5 mujeres más

¿Ah sí? ¿Y por qué? - Dijo riéndose, previendo una jugarreta mía

Ella dijo textualmente, que si hoy lograba que 5 mujeres me besaran en los labios, me ganaría una fortuna en un futuro muy cercano… y no solo eso- interrumpí su risotada- sino que esas 5 chicas también tendrían su fortuna, por haberme besado este día.

Wooow… impresionante… ¿Y cómo te ha ido con eso…?

Bueno… llevo 4… falta solo una… la pregunta es… ¿Qué tal están tus ambiciones?- dije acercándome muy lentamente, hasta arrinconarla entre la pared y yo… pero sin pegarme completamente a ella, sin ejercer la más mínima presión-

Jajaja…. ¡Qué buena eres!… tú no crees en esas cosas y ni siquiera tomas café…- dijo recostando su cabeza de medio lado en la pared, mientras observaba mis labios y mordía los suyos

Noooo… ehhh… no tomo café… - me acerqué un poco más mirando también sus labios, notando como su nerviosismo y excitación crecían.

Bueno, de todos modos yo me he convertido en una mujer muy ambiciosa…- y de inmediato sentí sus labios sobre los míos, tomándome por el cuello de una forma sutil y apasionada… qué delicia, cómo extrañaba besarla, cómo la deseaba.

Nuestras lenguas celebraron su reencuentro, saboreándose hábilmente… mmmm… gemíamos mientras nos devorábamos… apretaba su trasero que había crecido mucho más, desde la última vez que estuvo en mis manos… ella acariciaba mi cuello, mi cara, mis hombros, mi espalda, como no sabiendo donde posar sus manos, como buscando algo… fue un beso laaarrrrgooo… divino

Mmmmm… oye… no me fio de ti… la última vez que estuvimos en un baño… - dijo su frente pegada a la mía, a lo que yo interrumpí

Oye… lo siento… sucedieron muchas cosas entre las dos, pero eso ya es pasado… ambas "crecimos"… literalmente- dije mirando sus pechos y bajando mi vista por su abdomen, "buceando" (explorando) lo que daba a mi vista.

Sí… ha pasado tiempo… y aun sigo esperando que alguien me haga sentir como tú

¿No has estado con ninguna otra mujer?- le preguntaba mientras le daba besitos excitantes en la cara y el cuello

Mmmm… ¡No!- respondió gimiendo, con los ojos cerrados

Pero… ¿Por qué?... oportunidades no te deben faltar… eres hermosa y estás demasiado buena.

Jejeje… Pues sí, pero no me han tentado mucho, nunca ninguna mujer me provocó como tú… las miro y a veces me gusta lo que veo, pero nada como para que haya valido la pena intentarlo, es como si faltara algo.

Woooow

Así que, como verás, no soy ninguna experta, por lo que me mandarás a volar de nuev

Mi lengua se introdujo en su boca, callándola… la penetré con pasión, atrayendo hacia mí su cabeza… mi excitación estaba en el máximo nivel… hasta que unos golpes en la puerta de la habitación nos sacaron de nuestro encanto

¡Diooos! – manifestó asustada

Tranquila la puerta está cerrada

Peor ¿Qué pensaran que estamos haciendo?

¡Orinando! Lo demás… ni en sus mejores sueños…. Dime que te quedarás esta noche

La puerta seguía sonando.

Vaaaa…- grité

No puedo quedarme… no esta noche… vendré mañana, te lo aseguro, confía en mí

Nooooooo… ¿Por qué?... no puedo esperar más nena

Los golpes en la puerta se hacían más intensos

Por favor, espera hasta mañana, ha pasado mucho tiempo, solo te pido un día más.

Ok ok ok…- dije abriendo la puerta y encontrándome con una de mis chicas enfurecida, acompañada de otras invitadas que tenían la misma urgencia. Paola, salió de inmediato dejándome con ellas.

¿Será que podemos usar tu baño? Aquí afuera está colapsado- dijo evidentemente molesta

Claro, pasen adelante… están en su casa- las guié hasta adentro y salí en busca de mi ex vecina… pero no la encontré, Paola había desaparecido de nuevo

"A esta chica solo le crece el cuerpo"- pensé en voz alta- "la mente la tiene del mismo tamaño"- tomé un trago a fondo blanco y me dispuse a atender a los invitados que quedaban

Pasada un poco más de media hora, la gente terminó de irse… yo estaba algo tomada y con la lívido elevadísima, sorprendentemente ninguna de las chicas se quiso quedar esa noche, no entendí porque, era mi cumple

Debieron incluso haberse quedado todas juntas…- le dije a mi novio un tanto molesta

Quizás… pero es que les pedí que no lo hicieran… les dije que te tenía una última sorpresa… y que era entre los dos

Woooooow… ¿más sorpresas mi amor?? … menos mal que mi corazoncito es fuerte jajajaja

Eso espero, porque esto te va a encantar

Me llevó a la habitación, me sentó en el cómodo sofá que tenemos cerca de la cama y con la luz apagada, iluminados con el reflejo de la TV… me dijo

Tu último regalo por el día de hoy… disfrútalo- y me besó apasionadamente, encendiéndome, como él sabe hacerlo con un beso.

Una música sensual comenzó a sonar… y vi aparecer en mi puerta a una espectacular figura de mujer vestida solo con un corset rojo… ligueros, botas de cuero largas y un antifaz hermoso adornado con plumas, que tapaba su rostro… todo combinado del mismo color.

Entró sensualmente a la habitación… se colocó de espaldas luciendo un muuuuy sexy hilo dental y unos poderosos e impactantes glúteos… No sé si me quede congelada, derretida, en coma, o qué… pero apenas sentía que respiraba…y por supuesto miraba

La chica comenzó a moverse de una manera exquisita, lenta… entró a la habitación, se sacó con los dientes unos guantes que cubrían sus manos y me los lanzó a la cara… vino hacia mí bailando despacito, acercó su sexo, apenas cubierto, a mi cara, luego se volteó y le dio el turno a su hermosísimo culo, al que hubiera podido tocar tan solo con sacar mi lengua… lo movía lentamente, provocándome… mi respiración se aceleraba, mi pulso era incontable… el alcohol consumido se me subía a la cabeza… esta chica era realmente exquisita

Mi novio sentado en la cama, sonreía mirando el espectáculo… y se deleitaba con mis reacciones y con los movimientos de aquella deliciosa tortura

La enmascarada soltó su corset con solo halar de unos tirantes que lo ataban a sus costados y lo dejó caer al suelo… meneó su cuerpo excitantemente, cual bailarina stripper y luego se comenzó a quitar el liguero poco a poco, hasta colgarlo de mi cuello

Solo su hilo dental quedaba prendado de aquella delicia… vino nuevamente hacia mí y se sentó a horcajadas sobre mis piernas, como si montara a un caballo… agarró mi cabeza acercándola a sus tetas… terriblemente provocadora… yo no la tocaba, solo la miraba… mis manos inquietas me reclamaban el castigo, pero yo no sabía hasta donde llegaría mi regalo.

Su piel estaba escarchada y olía a un divino perfume femenino mezclado con su envolvente aroma de hembra… sus tetas eran perfectas, no me importaba si habían pasado por cirugía o no… eran altamente exquisitas

Sentada sobre mí, comenzó a moverse sensualmente… como sí se penetrara con algo que yo no tenía, pero que nos estaba haciendo gemir a las dos, producto del frote.

Acercó su boca a mi oído y susurrando de manera muy sexual, dijo

Tócame… soy tu regalo de cumpleaños… puedes hacer conmigo lo que quieras

¿Lo deseas…?- le pregunté- Si no, no voy a tocarte un cabello

¿¿¿Que si lo deseo???... Desde la primera vez que te vi…- dijo al tiempo que se quitó el antifaz y comenzó a besarme apasionadamente

Paola… sabía que eras tú

En ese instante no supe cómo había pasado aquello, ni en qué momento lo habían planificado entre los dos… ya quedaría tiempo para averiguarlo… ahora solo quería fundirme con aquel cuerpo de hembra que se entregaba a mí, completo y totalmente excitado.

Nos seguimos besando desenfrenadamente, la halaba más hacia mí apretándola por su culo, pellizcando sus nalgas, abriendo aún más sus piernas y haciendo que su cuerpo se restregara con el mío, que ya comenzaba a quedarse sin ropa.

Luego que se deshizo de mi blusa y mi brassier, nuestras tetas se juntaron besándose también… los chasquidos de nuestros besos se escuchaban al compás de nuestros gemidos… desbocados… ya sin vergüenza, ni miedo, ni nada que frenara aquella pasión que se había detonado, delante de los brillantes ojos del hombre de mi vida.

Apartando hacia un lado su hilo dental, metí mi mano por debajo de su culo, acaricie desde su ano hasta su vulva mojadita… mi dedo pulgar se impregnó de aquella humedad y luego se ubicó en su orificio anal haciendo movimientos circulares con la facilidad que me brindaba su propia lubricación. Con la yema de mi índice, hice el mismo movimiento sobre su clítoris, logrando que gimiera tentadoramente, provocándome aun más, mientras su lengua jugueteaba con la mía y mis labios eran presa de sus chupetones y mordidas

El ambiente se hacía cada vez más cálido, yo estaba perdida en ese cuerpo de mujer, en su sensualidad, en su ricura… mis caricias íntimas la tenían en un clímax muy elevado, que la hacían moverse encima de mi mano… otro dedo tomo parte del juego, introduciéndose en lo más profundo de su cavidad vaginal, que me recibió complacida succionándome placenteramente

Ahhhjg… que ricoooo uhmmmm…- musitaba lentamente mientras se movía despacito

Apreté sus senos, uno por uno y luego los junté utilizando mi mano libre… pasé mi lengua por encima de ellos y un hilillo de saliva marcó mi ruta de deseo; luego mi boca comenzó a chupar sus apetecibles pezones puntiagudos, que parecían recordar mis caricias. Los mordía y estiraba, como castigándolos por tan extensa espera y después les daba besos húmedos, aliviando la exquisita mordida y consiguiendo que mi amante se contorsionara de placer, mientras mi otra mano seguía ejerciendo su función interna.

La tomé por la cintura haciendo que se pusiera de pie… con mis dientes comencé a bajar su solitaria prenda, mientras mi rostro iba acariciando el lado interno de sus muslos durante el camino hacia su desnudez… solo sus botas rojas quedaron pegadas de aquel cuerpo… y yo.

Admiré su belleza unos segundos y luego la traje hacia mí tomándola por sus nalgas… besé su abdomen deliciosamente. Mi lengua entraba y salía de su ombligo; bajaba y se deslizaba por toda su piel abdominal, su vientre, hasta acercarse lo suficiente a su depilado sexo, rodeándolo, acariciando sus costados con la punta de mi lengua… fui así dando besos y pequeños lametones en su monte de venus, hasta que mi inquieta lengua comenzó a hacer contacto con su clítoris… Mmmmm… fue magnífico tenerlo finalmente entre mis labios… lo probé primero, tenía un sabor exquisito, mezclado con su olor a hembra en celo.

Toda mi boca comenzó a trabajar succionando aquel botoncito que creció para mí… lo chupaba como si quisiera extraer algo de él, mientras mis manos la acercaban más a mí, embriagándome con su aroma y volviéndome loca de deseo

Me separé un instante de aquel manjar, la miré a los ojos y mientras ella seguía de pie frente a mí mordiendo sus labios y acariciando mi cabello, levanté una de sus piernas e hice que apoyara el pie sobre el sofá, para facilitarme el trabajo de disfrutarla y darle placer… así su vagina completa quedó a mi merced con su pierna encaramada y comencé a comer de ella

Tome sus labios vaginales entre los de mi boca, los succioné mientras los acariciaba con la lengua al mismo tiempo; recorrí con ésta su delicada área entre ambos labios, la repase por dentro y por fuera; subí poco a poco y acaricié la punta de su clítoris erguido… Mmmmmmm…. Su sabor me enloquecía, su textura, su humedad… estaba hipnotizada con su sexo y seguía mamando sin parar.

Luego de saborearla deliciosamente por toda su extensión externa, mi lengua se estremeció al visitar el interior de su vagina, que palpitaba ansiosa y desesperada, y que mi boca succionaba con cada embestida.

La escuchaba gritar y gemir, mientras movía su cuerpo en círculos y apretaba mi cabeza más contra su sexo, y yo la halaba más hacia mí oprimiendo su culo, masajeando sus nalgas, abriendo mi boca lo mas que podía, para que mi lengua penetrara muy a fondo su vagina, mientras seguía succionando toda su área sexual

Era tan delicioso, que no podía separarme de ella, estaba tan caliente por dentro, que me quemaba la lengua, pero eso no me detenía; mi boca estaba pegada como chupón a todo su sexo y mi lengua incansable seguía entrando y saliendo con devoción, haciendo que se estremeciera en un poderoso orgasmo que duró varias contracciones, hasta mezclarse con otro que la dejó temblando encima de mi cara, abrazada a mí, recostando su cabeza en mi espalda, mientras yo seguía bebiendo lo que quedaba de sus jugos… uhmmm cómo me gusta el sabor de esta mujer

Ufffff… la primera vez que tuve un orgasmo en mi vida, me acordé de ti… de aquella vez que acabaste encima de mi culo y que prometiste enseñarme a sentir… Yo de tonta no te dejé hacerlo… pero este orgasmo que me acabas de dar, me hace pensar que nunca había tenido uno de verdad jajaja o que definitivamente tú provocas reacciones explosivas en mí.

¡O las dos cosas jajaja…! Me alegro que te haya gustado- dije ya recostada en el espaldar del mueble, jadeando de cansancio y deseo.

Inmediatamente miró a mi novio, que ahora estaba de pie junto a la puerta, de frente a nosotras, y le dijo-

Tenías razón… todo lo que me he perdido… y creo que aún falta mucho más

La vi acercarse a él y comenzaron a besarse… ufffff… ¡Qué divino!... terminé de quitar mi pantalón, y me acosté en la cama, sin dejar de mirar como ella lo seguía besando y tocaba su pene por encima del pantalón con una mano, mientras le desabrochaba la camisa con la otra.

Lo terminó de desnudar por completo y con sus dos manos hizo crecer, aun más, el divino pene de mi amado, poniéndolo tan duro como una piedra… me miró excitada para ver mis reacciones y al mismo tiempo buscando una aprobación con su mirada, que no tarde en responder con la mía.

La vi bajar hasta su entrepierna, poniéndose de rodillas ante él, ambos de perfil hacia mí me daban una vista exquisita de lo que estaba a punto de comenzar.

Su lengua inició un recorrido por todo el esplendor fálico, mientras una de sus manos lo sostenía y con la otra se masturbaba. Comenzó a dar lametones en la punta y de vez en cuando lo succionaba, intercambiando excitantes miradas conmigo, que observaba desde la cama tocando mi clítoris suave y deliciosamente.

El huevo de mi novio cupo entero dentro de su boca, que lo mamaba experta y satisfactoriamente, según los gemidos que ahora provenían de él.

Su cabeza subía y bajaba, coreografiando una escena lasciva llena de morbo y una exaltada admiración por la única espectadora… yo.

Era todo un espectáculo en vivo, que disfrutaba en primera fila… no paraba de tocarme con mis piernas bien abiertas, mientras observaba cómo mi hembra se comía a mi hombre… y los veía finalmente juntos, besándose para mí

Ella seguía mamando y masturbándose a la vez, casi desesperadamente. Él la tomaba sutil y fuertemente por su cabello, acompañando el vaivén de su cabeza, que se movía al ritmo de su succión… lo sacó por completo de su boca y con su mano continuó dándole placer, moviéndola igual que había hecho con su boca. Ambos me miraron sonreídos y cachondos, tanto como yo

Lo quiero ver entre tus tetas- dijo la voz comandante de aquel regalo lleno de morbo

De inmediato mis deseos se materializaron, al ver cómo Paola juntó sus dos hermosos senos con sus manos y dejó caer entre ellos un poco de saliva, frotándolas posteriormente, para proseguir mi novio a introducir su pene entre el par de mamas, que gracias al buen tamaño de las mismas, podían cubrir en parte, el grosor de aquel miembro, dueño de mis placeres conyugales.

No sabría cómo explicar la sensación que me invadió en ese momento, en el que veía como mi novio hacía la "Rusa" con los senos de la mujer que más había deseado… y ella lo disfrutaba, chocando su lengua con la cabeza de su inquilino, cada vez que éste entraba por su pecho.

Luego de varios minutos de disfrutar de aquella ricura con la que se deleitaban mis ojos, indiqué a "mi regalo" que viniera hacia mí. Mi novio se quedó sentado en el sofá y ella comenzó a gatear por encima de la cama, cual felina caminando hacia su presa.

Después de besarla agarrando su cuello suavemente con mi mano, probando el sabor de mi hombre entre sus labios, la empujé por los hombros echándola hacia abajo, logrando que quedara acostada boca arriba sobre la cama… me senté sobre su abdomen y acerqué mis labios a los suyos, besándola nuevamente con toda la pasión y el deseo que aun quedaba dentro de mí por aquella mujer y que se hacía cada vez más insaciable.

Moviéndome un poco sobre ella, quedé arrodillada encima de sus pechos, casi sentada sobre ellos, sin hacer mucho peso… mi sexo caliente y mojado se estremeció con el contacto de uno de sus pezones duros y paraditos… y ella ayudando con sus manos, lo introdujo dentro de mi vagina haciéndome gritar de placer

Ohhhhh… que delicia, cógeme mi hembra… cógeme con tus tetas… Ahhhhhj… …hazme acabar así, no pares…- le decía mientras se movía debajo de mí y yo encima de ella, obsequiándome un gusto exquisito y lleno de lujuria

Sentía que me derretía de placer… mi cuerpo no paraba de moverse, hasta que me deshice como loba en un orgasmo bestial, aun con parte de su seno dentro de mi humeante vagina

Su mirada brillante, llena de deseo y excitación, me decía que quería mucho más, al igual que yo… y sin esperar a que mi orgasmo llegara a su fin, me levantó un poco, agarrándome por el culo y con mi ayuda me sentó sobre su cara para comerse lo que quedaba de mi orgasmo derretido… pero al sentir su lengua tocarme las paredes internas de mi cueva y al mismo tiempo salir y darse un paseo por mis labios vaginales, mi clítoris e introducirse de nuevo en mi sexo, me hizo retomar el camino hacia un nuevo clímax, dirigido por su boca

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhj… Pao corazón no te detengas… Oooohhhh es increíblemente divino como me comes

Ella tenía los ojos puestos sobre mí, y por supuesto su boca que parecía querer sacarme las entrañas, pues succionaba, besaba y comía de mí sexo como si estuviera hambrienta de él… ¡Qué delicia! Me estaba volviendo loca de placer y tomándola por el cabello salvajemente, producto de mi locura, apretando aun más mi sexo con su boca, y cabalgando sobre ella, exploté fuertemente en otro éxtasis, que parecía un torbellino dentro de mi húmedo agujero, del que resbalaban los fluidos que su boca no podía atrapar, producto de la exagerada generosidad del mismo

Ohhhh poooor Diosss nena… me estás acabando… esto es una locura… no te detengas por favor… ¡es un placer interminable! Ufffffff….

Me parecía exuberante la cantidad de orgasmos que llegué a profesar en solo unos pocos minutos encima de su boca. Era totalmente placentero y ni siquiera sentía el cansancio, tampoco mi chica parecía agotada, pues sus manos me sujetaban fuertemente por mis nalgas y las apretaba con tal firmeza y habilidad mientras me devoraba, que delataban el estatus de su excitación

Aparté mi sexo de su boca tratando de recobrar un poco de aire, me acosté al lado de mi diosa y ella de inmediato se giró hacia mí, quedando ambas frente a frente

Pruébate- me dijo antes de comenzar a besarme, regalándome pequeños y sexys lametones, que me permitían saborear su lengua y sus labios, llenos de mí- ¿Te das cuenta de lo divina que eres? Cómo voy a querer despegarme de ti.

Ufffff…- articulé entre besos- ¿Y todavía dices que no eres experta? Hasta con las palabras enloqueces.

Ella sonrió medio divertida y aun muy excitada, podía notarlo en sus besos, que prometían mucho más de lo vivido… esto aun estaba comenzando.

Miramos a mi novio, que permanecía quieto desde el sofá, apreciando desde su excitación, el show lésbico que le estábamos ofreciendo. Hicimos una seña llamándolo hacia la cama, donde yacían dos mujeres hambrientas de sexo.

Él sin mediar palabra se acercó a nosotras, se acostó en medio de las dos. Ella y yo comenzamos a besarnos nuevamente, por encima de él; los senos de Paola fueron un bocadillo que degustó el hombre de aquel acto sexual; los juntaba con los míos y los besaba todos juntos de una manera excitante y exquisita… De repente escuché a mi vecina decirle a mi novio

Métemelo… no aguanto más-

Ella se sentó encima de él y mi macho gustoso se acomodó dentro de ella clavando su pene en el interior de aquella hermosura, que a cada minuto se hacía más provocadora y que a mí me tenía totalmente embriagada. Despacito lo fue introduciendo hasta dejarla completamente penetrada, lo que ella aprovechó para comenzar a moverse desenfrenadamente, buscando mis labios para ahogar sus escandalosos gemidos.

Yo posada detrás de ella, la seguía besando y agarraba sus dos senos, cada uno de ellos llenaba toda la superficie de mis pequeñas manos, que los apretaban y masajeaban tan desesperadamente como ella besaba mi boca y cabalgaba encima de él. Era un espectacular " menage a trois" que los tres disfrutábamos en las diferentes posiciones, pues la excitación iba en aumento, llenando todos los espacios de tantos meses de deseo contenido.

Aun sentada encima de él, dejó caer su torso sobre su pecho, mientras lo besaba apasionadamente. La posición en la que se encontraba me dejaba ver su culito brillante y palpitante y comencé a lamerlo sintiendo cómo este se iba dilatando para mí.

Ojalá pudieras penetrarme tú también… ¿Te imaginas? – me dijo Paola- …hacérmelo ambos a la vez, uno por cada lado… sería un deseo hecho realidad, si los pudiera sentir a los dos juntos atendiéndome a mí… me haría sentir tan especial, que casi me corro de solo pensarlo.

¡No se diga más!… - dije corriendo a mi closet, donde guardaba a mi otro compañero de placeres… un consolador con arnés que me hizo comprar mi primita con los mismos deseos que acababan de ser confesados por mí adorada "vecina".

Me lo até de la cintura y metí mi lengua abriendo paso hacia su interior más estrecho, sintiendo la presión de su culo en ella, apoderándose de todo mi ser. Agarré sus dos jugosas nalgas con mis manos y las abrí más para seguir clavándola.

Ujmmmm… Me encanta… no demores más… quiero sentirte dentro, imaginar que me penetras con tu carne

Decidida a atender sus súplicas, me arrodillé detrás de ella, entre las piernas de mi novio, unté de mi saliva el miembro adoptivo que soñaba mío en ese momento y coloqué la punta en la entrada de su orificio. Ella ejercía presión hacía atrás, para penetrarse mejor y yo lo empujaba más hacia adelante. Uuffffff, casi pude sentir en mi propio sexo, como me iba metiendo lentamente dentro de ella y como me apretaba el pene con su poderoso culo.

La clavé por completo y como si la pasión me hubiera superado, comencé a mover mis caderas aceleradamente, enculándola con fuerza, mientras su vagina seguía llena de mi novio

Ella gritaba

Aaaaaaaaaahhhh…. Así mamiiiiii… no pares, dame duro, me gusta rápido y fuerte, asíiii… aaahhhhhh

Yo me movía hacia atrás y hacía adelante; ella me acompañaba haciendo círculos con sus caderas; mi novio movía su sexo hacia arriba y hacia abajo, penetrándola rápida y fuertemente, como ella lo pedía a gritos y la vibración de la suma de todos los movimientos, producía escalofríos de placer.

Paola, con fuertes alaridos, que solo puede entender quien ha sido penetrada por ambos lados a la vez, alcanzó un tremendísimo orgasmo. Al escucharla acabar, mi excitación se desbocó mojando de mis líquidos aquel miembro que llenaba el interior del culo de mi hembra y pocos segundos después, escuchamos acabar a mi novio, con las últimas embestidas que profesaba hacia el sexo de la bella mujer que estaba entre los dos, quien ya desvanecida se acostó sobre su pecho.

Me separé de ambos acostándome en un espacio de la cama, ella hizo lo mismo y luego me besó en los labios diciéndome:

¡Gracias por permitirme ser parte de algo tan especial y tan tuyo! Aunque ya no tengo fuerzas, te sigo deseando… más que a nada en el mundo.

Esa fue la primera verdadera relación sexual, de muchas otras que he llegado a compartir con esta bella y encantadora mujer, que aunque ya no era la tierna y dulce niña que una vez besé y que tímidamente me dejó acabar sobre su culo, seguía produciendo un enorme deseo sexual en mí, al que desde siempre he bautizado como "Obsesión por mi vecina", y que en lugar de disminuir después de esta primera vez, continúa provocándose cada vez que estamos juntas.

Gracias por acompañarme con su lectura. No esperaba que resultara tan largo, pero en verdad traté de resumir esta historia llena de facetas. Me agradaría leer sus comentarios.

Mujer