Obsesion y Pasion (y 2)
Continuacion relato trio obsesión y pasión
Toñi duerme en la habitación, sobre una mancha enorme de flujos suyos y saliva de Maria, sueña con el pene de Luis, la inmensa barra de carne que tanto placer le produce a Maria, y que ella no podrá sentir en el interior de su vagina.
En la plana de abajo, el fingido matrimonio está sentado a la mesa, completamente desnudos ambos, hablando en voz baja, con sendos cócteles ante ellos.
-Tiene el coño muy peludo – comenta Maria - ¿no has visto? En el baño no he parado de sacarme pelos de la boca.
-Si, lo sé, pero un chocho es un chocho. Me apetecía mucho ver como te lo comías.
-Lo que sea por verte feliz. Por cierto, ¿te has dado cuenta como te miraba la polla?. No se lo creía.
-Si. Es normal. Hasta tu alucinaste cuando me la viste la primera vez.
-Desde luego, son 25 centímetros de carne en barra. Como para no alucinar. Pero creo que Toñi no tiene demasiadas referencias y aún le ha impactado más.
Toñi se despierta boca abajo con el aire fresco recorriendo su espalda y sus nalgas. Tiene la entrepierna acartonada, por los flujos vaginales secos. Se levanta sin dificultad y se dirige al baño, aun somnolienta. Al asearse los labios mayores, a su mente llegan imágenes de un pene tan grande que no puede erguirse vertical, tan grueso que no lo podría rodear con la mano. Al secarse descubre que no solo se está secando el agua del aseo, pequeñas cantidades de flujo están volviendo a salir de la cálida cueva de su entrepierna.
Maria oye los ruidos del baño de arriba y dice:
-Parece que nuestra invitada se ha despertado.
-Si. Toñi – grita Luis – baja a tomar algo. No hace falta que te vistas.
Al momento Toñi se asoma a la escalera, va completamente desnuda, su blanco y maduro cuerpo resalta a contraluz. Baja la escalera con la mirada más coqueta de la que es capaz, se contonea sutilmente. Mira de medo lado el miembro de Luis, que se ve,reposando en su muslo, como una serpiente dormida, a trabes del cristal de la mesa.
A Maria le parece que se la ve más bella. La fláccida virilidad de Luis reacciona, con un movimiento involuntario, ante la imagen de una mujer total, una mujer sin adornos y arreglos artificiales. Ambos sabe que aquel atractivo que exhala es resultado de la sesión de sexo anterior.
-Ven – dice el hombre – siéntate entre nosotros.
-¿Quieres tomar algo? - pregunta una sonriente Maria
-No se... un licor de menta con hielo.
Maria se levanta a preparar la bebida, al mismo tiempo que Toñi se deja caer sobre la silla. Preparando las bebidas de espaldas a ellos, en un movimiento casi ensayado, Maria se inclina a coger un vaso de tubo del estante más bajo. La visión de los senos colgando y las posaderas expuestas, excita tanto a Luis como a Toñi.
Cuando Maria regresa a la mesa no se sienta en la silla, se sienta en la mesa teniendo entre las piernas a Toñi y depositada a pocos centímetros de su pubis la copa solicitada. Toñi apura en tres sorbos el verde licor de menta, dejando el baso retirado. Nadie dice nada. Toñi no se contiene y acaricia con un dedo la linea de pelos de la cueva de Maria, que responde con un suspiro.
-Mmmmmmrrrrrrr... - gruñe Maria - ¿me vas a devolver el favor?
Toñi quiere hacerlo, quiere probar el sabor de una vagina, beber de sus jugos, pero algo la contiene. Mira interrogativamente a Luis, que responde asintiendo con la cabeza. Toñi aprovecha para dar otro vistazo al ya rígido pene.
Empleando las dos manos, Maria se separa los labios mayores y los menores, apareciendo ante Toñi una raja de color rosa fuerte,brillante de humedad, como un pene en miniatura, de solo un milímetro, en la parte superior. Toñi agarra el endurecido clítoris con el indice y el pulgar, masturbandolo.
-Ssssssiiii... tira... tira de la pipita... aaaaaaaaaaah...
Maria se deja llevar por el placer de la torpe caricia. Se tumba lentamente sobre el frío cristal de la mesa. Siente falta de gracia en los manoseos de Toñi, pero el morbo de estar corrompiendo una mente no expuesta al sexo sáfico, la hace estar más excitada de lo que recuerda haber estado jamas.
Luis se pone en pie y se sitúa al lado de Toñi, para tener una mejor visión del contacto intimo. La visión no puede ser mejor: los dedos de Toñi agarran con suavidad la pipa dando pequeños tirones, como lo haría con un instrumento masculino.
Luis aun no ha tenido tiempo de disfrutar de la visión cuando nota como la otra mano de Toñi le sopesa el escroto, aunque, debido al tamaño solo puede hacerlo en parte. Con sus fuertes y suaves manos empieza a acariciar los pequeños senos de Toñi, pellizcando los reactivos pezones. Ve como las caderas de su esposa empiezan a moverse, él sabe que es síntoma de la excitación creciente.
-Chupa.... - implora Maria – chup... chupaaaaaaa... pasammmm.... aaaaaaaaahhh. Pasameeeeeeh... la lennnnn.... lengua.... mmmmmmmmmm....
Toñi se lo piensa, le parece asqueroso, pero ha decidido dejar de lado su conciencia. Deja la masturbación, mira la palpitante cueva, se acerca y le da al botoncito dos golpes con la puta de la lengua, no percibe ningún sabor. Sigue lamiendo a una velocidad inestable. Está disfrutando del peso de los testículos de Luis, ahora tiene la otra mano libre, sabe en que emplearla, la mueve velozmente la lo largo del carajo de proporciones imposibles.
-Sigue.... asssssiiii... - dice el matrimonio casi al unisono.
Tanto a Maria como a Luis, les da más placer el morbo de la situación que la habilidad de Toñi. Aprieta demasiado la polla y mueve la mano demasiado rápido. Mueve la lengua torpemente no atinando con el ritmo correcto. Saben que así no podrán terminar y que a Toñi no parece gustarle mucho.
Toñi se sorprende cuando la mano de Luis que sujeta firmemente su cabeza, tira de su pelo para apartarla de la vagina de Maria. Va de sorpresa en sorpresa, las manos de la salida pareja la guían para que se tumbe en la alfombra de pelo largo del suelo.
Maria al ver a su presa tumbada, expuesta, se lanza a por ella. Se tumba encima de Toñi rápidamente, dejando completamente de lado a Luis. Hace que las entradas de sus vaginas coincidan, empezando a frotarse frenéticamente.
Luis no puede hacer nada más que tumbarse junto a ellas y acariciar ambos cuerpos por todas partes. La torpe mano izquierda de Toñi le vuelve a pajear sin ritmo, no para hacerle disfrutar, si no para poder tener ese instrumento aunque sea en la mano.
Maria ahora siente el poder del que controla la situación, nota como a Toñi también le está gustando, todo el flujo que nota en sus ingles no puede ser de ella, eso la enerva hasta limites insospechados. No tardará mucho en correrse y quiere que Toñi se venga con ella.
Toñi nota la frotación de la húmeda cueva de Maria, también nota los jugos que manan de la suya. El calor que está sintiendo, pese a Maria, es más por tener el cipoton de Luis en la mano que por el hábil rozamiento de Maria. Nota como esa carne de su mano palpita como lo haría un corazón fuera del pecho. Es esa palpitación la hace que cada vez esté más cerca su propio orgasmo, no es el tribadismo con Maria, es esa carne viva es la que la tiene al limite.
Maria se viene con dos poderosos golpes de sus caderas sobre el pubis de Toñi. Es un orgasmo salvaje y duradero. Los dos golpes que dan las vaginas entre si, son palmetazos húmedos.
Al notar los chorros de jugos y los golpes en la entrada de su vagina, en su clítoris, Toñi se tensa apretando el cipote que tiene el la mano hasta casi cerrarla, siente un orgasmo dulce, suave que le llega como una brisa calida que le recorre todo el cuerpo.
El apretón en su cipote saca de quicio a Luis, que, fuera de si, se coloca entre las piernas de las dos mujeres, introduciendo con violencia su miembro en su mujer, que ha caído desmadejada sobre su invitada. La penetra sin piedad, apuñalandola con el cipote gigante que tan bien maneja. Las metidas son más profundas que nunca, el carajo desaparece por completo en el empapado coño. Lo saca en su totalidad para volver a meterlo con renovado ímpetu.
En el paroxismo de su orgasmo, Maria no se da cuenta de que los envites de su marido no son los habituales, están efectuados con una energía desconocida, casi como si la odiara. El dolor que siente por el furioso ataque no consigue más efecto que prolongar su orgasmo, aumentando su intensidad, es ya tan fuerte que le hace perder el conocimiento.
A Toñi su orgasmo la a dejado con ganas de más. Siente el peso de dos cuerpos sobre ella que la asfixian. Antes siquiera de empezar a tratar de zafarse, siente los golpetazos de las bolas de Luis en toda su vulva. En lugar de quejarse separa más las piernas para conseguir que los testículos le golpeen directamente el clítoris. Al cuarto golpe ya esta viniéndose.
La mezcla de los líquidos de las mujeres empapa el pelo de la alfombra. Sintiendo próxima su venida, Luis, ante la imposibilidad de meter más cipote en el estrecho agujero, lo saca más en cada envite. Hasta que en un certero movimiento, coloca su virilidad entre las dos encharcadas rajas.
Dentro de su inconsciencia, Maria, solo nota como la carne tersa y mojada se sale de ella provocandole una sensación de desagradable vacío, no siente como esa misma carne le frota su pipa, está saturada de sensaciones.
-Tomad.... tomad.... tomad.... - grita Luis – aaaaaaaaaaag... grrrrrrrrrrr... toda... aaaaaah... toda la leche... paaaaaaaaaj... vuestrosssssss.... putos coñosssss... aaaaaaaah...
El orgasmo de Toñi se ve prolongado por el carajo de Luis, que frota su pipa sin piedad. El peso de Maria sobre el cipote hace que la presión sea inmensa. Más flujos se añaden a la ya empapada alfombra.
Tras la eyaculación, Luis restriega la punta de su priapo por la totalidad de las dos rajas. Está tentado a meterla en Toñi...
Extractos del diario de Luis ** Lunes, 25 de Agosto del 2003*
El asunto con Maria parece que se ha liado por una tontería. No quería que me follara a Toñi, le he recriminado que esa era una actitud muy egoísta por su parte.
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Anoche se acostó en la habitación de invitados, esta mañana ya no estaba. No sé, supongo que su obsesión por controlarlo todo es la que ha provocado esto. Yo no tengo ninguna culpa de que se desmayara por la follada que le dí. Que se supone que debía hacer yo: guardármela y quedarme a dos velas
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Martes, 26 de Agosto del 2003
Esta mañana me ha llamado Maria, me ha dicho que se iba a buscar alguien que la follara mejor y en quien pudiera confiar.
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Son más de las 2 de la noche y aún no ha vuelto...
Extractos del diario de Maria * Lunes, 25 de Agosto del 2003
Ese cabrón se piensa que soy idiota, pues claro que se la metió a la puta pueblerina esa. Cuando me desperté estaban los dos sentados, hablando y riendo, yo tenia leche en el vientre... JA... buen truco pero no me vale se que la pusieron allí para que no sospechara. Además la cara de Toñi era para verla, de poker total, como si se hubiera quedado a medias.
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Ese hijo de puta se piensa que es un regalo para las mujeres. Solo porque la tiene enorme y sabe follar. Pero lo principal es la confianza, ¡¡¡Joder!!!, mucha fantasía mucho juego pero lo único que quiere es un coño donde meterla entera.
Extractos del diario de Antonia * Lunes, 25 de Agosto del 2003
La verdad no se si el kilometraje que me he metido ente pecho y espalda ha valido la pena. Desde luego ellos follan bien, pero después de el segundo polvo Maria se desmayo. Ojalá me hubiera desmayado yo, tener dentro un cipote como ese tiene que ser, uf, increíble, una mezcla de dolor y placer a la vez.
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Jueves, 4 de Diciembre del 2003
Hoy me ha llamado Luis, desde que nos reunimos en verano no había vuelto a saber de él. Por lo visto Maria se fue con otro, por lo visto todo este tiempo estubo creyendo que él me habia follado mientras ella estaba inconsciente, ¡¡Que más quisiera yo!!.
Luis quería que nos volviéramos a ver, los dos solos. Creo que no le veré. Ahora mi vida sentimental y sexual está más que arreglada. Aunque si no voy siempre me quedará el morbo por sentir tamaña polla dentro.