Obsesión con mi Suegra
Años de vivir con mi mujer y mi suegra , años de ver esas grandes tetas en mi casa , ese tremendo trasero .... como me prendía esa mujer de 57 años ... admirando su cuerpo muy distinto al de mi mujer, ya no aguanté mas y terminé confesando le a ella lo que sentía.
Luego de nacer nuestro primer hijo, la alegría de nuestro hogar, mi suegra pasaba metida en mi casa. Mientras ambos trabajábamos, ella se encargaba del cuidado del niño. Que mejor que la abuela para cuidarlo y de paso, encargarse de las cosas del hogar. Nunca me lleve mal con ella, al contrario nos llevábamos muy bien, por lo que nunca me molesto su presencia en mi casa, era parte de la misma y además cocinaba exquisito. Como ella es separada hace muchos años y ya no trabajaba, tenía todo el tiempo del mundo y no era raro que se quedara a dormir algunas veces en la semana.
Mi suegra es una mujer muy llamativa. Tiene grandes muslos, abundantes nalgas y sus tetas muy grandes, de estatura normal. Un físico que contrastaban notablemente con el delgado cuerpo de su hija, produciendo un morbo extraordinario en mí desde siempre. Aparte de su simpatía, sus ojos verdes, su boca sensual, muchas veces la vi con otros ojos imaginándome esas tetas en mi boca, pero algo normal que le debe ocurrir a muchos hombres con su suegra. Pero luego de un tiempo, esas quedadas casuales en mi casa, se hicieron mucho más frecuentes y ya prácticamente vivía con nosotros. Por lo mismo, eso de verla a diario, con camisas de dormir delgadas o ropa liviana, comenzó a despertar en mi un deseo más allá de lo normal.
Todas las mañanas, mi suegra se paseaba por la cocina, mientras me servía desayuno, con una bata blanca y sus tetas colgando sin brasier, bamboleándose todo el rato, en cada movimiento que ella hacía. Todas las mañana me iba a la oficina, pensando en las tremendas tetas que me había atendido o cuando salía del baño envuelta en una toalla, ufff , me dejaba caliente todo el día pensando en el exuberante cuerpo que ocultaba esa tela.
Fue así, como con el paso de los años, poco a poco se fue gestando una maniaca obsesión por esa mujer, que sin querer hacerlo, me calentaba a diario, fijándome mucho más en su cuerpo, en sus movimientos, queriendo estar cerca de ella, tocarla de alguna manera etc.
Ella no se daba cuenta de lo que me estaba provocando y actuaba a diario de la forma más normal, mientras yo me corría pajas secretas, escondido en el baño con sus bragas sucias en mi nariz.
Lo pensé mucho, leí muchas historias al respecto que no hacían más que calentarme nada más y a diferencia de estas, en mi caso no había nada, absolutamente nada, que me hiciera pensar que ella quisiese algo conmigo.
Paso mucho tiempo, años y mi obsesión no disminuyo, al contrario, con el paso de los años mi suegra engordó un poco lo que hizo que su culo y sus tetas crecieran aun mas , al igual que mi deseo por ella. Una calurosa tarde , ella se coloco a lavar una alfombra en el patio de la casa, mientras con la manguera tiraba el chorro de agua a la alfombra colgada, su polera se fue mojando y me dio un fabuloso espectáculo de sus tetas , transparentándose a través de la delgada tela, que fue la gota que rebalso el vaso, llegándome hasta doler el pene con la tremenda erección que me había provocado.
Ese mismo día mi suegra me hizo el comentario más tarde que me encontraba callado y si me pasaba algo, pero le dije que solo eran ideas de ella. Pero fue así, estaba extraño con ella, me sentía incomodo, la deseaba tanto que me llegaba a doler el estomago al verla a mi lado.
Fue tanto mi suplicio, que un día que estábamos solo, me volvió a preguntar y con la confianza que le tenía, le dije que en realidad me pasaba algo, que era complicado y que necesitaba desahogarme. Ella de inmediato se dio cuenta que lo que le iba a decir era algo serio y dejo de lado lo que estaba haciendo para prestarme atención.
No me anduve con muchos rodeos, solo le pedí que esa conversación quedara entre nosotros y que por favor no me juzgara por lo que le iba a decir, a lo que ella de inmediato me dijo que podía confiar en ella. Le dije que mi relación con su hija estaba muy bien, no tenía problemas con ella de ningún tipo, que la amaba, pero que hace un buen rato, que yo estaba obsesionado con otra mujer. Me miro sorprendida y comenzó hacerme preguntas respecto a ella, si había tenía algo con ella, si era alguna compañera de trabajo, y sin mucho preámbulo, le termine confesando que la mujer que deseaba tanto, era ella.
En un principio lo tomo como broma, pero cuando se dio cuenta de que lo que le decía era verdad, se borro la sonrisa de su rostro y se quedo muda, sin dar crédito a lo que escuchaba. Le dije que, como cualquier hombre, me gustaban los pechos grandes y que los de ella obviamente me llamarón la atención desde un principio, desde que estaba de novio con su hija, pero que esa atención, verla día a día, se fue transformando en algo muy distinto, me gustaba su forma de ser, su físico, como sus pechos involuntariamente me tenían loco y que fue una lucha interna por mucho tiempo por cambiar mis deseos hacia ella , pero que colapse, ya no aguantaba más y que prefería decírselo, obviamente sabiendo que no pasaría nada entre nosotros, pero ya era un desahogo, que eso era lo que me pasaba , que esperaba que no me juzgara después de esto, y que no cambiara nada entre nosotros.
Mi suegra no podía creer lo que su yerno tan francamente le decía, no sabía que decirme, que contestar. Estaba nerviosa, con rostro de pena, enojo, me pidió un cigarro, casi nunca fumaba, pero estaba nerviosa.
- No puedo creer que me digas eso , de verdad
- ¿no querías sinceridad? , bueno eso me pasa
- ¡ Pero como le puedes hacerle esto a mi hija!
- ¿hacerle qué? … No he hecho nada, es algo que se siente , no se puede manejar
- Pero no te entiendo, mi hija es joven , hermosa, delgada, estupenda , yo soy vieja , gorda, no sé cómo puedes pensar así
- Ya te dije , son cosas que uno no maneja, solo se siente
- ¿y qué quieres que haga yo ahora?
- Nada .. que vas hacer ..
- Obvio que nada
- Obvio , bueno , no se.. quizás evitar escenas como la del otro dia lavando la alfombra , piensa que soy un hombre y sin querer se me iba la mirada
- Ufff lo hice sin querer
- Obvio pero .. trata de entenderme
- Aun no puedo creer lo que acabo de escuchar … ni en sueños
- solo era eso , discúlpame, quizás no debería habértelo dicho
- UFFF . .. no se que decirte .. la verdad es una situación muy incómoda para mi, inverosímil
- Lo único que te pido, es que esta conversación quede entre nosotros y que tratemos de olvidarla
- ¡Claro que quedara entre nosotros!, ahora olvidarla , ¿como crees? , difícil, algo asi no se puede olvidar, me dejaste helada … ¿por que son así los hombres?
- Tu lo dijiste , somos hombres, no pensamos solo con una cabeza
- Ohhh Dios mio .. me llega a doler la cabeza con lo todo esto
- Ya .. dejémoslo ahí .. disculpa , pero … bueno … ya no hay nada que decir
- Si , mejor .. hagamos de cuenta que esto no paso … déjame sola por favor …
El trato con mi suegra, al estar solo fue difícil, muy complicado, ambos evadiéndonos, pero estando mi mujer en casa, supimos llevarlo, no cambio. Ambos tratamos de hacer de cuenta que nada había pasado. La primera semana obviamente fue algo complicado, vergüenza de mi parte, silencio de la suya, pero ya después de un buen tiempo, todo volvió a ser normal o casi normal. Solo que ella ya se tapaba más y trataba de evitar comentarios o bromas de doble sentido como antes.
Pasaron varios meses sin ningún comentario al respecto, todo normal, todo tranquilo.
Una noche como cualquier otra, mi mujer de turno de noche en el hospital y yo, mi hijo y mi suegra, viendo una película de caricaturas en mi cuarto comiendo papas fritas. En eso mi pequeño se queda dormido, lo tomo en brazos y lo llevo a su cuarto junto con ella, abriéndome las puertas. En silencio con la luz semi apagada lo arropamos y salimos del cuarto. Pero antes de salir, por unos segundos quedamos frente a frente, cruzando una mirada diferente de su parte. Fue solo unos segundo, pero de inmediato me prendió pensando que me quería decir algo. Salimos del cuarto y se volvió a generar un silencio incomodo entre ambos. Me dijo que se iría a acostar que tenía sueño y por mi parte también entre a mi habitación y me acosté.
Vi un rato televisión, luego apague la luz y me acomode para dormir. El cuarto completamente oscuro, yo durmiendo hace un buen rato, cuando siento, a mi mujer que se metía a mi lado. Me pareció raro ya que su turno duraba hasta las 9 de la mañana, pero más de alguna vez había logrado salir antes. Me doy vuelta a abrasarla y en la oscuridad de mi cuarto me doy cuenta que la mujer que estaba a mi lado, era mi suegra. No me dijo nada, me tapo la boca con su mano y se abalanzo sobre mi y nos comenzamos a besar.
Con mi suegra completamente sobre mí, mis manos se aferraron a sus grandes nalgas apretándoselas con todas mis fuerzas, mientras nuestras lenguas se fundían en una brusca pelea. Era una mujer completamente diferente, fogosa, ardiente. Me besaba con furia y se dejaba tocar a mi antojo. Mi verga en segundos estaba parada y rozaba su entrepierna. La tiré hacia al lado y por fin mis manos se apoderaban de una de sus grandes tetas, esas tetas que me habían tenido prendido durante años estaban ahí, a mi lado, solo para mí. Como un pulpo me pegue a ellas y se las manosee admirando el gran volumen de estas. Casi a tirones logre sacar una por fuera de su camisa de dormir y mi boca se pegó a ese pezón chupándolo con todas mis fuerzas saciando años de deseo. Ella gemía y gemía, dejándome actuar, mientras su mano bajaba y se encontraba con mi virilidad, aferrándose fuertemente a esta, tocándomela con frenesí.
En un minuto ambos nos desnudamos por completo, tirando las sabanas hacia atrás, fundiendo nuestros cuerpos en uno solo. La penetre de un solo empujón, metiéndosela lo más adentro que pude, mientras mis manos le agarraban el culo para aumentar nuestro contacto. Con mi verga dentro de su cuerpo, me monté yo ahora sobre ella y la penetré más adentro aun. Un fuerte gemido de su parte, sus piernas abiertas y sus manos en mis nalgas y yo en las de ella, comenzamos a follar con deseo animal. Aun no podía creer que la madre de mi mujer estaba bajo mi cuerpo, con sus piernas abiertas, recibiendo deseosa mis embestidas. Una y otra vez mi verga se pedio en la húmeda cavidad de su entre pierna, haciéndola gemir de placer. Pero mi deseo no era follarmela , sino chuparle las tetas, ese sueño que tenia hace años al fin se hacía realidad. Se la saque de su concha y baje mi cara hasta esas tremendas ubres, gigantes, deliciosas. Las tome entre mis manos y revolqué mi cara sobre ellas, se las chupé con toda mis ganas, jugando con sus pezones dentro de mi boca, aplastándome la cabeza entre semejantes carnes. Que tetas tenía esa mujer, que hermosas y grandes tetas, no podía creer que al fin estaba entre ellas. Por mucho rato no deje de chupárselas, mientras ella me acariciaba los cabellos.
Pero luego de un rato, sin darle tiempo a reaccionar, bajé hasta su entrepierna y aunque quiso evitarlo, no alcanzó, cuando ya mi cara chocaba con una frondosa mata de pelos y mi lengua se encontraba con una jugosa concha. Se la chupe con la misma pasión que le chupe sus tetas, restregándole la cara entre ellas. Ahí mi suegra se soltó por completo, comenzó a quejarse muy fuertemente entregándose a las caricias que su yerno le entregaba. Gritaba de placer y trataba a cada rato de sacarme, diciendo que por favor no lo hiciera que si no la haría acabar. Aguante unos minutos ahí saboreando los jugos de mi suegra, pero a las finales me salí, porque mi intensión era darle a esa madura mujer una noche de placer que no olvidaría.
Me salí de entre sus piernas, me paré en el piso y prendí la luz. Mi suegra completamente desnuda sobre mi cama, se tapa la cara con una almohada pidiéndome que por favor apagara la luz, que le daba vergüenza. Fueron solo unos segundos, pero la visión de ese maduro cuerpo desnudo, quedo grabada en mi mente. Sus enormes tetas cayendo hacia los lados por la fuerza de gravedad, mas grandes de lo que yo iaginaba, sus pezones rosados, arrugados, sus piernas gruesas , blancas como el resto de su cuerpo y entre ella una champa tupida de pelos largos , negros, realmente un espectáculo. Aprovechando el dimer que había instalado, no apague la luz, si no que bajé la intensidad de esta al mínimo , para poder ver ese voluminoso cuerpo. Nuevamente me acosté y me coloque a su lado, dándome ella la espalda. Me apegue a ella, le levante una pierna y me la comencé a follar por detrás, mas suavemente que en un principio, mientras sus nalgas que se movían al compas de mis embestidas y mi mano no dejaba de recorrer ni un centímetro de su blanco cuerpo..
Le hice cambiar de posición , y la coloque en 4 patas sobre la cama y yo parado en el piso , viendo el trasero de mi suegra en todo su esplendor. Las dos nalgas grandes y carnosas nalgas de mi suegra , que con su cara sobra la cama y su pompa levantada, me ofrecía su jugoso sexo. Me hubiese gustado aumentar la intensidad de la luz para ver ese espectáculo de nalgas , pero mi suegra dentro de todo era tímida, por lo que solo me deliete tocándole por completo el culo, admirando su forma y volumen, para luego metérsela hatsa el fondo, arrancando un fuerte gemido mescla de placer y dolor , al sentir como la verga de su yerno se enterraba hasta lo mas profundo de su ser.
Con su culo levantado y mis manos aferradas a sus anchas caderas , le di con todo a mi suegra. Una y otra vez mi cuerpo choco contra esas grandes nalgas, hermosas , divinas, viendo en el reflejo de la pantalla del televisor , como esas enormes tetas se movían y chocaban entre ellas en cada vez que se la clavaba.
- Ahhhhh que ganas tenia de tenerte así, me moria de ganas!
- ¿Mmmm te gusta?
- Me encanta! … desde que te vi en la playa, con ese traje de baño azul, tu tremendo culo quise tenerte así , como te tengo ahora
- Ahhhh que locura .. que placer me haces sentir !!
- Mmmm que rico
- Sé que es una locura, pero yo también tenía ganas … tenía muchas ganas de sentirte dentro …
- ¿de verdad?
- Oh si …. Y ese día que me dijiste que te gustaba .. te lo juro que estuve a punto de tirarme sobre ti …
- Ohhhh .. qué rica .. que culo más rico …
- Te lo juro que luche por no caer en tentación todos estos meses , pero ya no aguanté, llevo años sin un hombre .. años … y me cuerpo ardía en deseo …
- Mmmmmmmmm exquisita .. que placer me haces sentir .. cuando quieras te daré lo que quieras
- Oh si mi rey .. soy tuya .. solo tuya .. hazme tuya , hazme lo que quieras .. cuando quieras … hazme sentir mujer .. como ahora … como me tienes .. que rico …
Un montón de rato el tremendo culo de mi suegra recibió mi calentura, una palmada tras otra iban cayendo en su trasero, haciendo temblar las carnes de su divino culo y haciéndola gemir como una loca, hasta que sin poder aguantarse más comenzó a decirme entre gemidos que ya no aguantaba que se corría. Aumente mis estocadas y ambos en un concierto de gemidos , suspiros y gritos acabamos estruendosamente.
Me quede echado sobre su cuerpo , con mi verga aun dentro de ella, dándole las ultimas metidas. Había sido un polvo espectacular, como hace mucho no me pegaba uno. Quedamos desnudos sobre la cama y a pesar de ya haberme desahogado igual le chupe las tetas por mucho rato.
Ya era tarde, mi suegra se vistió y se fue a su cuarto , mas encima dándome las gracias. Todo era un sueño, una locura y que de seguro se volvería a repetir …