Obsecion por anales familiares (1)

Leticia mi hija y Carolina mi esposa, las dos con culos espectaculares de infarto.

Ocupare este medio para desahogar todo lo que hasta ahora me ha pasado, aunque sé muy bien que es algo prohibido por la sociedad también sé que es algo que me enloquece desde el primer momento que lo viví.

Comenzare por resumirles que tengo un matrimonio estable los dos trabajamos y así hemos sacado adelante la familia, yo estoy entrado en los 40 y mi esposa Carolina acaba de cumplirlos, tenemos dos hijas la mas chica Laura tiene 20 y la otra Leticia 21. No mentiré gran parte de esto es real puedo jurarlo, en cuanto algunas partes debo admitir que pertenecen a mis más profundos deseos y solo rezo para que algún puedan ser reales también.

He amado a mis hijas como un padre debe amar pero con Leticia siempre me ha costado más trabajo que con Laura ya que esta es muy cariñosa y se interesa más en conversar conmigo a cambio de su hermana que hace todo por eludirme y un beso en la mejilla es lo mas cariñoso que había recibido de ella.

Todo comenzó aquel día en que mi mujer al marcharse al trabajo y Laura a la facultad solo nos quedábamos Leticia y yo en casa pues ella ya trabajaba para un periódico y mi horario laboral me permitía descansar un rato mas por la mañana pero debido a una noche agitada ese día dormí más de lo debido, en cuanto me percate salí disparado de la cama y en un segundo ya estaba desnudo listo para ducharme, al dirigirme al baño sin tiempo de reaccionar me tope con Leticia desnuda y aun mojada, pues tan tarde era que me había ganado la ducha; pero eso no era lo que me alteraba sino la posición en que se encontraba y es que ahora que lo razono debió estarse depilando pues se encontraba totalmente empinada con el culo abierto de par en par, aquello que se me mostraba era un deleite; un ano rosadito y tan tierno si un solo vello, sus nalgas turgentes y grandiosas además de que las tenía tan paraditas y un coño que solo dejaba ver una rajita sin más, deben imaginárselo como cuando las mujeres aun no se terminan de desarrollar.

Afortunadamente ella ni siquiera me noto pues me quede congelado, antes de que me viera, me obligue a quitarme de ahí inmediatamente y es que el tiempo se detuvo mientras contemplaba aquella hermosa escena y volvería a mi hasta ser visto por mi hija.  En vez de hacer lo correcto y retirarme a mi cuarto  hasta que ella estuviera en el suyo,  lo que hice fue esconderme tras un armario que estaba cerca, desde donde podría seguir admirando tan exquisita imagen. Seguro ella pensaba que yo me había marchado hace ya un rato y eso debía aprovecharlo, que tan bien lo hice que pude mirar de qué manera  se untaba crema por aquel joven cuerpo, manoseándose las piernas y aquel abultado pero firme trasero, esto me provoco casi eyacular pues mi pene estaba firme desde el instante en que la vi. Ahí no terminaría todo pues por lo visto ella se  arreglaría en el baño; lo que siguió me tenia al borde de casi explotar, nos había comentado que tenía una presentación importante y que al salir se vería con su novio Pablo, un tipo que para ser sinceros no me caía nada bien, debido a esto entre sus prendas estaba una pequeñísima tanga negra que con tanta delicadeza se puso además de unas medias de igual color con lo cual no pude contenerme más y en ese momento explote salpicando la pared con una abundante lechada.

Regrese a mi cama sin que lo notara Leticia y ya recostado me sentí muy culpable de lo que recién había ocurrido, al parecer ella no se percato nunca que yo seguía en casa y lo que me saco de mis pensamiento fue el portazo que dio al marcharse.

Todo el día pensé en lo sucedido pero por nada del mundo podía quitarme de la mente aquel delicioso culo de mi hija, ella media tal vez 1.65 tenía el pelo castaño claro, la piel blanca, unos ojos grandes con mirada que siempre planea algo, unos pechos que en realidad eran pequeños en comparación de su redondo y perfecto culo. Antes de lo ocurrido esa mañana jamás había pensado de esta manera en mi hija pero ahora lo único que ocupaba mi mente era como le ajustaba aquella tanga casi a reventar que solo dejaba a la imaginación su preciosa rajita cosa que yo ya no tenía que imaginar pues me la había ofrecido en tan afortunada y detallada imagen.

Formule un plan para la mañana siguiente que no tenía nada de complicado ni me había quebrado la cabeza en pensarlo. Lo que iba a hacer seria despertarme y alistarme como todos los días esperar en mi habitación para ver de qué manera se comportaba Leticia. Desde la cerradura de mi cuarto se podía ver todo el pasillo que unía los cuartos y el baño que era el único  así que en cuanto escuchara algún ruido comenzaría a espiar. Mi mujer se fue a la misma hora de siempre y Laura se despidió de mí un momento después, la rutina estaba de mi lado. Al terminar de alistarme me recosté y espere no más de cinco minutos, en ese momento escuche como se abría el cuarto de Leticia y corrí sin hacer un solo ruido a la cerradura, ahí estaba completamente desnuda solo cargaba su toalla y algunas prendas, seguro siempre se alistaba en el baño, se escuchaba el agua correr y descubrí que dejaba abierta la puerta del baño con esto lo único que pude admirar fue su silueta a través de la puerta plástica, en cuanto el caer del agua se dejo de escuchar yo me aliste a un costado del armario.

Ahí estaba secándose con una sensualidad natural, tocando cada parte de si como disfrutándose, quise que la crema la reemplazara mi semen  y que mi tronco se metiera en sus nalgas como la tanga rosadita que ahora se ponía, se termino de vestir con una mayas que por poco no le entran gracias a su tremendo trasero con la marca de la tanga casi descarada, así salió del baño y una vez en su cuarto yo tuve oportunidad de regresar al mío. Tardo poco en volver, al salir llevaba unos tacones que la levantaban no menos de 12cm con plataforma, estos eran rosas en combinación con los tonos de su blusa y la diminuta tanga que tal vez yo no sería el único en notar. Ya no podía más, la corrida fue más grande y placentera que cualquiera, incluso con mi esposa vestida más sexy. Estaba hipnotizado por el culo de mi hija.

Asi comenzaba todo, me tomare mas tiempo en continuar con el relato, esperenlo...