Nuria y yo en una fiestas, y ella se confiesa

Esto va dedicado a mujeres quedesean sentir sexualidad y sumisión con una amiga, pero que les cuesta dar el paso. El primer paso es el más difícil.

Estuvimos de fiesta las dos, Nuria y yo

Este relato, esta hecho con lo que siento con una amiga. Espero que otra chica, si no es ella lo entienda

Estuvimos de fiesta, mi amiga y yo. Ella, siempre era simpática conmigo y disimulaba, pero siempre me miraba mucho. Esa tarde, empecé a bromear más íntimamente con ella, y rozarme un poco con su cuerpo, como una gata. Siempre ha ido de chica tradicional y decente. Ha salido con varios chicos, pero las relaciones no le duran mucho. Por algo será, que no le duren. Tal vez es que una persona a veces no sabe lo que quiere o a quien quiere. Pero a veces, lo sabe y le da miedo tomar la decisión. Otras veces toma la decisión, pero es la de esperar a que ocurra algo o alguien haga algo. Mientras ella se empobrece y se queda sin su caramelo o sin tener algo, con cierta persona. Nos divertimos animadamente, bailando, bromeando y bebimos algo más de la raya. Y en esas circunstancias, ella medio llorosa, se me puso a hacer confidencias. Ella Nuria, mi amiga me lo confesó estaba cansada y hastiada de los hombres. Me dijo que en primer lugar estar con una mujer y además a poder ser quería ser dominada y domada por otra mujer, que le tocara los pechos, su vagina y le abriera y le comiera el ano. Quería ser sometida con todas las de la ley, y eso que hasta ahora solo había follado con varios tíos y solo pasaba con ellos una noche.

Decía que imaginaba cosas, y se excitaba bastante, y acababa usando sus dedos o el vibrador, para gozar. Siempre fantaseando con chicas que conocía o con alguna mujer desconocida, que la raptaban y le metían mano. E incluso me dijo que en la vida real, no disfrutaba lo bastante, y acaba entrando a algún Chat de mujeres y entonces dejaba que le hicieran cosas y sentía que se excitaba según le decían cosas y cada vez aumentaban más sus deseos, de tener algo real con otra mujer. Pero a la vez, le daba miedo y temía que todos y todas pensásemos deseaba actuar y ser usada sexualmente como la zorra que llevo dentro.

Esa noche ella se sentía diferente, llevaba tomando bebida un buen rato y se sentía muy caliente. También me dijo que había alquilado algún que otro video porno de lesbianas. Y confesó que disfrutaba mucho, que al principio (hace un año) eso era bastante. Pero ahora dijo, necesito sentirme la sumisa esclava de otra mujer (una mujer que le atrajera) y que esta la llevara a tener todo lo que ella quería y deseaba y a la vez temía.

Ella se me antojo, como una chica más caliente, de lo que yo había podido suponer debajo de su manera de hablar tan educado y correcto y con sus vestidos tan elegantes. Por algún motivo mi mano fue a su rodilla, y ella lo notó, me miro y noté que por su excitación se le iban marcando más sus curvas. La miré con descaro, a la cara y a su escote. Entre bromas y con nervios, para ambas entramos en el servicio y le dije que se sacase su vestido, cosa que hizo. Rehuyendo mirarme, mientras se desvestía. Luego le dije que también se sacara el sujetador. Y se quedó en tanga y con unos senos libres, al aire. Por algún motivo, cada vez ella me parecía más atractiva y sentí deseos de tocarle sus pezones. Y sentí que le decía a ella. Mira, la verdad es que aunque seas mi amiga, ya estoy convencida que has pensado cosas conmigo y que ahora está húmedo tu tanga negro. Me he fijado que muchas veces te pasa con tu maquille, entonces siempre he pensado que estas con ganas de que te den con una polla escandalosa. Ahora, me dices que no es una polla, sino ser de otra chica o mujer y sentir que ella te besa y te mete manos; y que te hace todo tipo de cosas. Y que como no te meten manos, te tienes que conformar con tus dedos y el vibrador, que dices que tienes. Debes de estarte excitando conmigo, y desde hace tiempo, y tal vez hasta eres la que me hace algunas llamadas al móvil, con número oculto. Verdad. Ella, apretó sus labios, y acabó meneando la cabeza y afirmando. A partir de ahora, voy a tratarte cuando me parezca como a una puta, que es lo debería contentarte.

Su cara y toda su expresión denotaban su asombro. La bese con fuerza en la boca, apretando con mis manos sus pechos.

Me monte un numerito, pero éste estaba resultando con ella. Le gustaba y ella no dejaba de mirarme. Mientras la tocaba, por todos sitios, cara, cuello, espalda y hablaba tonterías. Sometiéndola, a mis tocamientos creo que estaba haciéndola ponerse más y más nervioso. Yo también me estaba excitando. Pero reuní todo mi le dije, qué a partir de este momento se guardará de llevar bragas o tanga. Le dije a Nuria, que cuando yo se lo dijera, se las tenía que sacar, para estar disponible en mi presencia… Has de estar disponible para mí, tanto durante como después y antes de ir a las clases, en La Universidad. Y ahora, voy a comprobar como vas, de tu excitación. Ella, esta aceptando todo una niña. Le indique q separa los muslos y le toque entre las piernas. Había lubricado mucho y pensé que le iba, el tratamiento que le daba y que a la vez le gustaba estar, siendo de otra mujer. Además estoy convencida que le ponía caliente, que yo su amiga la usara y metiera mano. Seguramente, ha estado haciéndose fantasías y ahora tiene parte de lo que ha pensado, conmigo. Tal vez incluso más.

La situación también me ponía a mí caliente. Para mi asombro, alargué la mano y la puse entre sus muslos, me encontré la suavidad de su piel y el satinado húmedo de excitado sexo. Ella se había depilado entera, por lo que podía notarle completamente su chocho rosita, bien abultado por el deseo. Mi dedo medio le tocaba el clítoris, estaba casi enloquecida, usaba la mano con maestría, me introducía los dedos y los movía con violencia. Yo gemía, le decía que estaba caliente, le dice a Nuria que a partir de esa tarde ella sería mi particular esclava puta. Y le dice, que si era algo así lo que ella deseaba y quería. Y le dije, que era la primera vez, pero que se merecía que yo le partiera el culo, la azotara y le castigara con azotes sus coño.

Y sobre la marcha, le dije que me sacara mi vestido (también, estaría yo más cómoda). Y le dije que me comenzara a besar y a lamerme los pezones, que tenía duros como piedras. Y le dije, que todo eso iría sin besos. Le dije que ser relaja y que se dejara ir. La noté aflojarse y tensarse varias veces, alternativamente. Y al poco se corrió, mordiéndose los labios y una mano para no gozar. Es cierto, que a Nuria le gustaba la mano dura. Picaban a la puerta, pero no hicimos puto caso, a nadie (faltaría más). Y ella se corrió dos veces seguidas. Le comenté que no era el sitio, ni el momento adecuado. Pero que le iba a comer y a abrir el culo, pronto… más adelante. Y ella seguía diciendo que sí con su cabecita. Estuvimos unos

20 minutos de sobeteo, tocamientos y sexo. Y se que, para el segundo proyecto de orgasmo, me arrodille y le estuve rozando y comiendo su coño. Lamiendo su humedad y haciéndole un cunniliguo intenso, largo y hondo. Miré su cara y note los movimientos de sus piernas, su cintura y le movía y refregaba mi boca y lengua por los labios de su sexo. Ella, empezó con un movimiento y con sus mano acariciaba mi cabeza, y su pubis me golpeaba la cara, la chupé y la chupé todo el rato.

Ella estaba muy caliente, y yo me pasaba su humedad por mi garganta, se movía mas fuerte, notaba en mi boca el sabor de lo que salía por su rajita... Yo estaba muy excitada, también. Después de venirse ella (su segundo orgasmo), me incorporé y le dije que ahora arrodillada, como mi "nueva esclava", ser rozara su cuerpo con mis pies, con las piernas y que se frotara los pechos conmigo (con mis extremidades, inferiores).

Cuando me di cuenta estaba comiéndome con mucho deseo y frotándose conmigo su cuerpo desnudo, le estiré del pelo para levantarle la cabeza. Le dije, que si no lo hacia mejor no iba a correrme (mentira, pero así la puteaba un poco más) y le comenté que si era incapaz de logra que yo me corriera, iba a encender uno de sus cigarros y lo iba a utilizar en los labios de su boca y en sus pezones y culito. Eso, le afectó y modificó su ritmo, y se hizo más activa. Creyó, que si no conseguía mi placer, yo iba a pasar de ella y ella que no podía dejarme así. Ella, empezó a concentrarse con su lengua en mi clítoris. Le dije: - Vamos putita, Nuria. A ver, si después de todo, no sabes ni hacerme gozar a mí ahora. Como falles en esto, te voy a castigar mucho. Pero, además voy cansarme de ti antes de que empecemos, algo más serio y duradero. Y acto seguido le di una bofetada, como ambas estábamos tan calientes, la cosas nos excitó.

Una imagen, de no se donde vino a mi mente. Me imaginé con Nuria, usando una aguja frío de metal, larga entre mis dedos. La estaba metiendo dentro de uno de sus pezones, me atravesó el placer, de mi goce en ese momento. Pensado que le horadaba los pezones, de ella. No podía seguir resistiendo, ella me hacia unas cosas muy excitante. Y yo sabia, desde el principio que con ella iba a explotar de placer. La noté como una perrita, entre mis labios solo estiraba con mi mano. Pero, mi mente y mi corazón decían: Nuria fóllame, fóllame, fóllame....

Le pedí que lamiera, tragara en su boca, todo. Notaba, su excitación con sus labios y lengua muy eficaces, conmigo. Sentí una explosión en mi cerebro y en mi coño abultado. Saco toda la humedad, y mi placer era intenso y largo. Me vino el placer, y ella desde su posición inferior, me miraba, quería sentir mi goce y ver mi cara. Y noté, que ella se estaba masturbando para conseguir más placer. Se que ambas, disfrutábamos y sentí mi coño latía con fuerza, sabía que ella sentía algo distinto que cuando era penetra por un tío. Ahora, sentía que era yo su penetradora..., su amante y su ama.

Se agarro la polla y la condujo por mi ano. Yo me moví. No estaba preparada, nunca lo había hecho, me dolería, no quería...Me apretó la cara contra la chapa y lentamente me penetro el ano, con la otra mano tiraba del tanga alojado en mi vagina.

Mi goce sexual, vaginal era más o menos normal. Pero mentalmente, esta alcanzando niveles de placer muy altos. Y la sentí acabarse su tercer placer en el suelo. La sentí estremecerse, se corría como nunca lo había hecho, antes. Yo era su primera mujer y su primera ama. Nos callamos y nos pusimos a vestirnos. Volvían a llamar a la puerta, otra persona. Nos verían salir, pero no me importaba nada.

Nuria iba a ponerse el tanga, y le dije que le había dicho, que vestiría sin braga o tanga cuando se me antojara. Y lo tome, lo hice una bola y se lo metí en la boca. Y le dije: Así, adentro, en la boca tapada.

Esto no ha acabado Nuria, te gusta demasiado putita. Si, temblaban sus rodillas (las mías también, pero menos que ella). Yo sabía que sexo seguía excitado, que seguí derritiendo su miel. Ella, con la boca tapada, se sentía distinta de antes de empezar todo esto. La sentía con el tanga en la boca, sin poder hablar. Entregada le estuve sobando el culo a ratos y ellas callada como una muda… Se que ella seguía como en una nube. Estuvo sumisa, toda la noche, cumpliendo mis deseos. Vivía lo de ser mí sumisa toda la velada. Estaba claro, que le había gustado y deseaba que la relación siguiera… Y yo, estaba de acuerdo