Nunca se sabe cuando llega la Infidelidad 4
Seguimos leyendo el diario .
Nunca se sabe cuando llega la infidelidad (Consolidando la infidelidad)
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Salido de mi casa no hubieron expresiones de afecto, solo actuamos como dos amigos, como siempre había sido, con el pequeño detalle que Luis puso su mano izquierda en mi muslo y a ratos jugaba con frotarme como acariciando, yo no decía nada, pero estábamos más concentrados en hablar de temas de trabajo de construcciones y oportunidades, como si nada hubiese pasado entre nosotros. Fuimos al banco y luego al edificio donde me esperaban los trabajadores y entregué el dinero a Jesús que se encargó de pagarles, a Luis lo presenté como un arquitecto socio y que él trabajaría con ellos en algunas oportunidades o sería el que haría las inspecciones.
Cuando llegamos los trabajadores me miraban con cierto morbo, aunque nadie dijo nada ni comentó algo, eso me inquietaba porque nunca iba vestida así y menos prácticamente desnuda debajo el vestido, por ello mi vagina estaba húmeda, sentía que siempre tenía un cosquilleo y vacio.
Decidí aprovechar mi estadía en ese edificio para hacer una inspección con Jesús, pero como él se demoraba pagando al personal decidí ir avanzando en compañía de Luis, Jesús nos alcanzaría terminada su labor, aunque era una inspección rápida porque ya solo eran algunos detalles y además quería retirarme rápido, el objetivo principal era pagar al personal.
Empezamos por los departamentos más cercanos al que teníamos como oficina (segundo nivel), todo estaba tranquilo y con Luis no hacíamos ningún acto de acercamiento o insinuación, no era un lugar apropiado, había mucha gente y además ya habíamos tenido lo nuestro.
Sin embargo al estar en el ascensor que nos llevaba a los pisos superiores, Luis me jaló suavemente a su lado, me abrazó con fuerza, me besó con mucho morbo y me agarro el culo frotando mis nalgas y pasaba sus dedos por mi raja, yo me resistí y traté de alejarlo porque no era el lugar adecuado, estaban mis trabajadores y podían sorprendernos, felizmente el traslado era muy corto que llegamos a uno de los departamentos del piso 8 y allí la situación se normalizó, hubo un pequeño reproche.
Paseamos por el piso viendo los trabajos hechos, pero él estaba poco atento a lo que yo hacía, más bien empezó con juegos mientras yo evaluaba los trabajos, me levantaba la falda para mirarme el culo en tanga minúscula, me metía la mano, me pellizcaba el culo, me daba nalgadas, yo me sonreía a ratos, pero seguía haciendo lo que tenía que hacer apurando un poco el paso, ya no me sentía segura ni tranquila.
Pasamos departamento 2 del piso 8 por la puerta de escape y Luis, cuando estábamos en el pasadizo, me abrazó nuevamente me besó pero esta vez me levantó la falda y me agarro el culo pasándome sus dedos por mi concha y ano, allí nos quedamos por unos minutos, pero lo aparte y entre al departamento para ver los trabajos, al igual que el anterior, el seguía con los juegos y los manoseos, pero yo seguía viendo los trabajos, aunque estaba más distraída por las acciones de Luis, que cada vez eran más osadas, es así que al estar saliendo de esta inspección me tomo por la cintura poniéndose atrás mío e hizo movimientos pélvicos pegándose a mi culo y sentí su falo duro que me gusto, excito y causó gracia, pero traté de controlar la situación diciéndole
Los trabajadores y Jesús están abajo esperando, terminemos con la inspección de una vez, Jesús debe subir en cualquier momento, por favor tranquilízate que ya tuvimos bastante, no quiero correr riesgos, ni despertar sospechas, los trabajadores son muy suspicaces que si ven que nos demoramos van a inventar cosas.
Solo mira como me tienes, me dijo y me señaló su paquete, se notaba que el pene lo tenía erecto porque se le marcaba en el pantalón
Esta crecidito, dije en son de broma y pasé la mano por encima tocándole su pinga con fuerza y continué caminando para seguir con mi trabajo.
En este caso debíamos bajar al segundo nivel para subir en otro ascensor al piso 11, al estar bajando me abrazó por la espalda pegándose con fuerza como para sentir su falo erecto en mi culo, y me agarro de las tetas metiendo su mano por debajo el brasier, estaba muy excitado y buscaba excitarme para que me descontrole, se había dado cuenta que sus juegos me ponía loquita, con un poco de miedo a ser descubierta, acepté el manoseo, porque la situación me gustaba, imaginarme su pene erecto y cabezón me humedecía y sentía necesidad de de ser cogida, pero había que tener cordura, y felizmente el viaje en el ascensor era muy corto, un minuto como máximo, por ello al llegar al nivel 2, el me dejo tranquila y disimuló su excitación, yo también y me asomé en la oficina y vi que Jesús ya terminaba de pagar, le faltaban pocas personas.
Señora ya termino, ahorita la acompaño, dijo el trabajador
Ya casi terminamos, voy al piso 11, allí te espero, le dije con la clara intención de que Luis se calmara, porque yo ya estaba perdiendo el control y a ratos me dejaba llevar por la excitación, Luis me hacía sentir una mujer desinhibida, me sentía una puta, capaz de abrir las piernas en el lugar que me pida, pero felizmente me quedaba algo de razón.
Subimos nuevamente al ascensor para ir al último departamento, pero ni bien entramos en el elevador y se cerro la puerta, me atrajo hacia el y me agarró la concha por debajo de la falda, y percibió que estaba muy mojada y empezó a acariciarme con uno de sus dedos, la tanga era tan chica que no era ningún impedimento para que sus dedos entraran a mi vagina con facilidad, además mis flujos habían mojado mi entrepierna, que lo abrí un poco para sentir sus caricias, nuevamente estaba muy excitada, nuevamente deseaba ser penetrada, nuevamente sentía que podía hacer cualquier cosa porque era una excitación fuerte que no quería perder la oportunidad de sentir placer extremo.
Llegamos al piso y el no dejaba de acariciarme y mientras abría la puerta, en una acto muy rápido, me tiró el vestido hacia abajo con la intención de quitármelo que me tomó desprevenida, lo suficiente como para que el vestido estuviera en el suelo y entrara al departamento en tanga y brasier.
Esa osadía me contrariaba, pero mantenía mi excitación, me gustaba esa agresividad de Luis, me excitaba, me gustaba esos juegos porque había adrenalina, todos los juegos durante las visita me causaban gracia, pero también me pusieron a mil, estaba segregando flujos con intensidad.
Caminamos hacia el interior el se quedó parado en la puerta luego de ingresar y me miro caminando semi desnuda solo con la tanga, brasier y el vestido en la mano, aunque esa tanga era solo tiras que estaba metida en mi culo y concha que daba la apariencia de desnudo, y eso, que mirara, que me observara así me ponía mucho más arrecha, me daba una sensación indescriptible de placer, pero trataba de controlar mis deseos por el temor a ser sorprendida porque era zona de trabajo y era probable que algún trabajador suba, en todo caso Jesús ya debía llegar, por ello llegando al medio de la sala y mostrarle mis atributos de manera intencional y muy sexy, traté de parar este juego y dije
No seas muy atrevido, vienen los trabajadores y me van a ver como una puta, ya esta por subir Jesús.
Llámale a tu capataz y dile que ya no suba, que ya bajamos, y solo te doy una punteadita agregó
Nooooo, van a sospechar y especular, no me conviene, y diciendo esto me disponía a ponerme el vestido, por favor tranquilízate que ya tendremos nuestra oportunidad
¿No lo quieres?, mira como me tienes, volvió decirme sacando su pene para mostrármelo duro, erecto y con una cabeza grande y brillosa
Que hermosa que está, que ganas de comérmela, siiiiiiiiiii tengo ganas, como me transformas, pero Jesús ya va a subir, ya guárdalo que me vas a desquiciar nuevamente.
Pero él se acercó a mí poniendo su pinga en mi entrepierna, que delicioso era tener ese pedazo de carne cerca a mi concha, que ganas de metérmela, que ganas de agarrarlo y masturbarlo, parecía un chupetín delicioso que nos quedamos un rato en esa posición y empezó a besarme el cuello las orejas, yo disfrutaba empecé a ajustar su pinga con mis piernas, estaba rico, pero el miedo a que alguien nos vea me distraía mucho, aunque también esa posibilidad de ser sorprendida me excitaba mucho más, era muy consciente que era peligroso y no valía la pena arruinar todo por una por un momento de placer, pero ese pene era rico que a duras penas dije
Por favor Luis, quédate tranquilo, dejemos esto para otro momento, Jesús esta subiendo y nos va a sorprender.
No te voy a dejar, estar muy rica y tienen un olor a sexo que me excita, no voy a bajar de aquí si no te meto la pinga
No sigas diciendo nada, porque me estas excitando y también deseo que me penetres, este travieso me trasforma, le dije agarrándole la pinga y haciendo el intento de guardarlo dentro de su cremallera.
Tocarlo y ver su flujo pre seminal excito más y me dieron ganas de pajearlo y metérmelo, era muy riesgoso, pero sentí que si no lo hacía me quedaría con ganas y sentí una sensación de sexo incompleto e insatisfacción
Por ello me recosté sobre la pared de la entrada a la cocina jalé a Luis de su pene y lo puse en la entrada de mi concha abriendo un poco mis piernas y corriendo el hilo de mi tanga, Luis entendió lo que quería y así parados me metió su falo rico y gordo que me hizo delirar de placer, así estuvo metiendo y sacando por un momento, lo sentía muy rico y cada vez era mayor mi excitación y descontrol que quería más y más
Uffff, que delicia, tu pinga me mata, le decía jadeando
Como me encanta tu concha, como me gusta verte así de excitada, así de mojada
Dame rico, como extraño a tu cabezón le decía al oído y lo besaba y chupaba su lengua al rito que me entraba su pene
Yo movía las caderas en cada embestida con la intención de tener toda esa pinga dentro de mi chucha, no quería que quede nada afuera y me aferraba de su cuello casi colgándome para sentir como esa pinga me levantaba y me hacia vibrar.
Luis luego me levantó de las nalgas y me sostuvo como si estuviera sentada en sus manos y yo cruce mis piernas en sus nalgas para sentir con mayor profundidad su pene y sus embestidas, que rico me estaba cachando, me estaba penetrando de maravilla, sentía una sensación indescriptible de placer, sabía que Jesús (el capataz) llegaría en cualquier momento, pero no quería parar, no quería dejar de sentir ese pene rico, quería explotar, quería sexo y nada más por ello yo me movía al ritmo se sus embestidas y cada vez era más expresiva y más puta, me entregaba con toda la energía que podía y sin limitaciones.
Te gusta que te chache aquí, te gusta que te meta la pinga delante de tus trabajadores, me dijo Luis
Me gusta tu pinga donde sea, donde quieras metérmelo, donde se te antoje y cuando quieras, mi concha siempre estará abierta para tu pinga, siempre seré una puta para ti le decía al oído, y de verdad era lo que sentía en ese momento, era lo que quería porque el placer era extremo, había perdido la cordura, solo quería pinga
Caaaaaaaaaachame papitooooooo, no pares por favorrrrrrr, hazme felizzzzzzz, gemía
Te voy a romper la concha, te voy cachar como a una `perra, como una puta, como a ti te gusta, me decía
Siiiiiiiiiiiiiii como una perra, así cáchame, así culeame, pero no pares
El seguía bombeándome, el seguía metiendo y sacando su pene que cada vez era más rico y con su boca me tiró el brasier hacia abajo y me chupaba las tetas, me succionaba los pezones que me hacía delirar de placer.
Estábamos como 10 minutos concentrados en sentir placer y cuando ya estaba por llegar a un primer orgasmo sentimos que el ascensor llegaba porque sonó su alarma que nos distrajo y esa sensación de llegar al orgasmos se inhibió en una acto reflejo.
Sentí malestar y molestia, pero rápidamente me metía al baño de servicio llevando mi vestido, Luis guardó su pene, felizmente solo había sacado su pene por la cremallera y abrió la puerta al capataz y lo distrajo haciéndoles algunas preguntas mientras me daba tiempo para arreglarme.
Yo estaba hecha un mar, sentía que mis muslos, mi concha y toda mi vulva estaban mojados, pero tenía que arreglarme lo más rápido posible, no había tiempo para limpiarme, por ello me puse el vestido, me acomodé el brasier y me puse un poco de maquillaje porque los besos y caricias me habían desordenado y salí a cocina e hice como si inspeccionara hasta que Luis entro con Jesús y dos trabajadores más.
Yo estaba muy nerviosa y distraída, pero traté de disimular, aunque percibí que Jesús y los trabajadores me miraban con cierta frecuencia y se miraban entre ellos como si sospecharan algo, por ello con disimulo me miraba en el espejo del baño cuando inspeccionábamos y vi que tenía el maquillaje no muy bien puesto, demás por la excitación que tenía y esa sensación de frustración sexual, mis pechos estaban erguidos y mis pezones se notaban con claridad a pesar de llevar brasier, eso me incomodó mucho y me dio cierto temor, pero al mismo tiempo incentivaba mi excitación que me ponía más distraída y nerviosa.
Hicimos una inspección rápida y di algunas indicaciones a Jesús y nos despedimos, no era conveniente permanecer más tiempo allí, yo tenía una sensación de insatisfacción sexual que me mantenía súper excitada y con ganas de culear, pero ahora no sabía que hacer.
Subimos a la camioneta y antes de salir llamé a mi esposo para comunicarle que recién terminaba de pagar al personal, y que estaba revisando los trabajos y que una vez terminado me iba a la playa a reunirme con ellos.
Lo sentí preocupado y molesto porque no le había contestado el teléfono y no me había comunicado con él, sin embargo me justifiqué culpando la demora en la atención del banco y que no había sentido el teléfono porque lo había dejado en la camioneta, etc., me admiraba a mi misma por la facilidad con que estaba mintiendo, algo que casi nunca lo había hecho, porque siempre nos hemos tenido mucha confianza y dicho las cosa con claridad y sinceridad, trate de calmarlo con mimos diciéndole,
Amor, ya sabes como es esto, pero ya voy, quería un día solo para nosotros, pero ya voy que tenemos toda la noche y el día, te quiero y extraño mucho. Otra mentira que me salió con facilidad, si lo quiero y lo necesito, pero esta vez no lo había extrañado, más bien extrañaba el falo de Luis, porque me había dejado incompleta y con sensación de vacío, quería tenerlo para llegar a tener placer completo.
Saberlo molesto o inquieto a mi marido me apenaba, porque sé que él siempre está atento a lo que yo hago, no porque me vigilase o sea desconfiado, sino que siempre quería que me salgan bien las cosas, siempre estaba preocupado por mi seguridad y la de mis hijos, el solo necesitaba saber que estaba bien y que trate de llegar a la casa a la hora prevista para no generar preocupaciones, esta vez lo había preocupado en demasía dejando de comunicarme con él y decirle que no había problemas ya que tenía que sacar dinero y había venido en una taxi.
Me dio mucho remordimiento por lo que estaba haciendo y otra vez evocaba ese sentimiento de culpa que me ponía de mal y sentí una angustia tremenda al imaginarme que Ramón podía enterarse de que era una puta y cachera y que me estaba revolcando con un amigo de la casa. No me imaginaba cual podría ser su reacción, pero sentía más angustia de pensar que podríamos alejarnos.
Luego salí del edificio y me dirigí a un grifo, no sabía si irme con Luis o dirigirme al encuentro de mi familia, sentía preocupación por ellos, pero también estaba muy caliente y con ganas de sexo, esa sensación de insatisfacción sexual o frustración sexual, me tenía muy angustiada y súper mojada, quería follar, quería tener mi vagina llena con una pinga, quería caricias, no sé que más, es esa sensación de querer placer sin importar nada.
Sentir que traicionaba a mi marido me hacia sentir una puta, una desvergonzada y mujer arrecha y sin inhibiciones y eso también contribuía a mi excitación, eso hacia que mi vagina sintiese necesidades y me dieran ganas de hacer guarradas, total tenia que ser una puta completa,
El estar en un lugar (grifo) publico, el poco pudo y la poca cordura que aun me quedaba hizo que diga
Me tengo que ir, me están esperando Ramón y mis hijos, ya están muy preocupados,
Me gustaría que te quedes una rato más conmigo, me gustaría que estemos solos en otro lugar
A mi también me gustaría quedarme y estar mas tiempo contigo, pero las obligaciones me llaman, ya le hemos robado demasiado tiempo a mi esposo y a mis hijos.
No voy a dejar que te vayas ahora, necesito tenerte a mi lado, te necesito caliente y mojada, te quiero ahora bien puta, te quiero ahora bien abierta para cacharte, te quiero así de caliente y dispuesta a todo
Yo no estaba muy convencida de irme así de excitada y con esa sensación de insatisfacción. Además que sea más vulgar en su expresión, que me diga puta e imaginar que esa pinga dentro de mi vagina hizo que esa sensación de insatisfacción se acreciente y por ello la sensación de querer follar se haga más intensa, sentí que mi concha se contraía, que me humedecía más y que la poca cordura y descendía lo estaba perdiendo totalmente.
Ya estaba decidido, iríamos a buscar un lugar para estar solos antes de irme a mi casa, por ello me puse en ruta a la playa, no sabíamos donde iríamos, pero en la ruta ya veríamos donde quedarnos, sabíamos que habría algún lugar, inclusive entrar en una playa solitaria y quedarnos en el coche, nunca la había hecho, pero siempre hay una primera vez, sin embargo no sabía donde podía y la idea me gustaba y excitaba más.
En la ruta habían "puti hostales" donde iban parejas a pasarla bien después de alguna juerga en la playa, me excitaba la idea de entrar en alguna de ellas, pero no nos convencíamos o tomábamos la decisión siempre buscando una lugar mejor. En realidad había una duda y falta de decisión, estábamos como dos adolescentes que deciden irse a hacer travesuras, pero no saber donde ir por falta de experiencia y conocimiento, ahora recuerdo la vez que quise hacer el amor por primera vez con un novio del colegio, y nos dimos vueltas por varios lugares buscando algo apropiado, pero por falta de decisión, a pesar de haber algunos adecuados , no entramos a ninguno y nos fuimos con las ganas y sensación de impotencia y frustración y pude conservar mi virginidad hasta conocer a mi marido.
Ya estábamos cerca al balneario donde estaba mi esposo e hijos y no habíamos entrado a ningún lugar y eso me generaba ansiedad, porque la excitación y la necesidad de copular con Luis eran intensas, pero ahora era más peligroso ir a un hotel u hostal y menos irnos a una playa solitaria y hacer travesuras en mi carro. El miedo a ser vista por algún conocido o descubierta por Ramón se apoderó de mí.
Sin embargo Luis tenía algo en mente que no me había comentado porque no estaba seguro de esa posibilidad, me sorprendió cuando me dijo
Vamos a ese condominio, señalando uno que estábamos pasando, allí está la casa de un amigo donde me puedo quedar, y si no está podemos estar solos.
No creo que sea conveniente, porque aquí también tenemos conocidos,
De todas maneras me tengo que quedar allí, ya no hay alternativas, estamos ya cerca a tu casa y allí esta tu familia, o nos quedamos aquí o nos quedamos con las ganas, me contestó.
No había más que pensar por ello viré hacia el condominio y me dirigí hacía la puerta de seguridad,
Para que voy a hacer una llamada , me dijo, ojalá tengamos suerte me dijo
Se comunico con su amigo, dueño de la casa, hablaron largo pero al final me dijo
Suerte, la casa esta sola, ellos no vendrán porque tienen una reunión familiar, se esta comunicando con seguridad para que nos den la llave
Tenía cierta intranquilidad por la posibilidad de ser vista por alguien, pero la oportunidad de estar a solas con Luis me ponía muy nerviosa y cada vez me mojaba más, necesitaba estar a solas con él, felizmente entramos rápido y no vimos a nadie conocido, una ventaja es que el coche podía llegar hasta la puerta de la casa, porque estaba al costado de una zona de estacionamiento
Llegamos cerca a las 3.30 de la tarde, había venido rápido, había corrido como nunca lo hacía, entramos a la casa de la mano, y Luis me mostros su compartimento, era una casa grande donde en el primer piso estaña la sala, la cocina, una terraza agrande que daba a la piscina y un estudio con vista al mar y la piscina. En el segundo pisos estaban los dormitorios amplios (4) y una terraza en la azotea, estaba amoblada y tenía una bonita decoración. No sé porque estaba nerviosa y algo intranquila, caminábamos de la mano viendo los detalles dela casa.
Estando en la sala nuevamente, Luis me dio una cerveza que habíamos comprado en el camino, me lo tomé por el calor y con ganas de desinhibirme y quietarme el nerviosismo.
Luis me empezó a besar con ternura, con suavidad, nos mirábamos a los ojos y sentí una emoción tremenda al verlo tierno y amable, sentí un vacio en el estomago y lo empecé a besar con cariño, con pasión, sentí que no quería que se aleje de mi lado y que esto no se acabe, por ello estaba dispuesta a entregarme totalmente y sin barreras.
Estuvimos un buen rato besándonos y acariciándonos mutuamente, los besos era cada vez más intensos y apasionados, nos comíamos la boca, nos metíamos la lengua, intercambiamos salivas, eso hizo que la excitación se volviera intensa y los deseos fueran mayores
Esta vez yo era la más agresiva, deseaba hacer cosas, quería hacer cosas para ese macho, quería que Luis me pida algo, y cada vez me excitaba más y cada vez me entregaba con mayor pasión, con mayor necesidad y esas cosas que se sienten cuando uno esta excitada y quiere sexo, ya me ha pasado con mi marido, pero esta vez era más intenso y sentía que estaba más desinhibida, sentía que con Luis podía hacer cualquier cosa, me sentía más puta, una puta de verdad. Ya no importaba nada más, ya no me acordaba de mi marido o del que dirán que esté encerrada con este cachero
Luis empezó a tocarme el cuerpo, me acariciaba, me sobaba las tetas, me agarraba el culo, me pellizcaba las nalgas a ratos por debajo el vestido y a ratos por encima, yo por mi parte le acariciaba el pecho, le besaba el cuello y también a ratos pasaba mi mano por su falo por encima del pantalón, y cada vez que lo hacía lo sentía duro y me estremecía y ansiaba tenerlo ensartada en mi concha.
Quería sentir a Luis y su falo, quería sentir su cuerpo que ahora emitía un olor a perfume de macho y tenía un ligero sudor en su cuerpo que lo hacía más excitante, lo besaba y metía mi mano por debajo de su camisa para tocar su cuerpo desnudo, y un arranque de excitación tiré su camisa desprendiéndoles los botones y se lo saque para besar su pechos, pasar mi lengua por su torso desnudo, era yo la que tomaba iniciativas, ahora yo quería comerme a Luis, ya no estaba muy receptora y pasiva como había estado ayer y hoy en la mañana, ahora era yo la buscaba descubrir el cuerpo de mi amante.
Luis seguía sobándome el culo y me agarraba la concha húmeda y me pasaban sus dedos por toda mi raja, y esos me hacía vibrar de placer, estaba desahogando todo ese deseo reprimido que tenía antes de llegar a esta casa, estábamos parados, pero me tenía recostada contra la pared, no muy lejos de la mampara que daba a la piscina.
No teníamos apuro, queríamos disfrutarnos, por ello después de un rato de besos y arrumaco que me tenían súper excitada, me alejé un poco de él y me solté el vestido que cayó al suelo, quería que me mirara, quería que me viera en esa tanga que le había gustado, quería mostrárselo para hacerle saber que quería cachar, que quería su pinga, es así que empecé a caminar contorsionándome y mostrándole mis atributos por la sala y al mismo tiempo me sobaba los pechos y pasaba mis manos por mi vagina como bailando y haciendo un show privado, Luis me miraba y se sobaba la pinga mientras yo hacía movimientos obscenos de mujer arrecha y con ganas de sexo jalándome la tanga hacia arriba para que presione mi concha. Era evidente que le gustaba y excitaba
Estaba en eso cuando escuche timbrar mi teléfono, era mi marido por el sonido, no quise contestar, pero pensé que eso lo preocuparía, lo que más me impulsó a contestar era la excitación que sentí al saber que podía hablar con mi marido así como estaba, veme casi desnuda y exhibiéndome para mi amante y hablando con mi esposo era excitante, por ello sin inhibirme y haciendo movimientos pélvicos abriendo las piernas y manteniendo la tanga hacia arriba presionando mi vagina contesté de manera rápida
Hola mi amor, tenía una voz muy suave y de excitación, no se si me marido se dio cuenta
Ya estas en camino?, nos tienes preocupados me dijo
Estoy manejando, recién salgo, pero voy lento por el tráfico, recién estoy en camino pero pararé en algún lugar para comer algo que me muero de hambre, ustedes ya deben haber almorzado, demoraré un poco, pero no te preocupes que estoy bien.
Estoy manejando y hay policías, no puedo seguir hablando, te llamo cuando esté por llegar, un beso mi amor, le dije y corte y al mismo tiempo apagué el celular, no quería interrupciones, menos de mi marido.
Y mientras hablaba yo seguía mostrándome a Luis, seguía haciendo movimientos de culo y caderas para sentir como estimulaba la tanga mi clítoris.
Ahora me doy cuanta que me excitaba mucho estar en contacto con mi marido o saberlo cerca cuando estaba dispuesta a cachar con otro, es una situación estimulante que hace me den ganas de hacer cosas extremas o guarradas.
Miraba a Luis sensualmente y con cara de puta excitada, había asumido mi verdadero rol de puta, y eso le gustaba a Luis, eso lo excitaba porque se pasaba la mano a cada rato por su pene erecto dentro de su pantalón, así estuve caminando y regalándole un espectáculo privado, me sentí desnudista de cabaret que se exhibe y busca excitar a un hombre en particular.
Estuvo mirándome así y luego se acercó, me dio un beso y me cagó sorpresivamente para llevarme al segundo piso donde estaba el dormitorio principal que estaba amoblado con una cama King, mueble y un espejo amplio en la puerta del closet que reflejaba toda la habitación
Me sentó sobre la cama dándome un beso en la boca y se quedó parado frente a mí observándome, pero yo reaccioné jalándolo hacia mi abrazándolo por las nalgas, empecé a besar nuevamente su torso, y a sobar su pene por encima el pantalón, tener su verga cerca a mi me impulsó a aflojar su cremallera y bajarle el pantalón lentamente mientras sobaba su pinga por encima de su calzoncillo, esta vez llevaba una tanga que abultaba más su sexo, eso me gustó mucho y lo atraje y mordí suavemente su pene por el encima de su ropa interior, él hacía pequeños movimientos pélvicos y al mismo tiempo me desprendía el brasier para sobarme las tetas y pellizcarme suavemente los pezones, jugamos por un momento, pero las ganas de tener esa pinga hizo que de un jalón le deslizara su tanga con mi boca y su pene me rosó la cara y la boca, que maravilla verlo erecto y brilloso con una cabeza gorda, que excitación, ver esa cabeza frente a mi hizo que me la metiera a la boca y empezara a degustar esa cabeza rica, como me estimulaba ese glande gordo cada ves que lo succionaba y lo metía y sacaba de mi boca, me encantaba sentir en mis labios esa sensación de nervios y las hendiduras de su glande, parecía un juguete suave que estimulaba la boca y los labios, como me gustaba y excitaba, nunca había tenido tanto placer al tener un pene en mi boca.
Con mi marido hemos hecho sexo oral aunque con poca frecuencia, nos excita y es parte de un juego pre coital, pero es a Ramón al que le gusta y excita bastante, por ello lo practicaba, no era algo que me encantara o buscara hacerlo, sin embargo ahora este pene en mi boca era rico y placentero, ese pene en mi boca me sensibilizaba y me excitaba mucho y por ello me dieron ganas de chuparlo, de lamerlo, de meterlo y sacarlo de mi boca, quería que Luis me cachara por la boca, quería sentir las contracciones de su pinga y sentir la descarga de su semen en mi boca, que era una sensación nueva para mí, porque solo una vez había sentido el semen de mi marido en mi cara y labios, fue cuando lo masturbaba estando él parado y yo sentada que soltó imprevistamente un chorro de semen que cayó en mi cara y algo de mis labios, fue gracioso, excitante y agradable verlo eyacular así, pero el sabor agridulce de su semen no me gustó mucho, por ello nunca busque ni el me forzó o pidió eyacular en mi boca, pero ahora deseaba sentir la descarga de semen de Luis.
Mientras mamaba la pinga de Luis con frenesí y angustia con ganas de excitarlo al máximo y sacarle la leche, sentí que mi nuevo cachero, mi otro hombre, me tiraba en la cama y se puso sobre mí, boca abajo, sin sacarme la pinga de mi boca, y colocó su cabeza entre mis piernas y por primera vez sentí sus labios y lengua en mi concha, que placer, que delicia, pasaba su lengua lentamente por toda mi concha, lamía y succionaba mi clítoris, pasaba su lengua por mis glúteos, era un 69 perfecto y rítmico, porque entraba y salía su pinga de mi boca mientras que al mismo tiempo su lengua entraba y salía de mi chucha, me estaba dando un placer enorme, esa lengua sabía excitarme y encontrar puntos crítico que me llenaba de placer mientras tanto yo mamaba esa pinga con mayor frecuencia y rapidez, quería toda su pinga en mi boca, a ratos también metía a mi boca sus testículos, pero los mas rico era lamer su cabecita, sentir con mis labios cuando entraba y salía de mi boca.
No se cuanto tiempo estuvimos así, hasta que sentí que se contraía mi concha cuando pasaba su lengua por mi clítoris, sentí que llegaba a un orgasmos espectacular, sentir que me succionaba suavemente mi clítoris o me mamaba esa pequeña protuberancia que me hacía delirar de placer, con solo tocar mi clítoris con su lengua sentía que toda mi vagina se estimulaba por mis contracciones, eso hacia que yo presione con mi labios y mi boca su rica pinga, quería sacarle la leche, quería que eyacule mientras yo me corría, pero el tenía una gran resistencia, solo sentía que le salía su líquido pre seminal que tenía un sabor saladito y agradable que lo limpiaba con mi lengua, llegue hasta dos orgasmos en esa posición, en ese momento adoraba esa pinga
Después de sentir esos dos orgasmos maravillosos e inundar la boca de Luis con mis flujos, Luis se dio la vuelta besándome todo el cuerpo y lentamente me abrió las piernas con sus rodillas manteniéndome tirada de espaldas y puso su pene en la entrada de mi concha y jugaba a metérmelo, que delicia, sabía como hacerme explotar, sabía como hacerme disfrutar, pero yo ya quería esa pinga adentro, que crucé las piernas a la alturas de sus glúteos y lo atraje hacia mi para que ese pene entrara en mi concha, y le dije
Haaaaaaaayyyyyy papito ya métemele esa pinga, ya cáchame,
Te gusta cachar, te gusta la pinga, me preguntó
Siiiiiiiiiiiiiiii, me gusta mucho, me gusta tu pene cabezón
Luis empezó a moverse despacio como queriendo meterme su maravillosa pinga, pero seguía jugando que me hacía entrar en desesperación, hasta que yo lo atraje con fuerza con mis piernas y empuje mi pelvis hacia él que su pene entro de un solo golpe en mi vagina que me hizo delirar de placer, hizo que casi llegara a otro orgasmo, pero Luis empezó a moverse lentamente, metía y sacaba su pene como para sentir en cámara lenta como entraba y salía su hermosa protuberancia, y eso me hacía delirar, pero también me generaba angustia y ganas de jalarlo mas con las piernas, porque yo quería que ese pene entre y salga con mayor rapidez
Luego de un rato de juego Luis metía y sacaba su falo con fuerza, yo no lo soltaba, lo seguía abrazado con mis piernas, y cada movimiento saltábamos en la cama que me hacía recorrer por toda ella, fue un mete y saca fuerte y profundo, que placer, como sentía que ese pene me frotaba toda las paredes de mi vagina, parecía un pene enorme y gordo, en cada embestida se metía todo su pinga y sentía como me golpeaba sus testículos los glúteos, fue una actividad muy intensa, sentir sus cuerpo rosar mi pechos, mi abdomen me hacía delirar de placer, sentir que me besaba los pechos, que me succionaba los pezones mientras me metía su pinga era rico, que maravilla de hombre para darme placer y sacarme orgasmos,
En esa posición estuvimos un buen rato porque yo no lo soltaba y lo presionaba para que no deje de meterme la pinga hasta que pareció que el iba eyacular porque empezó a bramar y hacer movimiento rápidos y violentos que saltábamos por toda la cama, eso hizo que yo llegara a un orgasmo, me hizo gritar de placer, que lo aprisioné con mis piernas para no sacara su pene mientras duraba mi corrida y que placer es sentir un orgasmo con un pene que presiona todas las paredes de mi vagina, me hacia delirar cuando contraía las paredes de mi vagina y percibía la forma de su pene
Por favorrrrrrrrrrr siggueeeeeeeeeee, no paressssssssss, que esta delicioso, méteme más adentro, no pares amorciiiiiiiito, que voy a llegar, gemía mientras llegaba al orgasmo
Sentía como si me orinara, sentía que me venía un montón de flujo, sentí que su pene chasqueaba cuando entraba a mi vagina como si estuviera entrando en un tubo lleno de algo viscoso, que placer, como se contraía mi vagina, que hermosos y agotador orgasmo.
El siguió metiendo y sacando, yo seguía muy excitada quería más, no lo soltaba, seguía abrazándolo con mis piernas, y de repente sentí movimientos más rápido y violentos que parecía que su pene hubiese crecido y me hacía llegar a otro orgasmo, más aun cuando percibí que su pene se contraía y sentí con claridad como se abría paso su semen y pasaba por su conducto, era como una descarga de corriente eléctrica excitante y luego sentí que inundaba algo caliente y abundante mi cavidad vaginal, que maravilla, que forma de cachar y llegar a un nuevo orgasmo profundo y placentero, que ganas de no desprenderme de ese pene, me sentía una perra ensartada por su perro
Yo no lo soltaba, no dejaba que saque su pene y el seguía bombeando de manera violenta y gimiendo con fuerza mientras yo movía la pelvis para ayudar en el mete y casa y sentir al máximo su falo erecto, hacía más movimientos cuando sentí que perdía erección y se volvía flácido, era muy rico hasta cuando lo tenía chico porque la gordura de su glande estimulaba mi clítoris.
Cuando salió su pene de mi vagina era como si destapara un depósito que salió todos mis flujos producto de mis corridas y el semen de Luis que esta vez había sido abundantes y mojamos todo el cobertor de la cama.
Un orgasmo maravilloso y profundo, un orgasmos que liberaba toda mi energía y sexo reprimido, una forma libre de expresarme que me dejo muy agotada, un orgasmo muy distinto a los sentido en mi vida sexual con mi marido, allí me di cuenta que podía descubrir nuevas formas de placer, nuevas formas de cachar.
El se hecho en la cama y yo me subí sobre el para echarme sobre su cuerpo abrazándolo y besando con cariño por el placer brindado, nos quedamos por una rato en esa posición y yo me miré en espejo y me vi desnuda, toda desinhibida sobre el cuerpo desnudo de otro hombre y me gustó lo que veía, me excitó porque sentí un extraño placer de ser tocada por otro hombre, una sensación de poder ser puta, de poder cachar con otro hombre y sentir placer extremo.
Nos quedamos tirados haciéndonos pequeñas caricias, el me sobaba glúteos y besaba suavemente las tetas, estábamos tirados en la cama totalmente desnudos porque cuando me sacó el pene me saque la tanga porque estaba mojada y lleno de semen de mi cachero y mi flujos que me molestaba. Así relajados sentía como se deslizaba por mi vagina el semen de mi amante, era agradable, era excitante, sobre todo saber que era leche de otro hombre, era leche de mi otro cachero.
No se cuanto tiempo estuvimos allí, pero no tenía ganas de moverme e irme, quería estar al lado de Luis, quería sentir su cuerpo, era agradable estar tirada frente otro cuerpo desnudo. El jugaba con mis pechos y me acariciaba el cuerpo suavemente, que me gustaba y me daba cierto placer y me excitaba nuevamente. Mientras descansábamos, yo también acariciaba su cuerpo y tenía en mi mano su pene flácido jugando suavemente, me agradaba sentirlo suavecito, mojado y caliente, pero en realidad también quería que reaccione nuevamente, quería sentirlo duro, quería ver como crecía nuevamente.
Mientras jugaba le hablaba a su pene, le decía ricura, muñequito, cabezón, travieso y no se que más que Luis se reía y seguía acariciándome el cuerpo suavemente, me jalaba los pezones que hacía que mi excitación no terminara, sino que deseara nuevamente tener actividad.
Cuando sentí que nuevamente el pene de mi amante se ponía algo dura, empecé a besar el cuerpo de Luis, besé todo su cuerpo desde su cabeza hasta su pies, y eso hizo que el nuevamente tuviese el pene crecido aunque no llegaba a estar tan duro como en un principio, pero se veía apetitoso, por ello mientras besaba su cuerpo completo me concentre en su miembro y empecé a mamarlo suavemente, empecé a jugar con su falo pasándole la lengua, jugando con su glande que al cabo de un rato estaba hecho un mástil, completamente erecto, que rico se sentía, fui lamiendo su glande mientras salía su flujo pre seminal y eso también excitaba a Luis, pero esta vez era receptivo solo disfrutaba de lo que yo hacía
Mi vagina estaba nuevamente segregando flujos y sentía ganas de estar ensartada por ese pene rico, por ello lentamente subí mi cuerpo lamiéndolo y besándolo hasta llegar a su boca y sentir que mi concha estaba a la altura de su pinga.
Abrí mis piernas al máximo y coloque con mi mano su pene en la entrada de mi concha y me deslice hacia atrás y me introduje es mástil suavemente, que rico se sentía, esa posición me permitió controlara los movimientos y la penetración, porque después me senté y quede cabalgando a Luis con el pene adentro, otra vez el placer era indescriptible, verme en ele espejo así me excitaba más porque reflejaba a la puta que era, me veía haciendo muecas de placer, me veía saltando sobre la pinga de Luis, me descontrolaba sentir ese pene dulce y yo con mis movimientos buscaba que su pene circule por toda mi vagina que hacía que el placer sea más intenso, más agradable.
Me contorsionaba sobre la pinga de Luis, a ratos daba pequeños saltos y en otras me senté en cuclillas y me deslizaba sobre el pene de Luis metiendo su pene como yo quería, lento, rápido, solo su glande y en otras todo su pene hasta que toque la entrada de mi útero, Luis ayudaba en la penetración haciendo movimientos pélvicos, y juagaba con mis senos cuando yo se lo dejaba
Mirarme al espejo así ayudaba mucho, porque era como ver una película pornográfica donde yo era la protagonista, por ello al estar mirándome y saltando sobre ese delicioso pene me vino otro orgasmo que para sentirlo mas intenso me eche sobre mi amante para sentir que sus pechos rose mis tetas y yo me prendí de su boca quedándome estática con el pene adentro presionando hacia atrás para sentirlo profundamente, y el orgasmo fue profundo e intenso que duró una eternidad y llegue a sentir que la cabeza me dolía y perdía fuerzas, pero con ganas de más.
Cada orgasmo que tenía era distinto a los otros, pero cada uno era tan rico que me daba gusto estar disfrutando de ese momento. Cada orgasmo me desinhibía más v cada orgasmos me hacia sentir más puta y con mayor necesidad de sentir cosas diferentes, cada vez quería sentir cosas diferentes y me entregaba totalmente, me sentía dispuesta a hacer cualquier cosa, no sabía que pero si Luis me lo pedía en ese momento seguramente lo hacía.
Cáchame más, romperme la concha, méteme tu pinga y no los saques papito lindo le decía
Pídeme lo que quieras, hazme lo que quieras pero daaaaaaaaaaaameeeeeeeeeeee placer, no pares de cacharme, quieeeeeero maaaaaaaaaaaaaaaassssssssssss gemía fuerte y bramaba de placer
Luis seguía con el pene erecto y hacia ciertos movimientos, sentía que Luis tenía mas aguante, sentía que tenía más capacidad de soporte, y él al sentir mi orgasmos profundo y yo hacer expresiva mis necesidades empezó a tomarme de mil forma, puso mis piernas a su hombro y me clavaba con fuerza, me cargo con su falo ensartado y me llevo frente al espejo y verme allí en esa posición me hacía sentir una guarra, una puta y al mismo tiempo una mujer hermosa que podía tener placer sin tabúes y eso ayudó a que llegara a otro orgasmo, otra corrida que me hacia hablar incoherencias, pedirle cosas a Luis que cada vez era más eufórico y cada vez me follaba con vehemencia y diría más violencia, cada embestida era un faje con fuerza como si quisiera romperme toda y eso me causaba cierto dolor en algunas embestidas, pero me hacía sentir mujer completa, me daba duro que casi ya me hacía desfallecer por tantos orgasmos que había llegado y todavía me hacía cosas ricas.
Ya casi agotada esperaba que el eyacule, esperaba que inunde mi vagina, esperaba sentir su explosión para sentir que podía satisfacerlo totalmente y quedar completamente satisfecha.
Luis siguió ensayando algunas poses nuevas que me dejaba hacer, pero yo ya solo quería su descarga, quería la culminación final con la poca energía que me quedaba, necesitaba sentir ello para estar bien culeada.
Luis finalmente me colocó en posición perrito frente al espejo y me empezó a penetrar con fuerza, me daba tanto pene que me hacía bramar de placer, estaba perdida y poseída por el placer que sentía, a pesar de la poca energía que me quedaba, yo ya solo bramaba de placer al ritmo de cada embestida, me sentía una perra dispuesta a todo cuando veía que mis tetas se balanceaban a cada embestida a través del espejo, me gusta ver ese espectáculo que abría mas mis piernas para facilitar la labor de Luis que se le veía también poseído y súper excitado.
Vi por el espejo mi concha y su pene entrando y saliendo que me hacía vibrar, no se como describir ese placer pero me moría de placer, que empecé a ajustar mis piernas para sacarle la leche era lo último que esperaba para estar completa, en ello sentí su presión y me tiró en la cama boca abajo sin sacarme su pinga y me cabalgó por un momento más, pero yo me tiré y cayó encima de mí sin sacarme su pene, y por ello cruce mis piernas para ajustar ese falo y sacarle la leche, ordeñarlo con mi concha y sentír su pene completo, grande y gordo, parecía que me metía un tremendo falo que exploté en un orgasmos violento y agresivo que sentí que me faltaba aire, que mi corazón se salía, pero era rico, algo muy pero muy intenso.
El solo hacía unos pequeños movimientos y me saco una seguidilla de orgasmos que me mataban hasta que sentí que me inundaba toda, sentí que mi vagina se calentaba con su semen y me sentí completamente satisfecha, sentí que en años había sido la mejor sesión de sexo que había tenido, quizás lo mejor después de mi luna de miel o hasta mejor que en aquella oportunidad.
Luis cayó rendido a mi costado, y se echo abrazándome sin fuerzas, mientras tanto yo me sentía un placer enorme, pero estaba agotada, mis piernas me flaqueaban, la respiración era intensa, sentía que mi vagina estaba contraída y como si me abandonara las fuerzas para mantener juntas mis piernas, por ello también me relaje dándole la espalda a Luis, no tenía ánimos para nada, y sin decirnos algo él me abrazo pegando todo su cuerpo al mío por la espalda y así nos quedamos un rato en silencio.
No se cuanto tiempo estuvimos tirados desnudos y callados, en un principio tenía la mente en blanco, pero luego me empecé a evocar lo sucedido en silencio a reconocer lo agradable que había sido, y como lo había disfrutado.
Ya más consciente y volviendo a mi realidad, pensaba en que era algo alejado de formalidad social y fidelidad de matrimonio, que había consumado mi infidelidad consciente y premeditadamente, pero ahora no estaba arrepentida, ni sentía remordimiento, pensaba que había encontrado una nueva oportunidad de disfrutar del sexo, que es algo que me había gustado y hecho vibrar, y que no podía engañarme buscando escusas o justificaciones.
Más bien especulaba en las opciones que tenía para convivir con Luis y mi marido, no se porque pensaba que me gustaría compartir mi vida con los dos en armonía y acuerdo, algo loco, pero pensaba y especulaba, porque sabía que esto iba a seguir, que no iba a evadir nuevos encuentros con Luis, algo que cambiaba mi vida definitivamente.
Ya más relajada y satisfecha, vi que el alba por la ventana que daba al mar y tomé conciencia que había estado por más de dos horas encerrada en esa casa con Luis, y también pensé en mi marido y mis hijos, sentí que ellos también me necesitabas y por ello apuré mi salida, recién sentí que debía apurarme, que tenía gente muy importante que me esperaba y que era gente a la que quería mucho. Sentir el cuerpo de Luis pegado al mío también me gustó y casi me costaba alejarme y despedirme de él porque estaba muy a gusto, pero había que hacerlo
Ya me voy cariño, es tarde y mi marido me va a matar , le dije a Luis
Pero el no respondió, se había quedado dormido profundamente abrazándome por la espalda, por ello no quise despertarlo porque no quería demorarme más, no se que hubiese pasado si él me pedía que me quede, porque era agradable estar a su lado, tenía algo de miedo de ceder a sus peticiones y demorarme más, lo que me provocaría un malestar mayor con mi marido.
Me levanté despacio, me fui al baño que estaba en la misma habitación y me lavé la vagina y mis piernas en el bidé y me pasé una toalla húmeda por todo el cuerpo, no quería bañarme porque tenía miedo a que mi marido perciba que iba bañadita, ya que siempre habíamos hablado de las actitudes de los amantes cuando veíamos la farándula o sospechábamos que algún conocido sacaba los pies del plato.
Luis seguía durmiendo, por ello, me acerqué despacio, le di un beso en la mejilla, y di una pequeña chupada a su pene flácido metiéndome todo a mi boca pero con suavidad, Luis solo se movió un poco al sentir mi boca, pero yo me alejé y baje desnuda al primer nivel.
Me vestí luego de buscar mi ropa regada por la sala, pero esta vez me puse una tanga que llevaba en la cartera y me puse mi pantaloneta, la tanga de los códigos se quedaba refundida en la cama, seguramente Luis lo encontraría, luego salí de la casa y me fui en silencio, ya tendría oportunidad de encontrarme nuevamente con Luis.
Este día ha marcado mi vida, por ello recuerdo todos los detalles de mi estadía con Luis, la intensidad de este encuentro ha sido fundamental para desear estar con mi nuevo hombre en otras oportunidades, pero también ha marcado mi vida, porque al estar en mi casa, mi marido quería lo que le pertenecía con más derecho y descubrí sensaciones nuevas que reforzaron mis ganas de compartir mi vida con los dos, aunque Ramón nunca debería enterarse.
(Continuará si sigo recibiendo comentarios positivos