Nunca rechazes las nuevas oportunidades (I)
Mi vida de joven graduado en informática cambió completamente ese día, aunque no lo sabía todavía.
El relato que voy a empezar es 100% real y aunque modificaré ciertos detalles para conservar la privacidad, todos los hechos son ciertos. Debo disculparme de primeras por si mi estilo de redacción no es el más apropiado, pero no estoy especialmente acostumbrado a redactar "relatos" en mi día a día. Espero que os guste y os enganche de ser así, seguiré escribiendo, así que ir comentándome lo que os parece .
Parte 1:
Empezaré presentándome, a día de hoy tengo 27 años, pero los hechos que voy a contar empezaron hace exactamente 5 años, justo en el momento en el que terminé mi carrera universitaria. Me llamo Álex, siempre he sido muy aficionado a todo tipo de trasto y tecnología pero no fue hasta el último momento cuando me decidí a estudiar ingeniería informática, convirtiéndome por supuesto en el técnico de mi familia pero también de mi grupo de amigos.
En cuanto a mi físico siempre he tenido un cuerpo más o menos fibrado, me encanta ir al gimnasio, trabajarme el cuerpo y sobre todo: ¡Ver como los demás trabajan el suyo! jajajaj . Tengo cara de niño bueno según me dicen aunque en la cama saco mi otra cara. Mis ojos son oscuros y tengo el pelo corto y debo reconocer que siempre he tenido éxito entre chicos y chicas. Además siempre me ha gustado marcar, especialmente mi culo que es a lo que más trabajo le dedico.
Con esta descripción puede parecer que ligo a diario, pero de hecho nada mas lejos de la realidad... siempre he sido vergonzoso y a no ser que me entren, no soy capaz de entrarle a alguien. Por eso, hasta ese momento había estado con un par de chicos y nunca había tenido novio (o al menos alguien a quien yo considerase como tal). El hecho de no ligar mucho estaba también relacionado con que a pesar de vivir en Valencia, en ese momento no había salido del armario, mis padres son especialmente tradicionales y aunque siempre decían que no les importaría tener un hijo gay, siempre lo decían con la boca pequeña. Por eso solo mi mejor amiga, los chicos con los que he estado y 3 personas más sabían que yo era gay.
Después de terminar la carrera llevaba varios meses en paro, así que había presentando mi curriculum a una bolsa pública de empleo que ofertaba mi universidad y conseguí una entrevista en una gran empresa que esta en Valencia y que ofertaba plazas muy interesantes para ingenieros informáticos.
Cuando me llamaron no me lo creía porque es una empresa muy potente. Ese día estaba nervioso, mi madre estuvo todo el tiempo diciéndome que me tranquilizase pero no había forma. Cuando llegue a las oficinas me quedé alucinado, el edificio era enorme, cada trabajador tenía su propio despacho, nada de mini-cubículos con paredes falsas. La gente estaba trabajando a pleno rendimiento y no se distraían con nadie que entrase (o eso parecía). La verdad es que me quedé fascinado por todos aquellos que trabajaban allí, pero también me asuste por la presión tan grande que tenían y que yo podía llegar a tener si trabajaba allí.
Cuando llegue al final de esa planta, me encontré sentado junto a 5 candidatos más que aún no habían sido entrevistados, algunos tenían pinta de tener mucha más experiencia que yo, otros tendrían más o menos mi edad. Pero sobre todo, estaban todos mucho más tranquilos o al menos no exteriorizaban los nervios que tenían y eso hizo aumentar los míos.
Estuve como 1 hora allí sentado viendo como iban llamando a candidatos, por eso yo iba pensando en todo lo peor que me podían decir, como que ya habían cubierto las 2 plazas que ofertaban, que no era el perfil que buscaban o cualquier otro tipo de excusa. Cuando entro el 3º de los 6 candidatos que estábamos allí, alguien vino a mi mente, alguien en quien no había pensado en mucho tiempo, se trata de José, no se porque después de casi 4 meses tenía que venir a mi memoria en ese preciso instante, pero, así fue, de repente no podía parar de pensar en el...
Llevaba un buen rato pensando en el pasado, en mi vida en común con José, en como empezó todo... cuando de repente, un chico joven de unos 23 años dijo mi nombre:
-¿Alejandro José García? [Hice un gesto asintiendo que era yo] -Por aquí por favor, le esperan
Siempre me ha puesto nervioso que me traten de usted y esta situación no sería diferente. Para postre el chico llevaba un rictus muy rígido, y transmitía mucha seriedad, lo cual a pesar de que estaba bastante bueno, incrementaba mis nervios.
Sin embargo, todo cambio cuando entre a la sala en la que me hicieron la entrevista en ella había un total de 4 personas contándome a mi. Eran, el director de RRHH en el centro de la mesa, la adjunta del director a su izquierda y a su derecha estaba Rubén (De verdad existen hombres que estén tan buenos fue lo primero que pensé al verlo), un hombre de unos 30-34 años que solo de verlo hizo que perdiese el sentido. Siempre he tenido varios rasgos comunes o quizás fetiches que hacen que un hombre me vuelva totalmente loco y este tenía reunía gran parte de ellos: Apariencia muy masculina y chulesca, pelo largo y liso, alto y musculoso. Me faltaban saber dos cosas, si tenía algo de vello por el cuerpo (he de confesar que me vuelve loco) y conocer su personalidad. Aunque he de decir que en ese momento no me importaba tener esas incógnitas, solo pensaba en como sería ese pedazo de hombre desnudo porque no podía parar de imaginarle follándome en esa sala de reuniones.
Pero la bonita película que me estaba montando en la cabeza no sería tal y las cosas no iban a ir exactamente como me habría gustado [...]
-Continuará-