Nunca rechaces las nuevas oportunidades (IV)

Llevábamos varios cubatas y serían como las 4 de la mañana cuando la noche maravillosa que me estaba ayudando a olvidarme de esa semana intensa estaba a punto de mejorar. Yo había ido allí sin ninguna pretensión de ligar porque iba con el grupo y aunque Lorena podría cubrirme no sentía la necesidad

Después de ese par de días tan intensos era el momento de relajarme, ese viernes por la noche era el cumpleaños de uno de mis amigos de toda la vida y le habíamos organizado una fiesta sorpresa. Ninguno de mis amigos “de toda la vida” salvo Lorena conocían mi mayor secreto, es decir, que soy gay o al menos eso pensaba yo...

Para el cumpleaños estábamos los 9 del grupo Ricardo, Pablo, Andrés, Antonio, Raúl, Carles, el cumpleañero Jorge y Lorena, la única chica del grupo. Jorge que generalmente es bastante avispado no se había enterado de nada de la sorpresa y la fiesta nos quedó muy chula, cenamos y después de tomar un par de copas en su casa decidimos salir a una discoteca de moda en Valencia. Siempre habíamos querido ir todos pero nunca habíamos logrado estar de acuerdo para poder ir así que finalmente y con el motivo del cumpleaños de Jorge conseguimos ir. La disco era enorme tenía una planta cubierta y otra semicubierta con diferentes tipos musicales en la una y la otra. La cubierta estaba orientada más a un público premium mientras que la descubierta era más para la gente en general.

Estuvimos un rato en la parte de abajo pero enseguida quisimos subir a la parte de arriba porque aunque a todos nos gustaba escuchar en el día a día pop, rock, etc. Cuando salimos de fiesta nos encanta escuchar temas de moda pero sobre todo perreo del bueno.

Llevábamos varios cubatas y serían como las 4 de la mañana cuando la noche maravillosa que me estaba ayudando a olvidarme de esa semana intensa estaba a punto de mejorar. Yo había ido allí sin ninguna pretensión de ligar porque iba con el grupo y aunque Lorena podría cubrirme no sentía la necesidad de exponerme, pero llevar 4 meses a pan y agua y las copas de más me estaban poniendo bastante cachondo.

Abrí Grindr y para mi sorpresa había varias personas muy muy cerca de mi que me habían hablado. Un chico en especial era bastante mi estilo, con barba de varios días, moreno, sonrisa encantadora, mandíbula marcada. Sonaba perfecto para mi, así que después de hablar 3 minutos por el chat de grindr me dijo que me acercase a una de las barras para invitarme a algo y así poder hablar con más calma. El chico se llamaba Luis y la verdad es que era más guapo aún en persona, estuve hablando con el un rato sobre varios temas, el me miraba yo le miraba, y empezó a tocarme la mano y a agarrarme poco a poco, entonces acercó su cara a mi oído y me dijo:

-Álex guapo, te parece bien que vayamos a sentarnos un poco más alejados de la gente, esto está muy bien, pero prefiero estar más a solas

-Claro, vamos a los del fondo que prácticamente no hay nadie—lo que más me importaba era que mis amigos estaban totalmente alejados de ese sitio y que como siempre que conozco a alguien, tenía mucha vergüenza y prefería estar con menos público—

-¿Eres algo vergonzoso verdad?, no pasa nada, vamos a los que tu dices — me dijo poniendo una sonrisa que me encantó—

Nos alejamos hacia esos sitios y cuando nos sentamos me pasó el brazo por el hombro, yo estaba algo nervioso por toda la situación, pero el estaba muy decidido, no paraba de decirme cuanto le gustaba y de mirarme directamente a los labios. Cuando fui consciente de ello yo no podía evitar mirar a los suyos. Pero cual pelicula empezó a sonarme el móvil.

-Álex te vibra el móvil, ¿no lo coges?

-Será mi amiga Lorena que me estará buscando, luego le hablo

-¿No lo miras si quiera?

-Prefiero seguir hablando contigo — Conforme dije la frase me puse totalmente rojo y mire hacia el suelo con algo de vergüenza, es algo tonto pero me pasa siempre de primeras— si tu quieres, vaya…

-Álex —Luis me levanta la cabeza para que vuelva a mirarle a los ojos— claro que quiero, pero no solo hablar, se que tienes tantas ganas como yo.

Lentamente se fue acercando a mi boca y empezó a besarme, primero de manera tierna, pero poco a poco los besos se estaban volviendo más largos y después empezó a meterme la lengua. No se si será por todo el tiempo que llevaba sin roce con otro hombre pero debo decir que me encantaba como me besaba, se notaba que el controlaba la situación, que sabía lo que hacía y eso me gustaba. A ratos paraba para mirarme a los ojos y hablarme:

-Que guapo eres, me encanta que seas tan dulce, me encantan tus labios —iba diciendome a ratos

-Tu también eres muy guapo, y muy mono y besas como pocos hombres me han besado en mi vida

-¿Quieres que vayamos a un sitio en el que podamos estar solos? —Me dijo poniéndome sonrisa maliciosa—

-¿Te importa si seguimos aquí de momento? —Luis me encantaba, pero me encontraba nervioso y no quería ir demasiado rápido—

-Claro que si cosa guapa, no tengo ninguna prisa, vamos al ritmo que quieras.

Luis estaba resultando uno de los caramelos más dulces de toda la noche, todo estaba siendo genial hasta que llegó el momento que menos me esperaba. Desde que había empezado a vibrar el móvil yo lo había estado ignorando porque no pensaba que pasase nada. Pero me había equivocado, Carles que no estaba muy acostumbrado a beber se había pasado de cubatas y estaba en un estado bastante deplorable, por lo que mis amigos decidieron que era hora de irse cuando Lorena empezó a llamarme al móvil. Sin embargo, como no respondía a sus llamadas porque yo estaba con Luis ajeno a todo lo que nos rodeaba, besándonos, sin reparar en nadie más, mis amigos empezarón a buscarme por la discoteca. Situación a la que yo era ajeno hasta que me pareció oír algo familiar, no solo la expresión sino que me pareció reconocer una voz.

-Ahí va la ostia tíos, que el Álex es maricón

-Álex tío , ¿Qué haces?

Levanté la cabeza y ahí estaban todos mis amigos menos Lorena y Carles, que más tarde me enteraría que estaban en el baño por el borracherón de Carles.

-Chicos, eeeeeeemmmmmm… —Empecé a ponerme muy nervioso—

-Chicos no tío, no nos pongas excusas, ¿eres maricón?¿En serio te molan los rabos?

Emmmmmmmm —Acertaba a decir mientras todos me miraban fijamente, empecé a ponerme más y más nervioso, pero Luis me agarraba de la mano. Lo acaba de conocer pero note como me intentaba transmitir la máxima tranquilidad

Emmmmmm??? Habla tío, ¿eres maricón? —

Ricardo, Andrés y Antonio me miraban con una cara de desprecio que nunca habría imaginado pero por primera vez en esa semana me armé de valor

-Sí, soy gay, me gustan los hombres y los rabos, siento no habéroslo dicho antes y que os hayáis tenido que enterar así, pero no me sentía preparado para contároslo

Nadie contesto nada, simplemente dijeron hasta luego y se largaron. Uno de los momentos que más había temido había sucedido en esa fatídica semana y el resultado era horrible. Que significaba el hasta luego, porque nadie me había dicho lo típico: “Ya lo sabemos”, “No pasa nada”, “Eres nuestro colega y seguirás siéndolo siempre”. ¿Dónde quedaban esas frases? ¿Por qué hasta luego?. La mezcla de sentimientos me hizo arrancarme a llorar, ¿seguía teniendo amigos? ¿Les daba asco?

Luis se me acercó y me abrazó, se quedó conmigo todo el rato, me consoló y me iba besando poco a poco. Me fue tranquilizando poco a poco y estuve hablando con el 15 minutos hasta que anunciaron que llegaba la hora de cierre de la discoteca.

-No creo que olvides esta noche fácilmente guapo —Me dijo mirándome a los ojos, después de conseguir que hubiese parado de llorar y logrando arrancarme un esbozo de sonrisa— eso quiero ver, eres un chico muy dulce y muy guapo y quiero verte sonreír.

-Luis eres un chico increíble, me acabas de conocer, te has visto empantanado en esta situación y aún así me estas respaldando

-No creas que soy increible, es simplemente que creo que mereces la pena. Además voy a pedirte 3 cosas a cambio

-¡WOW!¿3 cosas? Adelante te escucho.

-¿Por donde empiezo? —Me mira riéndose— Primero y más importante apunta mi número y dame el tuyo no quiero que esto quede aquí, quiero volverte a ver —Sonreí como un niño abriendo sus regalos de navidad y anoté su número en mi móvil para hacerle una llamada perdida y el sacó su móvil y se guardó el número— Número 2 no quiero que llores más ni que te metas prisa ni que te sientas mal, lo que ha pasado no ha sido agradable pero no te sientas mal porque haya estado delante, es más, me siento bien por haber podido estar apoyandote en un momento tan difícil.

-Tonto no me digas estas cosas tan bonitas que me vas a sonrojar—Le decía sonriendo, pero con la cara totalmente sonrojada—

-Pero si ya lo estas jajajajajjajajja. ¡Eres, tan mono!

-Hala, para, y dime… ¿Cuál es la tercera?

-La más importante, soy un desconocido al que acabas de conocer así que la tercera en realidad no es nada que te pido a cambio, la tercera es simplemente una pregunta: ¿Quierés llevar  a cabo la 1 y la 2 a pesar de que me acabas de conocer o me estoy creyendo quien no soy?

Le miré con cara de sorpresa, nunca nadie a quien acabase de conocer me había dicho cosas tan bonitas y había leído en mi como si fuese un libro abierto, pero también tenía miedo de abrirme tanto a alguien desconocido, aunque en ese momento preferí fiarme de mi instinto.

-Creo que la respuesta a la 3 va a ser … SI, por supuesto que quiero quedar contigo, me gustas mucho y eres genial, y me has demostrado que yo también te gusto, así que… no se me ocurre mejor opción que volverte a ver y cuanto antes mejor.

-Aún no nos hemos separado — Me dice mirándome a los ojos y acercándose para darme un beso—

Me da varios besos y me acerca aún más a el, lo que me hace sentir todo, su pecho con mi pecho, su cara con la mía, su cuerpo, sus ojos, sus brazos recorriendo todo mi cuerpo. Cuando me suelta veo la hora y soy consciente de que tengo que volver a casa

-Luis, eres genial, pero tengo que volver a casa ya, me encantaría quedarme contigo más pero si no vuelvo ahora, mañana se van a mosquear mucho conmigo

-Tranquilo, pero solo una cosa más —me pasa el brazo por el hombre y saca su móvil para hacerse dos fotos una con los dos mirando y otra mientras me besa. Yo le miró con cara de extrañado— No me mires así, es por si mañana lo piensas mejor y no quieres verme nunca más, así siempre podré recordar al chico guapo que conocí.

Le sonrió y le vuelvo a besar, como puede ser tan mono conmigo un chico al que acabo de conocer, pienso dentro de mi.  Salimos caminando juntos hasta un cruce en el que se separan nuestros caminos

-Seguro que no quieres que te acompañe—me dice con cara de preocuapción— un chicocomo tu no debería ir solo por las calles de Valencia a estar horas

-¿Un chico como yo?, Tranquilo no soy de cristal, creo que sabré protegerme, no voy a necesitar ningún caballero andante—aunque me encanta que me lo ofrezca—. Además hoy has conocido a Álex timido porque es la primera vez que nos vemos, tu espera a que nos veamos la proxima vez.

-Perdona no quería ofe… —no le dejo terminar y le corto besandole—

-No me has ofendido, quería picarte un poco,y sobre todo hacerte ver que cuando ya conozco a alguien doy rienda suelta a todo y cuando digo TODO es TODO —En ese momento se mordió el labio, con solo esa frase sabía que habría sabido transmitirle mi mensaje, en ningún momento quería que Luis se fuese de allí llevandose de mi una imagén de puritano o recatado y había conseguido mostrarle que solo había visto de mi la punta del iceberg. Que en realidad estaba deseando follar con el, pero ese no era el momento.

-¿Todo, Todo? Suena muy prometedor —Me dijo guiñándome un ojo—

-Esta noche has conocido la faceta dulce, romántica y algo vergonzosa de Álex—Le agarré la cabeza con las manos y le di un buen morreo, mientras nos besabamos empecé a notar un cierto abultamiento en su paquete, se estaba empalmando y eso me ponía mucho. Pero había que parar, para que aumentase su curiosidad por mi y sobre todo lo que le ponía— Bueno, creo que me voy a la cama, háblame mañana y quedamos

¿Ya te vas?—me miró con cara de no me dejes tan cachondo—

-Confía en mi, es mejor que nos vayamos y que te deleite con mis otras facetas en otro momento

-Como el chico más guapo de Valencia ordene. ¿Me hablaras mañana al despertarte? —Me dice poniendo cara de pena—

Me alejo de el y cruzo la calle antes de contestarle

-¡Ya veremos, dependerá todo de si me has gustado o no! —Le guiño un ojo y le tiro besos— Buenas noches

-Buenas noches guapo

Aún no podía creerme que ese chico tan increible, estuviese de repente en mi vida, no sabía exactamente de donde había salido ni como había aparecido en mi vida, pero si tenía algo claro, quería tenerlo cerca. En ese momento empecé a repasar mentalmente todo lo que me había gustado de Luis: Guapo, inteligente, sensible, cariñoso, culazo y visualmente marcaba un buen rabo... Justo en ese momento, me llamó Lorena al móvil. No me acordaba de todo lo que acababa de pasar y al leer su nombre en la pantalla de mi iPhone todo volvió a mi mente como un flashback.

-Continuará-