Nunca perdoné a mi papa
Mi papá abusó de mi muchísimas veces, pero siempre con mucho respeto.
Esto que voy a contar pasó ya hace bastante y recién ahora puedo largarme a contarlo. Me llamo Ivana y tengo 28 años.
Siempre viví con mi padre hasta los 25 que me fui de casa. Mi viejo era viudo y vivíamos juntos, a mi mamá casi no la conocí.
Desde muy chica tuve con mi viejo una relación demasiado "cercana", él me educó así. Era de mirarme y tocarme mucho, sobretodo cuando yo a los 14 empecé a desarrollarme bastante. Él jugaba mucho conmigo y yo, la verdad, estaba acostumbrada a eso.
Pero a los 15 empecé a entender que nuestra relación no era normal. Él me acompañaba a comprarme ropa y la elegía más él que yo, me miraba y me tocaba delante de la gente. Cuando estábamos en casa me hacía poner la ropa que me regalaba y desfilarle, era raro pero yo no lo entendía bien en ese momento. Una vez fui con el a comprarme un vestido para una fiesta y entré al probador y luego salí para mostrarle a la vendedora y a él. Se acercó mi papá y me tomó de la cintura. El vestido era mus ceñido al cuerpo lo que me marcaba bastante las curvas. "A ver como te queda la espalda ", me dijo mi viejo, delante de la vendedora y otros clientes que estaban ahí. Me di vueltas y suspiró y dijo "perfecto", sus manos en mi cintura comenzaron a bajar y me tomó con ambas manos mis glúteos. "¿qué bien le marca la cola, no?" le preguntó a la mujer del local y a parte escucharon todos.
A medida que yo crecía el se ponía cada vez mas baboso, me miraba todo el día y me tocaba cada vez que podía. Yo tenía (y todavía tengo) un muy buen cuerpo, flaca, de 1,57 y tenía una cola super llamativa.
Mi papá delante de sus amigos me hacía de todo, una vez, estábamos comiendo en casa con un amigo del trabajo de él, y yo justo me había cambiado para salir con unas amigas. Justo el me vio vestida con unos jeans blancos bien ajustados (me quedaban re bien) y me llamó. Yo pensé que irá a hacer . Le dijo a su amigo: "¿viste que linda nena tengo, no?" y el otro tipo no sabía que decir. "Ivana, date vueltas que le quiero mostrar como te queda ese jean, es un espectáculo", dijo Hernan (mi viejo). Yo tímidamente me di vuelta al lado de los dos y papá me dijo"parate derecha, ivi". Yo sabía que eso quería decir que pare la cola, asi que lo hice muerta de vergüenza. "y ¿Qué te parece?, mi hija tiene la mejor cola de todas, no?". El otro tipo no sabía donde meterse, pero igual vi que aprovechaba y me miraba bastante.
Cuando yo cumplí 16, pasó lo que yo siempre temí. Una noche estábamos viendo tele y yo cometí la locura de ponerme el piyamas, que era como un culotte y una remerita. Hernan, comenzó a acariciarme y me dijo que me sentara upa suyo. Él era mi viejo, yo no podía negarme pero sospechaba que el lo sentía de una forma rara. Me senté sobre su falda y el me acomodó poniendo bien mi espalda contra su pecho. Me acariciaba los muslos y me besaba el cuello. "Nena, quiero que hagamos algo y que quede entre nosotros ", me dijo. Yo, en ese momento no podía decirle que no a nada. Asi que me recostó en el sillón boca abajo y empezó a masajearme. Obviamente fue directo a mis glúteos, mi cola lo enloquecía. De pronto vi que acercó su cara y comenzó a besarme por encima del culotte, bien suave toda mi cola. "¿te gusta?, me preguntó. Yo le dije que si, estaba super relajada. El hecho de ser mi viejo, me tranquilizaba mucho, pero sabía que cada vez nuestra relación era mas anormal. Luego me sacó el piyama y me dejó toda desnuda. Se subió al sillón y se arrodilló detrás mío. Yo era totalmente virgen pero sentía que mi viejo estaba caliente. Cuando quise darme cuenta sentí que Hernan se recostaba encima mío y sentí en mis gluteos una dureza, que seguramente era su pene. "¿Qué hacés, papi?", le pregunté. "Nena, hoy la vamos a pasar bien, vos y yo.
Déjame que te demuestre lo bien que puedo hacerte sentir." Yo estaba sorprendida porque era la primera vez que se desnudaba conmigo. Sus dedos me recorrían mis partes y sentía que lentamente metía uno en mi cola. Era muy cuidadoso conmigo, eso yo lo sentía. Fue todo muy lento, me penetró con un dedo y luego dos, me dolía bastante como me dilataba la cola. Me hablaba al oído y me decía cosas hermosas. Me alababa muchísimo mi cuerpo y especialmente mi cola. "Levantá bien la colita, ivi", me pidió. Yo le hice caso y sentí que el apoyaba su pene en mi ano, fue un dolor terrible. Pero él lo manejó muy bien, me hacía sentir segura. De a poco sentí como su miembro se hundía en mi cola. "nena, hace mucho que quería hacerte esto.", me dijo. Fue increíble, estuvimos toda la noche conectados, me penetró en todas las posiciones posibles, siempre me lo hizo por la cola. Yo sabía que él jamás me iba a coger por la vagina, eso no era para un padre. Jamás pensé que iba a sentir tanto esa noche, me puso de todas las formas y me acabó mas de 6 veces en toda la noche, siempre adentro.
Esa fue la primera vez pero para nada la última, después de aquel día me lo hacía muy seguido. Él tenía muchas fantasías que yo le cumplía, sobretodo con vestimentas que él me buscaba. Una vez volví del gimnasio, estaba con unas calzas cortitas y una remera muy transpirada, y me llamó desde una habitación. Me dijo que siempre había querido hacérmelo bien transpirada. Me llevó al baño, me hizo poner las manos en el lavatorio mirando el espejo y comenzó a apoyarme y tocarme la cola por encima de las calza. Separé mis piernas, después que me dejo sin ropa, y me relajé esperando que me cojiera bien. Él sabía coger y eso yo lo valoraba mucho. Me trataba muy bien. Yo lo veía en el espejo como disfrutaba y él también transpiraba mientras tomado de mi cintura me bombeaba muy profundo. Nunca me hizo mal, solo los dolores típicos del sexo anal, pero lo hacía muy bien.
Fueron miles las veces que me hizo pasar vergüenza tocándome delante de gente, eso lo calentaba mucho a él. A parte yo ya con 17 años era realmente muy llamativa y él lo sabía. Por eso disfrutaba tocándome delante de otros, como dándoles envidia. Una vez me compré una bikini, estando con él, y me manoseó muchísmo adelante del vendedor. Me calzaba la maya bien en la cola y me pasaba un dedo entre mis glúteos hundiéndolo lo más posible. Todo adelante del dueño del local y un empleado. " a mi nena le miran mucho la cola en la playa", les dijo riéndose. Y yo transpiraba de los nervios y la vergüenza.
Varios años después me di cuenta de la realidad y me fui de casa. Fue terrible aceptar como eran en verdad las cosas. Pero le reconozco a mi viejo que me trató siempre con mucho amor. Pero la verdad, creo que tuve sexo anal con él infinitas veces, era constante lo nuestro. Hasta me lo ha hecho en lugares públicos, y yo la verdad cada vez me calentaba más.