Nunca hagas tratos con desconocidos.

Hace mucho tiempo que no escribía por circunstancias, así que he lo he retomado con una pequeña fantasía mía... Chio es una mujer que descubrirá que nada es totalmente gratis en este mundo...a base de cuerdas.

Chio estaba nerviosa. No era la primera vez que quedaba a solas con un hombre desconocido, pero nunca había sido para temas...de dinero. El era un contacto de un amigo suyo  bastante rico y que solía ofrecer préstamos sin preguntas, y eso era lo que necesitaba, dinero rápido. Dinero sin preguntas. Tenía que pagarse un vuelo para volver a su país donde su familia debía bastante dinero a unos tipos.

Andaba rápido comprobando la hora cada dos por tres esperando no llegar tarde porque aun le quedaba un par de calles para llegar al café donde había quedado. Esperando un cruce se miró en un reflejo del escaparate y sonrió con seguridad al fin.... la verdad es que podría aprovecharse de su encanto natural.

Era una joven de 27 años con unas hermosas piernas ahora enfundadas en un short y realzadas por unas botas de cuero. Iba con una camiseta trasparente negra insinuando el sujetador también negro donde ocultaba sus pechos bien puestos sin caer en lo "demasiado". Era más bien bajita pero le daba igual, nunca había supuesto un problema en ninguna relación.

Tenía el cabello oscuro cortado a lo cleopatra que enmarcaban sus rasgos de mestiza medio asiática medio occidental. Llevaba carmín rojo oscuro resaltando sus labios gorditos.

Volvió a sonreír y en pocos minutos llegó cinco minutos tarde solo a la esquina del café " Red moon"... y se puso a observar buscando a la persona con la que había quedado. El dijo en su último mensaje que estaría a las ocho en punto con una corbata roja a juego con el nombre del café. Iría en traje negro también.

Al acercarse un poco más lento a la esquina su corazón le dio un vuelco...había un hombre de unos treinta y pocos con el pelo negro hacia tras recogido en una coleta corta. Estaba bastante musculado y eso se intuía bajo el traje negro pero de manera que tampoco buscaba resaltarlo.

El se giró y también la vio...y la sonrió. La había reconocido a la primera.

-Hola! tu eres Joel... ¿Verdad?

-Y tu Chio...- dijo dándola dos besos.

-Sí, siento los cinco minutos....

-No importa, vamos a dentro, tengo ya la reserva.

Ella le sonrió y entró tras ella después de abrirle la puerta. Una camarera les sentó en una esquina del lugar y les tomó nota. Ella un café bombón y él un irlandés.

-Bien, me dijo Alex, nuestro amigo en común, que necesitabas mi ayuda...

-Sí, para...

-El para que me da igual. Cuánto.

-Al grano eh? Necesito unos 10.000.... Pero me gustaría saber a cuanto saldría con los intereses.

El se quedó callado un rato y respondió.

-Tú puedes ayudarme a mí en algo...y yo te lo presto sin ningún tipo de intereses.

-en... Qué te podría ayudarte yo a ti?.

-Soy un hombre de negocios muy ocupado, y no tengo tiempo más que para trabajar, comer y dormir... así que hay un tipo de necesidad que me cuesta obtener por tiempo.

-Que!!!

-Piénsalo, solo una vez y no habrá intereses, solo el dinero prestado y no me volverás a ver hasta que me lo devuelvas en un plazo de un par de años....¿Te parece bien?

Ella se quedó a cuadros... no podía reaccionar.

-Te... te importa que vaya un momento al baño?

-En absoluto.

Ella se levantó y se fue bastante apresurada al baño de mujeres. Por suerte no había nadie. Se apoyó en el lavabo mirándose al espejo... ¿Aceptaría? Siempre podría ir a un banco y pedirlo...pero no se lo concederían, su trabajo era más bien inestable y necesitaba efectivo ya. Pero por el otro lado tenía que...prostituirse!!!

-Joder... Chio...de verdad lo harás?- se preguntó a sí misma.-Bueno...al menos no es feo...y solo es una vez...solo una vez y todo más fácil...joder...solo una vez...

Volvió, se sentó y se bebió el café de un trago..Necesitaba algo dulce para decir algo muy amargo.

-Solo una vez, y no habrá intereses.

-Tu aceptas...y yo cumplo mi parte, pero si no quieres, yo pago y puedes irte tranquilamente... No habrá pasado nada,

-De acuerdo…

El sonrió y estrechó su mano con una sonrisa de tiburón.

-

..............

Chio no sabía dónde estaba. Solo recordaba que después del café se levantaron para irse.

¿Dónde estaba? ¿Se habría emborrachado y habría perdido el sentido para olvidar lo que iba a tener que hacer?  Si era así...que vergüenza...

Se movió un poco y notaba algo les contra sus pezones y ahí se dio cuenta de que estaba terriblemente excitada...como cuando se levantaba por las mañanas tras un sueño erótico.

Abrió los ojos.

-Bienvenida Chio...

Abrió los ojos...se encontraba en una cama de sabanas rojas en una habitación de estilo sobrio y zen.

-Joel...que..Qué ha pasado?...

-Te dio un vahído subiendo al taxi, debió de ser por el calor o algo parecido. Te traje a mi apartamento para que descansaras... Espero que te encuentres mejor, si quieres te acerco a algún sitio, no pude hacerlo antes porque no sé dónde vives.

-Oh... vaya...- se sentía confusa, y muy muy caliente, muy húmeda por abajo y muy sensible por arriba. También algo mareada pero en un momento de lucidez se dio cuenta de que estaba atada en una cama, y completamente desnuda, exceptuando unas cuerdas puestas a modo de bondage. Sus muñecas estaban atadas al cabecero y por sus pechos había otras cuerdas que atrapaban sus senos y los erigía. De esas cuerdas salían otras que cruzaban  por su vientre su parte más intima humedeciendo las cuerdas.

-Que....que...¿Qué me has hecho?!?!?!

-Te dije que era un hombre muy ocupado... y que me costaba encontrar tiempo para estas cosas...-dijo el acercándose y tirando la cuerda de su vientre hacia arriba. Ella sintió como su sexo se ponía tenso de placer al notar una descarga por el roce. En verdad necesitaba más, mucho más, pero esto era una auténtica locura.

-Ahhhh....no....por que haces esto...que me has hecho...

-No te preocupes, lo que te pasa se solucionará en unas horas, pero se puede aliviar... la molestia...- dijo el sonriendo volviendo a tirar de la cuerda hacia arriba. Le frotaba de nuevo y ella se sentía deshacer.. -mmmmmmmmm.... eres preciosa y exótica Chio...realmente voy a disfrutar de esto...-y lamió su hombro dejándole un rastro caliente de saliva y promesa de que algo iba a ocurrir.

-Para.... no sigas...

-No, tu lo que quieres es algo y yo busco otra cosa a cambio. Eso era el trato.

-Pero...pensé que iba a ser diferente..

-Tu diste tu consentimiento, yo lo estoy haciendo a mi manera....-dijo el empezando a quitarse la camisa y la camisa suavemente…

Estaba asustada, muy asustada, pero a la vez muy excitada. Le debía de haber dado algo que había elevado su libido y se sentía como una gata en celo extremo...pero tuvo que dejar de pensar cuando notó que se elevaba quedándose de rodillas en la cama y con los brazos colgando. El había tirado de la cuerda de una polea para levantarla.

-Por favor...no...no sabía..

-Sabias a lo que me refería, sexo, pero la gente suele tener un concepto muy limitado de el...y yo soy un hombre de grandes ilimitaciones.

No pudo decir más pues le puso una especie de mordaza den la boca de cuero.

-ahora cállate y  déjame tomar...mis intereses...

...................................

El se relamió y se situó detrás de ella. Empezó a rozar sus pezones que ya estaban duros por la acumulación de sangre y excitación. A ella le molestaban las cuerdas al rededor de sus tetas pero estaba tan excitada que hasta el más mínimo roce le producía placer extremo. Una parte de su cerebro realmente estaba disfrutando de estar a su merced...pero la otra...la otra le odiaba por esta humillación.

Joel cogió sus tetas con ambas manos y las estrujó con ansia rozándose con su culito desnudo. Chio sentía como su entrepierna se volvía dura como una pierda con los roces y gracias a la mordaza no pudo dar un gritito cuando el empezó a pellizcar sus pezones de un modo bastante duro dejándoselos rojos.

Una mano la dejó ahí, trabajándole los dos pezones, y la otra bajo para tirar de las cuerdas de su entrepierna. No podría dejar de gemir de manera reprimida por lo que tenía en la boca.

-Te gusta eh...te está gustando...verdad que sí? Pero no te preocupes, no voy a meterte nada hasta que tú me lo pidas, hasta que puedas gritar que la quieres y que deseas mi polla para que te alivie.... pero hasta entonces...voy a disfrutarte pedacito a pedacito.

Pasó su mano a su culo y la dio un gran azote. Ella dio un gritito, y otro, y otro al sentir como se calentaba su nalga y seguramente dejándosela roja.

  • Estas tan húmeda...puedo sentir como tus fluidos mojan mi cama...-dijo el al oído sin moverse pasando la mano desde el culo a su sexo. Le retiró los labios para abrirla más y que la cuerda se le clavara más en su parte más sensible. Podía sentir lo hinchado que lo tenía.

-Oh...mi preciosa zorrita... mi preciosa esclava...-dijo él en éxtasis cuando cogió parte de sus fluidos con el dedo y se los pasó por la boca. Esto le volvió loco, el olor, el sabor...y los jadeos sofocados de ella

-Tengo unas ganas locas de metértela dentro, de que sientas algo duro en tu interior...de moverme y abrirte para que me la sientas hasta que logre expulsar toda mi leche caliente dentro de ti...-El no pudo más solo de pensarlo, y se quitó los pantalones y los boxers para empezar a rozarse directamente con ella.

La pasó entre sus piernas humedeciéndola en los fluidos de ella.

Chio solo gemía cada vez que el la tocaba y le decía alguna obscenidad. Le quería dentro para aliviar la necesidad extrema que sentía. Estaba muy cachonda, estaba... en celo y a punto de explotar...por lo que la parte que sentía temor que sentía se veía adormecido por la necesidad de sexo salvaje, o de su polla dentro. El la rozaba y el la sentía caliente y en su punto.

Se puso delante de ella de nuevo y mordió uno de sus pezones con fuerza. Ella gritó aun con mordaza y el no dejaba de alternar con los dos mientras se las cogía con fuerza.

-Dios....como me pones...no creo que pueda esperar...-dijo el jadeando de excitación. Se puso de pié y empezó a masturbarse con sus tetas juntándolas con su polla en medio. Su miembro era gordo, muy gordo y con unas venas que se hinchaban cada vez más, y aunque no fuera el más largo del mundo, Chio sabía que su promesa de abrirla y clavársela iba enserio. La iba a hacer daño con ese tamaño, de eso estaba segura.

El se movía rítmicamente cada vez con más rapidez hasta que con un rugido se corrió en sus tetas cayendo también en su cara.

-Joder....- dijo el apretando sus pechos contra su polla mientras expulsaba hasta la última gota de su semen. Éste resbalaba por sus tetas hacia abajo, y por encima de los pezones quedando sus tetas casi por completo cubiertos de su leche caliente.

Ella lo notó y casi se corre también por el roce con sus tetas de lo excitada que se sentía....pero cuando creía que eso iba a ser todo, le quitó la mordaza y parte de su semen que había caído en sus labios lo chupó sin querer.

-Te gusta el sabor, mi zorrita? Pues ahora te va a gustar más, vas a limpiármela hasta que quede limpia y dura de nuevo.

Y sin decir más se la metió hasta la garganta. Ella tuvo que reprimir una arcada cuando la notó en la campanilla, y le dolía la mandíbula de abrirla tanto pero él no la daba tregua, la follaba la boca con ansia y ella... ella se dejó llevar. Su sabor era fuerte por la corrida pero para su sorpresa le gustaba... y notaba como se iba poniendo de nuevo dura en su boca. Con su lengua recorría cada vena palpitante y la dejaba con el capullo rojo por la fricción.

-Dios...como la comes...sigue así...mi zorrita...sigue así...-atinaba él a decir con los ojos cerrados moviendo la cadera y follándose su boca con gusto.

Cuando la volvió a tener dura se la sacó de la boca con rapidez...

-Para, porque como sigas así me volveré a correr y quiero reservarme para otra zona...

  • No... No has acabado?

-Acabo de empezar contigo....-dijo él y se puso a su espalda de nuevo , pero en lugar de tocarla ella oyó como buscaba algo... y le dio tiempo a mirarse en el espejo de enfrente. Estaba llena de semen por todas las tetas, y los labios hinchados de tanto chupársela. Sus tetas estaban hinchadas por las cuerdas y con los pezones rojos. Por sus piernas corrían hilos de fluidos que mojaban las sábanas... y sus ojos... sus ojos eran los de alguien lleno de lujuria y necesidad.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el movió dos de las cuerdas que tenía por su entrepierna y las abrió para que cogieran por fuera sus nalgas y así que dejase su sexo y su culito totalmente abierto y vulnerable para él.

-Ahora... quiero escuchar como gimes....-solo dijo a su oído cuando sintió que un dedo suyo empezaba a jugar con el interior de su culo. Ella empezó a gemir y a gritar cuando lo abría más e introducía otro.

-Nooo!! Por que...

-Para...esto..-dijo sacándolos e introduciendo una especie de consolador dentro suyo por ahí. Era ancho y algo largo pero eso la produjo tanto placer que si alguien le hubiera frotado el clítoris la habría llevado al ansiado orgasmo.

-Por...por favor...no puedo más....fóllame...

-¿Cómo?

-Que... que me folles...

-Grítalo...grita lo que quieres...-decía el moviendo el dildo dentro de su culo en círculos para torturala.

-Quiero que me folles!! Que me la metas!! Que me des fuerte con ella!! Quiero tu polla!!!

  • Tus deseos son ordenes....- dijo él.

Soltó un poco de la polea y la bajó de nuevo. Pero sin soltarla del todo.

Se puso encima de ella levantándola las piernas. Cogió su verga húmeda y palpitante y se la pasó por su sexo provocando gemidos de necesidad.

-Vamos...joder, follame de una vez....ah!!!!!!!!!!!!!!!!!!11- gritó al sentir como se abría dentro de ella de un golpe doloroso. Era anchísima y ella muy estrecha. Se sentía totalmente abierta y notaba como su sexo se tragaba su enorme y ancha polla dentro de ella...incluso lo podía ver. El la embestía hasta dentro, hasta chocar sus huevos con ella haciendo ruido. Y al tener el dildo en su culito estaba totalmente lleno y atrapado.

-Dios!! Me voy a correr!!!!- Gritó ella-sigue dándome!! Más fuerte!!! Quiero que me hagas correrme!!!! Quiero tu leche!!!- gritaba ella fuera de sí.

-Te voy a llenar de nuevo, mi zorrita. Me la has puesto tan sumamente dura que tengo más leche para tí.

Ella notaba su polla rozando con el dildo y cuando el rozo su clítoris con el dedo una explosión ocurrió entre sus piernas y gritó de alegría al notarse liberada. El al sentir los espasmos de su sexo le empezaron a ordeñar y su polla también explotó dentro de ella. La tenía atrapada en su interior y su semen la llenaba caliente y abundante.

Chio lo notaba, notaba como algo caliente la llenaba por dentro sin dejar de sentir un orgasmo bestial como en su vida...hasta que fue bajando de intensidad y quedaron el encima de ella jadeando y respirando fuerte. Su verga aun estaba dentro de ella  aprisionándolo y exprimiéndole hasta la última gota.

Cuando la sacó con un sonido húmedo, se derramó parte de esa leche que la había rebosado por sus piernas.

Y así se quedo, llena de semen por arriba y abajo y atada mientras recuperaba su respiración.

El se levantó y la miró.

-He decidido...modificar el contrato. Te dejaré el dinero, y me lo devolverás siendo mi esclava sexual hasta que logres devolverme todo el dinero prestado...viajarás conmigo y te alojarás conmigo...y te usaré a mi antojo hasta que finalice el trato.

Ella solo le miro con sus ojos rasgados y cogiendo aire solo dijo:

-Si...mi amo...