Nunca había pasado un verano mejor
Se puso de rodillas y empezó a comerse ese coñito rosado. Yo ya no podía más, primero ella y luego él provocándome con su polla dura, y sus huevos colgándole. Así que me fui para ellos.
Nunca había pasado un verano mejor.
Mi mujer se quedó en casa limpiando, porque es una fanática de la limpieza, así que yo me fui a tomar el sol a la playa.
Me fui a una playa nudista, a una zona de arboles donde no va mucha gente.
Al poco rato apareció una pareja, empezaron a colocar sus cosas y se ponían crema. No podía dejar de mirarlos, él le untaba de crema sus tetas redondas, con los pezones duros, la barriga, pero las piernas se las dejó a ella. Él chico se fue a darse un baño y allí se quedo ella echándose crema en sus piernas.
Noté que me había visto, pero creo que a los dos nos daba igual, porque cada vez, habría más sus piernas para que le viera su coño. Lo tenía rasurado, y mi polla me iba a estallar, tenía ganas de comerme ese coño, pero llego su pareja y me puso los dientes largos.
Al verla como estaba tan abierta empezó a tocarle su coño. Desde aquí pude ver su coño húmedo y lo caliente que estaba de haberme provocado. Se puso de rodillas y empezó a comerse ese coñito rosado. Yo ya no podía más, primero ella y luego él provocándome con su polla dura, y sus huevos colgándole. Así que me fui para ellos.
_ ¡Hola! Me llamo Fran, no e podido evitar veros y me habéis puesto a cien.
Ellos se quedaron sin palabras, ella reaccionó y se presentó, como Laura y él como Pablo.
No me creía lo que había hecho, pero tenía un coño chorreando y una polla durísima y húmeda enfrente de mí, la cual era movida por Laura. No dijimos más.
Laura se metió la polla de Pablo en la boca y él con la mirada me invito a que me comiera el coño de ella. Era genial, mi polla me estallaba así que empecé a meneármela. Así estuvimos asta que Pablo le lleno la boca de semen a Laura y ella me llenó mi boca de su flujo. Me incorporé con mi polla a punto de explotar y Laura al darse cuenta la cogió y se la metió en la boca para beberse mi leche. Fue genial, estuvimos hablando un rato y los invite a mi casa.
Les presente a Lucia mi mujer; por cierto ellos también estaban casados; Se dieron una ducha y nos pusimos a comer. Ya con la tripa llena y mas relajados Lucia puso café y saco unas cartas para jugar. Ya sabía lo de la playa se lo había contado mientras se duchaban.
Allí estuvimos jugando un rato hasta que se le ocurrió a Lucia complicar el juego.
Y no era otro que quitarse ropa. El ambiente se empezaba a calentar.
Lucia volvió a perder y no le quedaba ropa, ni a Laura tampoco. Laura tenia los pezones duros y su pelo le caía encima de ellos.
Lucia se acercó y empezó a tocárselos. Pablo se asombro, pero disfrutaba de ver como Lucia se comía las tetas de su mujer.
Laura se retorcía de gusto y tomo ella el mando. Tumbó a Lucia y comenzó a comerse ese cuerpazo. Tenía unas tetas enormes y un coño rosado con sus labios abiertos y húmedos.
Nosotros no dejábamos de mirarlas, como se frotaban los coños y se los comían la una a la otra, mientras nuestras pollas ya no aguantaban más en los bañadores.
Lucia se acercó y sin decir nada nos quitó los bañadores y nos cogió la polla a los dos.
Empezó a menearlas, y cogió mi mano para que se la cogiera a Pablo y el a mi. Mi cuerpo me temblaba; todavía recuerdo el tacto de esa polla en mi mano; Ella volvió con Laura y allí nos quedamos meneándonos la polla.
Laura entonces le pidió a su marido que me la chupase y él obedeció. Como me chupaba mi polla, me lamia los huevos sin parar de meneármela; hasta me hizo un beso negro, que estuve apunto de correrme. Lo pare y le dije que me tocaba a mí.
Ahí estuve chupándole su verga, tocándole los huevos(no podía parar de chupársela) y por fin se unieron las chicas.
Fue genial, todos follando, nadie se quedaba sin nada, cuando me follaba a Pablo ellas le comían su polla. Ahora era Lucia quien cabalgaba a Pablo, Laura le ponía su coñito en la boca a Pablo y yo le daba de mamar a Laura.
Las estuvimos penetrando a las dos, llenándole sus agujeritos hasta que se corrieran, y así fue.
Sus coños reventaron de placer, se quedaron tumbadas sin fuerzas mientras nosotros hacíamos un 69, nos chupamos la polla hasta que no pudimos más. Nos acercamos a ellas y le dimos una buena ración de leche.
La polla de Pablo estallaba en la cara de Lucia, que polla tenia Pablo, era increíble, no para de salir leche de su capullo, le llegaba ya por las tetas. Me encanta que una polla tenga mucha leche, así que mi polla también exploto y Laura recibía mi ración de leche.
Las bañamos en leche, tenían las tetas llenas y ya le llegaba casi al coño.
Este fue nuestro primer encuentro, pero las vacaciones acababan de empezar, y volvimos a vernos más días, a disfrutar del sexo, follándonos.
Desde entonces quedamos una vez al mes, ya que no vivimos en la misma ciudad pero tenemos una gran amistad.