Nunca es tarde para amar: capitulo 5

Miro a Eduardo fijamente que estaba a su lado esperando una explicación de su hijo, sin embargo él no decía pio porque no sabía cómo excusarse de la pelea. Ella insistió a la profesora para saber los nombres de los otros alumnos, hasta que cedió ante la petición y mero venia entrando Alex al salón

NUNCA ES TARDE PARA AMAR: CAPITULO 5

En el capítulo anterior:

La mañana comenzó como cualquiera los chicos se levantaron de sus camas, se bañaron y alistaron para asistir a la escuela. Disfrutaron de un rico desayuno en casa, sus madres personalmente los llevaron a clases y los despidieron con un beso en la entrada de la primaria. Antes de empezar sus clases recibieron una visita de la directora para recordarles su castigo, Eduardo le molesto que se lo recordaran pues ya sabía. Les día la hora y el lugar donde deberían cumplirlo, posteriormente se retiró del salón y visito a los otros chicos.

Durante el receso convivieron como amigos Alejandro con Jesús y por otro lado Eduardo con sus amigos, aunque pronto su felicidad se vio opacada cuando termino su receso. Los chicos marcharon dispuestos a asistir a dicha sanción, dado que no tenían otra alternativa y su miedo de hacerla más grande pudo con ellos. Mauricio no estaba contento de haber sido arrastrado a esta situación por algo que no fue su culpa, tampoco se quedaría de manos cruzadas sin hacer nada y debían pagar por meterlo en problemas.

La directora fue la maestra encargada de supervisar su castigo durante el primer día, Eduardo llego tarde por descuidado y ella se molestó por su actitud. Pasaron tres horas haciendo nada completamente aburridos, fue un castigo como para salir corriendo y no querer volver allí, segundo tras segundo se hacía más difícil de estar encerrado. En la salida sus madres asistieron a recogerlos, Alex le planteo la posibilidad a su madre de tener a Jesús en su casa y dejarlo dormir pues le agradaba mucho su compañía.

Ella acepto con mucho gusto la propuesta de su hijo, además ella tuvo que pedirle un favor a Mónica y Eduardo se llevaría una gran sorpresa cuando lo supiera. El resto de la tarde pasó de largo sin nada relevante, cenaron, hicieron su tarea y se durmieron temprano.

Ha pasado una semana desde el comienzo del castigo de los chicos, viernes dulce viernes nunca pensé que agradecería tanto acabar la semana se decía Eduardo. Su humor había cambiado mucho durante la semana, Alex le empezaba a simpatizar después de pasar tiempo juntos. Este día Mónica había decidido no solo llevar a clases a su hijo sino también preguntar a sus maestros sobre su desempeño en la escuela, desde el campamento no sabía nada de ello porque Eduardo no decía nada. Levanto temprano a su hijo lo mando a bañarse y arreglarse para la escuela, preparo un rico desayuno con todo lo que gusta a él y lo llevo como todos los días.

Esta vez en vez de dejarlo en la puerta lo tomo de la mano para entrar, Eduardo estaba sorprendido e incluso le pregunto la razón de su cambio de actitud. Ella le respondió no sé nada de cómo te va en la escuela y no dices nada, este no quiso decir hablar demás por temor a delatarse solito. Cuando estaba caminando al salón vio a la maestra, le hizo señas para detenerla y hablar un poco con ella.

Mónica: buenos días maestra!

Maestra: buenos días señora!

Mónica: vine a preguntarle sobre las calificaciones de Eduardo

Maestra: no tiene que preocuparse es un niño muy estudioso

Mónica: me alegra escuchar eso

Maestra: solo un detalle este fin de semana hubo un pequeño incidente, varios alumnos de la escuela se pelearon durante el campamento y su hijo fue uno de ellos.

Mónica: él no me ha dicho nada

Miro a Eduardo fijamente que estaba a su lado esperando una explicación de su hijo, sin embargo él no decía pio porque no sabía cómo excusarse de la pelea. Ella insistió a la profesora para saber los nombres de los otros alumnos, hasta que cedió ante la petición y mero venia entrando Alex al salón cuando lo menciono. Las miradas se posaron en el haciéndolo sentirse cohibido pues no tenía idea la razón de sus miradas, se sentó en una banca para esquivarlas y luego Mónica se retiró confundida del lugar.

No creer que Eduardo fuera capaz de pelearse con sus compañeros pues era un chico bastante pacífico y nunca había dado señas de violencia en su casa. Poco después de retirarse la madre de Eduardo de salón de clases, la profesora comenzó a impartir las actividades del día y asigno equipos para un trabajo de la próxima semana. En tanto Alex pensando en la noche que pasaría con Jesús, tantas cosas que harían juntos y lo mucho que divertiría con su compañía, claro que Alexandra no le había dicho que pasaría la tarde en casa de Eduardo.

Paso la clase poniendo toda su concentración, dado que su castigo lo había hecho perder varias clases y no podía darse el lujo de seguir atrasándose. Los exámenes estaban próximos por ello debía repasar las notas de clase, pedir los apuntes de alguno de sus compañeros y hacer un esfuerzo mayor para aprobar con un buen promedio. Pobre de Eduardo no dejaba de preocuparse de la expresión en el rostro de su madre, ni hablar tendría que decir toda la verdad y los hechos tal cuales pasaron.

Entre actividades de ciencias, historia, español y la mañana avanzaba rápidamente, los chicos no podían esperar librarse de todo y salir a despejar la mente. La última actividad de la mañana un cuestionario de historia sobre la antigüedad, el surgimiento de la primeras culturas y su forma de relacionarse con el medio ambiente. El primero en terminar fue Mauricio, Alberto, Jorge…..Santiago y finalmente Eduardo con Alex, quien se mostraba un poco presionado por el tiempo. La maestra los dejo salir a su receso para comer su refrigerio, Jesús y Alejandro se reunieron para conversar sobre los planes para la noche en su casa. Jesús le costó mucho convenzo a su hermano para ayudarlo pero valió la pena, ahora podía disfrutar los beneficios de haber conseguido el permiso con sus padres.

Alex: listo para la noche?

Jesús: estoy más que listo pero que haremos?

Alex: yo pensaba en una película de terror con palomitas, refresco, chocolates y dulce claro antes una rica cena con mis padres no es por presumir pero mi mama cocina muy rico.

Jesús: me encanta la idea pero que película veremos?

Alex: cuál te gusta a ti?

Jesús: pesadilla en la calle del infierno

Alex: Blake cazador de vampiros

Jesús: la momia

Alex: exorcismo

Jesús: planeta zombi

Alex: será la momia solo si tu consigues la película, te parece la idea?

Jesús: eso es fácil ya la tengo en casa

Alex: tramposo me engañaste

Jesús: me hubieras dicho que no valían las películas de mi propiedad

Alex: es verdad por eso me ganaste

Jesús: a qué hora tendré ir a tu casa?

Alex: a las 8:00 pm

Jesús: me das la dirección de tu casa

Alex: te doy más tarde en detención

Continuaron disfrutando de su comida mientras veían los chicos jugar en la cancha de futbol, los clásicos grupitos de cada escuela y los chicos malos. Todos ellos ocupados en sus asuntos, nadie se metía con ellos dada la fama que tenían y solo en algunos años hallarían su lugar dentro de un grupo. Aunque todavía faltaba mucho para seguir pensando en eso, su amistad estaba creciendo en el poco tiempo que tenían de conocerse y su lazo de confianza se hacía más fuerte. Después de terminar su comida se dispusieron a recoger sus mochilas en sus salones para acudir a su castigo, Alex decidió ir de carrera al baño antes de su castigo.

Mauricio se encontraba en los baños pareciera que el destino le da una oportunidad de vengarse, aunque un giro inesperado le arruino la tan esperada revancha. Eduardo venia entrando por la puerta del baño, cuando Mauricio había acorralado a Alejandro y hubo un cruce de palabras por ambas partes.

Mauricio: miren lo que trajo el viento

Alex: hola Mauricio!

Mauricio: como que hola déjate de cortesías te acabare

Alex: te explique que fue un accidente

Mauricio: no me importa no voy a dejar pasar la oportunidad para mi revancha

Alex: lo siento no quise hacerlo

Mauricio: hasta para allá me las cobrare de una vez por todas

Eduardo: que haces Mauricio?

Mauricio: pero si es tu defensor

Eduardo: no soy tal cosa que dices solo no quiero ser parte de una injusticia

Mauricio: hay si tú como ahora me dirás que tienes moral

Eduardo: aunque no lo creas si la tengo

Mauricio: me conmovería pero me las debe

Eduardo: no te atrevas a hacerle daño o te las veras conmigo

Mauricio: eres simple hormiga comparada conmigo

Eduardo: esta hormiga te dará la lección de tu vida

Mauricio: éntrale no puedes detenerme

Los tres chicos se enfrascaron en una pelea con todo lo que tenían, Eduardo estaba defendiendo por segunda vez a Alex y pensar que no le importaba según él. Claro que sus palabras diferían mucho de sus acciones por ahora lo protegía como un amigo, Alejandro se había confundido aún más pero no podía dejarlo solo con el problema. La pelea volvió a ser un punto de atención cuando un alumno vio la pelea corrió a la dirección, allí le aviso a la directora sobre lo visto en los baños.

Salió inmediatamente para comprobar lo dicho por el estudiante, conforme se acercaba al lugar pudo escuchar gritos y ver varios alumnos afuera viendo hacia el interior. Estaba indignada con el comportamiento de los chicos, creyó haber sido contundente con el castigo para evitar problemas futuros pero este no hizo efecto en ellos.

Directora: a un lado déjenme pasar chicos, que sucede aquí?

Alex: Mauricio quería vengarse de mí

Mauricio: no es cierto fueron ellos los que empezaron

Eduardo: no seas mentiroso

Directora: todos váyanse a detención allí hablare con ustedes

Mauricio seguido de Alejandro y Eduardo se marcharon al salón para comenzar su castigo del día, un estudiante que se había escondido en un w.c. escucho toda la pelea desde el inicio y este le conto todo a la directora. Ella desde un principio sospechaba de las palabras de Mauricio, así que se marchó a la dirección para hacer una llamada a la madre de este. Le conto sobre las peleas con los chicos menores, la mamá no podía creer lo que decía pero no podía mentir y su hijo tenía problemas de conducta.

Después se dispuso a comunicarles la noticia a los alumnos en el salón de detención, estaban nerviosos e inquietos por su situación porque seguro lo suspenderían.  Entro al aula tranquilamente para hablarles se notaba serena, calmada y paciente, algo raro considerando su forma de actuar antes cuando los cacho.

Directora: estoy confundida con su comportamiento de hoy, la vez pasada les deje en claro que pasaría si se repitiera un suceso como la pelea del sábado y aun así ignoraron mis advertencias. Me temo que los suspenderé a todos los involucrados, sin embargo un estudiante me hizo ver mi error y solo suspenderé a Mauricio.

Mauricio: yo no hice nada

Directora: no mientas conozco los detalles

Mauricio: me engañaron ellos

Directora: ya se lo informe a tu mama

Mauricio: es una injusticia para mí

Directora: no empeores tu castigo dos semanas bastaran para hacerte pensar o quieres tres?

Mauricio: usted está en mi contra

Directora: recoge tu mochila y acompáñame a la salida, allí esperare a tu madre para decirle tu castigo. No quiero volver a tener un problema más contigo porque no dudare en expulsarte, alumnos como tu dan mala fama y no son bien recibidos en ninguna escuela.

Mauricio se fue tras la directora con mucho enojo por haber sido castigado solo el, sus esperanzas de vengarse a futuro se esfumaron de tajo y no podía hacer nada por el momento. Su madre no tardó mucho en recogerlo a la escuela, intercambiaron algunas palabras con la directora y sabía que tendría problemas apenas llegara a casa. En el salón Jesús estaba junto con Alex, quien tenía varios golpes en el cuerpo y quería saber lo que había pasado, este se preocupó de él porque no pudo hacer nada. Antes de que llegara la maestra le escribió su dirección de casa en un papel y le recordó la hora de la cena, Jesús guardo el papel en la bolsa de su pantalón.

La maestra encargada del castigo llego para estar pendientes de los chicos, se acercó a los niños para revisarlos con cuidado y curar sus golpes. No tenían nada serio solo eran rasguños, así que los limpio para no infectarlos y le reporto a la directora sobre ellos. Una demanda no le convenía a la escuela por eso se alegró de escucharlo, luego continuaron su castigo en silencio hasta la salida. Alexandra no asistió como normalmente lo hacía a diario para recoger a su hijo, Mónica se acercó a él para comunicarle la razón de ello.

Subió a la camioneta de ella con Eduardo para regresar a casa, ella los interrogo sobre la pelea de la que hablo la maestra.

Mónica: hijo como esta eso de la pelea?

Eduardo: yo no comencé la pelea

Alex: es cierto solo me defendía de otro chico

Mónica: si eras tú el agredido porque mi hijo se metió?

Eduardo: Alejandro es mi amigo

Alex: todo se inició cuando accidentalmente me resbale mientras corría, le pegue a Mauricio por eso se cayó y este no me creyó que fue un accidente

Mónica: todo esto lo sabe la maestra?

Alex: se lo dijimos pero solo nos castigó a todos

Mónica: eso lo entiendo pero como me explican los golpes de ahora?

Eduardo: quiso vengarse de lo sucedido en el campamento, solo que ahora lo descubrieron todo la verdad y lo suspendieron por dos semanas.

Mónica: esa maestra está mal tendré que hablar seriamente con ella

Alex: no le dirá a mi mama sobre ello

Mónica: descuida le diré todo lo que contaron para no meterte en problemas

Con todas las dudas aclaradas en el camino llegaron a la casa de Mónica, quien por suerte no tenía clases por ello pasaría la tarde cuidándolos y pocas veces tenía la oportunidad de convivir con su hijo toda la tarde. En tanto Alexandra había estado preparándose para presentar su caso ante el juez, con sus dos testigos y las declaraciones en su poder tenía posibilidades de ganar. El juicio se llevó a cabo normalmente con el jurado, el juez, las dos partes involucradas y los abogados defendiendo a sus clientes.

Demoro cerca de dos horas con la presentación de todas las pruebas contra el acusado, este fue declarado culpable y sentenciado a 5 años de prisión. Los chicos comieron su almuerzo por la madre de Eduardo, quien se mostraba incómodo con la presencia de Alejandro en su casa y este no pudo evitar darse cuenta de ello. Después de terminar su comida se retiraron a su habitación, Mónica estaba feliz de tener un amigo en casa para su hijo y le agradaba la idea de verlo entretenido.

Alex: te quiero dar las gracias por haberme ayuda otra vez

Eduardo: no fue nada

Alex: pensé que no te agradaba

Eduardo: solo no me gusta tu forma de ser a veces

Alex: entonces podemos ser amigos

Eduardo: mira no te adelantes dame tiempo

Alex: está bien te daré cuanto necesites

Eduardo: ahora vamos a jugar videojuegos

Alex: cuál de todos?

Eduardo: yo pensaba en uno de peleas para tener un oponente

Encendió el PlayStation que tenía en su cuarto, coloco el disco de un juego de luchadores y tomaron los controles. Solo esperaron a que este cargara para seleccionar los personajes, luego comenzaron a jugar con mucha emoción y su mama los visito con una jarra de agua fría. Los chicos estaban divirtiéndose mucho con el videojuego, sin duda no es lo mismo jugar en solitario que estar en compañía de un amigo. Pasaron gran parte de la tarde hasta que Alexandra lo recogió y vio los golpes de su hijo, le pregunto a Mónica si no sabía nada de ello.

Ella la escucho para saber todo lo sucedido pero esto no se queda así el lunes hablare con la maestra sobre la pelea, le dijo a su vecina pero esta pensaba igual por eso acordaron asistir juntar para exigir una explicación. Luego agradeció a su vecina por cuidar a su hijo por esta vez, no te preocupes para eso somos vecinos y si tu hubieras estado en mi lugar lo mismo. Le dijo a Alexandra para despedirse de ella, Alex solo le dijo adiós a Eduardo para salirse con su mama. En casa Alexandra se dio prisa para cocinar la cena pues quería impresionar a Jesús, el nuevo amigo de su hijo y dar una buena impresión en su visita.

Cocino un rico pollo asado en el horno, patatas horneadas y gratinadas con queso, ensalada de col con mayonesa y aderezo, pasta italiana, té helado y un flan que había comprado en el día. Alex se ofreció a colocar los cubiertos con los platos en la mesa, además también se acordó de las palomitas que había prometido y el refresco que a fin de cuentas paso a ser té helado. Rara combinación pero no estaba nada mal siendo la primera que consumía, Jesús tocó la puerta unos minutos antes de la hora programada por suerte estaba todo listo.

Venía acompañado de su papa un señor alto de unos 40 años con barba, vestido casual, zapatos negros, serio y muy parecido en la apariencia a su hijo. Se presentó con Alexandra y viceversa, se saludaron de mano y se excusó por no permanecer mucho tiempo pero debía regresar a casa pronto. Ella le prometió que cuidaría mucho, le dio las gracias por tomarse la molestia de traerlo personalmente a su casa. Muchas gracias por aceptar a mi hijo en su hogar para hacerle compañía, todos los amigos de Alex son bienvenidos.

Alexandra: niños lávense las manos para cenar

Alex: si mama ahorita vamos

Jesús: pero donde está el baño?

Alex: vamos juntos yo te dirijo

Jesús: esta grande su casa

Alex: si lo es sabes me da miedo a veces

Jesús: entiendo cómo te sientes

Hicieron una carrera para lavarse las manos porque su mama estaba sirviendo los platos, su padre no estuvo presente por una urgencia del hospital de última hora. Se sentaron en la mesa los tres para cenar, dieron las gracias antes de empezar a comer y mientras comían aprovecho para conocer más a Jesús porque Alex no le había dicho nada. Este se mostraba atento para responder las preguntas de su anfitriona, la comida había quedado muy rica como para chuparse los dedos y aunque terminaron satisfechos guardaron un espacio para las palomitas. Pasaron a la sala para poner la película de la momia en el DVD, se sentaron juntos en un sofá para divertirse y pasar un buen rato de convivencia.

Su mama les recordó que no hicieran mucho ruido pues debía descansar, ellos le dijeron que si y prometieron hacer poco ruido para no despertarla. Fueron casi dos horas con la película entre suspenso, gritos, miedo, acción y aventuras, comían muchas palomitas pero no les gustó mucho él te. Las palomitas eran sabor mantequilla con limón y salsa para darles un toque extra de sabor, ambos coincidieron en que no había mejor combinación.

Tuvieron que compartir la cama para dormir porque no tenían otra, además era lo suficientemente grande para ambos y no tendrían problemas con el espacio. El padre de Alejandro regreso cerca de la media noche, cuando reviso el cuarto para saludar a su hijo se asombró de ver otro y le pregunto a su esposa. Lo has de haber olvidado porque hace días te comente de la visita de un amigo, quizás tienes razón pero está bien si mi hijo convive con sus amigos. Elle le ofreció de cenar pero David se negó pues había comido algo de camino y solo quería descansar para mañana.