Nunca es tarde para amar: capitulo 4

Mark se había dado cuenta de la enemistad entre Eduardo y Alejandro, durante su llegada al campamento los había estado observado de cerca. Así descubrió la indiferente actitud que mantenían ellos, aunque Jesús su nuevo amigo de la escuela asistió. Ambos chicos buscaban la forma de pasar tiempo los

NUNCA ES TARDE PARA AMAR: CAPITULO 4

En el capítulo anterior:

Mark se había dado cuenta de la enemistad entre Eduardo y Alejandro, durante su llegada al campamento los había estado observado de cerca. Así descubrió la indiferente actitud que mantenían ellos, aunque Jesús su nuevo amigo de la escuela asistió. Ambos chicos buscaban la forma de pasar tiempo los dos juntos, este era un niño muy divertido siempre haciendo reír con sus chistes. Su guía los hizo enfrentarse para confrontar sus diferencias e incluso les dio una plática sobre la amistad y su importancia en la vida.

Mark llamo a los niños en privado para hablar como mediador quiso llegar a un acuerdo común, primero hablo solamente con Eduardo y trato de indagar toda la información posible. Le contesto todas las preguntas para satisfacer su curiosidad, este atentamente escuchaba las respuestas y trato de entender la razón de su enojo hacia él. Posteriormente hablo con Alejandro conservando la esperanza de conocer más del asunto, aunque lo que dijo no sirvió de nada y termino confundido.

Lo mejor sería dejarlos resolver sus problemas por cuenta propia, ya que forzarlos no ayuda para nada y traía más complicaciones entre ellos. Después de hablar con los chicos, viendo que no había resultado como lo imagino. Se reunieron con los demás niños que estaban paseando en los caballos de la hacienda en equipos y cuando llegaron nadie les dijo nada. Por la tarde regresaron al rio para pescar porque algunos tenían ganas de probar suerte, otros prefirieron nadar otra vez en el agua y los restantes su recostaron a las orillas en el pasto.

El soleado clima del lugar no tenía comparación al de la ciudad, sumado a las corrientes de aire fresco del norte y el canto de las aves originarias. Durante su regreso al campamento ocurrió una pelea en la que estuvieron involucrados Jesús, Alejandro, Eduardo y Mauricio un chico de tercero. Cuando Alejandro regresaba se emocionó tanto que decidió correr junto con Jesús pero accidentalmente resbalo y cayó sobre Mauricio. Este se enojó mucho con él por ello se levantó e intento darle un golpe, si bien el primero logro esquivarlo con ayuda de Jesús.

Sin embargo no fue el único golpe porque no desistió para seguir intentando, Eduardo que vio la pelea fue a tratar de ayudar a Alejandro. Su pelea no pasa desapercibida por la maestra, quien con otros maestros fue a separarlos y disperso los alumnos a su alrededor. Les pidió una explicación sobre lo que estaba pasando, Mauricio hizo parecer culpable a Alejandro y conto su historia a conveniencia. Sin embargo Alex escucho las mentiras de Mauricio no quiso quedarse cruzado de brazos, interrumpió a la profesora y desmintió las cosas que había dicho.

Ellos se ganaron un castigo por una semana a partir del día lunes, ninguno estuvo de acuerdo y prefirieron callar por miedo a empeorarlo. En la noche pudieron repetir otra sesión de historias de terror con su guía favorito, Eduardo aprovecho el tiempo para alejarse y procesar lo sucedido durante la tarde. Alejandro se confundió por completo porque si antes creía que tenía posibilidades, ahora estaba completamente seguro. Ambos niños regresaron más tarde a su tienda de campaña, se acostaron y durmieron en su bolsa de dormir.

La mañana siguiente los alumnos retornaron a la ciudad, recogieron sus pertenencias del campamento y abordaron el autobús de vuelta a casa. Antes Alejandro le dio las gracias a Eduardo quien no lo tomo muy bien, negaba haberlo ayudado y no quiso entablar una conversación seria. Camino para alejarse de él, logrando evitar una conversación sentimental y aceptar las gracias por una buena acción. En la ciudad Alexandra esperaba impacientemente a su hijo pues nunca se había separado por tanto tiempo de él, aunque su padre falto por trabajo.

Alexandra intento alegrarlo con un helado de su sabor favorito, así lo hizo olvidar su tristeza y ganar un poco más de tiempo. También aprovecharon para comer un rico almuerzo y compartieron un agradable momento madre e hijo. Llegaron algo tarde a su hogar pero su esposo demoro más tiempo en llegar, Alejandro cayo rendido de cansancio en la cama.

Lunes por la mañana es el comienzo de una nueva semana, Eduardo se levantó de la cama con mal humor y hoy iniciaba su castigo con Alejandro. Tres personas compartiendo el mismo salón durante 3 horas diarias no sería fácil de tolerar, ninguno de sus padres sabía por el momento del problema y debía permanecer en secreto. Alejandro estaba feliz por compartir un tiempo con él, si bien las circunstancias no eran las apropiadas contaba con Jesús su inseparable amigo de confianza. Se levantó temprano poco antes de su mama, corrió hacia la habitación de sus padres y empezó a mover a su mama para despertarla.

Alexandra: buenos hijo! Te levantaste muy temprano hoy

Alendro: buenos días mama! Despiértate pronto que tengo que ir a la escuela

Alexandra: puedo preguntar cuál es la prisa?

Alejandro: solo no quiero faltar a clases

Alexandra: no me Alex tu estas raro desde el campamento

Alejandro: estoy emocionado por estar con mi amigo Jesús

Alexandra: para mi es algo más soy tu madre por eso no me engañas, solo no olvides que te escuchare cuando lo necesites.

Alejandro: mami linda te quiero mucho

Alexandra: ahora ve a bañarte mientras me cambio para preparar tu desayuno

Alejandro: está bien mama

Alexandra: tu uniforme nuevo está en el closet listo

Alejandro: que emoción mama muchas gracias por estar siempre pendiente de mi

Alexandra: Alex eres un chico muy bueno pero hablamos más tarde, el tiempo corre date prisa para alistarte

Alejandro salió volado de la habitación como si fuera un coche de carreras, abrió el closet y tomo su uniforme de la escuela, luego entro en el baño y se quitó la pijama. Giro las llaves de la regadera para dejar caer el agua sobre su cuerpo, se enjabono el cabello con champo olor frutal, después tomo un jabón para el resto de su cuerpo y pensaba en la oportunidad que tenía con Eduardo. Su mama se fue a la cocina rápido, se puso a preparar un rico desayuno con huevo, jugo de naranja, café, tocino, puré de papas y crepas con fresas.

Después de hacer la comida se fue a llamar a Alejandro, quien estaba terminando de vestirse y toco la puerta de su recamara. Alex tu desayuno se enfría date prisa en cambiarte le dijo su madre.

Alejandro: ahora voy mama ya estoy listo, como me veo?

Alexandra: realmente guapo hijo

Alejandro: lo dices solo porque eres mi mami linda

Alexandra: te digo la verdad hijo

Madre e hijo se fueron juntos a la cocina para disfrutar de una rica comida, conversaron y rieron sobre algunas anécdotas de su infancia. Alexandra recordó varios momentos de niña con sus padres, un día en particular con su papa. Este ocurrió en navidad a la edad de 7 años, ella había pedido una muñeca edición especial de colección. Sin embargo ese año no tenían mucho dinero porque su trabajo iba mal, su madre estaba enferma de cáncer inicial y las cosas no marchaban como quería.

Él se esforzaba por hacer ambos papeles para apoyarla, trabajaba, asistía a sus reuniones y nunca no se quejaba por nada, siempre tratando de darle una vida mejor. Aunque hizo todo lo posible para conseguirla de último momento en las tiendas departamentales de la ciudad, el resultado no fue el esperado. Ella tuvo una decepción mayor cuando abrió su regalo y descubrió que no era la misma, lloro, suplico, rogo y más pero no logro tenerla.

Se enojó mucho con su padre porque no pudo encontrarla, le dijo cosas horribles lastimando sus sentimientos y su trato cambio con él. Días más tarde se arrepintió de lo dicho pese a pedirle perdón, su lazo se había roto con él y años después falleció de un infarto masivo, causado por el estrés constante que estaba sometido. Cuando nació su primer hijo se prometió que haría lo necesario para no cometer los mismos errores, su prioridad seria su familia y su esposo.

Alexandra: Alex te quiero mucho

Alejandro: mami linda te quiero pero porque estas triste

Alexandra: solo recordaba mi infancia con tu abuelo

Alejandro: no hablas seguido de el

Alexandra: dedicaba gran parte de su tiempo trabajando

Alejandro: no llores mami siempre estaré contigo

Terminaron de recargar sus energías para un día largo en la oficina, este día trataría de conseguir la cita en el juzgado para su clienta y reunir el resto de las evidencias del caso. Alejandro tomo sus cosas de la escuela para subir a la camioneta con su madre, Eduardo estaba a punto de irse con Mónica y esta saludo amablemente a su vecino.

Mónica: buenos días Alexandra! Como está tu familia?

Alexandra: buenos días Mónica! Todo marcha bastante bien por cierto, como le fue a tu hijo en el campamento?

Mónica: no me ha dicho mucho sobre su estancia allí

Alexandra: Alex esta igual de misterioso desde su regreso pero seguro te lo dirá a su tiempo, ahora se nos hace tarde a la escuela.

Mónica: vámonos rápido

Todos se marcharon hacia la primaria con emociones encontradas sobre su primer día de la semana, llegaron a su destino con unos escasos minutos de ventaja. La maestra los estaba esperando en la entrada, amablemente saludo a sus madres con los buenos días y sus alumnos. Los chicos se asustaron un poco al respecto por temor a ser delatados, claro que ella solo se limitó a darles la bienvenida y posteriormente se retiró a su salón de clases. En cuantos a los niños se despidieron de sus madres, entraron a la escuela y Jesús quien apenas estaba llegando se acercó a Alejandro.

Eduardo no pudo evitar voltear hacia atrás para verlos, su cara expresaba envidia y confusión pareciera tener una pelea interna. Sus sentimientos se estaban mezclando, sería difícil enfrentarlos sin perder la cabeza en el intento y debía controlarse durante su tiempo a solas. Continuaron hasta su aula para tomar sus clases, la directora de la primaria apareció y les recordó su castigo, lo único que les faltaba como si no fuera bastante estar en detención, tenían que echárselos en cara a primera hora de la mañana y terminado su trabajo se retiró por un asunto de la dirección académica.

Directora: buenos días niños! Como están después de un fin semana de diversión?

Niños: no podemos regresarnos más tiempo

Directora: tal vez hagamos otra visita pero deben comportarse mejor esta vez

Niños: eso no es justo para nosotros

Directora: no digo que todos lo hicieron me refiero a la pelea protagonizada por algunos chicos de este grupo, su castigo comienza hoy. Nos vemos a las 11:00 am en el salón de detención, si no quieren empeorarlo aún más. No diré los nombres de los alumnos porque ustedes saben perfectamente quienes son.

Maestra: niños ya escucharon la indicación

Directora: es todo por el momento me retiro

Maestra: está bien maestra que tenga un buen día

Directora: igualmente profesora nos vemos más tarde

Los chicos empezaron sus actividades del día para adelantar lo más posible, la maestra solo les dio las indicaciones y los supervisaba de vez en cuando para asegurarse de que las hicieran correctamente. Ella se paseaba continuamente entre los alumnos, hasta el momento avanzaban sin problema alguno y las manecillas del reloj giraban a cada segundo. Español, matemáticas e historia clases que les faltaban antes del receso, Mauricio en otra parte de la escuela tomaba su clase de química.

Pensando en la oportunidad de tener cerca a Alejandro para hacerle pagar la vergüenza que paso, tengo una semana contigo y solo debo mantener las apariencias. Cuando sonaron el timbre del receso todos los alumnos de la escuela, salieron a tomar su merecido descanso y algunos a distraerse con un partido de futbol en el patio. Jesús corrió por el patio en busca de Alex, quien apenas se encontraba saliendo de su salón y le dijo sobre su visita de la directora.

Jesús: hola!

Alejandro: hola!

Jesús: como van las clases?

Alejandro: un poco aburridas por el momento

Jesús: imagino que la directora los visito

Alejandro: como lo adivinaste?

Jesús: también lo hizo conmigo

Alejandro: será una larga semana

Jesús: ni que lo digas no quiero ni pensarlo

Alejandro: mientras más rápido salgamos de este problema mejor

Jesús: si porque mis papas siguen sin saberlo

Alejandro: yo prefiero no decirles sobre todo después de la mudanza

Jesús: solo le conté a mi hermano

Comieron, conversaron y rieron con dos buenos amigos sin preocupación alguna, Alejandro le propuso a Jesús si quería ir a su casa a jugar. Seguro su mama no se opondría porque le gustaba ver a su hijo con amigos y alegre, además estar en compañía de alguien le aumentaría su autoestima. Le prometió que les preguntaría a sus padres con la esperanza de poder ir, sería una pijamada con películas, malvaviscos, chocolates e historias. Anteriormente solía tener una cada semana en la ciudad donde vivía, sus amigos no eran muchos pero si los suficientes y convivían todos los días seguido.

Llegar a una escuela nueva siempre suele ser difícil si no conoces a nadie, el chico nuevo tiende a ser motivo de burlas de sus propios compañeros. Pocos tienen la ventaja de conocer chicos sinceros con ganas de hacer amigos de verdad, alguien que sin conocerte te cuenta todo de él y te apoya como si fuera tu familia. Jesús había llevado 2 sándwiches, un jugo de mango de caja, una manzana y una mantecada, Alejandro llevo tostadas de atún con queso, agua de frutas y 2 bananas. La hora de presentarse para su castigo llego, fueron por sus cosas y caminaron por el pasillo hasta el aula de detención.

Allí los estaba esperando la directora y Mauricio que se había adelantado, lo vieron tratando de estar relajados pero faltaba uno. Eduardo al parecer se le había hecho tarde desayunando con sus amigos, bien chicos antes de empezar esperaremos unos minutos a que llegue su compañero. 10 minutos más tarde apareció agitado en la puerta, toco para pedir permiso de pasar al aula y la directora le llamo la atención.

Eduardo: directora puedo pasar, disculpe se me hizo tarde

Directora: puede pasar pero es la última vez

Eduardo: gracias no se repetirá más

Directora: mi nombre es Karla Velázquez Fernández y soy la directora de esta primaria, les digo que no seguiré tolerando más peleas sin sentido. No quiero saber quién la empezó, desde un principio porque esta es una escuela con valores y las faltas de respeto de cualquier tipo están estrictamente prohíbas, serán sancionadas o incluso pueden llegar a ser expulsados.

Mauricio: cuantas horas debemos estar aquí?

Directora: tres horas diarias por tratarse de la primera vez pero la siguiente vez serán suspendidos

Mauricio: no es justo yo no hice nada

Directora: ah no le gusta y si le aumento dos horas mas

Mauricio: no puede hacerme esto

Directora: mientras estudie en esta escuela respetara la reglas, debería de poner el ejemplo por ser mayor y mejor quédese callado o lo lamentara se lo aseguro.

Jesús: usted nos está vigilando o será un maestro?

Directora: esta vez estaré yo personalmente

Jesús: tenemos que hacer algo?

Directora: no quiero escuchar ningún ruido, nada de juegos, dibujos, salidas al baño frecuentes y chistes.

Jesús solo pensaba en lo divertido de su primera salida con un amigo, aunque no sabía cómo planteárselo a su madre y esta pudiera aceptar su petición. Tal vez su hermano lo apoyaría por librarse una noche sin su compañía, era capaz de hacer lo que sea por ello. Su nombre era Hugo un chico alto, guapo, ojos verdes, cabello semi castaño, pestañas largas, cuerpo de adolescente y gusto por los deportes. Practicaba futbol desde pequeño con algunos de los vecinos, la parte baja de su cuerpo se había estado fortaleciendo gracias a ello y no pasaba desapercibido por sus compañeras.

Sacaba buenas notas en la escuela, asistía a fiestas ocasionalmente como premio de su buen desempeño académico y contaba con toda la confianza. Alegre de carácter, simpático y responsable, aunque tenía sus momentos de desesperación cuando no podía con la presión. El tiempo pasaba lentamente durante su estancia en la escuela, Alejandro pensaba en hacer otro intento para aclarar sus dudas sobre Eduardo, quien no veía la hora de salir de ahí y llegar a su casa para jugar videojuegos. Paciencia no te desesperes pronto saldrás de aquí la tarde aún es joven, su castigo termino después de 3 largas horas y momentos de aburrimiento total.

La directora les dio las indicaciones para el día siguiente de su castigo, ellos posteriormente se salieron del salón y sus madres lo esperaban en la entrada de la escuela.

Directora: buenos chicos hasta su castigo por hoy

Eduardo: nos podemos ir

Directora: mañana nos vemos otra vez misma hora

Jesús: que tenga una buena tarde

Directora: igualmente niños

Aunque salieron juntos no se dirigieron la palabra, Eduardo paso de largo como si no hubiera visto a Alejandro, quien solo lo vio marcharse con su madre. Alexandra había estado ocupada toda la mañana en los juzgados, tratando de reservar una cita para su clienta y dada su insistencia logro conseguir. Solo faltaba una cita faltante para el día viernes a las 2:00 pm o sea que no podría recoger a su hijo, debería pedir un favor a su vecina. Subieron a su vehículo los dos juntos, le pregunto sobre que vio en clases y este le hablo de gramática, ciencias e historia.

Durante el camino a casa aprovecho para hablar con Mónica, algo riesgoso tomando en cuenta que distraerse pudo causarle un accidente. Sabiendo eso prefirió usar el manos libres del celular, claro que sigue habiendo cierto porcentaje negativo y Alejandro se limitó a pensar veía por la ventana los edificios. Una ciudad como pocas el mar a un par de horas, gente sencilla, negocios de todo tipo, buena comida, clima agradable, historia y cultura todo en un lugar.

Ella acepto la petición como un favor personal que después vería la forma de cobrarle, vecina te debo un favor muy grande muchas gracias. Además aprovecharía para recoger a su propio hijo, matar dos pájaros de un tiro esa es la expresión correcta. Golpe tras golpe seguido desde su llegada nada salía como quería, Alejandro se volvió su mayor problema y vecino más cercano por ahora.

Este día concluyo mejor de lo esperado por ambos chicos, claro que su secreto no seguiría oculto cuando la madre de uno decidiera hacer una visita sorpresa a la escuela y su vida de un giro inesperado. Esos cambios pequeños tienen un efecto muchas veces contrario o más bien adverso sobre sus vidas, Alejandro tomo una ducha para dormir y Eduardo prefirió ver una película de acción. Sin embargo se quedó dormido a media película, se llamaba buscando a Nemo y una de sus favoritas hasta ahora.