Nunca es tarde para amar: capitulo 3

Alejandro despertó sin ganas de ir a la escuela porque extrañaba sus amigos del lugar donde vivía antes con su familia. Su madre lo trato de animar para que asistiera e incluso hasta lo soborno con un helado. Alexandra sabía perfectamente los gustos de su hijo, solo así lo logro convencerlo. También estaba la indiferencia de Eduardo, aunque lo lastimaba su comportamiento

NUNCA ES TARDE PARA AMAR: CAPITULO 3

En el capítulo anterior:

Alejandro despertó sin ganas de ir a la escuela porque extrañaba sus amigos del lugar donde vivía antes con su familia. Su madre lo trato de animar para que asistiera e incluso hasta lo soborno con un helado. Alexandra sabía perfectamente los gustos de su hijo, solo así lo logro convencerlo. También estaba la indiferencia de Eduardo, aunque lo lastimaba su comportamiento no podía seguir con ello. Cuando creyó que estaba perdido se presentó una oportunidad que cambiaría su enemistad con él, además conoció a Jesús un chico de su edad.

Este asistía a la misma escuela con la única diferencia de que asistía al otro grupo de primero pero eso no impidió una amistad entre los dos. Jesús resulto un niño bastante alegre con buenas intenciones que se acercó a él, cuando lo vio sentado comiendo le hablo. Si bien en un principio se negó a contestarle con su carisma y simpatía lo hizo reír, Alejandro entablo un dialogo con él.  Además pudo asistir a un campamento con Eduardo a las afueras de la ciudad. El lugar la hacienda “La Esmeralda”, atendidos personalmente por descendiente directo del fundador.

Los niños se divirtieron mucho en el rio, durante el primer día en su estancia en dicho lugar y hubo una sorpresa para él. Los maestros se les ocurrió la brillante idea de ponerlos juntos para compartir la tienda de campaña, así se vio obligado a dormir con él. En la noche pudieron escuchar historias de terror para pasar un rato agradable de convivencia y lo mejor aún estaba por llegar.

La noche había pasado tranquila sin ningún imprevisto pero ellos tenían una sorpresa pendiente, la mañana en la hacienda era maravillosa. El gallo entonaba su canto, los primeros rayos de sol estaban saliendo estos se reflejaban sobre el agua cristalina del rio, el pasto cubierto de roció y un frio que se sentía en el ambiente. Los chicos estaban despertando para comenzar un nuevo día de aventuras, uno a uno se reunieron con las maestras. Quienes se habían levantado temprano para ver los preparativos del desayuno con Mark, este les proporciono un lugar para ello.

La comida estaba lista pues contaban con la ayuda de otras madres de familia para hacerlo, ellas voluntariamente se ofrecieron para que los chicos pasaran un agradable fin de semana. Jugando, riendo, chapoteando, conviviendo y conocer nuevos amigos, además de aprender más sobre la historia de la hacienda. Los chicos recibieron cada uno su desayuno por separado que consistía en; un pambazo, una gelatina, cuatro tacos, ensalada de verduras, puré de papas y agua de piña con coco. Mientras recargan energías para un largo día en la hacienda, saldrían a montar en caballos y explorar los alrededores para descubrir nuevos retos.

En todo momento Mark iba al frente los niños y maestros para guiarles el camino a los establos en la parte este de la propiedad. Era una casa grande con espacio para 10 caballos, atendida por tres peones y estaban esperándolos. Alistaron los caballos con las sillas de montar para salir, los niños fueron divididos en grupos de 7 personas y fueron al corral por periodos de 20 minutos. Pasaron horas en el campo disfrutando el aire puro y limpio de la zona, libre de agentes contaminantes como; el dióxido de carbono, dióxido de azufre, monóxido de carbono y otros más.

Todos presentes en el ambiente de la ciudad, producto de las industrias y los automóviles de los habitantes. Los niños la estaban pasando de maravilla, ninguno de ellos antes había tenido una experiencia igual con un animal así. Esto unido al paisaje de los alrededores, Alejandro y Eduardo quedaron en el mismo grupo por ello evitaban mirarse lo menos posible. Mark se dio cuenta de la situación por lo que trato de hacer de mediador entre los dos y encontrar una solución al problema.

Mark: Alejandro y Eduardo vengan aquí les quiero hablar en privado

Alejandro: acaso hice algo malo

Eduardo: se puede saber para qué?

Mark: no han hecho nada solo quiero consultar algo con ustedes

Ambos chicos se fueron con Mark a un lugar lejos de los demás para conversar, este se acercó a Eduardo para comentarle porque actuaba indiferente con él. Este se sorprendió al escuchar las palabras de Mark pues creía haber disimulado lo suficiente pero se equivocó. Porque actúas raro con Eduardo puedes confiar en mí, si tienes algún problema con él cuéntamelo.

Eduardo: no tengo ningún problema con el

Mark: entonces porque lo ignoras

Eduardo: eso no es cierto solo no me cae bien

Mark: debe haber una razón para ello

Eduardo: no la hay hasta somos vecinos

Mark: no puedes seguir con esa actitud no está bien

Eduardo: no le hago daño a nadie

Mark: pero te lo haces a ti mismo, no es bueno ignorar a las personas

Eduardo: no me importa lo que digas tú

Mark: ven Alejandro acércate para hablar los tres juntos

Este se acercó a ellos con pasos pequeños ante la mirada intimidante de Eduardo con voz tímida le pregunto a Mark, si me hablaron. El contesto yo te hable porque últimamente los he observado y no me gusta ver enemistades como la suya. Además la amistad es un lazo tan bonito que une a las personas en los momentos más difíciles, cuando ellas están solas les ayuda superarse. Un amistad no conoce barreras pues nace de las emociones de nuestro ser de la empatía con los demás.

Alejandro: he intentado varias veces hablar con él pero no me dirige la palabra

Mark: no le habrás hecho algo a Eduardo

Alejandro: siempre ha sido así desde que me mude a la casa de junto

Mark: de modo que era cierto, son vecinos pero eso es una razón más para serlo

Alejandro: yo quiero su amistad pero no me lo permite

Mark: sigue intentando a veces las personas no se abren a la primera con otras, solo debes darles tiempo para hacerlo. Escuchen los dos atentamente esto no es lo correcto por favor hagan un esfuerzo para ponerle fin.

Los niños solo escuchaban a Mark quien se puso serio, adoptando postura recta y cambiando su semblante. Además elevo su tono de voz para darles una plática sobre la amistad que a Eduardo le molesto pero Alejandro sí le agrado. Imaginen como sería un mundo si la amistad no existiera, este sería un mundo lleno de tristeza y desesperación. Los amigos son hermanos hijos de otra madre que hacen de consejeros, compañeros, confidentes, cómplices y secuaces. Ellos siempre apoyándote para bien, aun en las peores situaciones y cuando todo perece estar perdido te dan una mano.

Después de un mal momento entre los dos chicos se retiraron con el resto de sus compañeros para continuar su día en la hacienda. Jesús quien había visto que Alejandro desapareció, le pregunto dónde te metiste? Te anduve buscando por todo el lugar. Este le respondió solo fui con mis compañeros porque la maestra me mando a llamar pero descuida no es nada malo y tu donde andabas. Yo estuve un rato con mi grupo pero me aburrí de ellos por eso te vine a buscar para conversar, me caes bien amigo sabes a ninguno de mi compañeros le agrado.

Ambos chicos se alejaron a la zona de los árboles para continuar conversando, hasta pudieron disfrutar de un jugo los dos. Jesús le pareció buena idea traer algunos dulces para comerlos en el campamento aprovechando que estaba lejos de sus padres. Quienes no les agradaba que su hijo los consumiera pues lo volvían imperativo con el contenido de azúcar, claro que ahora no estaban y era libre de comerlos. Los niños querían ir nuevamente al rio para seguir chapoteando en el agua, así compartirían más con el resto de los alumnos. Había otros con ganas de continuar explorando el lugar para conocer más de la fauna, así incluso podrían cazar algún conejo.

Mark les enseño a improvisar trampas con una cuerda, ramitas, y hojas secas de los árboles. Armo una trampa cerca del campamento para ver si conseguía atrapar algo, mientras los niños miraban fijamente cada uno de los movimientos de él. Cuando termino la trampa se retiró del lugar con la esperanza de que funcionara, espero toda la tarde pero no pasó nada. En cambio los chicos si consiguieron pescar un pez cada uno, Eduardo seguía con su rutina de ignorar a Alejandro. Este caminaba alegremente al lado de Jesús quien se había encariñado de su persona pero no todo era lo que parecía. Un chico de tercer año parecía estar a disgusto con el campamento pues sus padres los obligaron a asistir para tenerlo lejos.

Mauricio un niño que tenía problemas con su comportamiento y agredía a sus compañeros sin ningún motivo. Los maestros habían tratado de hablar con él pero nada funciono, su madre lo justificaba diciendo solo es un niño y el padre ni atención le prestaba. Alejandro tuvo la mala suerte de encontrárselo durante el campamento, este no le hizo caso porque era mayor. Tropezaron por accidente cuando caminaban de regreso a la tiendas de campaña porque venían corriendo, Alejandro cayo alcanzando a Mauricio.

Debido a que el terreno era irregular por ello estaba a desnivel, hacía difícil caminar sin tropezar de vez en cuando. Ambos chicos cayeron súbitamente al suelo pero Mauricio se enojó mucho, aunque le trataba de decir que fue un accidente pero no hizo caso. Este se disponía a darle un golpe pero Jesús no se lo permitió, claro que no pudo retenerlo por mucho tiempo. En ese momento hizo acto de presencia Eduardo para ayudar a Alejandro que no tenía oportunidad alguna contra Mauricio.

Él no podía creer fuera precisamente el quien corriera en su rescate, después de actuar con molestia todo este tiempo. Los demás chicos los miraban como si fueran dos completos extraños pero los alentaban a continuar. La maestra escucho los ruidos de la pelea por ello volteo a verlos, así pudo ver lo que estaba pasando. Ella con la ayuda de otros maestros fue rápidamente a separarlos, después le exigió una explicación por lo sucedido. Ninguno de los ahí presentes quería dar la cara hasta que Mauricio se atrevió a hablar, le dijo que solo se había defendido porque lo habían empujado.

Sin embargo la maestra no quedo conforme con las palabras de él, Alejandro no estaba de acuerdo con lo que decía por ello alzo la voz.

Alejandro: maestra eso no es cierto, yo solo tropecé por accidente y caí sobre este chico pero lo hice sin querer.

Maestra: si todo sucedió como dices porque se estaban peleando los dos, debería darles vergüenza su comportamiento. Esto no se quedara así sus padres sabrán sobre este problema, sumado a su castigo correspondiente.

Mauricio: no es cierto me empujaste al propósito para que me cayera

Alejandro: pero si no hice nada malo

Maestra: Eduardo y Jesús que papel tuvieron en este problema?

Eduardo: solo quería ayudar a Alejandro con Mauricio, cuando vi que lo ataco

Maestra: eso no justifica lo que hicieron aquí en frente de sus compañeros

Eduardo: no le diga mis papas porque no me volverán a dar permiso de salir

Maestra: sin excepciones el castigo será para todos por igual

Aunque no estaban de acuerdo con lo decidido tuvieron que callarse para empeorar la situación, Mauricio buscaría otra oportunidad en otro momento. Sin nada que decir retomaron su camino de regreso a la hacienda, así podrían comer un rico pescado a las brasas con sal y limón. En la tarde pudieron apreciar la puesta de sol paso a paso, cosas así no podían verse tan fácil en la ciudad. Es importante tomarse un tiempo de vez en cuando, la vida suele estar llena de pequeños momentos que te hacen el día.

De niño pasas el tiempo imaginando como seria tu vida, sin darte cuenta que nuestro tiempo suele corto. Planear no sirve de nada sin actuar conforme a ellos, detenerse a observar las estrellas, escuchar una canción con el corazón y no solo por aburrimiento. Son más que letras unidas para formar palabras, expresan sentimientos y emociones. Fueron escritas por diferentes músicos en etapas distintas de su vida, ellos plasmaron sus sentimientos como alegría, miedo, amor, cariño y confianza. Inspiradas en anécdotas ocurridas en su infancia, en relaciones o problemas pasados, la próxima vez que lo hagan reflexiónenlo.

Durante la noche compartieron otra sesión de historias con la agradable compañía de su guía Mark, quien se esforzaba por divertirlos todo lo posible. Aunque esta vez Alejandro se separó del grupo para estar a solas para pensar, porque me salvo Eduardo estando en problemas. No logro comprender lo sucedido, si muchas veces me ignoro y siempre actúa como si no me conociera. Se repetía continuamente esas palabras en su mente, mientras movía sus pies de un lado a otro. Los chicos reían fuertemente por algunos chistes de su anfitrión, Jesús también se separó de su grupo.

Los niños se cansaron pronto por un día de diversión, se fueron a sus tiendas de campaña por equipos. Alejandro regreso de su escondite porque le dio sueño, cuando entraba pudo a los demás compañeros descansando pero faltaba uno. Eduardo no había regresado todavía con sus amigos para dormir, se quitó la camisa y el pantalón para acostarse. Aunque tenía sueño no podía parar de pensar en su día, casi a punto de quedarse dormido escucho un ruido en la oscuridad. Era el que había vuelto de un paseo nocturno por el campamento pero su duda seguía en el aire, mañana lo buscare a solas y se lo preguntare directamente.

Eduardo tenía un aire de misterio que rodeaba su persona, tenía una linda sonrisa, simpático, si no tuviera esa manía de encerrarse en sí mismo seguro serian buenos amigos. Mañana temprano se marcharían a la ciudad por ello solo tendrían tiempo suficiente de recoger sus cosas y desayunar de carrera, antes de marcharse. Es una lástima no poder pasar más tiempo en un lugar tan bello como este, nada se compara con estar al aire libre y sin preocupaciones. La naturaleza puede proveer todos los recursos necesarios si cuidas de ella, solo debes tratarla con delicadeza y amor.

La mañana comenzó muy temprano para los alumnos, algunos despertaron con mucha a pesar de haber cenado. Esto no fue el caso de los maestros quienes continuaban en sus tiendas, Alejandro aprovecho para buscar a Eduardo quien se levantó hace tiempo. Cerca del campamento estaba recargado en un árbol, cuando le grito con fuerza para llamar su atención. Este volteo a verlo sin decir ninguna palabra, solo observaba a lo lejos distante sin hacer movimiento alguno.

Alejandro: buenos días Eduardo! Como estas?

Eduardo: no me molestes más Alejandro déjame solo

Alejandro: quería darte las gracias por tu ayuda, ayer cuando necesitaba alguien

Eduardo: hice lo que creí necesario

Alejandro: pensé que no te caía bien porque te comportas raro conmigo

Eduardo: adivinaste no me agradas para nada

Alejandro: porque me salvaste entonces? No lo entiendo

Eduardo: no me agradas en lo más minino pero te defendí porque se lo difícil que estar solo

Alejandro: quizá con el tiempo logremos ser amigos

Eduardo: no te confundas niño si fuera tú me sacaría esa idea de la cabeza

Alejandro: tienes una actitud muy pesimista pero te equivocas no me daré por vencido fácilmente

Eduardo: sabes haz lo que quieras pero no me involucres en ello

Alejandro: pues eso hare

Después de varios dimes y diretes entre ambos chicos, no podían llegar a nada en común para ponerse de acuerdo. Se estaba haciendo tarde para desayunar porque pronto partirían de vuelta a su destino, harto de discutir con Alejandro quien se negaba a retirarse del lugar. Solo tenía dos opciones entre las cuales decidir y eligió la fácil para él, salir corriendo del lugar e incluso olvidar todo lo sucedido. No tiene caso hablar con alguien que no entiende de razones, solo es una pérdida de tiempo por ahora pero algún día entraras en razón. Espero no sea muy tarde cuando te des cuenta de ello, sabes siempre tendrás mi eterno agradecimiento por tu ayuda.

Luego de la discusión mañanera todos los niños de los diferentes grupos se reunieron para tomar su último desayuno en la hacienda, habían pasado muchas cosas en un fin de semana. Era mucha información para procesar en poco tiempo pero lo mejor sería no pensar en ello, todas las respuestas llegaran cuando sea el momento correcto. Por ultimo recogieron las tiendas de campaña para abordar los autobuses de regreso para la escuela, ahí los padres irían por ellos y los llevarían a casa de cada uno.

12:00 pm se agruparon junto a la entrada en la hacienda, ahí pasaron lista todos los maestros de grupo y tomaron asistencia de sus alumnos. Varios se retrasaron para la salida, Eduardo fue uno de esos niños con el fin de evitar una plática no deseada. Pese a sus intentos tenía que compartir asiento en su transporte, así tendría que controlarse para tener más problemas. Además no sabía cómo decirles sobre su castigo de la semana con su nuevo enemigo y Alejandro que se empeñaba en ser su amigo.

Durante el camino fingió estar dormido para estar tranquilo, el trayecto en la carretera pareció más corto. El paisaje cambiaba drásticamente de árboles a casas, de pavimento a áreas verdes, de animales a personas, de campos abiertos con pasto y flores de muchos colores. Los papas de los alumnos esperaban ansiosos a sus hijos, los autobuses se estacionaron y bajaron por parejas. Alexandra había llegado un poco antes que ellos para recoger a Alejandro, su padre no pudo ir por su trabajo en el hospital.

Alejandro: mama te extrañe mucho

Alexandra: Alex te quiero mucho hijo, cuéntame que hiciste en el campamento?

Alejandro: me divertí muchísimo en el campamento, sabes pude nadar en un rio, pesque un pez y lo mejor mi nuevo amigo asistió también.

Alexandra: me alegra mucho hijo pero debes estar cansado de tanta diversión

Alejandro: porque no vino papa?

Alexandra: tenía una emergencia en el hospital pero no pienses en eso, mejor vamos a la nevería por un helado.

Alejandro: en serio mama?

Alexandra: si hijo pídelo que desees, solo subamos tu maleta al auto para irnos

Alejandro: está bien mama

Luego de haber subido las maletas al auto, se marcharon para el centro de la ciudad para comprar su helado. Su madre encendió la radio con el fin de hacer más ameno su camino, además Alejandro se interesó por las actividades de su madre en su ausencia. Ella había tratado de avanzar todo lo posible en su caso, aunque tenía un testimonio le faltaba una fecha para el juicio. Solo le quedaba esperar con los brazos cruzados pues debía dejar que la ley hiciera su parte, Alejandro escuchaba a su madre pero continuaba pensaba en Eduardo.

En la nevería se comió tres helados de chocolate, su madre se animó a probar uno dado el clima cálido de los últimos días. Comieron cerca de la nevería en un restaurante de comida italiana pizza, pasta a la boloñesa, crema de quesos, pastel de chocolate y batidos de frutas. Alejandro no recordaba haberse divertido tanto desde que estaba con sus amigos, no perdía la esperanza de verlos nuevamente en el futuro. Su mama pago la cuenta para retirarse del lugar, apenas llego a casa corrió para acostarse de tanto cansancio.

Tuvo un raro sueño con Eduardo y el estaban jugando en el patio de la escuela como buenos amigos, había niños alrededor de ellos pero parecían estatuas. Es decir no hacían movimiento alguno pero de todas una le llamo la atención, nada menos que Jesús con un gesto de miedo en su rosto. Se preguntaba cómo habían llegado a esa situación, tener cerca a Eduardo para jugar le gustaba mucho. Solo que el hecho de no recordar nada le parecía muy extraño, deseaba tener las respuestas de ello.

Imagino que debía ser la hora de receso pues había muchos niños, ellos estaban vestidos de uniforme y otros tenían el uniforme de deportes. Conforme pasaba el tiempo los niños se movían lentamente pero Eduardo se alejaba de él, trato de gritarle en repetidas ocasiones. Sus intentos resultaron inútiles porque este aceleraba su velocidad y todo comenzaba a oscurecerse, hasta los alumnos se esfumaron. Quería despertar con todas sus fuerzas pero era imposible, lo que empezó como un sueño se volvió una pesadilla.

Despertó empapado de sudor tratando de comprender lo que significaba su sueño, vio su reloj sobre la mesa de noche. Este marcaba las 1:00 am se quedó dormido toda la tarde y no había cenado por ello tenía hambre, será mejor bajar para buscar algo de comer. Se puso sus sandalias para caminar hacia la cocina donde abrió el refrigerador pero encontró pollo frito, ensalada de verduras y refresco. Comió todo lo que pudo hasta llenarse para regresar a su cama, así continuaría su sueño porque en solo unas horas más debía asistir a clases.

Estoy que no puedo comer nada más, tengo que dormir porque hoy comienza mi castigo. Me hubiera gustado evitar todo este problema pero ni modo, Eduardo había tenido un sueño similar al de Alejandro. Las cosas no podían ponerse peor de lo que ya eran pero el destino jugo nuevamente un papel en sus vidas.

Les quiero pedir disculpas porque apenas pude publicar el capítulo verán tuve algunos problemas con mi laptop y hasta ahora lo solucione. Esta semana no creo poder publicar un nuevo capítulo de la historia pero hare mi mejor esfuerzo para no fallarles. La vez anterior puede haberlos confundido por el suceso que cambiaría la vida de los personajes, se los dije a modo de un avance y también para dejar cierto aire de suspenso. Muchas gracias por todo su apoyo hasta ahora queridos lectores.