Nunca es tarde para amar capítulo 10

Sus uniformes colgados en ganchos planchados para la ocasión, las mochilas contenían todo lo necesario y se durmieron temprano evitando algún retraso inesperado. El físico de los chicos había cambiado mucho en los años pasados, aquellos tiernos niños empezaban a ganar músculos y su carisma proyectad

NUNCA ES TARDE PARA AMAR CAPÍTULO 10

Después de 2 meses de vacaciones los chicos iniciarían una nueva etapa, un tiempo para hacer descubrimientos por sí mismos y la relación entre ellos está a punto de ser puesta a prueba. La secundaria les presentara nuevos retos diarios, su comunicación se verá un tanto limitada y sus deberes escolares interferirán en las reuniones de antes. Los padres jugaran un papel determinante en esta fase de su vida, Eduardo tendrá un despertar sexual temprano con las compañeras de clase, algunas relaciones fugaces con chicas de su edad y otras un pocos mayores tratando de encontrar el amor. Aunque no todo parece tan bueno porque una de ellas, le romperá su corazón por primera vez y su identidad sufrirá un leve revés con los sentimientos hacia Alex.

Jesús con su atracción hacia los chicos más decidido a probar, al principio comienza a tener dudas como todo adolescente y su curiosidad con el tiempo le gana la voluntad. Su físico le ayuda con los chicos pero guardando las apariencias, Damián un compañero de clases juega aprovechando su confusión y valiéndose de técnicas de seducción lo induce al sexo. Su primera vez no sale como lo esperaba, posteriormente viene el arrepentimiento tras el acto y la distancia se hace presente de haber obtenido el premio. Sin embargo Alejandro se estaba quedando atrás, este tenía más claros sus ideas de un relación seria y pensaba en tener una pareja que le ofreciera estabilidad.

Además el tiempo con sus grandes amigos de la infancia Eduardo y Jesús, el cariño hacia ellos se tornaba en atracción y especialmente con el primero desde la mudanza, pasando por todos intentos fallidos de ganarse su amistad. Aunque su paciencia fue recompensada con tan esperado premio, sumando a la ecuación la primera persona que entablo un lazo con él y los muchos momentos vividos hasta ahora. Alexandra vio la oportunidad de ampliar su despacho de abogados, dada su racha de buena suerte los últimos años y el apoyo de su socio Héctor lo hicieron posible. Se hizo conocido en toda la ciudad por defender causas imposibles, contrato a una empresa de publicidad para anunciarse en todos los medios y hacer llegar su mensaje a más víctimas de la injusticia.

David desde su llegada al hospital no había tenido tiempo suficiente, cuando regresaba a casa Alejandro solía estar durmiendo y los fines de semana rara vez podían pasear en la ciudad. Tuvieron que pasar tres años para que su esfuerzo fuera correspondido, un ascenso por los buenos comentarios y la supervisión constante de sus superiores. Ahora contaba con horarios flexibles en su jornada laboral, David estaba feliz de haber progresado en poco tiempo y estaba muy emocionado de poder ayudar a sus pacientes. Los chicos entrarían juntos a la secundaria, ellos quedaron en grupos separados de primer año y sus clases eran las mismas solo que variaba la hora.

Sus uniformes colgados en ganchos planchados para la ocasión, las mochilas contenían todo lo necesario y se durmieron temprano evitando algún retraso inesperado. El físico de los chicos había cambiado mucho en los años pasados, aquellos tiernos niños empezaban a ganar músculos y su carisma proyectada les ayuda con los compañeros. Las madres habían pasado tiempo preparándose para sincronizar sus salidas, ahora que los chicos estaban más avanzados con los estudios y se vio aumentada en el tiempo de estancia. Eduardo se levantó algo nervioso de regresar a clases pero con ánimos de comenzar con el pie derecho y hacer buenos compañeros estando lejos de sus mejores amigos.

Se bañó para colocarse su nuevo uniforme del gancho, bajo a desayunar con Mónica en el comedor y disfrutar de sus platillos favoritos. Mientras tanto Alex se encontraba sentado comiendo, Alexandra solo checaba algunos de sus mensajes en la computadora y actualizaba la información sobre el último caso.

Mónica: buenos días hijo!

Eduardo: buenos días mama!

Mónica: listo para tu primer día de clases?

Eduardo: estoy un poco nervioso

Mónica: se debe a tus amigos

Eduardo: si los voy a extrañar

Mónica: seguro hallaras la forma de convivir con ellos

Eduardo: en eso puedes tener razón

Jesús se encontraba saliendo en ese mismo momento de su casa, saca su celular de la bolsa con los audífonos para relajarse y escuchar algo de buena música rumbo a su destino. Summer Paradise de Simple Plan, Brown Eyes Girl de Greenday, Alive de Oasis y avanzaba por la calle hasta la secundaria cruzando negocios locales en el centro. Muchos tiendas abrían sus puertas desde las 7:00 am, sobre todo las cafeterías ofreciendo un rico café caliente y pan recién horneado a primeras horas de la mañana. Disfrutaba cada uno de los diferentes paisajes cotidianos, algunas señoras pasaban a sus lados continuamente y volteaban hacia esta para saludarlo con un amistoso hola!.

Sus nuevos compañeros se agrupaban en la entrada de la escuela, Alex con Eduardo estaban solo a unos metros de ella e inquietos por reunirse poniéndose de acuerdo. Primero apareció Mónica con su hijo tocando el claxon Eduardo bajo efusivamente del coche de su madre para abrazarlo y hasta se olvidó completamente de su madre. Minutos más tarde Alexandra llego con el último integrante del grupo, despidiéndose de sus mamas con un beso y deseándoles la mejor de las suertes en clases. Tuvieron una pequeña conversación entre ellos, sería extraño no tenerse como cerca uno del otro y vivir jugarse bromas llamando la atención de sus profesores.

Eduardo: no se ustedes pero los quiero mucho

Alex: el sentimiento es mutuo

Jesús: si me perdiera en una isla desearía tenerlos conmigo

Alex: en que grupo les toco chicos?

Eduardo: c

Jesús: a

Alex: en el b

Eduardo: ya no podrá voltear para verte siempre

Jesús: al menos tú podías hacerlo porque estabas en el mismo grupo

Alex: nos veremos todos los recesos para comer juntos

Eduardo: más suerte para la próxima

Jesús: hagamos un pacto antes de entrar solo nosotros

Eduardo: de que se trata?

Jesús: pase lo que pase nunca nos separaremos

Alex: no dejemos que estar lejos nos afecte

Eduardo: es un pacto todos para uno y uno para todos

Jesús: como los tres mosqueteros

Eduardo: pues adelante chicos el tiempo no se detendrá

Ellos caminaron hacia la escuela juntos viendo los alrededores, estaban en la misma situación desubicados de su lugar y perdidos con los alumnos de nuevo ingreso. Este año en particular se veía un número mayor de aspirantes, los espacios estaban bien delimitados por pasillos y las instalaciones suficientemente amplias para trasladarse. Las áreas estaban divididas en la cafetería, 9 salones para clases, baños individuales, laboratorios de química, 1 aula de medios, cancha de basquetbol, campo de futbol, biblioteca y papelería propia. Posteriormente se separan por diferentes lados, los maestros solo esperan los alumnos sentados en sus escritorios y pidiendo no tener un estudiante latoso este año.

Aunque según su experiencia propia adquirida sería difícil evitarlos, los tres chicos pasaron a tomar su clase de forma independiente y allí estaba Damián un adolescente guapo sentado conversando con una chica. Jesús solo pudo ver parte de su cara porque estaba viendo al frente, este no cuenta se dio de la mirada sobre él y tomo uno banca cercana a la puerta del salón. El maestro de matemáticas le dio una introducción del temario, escribió su correo en el pizarrón para cualquier duda y repartió las copias de todo lo dicho en la clase. Además lo hizo firmar para evitar quejas con yo no vine ese día, usted nunca lo menciono, no me toco ese material y demás escusas que inventas los chavos para justificarse.

Eduardo parecía tener un grupo de seguidoras que lo miraban en una esquina, sin embargo sus miradas le incomodaban mucho y trato de ignorarlas concentrándose en la lección. Le toco una maestra de unos 25 años con una licenciatura en informática, tenía puesto un vestido azul cielo, unos tacones altos para su gusto y un collar de plata. Su descripción física estatura 1.70 m, cabello pelirrojo lacio, ojos marrones, pestañas rizadas, complexión delgada, una mirada encantadora y una risa jocosa. Alex pasó la mañana sin llamar la atención de sus compañeros, algunos fácilmente hicieron amistades con otros y este solamente se dedicó a socializar lo menos posible.

Hubo muchas inasistencias nada raro tratándose del primer día, pasaron la lista con los pocos alumnos presentes y los chicos dijeron unos datos a modo de conocerse mejor entre ellos. Durante el receso se reunieron para desayunar como lo acordaron, dado su comienzo no había mucho que decir y tuvieron un lapso de tiempo para relajarse.

Alex: todo esto me parece extraño

Jesús: ya hicieron una amistad nueva

Eduardo: podría decirse que si

Alex: cuéntanos sobre el misterio

Jesús: solo estás jugando con nosotros

Eduardo: se los seguro un grupo de chicas me vigilan

Alex: tu que no quisieras

Jesús: tal vez hayas encontrado novia

Eduardo: no creo tener tanta suerte

Jesús: no comas ansias todo a su tiempo

Eduardo: hay mucho para elegir antes de tomar una decisión

Alex: siempre tan bromista como de costumbre

Jesús: mínimo aprende algo de ellas no cometas un error

Eduardo: pero esa es su función de ser

Jesús: debo admitir que tienes razón pero te dejara una cicatriz

Alex: ahora eres pensador que chido

Después todos rieron al mismo tiempo olvidando los demás, muchos alumnos prefirieron desayunar en la cafetería y unos cuantos salieron fuera de la institución a comprar su desayuno. Aunque la comida realizada allí por el equipo de cocina, contaban con una amplia selección de platillos y una barra de ensaladas frescas. Los chicos se dejaban llevar por la comida rápida como hamburguesas, hot dogs, papas francesas, pollo estilo Kentucky, banderillas de salchichas y carne asada. Había varios locales dedicados a vender mayormente a los alumnos, pocas personas solían asistir con la intención de consumirla y preferían abrirlas la mitad del tiempo.

Además una universidad estaba a un par de cuadras, estos negocios tenían cierta antigüedad de existencia y la reputación los precedía con buena fama por el servicio. Alex le llamo un poco la atención ver a algunos compañeros salir, estos iban en un grado más adelantado y la dirección académica les daba cierta facilidad de elegir.

Eduardo: podemos probar la siguiente vez afuera

Jesús: es una buena idea pero no sabemos nada

Alex: no hagamos un hábito nuestro receso

Jesús: hablando de estas admiradoras parecen estar allí

Eduardo: porque lo dices amigo

Jesús: voltea hacia la esquina de allá

Alex: deber ser una equivocación

Eduardo: no puede ser que me siguieran hasta aquí

Alex: definitivamente no es tu día

Jesús: tarde o temprano se aburrirán de ti

Eduardo: puedo mantenerlas entretenidas

Alex: ni que fueras circo de tres pistas

Eduardo: tengo más de una forma de mantenerlas interesadas

Jesús: eso está por verse pero hagámoslo más interesante

Alex: bien dicho una apuesta para empezar al año

Eduardo: dime las condiciones

Jesús: tienes que salir con una chica antes de 2 meses

Eduardo: es algo fácil de hacer para mí

Jesús: pero ella tiene que hacerte la invitación

Alex: dense prisa el tiempo se acaba debemos regresar al salón de clases

Eduardo: muero por estar con ellos encerrado entre 4 paredes

Jesús: hablas en serio?

Eduardo: obvio no me gustaría permanecer con ustedes

Jesús: nos vemos en la salida

Recogieron su basura de la mesa donde se encontraban sentados, el resto de sus compañeros se unieron a ellos en pocos minutos y tomar su clase de química en los laboratorios. Los chicos que se encontraban jugando en la cancha, los segundos se enfrentaba con los terceros y disfrutaban un poco de diversión con sus compañeros. Sin embargo con el primer toque de la campana debían regresar, las chicas les encantaba sentarse con un buen espectáculo y comer sus alimentos sentados en una de las mesas cercanas. Reanudaron su día como lo dictaban sus horarios, Alexandra atendía algunas de las llamadas de sus socios y revisaba los expedientes de los casos más recientes. Una pila de expedientes sobre su escritorio parecía interminable, todos hablaban de injusticias que se pudieron haber evitado y le daba tristeza no poder llevarlos personalmente a juicio.

Aunque no todas las personas tenían un final feliz con el veredicto, algunos de ellos terminaban disolviéndose por falta de pruebas y miedo porque los pudieran dañar a futuro sobre todo la familia. Contaba con clientes podían pagar los servicios recibidos, otros hacían hasta lo imposible para conseguir el dinero y lo que simplemente no contaban con recursos. Ellos los ayudaba porque se ponía en sus zapatos, deseaba contribuir con su granito de arena a una buena causa y retomar sus inicios como abogada defendiendo a los inocentes. Además la emoción de llevar una persona ante el juez para hacerla pagar, ahora se encontraba bastante atareada con sus responsabilidades del oficio y tomaría la hora de comida para recoger a su hijo en la secundaria.

Mónica estaba preparando la comida para su Eduardo con suficiente tiempo, tenía mucha curiosidad por preguntarle cada uno de los detalles y prepararía una comida especialmente para hacerlo sentir amado. Una madre apoya a sus niños en el camino de la vida, verlos es la parte más gratificante del oficio porque aprendes de ellos y les enseñas los buenos hábitos haciéndolos mejor personas. Claro esto no durara por siempre por todo tiene un final, llega un momento en que solo puedes verlos caminar sin ayuda de nadie y verlos tomar sus propias decisiones para aprender de ellas. Había llegado el tiempo de darle un poco más de libertad, poner en practica cada uno de los valores inculcados de sus padres y decidir el rumbo propio de sus propias elecciones.

Los consejos de su parte nunca desistirán para corregirlo si llegaran a ser necesarios, el director de la escuela se presentó ante los grupos de nuevo ingreso y haciéndoles una invitación a competir en un maratón por una calles de la ciudad. Este se realizaba exclusivamente con el fin de darles la bienvenida, solo participar significaba un punto extra en sus actividades y tal vez conseguir un buen lugar entre los participantes. Jesús no le llamaba mucho la atención hacer ejercicio pero si participaban sus amigos, no dudaría en hacerles compañía en el recorrido y sería la primera de sus aventuras en la secundaria. Algunas horas más tarde los chicos estaban tomando la última materia para salir, Eduardo solo contemplaba su celular viendo la hora y contaba los minutos para el fin de su jornada.

Damián le dio un pequeño vistazo a uno de sus compañeros nuevos, había dejado varios amigos con los que pasaba tiempo y seguidores de andanzas para disfrutar el sexo. Tendría que buscar nuevos chicos para hacerle compañía, sería algo fácil pero debía ser cuidado para no alertarlos y seleccionar cuidadosamente los candidatos más débiles del grupo. Su talento de acertar con la personalidad de las personas era útil, viendo a su alrededor tenia gran variedad de donde elegir y eso le parecía favorable pues apenas iniciaba su juego. Mónica llego seguida de Alexandra en sus vehículos para recoger a sus hijos, bajaron para saludarse como buenas amigas y vecinas desde que se conocieron hace más de 6 años.

Mónica: hola vecina! Cuanto tiempo sin verla

Alexandra: hola vecina! Ya olvide la última vez que conversamos

Mónica: me gustaría tomar un café contigo

Alexandra: podríamos posponerlo para mañana con menos prisa

Mónica: solo vine a recoger a Eduardo pero debo regresar a la preparatoria

Alexandra: yo tengo algunos pendientes de la oficina

Mónica: eso lo entiendo perfectamente en carne propia

Alexandra: me dio gusto saludarte

Mónica: mire allá vienen nuestros hijos

Jesús, Eduardo y Alejandro se acercaban caminando entre risas, ellos no se percataron de estar siendo observados a lo lejos y seguían bromeando sin limitar sus palabras. El primero se subía sobre uno de caballito para molestarlo, el tercero los seguía empujando con queriendo tirarlos y también intentaba subirse para hacerles más difícil avanzar. La mayoría de los alumnos salían en grupos por la salida, continuaban hasta llegar de la misma ciudad en un parque y la sombra de los arboles les ofrecía un bello para pasar su estancia. Además no faltaba algún vendedor con paletas heladas, refrescos fríos, nieves de sabores y sabritas con salsa. Algunas escuelas de la zona sincronizaban sus horas de salida, los muchachos se separaron viendo a sus madres y olvidaron completamente el maratón de la secundaria.

Mónica llevo a Eduardo a casa con algo de prisa para darle de comer, así la niñera solo se encargaría de cuidarlo la tarde hasta su regreso y asegurarse de que este cumpliera con sus deberes escolares. Sin embargo no tenía ninguna tarea que realizar, posiblemente la pasaría jugando videojuegos con su mejor amigo y buscando algo idea para entretenerse con él. Tal vez visitarían nuevamente la casa del árbol, Alex había estado pensando en poner un columpio con una vieja llanta y necesita la ayuda de otra persona para levantarla. Jesús entraría a su Facebook con suerte habría algo bueno, después de dejarlo corrió hasta su auto con sus cosas de la clase y gritando por la ventana del automóvil se despidió de él.

Alexandra no se preocupó en contratar a alguien para cuidar a su hijo, este se ausentaba mucho durante su ausencia de la casa y estaba más tranquila pues tendría compañía. La niñera le encantaba sentarse horas frente a la televisión, viendo series dramáticas como grey, bones, flash y solo los inspeccionaba de vez en cuando. Los chicos se reunieron en el patio trasero a montar su llanta, les conto en un principio pues no pensaron con subir la cuerda y echando un piedra, papel o tijera lo decidieron. La primera vez perdió Eduardo por eso los dejaron a dos de tres, ni hablar la suerte lo abandono en el momento menos esperado y tuvo que subirse al árbol para atar la soga. Lo más chistoso de la situación era su miedo a las alturas, Alex no dejaba de decirle que mirara abajo porque iba a caerse y el otro solo sufría con cada paso sobre la rama.

Después de estar a punto de hacer realidad sus palabras, compadeciéndose de este decidió subir para ayudarlo con el trabajo y sus nervios disminuyeron cuando pudo bajar de su tortura. Ambos presenciaron el primer atardecer de la estación, un bello momento de amistad mutua sin nadie a su alrededor y los rayos solares iluminando sus siluetas al ocultarse el astro rey. Aunque viera estado mejor si lo hubieran visto en las montañas, eso trajo el recuerdo de su campamento en la hacienda y lo platica con su guía Mark haciéndolos resolver su enemistad.

Eduardo: me alegra mucho tener tu amistad

Alex: lo mismo digo sin no sería igual

Eduardo: espero llegar hasta viejos siendo amigos

Alex: ya verás que nadie nos podrá separar

Eduardo: entonces es una promesa para siempre