Nunca es tarde para amar: capitulo 1

El tiempo desde la mudanza de Alexandra y David continúo durante los siguientes días, la indiferencia de Eduardo hacia Alejandro continúo durante semanas más. El verano transcurrió rápidamente por lo que las vacaciones de verano terminaron, pronto llego el día que más teme cada niño. El regreso a

NUNCA ES TARDE PARA AMAR: CAPITULO 1

Mi nombre es Eduardo Jiménez Reyes soy un chico que vive en los suburbios desde pequeño, cuando mis padres se conocieron iban en la universidad. Mi padre estudiaba una ingeniería en sistemas, mi madre por otra parte estudiaba para maestra de preparatoria. Todo ocurrió una tarde de verano que mi papa salió a dar una vuelta con sus amigos a un bar cercano. Mi madre trabajaba en ese entonces como camarera para pagar sus estudios, ya que mis abuelos no tenían mucho dinero.

Los amigos de mi padre lo retaron a pedirle su número celular, aunque al principio dudo para hacerlo. Cuando le hablo por primera vez temblaba como una gelatina pues mi madre eran un chica realmente bella, una sonrisa que te derretía, unos ojos cafés que te hipnotizaban, una boca que te invitaba a probarla y por si fuera poco tenia figura de bailarina de ballet. Claro que padre no estaba tan mal digo yo, practico durante años la natación e incluso gano algunos trofeos en competencias.

Si logro conseguir el número de madre, días después comenzaron a salir como amigos pero mi padre conquisto su corazón. Se esmeraba por pasar tiempo con ella, la llevaba a pasear, le daba regalos ocasionales, estudiaban juntos para exámenes e incluso llegaron a dormir juntos si hacer nada. Por todo esto mi madre quedo perdidamente enamorada de él, tres meses después se hicieron novios oficiales. Durante su noviazgo salían a todas partes juntos, mi padre pudo ganarse fácilmente la confianza de sus suegros. Si bien no todo color de rosa, pues mi padre solía en ocasiones ser celoso con algunos amigos de mi madre.

Todos los problemas lo resolvían hablando, mi padre siempre le dio su ayuda incondicional a mi madre. La relación dio un paso importante cuando mi padre decidió pedirle matrimonio con una cena, la cual la hizo en su casa. Cocino especialmente para ella, prendió velas por toda la sala, puso música romántica, le compro un ramo de rosas y una caja de chocolates. Además le compro un anillo con un pequeño diamante en el centro, la boda fue al año. Asistieron todos los familiares por ambas partes, mi padre y madre se casaron en una hacienda propiedad de la mis abuelos.

Dos años de vivir juntos muchas aventuras lo hicieron pensar en la idea de agrandar la familia. Así nací yo pero disculpen ya me salí del tema, hoy es el día más feliz de vida en unos minutos más me casare con el hombre de mi vida después de haber pasado por muchos problemas. Les pido toda su atención para empezar a contarles mi historia, todo comenzó hace 15 años para ser exactos.

Era un día lunes por la mañana, los autos pasaban por el frente de mi casa y los niños de la zona jugaban en la calle. Yo siempre me he considerado un poco reservado para hacer amigos por lo que solía pasar gran parte de tiempo jugando en mi casa. Tenía una hermana tres años menor llamaba cristina, me gustaban mucho los videojuegos. El día parecía como cualquier otro, así que decidí  salir al jardín a jugar un poco con mi pelota de futbol. Regalo un tío que dio el año anterior por mi cumpleaños, miraba para la calle cuando apareció en el horizonte un camión de mudanza parecía que tendría nuevos vecinos.

Al familia que se mudaba estaba integrada por tres la madre, el padre y un niño de 6 años. La madre licenciada en derecho de unos 26 años de edad, estatura promedio, complexión delgada, cabello castaño, ojos marrones,  pestañas chinas, de ascendencia europea. El padre de 27 años, doctor con especialidad en cirugía plástica, alto, complexión robusta, ojos negros, pelo negro de ascendencia italiana. El hijo tenía 6 años, delgado, ojos negros, moreno, curioso, pequeño y traía un oso de peluche.

Mi madre como buena vecina decidió darles la bienvenida, adivinen quien tuvo que ir con ella. Yo por supuesto pero no fue fácil que me convenciera, primero le arme un berrinche para sacar ventaja. Me soborno con dulces para ir, pensaran que soy malo pero a fin de cuentas soy un niño. Tomo una tarta recién horneada de frambuesas para llevarla como regalo, caminamos 20 metros que nos separaban de los vecinos. Toco el timbre dos veces para que salieran los vecinos, abrió la puerta la madre y después llamo a su esposo que jugaba con su hijo.

Madre: buenos días vecina! Mi nombre es Mónica Reyes Ramírez y este pequeño es mi hijo Eduardo Jiménez Reyes. Les venimos a ofrecer mi ayuda para lo que se les ofrezca.

Vecina: buenos días Mónica! Mi nombre es Alexandra Aguilar Cortez mucho gusto en conocerte. Mi esposo David Fuentes Mendoza y mi hijo Alejandro Fuentes Aguilar. Recientemente compramos esta casa a los anteriores dueños, debido a que transfirieron a mi esposo del trabajo.

Madre: el gusto en conocerte es mío Alexandra, David y Alejandro. A que se dedica tu esposo?

Vecino: yo trabajo como psicólogo en los hospitales dando terapia a los enfermos y platicas en las escuelas para las víctimas de violencia.

Madre: que buen trabajo tiene vecino, como le decía a su esposa vengo a ofrecerles mi ayuda. También les quiero dar la bienvenida a los suburbios en nombre de los vecinos.

Vecino: muchas gracias Mónica por tu ayuda, mira Alejandro un niño de tu edad para que jueguen los dos.

David le presento tomo de la mano a su hijo Alejandro para presentarlo con lo Eduardo, quien se escondía tras su madre. Mónica le decía miro es un niño de tu edad ahora no tendrás que estar más solo para jugar. Alejandro trato de acercarse a Eduardo para invitarlo a jugar pero este seguía resistiéndose a salir.

Aunque su madre continua haciendo el intento para que se conocieran Alejandro y Eduardo, este no quiso salir de su escondite. Ambos se despidieron de los nuevos vecinos, luego se marcharon a su casa y ahí Mónica le pregunto a Eduardo porque no le dio la cara a Alejandro quien se mostraba emocionado de conocerlo.

Madre: porque no quisiste conocer a Alejandro es simpático

Eduardo: es que mama no me cayó bien Alejandro no me gusta

Madre: pero si no lo conoces edu te digo desde ahora que mañana lo invitare a nuestra casa para jugar contigo y no quiero berrinches.

Eduardo: pero es que mama no pienso jugar con el

Madre: jugaras con Alejandro te guste o no

Después de una discusión madre e hijo, entre estira y afloja para ver quien cedía primero a las exigencias del otro. La cual se alargó durante algunos minutos más pero como podrán imaginarse mi madre me gano la discusión y yo me tuve que ver obligado a jugar con Alejandro quien no me agrada para nada.

Pase toda la tarde pensando en Alejandro aquel chico no me agradaba para nada, en fin tendría que jugar con él. Aunque no sabía que le gustara jugar yo tenía coches, carros, figuras de acción, una pelota, rompecabezas, videojuegos en los que pasaba mucho tiempo, libros para colorear, etc. Llego la noche mi madre me dio de cenar mi comida favorita pollo frito con papas horneadas y de postre helado de vainilla. Si algo siempre me ha gustado es la comida de mi madre cocina muy rico, mi padre llego tarde la oficina porque tuvo un imprevisto de última hora.

Mi madre me envió a la cama a la 8:00 pm, mientras ella se quedó hablando con mi padre como lo hacían todas las noches. Me puse mi pijama del hombre araña, cepille mis dientes y me fui a dormir a mi habitación. Duermo con una luz de noche pues le tengo miedo a la oscuridad, me quede dormido rápidamente pues el día había sido pesado para mí.

A la mañana siguiente mi madre me despertó a las 7:00 am para la visita de Alejandro, desayune me vestí para esperar a Alejandro. Este llego a la 10:00 am su madre mi vecina lo trajo en brazos y traía su oso de peluche. Ella saludo a mi mama y luego se retiraron a la cocina para conversar mientras yo me que con él.

Alexandra: buenos días Mónica! Como estas? Ya traje a mi hijo para que jueguen los dos, tal como quedamos ayer.

Mónica: buenos días Alexandra! Yo estoy muy bien, sabes ahora estaba viendo unas cosas de la cocina. Tu como estas Alexandra?

Alexandra: algo estresada por la mudanza, los trabajadores perdieron varios objetos durante la mudanza.

Mónica: me lo imagino Alexandra es difícil cambiar todo lo que conoces y llegar a un lugar desconocido. Así me sentía yo cuando me mede a esta casa, pasa dentro a mi casa y tomamos un café.

Alexandra: está bien Mónica nuestros hijos se pueden quedar a jugar aquí en la sala. Alejandro te quedas con Eduardo para jugar, yo voy a estar en la cocina con su mama.

Alejandro: si mama aquí me quedo con Eduardo y tardaras mucho?

Alexandra: si hijo tardare un poco, divierte con Eduardo tiene mucho juguetes.

Mónica: Eduardo muéstrale a tu nuevo amigo todos los juguetes que tienes, llévalo a tu habitación para mostrárselos.

Ambos chicos se fueron corriendo al cuarto de Eduardo, allí el saco figuras de Max Steel, los Power Rangers, Generador Rex, Dragon Ball, coches de Hot Wheels, rompecabezas de caricaturas, soldaditos de plástico, etc. Alejandro abrió los ojos bien grandes cuando vio todos los juguetes de y lo que más le sorprendió fue cuando vio la consola de videojuegos.

Alejandro: gua tienes muchos juguetes Eduardo, me gustan los soldaditos y si jugamos a la guerra.

Eduardo: la guerra suena interesante y que país serias?

Alejandro: yo pido Estados Unidos

Eduardo: sale amigo yo quiero Japón

Alejandro: bien amigo imaginemos que todo el suelo es el campo de batalla, yo ocupare el lado izquierdo y tú el derecho.

Eduardo: vas amigo toma la mitad de los soldaditos y construye tu fuerte, yo hare el mío con estas almohadas.

Alejandro: pero dame una al menos, no seas así conmigo

Eduardo: solo por esta vez

Ambos chicos se pusieron a jugar que estaban en plena segunda guerra mundial; están en territorio hostil rodeados por montañas, un río, una ciudad a lo lejos, tanques de guerra y muchos aviones que bombardeaban la zona con proyectiles. La lucha se extendió durante más de una hora, los niños disfrutaron mucho el tiempo que pasaron juntos. Eduardo por primera vez se alegró de tener a alguien con quien pasar su tiempo, debido a que eran vacaciones y no podía ver a sus amigos de la escuela. Alejandro por otra parte encontró su primer amigo en su nueva ciudad, ya que sus amigos y conocidos quedaron atrás.

Mónica y Alexandra seguían conversando sobre la mudanza, sus trabajos y otras cosas que salieron durante la plática. La madre de Eduardo se mostraba muy interesada en la vida de su nueva vecina, quien a su vez disfrutaba mucho relatándole algunas de sus anécdotas.

Alexandra: muchas gracias por la invitación que me hiciste para que nuestros hijos se conozcan, sabes en la ciudad donde antes vivíamos teníamos muchos amigos en la escuela y aquí no conoce a nadie.

Mónica: de nada vecina, vieras que a Eduardo no le gusta salir a jugar con los niños de los vecinos y ahora que está de vacaciones no puede ver a sus amiguitos.

Alexandra: no había pensado en eso hasta ahora no tengo idea de que donde inscribiré a Alejandro para la escuela. Por cierto donde estudia tu hijo?

Mónica: Eduardo estudia en una escuela del centro de la ciudad, tiene buenos maestros y un precio accesible. Las instalaciones son amplias, el personal está bien capacitado, cuenta con material didáctico y su método de enseñanza es eficaz.

Alexandra: así nuestros hijos serian compañeros de clases peo me puedes dar la dirección de esa escuela para inscribirlo mañana mismo.

Mónica: Alexandra mejor te acompaño sirve que aprovecho para comprar algunas cosas que necesito del supermercado.

Alexandra: dime vecina no trabajas o solo trabaja tu esposo?

Mónica: no en realidad trabajamos los dos, él trabaja en una empresa en la ciudad realizando mantenimiento en los sistemas de computación y yo doy clases por la tarde en una preparatoria.

Alexandra: pues yo soy licenciada en derecho, ahora estoy trabajando en un caso de abuso infantil. Me gustaría que me acompañaras pues no conozco la ciudad aun.

Mónica: con mucho gusto Alexandra

Ambas madres siguieron platicando durante el resto de la mañana, después la vecina se retiró a su casa para preparar la comida pues Alejandro le dio hambre. Mónica se quedó acomodando los juguetes de su hijo, luego tomo su material de la escuela y abordo su coche para ir a su trabajo pero antes dejo a Eduardo con una niñera. Mónica paso la tarde en la escuela dando clases a sus alumnos de preparatoria, les puso varias dinámicas sobre el trabajo en equipo y una prueba sorpresa. Mientras Eduardo paso viendo la película de los increíbles en cuanto a Alejandro su mama lo llevo a un parque cercano. Allí le compro un helado doble de chocolate con chispitas de colores.

Al día siguiente ambas madres de familia salieron temprano a la escuela de Eduardo para inscribir a Alejandro, quien se mostraba emocionado por ser compañero de Eduardo. Este no pudo evitar hacer una mueca al escuchar a su madre decir a donde iban. Mónica alcanzo a ver el gesto de su hijo, cuando escucho su comentario y lo reprendió por ello. Durante el camino las madres conversaban sobre su día anterior en el trabajo, sus hijos se limitaron a ver por las ventanas del auto.

Alexandra: como te fue ayer en el trabajo?

Mónica: un día productivo me gusta mucho trabajar con mis alumnos

Alexandra: me alegra que disfrutes tu trabajo amiga, yo por mi parte pase revisando la evidencia del caso que te había dicho.

Mónica: cuéntame averiguaste algo nuevo sobre el caso amiga

Alexandra: está un poco difícil vieras que el caso trata de un chica la cual es menor de edad y es maltratada por el padre.

Mónica: es triste ver eso hoy en día pero lo madre que hacia al respecto

Alexandra: trataba de defender a su hija, aun así no podía hacer mucho para ayudarla.

Mónica: dime quien denuncio al padre?

Alexandra: pues fue la hija quien se armó de valor para ir a una estación de policías cercana a su domicilio. La madre no se atrevió porque el esposo la tenía amenazada de muerte.

Ellas continuaron hablando del casa, Mónica le conto todo a cerca de su vida a la vecina. Quien escuchaba atentamente todo lo que decía, Alejandro empezó a decir que tenía sed. Cuando llegaron a la escuela Alexandra inscribió a su hijo, Mónica se quedó afuera para pensar que necesitaba para su despensa, el trámite fue bastante rápido porque se fueron al centro comercial. Allí se dieron tiempo de disfrutar un rico almuerzo después de hacer las compras, Alejandro se bebió un refresco y comió un trozo de pizza napolitana.

Eduardo quien se mostró bastante tranquilo durante el viaje pues no dijo ni pio, aun así seguía siendo indiferente con él. En el centro comercial pidió una hamburguesa con papas a la francesa y una coca cola. La tarde se pasó muy rápido con la ida al centro comercial, el trabajo de Mónica y la mudanza inconclusa de Alexandra. Regresaron a casa para descansar después de un ajetreado día.

El tiempo desde la mudanza de Alexandra y David continúo durante los siguientes días, la indiferencia de Eduardo hacia Alejandro continúo durante semanas más. El verano transcurrió rápidamente por lo que las vacaciones de verano terminaron, pronto llego el día que más teme cada niño. El regreso a clases esta vez fue diferente porque Alejandro estaría ahí, cosa que le molestaba a Eduardo, quien tuvo una desagradable sorpresa en la escuela. El primer día de clases llego, Mónica levanto temprano su hijo, lo baño, le puso su uniforme, le dio de desayunar y lo llevo a la escuela. Su vecina hizo lo mismo con el suyo e incluso se encontraron en la entrada de la escuela para despedir a sus hijos. Ellas se saludaron, intercambiaron algunas palabras y se regresaron para la casa.

Los chicos se llevaron una sorpresa que alegro a uno y molesto al otro, pasaron a sus salones, la maestra dio las indicaciones para los alumnos y la directora se apareció en el salón con Alejandro. Maestra y directora comenzaron a hablar, le explico la situación y le dijo que sería su nuevo alumno. Ella lo recibió para presentarlo con el resto de los alumnos, quienes se mostraron interesados por saber todo del chico nuevo.

Maestra: buenos días niños! Hoy tenemos un nuevo alumno que se integrara a partir de hoy. Su nombre es Alejandro, acaba de mudarse recientemente a los suburbios con sus padres.

Niños: buenos días Alejandro! bienvenido a nuestro grupo

Maestra: saluda a tus compañeros Alejandro

Alejandro: buenos días compañeros mis nombre es Alejandro mucho gusto en conocerlos, espero que seamos buenos amigos.

Maestra: ve a sentarte donde tú quieras Alejandro porque la clase ya va a comenzar

Alejandro camino hacia las mesas para buscar una silla, la suerte no estaba del lado de Eduardo porque justo Alejandro eligió un asiento cerca de él. Quien se decía así mismo ahora también tengo que soportarlo en mi salón, no le basto con venir a la misma escuela.

La maestra comenzó la clase con el pase de lista, luego les puso un ejercicio a los niños sobre los árboles genealógicos de cada uno y los premio con estrellitas doradas. Los chicos empezaron a contar sobre sus familias, uno chico dijo mi padre es bombero otro dijo el mío es doctor y así continuaron durante el resto de la clase. Llego la hora del receso cada quien se fue por su lado para desayunar excepto por Alejandro que no conocía a nadie. El receso fue de media hora, los otros chicos empezaron a jugar futbol en el patio de la escuela. Alejandro veía desde lejos como ellos jugaban, en otra parte Eduardo se encontraba platicando con sus amigos de sus vacaciones.

Eduardo: que hicieron en vacaciones?

Alberto: yo fui a un parque de diversiones con mis padres

Jorge: visite un museo de aviones y un observatorio

Santiago: fui de vacaciones con mi abuela a una cabaña en un lago. A donde fuiste tú Eduardo?

Eduardo: nada en especial solo viendo películas y jugando videojuegos, no me apetecía salir a ningún lado,

Jorge: porque no?

Eduardo: vieron el chino nuevo, se mudó a mi vecindario y no me agrada para nada. Además mi madre me insistí para que jugara con él, durante las vacaciones y fueron varias veces.

Alberto: pero que tiene a mí me agrada

Eduardo; a ti has dicho Alberto

La conversación continuo hasta el fin del receso, los niños regresaron al aula y las clases siguieron sin ningún imprevisto. El día se pasó volando la maestra ponía mucho empeño durante las clases para hacerlas lo más divertidas para evitar aburrirlos. La hora de salida llego y las madres de los chicos fueron por ellos a la escuela, la tarde fue aburrida para Alejandro quien seguía sin amigos para jugar.

En cuanto a Eduardo  se puso a jugar videojuegos, su madre se fue al trabajo por toda la tarde.

Hasta aquí la primera parte de mi historia queridos amigos, los capítulos los publicare cada dos semanas durante el tiempo que término “Amores Para Recordar” que solo le faltan 6 capítulos más. Por ultimo les quiero recordar mi Facebook Dylan Dark (Darky) con una foto de il volo de perfil, mi correo [[email protected]

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Una canción para que escuchen amigos “Me Enamore De Ti” Chayanne, este primer capítulo lo dedico a un amigo muy querido para mí, sabes que sin ti no sería el mismo te quiero mucho.