Nuevos vecinos y cámara espía (8)

Mi vecina se ha comprado un juguete y me muestra como funciona

Para Lawi

—    Hola vecino…¿qué recogiendo el correo? — me pregunta mi vecina al pasar junto a mí en la entrada del edificio.

—    Oh, si…— me apresuro a responder con un puñado de sobres y folletos de propaganda en la mano que he sacado del buzón.

Por nada del mundo querría perder ver salir a mi vecina muy arreglada por la mañana para ir al trabajo. Hoy lleva puesta una faldita corta con mucho vuelo, una blusa camisera con pequeños detalles florales y unas sandalias romanas que le permiten lucir unos lindos pies. El conjunto le da un aspecto muy juvenil y veraniego para una mujer de nuestro tiempo.

Cuando la veo por la escalera con esa carita de no haber roto nunca un plato, tan sonriente, tan amable me cuesta mucho asociar esa imagen con la que tiene cuando se pone bien perraca en su alcoba, follando como una diosa, tocándose hasta hacer reventar su coño o haciéndole unas mamadas tremendas a su marido.

Todo esto lo se porque como os he ido contando en relatos anteriores les instale a mis vecinos una cámara espía en su dormitorio que me permite espiar lo que hacen. Hasta ahora los espectáculos que me han ofrecido me han dado pie para hacerme mis mejores pajas. Yo me cuelo en su habitación y observo lo que hacen, juntos y por separado.

En alguna ocasión he tenido la sensación de que ella ha descubierto la cámara oculta, a pesar de ello se comporta con naturalidad e incluso diría que parece que actúa para mí como espectador.

—    A mí me pasa lo mismo, muchos papeles, sobre todo de los bancos y mucha propaganda… aunque hay que revisarlos todos por si llega algo importante— me dice poniendo su mano sobre las mías al tiempo que me guiña un ojo de forma muy obtenible.

A continuación sale del portal con paso alegre y moviendo las caderas para mover la falda con mucha gracia. Es una mujer estupenda…y a mi me encanta participar de su intimidad robándole sus más ocultos secretos que alimentan todas mis fantasías.

Ha sido la primera vez que me ha tocado y lo he interpretado como un premio, aunque la excusa del correo me ha parecido demasiado simple. ¿qué me habrá querido decir?. Ya en casa reviso todos los papeles y en medio de ellos me aparece la publicidad de… un vibrador femenino con control remoto.

¡Que extraño… esas cosas no se suelen publicitar así! Reviso el folleto por encima para satisfacer mi natural curiosidad  y encuentro que tiene muchas funcionalidades: cambios de intensidad, cambio de secuencias y sobre todo que se puede manejar a distancia mediante una app del teléfono móvil. Interesante… cuando tenga a quien regalárselo quizás pueda estar bien hacer la prueba.

Hoy hasta la después de cenar apenas ha habido movimiento en la alcoba de mis vecinos así que poco tengo que contar a no ser que os interese saber que me he instalado un disco duro de almacenamiento externo para grabar a mi vecina y así poder disfrutar de ella durante todo el día.

Como habitualmente el marido llega primera a la cama, se acomoda y lo veo manipular el mando a distancia en busca del programa de la tele que más le guste. Mi vecina llega diez minutos más tarde, lleva un camisón largo de raso hasta la altura de la rodilla, se acomoda apoyando la espalda en el cabecero acolchado de la cama, la piernas dobladas haciendo puente que le permiten apoyar encima un pequeño paquete con el logotipo sonriente de una conocida empresa de distribución.

Del interior saca otra caja mas pequeña con dibujos de color rosa, la abre e inspecciona el contenido, saca algo y se lo pone sobre la falda mientras ojea un folleto que había dentro. La caja mas pequeña la ha dejado a un lado de su cuerpo y puedo verla con claridad: Corresponde a un vibrador de color rosa de la misma marca que yo he recibido la propaganda.

Después de ojear las instrucciones detenidamente, mi vecina se inclina para alcanzar el cajón de la mesilla de noche, saca un dispensador de aceite lubricante que lo usa para embardunar el juguete. El marido le pregunta algo a lo que ella le responde enseñándole su adquisición. Unos comentarios entre ellos y vuelta cada uno a lo suyo, el con la tele y ella con su nuevo juguete.

Minutos más tarde la veo como se remanga el camisón, se quita la bragas y se empieza a tocar la rajita con toda su intención. Veo como pasa los dedos repetidamente sobre la vulva, unas veces con la yema de los dedos con mucha suavidad y otras pasando las uñas como si se rascase levemente. Se va animando poco a poco hasta que termina por meter un dedo bien profundo . Lo saca mojadito y  aprovecha humedecer sus labios.

A continuación coge el vibrador con forma de huevo ovalado, tiene con un largo rabo que termina en un abultamiento. Se lo coloca frente al coño, suspira hondo, cierra los ojos, lo aprieta hacia si misma hasta que logra introducirlo totalmente en su vagina.

Tras un momento de incomodidad se acomoda sobre la cama y pone una cara como diciendo: “no está mal…pensaba que me iba a costar mucho más….es agradable la sensación de tener el vibrador metido dentro”. A mi me parece sensacional que esto lo haga con tanta naturalidad y que yo lo pueda esta viendo desde mi punto de observación.

La cándida carita de mi vecina que muestra en público se ha tornado en la cara de una curiosa y golosa mujer que está deseando que el artilugio le dé las vibraciones fuertes que le provoquen un orgasmo.

Ahora toca activar el aparato y tomar el control con el sistema de comando remoto. Con el teléfono en la mano, las instrucciones apoyadas sobre la pierna la veo manipular sobre la pantalla. Parece que es muy fácil sintonizar ambos aparatos, enseguida su cara me muestra que ha conseguido hacerlo vibrar.

Su marido deja de lado la tele y quiere participar. Toma el celular y le pregunta a ella algo. Ella le responde y se acomoda para disfrutar del juego. El sigue manipulando el teléfono poniendo cara de impaciente y contrariado. Hablan, intercambian varias frases. El lo vuelve a intentar pero no parece tan fácil como le ha sido a ella la sintonización.

Es cuando un poco enfadada le canta de nuevo el password requerido para la conexión: de-a-ene-i-e-ele-a…Daniela dos-nueve….daniela29, le repite una y otra vez hasta que él consigue conectarse.

Me ha costado…al final he atado cabos y es posible que el folleto publicitario que encontré en el buzon no estuviera allí por casualidad. Doy un salto voy hasta el comedor y rebusco entre el montón de papeles esperando no haber tirado a la basura el folleto. Vuelvo a mi habitación donde tengo montado el sistema espía, en la pantalla aparece mi vecina con una carita que no ofrece dudas: están practicando con el nuevo juguete.

Con toda la rapidez que puedo me descargo la aplicación de fabricante, hago correr el programa e inmediatamente sale en la pantalla el mensaje:

“Equipo detectado”,”Pulsar para continuar”

Sin pensarlo ni un instante le doy a “Continuar”

Aparece una pantalla con un campo a rellenar “Introducir contraseña:”

Uffff, que emoción…esto va mas allá de lo que habría imaginado. Si todo saliera bien, no solo podría ver a mi vecina sino que además podría participar activamente en sus juego. Me podría colar dentro de su sexo y hacerle caricias dentro de su coño a mi antojo, ver su caritas en función de los ciclos elegidos o de la intensidad de la vibración.

Pongo “daniela29” y doy a confirmar….

“equipos emparejados satisfactoriamente”, dice el mensaje resultante.

Soy el tío con mas suerte de toda la galaxia. Levanto la vista y la veo despatarrada con el rabito del vibrador asomando por entre sus labios. De vez en cuando el extremo se ilumina para indicar que el aparato está en plena acción.

Al marido le hace gracia el juguete y se rie varias veces cuando sube y baja la intensidad a su antojo provocando los estremecimientos de su pareja. Parece mas interesado en conocer el funcionamiento del juguete, cuales son sus funciones y como se controla, que en ver el efecto que el artefacto esta causando en el coño de mi linda vecina.

En diez minutos ha probado todas las velocidades y todos los tipos de vibraciones por lo que pierde gran parte de su interés. En cambio, Daniela ha ido creciendo en excitación y a estas alturas no creo que se conforme con este incompleto juego.

Cuando él termina de perder el interés, ella continua experimentando por su cuenta. La veo manipular el teléfono y sobre todo la veo tocarse los labios, frotar el clítoris y sobre todo meter los dos dedos centrales para simultanear la acción del huevo vibrador con el frote intenso dentro de su coño.

La veo disfrutar como una autentica perra, fuera de si, mojando la mano y las sabanas, manteniendo una discreta postura pues ha decidido que la prueba del aparato la va a terminar de una forma intima sin la participación de su marido.

Es una absoluta locura… me cuesta asumirla…pero.. ¿Qué pasaría si yo tomara el control del aparato? Mi teléfono esta emparejado, la señal solo atravesar el tabique y ella no puede saber que soy yo. Quizás pueda pensar que quien maneja el aparato es un marido que finge estar viendo la tele pero la controla en secreto.

Paso el dedo por la pantalla y observo como su carita va cambiando, de la sorpresa inicial va hasta una expresión de placer inmensa. Soy un novato en esto…en saber interpretar los gestos de una mujer excitada y deseosa de tener un bonito orgasmo, tengo mas experiencia.

Me recreo en los movimientos con el dedo sobre la pantalla que hacen vibrar el huevo, solo tengo que mirar su cara, como aprieta las piernas, como se aplasta los pechos o como tirar de sus pezones para saber que cosas tengo que ir haciendo con el mando.

Mi vecina ha cogido varias veces su teléfono, como si pensara que trabaja solo por su cuenta o que ejecuta un programa pre-guardado en la memoria. Su marido seguro que no es quien comanda el huevo pues se ha quedado dormido viendo la tele.

Accedo a la funciones de vibración mas intensa que tienen en la secuencia vibraciones aleatorias, punzantes, intensas…es como follar a lo bestia…sin saber como será la próxima embestida…profunda y fuerte o rápida e inclinada…uffff, como se ha puesto.

Mira hacia el lado comprobando que su marido esta profundamente dormido…luego al frente hacia la cámara, hacia mi… se abre completamente de piernas… se saca el huevo lentamente…me lo enseña todo lleno de jugos….

Luego se lo vuelve a introducir lentamente, hace un gesto con los dedos de la mano como diciendo: ”vamos…ven a aquí…y dame duro… si te atreves”. Eso me hace saltar en mi cama y me pongo como un loco a manejar el aparato. Eso no quiere decir que pierda el control y salte hasta la máxima potencia, si no que me pongo cómodo y me preparo para terminar de cocer a mi vecina en su propio jugo.

Ahora sí que jugamos a gusto, me enseña como los jugos salen mansamente de su rajita para mojar el perineo y el agujero de su culo. Tira del rabito del huevo vibrador y se hace un intenso mete y saca. Tras suspirar hondo repetidas veces tratando de no hacer ruido, se da unas palmaditas sobre el clítoris y luego se introdúcelos dos dedos centrales todo lo que puede.

Se frota, se tira del coño hacia arriba hasta hacer levantar el culo de la cama, se agita, se vuelve a frotar duro… se saca el vibrador de un tirón, se frota el clítoris como si tocara un acorde con una guitarra de lado a lado mientras con la otra mano se tapa la boca.

Yo me quedo mirando…embelesado, cautivo…mientras me la meneo con fuerza por tercera vez consecutiva.

Ufff, mi vecina apaga la lamparita de su cabecero, se acurruca sobre si misma, se baja el camisón hasta casi cubrir toda la pierna y se pone a dormir.

Se cierra la conexión. Mañana por la mañana saldré a la escalera para que podamos coincidir un instante y desearte los buenos días.

Deverano.