Nuevos vecinos y cámara espía (2)

La primera vez que los pillo follando.

Desde que coloqué la cámara espía escondida en el aparato de TV, con la que puedo ver la habitación de mi vecinos, estoy obsesionado con pillarlos haciendo el amor, o por lo menos verla a ella moviéndose desnuda por la habitación.

La chica es muy normal, no tiene un tipazo como las chicas de las revistas o las que vemos por la calle y te obligan a volver la cara. Te la podrías encontrar en el autobús, en el supermercado, o en un bar y simplemente dirías que chica tan mona. Se la ve simpática y agradable, podrías enamorarte y vivir un bonito romance.

Esta sensación de proximidad me excita aún más, la imagino modosita, quizás algo tímida y con todo por descubrir en las relaciones de pareja.

Hoy es viernes, tengo mucha ilusión en que se cumpla la estadística de las parejas jóvenes y que mis vecinos empiecen el fin de semana echando un buen polvo. He vuelto del trabajo, me he puesto cómodo sobre la cama, he puesto en marcha el laptop y espero impaciente a ver que puedo pescar hoy.

Mientras tanto, me he puesto a ver capítulos de una serie ciencia ficción que me gusta mucho, manteniendo en una esquina de la pantalla una ventana donde veo una panorámica de su habitación. Ahora solo se ve la cama sin que haya variación desde hace bastante rato.

De vez en cuando dirijo la mirada hacia la esquina por si hay alguna novedad. No quiero perderme detalle, para eso me armo de paciencia y espero.

Sobre las 20:30 aparece él, se desnuda se va al baño y tras unos minutos aparece con una toalla alrededor de cuerpo. Se seca se pone el pantalón del pijama y desaparece de escena.

Pocos minutos más tarde aparece ella. Se quita la blusa, echa los zapatos a un lado de la cama y se sienta en el borde. Del bolso saca el teléfono y se pone a hablar con alguien con quien parece tener mucha confianza.

No la puedo ver bien, aunque lo suficiente para verla en sujetador y bragas. Habla un buen rato, de vez en cuando se levanta camina alrededor de la cama, se detiene delante del espejo o apoya el piel sobre la cama para poder verse las piernas de cerca.

Ufffff, está mas rica de lo que yo creía.  Tiene unas tetas medianas y una cadera prominente. Lleva puesto un conjunto de ropa interior muy sexy, blanco con encajes que le sienta muy bien.

Ha estado hablando casi quince minutos, durante est tiempo la he podido observar desde todos los ángulos y me he puesto muy cachondo. Cuando acaba de hablar, en un santiamén se quita el sujetador y las bragas y se mete en el baño donde ya no la puedo ver.

Ha sido todo muy rápido, apenas lo he podido disfrutar. Me siento contrariado por no haber sabido anticiparme y estar mas preparado para la escena de mi vecina completamente desnuda.

Al regresar a la habitación vuelve vestida con un calzón amplio y una especie de blusón donde se marcan sus pezones endurecidos por el agua fría de la ducha. Se va de la habitación al tiempo que se seca el pelo largo con una toalla que lo envuelve.

Aproximadamente una hora mas tarde vuelve los dos a la alacoba, se enciende la luz y tras pasar por el baño uno detrás de otro, se acomodan cad uno en su lado preferido de la cama.

Ramón se pone a ver la tele y Inés coge su libro. A los pocos minutos lo cierra con una señal clara de que hoy no tiene ganas de leer. Se recuesta al lado de Ramón para poder ver la tele juntos. Minutos mas tarde se la ve aburrida y empieza a meter mano a su pareja  a modo de juego.

El se hace el duro y parece mas interesado por lo que ve en la pantalla que por atender a Inés. A mi se me pone dura con solo pensar que alguna vez tendré pareja y me meterá mano pidiéndome guerra como hace ella.

Me resulta complicado asociar la imagen que tengo de ella, como mujer muy comedida y “decente”, con esta actitud tan atrevida. Sin embargo, parece acostumbrada a tener que currárselo para poner a tono a Ramón, así que ni corta ni perezosa mete la mano por dentro del pijama y le saca la pija fuera.

Cuando ya la empieza a tener un poco grande, ella se pone de rodillas se sienta sobre los talones y se saca el blusón por la cabeza. La veo de costado y puedo comprobar lo hermosas que tiene las tetas. Ramón sigue con la atención repartida entre la TV y lo que le hace Inés.

Visto que no consigue captar por completo la atención de él, Inés se inclina hacia delante buscando con la boca la polla de Ramón y empieza a darle unas buenas lamidas. En esta postura su culo queda en pompa justo delante de mi. Lo tengo tan cerca que puedo ver con claridad como sus labios mayores empiezan a abrirse y dejar salir el ribete de los otros menores.

Es como estar en una sesión porno en primera fila, con el agravante que ellos no se saben observados y se comportan con total naturalidad, sin fingimientos ni teatro. Mientras ella se la chupa, yo me doy unos meneos lentamente que me saben a gloria celebrando el éxito de mi travesura telemática.

Cuando “la cosa” ya esta bien dura y preparada, Inés se quita las bragas con ayuda de Ramón y acto seguido se sienta a horcajadas sobre su pubis, con la precaución de ponerle la polla bien vertical para que al bajar se clave perfectamente en su bonito coño.

Empieza un sube y baja suave que parece encantar a ambos. A Inés le gusta jugar con sus voluminosas tetas y las pasea por la cara de Ramón. En ocasiones envuelve la cara de aquel en medio de las tetas o se las ofrece poniendo la mano por debajo para que le chupe los pezones.

No cabe duda que hoy es ella la que lleva la iniciativa y que quiere poner bien cachondo a su marido para conseguir lo mejor de él. Los  dos se paralizan durante un instante, parece que algo los ha alertado. Reaccionan y ella se inclina para coger el teléfono que hay sobre la mesilla. Lo vuelve a dejar en su sitio, quizás hallan colgado.

Vuelve a botar suave sobre el, puedo ver como la polla se pierde una y otra vez entre sus nalgas. Ella sacude la cabeza para echar la melena hacia atrás. Veo como sus tetas botan acompasadamente y deseo que se de la vuelta para poder ver mejor.

Se vuelve a detener en su trote. Se inclina hacia delante, coge el teléfono y habla unos instantes. Después de soltar una carcajada le pasa el teléfono a él. Mientras Ramón habla por el aparato ella no deja de botar, cada vez con mas intensidad y amplitud.

No me imaginaba que Inés fuese capaz de seguir follando mientras su pareja habla por teléfono. quizás es una buena técnica para retrasar el orgasmo de él y por tanto de alargar el coito. Me lo apunto y cuando tenga ocasión lo probaré.

La conversación se prolonga durante varios minutos y ella parece no necesitar nada mas que la estaca donde se esta clavando con fuerza. Ramón deja el teléfono en la mesita y se pone a sobarle las tetas. Parece que ahora si que esta por la labor.

Me imagino que la próxima vez seré yo quien le llame por teléfono mientras folla con Inés, para ver que se siente mientras los veo y hablo con el al mismo tiempo.Ufff, ¡Que morbo me provoca la idea!

Inés, se siente muy complacida al comprobar que Ramón ya responde al tratamiento. Ella ya tiene el coño bien húmedo y dilatado y siente ganas de cambiar de postura. No puede elegir una mejor para mi. Descabalga y esta vez se sienta mas o menos en la misma postura pero esta vez dando la espalda a su marido con lo que queda de frente a la televisión.

La llaman la postura de la amazona invertida, me va a permitir disfrutar de las caritas que Ines va poniendo a medida que se la va clavando cada vez mas profundo y mas fuerte.

¡Uy esto es fabuloso!, tengo a Inés a metro y medio, de frente con sus gordas tetas bamboleándose a cada saltito. Su cara revela una carga de lascivia difícil de imaginar. Cada vez que deja caer su cadera, la polla de Ramón se queda clavada en sus entrañas y las expresiones de la cara muestran su placer, su dolorcito y sus ansias de recibir mas.

Mientras sin saberlo comparte conmigo sus placeres, yo me pajeo bien a gusto tratando de acompasar el ritmo al de ella. Cuando ella se viene yo me corro como nunca lo había hecho. Luego, ya con mas clama, me manoseo la polla mientras sigo observando sus juegos amorosos.

Nunca soñé que espiar a mis vecinos me iba a proporcionar una excitación tan brutal. Ellos iguen follando encima de la cama y yo me tengo que hacer una segunda paja para calmar la presión en mis huevos.

Deverano.