Nuevos vecinos y cámara espía (10)

Mi vecina y su joven cuñada se dan un festín...y me invitan a mirar

Anteriormente…

Daniela lee su libro, Lucia de costado dirigida hacia ella le habla sin cesar. Con cierta desgana su cuñada le va contestando a cada una de las preguntas, hasta que finalmente da su brazo a torcer, cierra le libro de un golpe y se vuelve hacia la joven.

—           Está bien…hablemos. ¿Qué te preocupa? ¿qué quieres saber? — leo en sus labios.

—           De cosas de chicas…tú ya me entiendes— le responde Lucía haciéndose la inocente.

A los pocos minutos están las dos mucho más animadas, se ríen, se empujan, hacen ver que se pelean, revolcándose sobre la cama, se enfadan y se reconcilian enseguida. Daniela hace de hermana mayor, Lucia escucha atenta, pregunta y repregunta, hasta que se convence de algo o saca de quicio a su cuñada. Las dos están disfrutando de una autentica noche de chicas.

Nuevos vecinos y cámara espía (10)

—     ¿Cuántas veces es normal masturbarse? — le suelta Lucía sin inmutarse lo más mínimo tras formular esta pregunta tan íntima a su cuñada.

—     Eso depende de cada chica— le dice Daniela con comedimiento y quitando importancia a la pregunta, haciendo ver que no le ha sorprendido con su atrevimiento.

—     Yo lo hago todos los días, y algunos días varias veces— le suelta con todo su descaro como la cosa más natural del mundo.

—     He visto por internet los juguetes que hay para las chicas, vibradores, dildos, el nuevo satisfayer…creo que me voy a comprar alguno para probar— le dice Lucia con la mano sobre la braguita dándose un suave roce sobre la rajita, sabe de antemano que a Daniela no le va a importar que lo haga delante de ella.

—     ¿quieres que nos masturbemos juntas?... así podemos compartir nuestras experiencias…le sugiere mientras se sigue tocando cada vez con más intensidad.

Daniela no se esperaba esta contundencia en la propuesta de su joven cuñada, tras meditarlo solo un instante le sonríe y se coloca cómodamente sentada para darse un buen repaso junto a ella. La postura elegida me permite ver desde el otro lado de la cámara su entrepierna con todo detalle. Comienza el espectáculo.

Un par de minutos después las dos se quitan las bragas para poder acceder con total libertad a sus respectivas rajitas. La joven se siente tentada de tocar la poderosa vulva de Daniela que poco a poco va tomando volumen. Se acerca, se acomoda para tener mejor acceso…Daniela se deja tocar…ahora las dos quedan perfectamente encuadradas en mi ángulo de visión.

Tengo a la vista dos hermosas mujeres, desnudas, tocándose y disfrutando de sus cuerpos…al principio por separado…solo compartiendo la visión de sus respectivos cuerpos. A medida que su excitación va en aumento intercambian sus manos…repitiendo en el cuerpo de la otra las caricias que más le gustan a cada una.

Daniela le pasa el dedo índice y medio por encima de los labios, de abajo a arriba…unas veces dejando resbalar la yema de los dedos sobre la piel, y otras apretando como si quisiera rascar con las uñas suavemente.

Lucia por su parte insiste en un movimiento circular con punta de sus dedos sobre la zona del clítoris que su cuñada tiene muy prominente y bien definida. Después de intercambiar caricias, cada una vuelve de nuevo a su entrepierna para continuar con intensidad creciente sus caricias.

Lucia tiene unos pechos grandes, con una aureola marrón claro coronada por un garbanzo más oscuro. Con la mano libre masajea el pecho, se coge el pezón y se lo estira hasta el máximo, hasta que le empieza a dolor, luego suelta y se lo acaricia con la lengua acercando la boca y la teta.

Los de Daniela son más pequeños, tienen forma de cono y terminan en un pezón oscuro y puntiagudo. Me gusta mucho ver como se marcan sobre su pijama. Cuando la veo vestida en la escalera no se notan tan puntiagudos, pero cuando está en la cama son maravillosos.

Llega el momento álgido en sus respectivas masturbaciones. Es el momento en que Daniela toma la iniciativa, hace que la joven se eche sobre la cama, se despatarre frente a la cámara y comienza a tocarle las nalgas, el ano, el perineo y la rajita. Lucia quiere facilitar el acceso, levanta las piernas, las sujeta poniendo sus manos en las corvas quedando con las piernas al aire como una ranita, parece que quiera decir: “aquí lo tienes…haz lo que quieras con él…estoy impaciente por sentir tus manos sobre mi piel”.

Daniela empieza a tocarle con la yema de sus dedos, la parte interior de los muslos, el pubis... y se va acercando lentamente a los labios de su vulva, con lo que empieza a resoplar y gemir al sentir que se aproxima hacia su coñito. Pronto sus labios toman brillo resultado  de su excitación, mete la punta de los dedos y separa los labios para dejar al descubierto su sonrosada flor.

Justo en ese momento, vuelve a la cabeza hacia la tele como si quisiera comprobar que desde allí hay una buena visión. Tengo la impresión que me lo quiere dedicar, sospecho que ella ya sabe que la espío con la cámara. Sin querer la he puesto en alerta sobre mi intromisión, lejos de retraerse o esconderse, hoy me está dando un recital de como una mujer se acaricia hasta que sus flujos manen de su vagina.

No le ha comunicado nada a su cuñada sobre sus sospechas, por lo que esta permanece ajena a nuestro juego prohibido y se deja follar por la mano experta de Daniela. Esta le proporciona caricias diversas… dedos dentro y afuera, dedos arriba y abajo, golpecitos sobre el clítoris, unas veces aterciopelados …otras con determinación e intensidad.

La jovencita mantiene su postura con las piernas arriba, sujetas con sus manos, manteniendo su sexo expuesto y abierto para que pueda ser manipulado con total libertad. Daniela está dándole un buen repaso, a cada intervención le responde una un gemido, abriendo la boca de par en par o moviendo las caderas para acomodarme a las sacudidas que su sexo le proporciona.

Veo que Daniela le va diciendo cosas, como si le fuera advirtiendo de las cosas que le va a hacer y de los efectos que le va a producir. De vez en cuando vuelve la cabeza y sonríe a la cámara, satisfecha del resultado de sus caricias, y como si pidiese me aprobación. Tiene una sonrisa maliciosa… parece querer decirme: “prepárate que todavía no ha llegado lo mejor”.

Veo perfectamente la cara de Lucia mientras siente las caricias de mi vecina, un poco desencajada…no puede dejar de gemir y de pedir más y más. Su semblante cambia cuando observa que Daniela, se acerca a la cómoda y saca el vibrador que ella había descubierto con su innata curiosidad.

Se acerca con un frasco de aceite lubricante en spray y con el rosado artilugio en forma de huevo con un largo rabito que termina en una oliva aplastada donde están los botones de regulación. Tras rociar una generosa cantidad de aceite por toda la vulva, pasa la mano por los labios y la extiende haciéndola llegar a a cada rincón. Luego  pone en marcha el vibrador y lo coloca entre los labios, sin introducirlo dentro, solo apoyado, transmitiendo la vibración a toda la rajita y con  especial cuidado sobre la cabeza del clítoris que todavía quedaba escondida entre su capuchón y los labios mayores.

Mi vecina mueve el vibrador con habilidad haciendo que la jovencita se rompa en gemidos y se deshaga generando una cantidad abundante de flujo. Es tal la cantidad que le chorrea las gotas saliendo de la raja hasta caer sobre la cama tras recorrer la curva del culo.

No contenta con esta super estimulación, Daniela le mete un dedo. Enseguida un segundo, iniciando un intenso mete y  saca, pero sin desatender el clítoris que sigue siendo terreno propicio para el vibrador rosa. Puedo contemplar la cara de satisfacción de la jovencita que hace un rato ha perdido todo el control sobre su cuerpo, la zona del ano se contrae y se destiende, su respiración está acelerada, y no deja de apretarse los pechos y darse tironcitos en los pezones.

Mi vecina está resultando una experta manejando el aparato y en el juego de dedos, no la deja respirar…cuando cree que ya no puede haber nada mas, inventa otro movimiento, otro ritmo que siempre coge desprevenida a la joven.

Cuando va a introducir una variación, mira hacia la tele llamando mi atención con los gestos de su cara. No cabe duda que está disfrutando por partida doble: llevando a su cuñada a otra dimensión y ofreciéndome a mi un espectáculo maravilloso. Sabe donde tocar, el ritmo y la presión adecuada…

Tras un intenso mete y saca de sus dedos, frotando en la parte interna del clítoris, hace salir un borbotón de jugos … Lucia grita de placer, le ha arrancado un rico orgasmo… Me sorprende completamente pues yo esperaba que siguiera frotando sobre su vulva.

Se retuerce sobre el culo apoyado sobre la cama, Daniela la deja sola sin tocarla, mientras culea. Se acerca de nuevo, le da varias palmaditas sobre la raja…chop…chop…chop, un intenso frote de vaivén sobre la parte superior de la raja haciendo ir el capuchón del clítoris de un lado a otro sin control.

Hablan entre ellas… no se lo que se dicen… Daniela me mira como indicándome que este atento… Lucia abre la boca a tope para dejar salir un enorme grito al tiempo que del interior de su vagina sale un buen chorro de jugo…uffff es espectacular….no había visto cosa semejante.

Una nuevas palmaditas y sale otro impresionante chorro como si se mease de gusto. Su cara es un poema, no creo que hubiera tenido una experiencia semejante antes. Esta descompuesta, rota…pero muy, muy satisfecha, se relame de gusto.

Es muy inquietante que mi vecina Daniela, me guiñe un ojo haciéndome coparticipe de su gran obra.

¿Qué vendrá a continuación?

Deverano.