Nuevos placeres
Aprovechando que es Halloween quisiera contarles como se siguen dando las cosas entre Jorge y yo en este cuarto relato
Holaaa, me alegro que me sigan apoyando tanto en esta página como en mi blog y espero poder seguir compartiendo mis historias con ustedes. En esta ocasión les contaré sobre las nuevas cosas que me enseñó Jorge y me hicieron tocar el cielo. Curiosamente esto sucedió en una fiesta de Halloween así que espero que lo puedan leer para esa fecha. Espero que les guste.
Había pasado ya una semana desde lo que pasó con Jorge y no paraba de pensar en eso, necesitaba de sus caricias, su cuerpo, quería volver a recibir ese placer que nunca imaginé que fuera posible. Pero en todo el transcurso de la semana se la había pasado ignorándome, no sabía lo que pasaba. Cuando quería hablar con él, siempre decía que tenía una cosa pendiente y que luego conversaríamos, pero no iba a seguir permitiendo eso. Llegó la hora del taller y nos dirigimos al aula; él se sentó con sus amigos y conversaba con ellos mientras yo solo me quedaba sentada viéndolo y pensando en qué decirle. Al acabar la clase me acerqué a su asiento.
D: ¿Podemos hablar? - Pregunté con firmeza.
J: Hola Dani, lo siento tengo práctica de futbol con mis amigos, si quieres...
D: Es sobre Melissa. - Mentí - Ella se encuentra muy mal y me preocupa, necesito que me ayudes por favor.
Vi como Jorge se me quedaba viendo, sabía que era mentira.
J: ¿Que sucede con Meli?, por lo que sé anda en planes con un chico del otro salón. - Trataba de poner excusas, pero yo ya no podía más.
D: Preferiría que lo habláramos a solas, es un asunto delicado.
Jorge esbozó una ligera sonrisa, casi imperceptible, pero me dio a entender que me escucharía.
J: Bueno chicos, los alcanzo más adelante. - Se despidió de sus amigos y nos dirigimos al patio donde nos sentamos a conversar.
D: Gracias por no ignorarme esta vez. - Dije algo molesta.
J: Bueno, tiene que ser muy urgente si eres capaz de inventar un problema falso. - Sentí como mi rostro se ponía rojo de la vergüenza -. Entonces, ¿qué es lo que quieres?
D: ¿Por qué has estado ignorándome toda la semana?
J: JAJAJA, ¿en serio hiciste tanto drama por eso?
Eso me molestó, quería mandarlo a la mierda en esos momentos.
Me levanté del banco, dispuesta a irme de ese lugar, pero Jorge toma mi mano y me jala hacia él y al voltearme me besa. Sentir sus labios y mi cuerpo pegado al suyo me hizo olvidar todo; correspondí al beso y lo sentía cada vez más apasionado, quería que me follara ahí, que me desnudara y me hiciera sentir más placer, pero sin aviso se separó.
J: ¿Pensaste en mi toda la semana? - preguntó con una sonrisa burlona.
D: No... - Mi cabeza estaba atontada.
J: ¿Segura? - Decía mientras metía su mano bajo mi falda.
D: ¡Ahmmmm! - Un pequeño gemido escapó de mi boca.
J: Parece que aquí abajo opina lo contrario. - Empezó a mover sus dedos.
D: Ahhhh... Hmmmm... - Me sentía en el cielo otra vez, podía sentir cómo me mojaba poco a poco, mientras disfrutaba todas esas corrientes de placer.
Pero una vez más, se detuvo; mi mirada estaba perdida, no entendía por qué se detenía. Tomé su mano para que no la quitara de mi coño y él empezó a reírse.
J: No Dani, la última vez solo tú disfrutaste. Esta vez me toca a mí.
D: ¿A qué te refieres?
J: Te dije que te enseñaría muchas cosas, - me dijo mientras metía su dedo en mi boca. - Chúpalo despacio.
No entendía muy bien el motivo por el que me pedía que le chupara su dedo, pero de igual manera lo hice, se sentía salado y era algo extraño, pero me iba indicando cómo hacerlo. Tras un rato me dijo que fuéramos a otro lado donde no nos pudieran ver, y me llevó a la parte trasera del colegio donde retomamos la calentura mientras nos besábamos, hasta que siento sus manos en mis hombros.
J: Arrodíllate.
Obedientemente le hice caso.
- Ahora abre tu boca.
Vi como sacaba de su pantalón su verga, era delgada pero larga, me quedé unos momentos admirándola, era la primera vez que veía una y no sabía muy bien qué hacer.
J: Haz lo mismo que hiciste con mi dedo.
La tomé con mi mano y primero le di una leve chupada a la punta, tenía un sabor mucho más salado que su dedo, pero era adictivo. Cuánto más la lamía más sentía que se iba endureciendo, por lo que decidí meterla a mi boca. Tenía que tener cuidado con los dientes, pero eso incomodaba un poco ya que era una novata. Él agarró mi cabeza y empezó a moverla hacia adelante y atrás, mientras con mi lengua jugaba y saboreaba, sentía como se corría toda mi saliva cada vez que su verga entraba. Solo lograba tener la mitad adentro, pero era mucho para mí. De repente siento cómo acelera sus movimientos hasta que siento que algo sale de él, me hace atorarme y quería sacarla para escupir, pero Jorge agarró mi cabeza evitando que me moviera.
J: Ahhhh... Uffff... Trágalo Dani.
Empecé a tragar su semen, pero era algo difícil, aunque debo admitir que no me desagradó el sabor; era como tener algo viscoso en mi boca.
- Uffff, todavía necesitas práctica mi niña, - me dijo mientras sacaba su verga de mi boca -. Pero lo has hecho bastante bien para ser tu primera vez.
Yo sentía que me dolía la boca, era algo difícil acostumbrarme a chupar y además evitar lastimarlo, pero me gustaba lo que había hecho, me fui al baño a lavarme la boca y la cara porque mi papá llegaría pronto a recogerme. Al salir lo vi esperándome en la puerta.
J: El martes harán una fiesta de disfraces. - En mi colegio el 1 de noviembre era feriado, por lo que una fiesta a mitad de la semana era posible en esas fechas–. Invita a Melissa si quieres.
D: No sé si me dejen ir
J: Depende de ti, - dijo mientras se acercaba a mi oído para susurrarme. - "Pero si quieres pasarla bien te recomiendo que te las ingenies"- Y tras decir eso se alejó en dirección a la cancha de futbol para reunirse con sus amigos.
Sus susurros erizaban mi piel y la fantasía de experimentar más con él hacía que mi mente divagara de curiosidad. Mientras caminaba hacia la salida iba pensando en cómo lograría que mis papás me dieran el permiso. Ellos no eran muy permisivos y definitivamente no me dejarían ir a una fiesta donde habría alcohol. Al llegar al auto saludé y mientras pensaba me quedé dormida. Al llegar mi papá me despertó y entramos a la casa, cenamos y luego me dirigí a la laptop para chatear con Melissa.
D: Hola, Meliii.
M: Holissss.
D: ¡¡Oye te cuento, hablé con Jorge hoy en el taller y nos invitó a una fiesta el martes!!
M: Uyyyy, jajaja, cuenta conmigo.
D: Jajaja okok, pero ¿cómo hacemos? Mis papás no me dejarían ir a ese tipo de fiestas.
M: Mira tú diles que vamos a hacer una pijamada aquí en mi casa y te quedas a dormir, así podemos ir tranquilas.
Me agradaba la idea, una pequeña mentira para satisfacer mi curiosidad.
D: Okiss, entonces así quedamos.
Seguimos planeando sobre cómo iríamos y como conseguiríamos los disfraces; para el fin de la noche ya estaba todo listo y solo habría que esperar a la fiesta. A la mañana siguiente puse en marcha el plan, lo primero que hice fue decirles a mis papás sobre la pijamada en casa de Melissa, con la excusa de quedarnos viendo películas aprovechando que el día siguiente era feriado. Debido a que era una chica responsable y nunca les había dado motivos para que no confiaran en mí, aceptaron y me dieron permiso. Tras comentárselo a Melissa ella se encargó del resto, que era alquilar los disfraces y avisarle a su nuevo novio que nos acompañara.
Finalmente llegó el día de la fiesta y me dirigí a casa de Melissa mientras iba imaginando qué cosas haría con Jorge. A la vez pensaba eso sentía cómo mi entrepierna se iba calentando y mis ganas de tocarme se incrementaban. Tuve que calmarme ya que ya había llegado a casa de Melissa, donde me recibió muy contenta y me llevó a su cuarto para que viéramos los disfraces. Había alquilado un disfraz de caperucita roja para mí y uno de black cat para ella. Nos vestimos para probar los disfraces y me gustaba mucho el mío, era una blusa blanca que se ajustaba con un corsé, una falda roja que alcanzaba hasta las rodillas, pantimedias negras y unos zapatos con plataforma, del mismo color, además de la típica capa de caperucita; y bajo el disfraz había llevado mi ropa interior de encaje de color negro, que me había comprado en secreto el día de ayer.
Tras vestirnos nos sentamos a conversar y reírnos mientras esperábamos a que llegara su novio para que nos llevara. Cuando llegó nos despedimos y nos fuimos en dirección a la fiesta, su novio iba vestido de pirata que no le quedaba para nada mal y notaba como de vez en cuando rozaba el culo de Meli, haciéndome pensar en que haría Jorge al verme disfrazada. Al poco rato llegamos a la casa de la fiesta, eran las seis de la tarde así que todavía había algo de luz afuera, pero dentro de la casa habían decorado el ambiente con luces oscuras y muchos adornos de Halloween.
Estéfano, el novio de Melissa, dijo que iría por unos tragos y nos quedamos esperándolo en la sala que ya estaba bastante llena y con la música de fondo nos hacía pasar casi desapercibidas entre toda la multitud. Mientras estábamos ahí trataba de buscar a Jorge, quien me había dicho que iría disfrazado de Frankenstein. En eso llegó Estéfano con dos vasos llenos de jugo con vodka. Ninguna de las dos había tomado antes, así que nos indicó que tomáramos despacio y que nos moviéramos para que el alcohol no nos chocara tan fuerte, por lo que decidimos ponernos a bailar los tres. Estéfano había demostrado ser un chico agradable, casi lo contrario a Jorge, exceptuando por su lado pervertido ya que lo veía tocar mucho el cuerpo de Meli, pero quitando eso estaba feliz por mi amiga. Mientras tomaba un trago para calmar la sed, vi de reojo cómo entraba un Frankenstein; llevaba pintura verde en la cara y un traje que estaba super desgastado, entonces me escabullí hasta donde estaba él.
D: Hasta que al fin te encuentro jaja.
J: No sabía de qué irías disfrazada.
D: Quería que fuera una sorpresa. - dije de manera coqueta. - ¿Te gusta?
J: Me gusta bastante. - Dijo mientras sonreía y posaba su mano en mi cuerpo.
Nos fuimos a otro lado para bailar donde no nos vieran Meli y Estéfano, por lo que subimos al segundo piso de la casa. Estaba igual de lleno que el primer piso, lo cual nos era útil para ocultarnos. Seguimos bailando y tomando cuando empiezo a sentir su mano alzando mi falda para apretar mi culo, me dio cierto pánico de que nos vieran pero parecía que todos estaba en su mundo.
D: Nos pueden ver
J: No me importa. - Y tras decir eso se lanzó a besarme y a tocar todo mi cuerpo.
Se notaba que estaba caliente, yo también lo estaba, sin darme cuenta mi mano había bajado hasta su pantalón, él se dio cuenta de esto y empezó a besar mi cuello, haciéndome lanzar leves suspiros que quedaban perdidos por la fuerte música. Tomó mi mano y me guio hasta uno de los cuartos, pero al entrar vimos a una pareja en lo suyo, pero quedábamos ocultos por una pared que hacía de punto ciego para ellos.
Mi primer instinto fue salir, pero Jorge me puso contra la pared y cerró la puerta despacio, empezó a besarme y me dejé llevar por la calentura del momento y por los gemidos de la chica, que se podían escuchar levemente debido a que la música tapaba todo. Ahora Jorge se puso contra la pared y yo una vez más me puse de rodillas, desabroché su pantalón para poder volver ver su verga, rápidamente me la metía a la boca para saborearla, mientras él tomaba mi cabeza para ayudarme con el movimiento. Por el morbo de la situación miré por la esquina de la pared para ver lo que hacía la otra pareja. Pero mi sorpresa fue otra al ver cómo Melissa estaba saltando sobre la verga de otro chico. Su cuerpo completamente desnudo y sus gemidos incrementaron mi morbo haciendo que chupara con más ganas la verga de Jorge hasta lograr que se viniera otra vez en mi boca.
M: ¡¡¡Ohhhhh síííí!!
Escuchaba a Meli gemir, haciéndome desear ser ella, en eso siento que Jorge me pone de pie contra la pared contraria.
J: Te gusta verlos, ¿no? - Preguntaba mientras besaba mi cuello y abría mi blusa.
D: Ufff.... ahhhh...síí- gemía mientras veía cómo a mi amiga la ponían en cuatro.
J: Sigue viéndolos. - Me dijo mientras empezaba a bajar por mi abdomen hasta ponerse el de rodillas.
Siento cómo levanta mi falda y rompe mis pantis, pero yo no podía apartar la vista de mi amiga que recibía con mucho placer la verga de aquel desconocido.
M: ¡¡AHHHH!! SIIII!! MAASSSS!! DAME MAS FUERTEE!!!
Pero de repente siento una fuerte corriente, nunca antes había experimentado eso.
D: ¡¡AHHHH!!- gemí y tapé mi boca con miedo a que nos vieran, pero parecía que Meli no era consciente de lo que pasaba. Al bajar la vista vi cómo Jorge estaba haciéndome sexo oral, lo que hacía que mis gemidos se descontrolaran bastante-. Ahhhhh!!! Hmmmm!!!! Wahhh!!!
M: ¡¡¡SIII!!! ¡¡MAS ADENTRO!!- Gemía Melissa.
Yo no pude aguantarme más, la lengua de Jorge y sus caricias eran algo que me ponía demasiado caliente.
D: ¡¡¡Hmmmm!!! Síí!!- Empecé a gemir con más fuerza - No... pares!! AHHHHH!!!
M: ¡¡¡QUE RICOO!!! METEMELA MAS!!
D: ¡¡¡SIII!!! ¡¡¡SIGUE NO PARES!!!
M: AHHHHH... AHHHHH... HMMMMM.
D: ¡¡SIGUE...AHHH...SIGUEE!! HMMMM!!!! AHHHHHHHHHH!! - Sentí como me venía a chorros, había tenido un squirt por primera vez.
Jorge se puso de pie y comenzó a besarme, mientras aún seguíamos viendo cómo Melissa tenía sexo, parecía que ellos todavía iban a demorar, por lo que salimos del cuarto en silencio y volvimos a la fiesta. Yo me sentía mareada, no podía caminar bien y sentía que me colapsaría en cualquier momento, voltee para buscar a Jorge, pero el ya no estaba. Había demasiada gente y nos separamos por accidente. Decidí bajar al primer piso, donde me encontré con Estéfano.
E: ¡Dani! ¿Hola, has visto a Meli? - La culpa me comía por dentro, como le diría que su novia estaba follando con otro en el piso de arriba.
D: No. Debe estar bailando por ahí. - Mentí para evitar algún drama.
E: Avísame si la ves por favor.
D: Sí no te preocupes.
Tras una media hora ya estaba más estable y vi a Melissa bajando por las escaleras, fui a verla y le dije que Estéfano la estaba buscando, aún no le diría nada sobre lo que sabía, pero tenía que saber cómo es que había llegado hasta esa situación. Luego nos encontramos con Estefano y nos quedamos un rato más en la fiesta. Antes de salir vi a Jorge en la cocina y me dirigí hacia él.
D: Hola, perdón te perdí de vista.
J: No pasa nada, había mucha gente.
D: ¿Entonces... me seguirás enseñando más? - Estaba tomada y las hormonas no me dejaban pensar con claridad.
J: Por supuesto que sí mi niña, todavía tienes mucho que mejorar.
D: Pero no me ignores esta vez. - Le dije con un tono medio serio
J: Te lo prometo
Me despedí de él y me reuní con Estéfano y Meli para irnos a la casa de Melissa y dar por finalizada la noche. Al llegar vimos que la mamá de Meli estaba esperándonos, luego de que Estéfano se fue nos dio una gritada por lo tarde que habíamos llegado y nos mandó a dormir. Nos tiramos cansadas a la cama, había sido una noche larga pero definitivamente jamás la podría olvidar.
Hasta aquí mi cuarto relato, no esperaba que coincidiera con Halloween, pero me alegro que haya sido así jajaja. Espero que lo disfruten tanto como yo y como siempre saben, pueden enviarme correos para comentarme o hacer preguntas. Los veo la próxima semana.