Nuevo encuentro en las duchas.

Otra noche de pasión en las duchas, esta vez no tan casual.

Después de aquella noche de pasión, solo deseaba que la noche llegará para ir a pegarme otra ducha, ya que me dejo una nota en mi habitación diciendo:-esta noche limpiaré las duchas y si quieres algo más.

Después de un día agotador, llegó la noche y me dirijí a la ducha a quitarme los calores del día, aunque el calentón no me lo podría quitar la ducha, aunque esta vez quería ser yo quien llevará la inciativa.

Al llegar a las duchas ví el carrito en la puerta de la ducha de los monitores y el típico cartel amarillo de limpiando, cuando entré estaban las llaves puestas por dentro, cerré la puerta con llave para evitar sorpresa, ella estaba inclinada limpiando los labavos. Le ataque con sigilo por detrás, cogí mi camiseta le tapé los ojos y le susurré al oido :-quien soy, a lo que ella me respondió, siguiendo el juego:-no sé dame más pistas.

Le levanté la bata, en la postura que estaba, sus brabas blancas marcaban las rajitas de su culo y su coñito, me saque la polla y empezé a restregarla primero por la rajita de su culo por encima de las bragas, cosa que me produjo un gran pracer por la suavidad que tenía, a ella le gustaba y entre jadeos decía:-todavía no sé quien eres, entonces con mi punta de la polla empecé a restregarlo por su coñito, por encima de las braguitas que se veían cada vez más humedas, a ella le seguia gustando el juego, y en un alarido grito:-quiero más, dame más pistas.

Hice que se pusiera de rodillas, y empecé a follar su boca, metiendo y sacando mi polla, para que la sintiera dentro de ella, a lo que ella respondió cogiendo mi polla con las manos y empezó a recorrela con su lengua, hasta obsequiarme con una buena mamada, fue tan espectacular, que no pude más y me corrí en su boca, descargando toda mi leche en su boquita, a lo que ella dijo:-esta leche solo puede ser de Curro.

Yo respondí:-Acertastes, has ganado el premio, pase a recogerlo. Con un papel se limpió los restos de mi leche, y me obsequió con un beso apasionado, diciendo:-eres tú, mi premio, vamos follamé haz sentirme tu putita.

Sin pensarlo le quité si bata dejando al descubierto sus braquitas y sujetador blancos, con lo bien que le quedaban, pero iba a quitarselos, lo primero que hice es abrazarla y besarla apasionadamente mientras una de mis manos se desplazaba por sus senos y la otra por su coñito, por encima de su suave ropa interior, cuando el apasionado beso cesó, le quite su sujetador y sus braguitas, dejando su espectacular cuerpo todo desnudito y para mí, a lo que ella dijo:-ya me tienes como querías, vamos hazme sentirme mujer.

Con mis manos empezé a acariciar sus senos en círculos, hasta llegar a sus pezones que los pellizcaba suavemente con dos dedos, notando como cada vez estaban un poco más duros, una de mis manos la fuí bajando poco a poco acariciando su barriguita, el hombrigo, los pelitos de su coño, hasta llegar a su tesoro, que le acaricié con un dedo que fuí metiendo poco a poco, cuando se había acomodado le metí otro cosa que le produjo gran placer, notando como los deditos estabna cada vez más humedos, los saque y se los ofrecí a su boca para que saborese sus propios jugos.

Después de mis manos le tocaba a mi lengua empezando por sus labios, bajando por su garganta hasta llegar a sus senos, que fueron recorridos y acariciados enteros por mi lengua, al llegar a sus pezones me los metí con suavidad en la boca como si quisiera ser su niño pequeño y mamar su leche, segué desplazando mi lengua por su cuerpo suave y caliente hasta llegar a su humedo coñito, repasando su rajita con mi lengua, saboreando sus primeros jugos, y metiendole mi lengua hasta el fondo, cosa que le hizo estremecer de placer, con mi lengua con el sabor de su coñito la cambié al otro agujero paseando mi lengua por su ano, dejandole este agujero bien humedo, cuando terminé de lamarla, ella empezó a quirarme la ropa, la camiseta, me bajó los pantalones de deporte, dejando mis boxes, donde se notaba que mi polla quería ser liberada.

Ella empezó acariciandola por encima de los boxers, a sus caricias notaba como cada vez se ponía más dura casi no cabiendo, poco a poco fué bajando mis boxers y mi polla estaba por fin liberada de su opresión, recorriendolá toda con su lengua, no dejando ningún riconcito, por recorrer, y dandome una pequeña mamada para ayudar a que se pusiera de todo dura y lubricarla para la penetración, cuando ya estaba bien dura, coloque  a ella tumbada en el suelo colocando sus piernas en mis hombros para abrir al máximo su coño y que mi polla entrase suavemente, me ehe encima de ella y acaricié su raja con mi polla, coloque mi punta en su agujerito, y empezé a meterla poco a poco, notando su coño caliente y húmedo a la vez.

Ese mete-saca nos hizo estremecer de placer sobre todo a ella que me obsequió con una corrida, notando mi polla muy humeda, me senté en el banco apollando mi espanda en la pared y la senté en mis piernas la cogí de sus nalgas y fuí dirigiendo su coño a la busqueda de mi polla, cuando ya la tenía toda dentro, ella iba moviendose de arriba abajo y yo ayudaba subiendo y bajando con las manos en sus nalgas, mientras alternabamos besos apasionados con comida de sus tetas, que tenía sus pezones durisimos, al igual que mi polla que era una atentica estaca, a pesar de ser bañada con sus jugos.

A continuación se tumbó en el banco de espaldas y la penetre su coño, mi polla ya no podría más la saque y la corrida hinundo todas sus nalagas y espalada, restregandosela por todo.

Nos duchamos para limpiarnos y quitarnos los sudores.

Y ya os contaré el siguiente encuentro.