Nuevo destino (Zelda)

Ganondorf se escapa del reino oscuro y amenaza con destruir Hyrule, Link y Zelda intentaran detenerlo antes de que sea muy tarde.

NUEVO DESTINO (ZELDA).

Después de que Link vence a Ganondorf y este es encerrado en el reino oscuro por los siete sabios, la princesa Zelda lo regresa a el y a ella misma al pasado, Navi se va y Link va al castillo para ver a la princesa, al llegar ella lo ve.

  • Hola Link. – dijo Zelda sonriéndole nerviosa al joven.

  • Hola princesa. – dijo Link algo apenado.

  • ¿Qué haces aquí? – dijo Zelda muy nerviosa.

  • Yo solo venia a despedirme, voy a regresar al bosque de los Kokiris. – dijo Link muy triste.

  • Ya veo. – dijo Zelda muy triste.

Ambos se quedan en silencio por unos minutos evitando mirarse.

  • En ese caso, te deseo buena suerte y que las diosas te cuiden en tu viaje. – dijo Zelda muy triste pero aparentando seguridad.

  • Gracias. – dijo Link muy triste.

Link se dirige hacia la salida cuando aparece Impa.

  • ¿Impa? – dijo Link muy sorprendido.

  • Hola Link o debería decir héroe del tiempo. – dijo Impa sonriéndole al joven.

La joven corre a donde la Sheikan y la abraza.

  • Me alegra verte Impa. – dijo Zelda muy feliz.

  • ¿Pero como es posible que usted este aquí?, usted había muerto y se convirtió en la sabia del templo de las sombras. – dijo Link muy confundido.

  • Eso fue en el futuro Link, eso aun no ha pasado. – dijo Impa.

  • Y con Ganondorf atrapado en el reino oscuro eso jamás pasara. – dijo Zelda muy seria.

  • ¿Pero si eso paso como es que los tres podemos recordarlo? – dijo Link algo confundido.

  • Por que solo el héroe del tiempo y los siete sabios son lo que pueden recordar lo sucedido en ese lugar, los demás no tiene idea de que eso pasó. – dijo Impa.

  • ¿Eso quiere decir que los otros sabios están vivos? – dijo Link muy animado.

  • Así es, Saria, Darunia, Ruto y Nabooru están en sus lugares de origen y todo esto es gracias a ti. – dijo Impa mirando a Link.

El joven sonríe.

  • Link, es hora de que regreses a tu hogar y de que sigas con tu vida. – dijo Impa.

  • Tienes razón. – dijo Link.

Link mira a la princesa y luego se va, Zelda abraza con fuerza a su tutora y comienza a llorar. El joven sale del castillo y camina por la plaza y ve a todos alegres y haciendo sus cosas normalmente, el por un momento recuerda ese lugar plagado de Zombies.

  • Eso ya pasó y nunca más va a volver a pasar. – dijo Link.

Cuando Link esta a punto de salir mira hacia el castillo.

  • Zelda. – piensa Link muy triste y afligido.

Link sale al campo y se dirige al bosque de los Kokiris, durante el camino el joven héroe recuerda toda su travesía, luego de unas horas finalmente llega a la entrada del bosque.

  • Al fin en casa. – dijo Link con algo de nostalgia.

Link entra y ve a unos Kokiris jugando, el se queda observándolos cuando un Kokiri se le acerca.

  • ¿Qué haces aquí? – dijo Mido furioso.

Todos dejan de jugar y observan la discusión.

  • Déjame en paz Mido. – dijo Link sin mucho animo.

  • ¡Te dije que si salías de aquí no te permitiría regresar! – dijo Mido muy molesto.

Mido estaba a punto de atacar a Link.

  • ¡Mido detente! – dijo Saria desde la entrada al templo del bosque.

  • Pero Saria. – dijo Mido muy molesto.

Link sonríe al ver a la joven peliverde con vida, ella se acerca al joven héroe y juntos entran a la casa de el.

  • Saria, yo. – dijo Link pero no puede terminar de hablar ya que la joven lo abrazo.

  • Es bueno verte de nuevo. – dijo Saria muy contenta.

  • Lo mismo digo. – dijo Link un poco triste.

  • ¿Te pasa algo? – dijo Saria preocupada.

  • Es que, bueno, yo me quería disculpar contigo. – dijo Link.

  • ¿Disculparte?, ¿Por qué? – dijo Saria muy confundida.

  • Por no haberte ayudado cuando más me necesitabas. – dijo Link muy apenado.

  • Link, no tienes por que disculparte, eso ya paso y créeme nunca volverá a pasar ya que Ganondorf nunca ha existido. – dijo Saria.

  • ¿Qué? – dijo Link muy confundido.

  • Ahora que el se encuentra en el reino oscuro es como si nunca hubiera existido, como si en ningún momento hubiera nacido. – dijo Saria.

  • ¿En serio? – dijo Link muy sorprendido.

La joven Kokiri asiente con la cabeza.

  • Eso quiere decir que el Gran Árbol Deku esta vivo. – dijo Link muy feliz.

  • Así es. – dijo Saria.

  • ¿Entonces por que Mido esta furioso conmigo? – dijo Link.

  • Fue por que te saliste del bosque. – dijo Saria.

  • Ah claro, ahora entiendo. – dijo Link.

  • Link lo mejor será que te tomes un descanso, te lo haz ganado. – dijo Saria.

  • Si, creo que tienes razón. – dijo Link.

Saria le da un beso en la mejilla y sale de la casa.

  • Hasta mañana. – dijo Saria bajando las escaleras.

Link se acuesta en la cama y rápidamente se queda dormido.

El tiempo transcurrió normalmente y todas las cosas empezaban a normalizarse para todos los implicados en la batalla contra Ganondorf, Link vivía en el bosque de los Kokiris y Mido ya no lo molestaba por no tener hada ya que Navi pasaba mucho tiempo con el joven héroe (Navi después de salir del templo del tiempo regreso con el Gran Árbol Deku) aunque Link y Mido siempre encontraban una excusa para pelearse.

Zelda e Impa también habían regresado a sus vidas normales al igual que el resto de los sabios, tanto Link y la princesa a pesar de que su vida había regresado a la normalidad no podían dejar de pensar en el otro y eso los ponía muy tristes.

El tiempo pasó rápidamente, Link al ser un Hylian y no un Kokiri comenzó a crecer y no le quedo otra opción que irse del bosque, el joven llego hasta el rancho Lon Lon y pidió trabajo, Malon no lo dudo y convenció a su padre para que contratara a Link, el joven fue contratado en el rancho y ahora pasaba mucho tiempo con Epona.

Malon estaba feliz por que el joven trabajaba con ella pero estaba algo triste por que sabia que el estaba enamorado de alguien mas.

Navi cada vez que podía iba a visitar a Link en el rancho y le contaba como estaban los Kokiris y también le mandaba algunos mensajes de Saria.

Pasaron varios años y pronto se cumplieron 10 años desde que Link venció al temible Ganondorf.

Eran alrededor de las 5:00 a.m. y Rauru el sabio del templo del tiempo tuvo una visión en la que Ganondorf destruía todo Hyrule.

Todos en el reino dormían: Link, Zelda, Impa, Ruto, Saria, Darunia y Nabooru cuando a todos les llego la misma visión que tuvo Rauru.

  • Muy pronto Ganondorf va a escapar del reino oscuro e intentara destruir Hyrule, el ha encontrado la Shadow Sword, esa es la espada hermana de la Master Sword pero con la diferencia de que esta espada es maligna, fue escondida en el reino oscuro para que nadie la encontrara pero Ganondorf la encontró y con su poder atravesó el sello que la rodeaba el cual evitaba que alguien la tocara y ahora la sabe utilizar, ¡deben detenerlo! – dijo Rauru dentro de los sueños de cada uno de ellos.

Link y los sabios se levantaron abruptamente muy asustados.

  • Ganondorf volverá. – dijeron Link, Zelda, Saria, Ruto, Darunia, Impa y Nabooru.

El cielo comenzó a brillar ya que el sol por fin había salido y ya estaba amaneciendo, en un valle lejos del castillo un portal comenzó a abrirse y Ganondorf salio de el con la espada en su mano.

  • Al fin libre. – dijo Ganondorf mirando alrededor.

El rey maligno miro muy complacido su espada.

  • Shadow Sword, espada de la oscuridad y la muerte, cubre este mundo con tus sombras y libera a tu ejercito de las tinieblas. – dijo Ganondorf levantando la mano en la que tenia su poderosa arma.

La espada comenzó a emitir una energía oscura y un rayo de energía negra salio de ella directo al cielo, el cielo rápidamente se volvió oscuro y cubrió todo Hyrule, luego un gran ejercito de Stalfos (los esqueletos guerreros), lagartijas guerreras, Zombies, hombres-lobos, ogros y otra gran cantidad de criaturas aparecieron.

  • ¡Vayan al castillo y tráiganme a la princesa Zelda! – dijo Ganondorf en voz alta y apuntando hacia el castillo.

El ejército de monstruos se dirigió a toda velocidad hacia el castillo, Rauru creo un campo de protección sobre el templo del tiempo para proteger la Master Sword.

Impa corrió a la habitación de la princesa.

  • Princesa. – dijo Impa muy agitada.

  • Lo se, Ganondorf se acerca. – dijo Zelda sintiendo el fragmento de la trifuerza del poder.

Las criaturas llegan a la cuidad destruyendo todo a su paso y se dirigen al castillo, uno de los guardias suena las campanas y así avisa que están bajo ataque.

  • Las campanas. – dijo Impa muy preocupada.

Impa agarra a Zelda del brazo y salen corriendo, llegan a la habitación del rey, la Sheikan lleva a la princesa y a su padre junto con un grupo de guardias por un túnel secreto y los saca del castillo.

En tan solo 10 minutos el ejercito maligno había conquistado la cuidad y el castillo, todos los habitantes de la cuidad y los guardias fueron encerrados en las mazmorras del castillo.

Impa, la familia real y los guardias siguieron por el túnel y salieron por una cueva en una de las montañas que rodeaba al gran lago mientras Ganondorf llego al castillo y se sentó en el trono.

  • Amo, el rey y la princesa escaparon antes de que llegáramos. – dijo un Stalfo.

  • Encuéntrenlos. – dijo Ganondorf muy molesto.

  • Como usted ordene amo. – dijo el Stalfo.

  • Ah por cierto, encárguense del héroe del tiempo. – dijo Ganondorf.

  • Ahora que lo menciona amo, el templo del tiempo esta cubierto por un campo de protección y no podemos atravesarlo. – dijo el Stalfo.

  • No importa, manda a dos guerreros de sombras a que vigilen el templo. – dijo Ganondorf.

Mientras eso ocurría, en el rancho Link corría hasta la casa de Malon, el joven llega y toca la puerta apresuradamente, la joven granjera abre la puerta y ve al joven héroe muy exaltado.

  • ¿Link?, ¿Qué pasa? – dijo Malon muy adormilada.

  • Malon, tú, Talon e Ingo deben irse de aquí, corren peligro. – dijo Link muy angustiado.

  • ¿Por qué?, ¿Qué es lo que pasa? – dijo Malon muy confundida.

  • Es difícil de explicar. – dijo Link.

En ese momento un gran numero de criaturas se dirigían hacia el rancho, cuando estaban a punto de llegar Malon sale guiando una carreta y en la parte de atrás iban Ingo y Talon.

Link salio del rancho cabalgando a Epona y vio a las criaturas, el joven desenvaino una espada que Malon le regalo y corrió en dirección opuesta a la que fueron Malon y los demás.

Link cabalgo hasta un bosque seguido muy de cerca de las criaturas, el joven entro en el bosque a toda velocidad y con gran habilidad paso a través de los árboles dejando a sus perseguidores atrás.

Link llego hasta la entrada del bosque Kokiri y cuando iba a entrar Navi apareció.

  • Espera Link no entres. – dijo Navi muy triste.

  • ¿Por qué? – dijo Link muy preocupado por Saria y los demás Kokiris.

  • Todos han sido capturados. – dijo Navi muy triste.

  • Debo ayudarlos. – dijo Link bajándose del caballo e intentando entrar en el bosque pero el hada le cerro el paso.

  • Link no puedes ayudarlos, son demasiados, la única forma de salvarlos es venciendo a Ganondorf. – dijo Navi.

  • ¿Tu como sabes que el ha vuelto? – dijo Link.

  • Saria me contó. – dijo Navi.

  • Entonces que es lo que debo hacer. – dijo Link muy confundido.

  • Le conté al Gran Árbol Deku y el me dijo que debes buscar la Master Sword, vencer a Ganondorf y destruir su espada. – dijo Navi.

  • Link. – dijo Rauru en la mente del joven.

Link miro hacia todos lados.

  • Link, soy Rauru, Zelda esta en peligro, debes salvarla antes de que sea tarde, ella se dirige al reino de los Zoras. – dijo Rauru.

  • Zelda. – pensó Link muy preocupado.

  • Vamos Navi. – dijo Link montándose en Epona.

El hada se metió dentro de la camisa del joven y el comenzó a cabalgar directo al reino Zora.

Impa y su grupo se dirigieron hasta el lago y nadaron por el túnel secreto que llevaba al reino Zora. Al llegar al reino vieron a los Zoras luchando arduamente contra un gran ejército de Stalfos, Impa y algunos de los guardias fueron a ayudarlos, luego de una terrible batalla derrotaron a los esqueletos, los Zoras le dieron la bienvenida a Zelda y a su grupo de repente una pared se rompe y un gran dragón entra en la cueva.

El enorme reptil alado agarra a Zelda y sale de la cueva, Impa y los demás intentan detener al dragón pero fallan y solo pueden mirar con impotencia como la criatura se aleja volando rápidamente del reino llevándose a Zelda entre sus garras.

El ejército de Ganondorf rápidamente conquistaba ciudades y todos los habitantes solo podían escapar hacia donde pudieran, en Kakariko todos los habitantes fueron a refugiarse con los Gorons, muy pronto casi todo Hyrule estaba cayendo bajo las garras del temible rey maligno.

Link se acercaba presuroso al reino Zora cuando vio al dragón, el joven noto que la criatura llevaba a una mujer entre sus garras y se dio cuenta de quien se trataba.

  • Zelda. – dijo Link muy sorprendido.

El joven inmediatamente comenzó a seguir al enorme reptil, Link agarro un arco que estaba colgado en la silla de montar de Epona (Antes de salir del rancho se armo muy bien) y una flecha, apunto lo mejor que pudo y le lanzo una flecha que le dio en una de las alas al dragón obligándolo a aterrizar, el reptil giro hacia donde venia el joven y su caballo.

Zelda se sorprendió al ver a Link.

El joven se acercaba galopando rápidamente hacia la enorme criatura y lanzo otra flecha que le dio directo en el ojo al dragón el cual del dolor soltó a la princesa. Zelda cayó en el suelo e inmediatamente se alejo de la criatura que rugía del dolor.

Link se acerco al dragón y este se abalanzo contra el joven, Epona se movió a un lado esquivando a la criatura Link aprovecho y le enterró la espada en el cuello al dragón que dio un rugido de dolor y cayo muerto.

El joven se bajo del caballo, se acerco al dragón y saco su espada, Zelda se acerco rápidamente a Link.

Los dos jóvenes se vieron y se dieron un fuerte abrazo, ambos se dieron cuenta de lo que estaban haciendo y se separaron muy apenados y muy nerviosos.

  • ¿Se, se encuentra bien princesa? – dijo Link muy nervioso sin atreverse a mirar a la joven.

  • Si, si gracias. – dijo Zelda con la cara completamente roja y mirando hacia el suelo.

Pasaron varios minutos en silencio y ninguno de los jóvenes se atrevían a mirarse, desde que Link había abandonado el castillo hace mas de diez años ellos solo habían podido hablar pocas veces y esas conversaciones eran breves y casi fugaces, ninguno de los dos podía olvidar al otro, Link siempre que tenia una oportunidad se escabullía en el castillo solo para poder ver a la princesa y Zelda aprovechaba sus salidas del castillo para pasar por el rancho y observar de lejos al joven y verlo trabajar.

  • ¿Princesa se encuentra bien? – dijo Navi saliendo de la camisa del joven.

  • Si. – dijo Zelda volviendo a la realidad.

  • Me alegro. – dijo Navi.

  • ¿Cómo me encontraron? – dijo Zelda.

  • Fue Rauru, el nos dijo en donde encontrarla. – dijo Link.

  • Ya veo, y ahora, ¿Qué hacemos?, Ganondorf es ahora mas poderoso que antes. – dijo Zelda muy molesta.

  • Hay que buscar la Master Sword y derrotarlo. – dijo Link muy serio.

  • Pero es muy peligroso. – dijo Zelda muy preocupada.

  • Lo se, pero no hay otra opción. – dijo Link muy serio.

Zelda estaba muy triste por que el joven iba a arriesgar nuevamente su vida para intentar salvar a Hyrule.

  • Princesa busque un lugar seguro y quédese ahí hasta que todo esto termine. – dijo Link muy serio y montándose en Epona.

  • No. – dijo Zelda muy seria.

Link mira a la joven muy confundido.

  • Si tú vas a ir yo voy contigo. – dijo Zelda acercándose al joven.

  • No puedo permitirlo. – dijo Link.

  • Soy la princesa y tú debes hacer lo que yo diga. – dijo Zelda con gran arrogancia aunque en el fondo estaba triste por tener que hablarle así al joven.

  • Pero. – dijo Link.

La joven se monto en el caballo y así se dirigieron al castillo, Zelda inconcientemente se recostó sobre Link y ambos se sonrojaron. Cuando estaban a punto de llegar al castillo una gran cantidad de criaturas aparecieron.

El joven no podía pelear con la princesa en la espalda y cambio de dirección acercándose a Kakariko. Link se bajo del caballo y se dispuso a pelear con las criaturas, Zelda, Epona y Navi se alejaron de la pelea, eran al menos 30 criaturas en las que sobresalían los Stalfos, las criaturas rodearon al joven héroe, Link desenvaino su espada y se acomodo su escudo, las criaturas atacaron al joven quien con gran habilidad los eliminaba uno a uno, la joven no quería que le hicieran daño a Link así que se bajo del caballo y tomo otra espada que estaba en la montura de Epona (una espada que link tenia de repuesto), se acerco al joven y comenzó a luchar contra las criaturas, rápidamente ambos jóvenes acabaron con todas las criaturas.

  • ¿Dónde aprendiste, digo, en donde aprendió a luchar así? – dijo Link muy sorprendido.

  • Impa me enseño a luchar. – dijo Zelda algo nerviosa.

Un Stalfo apareció detrás de la princesa y la ataco con su espada, Link agarro a la princesa y la lanzo a un lado recibiendo el ataque, la espada del esqueleto se enterró en el hombro del joven quien con su espada despedazo al Stalfo.

  • ¡Link!, ¿Te encuentras bien? – dijo Zelda muy preocupada.

La princesa se acerco al joven héroe y vio la herida que él tenia en su hombro, inmediatamente agarro una de las mangas de su vestido que durante la lucha se había dañado un poco y la arranco, Zelda cubrió la herida con ella y cuando se separaron ambos se dieron cuenta que durante la batalla sus ropas se habían dañado un poco, así que al mirar la situación del otro se sonrojaron notablemente.

  • Link, ¿te encuentras bien? – dijo Navi.

  • Si Navi, Tranquila estoy bien. – dijo Link sonriéndole al hada.

  • Link voy a ver como están Saria y los demás Kokiris, regreso en cuanto pueda. – dijo Navi echándose a volar.

Los dos jóvenes vieron como el hada se alejaba.

  • Ellos no van a poder hacer eso solos, debo conseguir ayuda. – pensó Navi aumentando la velocidad.

A pesar de que Hyrule estaba cubierto de sombras la noche llego y la temperatura aumento considerablemente, Link recogió leña e hizo una fogata para que ellos no se congelaran.

Debido al frió ambos jóvenes tuvieron que sentarse juntos para darse calor mutuamente. Ambos estaban muy nerviosos y no se atrevían a mirarse así que los dos tenían la vista clavada en la fogata. El silencio que estaba en el lugar era casi sepulcral y solo lo rompía el viento y el sonido a madera quemándose.

Link y Zelda no pudieron contenerse más y se miraron al mismo tiempo, la atmósfera que envolvía el momento los había hechizado, sus actos ya no estaban siendo controlados por sus pensamientos, algo más fuerte los estaba impulsado.

  • ¿Qué me pasa? – pensó Zelda sintiendo como los labios del chico rozaban sutilmente los suyos.

  • Link. – dijo Zelda suavemente.

¡Maldición!, por más que había intentando no lo consiguió, no lograba apartarse del joven, no podía hacer que su cuerpo reaccionara de una vez por todas y lo peor, acababa de susurrar el nombre del chico, casi llamándolo de manera suplicante.

  • Esto, no es correcto. – dijo Link suavemente y cada palabra que decía involucraba un sutil movimiento de parte de sus labios y estos al moverse rozaban una y otra vez los de la chica aumentando su anhelo, ese deseo que comenzaba a quemarle por dentro.

Necesitaba con urgencia apartar de su mente todo pensamiento, pero aún más necesitaba buscar la forma de controlar sus movimientos, no podía actuar de esa manera, no era correcto.

  • Entonces, ¿Qué lo es? – dijo Zelda y ahí estaba nuevamente ese sutil roce que despertaba sus sentidos y hacía que sus cuerpos se estremecieran.

Haciendo un esfuerzo casi sobrenatural, luchando contra todos sus impulsos, deseos y anhelos, se separo levemente de la joven, aunque solo lo suficiente para que sus labios ya no estuvieran a un alcance tan peligrosamente tentador.

Zelda sintió como el chico apartaba sutilmente su rostro del suyo, aunque definitivamente seguían estando cerca, tal vez demasiado.

  • Link yo. – dijo Zelda muy nerviosa acortando la distancia que los separaba.

  • Princesa no. – dijo Link levantándose del suelo.

Zelda miraba muy confundida al joven.

  • No podemos hacer esto, usted es una princesa y yo, yo soy nada, aunque lo desee más que nada en el mundo, esto no puede ser. – dijo Link muy triste.

Zelda bajo la cabeza muy triste, sabia que lo que el joven decía era verdad, su relación era imposible, aunque ahora sabia que Link sentía por ella lo mimo que ella sentía por el y eso por un lado la hacia sentir mejor.

Se escucharon unos truenos y rápidamente comenzó a llover, los jóvenes se montaron en el caballo y entraron tan rápido como pudieron a Kakariko, el joven vio una casa con un establo abierto y entro en ella, los dos se bajaron de Epona y Link cerro la puerta del establo, la joven entro en la casa que estaba completamente vacía y en la total oscuridad, Zelda encontró una vela y la encendió, con la luz de la vela pudieron ver una cama unos muebles otras cosas tiradas en el suelo.

  • Parece que alguien salio corriendo de aquí. – dijo Link muy serio.

Los dos jóvenes se quitaron la ropa mojada y solo se quedaron con la ropa que tenían por debajo que también estaba húmeda.

Varios minutos pasaron y el se encontraba de pie a un extremo de la pequeña habitación, apoyando su espalda sobre la pared, con sus brazos cruzados sobre su pecho observando fijamente a la joven, empapada como él.

Ella al igual que el joven se mantenía de pie, apoyada sobre la pared, al otro extremo del cuarto, miraba distraída el suelo evitando levantar su rostro, sabía que el chico la observaba, podía sentir su intensa mirada puesta sobre ella y eso la ponía notablemente nerviosa.

El cuarto estaba alumbrado solo por la rojiza luz titilante que otorgaba una pequeña vela a punto de extinguirse, el silencio que reinaba en el lugar ya se había vuelto molesto y ninguno de los dos sabía como romperlo.

  • No entiendo que me pasa, estamos solos, completamente solos, pero aún así no puedo acercarme, ¿En qué estará pensando? – pensó Link comenzando a desesperarse.

  • Estoy muy nerviosa, no lo entiendo, ¿Qué me pasa?, no es la primera vez que estamos solos, aunque ahora es diferente, no se que es esto que siento, está sensación que oprime mi pecho y no me permite decir palabra alguna. - pensó Zelda aún con la vista fija en algún indeterminado lugar del suelo.

Era una noche fría y ambos podían sentirlo, Zelda froto sus manos tratando de darse algo de calor, sus ropas estaban completamente húmedas y destruidas, la falda de su vestido no le cubría lo suficiente y la parte superior estaba desprovista de mangas, de hecho el vestido solo se sostenía de unos delgados tirantes y lo peor de todo es que la fría tela se le adhería al cuerpo.

  • ¿Estás bien? – dijo Link al ver las acciones de la joven.

  • Si, no te preocupes. – dijo Zelda notando que podía ver su propio aliento al hablar.

A medida que pasaba el tiempo la temperatura parecía ir en descenso, dentro del cuarto hacía frió pero seguramente el ambiente afuera era aún más congelador y húmedo, en especial por la furiosa tormenta que se había desatado y que amenaza con transformarse en una verdadera ventisca.

La joven se abrazo a si misma en un vano intento de cobijarse del helado ambiente, aún sin levantar la mirada. Link al observarla, con lentitud se aparto de la pared, él solo traía puesto los pantalones y la camiseta blanca, que al igual que la joven estaban completamente empapados, camino hasta la cama y tomando la cobija que había sobre ella se encamino hasta el sitió donde la joven se encontraba.

  • Tienes frió. – dijo Link más como una afirmación que como una pregunta.

  • Con esto te sentirás mejor. – dijo Link cubriendo el cuerpo de la joven con la manta.

  • Gracias. – dijo Zelda con algo de timidez.

Sin darse cuenta ambos dirigieron su mirada hacía la única y moribunda fuente de luz en el cuarto y observaron como lentamente esta se extinguía, ahora que la pequeña llama de la vela se había apagado por completo las sombras envolvieron la estancia. Fue entonces cuando sus miradas se cruzaron en medio de la oscuridad, ahora sus ojos poseían un brillo singular, que ninguno de los dos pasó por alto.

  • Me siento extraño, tal vez intranquilo. – dijo Link recargando su espalda sobre la pared justo al lado de la chica.

  • Han pasado muchas cosas en muy poco tiempo. – dijo Zelda volviendo su rostro para poder observarlo.

  • Cosas de las que hemos sido participes. – dijo Link muy serio.

  • Pero, mañana todo acabara – dijo Zelda muy seria.

Esa era la frase que había estado dando vueltas por su mente pero que no había atrevido pronunciar.

  • Ahora lo comprendo, sin pensarlo he caído en una gran contradicción, es por eso que siento esto. – dijo Zelda.

Al escuchar las palabras de la joven el volteo su rostro hacia ella y al ver nuevamente sus brillantes ojos agua marina comprendió lo que sucedía, ahora sabía cual era el motivo del extraño e inexplicable comportamiento que habían tenido ambos durante estas últimas horas estando tan cerca del castillo.

  • No estoy seguro de que realmente desee que eso ocurra. – dijo Link con gran sinceridad.

Zelda se sorprendió al escuchar las palabras del joven, era como si él hubiera leído sus pensamientos, no podía creerlo, no podía ser posible que él también estuviera pensando lo mismo que ella.

  • Tarde o temprano todo debe encontrar un final, aunque, yo tampoco quiero que esto acabe, no quiero alejarme de ti, no ahora que se que mis sentimientos son correspondidos. – dijo Zelda muy triste.

  • Creo que es eso lo que más me duele, se que cuando todo esto termine, tú deberás ocupar el lugar que te corresponde como la princesa de Hyrule y yo, yo seguiré siendo solo un muchacho de granja, es por eso. – dijo Link muy triste.

  • ¡No quiero! – dijo Zelda interrumpiéndolo sintiendo como sus ojos se llenaban de lagrimas.

  • Si así tiene que ser yo no. – dijo Zelda casi en susurro y con los ojos cerrados tratando de contener las lagrimas.

  • Shhhh. – dijo Link posando uno de sus dedos sobre los labios de la joven.

Ahora él se encontraba frente a ella, a solo escasos centímetros de su cuerpo.

  • Tal vez nuestras realidades estén muy distanciadas, pero aunque así sea, nada podrá remplazar esto que siento por ti. – dijo Link suavemente limpiando con sus dedos el rastro que las lagrimas habían dejado sobre el rostro de la chica.

  • ¿Por qué tienes que ser así? – dijo Zelda abrazando al joven hundiendo su rostro en su pecho, a veces no sabía si le gustaba o le molestaba esa tranquilidad que el joven tenía.

Link acarició con suavidad los cabellos ligeramente mojados de la joven, al mismo tiempo que correspondía su abrazo, escuchando la respiración profunda y entrecortada de ella a causa del llanto.

  • Por favor, ya no llores, no sabes cuanto me duele verte sufrir. – dijo Link apartándola cuidadosamente de su cuerpo.

  • No soporto verte así. - dijo Link tratando de contener sus propias lagrimas.

A pesar de que trataba de aparentar fortaleza, no la tenía, le dolía demasiado el solo hecho de pensar que cuando todo esto acabara tendrían que separarse, no era correcto que una princesa se relacionara con un simple joven de campo y le dolía aún más verla sufrir de ese modo por ello.

  • ¿Me quieres? – dijo Zelda levantando su mirada solo para poder observar al chico.

  • ¿Por qué lo preguntas? – dijo Link mirando algo extrañado a la joven.

  • Solo quiero que me respondas. – dijo Zelda llevando una de sus manos hasta la mejilla de Link.

El chico se estremeció al sentir el frió roce de los dedos de la joven sobre su piel, estaba preocupado, por alguna razón sentía que la temperatura del cuerpo de la joven seguía descendiendo.

  • No, antes creí sentir un gran cariño por ti, pero ahora me doy cuenta que eso nunca existió. – dijo Link muy serio observando como la chica bajaba su mirada abatida.

  • Desde el primer momento que te vi me enamore de tú mirada, de tu sonrisa, de tu esencia. – dijo Link muy nervioso.

  • Link. – dijo Zelda esbozando una sonrisa al escuchar las últimas y reconfortantes palabras del chico.

El joven no pudo soportar más el impulso y se decidió a besarla, acortando definitivamente la escasa distancia que los separaba, Zelda correspondió al beso, sintiendo como lentamente la cercanía de sus cuerpos le brindaba el calor que necesitaba. El beso era tranquilo, suave, era algo majestuoso para ambos, sentían algo nuevo, algo mágico que los hacia sentirse extraños.Al separarse, Link estrecho con fuerza a la joven, acercándola lo más posible a el.

  • Tú cuerpo es muy calido. – dijo Zelda quién permanecía abrasada al joven sin la más mínima intención de separarse.

Link esbozo una sonrisa, enternecido, al mismo tiempo que acariciaba el rostro de la Hylian con una de sus manos. Zelda comenzaba a abandonarse al sueño, las suaves caricias del chico estaban surtiendo su efecto en ella.

  • Me gustaría volver a sentirlo. – dijo Zelda colocándose de puntillas, deslizando lentamente la mano que tenía sobre la mejilla de él, hacia su nuca.

  • ¿Qué? – dijo Link muy confundido.

  • Quiero, quiero volver a sentir tus labios. – dijo Zelda suavemente entrecerrando sus ojos y acercándose más al rostro del joven, inclinando levemente su cabeza junto tímidamente sus labios a los del chico.

Link se paralizo por unos segundos, nunca se espero algo como eso.

Link cerró sus ojos y correspondió la tímida caricia que los labios de la joven le otorgaban.

Fue él quien comenzó a guiarla, de manera lenta y suave. Zelda correspondía de la misma manera, estaba disfrutando de la grata sensación que le proporcionaban los labios del joven, era una sensación única, inigualable, pero, deseaba más, necesitaba más, sin saber que era exactamente lo que hacia, profundizo aun más el beso, aumentando el ritmo que hasta ese momento sus labios habían llevado, su corazón parecía estar a punto de salirse de su pecho, su pulso se había acelerado al igual que su respiración.

Ambos jóvenes se separaron agitadamente, Zelda estaba muy cansada y Link se dio cuenta de esto.

  • Zelda. – dijo Link susurrándole antes de tomar a la joven en sus brazos.

La chica no opuso ni la menor resistencia, por lo que dejo que Link la cargara hasta llegar junto a la cama. Con cuidado la recostó sobre el colchón y la cubrió con las mantas, para luego sentarse junto a ella, antes de decidirse a levantarse, tomo otra vela que había sobre la pequeña mesa junto a la cama y la encendió (creo que no haberlo mencionado antes pero ambos estaban descalzos).

Ahora la estancia volvía a recuperar vida, la luz volvía a inundar el cuarto, Link se quedo durante largo rato observando embobado a la chica, le parecía que se veía realmente hermosa, su cabello se encontraba completamente suelto, levemente húmedo y algo alborotado por lo que era inevitable que algunos mechones cayeran con gracia sobre su rostro, sus labios entreabiertos, lo expresaban un secreto deseo, algo que le incitaba a acercarse, de inmediato aparto la mirada de ellos tratando de enfocar su atención en otro lugar, de esta manera su mirada recorrió lentamente el cuello de la joven hasta llegar finalmente a su pecho, en donde podía notarse claramente lo pausado y tranquilo de su respiración.

  • Descansa. – dijo Link suavemente luego esbozado una sonrisa, acerco lentamente su rostro al de la joven y beso con dulzura su frente.

Ahora que se encontraba tan cerca, no pudo evitar dirigir su vista hasta esos muy deseables labios, que parecían llamarlo, de pronto sintió como su corazón se aceleraba y su respiración se volvía entrecortada, intento contener el impulso de besarla mordiendo su labio inferior y cerrando con fuerza sus ojos.

  • En que estoy pensando, vamos Link, tranquilízate. – pensó Link alejándose muy a su pesar de la joven.

Al comenzar a separarse sintió como una mano lo sostuvo del brazo, impidiéndole que se alejara. El chico abrió de inmediato los ojos y la miro extrañado, habría jurado que ella ya se encontraba dormida.

  • Espera, no quiero que te alejes. - dijo Zelda abriendo sus ojos al mismo tiempo que se incorporaba.

  • Por favor, solo, quiero sentirte a mi lado. – dijo Zelda suavemente al oído del joven mientras lo abrazaba como si temiera perderlo.

Link se quedo paralizado durante unos segundos, hasta que sintió como sutilmente las manos de la chica se deslizaban por su cuerpo, haciéndolo temblar con cada roce, al mismo tiempo que los labios de ella comenzaban a realizar un lento recorrido por su cuello, ahora definitivamente le era imposible calmar el acelerado palpitar de su corazón.

  • Zelda. – dijo Link en un suspiro al mismo tiempo que inclinaba hacía atrás su cabeza sintiendo las exquisitas caricias que le proporcionaban los labios de ella.

  • Ya, no puedo seguir, conteniendo este deseo. – dijo Zelda entre besos mientras que una de sus manos bajaba lentamente recorriendo el cuerpo del joven.

  • Espera. - dijo Link conteniendo un nuevo suspiro al sentir las caricias de ella sobre la tela húmeda de su pantalón.

  • Me estas diciendo. – dijo Link muy confundido.

  • Quiero que me hagas tuya. - dijo Zelda interrumpiéndolo separándose un poco del joven para poder mirarlo a los ojos.

  • Deseo, que me demuestres cuanto me amas. – dijo Zelda (creo que eso fue muy directo).

  • Pero. – dijo Link bajando la mirada luchando contra todos sus instintos.

  • Yo no puedo, no debo, tú. – dijo Link pero fue interrumpido nuevamente por la joven, que esta vez lo había callado, sellando los labios de él con los suyos, besándolo con deseo, Link correspondió el beso de la misma manera, pasando sus manos detrás de la nuca de ella, atrayéndola aún más hacia él.

  • Para ti, siempre seré Zelda, solo Zelda. – dijo Zelda al separarse delineando los labios de él con uno de sus dedos.

Link acaricio con suavidad la mejilla de la joven, mirándola con dulzura, las palabras de ella habían terminado de eliminar la única barrera que hasta ahora había impedido que el joven se dejara llevar por sus sentimientos (yo diría hormonas, ya me calló y no interrumpo más).

  • No quiero hacerte daño. – dijo Link algo angustiado sin dejar de mirarla manteniendo su mano apoyada sobre la mejilla de la joven.

  • Nunca lo has hecho. – dijo Zelda sonriendo enternecida por la preocupación del joven.

  • Y se que nunca lo harás. – dijo Zelda acercándose cada vez más hacía el joven, deteniéndose a escasos centímetros de él desafiando sus propios deseos y los de él.

Sus labios se rozaban con cada sutil movimiento que realizaban, pero aún así ninguno de los dos se atrevió a dar el siguiente paso, se mantuvieron en la misma posición durante un minuto, que a ambos les pareció una verdadera eternidad.

  • Tus ojos son hermosos. – dijo Link suavemente tratando de salir del hechizo en el que caía cada vez que sus miradas se encontraban.

Zelda sonrió con algo de timidez ante el comentario del joven y en ese mismo instante el acorto la casi nula distancia que existía entre ellos besándola al fin. Los labios de ambos se movían en perfecta armonía, como si cada uno supiera lo que estaba pensando el otro. Y fue así como lo que había comenzado como un tierno beso lentamente se fue pasando a ser uno verdaderamente apasionado. Link sostenía el rostro de la joven con ambas manos, mientras que ella mantenía sus dos brazos enredados en su cuello.

  • Ya no puedo, seguir conteniéndome. – dijo Link con voz entrecortada al separarse, esencialmente por falta de aire.

  • No quiero, que lo hagas. – dijo Zelda respirando de manera agitada, aún sin abrir los ojos.

El joven mordió su labio inferior al observar como uno de los tirantes del vestido de la joven se había deslizado por su hombro, dejando el descubierto parte de uno de sus pechos. La joven abrió lentamente sus ojos y al observar al chico se percato al instante que este no le quitaba la vista de encima y al descubrir el motivo no pudo evitar sonrojarse, de inmediato intento poner el tirante en su lugar, pero Link la detuvo.

  • No lo hagas. - dijo Link colocando su mano sobre la de ella apartándola lentamente.

Al escuchar estas palabras la joven miró confundida al chico, quien dedicándole una dulce sonrisa volvió a acercarse a ella solo para depositar un cariñoso beso en su frente.

  • Esta bien así. – dijo Link susurrándole al oído de la joven.

Zelda sonrió sutilmente, aún con las mejillas sonrojadas, no entendía el porque, pero de pronto se sentía nuevamente nerviosa y al parecer Link pudo notar este hecho en su mirada ya que enseguida trato de calmarla.

  • Cierra tus ojos. - dijo Link de manera pausada y cariñosa al mismo tiempo que apartaba algunos mechones de cabello del rostro ella.

La chica cerró sus ojos obedeciendo a la petición del Hylian sintiendo como este pasaba sus fuertes brazos alrededor de su cuerpo y la estrechaba con fuerza atrayéndola hacia su cuerpo.

  • Hoy, te demostrare con mi cuerpo y con mi alma cuanto te necesito. – dijo Link suavemente ocultando su rostro en el cuello de ella.

Zelda se había olvidado por completo del frió que había llegado a sentir, ahora este había sido remplazado por un sofocante calor que ni siquiera sus húmedas ropas podían ocultar.

  • Link. – dijo Zelda suspirando su nombre, sintiendo con el comenzaba a recorrer lentamente su espalda, desatando con cuidado las amarras del vestido (o lo que quedaba de él).

El chico paso una de sus manos por la espalda de la chica, desabrochando lentamente la parte superior del vestido y con sumo cuidado fue deslizándolo por los hombros de ella, dejándolos al descubierto.

Ella podía sentir como su respiración se había vuelto entrecortada y aún con los ojos cerrados busco deseosa los labios de su compañero.

El chico sonrió ante la actitud de la joven y dejo que ella lo guiara en el beso, que a cada segundo parecía estar más lleno de pasión. Ahora las dudas habían quedado atrás, en estos momentos ninguno de los dos estaba pensando con claridad lo que hacía, solo se estaban dejando llevar por sus sentimientos.

  • Te amo. – dijo Zelda entre besos, al mismo tiempo que se deshacía de la ya molesta camiseta del joven, dejando al descubierto su perfecto torso.

La joven se quedo embobada admirando esa muy apetecible piel, estaba haciendo un gran esfuerzo para no abalanzarse sobre el chico y devorárselo a besos.

Link por su parte se había acomodado sobre la cama, dispuesto a deshacerse de una vez por todas del traje de la joven.

  • Y yo a ti. - dijo Link antes de apoderarse con vehemencia nuevamente de sus labios, recostando a la joven sobre la cama, quedando ahora él sobre ella.

El chico acarició con una de sus manos los pechos de la joven, que aún estaban protegidos por la tela del vestido mientras seguía besando a la chica. Zelda se aferro a las sabanas sentir el travieso movimiento de las manos de Link.

Al separase jadeantes, Link no perdió el tiempo y siguió su recorrido por el cuello de la chica, besando e incluso lamiendo su ardiente piel, sintiendo con satisfacción como ella suspiraba con cada una de sus caricias, incitándolo a seguir adelante. A medida que bajaba, recorriéndola con sus besos, sus manos se encargaban de apartar lentamente la parte superior del vestido, hasta que al fin consiguió quitar por completo la prenda.

Zelda ahora se encontraba solo en ropa interior por lo que el joven se detuvo solo unos segundos para admirarla, ahora que se encontraba casi completamente desnuda, deseaba más que nunca recorrer esa delicada figura, sentir con sus manos la dulzura de esa tersa y blanca piel, poder besar cada rincón de su cuerpo.

Sin pensarlo dos veces Link volvió a fundirse en un ferviente beso, acercando su cuerpo al de ella, sintiendo el exquisito placer que provocaba el roce de sus cuerpos. La joven comenzó a recorrer la espalda desnuda del chico, bajando lentamente hasta encontrarse con la molesta tela del pantalón, que inmediatamente comenzó a bajar, aunque fue Link, el que al separarse del beso termino por quitárselos.

  • Si deseas, detenerte, este es el momento. – dijo Link jadeante, tratando de que sus palabras se escucharan lo más fluidamente posible.

Sus miradas volvieron a cruzarse una vez más. Zelda admiro embobada el rostro del joven, quien no podía ocultar la impaciencia y el deseo que sentía, sus mejillas teñidas por el rubor, su clara y profunda mirada, sus exquisitos labios a los que se había vuelto completamente adicta y ese rebelde mechón de cabello que se adhería a su frente a causa de lo húmedo de sus cabellos, la estaban volviendo loca, no podía seguir conteniendo este vehemente deseo por un segundo más.

  • Ya, no tengo. – dijo Zelda al mismo tiempo que invertía las posiciones, dejando ahora a Link atrapado entre el colchón y su cuerpo.

  • La voluntad suficiente para hacerlo. – dijo Zelda acercando peligrosamente su rostro al del chico.

Link observo como hipnotizado los hermosos cristales de sus ojos claros y cuando logro salir del verdadero transe en el que había entrado, ya era demasiado tarde, ella nuevamente recorría su cuello bajando lentamente, besando con infinito anhelo la piel desnuda de su torso, al mismo tiempo que sus manos recorrían su cuerpo bajando con gran rapidez.

  • Zelda. – dijo Link casi sin aliento.

Cada vez que los labios de ella rozaban su piel, sentía como todo su cuerpo se estremecía y con cada movimiento que realizan sus manos debía hacer un gran esfuerzo por tratar de contener parte de los gemidos, productos del placer que estaba experimentando.

La joven no pretendía detenerse, sabía que estaba consiguiendo lo que buscaba, ahora se encontraba recorriendo el abdomen del chico, besando y lamiendo con deleite sus bien formados músculos, mientras con la yema de sus dedos realizaba suaves caricias, con movimientos circulares sobre la entrepierna del joven.

  • Ya no puedo soportarlo más. - pensó Link casi con desesperación, al sentir el suave cosquilleo que le producía el roce de los cabellos de la joven sobre su piel.

Con un rápido movimiento volvió a atrapar a la joven bajo su cuerpo y con un deseo impetuoso le arrebato la única prenda que cubría sus pechos, sin perder un solo segundo y antes de que ella pudiera detenerlo, la sostuvo de ambas muñecas usando sus manos.

  • Eres, hermosa. – dijo Link jadeante, admirando embobado la perfecta curvatura de sus pechos, anhelando poder probarlos.

  • No digas eso. – dijo Zelda avergonzada al ver como Link mordía su labio inferior sin dejar de observarla.

Zelda desvió su mirada sonriendo sutilmente, sus manos se encontraban a cada uno de los costados de su cabeza y permanecerían ahí hasta que el chico decidiera liberarla de su agarre, en esto estaba pensando cuando sintió como los labios de él rozaban por primera vez sus ahora desnudos pechos.

  • Link. – dijo Zelda de manera suplicante, sin dejar de suspirar con cada una de las caricias que el joven le otorgaba.

Ella cerró con fuerzas sus puños al mismo tiempo que inclinaba su cabeza hacia atrás, gimiendo con más fuerza. El chico se detuvo jadeante y separándose solo un poco observó el rostro de la joven, con cuidado acaricio su mejilla mientras le sonreía dulcemente. Zelda lo imito y llevo la mano que ahora tenía libre hasta el rostro del joven.

Cuando sus miradas volvieron a cruzarse, ambos supieron que el momento había llegado, ninguno de los dos podía ocultar ya este anhelante deseo.

  • ¿Estás, segura de esto? – dijo Link suavemente, haciendo un gran esfuerzo para ignorar la gran excitación que estaba experimentando, la que le decía que siguiera adelante sin importar nada.

  • Nunca he estado más segura como ahora. – dijo Zelda sonriéndole dulcemente.

  • Te necesito. – dijo Zelda de manera provocadora junto a su oído.

  • Y yo a ti. - dijo Link de la misma manera, acortando nuevamente la escasa distancia que los separaba, apoderándose de los ansiosos labios de la joven.

Ahora sus dos manos estaban sobre el rostro de la joven y sus labios no dejaban de moverse, de manera rápida y segura, besándola con increíble devoción. Zelda correspondió gustosa la caricia que los labios del joven le otorgaban, mientras las yemas de sus dedos hacían un lento recorrido a través de la espalda del joven, deteniéndose sobre la única prenda que aún poseía.

Link sintió como lentamente las manos de la joven se encargaban de deshacerse de su ropa interior y el imitándola comenzó a deslizar sus manos, deteniéndose un breve instante sobre los pechos de ella, acariciándolos suavemente, sintiendo como la joven se estremecía al mismo tiempo que trataba de contener un suspiro, ya que él aún no liberaba sus labios.

  • Me encanta sentirte cerca. - dijo Link de manera entrecortada al separase del apasionado beso.

Las manos del joven siguieron bajando por el cuerpo de ella, recorriendo su estrecha cintura, acariciando su abdomen deteniéndose finalmente sobre la molesta prenda que aún la cubría, rápidamente se deshizo de ella, ahora ambos se encontraban en iguales condiciones, completamente desnudos.

  • Espero que esta noche sea inolvidable. – dijo Link suavemente y sonriéndole, separándose solo escasos centímetros solo para admirar el espectáculo de su cuerpo desnudo.

Link bajo besando todo el cuerpo de la chica hasta llegar a su entrepierna, el joven la beso apasionadamente mientras Zelda soltaba varios gemidos, ella acariciaba la cabeza del chico.

La luz tintineante de la vela reflejaba la sombra de sus cuerpos sobre la pared, sombras que lentamente fueron acercándose hasta formar una. Link volvió a besarla en los labios, esta vez dulcemente, al mismo tiempo que acariciaba con suavidad sus cabellos.

  • ¿Zelda, estas? - dijo Link al separarse, observándola intensamente.

  • Shhh, no digas más. – dijo Zelda interrumpiéndolo posando uno de sus dedos sobre los labios de él, sabía perfectamente que quería decirle.

  • ¿Mi mirada no es suficiente para responderte? – dijo Zelda suavemente.

Link se sorprendió un poco ante la pregunta de la joven, pero al observar los brillantes y azulinos cristales de sus ojos, comprendió a la perfección lo que le intentaba decirle, el hermoso destello de su mirada solo podía significar una cosa, ella deseaba tanto como él seguir adelante.

  • Si, lo es. – dijo Link sonriéndole dulcemente.

Con cuidado se acomodo sobre la joven y sin decir ni una palabra entro lentamente en ella. Zelda se aferro a las sabanas y cerró con fuerza los ojos al sentirlo dentro de ella. Link comenzó con movimientos sutiles y pausados, no quería dañarla, pero sabía que lo estaba haciendo.

  • ¿Por qué te detienes? – dijo Zelda al sentir que Link se había detenido.

  • Te estoy haciendo daño. – dijo Link muy afligido, ni siquiera se atrevía a mirarla.

  • Link. – dijo Zelda posando ambas manos sobre el rostro del chico, obligándolo a que enfrentara su mirada.

  • Yo estaré bien, no te detengas. – dijo Zelda aferrándose al cuerpo del chico.

Link correspondió al abrazo de la joven, antes de decidirse a continuar, habían llegado demasiado lejos y ahora, debían terminar lo que habían comenzado, con sumo cuidado comenzó nuevamente a mover sus caderas a un ritmo lento y pausado, pero había una barrera que le molestaba y le impedía continuar. Cerrando los ojos y con un brusco movimiento logro al fin atravesarla, sintiendo como algo húmedo rozaba su hombro al mismo tiempo que la joven se aferraba con mucha más fuerza a su cuerpo.

  • ¿Estás bien? – dijo Link angustiado por las lágrimas que la joven había derramado.

  • Lo siento, yo no quise. – dijo Link muy preocupado.

  • No te preocupes. – dijo Zelda abrazándolo nuevamente, acariciando sus cabellos.

Con algo de temor el chico nuevamente comenzó con los movimientos lentos y pausados, sintiendo como una extraña sensación comenzaba a recorrer su cuerpo, algo que nuca antes había sentido y de pronto sentía el impetuoso deseo de acelerar el ritmo.

A medida que Link poco a poco aumentaba la velocidad y la fuerza de las embestidas, sentía como una desconocida y nueva sensación despertaba sus sentidos, no sabía en que momento el dolor había desaparecido, pero ahora eso no le importaba, solo deseaba poder sentir aún más cerca a la joven.

  • Link. – dijo Zelda suspirando su nombre.

El chico parecía complacido al oír los profundos gemidos de la joven y a la vez aliviado de saber que ella había dejado de sentir dolor.

  • Zelda. – dijo Link respondiendo a su llamado entre gemidos.

No podía sopórtalo más, ahora más que nunca la necesitaba, deseaba aumentar las increíbles sensaciones que recorrían su cuerpo cada vez que entraba en ella, por lo que comenzó a moverse aún más rápido y con más fuerza.

Zelda por su parte se aferraba a las sabanas tratando de no gritar a causa del placer que el joven le proporcionaba, pero no pudo evitar curvar su espalda, sin darse cuenta que dejaba sus pechos a merced de los ansiosos labios de él. Link no desaprovecho la oportunidad y sin pensarlo dos veces, volvió a apoderarse de los exquisitos y excitantes pechos de ella, que ahora lo estaban volviendo loco.

Zelda movió lentamente a Link y ella quedo sobre el, la joven princesa tomo el miembro del chico y lo dirigió hacia su entrepierna, Zelda se dejo caer suavemente sobre el y comenzó a moverse lentamente probando y luego aumento la velocidad, ambos jóvenes estaban muy excitados y disfrutaban al máximo, Link estaba hipnotizado por los senos de Zelda que subían y bajaban por los movimientos de ella y no pudo evitar llevar sus manos a ellos y acariciarlos.

Link se levanto un poco y abrazo a Zelda, ahora ella estaba sentada sobre sus piernas y seguía moviéndose pero estaba atrapada entre los brazos del joven.

El joven Hylian libera a la joven de su abrazo y esta se dirige hacia la cabecera de la cama apoyando sus manos sobre ella mientras Link la agarra por la cintura, Zelda siente como el introduce su miembro lentamente en su entrepierna, la joven no para de soltar gemidos al sentir al joven moviéndose dentro de ella, ella baja la cabeza y la apoya sobre la almohada hundiendo su rostro en ella tratando de contener sus gemidos que eran cada vez mas fuertes.

El coloca sus manos sobre los pechos de ella y la jala hacia el, Link comienza a besarle el cuello a la princesa que mantiene los ojos cerrados disfrutando de cada caricia, el joven coloca sus manos en las piernas de ella sin dejar en ningún momento de moverse, ella coloca sus manos sobre las de Link y entrelazan sus dedos, continuaron así por varios minutos hasta que el se hecho hacia atrás, Zelda quedo sentada sobre el joven y ahora le estaba dando la espalda, Link tomo a la joven por la cintura y comenzó a moverla hacia arriba y abajo, Zelda se inclino hacia atrás y apoyo sus manos en la cama y comenzó a moverse con mucha mas fuerza.

Zelda hecho hacia atrás su cabeza y sus cabellos le caían en el rostro a Link, de un rápido movimiento ella se inclino hacia delante y apoyando sus manos sobre las piernas del joven continuo moviéndose, Zelda continuo así por varios minutos, ambos estaban que no cabían del placer, Zelda se dejo caer sobre Link y el la acostó en la cama y nuevamente se introdujo en ella, la joven lo rodeo con sus brazos y piernas mientras Link aumentaba la velocidad y fuerza de cada envestida.

Ambos estaban disfrutando al máximo cada segundo de está unión, se habían entregado por completo a la pasión y ninguno de los dos deseaba que este momento culminara, varios minutos después y con un último e intenso gemido ella sintió como algo calido recorría su interior, ambos permanecieron en el silencio producto del éxtasis, que momentáneamente suspendió todos sus sentidos.

Completamente agotado y aún jadeante, se recostó sobre el pecho de la joven, ella lo recibió gustosa, acariciando con suavidad y ternura sus húmedos cabellos, tratando de normalizar su agitada respiración.

  • Me gustaría, cada noche, poder escuchar de esta manera el palpitar de tú corazón. – dijo Link con los ojos cerrados, dejándose llevar por las dulces caricias de la chica.

  • No quiero perderte. – dijo Zelda abrasándolo de manera protectora.

  • Y no lo harás – dijo Link separándose escasos centímetros de ella, solo para poder mirarla a los ojos.

  • No voy ha dejar que nadie te aleje de mi nunca más. – dijo Link depositando un dulce beso sobre los labios de la chica.

Zelda cerró sus ojos al sentir como los labios de Link se posaban sobre los suyos y al abrirlos nuevamente se percato de el chico aún se encontraba a escasos centímetros de ella y la mirada intensamente.

  • Te amo. – dijo Link junto a su oído luego de unos segundos, sintiendo como ella se estremecía.

Ahora fue Zelda quien acorto la distancia que los separaba, tomando el rostro del joven con ambas manos, besándolo intensamente. Link correspondió gustoso, dejando que ella lo guiara.

  • Y yo a ti. - dijo Zelda algo agitada, perdiéndose en los profundos y azulados ojos del chico.

Link se recostó junto a la joven, cubriendo sus cuerpos con las sabanas, para luego estrechar a la joven entre sus brazos, dejando que se acurrucara junto a él.

  • Creo, que la tormenta se ha calmado. – dijo Zelda luego de unos minutos, manteniendo sus ojos cerrados.

  • Así parece. – dijo Link bostezando cansado.

Y tal como Zelda había alcanzado a percibir, afuera la tormenta que hace unas horas se había desatado con gran fuerza, había cesado y ahora todo estaba en calma o por lo menos eso parecía.

Ambos jóvenes habían sido vencidos por el cansancio y abrazados como estaban ahora dormían placidamente, sintiendo la tibia piel del cuerpo del otro. En el cuarto ahora reinaba la paz y la tranquilidad, una tranquilidad que ciertamente debían aprovechar, ya que cuando amaneciera se verían obligados a emprender nuevamente el viaje solo para enfrentarse con el más temible de todos los enemigos de Hyrule, Ganondorf.

Al despertar, lentamente sus sentidos comenzaron a hacerlo junto con ella, por alguna razón se sentía extrañamente reconfortada y al abrir nuevamente los ojos lo primero que vio fue el torso desnudo del joven sobre el que ella se encontraba recostada. El por su parte, aún dormía con sosiego e incluso sobre su rostro se dibujaba una sonrisa, que expresaba verdadera tranquilidad.

  • ¿Pero qué? – pensó Zelda alarmada, aunque inmediatamente después los recuerdos de los momentos vividos la noche anterior se agolparon en su mente como una verdadera cascada de imágenes.

  • Link y yo, no puedo creerlo. – dijo Zelda en susurró sintiendo como sus mejillas comenzaban a arderle.

Intento incorporarse, aunque sabía perfectamente que era en vano, mientras él la tuviera atrapada entre sus brazos, le sería imposible separarse, además debía reconocer que tampoco deseaba hacerlo, le encantaba sentir el roce de la tibia piel del joven, contra la suya, apreciar su pausada y tranquila respiración, escuchar el armónico palpitar de su corazón, con una de sus manos comenzó a acariciar suave y lentamente el pecho desnudo del joven, sonriendo al notar que él parecía disfrutarlo.

  • Zelda. – dijo Link aún dormido.

La joven respondió a su llamado, acercando su rostro al de él, disfrutando del sutil contacto de sus labios, para luego juntarlos definitivamente en un dulce beso, al mismo tiempo que una de sus manos se posaba sobre la mejilla del chico.

  • Como me gustaría despertar así cada mañana. – dijo Link una vez que la joven había liberado sus labios.

  • ¡¿Estabas despierto?! – dijo Zelda algo avergonzada, observando como Link abría con pereza sus ojos.

  • No, acabo de hacerlo. – dijo Link esbozando una dulce sonrisa, llevando una de sus manos hasta el rostro de la joven, apartando un rebelde mechón de cabello, acomodándolo con cuidado detrás de su oreja.

  • Lamento haberte despertado. - dijo Zelda muy apenada y desviando su mirada.

Aún se encontraban muy cerca, de hecho, Link aún mantenía uno de sus brazos sobre la cintura de la joven, asegurándose de que ella no se escaparía tan fácilmente de sus manos.

  • Que linda eres. – dijo Link pasando su mano izquierda sobre la nuca de ella, atrayéndola nuevamente hacia él.

Link la besó suavemente, moviendo sus labios de manera lenta, guiando los de la joven. Al separarse permanecieron con sus frentes unidas, sonriéndose mutuamente, perdiéndose en sus profundas miradas. Sin darse cuenta volvieron a unir sus labios, esta vez en un beso mucho más apasionado, ella comenzó a recorrer el cuerpo del chico con sus manos, mientras el la estrechaba con fuerza, profundizando aún más el beso, aunque el momento no perduro mucho.

  • Link, espera. – dijo Zelda con voz entrecortada, al sentir como los labios del chico comenzaban a bajar a través de su cuello.

No podía negar que con cada caricia que él le otorgaba sentía una sensación suave y agradable, algo que la hacía estremecer, pero acababa de recordar el lugar y la situación en la que se encontraban y eso no le permitía estar en paz.

  • ¿Qué sucede? – dijo Link de la misma manera, separándose de ella, solo para poder observar su rostro.

  • Ganondorf, él aún tiene a Hyrule sometido a su voluntad. – dijo Zelda mirándolo seriamente.

Fue entonces cuando Link cayó en la cuenta que era hora de volver a la realidad, ahora no era el momento indicado para hacer esto, Hyrule aún estaba bajo las manos del príncipe de la oscuridad y mientras eso fuera así, no podrían estar tranquilos.

Parecía increíble el hecho de cómo había llegado a olvidar todos los difíciles momentos que habían tenido que enfrentar durante las ultimas horas, en tan solo una noche, una noche que para ambos fue mágica, en donde se habían entregado por entero al otro, dejándose llevar solo por sus sentimientos.

  • Tienes razón, Hyrule nos necesita. - dijo Link incorporándose, y dándole un fugaz beso en la mejilla se levanto de la cama y comenzó a vestirse.

La chica lo imito sin decir una palabra, deseaba decirle lo que sentía, quería que él supiera lo que ella opinaba acerca de lo que habían vivido durante la noche, pero la verdad es que le daba mucha pena hacerlo, en especial por que sentía que este no era el momento para este tipo de cosas.

  • ¿Sucede algo? – dijo Link notando la extraña expresión de su rostro.

  • Yo, bueno, este, yo. – dijo Zelda muy nerviosa ya que no sabía como preguntarle y los nervios la estaban traicionando, pero sentía que debía hacerlo.

Link se acerco a la joven y tomo las manos de la chica entre las suyas, notando que las de ella temblaban, esto le preocupo en gran medida. Zelda al notar la cercanía del joven se puso aún más nerviosa y desvió su mirada dirigiéndola al suelo.

  • ¿Qué tienes? – dijo Link observándola angustiado.

  • Se que no es el momento, pero, lo que ocurrió durante la noche quiero, quiero que sepas que, yo, digo, que tú, has despertado en mi algo nuevo, en verdad, lo de anoche fue, fue. – dijo Zelda muy sonrojada y nerviosa.

Zelda estaba tan nerviosa que ni siquiera podía articular bien las palabras, Link sonrió divertido al ver como la joven se esforzaba por expresarse y tomando el mentón de ella con una de sus manos la obligo a mirarlo.

  • Fue maravilloso. – dijo Link acariciando con ternura la mejilla de ella.

  • Link. – dijo Zelda suavemente y al escuchar esas palabras se sintió enormemente feliz, sin pensarlo dos veces se abalanzo contra el chico abrazándolo con fuerza.

Él sin dudarlo correspondió el abrazo, estrechándola contra su cuerpo como si temiera perderla. Así permanecieron unos minutos, sintiendo la cercanía del otro, ahora el lazó que los unía era aún más fuerte y era esa misma unión la que en este momento les daría el vigor y la capacidad para enfrentar a Ganondorf.

  • Creo que, es hora de irnos. – dijo Link muy a su pesar aún sin liberarla de sus brazos.

  • No tenemos opción, ¿verdad? – dijo Zelda lentamente levanto su mirada, observando con detenimiento la expresión del joven.

  • Así parece. – dijo Link muy serio.

Después de esas últimas palabras, Link libero a la chica de sus brazos y tomando todo lo necesario se acerco a la puerta.

Al salir ambos observaron el aún oscurecido cielo y pudieron sentir el frío del ambiente. Como era de esperarse el lugar estaba completamente vació, las casas mantenían puertas y ventanas cerradas y en ninguna de ellas parecía verse señales de vida, tal vez la gente de la villa había huido o quizás solo se mantenía escondida, temerosa de lo que estaba ocurriendo.

  • A pesar de haber amanecido la villa se ve muy desolada y sombría. – dijo Zelda cabizbaja.

Ella no deseaba observar más el lugar, se sentía culpable de lo que estaba ocurriendo.

  • Si hubiera tenido el valor, debí acabar definitivamente con Ganondorf cuando tuve la oportunidad. – dijo Zelda muy molesta.

  • Cuando derrotemos a Ganondorf todo volverá a la normalidad. – dijo Link dándole ánimos a la princesa y tomando suavemente una de las manos de la chica.

  • El castillo Hyrule no esta muy lejos, no creo que sea necesario llamar a Epona. – dijo Link mientras comenzaba a caminar.

Ambos caminaron en silencio dirigiéndose rápidamente al castillo, salieron de Kakariko e inmediatamente fueron al castillo, justo en la puerta de la ciudad estaban 5 Stalfos, Link se lanzo contra ellos y desenvainando su espada les dio fin rápidamente.

Sin perder tiempo entraron en la ciudad, llegaron al templo del tiempo donde dos guerreros gigantescos cada uno con una gigantesca espada custodiaban la entrada, Zelda se escondió mientras Link comenzó a luchar contra ellos, uno de los guerreros ataco al joven con su espada este dio una voltereta hacia atrás y esquivo el ataque, al caer al suelo tomo impulso y dio un gran salto y con su espada golpeo en el cuello al guerrero cortándole la cabeza, el otro guerrero iba a atacar a Link pero el joven giro rápidamente y le clavo la espada directamente en el pecho al guerrero, la criatura se desplomo en el suelo, Zelda se acerco rápidamente a Link para ver como se encontraba, los cuerpos de los guerreros desaparecieron y ambos jóvenes entraron al templo.

Ambos lograron atravesar el campo de protección que Rauru había puesto sobre el templo para evitar que Ganondorf destruyera la Master Sword, Link se acerco al pedestal y agarro la espada.

  • Por favor Master Sword ayúdame a detener a Ganondorf y así evitar que el destruya Hyrule. – dijo Link sacando la espada.

Un brillo azul cubrió toda la sala y Zelda se tapo los ojos, cuando el brillo seso la joven pudo ver a Link con la Master Sword en su mano, el joven héroe desenvaino su espada y la dejo al lado del pedestal y guardo la espada sagrada en la funda.

Rápidamente ambos se dirigieron al castillo, al llegar vieron que el castillo estaba completamente rodeado por los hombres de Ganondorf, había Stalfos, lagartijas guerreras, Zombis y decenas de otras criaturas, el ejercito maligno se acercaba lentamente hacia los jóvenes, en ese momento Impa, Darunia, Nabooru y un gran ejercito de soldados, campesinos, Gorons, Gerudos y Zoras aparecieron y comenzaron a luchar contra las criaturas.

  • Link, princesa, por favor derroten a Ganondorf, nosotros nos encargaremos de ellos. – dijo Impa eliminado a un Stalfo.

  • Link. – dijo Navi apareciendo sobre Link.

  • Navi, ¿Dónde habías estado? – dijo Link.

  • Buscando ayuda. – dijo Navi.

Los dos jóvenes entraron rápidamente al castillo seguidos por el hada.

  • Link protege a la princesa. – pensó Impa al tiempo que destruía a un Zombi.

Los tres corrían por los largos corredores dirigiéndose a la sala del trono en donde debería estar Ganondorf, luego de varios minutos llegaron a la habitación.

  • ¿Es aquí? – dijo Link muy serio.

  • Si. – dijo Zelda muy preocupada.

  • Llego la hora. – dijo Link abriendo la puerta.

La puerta se abrió y los tres entraron en la sala, en el trono se encontraba Ganondorf sonriendo.

  • Vaya, que tenemos aquí, si es el héroe del tiempo y la princesa sin reino que han venido a luchar, que acaso no entienden que soy invencible. – dijo Ganondorf con gran arrogancia.

  • Eso esta por verse. – dijo Link desenvainado la Master Sword.

  • Como quieras. – dijo Ganondorf sacando la Shadow Sword.

  • Link por favor ten cuidado. – dijo Zelda muy preocupada.

Ganondorf y Link comienzan a pelear chocando sus espadas, cada choque entre las espadas mágicas creaba una pequeña explosión de energía, el joven salta y lanza un golpe desde arriba, Ganondorf lo bloquea con su espada y con su mano libre le lanza una esfera de energía oscura a Link mandándolo contra una pared, el joven se levanta con algo de trabajo.

  • Eres un gran guerrero muchachito, pero esta vez yo tengo mucho mas poder que antes y no podrás vencerme. – dijo Ganondorf levantando su espada y lanzándole a Link un rayo con ella.

El joven gira por el suelo esquivando el ataque y se levanta, Zelda y Navi solo podían mirar la pelea rogando por que Link fuera el ganador, Ganondorf se lanza contra el joven para asestarle un golpe con la espada, Link detiene el golpe con su espada y le da un fuerte golpe en el rostro con su mano libre haciendo que Ganondorf retroceda.

Link aprovecha que el villano bajo la guardia y le da una fuerte patada en el pecho, Ganondorf retrocede por el golpe e intenta contraatacar, el joven esquiva el ataque y golpea al villano con la empuñadura de su arma en su rostro, Ganondorf se apoya con su espada en el suelo para no caerse mientras varias gotas de sangre recorrían su rostro.

Ganondorf estallo en furia y comenzó a trasformarse en Ganon (la criatura en la que trasformo al final de THE LEGEND OF ZELDA: OCARINA OF TIME.), Ganon tenia un cuerno mas en su frente y esa era la Shadow Sword que se había fusionado a el, en cada una de sus manos llevaba una gigantesca espada con la que amenazaba al héroe del tiempo.

Link se alejo un poco de la criatura.

  • Link, su cuerno, debes atacar su cuerno. – dijo Navi muy preocupada por el joven.

Ganon ataco a Link pero este dio un gran salto hacia atrás esquivando el golpe, el joven cae en el suelo y corre alrededor del monstruo, Ganon le da un fuerte golpe a Link con su cola y este va a tener contra una columna.

  • ¡Link! – dijeron Zelda y Navi al unísono al ver como el joven se chocaba contra la columna.

Link se levanto apoyando su espalda contra la columna y agarro muy fuerte su espada.

  • Eso es lo mejor que puedes hacer. – dijo Link con gran arrogancia.

Ganon quedo enceguecido por la rabia y se lanzo contra el joven para aplastarlo, Link espero que la criatura estuviera lo suficientemente cerca entonces se lado a un lado y Ganon se estrello con tanta fuerza con la columna que esta se rompió y los pedazos cayeron encima de el.

Ganon salio de entre los escombros y Link aprovecho y se lanzo contra el cortándole el cuerno de un solo movimiento, Ganon lanzo un golpe contra el joven que esquivo el ataque y le clavo la Master Sword en la cabeza al villano eliminándolo de una vez por todas.

El cuerno en el que se había convertido la Shadow Sword volvió a su forma original como espada y comenzó a flotar despidiendo una gran cantidad de energía oscura.

  • ¿Qué ocurre? – dijo Link cubriéndose de la energía.

  • Es la espada, ahora que nadie la controla esta liberando toda su energía, si sigue así destruirá todo Hyrule. – dijo Zelda muy asustada.

  • ¿Cómo la detenemos? – dijo Link.

  • No se puede, la única forma de detenerla seria destruyéndola y lo único que podría destruirla seria la Master Sword, pero la cantidad de energía que rodea la espada no dejaría que nadie se le acerque. – dijo Navi.

  • Tengo que destruirla. – pensó Link muy serio preocupado por Zelda y los demás.

El joven se acerco lentamente a la espada con mucha difilcutad ya que las ondas de energía oscura lo golpeaban con mucha fuerza, finalmente Link llego hasta la espada y reunió toda su energía en la Master Sword, la espada comenzó a brillar con su energía azul y Link dio un gran golpe con su espada rompiendo la espada maligna, la espada se rompió en cientos de pedazos y exploto, una gran explosión destruyo casi todo la sala, Zelda y Navi salieron disparadas por la explosión, inmediatamente después que la espada se destruyo toda la oscuridad en Hyrule desapareció al igual que las criaturas, Impa y todos los guerreros iban a festejar cuando vieron la explosión y además como la Master Sword caía enfrente de ellos.

  • Link, princesa. – pensó Impa muy asustada.

Rápidamente agarro la espada y entro al castillo seguida por su ejercito. Zelda y Navi comenzaron a despertar.

  • Link. – dijo Zelda en cuanto recordó lo sucedido.

La joven princesa entro corriendo a las ruinas de la sala del trono seguida por Navi y comenzaron a buscar a Link, Zelda vio al joven tirado en el suelo boca abajo, rápidamente se acerco a el y dándole vuelta lo acostó sobre sus piernas.

Impa y los demás llegaron y vieron el cuerpo de Ganon sin vida y cuando iban a celebrar vieron a la princesa con Link acostado sobre sus piernas sin moverse.

  • Link, Link por favor despierta, no me dejes sola por favor, no te mueras por favor yo, yo te necesito, no me dejes. – dijo Zelda llorando abrazando muy fuerte al joven.

Impa y los demás veían desconsolados la escena, estaban felices por que Ganondorf había muerto pero también estaban tristes por que un joven había sacrificado su vida para salvarlos a todos.

Zelda lloraba desconsoladamente mientras Navi volaba alrededor de ella.

  • Link. – dijo Navi también llorando.

Zelda acariciaba dulcemente el rostro de Link.

  • ¿Por qué?, cuando por fin encuentro el amor de mi vida esto tiene que pasar. – dijo Zelda muy triste.

  • Princesa. – pensó Impa muy triste.

  • Link, yo te amo y lo seguiré haciendo toda mi vida. – dijo Zelda acercando su rostro al de Link y besándolo.

La mano del joven comenzó a brillar justo en el lugar en donde estaba la trifuerza del coraje. La mano de Zelda en donde estaba la trifuerza de la sabiduría también brillaba al igual que la mano de Ganon en donde estaba la trifuerza del poder.

La Master Sword comenzó a brillar y se le escapo de las manos a Impa y empezó a flotar sobre el cuerpo de Link, la trifuerza que estaba en el cuerpo de Ganon salio de su cuerpo al igual que la de Link y la de Zelda, las tres partes de la trifuerza se unieron sobre la Master Sword formando la trifuerza, el mágico triangulo brillo con una gran luz y se dividió en tres pero esta vez la trifuerza del poder y la del coraje entraron en el cuerpo de Link y Zelda recupero la trifuerza de la sabiduría.

Link empezó a mover una de sus manos y esto hizo que la princesa se lo quedara observando, el joven abrió lentamente los ojos y vio el rostro de Zelda aun cubierto por algunas lágrimas.

  • Hola. – dijo Link con una gran sonrisa.

  • Eres un tonto. – dijo Zelda abrazando con mucha fuerza al joven.

Navi estaba feliz al igual que todos los espectadores que empezaron a gritar y a reírse, Zelda ayudo a Link a levantarse y este tomo la Master Sword que seguía flotando en el aire y la guardo en su funda.

Navi se lanzo contra Link y se hundió en su pecho.

  • Eres un tonto, ¿lo sabias? – dijo Navi muy feliz.

  • Si ya me lo habían dicho antes. – dijo Link mirando a Zelda.

Pasaron varios días y Link se quedo en el castillo recuperándose de sus heridas y era muy bien cuidado por Zelda que no se le despegaba ni un minuto, la noticia de que Ganondorf había sido vencido por Link se esparció por todo Hyrule y todos los Kokiris en especial Saria estaban felices incluyendo a Mido.

Los Gorons, los Zoras y todos los Hylians también estaban felices y rápidamente la paz volvió al reino, todos volvían a sus hogares y continuaban con sus vidas.

El rey volvió al castillo y después de hablar con la princesa y que ella le contara todo lo ocurrido con Ganondorf y con Link fue a la habitación en la que el se estaba quedando y les ordeno a todos que se salieran de la habitación para hablar el solo con el joven.

  • Link. – dijo el rey.

  • Su majestad. – dijo Link levantándose un poco de la cama para reverenciar al rey.

  • No, no te levantes, tienes que descansar. – dijo el rey haciendo que el joven se acostara de nuevo en la cama.

  • Hay algo en lo que le pueda servir. – dijo Link muy respetuosamente.

  • Quiero que me digas que es lo que tú sientes por mi hija. – dijo el rey muy serio.

Link se sonrojo un poco al escuchar la pregunta.

  • ¿Y bien?, estoy esperando la respuesta. – dijo el rey un poco impaciente.

  • Bueno, su majestad yo a su hija, la, la amo. – dijo Link algo apenado y muy nervioso.

  • ¿La amas? – dijo el rey muy serio.

  • Así es, la amo con cada fuerza de mi alma. – dijo Link muy nervioso por la frialdad en la mirada del rey.

  • ¿Estas conciente que lo tuyo con mi hija es imposible? – dijo el rey muy serio.

  • Si. – dijo Link muy triste.

  • ¿Entonces? – dijo el rey.

  • Eso no me importa, yo a su hija la amo y la seguiré amando aunque no podamos estar juntos. – dijo Link muy decidido.

  • En ese caso. – dijo el rey muy serio.

El joven cerró los ojos esperando la reacción del rey.

  • Felicidades. – dijo el rey muy feliz.

  • ¿Qué? – dijo Link muy confundido.

  • Has demostrado un valor inigualable, así que permitiré que mi hija y tu se casen, bienvenido a la familia. – dijo el rey muy animado.

Dos meses después Link y Zelda se casaron y todos estaban invitados a la fiesta, los Kokiris, los Gorons, los Zoras, los Hylians, las Gerudos y cada habitante de Hyrule que había querido ir a la fiesta, todos festejaban la unión de los dos jóvenes que habían logrado vencer al temible Ganondorf.

FIN.