Nueve madurotes, casados y viciosos para mí!
Una fiestecita en un chalet donde yo soy la estrella!!
Hago un paréntesis en mi serie “La nueva vida de un vicioso reprimido” (ya publicados el Prólogo y el Capítulo I, y la sigo cocinando…pronto más capítulos) para volver a la temática gay y contaros una aventurilla que me ocurrió hace ahora algo más de año y medio, antes de la Navidad de 2011. Resulta que tuve que viajar a Madrid un fin de semana a ver a unos amigos y en una sauna pasé un rato muy agradable con un maduro casado, de 52 años, llamado Manolo, grandote, pelado, con perilla y barriquita, y con una muy buena polla que estuvo usando mi culo y mi boca un buen rato. Primero en el jacuzzi, donde le hice un gran mamadón delante de 4 o 5 mirones y luego ya, tranquilamente en una cabina privada, le di un buen repaso a su rabazo, sus huevos y su culo con mi boca, para volver a dejar que me sodomizara hasta preñarme el culo. Echando la lefada en el condón, eso sí. Me habría gustado que me preñara, pero no sabía yo lo que me esperaba dentro de una semana. Yo ya había lefado varias bocas en la sauna esa tarde, así que no necesité correrme con él, ahora quería ser la putita de alguien simplemente.
Tras el magnífico polvo volvimos al jacuzzi a relajarnos y comenzamos a charlar. Resultó que era de la misma ciudad costera que yo y que había ido a Madrid a una feria internacional de no se qué, algo de lo que se dedicaba él, ya no me acuerdo. Charlando, nos dimos cuenta de que nos gustaban las mismas cosas en el sexo: las orgías, algo de popper, algo de coca si había, puros, el sexo con las chicas también (yo soy bisexual y él estaba casado, aunque coincidimos en que muchas veces era mucho más vicioso y morboso con tíos) y se le escapó que tenía un grupo de amigos en nuestra ciudad, maduros y casados como él, con los que todos los domingos se veían, con la excusa de ver el fútbol, en el chalet de uno de ellos y se pegaban unas fiestecillas de padre y muy señor mío. No faltaba nada: ni puros, ni popper, ni alcohol, ni algo de coca si la cosa se terciaba, etc… aunque de vez en cuando ponían un fondo común para comprar un par de gramos. Bueno, miento, sí faltaba alguna cosa, y eran condones: todos habían hecho un juramento de follar con quien sea que conozcan fuera del grupo con condón, pero dentro del grupo no había reglas ni limitaciones: todo a pelo, ya que así, evidentemente, disfrutaban mucho más. Como podréis imaginar, los 9 morbosos maduretes no se reunían todos los domingos, siempre había quien faltaba por compromisos familiares o por mil historias, pero un mínimo de 4 o 5 se veían y daban rienda suelta a sus fantasías: había quien era sólo activo, otros eran sólo pasivos, había versátiles, había menos viciosos y más viciosos. Se mamaban todos a todos, se follaban todos a todos, se lefaban las bocas unos a otros, hacían bukkakes, se follaban todos por turnos a alguno, algunos meaban en la boca de otros…en fin, todo amistad y buenas intenciones jejejeje. Algunos domingos sí que se habían llegado a reunir los 9, aunque no era lo normal. Y bueno, os podéis imaginar las bacanales que se formaban ahí.
En ese momento yo tenía, de nuevo, la polla dura bajo el agua, de escuchar todo lo que me estaba contando…y me dije a mí mismo que tenía que entrar en una de esas orgías, y a ser posible que esa relación con esa gente durara…me lo iba a pasar pipa. Le pregunté si aceptaban jóvenes en esas fiestas.
“Por qué lo preguntas?”
“Siempre he tenido el deseo y la fantasía de ser el objeto sexual, la zorra, de un buen grupo de maduros, que me usen como a una vulgar perra, que mi boca y mi culo les sirvan como orinal además de cómo objetos para dar placer. Me gustaría mucho poder asistir a alguna de vuestras reuniones, Manolo”
“Nunca si quiera nos han ofrecido a ninguno de nosotros algún jovencito para nuestras fiestas. No es lo normal…los jóvenes buscáis más gente de vuestra edad, y por supuesto no sois tan viciosos…pero bueno, parece que he topado con la excepción jajajaja”
Yo también reí, y él continuó: “Déjame hacer una cosa, dame tu teléfono y a mitad de semana te llamaré o te mandaré algún sms confirmándote si te aceptamos o qué. Tenemos un grupo en Facebook y por ahí proponemos las cosas y hacemos las quedadas cada semana. Por mí ya estarías dentro jajaja, y además de la forma que deseas, tienes muchas posibilidades y se me están ocurriendo multitud de cerdadas para hacerte, pero entiende que tiene que querer la mayoría y además lo que tú pretendes, ser nuestro juguete y nuestro esclavo, no es lo que solemos hacer, como mucho hay activos y pasivos, pero vamos, solemos hacer de todo con todos, no sé si les agradará tu idea. De todas formas, intentaría que vinieras a la fiesta como uno más en caso de que no quieran que seas sumiso de todos, vale? Y, por cierto, si vienes, trae una analítica de la semana que viene, búscate la vida, pero todo lo hacemos a pelo, nos gusta así, entendido?
“No hay problema. Bueno pues muchas gracias tío y te tomo la palabra, estaré pendiente del teléfono. Me gustaría mucho asistir como uno más, pero vamos, sería una pasada ser la zorra de todos. Podría vestirme de zorrita (ver mi relato Un fin de semana con Jordi en Barcelona, la parte del bar) o ir normal, en fin, ya me decís si soy aceptado y tal.
“Muy bien, confía en mí, tanto si sí como si no, contactaré contigo, no te dejaré tirado”
Salimos del jacuzzi para ya irnos, yo para casa de mis amigos y él para su hotel. La semana siguiente ya estaba de vuelta en casa y no me centraba en el trabajo para nada. Estaba totalmente pendiente del teléfono. El jueves por la tarde, ansioso, maldiciendo a Manolo y casi dando por perdida la opción de la fiestecilla del domingo, decidí salir a correr por los alrededores de casa, donde hay un parque que la gente utiliza para hacer deporte. Y al volver, ooohh!!! “3 nuevos mensajes de Manolo”. Decidí no ponerme nervioso y ducharme, ya vería los mensajes después…
Desnudo y empalmadísimo salí de la ducha por lo cachondo que me había puesto, y mientras me secaba, abrí el mensaje: “nene te espero el domingo a las 16:30 de la tarde en la puerta del bar XXXX en la plaza XXXXXX. Mis amigos han aceptado tu propuesta, no sabía que les fuera a dar tanto morbo, creo que ya han confirmado todos. Quieren que seas nuestra zorrita. No vengas vestido de putita, eso han dicho que si les gustas será otro día, de momento quieren ver lo cerdo que eres y cuanto placer les das. Pero ven bien limpito y con el culo por dentro también impoluto, entendido? Lo vamos a pasar de puta madre. Así quedamos. Cualquier cosa me llamas”
No pude por menos que sentarme en el sofá y terminarme la paja que había empezado en la ducha. Iba a ser lo que siempre había deseado ser: la guarra privada de un grupo de casados viciosos a los que sus mujeres no les dan lo que quieren y lo buscan fuera, con tíos…iban a hacer conmigo todo lo que no sus esposas no se dejaban hacer…
El fin de semana lo pasé en casa a excepción del viernes que salí a tomar unas cervezas y el sábado que comí con unos amigos. Pero no paré de pensar en todo el finde en la orgía del domingo. Al fin, comí pronto el domingo para tener tiempo de arreglarme como debía. Me duché, afeité, depilé mi culito peludito, me lavé bien la boca y me puse un enema en el culo durante un buen rato para que estuviera bien limpito y a las 4 salí de casa. Cogí el metro y a las 16:25 estaba apoyado en la calle, en la puerta del bar que Manolo me había dicho. No tardó en llegar un Seat Ibiza rojo, paró delante del bar, tocó el claxon, salió Manolo del coche y me hizo una señal para que me acercara y entrara. Una vez dentro, le di un morreo de campeonato agradeciéndole el detalle de la fiesta que me había organizao.
“Listo para una fiesta inolvidable??” me preguntó
“No puedo esperar…si quieres te la puedo ir chupando de camino” le contesté
“Jajajaja, muy bien, pero tranquilo, no me correr todavía, están todos esperando allí ya. Te van a doler la boca y el culo de tanto usarlos”
Así que para allá que nos fuimos, con mi cabeza entre sus piernas mordiéndole la polla de lo cachondo que iba mientras él conducía. Tras sólo un cuarto de hora de viaje gracias al poco tráfico de la ciudad en domingo, llegamos a un chalet alejado de todo. Parecía moderno por fuera, con una piscina mona y un buen trozo de césped rodeándola. Tocamos al telefonillo, nos abrieron la verja y una vez en la puerta de la casa volvimos a tocar al timbre y salió a recibirnos un hombre de más o menos la edad de Manolo diría yo, totalmente desnudo gracias a lo alta que estaba la calefacción dentro (no olvidemos que era casi Navidad) con el pelo blanco, gafas, barrigón y sosteniendo un puro a medio fumar en la misma mano que sostenía un vaso con whisky y hielo.
“Éste es Ramón, el dueño de la casa” habló Manolo
“Hola, qué tal? Encantado de conocerte Germán, Manolo nos ha dado el coñazo que no veas contigo esta semana y ya teníamos unas ganas tremendas de verte aquí” dijo mientras me daba la mano. Pude apreciar su olor a alcohol y puro habano en él gracias a lo cerca que nos encontrábamos el uno del otro.
“Bueno, yo también se lo he dado un poco a Manolo jajajaja. Tenía muchas ganas de venir. Muchas gracias a vosotros por aceptarme” le contesté plantándole un morreo tan morboso como el que le había dado a Manolo en el coche mientras le sobé la polla, no muy grande pero gruesecita.
“Jajaja, cómo viene el niñato eh Manolo? Desnudaros y dejadlo todo donde siempre Manolo, y nada no hay más que hablar, pasad al fondo que están todos esperando”
Nos quitamos la ropa y la dejamos en un cuartito junto a la puerta donde todos habían dejado sus pertenencias y pasamos los tres (yo primero, Manolo detrás y el anfitrión de la fiesta el último) al salón principal, el cual estaba al fondo del pasillo de la entrada. Lo que vi en el salón no tenía parangón, sin duda iba a ser una gran fiesta. Todos me jalearon al entrar…”uuuuuh, ya está aquí la zorrita!” dijo uno…”por fin, mira cómo me tienes guarra” dijo otro cogiéndose el rabo”…”qué bien nos lo vamos a pasar hoy” oí cómo comentaban dos mientras me miraban…Todos completamente desnudos y en una edad y forma física acorde a lo que yo buscaba (cincuentones y barrigones con mucho vicio) algunos fumando puros, otros cigarrillos, otros bebiendo…alguno pajeaba a otro con tranquilidad, sin prisa, se ve que no querían gastar energías, yo era el protagonista ese día…
Había cuatro grandes sofás con capacidad para 2-3 personas cada uno. Todos cubiertos con sábanas (supongo que para no manchar con las corridas), formaban un cuadrado, y en el centro del cuadrado, rodeados por los sofás, había un par de colchones (me imagino que king size de éstos super grandes). Detrás de los sofás, al lado de la puerta del salón, había una mesa con una gran bandeja, y en la bandeja había una cara de buenos puros habanos, 4 o 5 botes de popper y varias botellas de licores con varias latas de coca-cola, fanta y tónica.
“Sírvete lo que quieras nene y ven para acá” me dijo Ramón mientras se alejaba hacia la zona de los sofás a sentarse y conversar con Manolo, el cual ya estaba hablando con otro.
Hicieron como si no existiese, así que obedecí, no iba a desperdiciar tales manjares. Me puse un ron con limón cortito (necesitaba ir bebiendo algo fresquito y dulzón mientras mamaba tanta polla madura), me encendí un delicioso habano y, con el puro en la boca y la copa en la mano, cogí con la otra mano un bote de popper, dirigiéndome hacia la zona de los sofás
“Bueno, chicos, muchas gracias por aceptarme. Intentaré hacer que os lo paséis todos de puta madre conmigo esta tarde aquí, soy más puta que las gallinas y no me canso de recibir órdenes y humillaciones, espero vuestras órdenes” dije mientras daba una buena calada a mi recién encendido puro y observaba el anillo de casado en el dedo anular de todos ellos…ufff qué morbazo por dios.
“Joder con la zorrita” dijo uno de ellos. “Bueno, primero nos vamos presentando” Cada uno me dijo su nombre y me acerqué para plantarle un morreo mientras dejaba que todos me sobaran el culo como a una buena zorrita sumisa y obediente. Perdonad que no os diga los nombres ni las descripciones detalladas de cada uno de ellos, pero no creo que sea relevante, no? Eran unos maduros cabrones, grandullones la mayoría casados y viciosos, esperando hacer uso de una zorrita joven como yo. ¿Hace falta ser más descriptivo en esta parte? Yo creo que no. Y que me disculpen los que crean que sí…
El último que se me presentó fue el que me obligó a arrodillarme: “bueno nene, vamos a dejarnos de tonterías, dame el popper-me lo quitó de las manos y empezó a esnifar- y arrodíllate que te vamos a ir pasando todas las pollas por la boca a ver qué tal la mamas, que Manolo nos dijo que eras todo un experto, espero que tengas razón, si no te vamos a dar unas buenas hostias jajajaj”
Me obligó a arrodillarme y así estuve yo creo que casi una hora, fumando mi puro, bebiendo mi cubata y pasándome unos a otros para que todos probaran mi boca...algunos tenían pollas muy pequeñas, otros pequeñas, otros normales y otros auténticos pollones…pero yo estaba allí para servirles a todos…todos me miraban con desprecio, como se mira a una zorra, mientras fumaban y bebían y me follaban la boca con sus rabos, forzándome, ahogándome, pasándome al de al lado…a veces los hilillos de baba que dejaba en una polla tocaban la polla siguiente…un par de veces estuve a punto de vomitar, especialmente cuando me comía los pollones (el de Manolo incluido) pero me comporté y no les agué la fiesta.
Mientras iba mamando pollas y pollas, al que se la mamaba u otro me sobaban el culo, me lo azotaban, me metían dedos, alguno se levantaba para obligarme a abrirme de piernas y meter su lengua en su ojete, follándome con los puros, tirándome el humo de los puros al agujerito del culo para luego escupir y seguir chupándomelo…me encantaba. Me encanta que me den placer en el culo y no sólo con pollas, también con lenguas. También me lo dejaron rojo los cabrones de tantos azotes sin miramientos que me dieron. Alternaba mamadas con escupitajos en los huevos para dejárselos bien ensalivados también, metiéndome uno tras otro a la boca o los dos a la vez, según me ordenaban…
Sólo uno consiguió correrse con esa larga ronda de mamadas con la que les obsequié el tiempo que quisieron, pero fue el que tenía la polla pequeñita, así que con un par de buenas jaladas que le metí, un par de caladas a mi puro tirándole el humo al capullo y un par de deditos que le metí por el culo mientras le comía los huevos, descargó en mi boquita. Para ser pequeña tenía una buena carga de lefa. La disfruté y le miré relamiéndome antes de enseñarle cómo me la tragaba…
Mientras me relamía mirando a los ojos a ese casado otro vino por detrás (creo que el que me obligó a mamársela al principio), me cogió del pelo como se coge a cualquier puta inútil y me llevó hacia donde estaba sentado: “bien nene, has pasado con nota la prueba de las mamadas, a ver si ahora también apruebas la de comer ojete”. Todos se descojonaron. El que me lo dijo se puso el puro en la boca, levantó las piernas hasta mostrarme un ojete peludo delante, el cual me lancé a chupar y darle placer. Estuve otro buen rato (casi diría más rato del que estuve chupando rabos) sirviendo a todos mis amos con mi lengua en sus culos, de la misma manera que antes: cuando uno se cansaba me pasaba al siguiente. Me obligaban a escupir en sus ojetes antes de chupar, y alguno que otro me dio su puro para que se lo metiera por el culo, obligándome a fumar después y devolvérselo antes de hundir mi cabeza entre sus nalgas. Alguno también me cogía del pelo, ponía su cara cerca de la mía y escupía en mi boca, para obligarme después a escupir su propio escupitajo dentro de mi boca en su culo…eso me puso cachondísimo y empecé a pajearme…”las zorras no disfrutan; las zorras obedecen” dijo el de su izquierda pegándome un manotazo para quitarme la mano de la polla mientras el de la derecha me cogía de la nuca y me obligaba a hundir más la lengua en el ojete de su amigo.
Cuando el de siempre (el que había llevado la voz cantante toda la tarde) consideró que ya era bastante, me ordenó ponerme, en el centro de los dos colchones rodeados por los sofás y todos los demás hombres, a cuatro patas con el culo mirando para el cielo, y no sin antes obligarme a chupársela un poco pues se le había quedado algo flácida de las lamidas de culo (como a todos), ensartó su polla sin miramientos ni lubricantes ni ostias. Me folló bien follado, para sacarla de vez en cuando y fardar ante sus amigos…”mirad, la zorrita ha hecho los deberes, está bien limpita por dentro, qué lástima, de eso se va a librar, no nos va a tener que limpiar las pollas llenas de mierda después…jajajajaj”
Todos se descojonaron, incluido yo, cosa por la cual me reprendió: “tu calla zorra” plas, plas, plas! Tres azotes seguidos en mi culo me hicieron comprender que yo estaba ahí para lo que estaba, para obedecer y no para disfrutar pero, aunque ellos no lo supieran, estaba disfrutando como un niño con juguetes nuevos…
La tónica de esa parte de la fiesta fue una muy simple pero morbosa: mientras tenía mi culo ocupado con una polla, el siguiente en follarme tenía que esperar con su polla en la boca, de modo que cuando me follaban estaban todos listos con sus rabos mirando al cielo. Insultándome, pegándome, zarandeándome, pellizcándome los pezones…alguno me pedía que le lamiera los pezones, que le ponía mucho, en vez de la polla antes de follarme, así que yo obedecía sin rechistar…otros me ponían el culo ya que les había encantado como se lo había chupado, y mientras yo se lo chupaba ellos se pajeaban para ponérsela dura para cuando el anterior me preñara ocupar su lugar… pasaron todos por mi culo, algunos más tiempo, otros menos…pero todos coincidían en que “este culo es una maravilla Ramón, creo que ya va siendo hora de incluir a algún joven en nuestras reuniones, y este por mí es perfecto” le dijo más de uno al anfitrión. Ramón vi como brindaba con los que se lo decían mientras fumaba un puro y se morreaba con Manolo. La fiesta estaba siendo un éxito y tenía muchas papeletas para volver…
Total, que tuve 8 lefadas (bueno, 8 y media contando el que se había corrido con las mamadas, que se volvió a correr dándome por culo) mezcladas en mi culo peludo de zorra. Algunas muy abundantes (verdaderas cataratas ardiendo es lo que sentí en mi culo ) y otras más discretitas, pero daba igual, mi culo era sólo el recipiente donde esos cabrones derramaban su placer… Tenía la boca seca de tanto fumar y chupar (el cubata hacía tiempo que me lo había terminado y estaba demasiado ocupado en ponerme otro) y los ojos llorosos de tanto ahogarme mamando polla huevos y culos. Todos me aplaudieron por aguantar, habían sido algo más de 3 horas de intenso vicio y morbo. Pero Manolo tenía la sorpresa final: “Bueno nene, vamos a hacerte lo que me faltó hacerte en Madrid el fin de semana pasado. Te quise mear pero no surgió, pero ahora te vamos a mear todos. Vamos a la bañera” Me obligaron a ir al baño, el cual estaba en el piso de arriba, gateando, azotándome, insultándome, escupiéndome por la cara, dentro de la boca y por la espalda, dándome patazos en el culo, retorciéndome los pezones…
Al llegar al baño, me obligaron a tumbarme boca arriba…”si no quieres tragar cierra la boca. Si no la cierras somos muy cabrones y vamos a apuntar a la boca jajaja” me dijo Ramón. No me llamaba nada la atención tragar meados, pero que me ducharan con sus meos sí, mucho, quería sentirme sucio…de modo que se pusieron en fila de dos como en el colegio jajajaja, y fueron descargando sus meos por todo mi cuerpo, muslos, polla y pecho principalmente, aunque alguno que otro me lo tiró a la cara, sólo para descojonarse tras ver mi cara de enfado, pero no podía hacer nada… Cuando solo quedó Manolo por mearme, todos se fueron para abajo congratulándose y comentando la jugada, querían relajarse ahora fumando y tomando una copa.
“Yo quiero hacerte especial” me dijo Manolo
“Sólo pide por esa boquita, por la tarde que gracias a ti he pasado hago lo que sea”
“Ponte a cuatro patas y ábrete las nalgas con las manos”
Dicho y hecho. Me coloqué en la bañera, como pude por la incomodidad del lugar, y pronto tuvo Manolo la visión de mi culo, totalmente abierto, enrojecido y dilatadísimo por las folladas, delante de él. Y cuando me quise dar cuenta sentí el sonido de orinar, y el calor de su orina, penetrándome. El cabrón me estaba follando con sus meos!!
Fue original y morboso más que disfrutable la verdad, pero yo estaba ahí para lo que fuese, y pasado el tiempo lo pienso ahora y creo que me gustó y bastante…Me lo agradeció, me dio un buen morreo sin importar que estuviera pringado de meos por toda la cara y me dijo que me duchara y me relajase, que estábamos abajo esperándole
Pasada casi una media hora, volví abajo totalmente relajado y limpio tras una larga, reconfortante y reparada ducha, oliendo bien y totalmente satisfecho jeejej. Todos volvieron a aplaudirme de nuevo cuando me vieron entrar por el salón. Hice un gesto como de reverencia sonriendo para darles las gracias. Me encendí otro puro y me puse otra copa y me senté con ellos ya a charlar distendidamente y a comentar todo lo que había dado de sí la tarde. Eran ya casi las 10 de la noche pero hasta las 12 teníamos tiempo.
“Bueno, si alguien quiere algo más, mi culo ya está con el candado hasta la próxima pero mi boca está disponible cariñitos míos jajaja” dije con voz melosa mientras sostenía el puro en la boca
El resultado fue que aún hice un par de mamadones más a dos de ellos (uno de ellos pollón, mmmm, el otro normalito pero morboso) los cuales no se habían pajeado en varios días y una corrida les había sabido a poco. Pero ya fueron mamadas bien hechas, sin guarreo de por medio, tomándome mi tiempo y dejándome ellos que me tomara mi tiempo “para que disfrutes” según uno de ellos. Se ve que no tenían ni idea de lo que antes había disfrutado…jajaja. Evidentemente las corridas fueron a parar a mi boca, las cuales tragué gustosamente.
Tras estas dos mamadas, intervino Ramón, el anfitrión: “Bueno, este chico se merece también correrse no? Nos ha dado placer toda la tarde y no ha podido correrse, tiene que tener los huevos cargadísimos. Joaquín, encárgate tú, anda” Todos jalearon al tal Joaquín, el cual curiosamente era el que me había ordenado las cosas toda la tarde y que, por lo visto, era célebre entre ellos por la calidad de sus comidas de rabo…y joder, cómo la comía! Creo que nunca nadie me la había comido así. Intentaba disfrutar de la mamada mientras me relajaba fumando mi puro y tomando mi cubata, pero no fue posible…las ganas que le ponía y lo bien que succionaba el muy hijo de puta hicieron que me corriese en menos de 5 minutos, descargando una gran cantidad de leche en la boca del tal Joaquín, quien ahora, contrariamente a cómo se comportaba antes, era una zorrita complaciente. Se levantó y se ofreció a compartir mi lefada plantándome un morreo con lengua, el cual acepté, ante el aplauso de todos…
Después todos seguimos charlando ya distendidamente otro buen rato, fumando puros y bebiendo, y bueno, quedó claro que yo era el miembro número 10 de ese pequeño grupo de élite del sexo gay jajajaja. Me hicieron prometer que, a partir de ahora, con cualquier otra persona, ya sea hombre o mujer, sólo follaría con condón. El sexo a pelo quedaba relegado a estas reuniones y que si conocía a alguien para salirme del grupo e iniciar una relación, digamos, duradera con esa persona, tendría que decirlo y ya está, sin problemas.
Y bueno, hasta aquí lo que pasó esa tarde. He ido a más reuniones de este grupo, aunque he supuesto que quizás la más morbosa fue mi primera, por eso la he narrado.
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