Nuevas sensaciones (7)

Despues de un tiempo vuelvo a continuar la historia, esta vez publicaré con mas continuidad.

Capitulo VII

Alejandro: ¿te sientes bien?, ¿estas cómodo conmigo?

Antonio: si, el problema no es ese.

Alejandro: entonces, ¿Cuál es el problema?

Antonio: es que… lo que pasó ayer…no sé

Alejandro: si, lo de ayer fue fuerte. Te pido disculpas por lo de mis amigos, ellos no debieron forzarte a tener casi sexo con ellos.

Antonio: bueno si, pero es que yo

Alejandro: escúchame, ya tienes media hora aquí y no me has dicho qué te pasa, tú viniste a mi casa por algo, dime qué haces aquí.

Antonio: es que si David no hubiera intervenido

Alejandro: ya que estas titubeando, yo te voy a decir lo que pienso a ver si acierto.

Antonio: esta bien.

Alejandro: sé que tienes una familia fuerte y que te tienen reprimido, quizás por eso te cohíbes un poco. Eso no es malo, lo que está mal y es lo que te tiene tan confundido es reprimir tus sentimientos. Te digo sinceramente, tengo tiempo tratando con homosexuales y sé quienes son solo por la mirada, y te digo que tú eres gay.

Antonio: no soy gay.

Alejandro: no lo niegues mas, se siente que te gustan los hombres, sino no estuvieras aquí deseando que culmine con lo que empezó ayer.

Antonio: yo estoy aquí porque…bueno no sé que hago aquí.

Alejandro: estas aquí buscando respuestas, tú quieres saber a qué se deben esas maripositas en el estomago cuando ves a un hombre cerca. ¿Quieres saber por qué ayer estuviste a solo un instante de ser penetrado y no hiciste nada?

Antonio: si.

Alejandro: eres gay, no lo puedes negar, solo date cuenta de cómo me estas mirando, estas que saltas para quitarme la ropa.

Antonio: bueno, está bien. Yo vine a saber que se siente ser penetrado, no aguanto más este calor que siento cuando me tocan.

Alejandro: ¿estas seguro de lo que pides?

Antonio: si, solo no le cuentes a nadie, si David se entera me deja de hablar.

Alejandro: tranquilo, que si él se entera será por ti.

Alejandro se levantó del mueble y se dirigió hacia Antonio que solo cerró los ojos. Lo llevó de la mano hasta la habitación donde se acostaron los dos en la cama y entre besos y acaricias Alejandro fue desnudando poco a poco a Antonio hasta que este quedó sin ropa, absolutamente nada.

Alejandro: eres un chico demasiado rico, me encanta tu culo suave, tienes unos buenos muslos, solo cálmate que yo haré el resto y sé que te va a gustar.

Alejandro se desnudó rápidamente, colocó a Antonio boca abajo y le levantó un poco las caderas, dejando la entrada de aquel culo suave ante si, empezó lamiendo lentamente, mojando todo el agujero con su saliva, Antonio disfrutaba tanto que lentamente iba abriendo cada vez sus piernas y dejando ver cuán grande se iba haciendo aquella entrada al placer.

Antonio respiró hondo cuando sintió que aquel miembro grueso estaba intentando entrar en él, al tercer intento la muralla se quebró y el pene de Alejandro penetró hasta lo más profundo de un Antonio que aguantó con valentía un grito de dolor. Un instante de descanso, y un rápido mete y saca comenzó a hacer vibrar aquellas suaves nalgas. Alejandro atacaba con furia, sus bolas golpeaban con fuerza en el culo de Antonio quien se aferraba a las sabanas. Y de repente entre el jadeo de la situación, se escuchó la voz de Antonio pidiendo más y más.

Alejandro se detuvo al escuchar esta petición, desde hacía un tiempo no se encontraba con alguien que le pidiera mas y mas, lo común en la primera vez es que quedaran extasiados y con el culo roto, pero este Antonio si que era un marico con todas sus letras, realmente su vida estaba hecha para ser cogido durante toda su existencia. No le quedó más remedio que acceder a la petición, y colocando a Antonio en cuatro patas, comenzó a penetrar lo más rápido que podía, lastimándose inclusive el pene ante la brusquedad que le ponía.

Ante esta rapidez no tardó mucho para que Alejandro se viniese dentro de Antonio quien disfrutó sentir como se llenaba de aquel líquido caliente. Alejandro cayó a un lado de la cama exhausto, bañado en sudor, mientras que Antonio se repuso y comenzó a recoger el semen que le salía de su culo para después tragárselo.

Alejandro: vaya, realmente te gustó ser penetrado

Antonio: me fascinó, fue como me lo imaginaba, gracias por darme la iniciación, creo que ahora si puedo hacerlo con todos los demás.

Alejandro: si, yo les contaré a los muchachos y pronto ellos lo harán contigo si eso es lo que quieres.

Antonio: ¿pronto?, aún es temprano, yo mismo los voy a llamar ahorita para que tengamos una orgía como la que tenían ayer.

Alejandro: oye, cálmate, el mundo no se va a acabar hoy, luego planificamos todo para tener una orgía, pero hoy no se puede porque mis padres llegan como en dos horas.

Antonio: está bien, entonces quiero aprovechar esas dos horas para que me penetres todas las veces que puedas.

Y así fue, un agotado Alejandro terminó el día tirado en su cama tras acabar 5 veces dentro de un Antonio que liberó su gay interno desatando una necesidad de penes insaciable. Ante la soledad de la noche, estos dos personajes se dieron cuenta que esta iniciación cambió radicalmente su forma de ver el mundo, uno encontró el placer y el otro inició un cambio que repercutiría en su vida y en la del clan.