Nuevas sensaciones (5)
David y Antonio unen fuerzas para hacer frente al clan.
Capitulo V
Llevaba varias semanas evitando al clan. Llegaba justo a la hora de las clases y salía sin mediar palabra cuando estas terminaban. En los recesos, David buscaba cualquier excusa para estar con los profesores, alguna actividad, alguna duda era suficiente para poner un cerco a su alrededor y evitar cualquier acercamiento de Alejandro o los otros. Sin embargo, esta situación ya lo tenía cansado, se sentía como una vulgar presa ante el acecho de unos depredadores que no dejarían de perseguirlo hasta lograr su objetivo.
Sentado en el salón, viendo una clase aburrida de matemáticas, David empezó a pasear su mirada por sus compañeros, todos habían estado con Alejandro (como mínimo), solo Antonio, Miguel y él se mantenían vírgenes. La mejor forma de evitar cualquier acecho es unirse con sus semejantes heterosexuales o por lo menos formar un frente de resistencia ante el acoso. Así que en la salida, David invitó a su casa a Antonio para hablar sobre el asunto, él también estaba interesado en la idea.
Al entrar en el cuarto, era normal que David sintiera un poco de temor por lo que había pasado la ultima vez con Manuel, y si Antonio también empieza a seducirlo aprovechando que no había nadie en la casa, y si ya lo habían iniciado y aceptó venir hasta su casa solo para ver la manera de cómo convencerlo para que diera su virgo. Por eso, David mantuvo distancia; él se sentó en la silla de la computadora y Antonio en la cama. Para caer en el tema, los dos dudaron un poco, estaban nerviosos por la forma en cómo reaccionaria el otro, pero al comenzar a hablar del clan, los dos coincidieron en que se sentían acosados por Alejandro y los demás. También quedó claro que los dos eran vírgenes, y no tenían intención aparente de dejar de serlo, por lo que la idea original de formar un frente de resistencia podía llevarse a feliz termino, solo faltaba hablar con Miguel para así estar unidos los tres vírgenes del salón. Lo llamaron al celular más no contestó, lo intentaron unas tres veces pero no dieron con él.
Esperaron unos quince minutos para volver a llamarlo, durante ese tiempo conversaron sobre los distintos acosos que habían sufrido en las últimas semanas. A Antonio lo habían acosado más, incluso un encuentro cercano con Alejandro en el baño del liceo, en donde lo emboscó en un mediodía y cerró la puerta para quedarse los dos solos ahí dentro. Lo que sucedió después lo relató Antonio con un poco de ambigüedad y se notaba que obviaba ciertos detalles, sin embargo entre lo que contó estaba el hecho de que las manos lujuriosas de Alejandro habían estado jugueteando un buen rato tanto con su rostro como con su cuello, Antonio se había dejado llevar por un momento de debilidad pero no dejó que pasara nada mas (según lo que contó). Ante esta revelación, no faltó la pregunta de David: ¿qué sentiste?, Antonio lo pensó y respondió con un no sé, que se sintió bien por un momento pero que recordó que quien lo tocaba era un hombre y por eso desistió de ese placer.
¿Placer?, sin dudas, Antonio estaba dando muestras de flaqueza ante el acoso constante, sin embargo él también sintió algo parecido cuando tuvo ese encuentro con Manuel en esa cama donde ahora está sentado Antonio, sin querer y quizás por el recuerdo de aquella situación bajo un poco la mirada y observó la entrepierna de Antonio, se marcaba un bulto debajo del pantalón de liceo, su corazón se aceleró y Antonio se percató de lo que pasaba: ¿y si probáramos a ver si nos gusta estar con un hombre?
David: ni loco lo intentaría.
Antonio: yo tampoco, pero con lo que ha pasado he sentido cierta curiosidad, además tú también lo has sentido porque me estabas mirando la entrepierna.
David: no te niego que he sentido esa curiosidad pero de ahí a hacerlo hay mucho trecho.
Antonio: y si nosotros probáramos un poco aquí entre tu y yo nada mas, solo para ver si nos interesa los hombres o no.
David: no entiendo tu proposición.
Antonio: yo tengo curiosidad de ver a otro muchacho de mi edad desnudo, para comparar cuerpo y eso.
David: bueno, yo ya vi a Manuel desnudo.
Antonio: ¿y te gustó?
David: cambiemos de tema por favor.
Antonio: algo me dice que si te gustó, te recomiendo que seas sincero contigo mismo, de repente le estas huyendo a algo que realmente quieres.
David: no lo creo, yo sé lo que quiero y lo que no quiero, y que me cojan es algo que no quiero.
Antonio: yo si soy sincero conmigo, y sé que me gustó que me tocaran, además te puedo decir que eres muy lindo y me gustaría verte desnudo para admirarte en toda tu dimensión, pero hasta ahí.
David: bueno tú también eres muy guapo, pero no sé que
Las palabras sobraron, las miradas de los jóvenes se conectaron en el deseo de verse desnudos, quizás en un principio por curiosidad. Temblorosos se empezaron a quitarse la ropa, lentamente iban quedando esparcidos las camisas y los pantalones por el piso de la habitación. Se detuvieron un instante, estaban los dos en bóxers, solo faltaba un paso para ver lo que tanto querían ver, se deleitaron un poco viendo sus piernas blancas y sin vellos, un pecho sudoroso con unas tetillas rosaditas. Iban a dar el paso definitivo, un tirón y dejarían al descubierto sus sexos que estaban que explotaban dentro de aquella prisión. Solo el sonar del celular de David interrumpió la escena. Era Miguel, se escuchaba algo cansado como si estuviera corriendo, solo dijo que se acercara a la casa de Alejandro para dejar en claro de una vez por todas esta situación.
Era el momento, Miguel también pensaba como ellos y por fin iban a hacerles frente al clan. Se miraron como lamentando lo que no pasó. Se vistieron y salieron a enfrentar a Alejandro. En 10 minutos estaban tocando la puerta de su casa, abrió Alejandro, estaba solo en pantalones, sonrió y los invitó a pasar. Cuando David iba a enfrentar a Alejandro y a decirle que tanto él, como Miguel y Antonio no estaban dispuestos a dejarse coger, se encontraron de frente con una orgia descomunal.