Nuevas Perspectivas (9)
Continuacion de una historia, sobre la vida emocional de un joven adolescente. Quien sigue enamorado de su mejor amigo, aunque no lo admita. Reviven de nuevo los relatos despues de casi 5 años de ausencia.
En primera estancia, quisiera pedir mil disculpas por mi extensa (Demasiado) ausencia. Estamos hablando de prácticamente 5 años… wow… increíble.
No puedo así sin mas, empezar a relatar sin antes dirigir a mis nuevos lectores (que muy probablemente no sepan de mis relatos) a leer mis relatos previos. De forma que puedan comprender esta nueva serie de relatos. Y si por casualidad hubiesen lectores que ya me habían conocido o al menos se acuerden, quisiera pedirles nuevamente disculpas.
Tuve incluso que leer de nuevo mi ultimo relato para saber donde había quedado. Hasta eso, ni me acordaba que había sido lo ultimo que había escrito. Puta mente, pero bueno… ahora si.
Debo decir que muchísimo ha transcurrido en estos años, incluso a muchos de los que siguen mis relatos, les sorprenderá.
Muchas cosas pasaban por mi mente después de lo acontecido en mi casa con Kiwi. Los días transcurrieron y por alguna razón lo único que sobresalía de mis pensamientos era… “que bonita sonrisa la de este cabrón”. Esto sumado a una mezcla extraña de sentimientos de culpa, felicidad, frustración… etc.
Incluso, en mis salidas con Mau. Mi mente estaba en otro planeta, me veía constantemente distraído y en veces pensativo. Esto conllevo a un par de discusiones que tuve con Mau, porque alegaba que ya parecía no prestarle atención. Aun incluso en nuestras noches juntos a solas, no podía concentrarme.
No me malinterpreten, yo amaba a Mau. El nunca me dio una razón de no quererlo o rechazarlo. Todo lo contrario, cualquier persona mataría por tener a alguien tan especial como el. Me sentía orgulloso de tenerlo como novio. Pero quizá lo que mas me invadía era la vergüenza, saber que aun teniendo a alguien así… tuve el descaro de serle infiel. No me sentía orgulloso, yo no soy así.
Tan reservado estaba yo en mi mundo, que por alguna razón deje pasar los días sin darme cuenta que Kiwi se había ido del país y el bastardo nunca me llamo ni se comunico conmigo de ninguna forma. De inmediato me dio rabia (típica rabia bipolar) y solo pensaba en que seguramente se había arrepentido de lo que había pasado (de nuevo). En fin, me hice todo un drama en mi mente a raíz de eso. Y lo peor, es que soy de esos que cuando esta enojado no lo puede disimular.
Ese mismo día, Mau me invito a salir a comer. Fuimos de lo mas tranquilos (aunque por dentro yo estaba ideando ya mil y un escenarios de cómo seria la discusión con Kiwi apenas tuviera la oportunidad), ya sentados comenzamos a conversar normalmente. El me hablaba de su trabajo y yo guardaba silencio mientras lo oía. En eso, no se que fue lo que dijo sobre un cliente que no lo llamo por no se que razón. Y eso de alguna forma me dio pie a medio desahogarme. Fue así como:
“Es que hay gente que verdaderamente es una mierda, como es posible que vean llamar a alguien como una tarea difícil? O sea, que putas? Malditos infelices… Y uno aquí esperando como idiota, porque esa es la verdad, uno es un idiota en pensar que uno le importa un carajo a los demás”
“Ray… y eso?”
“No nada, decía no mas…” (mierda!! Decía yo por dentro)
- “Mira, soy de todo menos tonto. Y te conozco lo suficiente como para saber que algo te molesta. Que paso?”
- “No te preocupes, en serio. No tuve una buena semana que digamos. Ya sabes, putadas mías. Nada importante”
- “Insisto, que eres pésimo mentiroso. “
- “Podríamos hablar de esto después? En serio no quiero tocar el tema. Al menos no ahorita.”
- “Conste”
Ya eso, sin querer había sembrado la semilla de que había surgido un problema serio. Lo suficientemente serio como para no compartirlo con mi novio. Cosa extraña en mi, dado que siempre le contaba todo. Pero ahora, a sus ojos… tenia un secreto que parecía ser mas importante que el. Oh por Dios! Pensé… no puede ser.
El resto del día no paso nada extraordinario. Solo que si podía notar que estaba medio molesto conmigo por lo sucedido. Me dejo en la casa y me metí. No me quiso hablar casi como por 4 días. Ahora ya no solo me daba cólera que Kiwi no me hubiera llamado, ahora se sumaba a la lista que gracias a el mi relación con Mau se veía afectada. Porque todo tiene que ser tan complicado? Un poquito de simpleza me hubiera caído de lujo. Pero noooo, paseémonos por la vida amargándonos la existencia como lo mas normal del mundo. (Aplausos)
Ya había pasado semana y media que Kiwi se había ido. Y justo cuando pensé que las cosas ya estaban cobrando sentido y que finalmente las piezas vuelven a encajar. Eran las 12 de la noche, cuando en eso suena mi celular. Veo la pantalla, y un numero así solo podía ser internacional. Contesto… era Kiwi. (El tiene la costumbre de aparecer en el peor momento o mínimo cuando menos te lo esperas)
Me emocione un poco al oír su voz, aunque por otro lado sentí coraje porque no me había llamado. Lo primero que le dije fue:
- “Hasta que te dio la gana de llamar… “
- “No es lo que crees rubio…”
- “No me vengas con eso de rubio, eres probablemente el ser mas insensible que he conocido en mi vida”
- “Rubio, en serio… yo sabia que te ibas a enojar. Pero te hubieras puesto peor de saber por lo que estaba pasando en estos días.”
- “Como putas iba a ponerme peor? Que es eso tan importante que te abstuvo de llamarme? Que te cogiste a una de tus zorras, eso es?”
- “No, nada de eso. Además, de haber sido así… por que tan celoso?”
- “Yo?!! Celoso!!?? Jamás… decía no mas…”
- “Me estas diciendo que me acosté con una zorra, y que si fuera así?”
- “Es tu puta vida”
- “Mi rubio esta celoso”
- “No…”
- “En serio, no pretendí ni me acosté con nadie. Créeme… pinky promise”
- “Ya sabes que hacer con tu fucking pinky promise,”
- “Me encanta cuando te pones malcriado. Es la clase de contraparte que ocupo en mi vida. Alguien que sepa ponerme a raya.”
- “Pues ya ves que nos luce…” (esto lo dije sin pensar… solo se me salió)
- “… espero que lo hayas dicho de verdad”
- “…”
- “Mira, te voy a contar lo que paso… cuando venia hacia aquí. No dejaba de pensar en ti, te lo juro. Siempre he pensado en ti desde aquel día que me besaste por primera vez, pero jamás como en este viaje. “
- “…”
- “La verdad es… (se le escuchaba como llorando) que te amo tanto. Y me duele muchísimo no tenerte aquí conmigo ahora”
- “…” (yo tragaba grueso, no sabia que decir)
- “Estuve por llamarte, pero me dio como miedo. Porque no sabia como habías procesado lo de aquel día. Y a decir verdad, quería sujetarme al recuerdo de esos instantes que tuvimos la semana antepasada. Antes de que pudieras quebrarme el corazón al decirme que fue solo un error…”
- “No fue ningún error, tu sabes que siempre has calado profundo en mi”
- “jejeje… (risas combinado con cierto llanto)”
- “increíble que seas tan malpensado, no conoces limites jajaja”
- “es inevitable jeje… pero la verdad es que no puedo dejar de sonreír cuando hablo contigo. Me causas demasiada alegría. Definitivamente me transformas”
- “Por que tengo el presentimiento de que hay algo mas?”
- “Si… tienes razón”
- “Que paso?”
- “Otras de las razones por la que no te llame, es porque tuve un drama increíble con Erick. Y pues, ya sabes… pleitos y discusiones. “
- “Aja…”
- “El sabe que yo estoy enamorado de ti, es por eso que me da tanta bronca. Porque sabe que puede tener mi cuerpo, mas no mi corazón. Y eso le carcome el alma. Yo lo entiendo, es frustrante estar con alguien como yo.”
- “Y de quien es ese corazón?” (pregunta estúpida yo se, pero igual)
- “Pues… de alguien muy especial. Un rubio precioso, el cual anhelo todos los días. Y que espero, sienta lo mismo que yo. “
- “awww” (ya me embobe)
- “Pero resulta que esta con un tipo, a quien yo considero un douchebag. Y que pasa cortejando a mi rubio con tiquetes aéreos y cosas caras…”
- “Yo no soy un interesado para tu información. Yo me había enamorado de el, mucho antes de que el me diera esas cosas. Además, me respeta mucho.”
- “Lo amas?”
- “Si…”
- “Estarías dispuesto a pasar el resto de tu vida con el?”
- “…”
- “Si o no?”
- “… porque me haces esto?”
- “Porque creo que estas con el, por despecho y para hacerme daño. No dudo que a la larga hayas desarrollado alguna especie de cariño hacia el, eso te lo concedo. No dudo que lo quieras. Incluso estoy dispuesto a aceptar que lo amas. Mas para mi no es mas que un pseudo amor, porque sabes tan bien como yo que JAMAS pasarías el resto de tu vida con el.”
- “Y que te hace pensar que si estaría dispuesto a pasar mi vida contigo?”
- “Porque justo acabas de mencionarlo. Nunca te pregunte si hubieras querido pasar tu vida conmigo. Eso salió de ti, en tono de pregunta porque eres demasiado orgulloso como para aceptarlo. Además, nadie te conoce mejor que yo.”
- “…”
En ese instante me envolvió un llanto silencioso. Esa muralla que había construido hacia mucho tiempo, veía como se rompía con cada palabra de Kiwi. Mi corazón finalmente empezaba a ceder campo al verdadero amor de mi vida. Y a partir de ese momento, solo pensaba en que sin importar cuanto divagara por el mundo. O cuantas personas llegara a conocer en mi vida, ninguno de ellos podrá ocupar ese campo que se abrió cuando por primera vez bese a ese chico presumido, arrogante y mujeriego.
No hay peor ciego, que aquel que no quiere ver. Y yo me negué a ver que ese mismo chico, era mi amor. Por venganza y odio, que sentí cuando me rechazo. Lo suficientemente egoísta al pensar que solo yo era la victima, cuando realmente el que mayor cambio sufrió fue el. Pasar de ser un heterosexual jurado con sangre, a estar enamorado de su mejor amigo.
Todo me cayo en ese momento como una tonelada de ladrillos. Como pude ser tan estúpido? Tuve por años al amor de mi vida, fiel a la esperanza de que algún día fuera yo capaz de recapacitar. Y mas sorprendente aun, es que se mantuviera fiel a mi a pesar de mi constante y serio rechazo. Si, el tuvo durante ese tiempo algunas aventuras con mujeres hasta que finalmente se hiciera de otro novio, Erick. Pero siempre estuvo conmigo. Nunca perdía su sonrisa conmigo. Sonrisa de la cual siempre estuve enamorado y que me volvía loco.
- “Cuando vuelves?”
- “El sábado…”
- “Te quiero mucho kiwi…” (le debí haber dicho otra cosa… pero bueno)
- “gracias rubio, yo también… escucharte decir eso al menos, me hace sentir feliz”
- “Paso a tu casa el sábado…”
- “No, yo voy a la tuya. Además, tengo un asunto pendiente con tu mama…”
- “Como así?”
- “Ya veras”
- “No estarás intentando conquistar a mi mama verdad?”
- “Rubio idiota, por supuesto que no.”
- “Bueno, decía no mas…”
- “Te amo rubio, hablamos pronto. Te aviso desde ahora que tal vez no pueda llamarte en estos días. Hasta el sábado que llegue a tu casa. Eso para que después no me quieras cortar la cabeza.”
- “Esta bien… bye kiwi.”
En ese momento se me olvido que era ya bastante tarde. Incluso, por alguna razón pensé que todavía era de día. Algo despertó en mi esa noche, ahora veía todo brillante. Esas mariposas en el estomago y el típico efecto de piel de gallina. Estaba contento. Pero poco tiempo después, me di cuenta de lo que realmente implicaba todo esto. Yo seguía oficialmente con Mau, lo que me hizo sentir una culpa tremenda. Ahora seria yo el bastardo infeliz. Por un lado sabia que mi corazón apuntaba a Kiwi, pero mi razón me dirigía a Mau. No podía estar así, tenia que conversarlo con el. No es justo que yo me sienta así y todavía estar con el. No seria nada fácil…
Esa misma noche, le mande un mensaje de texto a Mau. Hubiera podido llamarlo y se que me hubiera contestado aunque fueran las 4 de la mañana. Pero no quería empezar mal el día. No mas le puse que quería hablar con el sobre lo de aquella vez… 5 minutos después mi teléfono sonó. Era Mau… me dio pánico. No pensé que lo fuera a leer tan rápido, generalmente no suele despertarse con mensajes de texto. No me atreví a contestar… se que estuvo mal. Pero tantas emociones mezcladas no me dejaban pensar bien. Así que lo puse en silencio. Al ratito, después de 2 llamadas, me pone un mensaje. “Paso por ti en la tarde mi amor”.
No hace falta decir que no pude dormir mas. Me la pase toda la noche pensando que decir, como sentirme… analizando todos y cada uno de los escenarios que me podía enfrentar. Se que debía decirle la verdad a Mau sobre lo que estaba sintiendo, por otro lado no se como iba a reaccionar el ante semejante confesión. Por lo que decidí omitir detalles como, antes de que Kiwi se fuera me había acostado con el. Y cosas así. No quería armar tampoco un drama.
Lo que estaba a punto de hacer, cambiaria mi vida drásticamente… tanto mi forma de ver la vida y la manera en que la iba a vivir. Ni yo, ni kiwi, ni nadie se hubiera imaginado como nuestras vidas se iban a transformar.
Pero eso ya es otra historia que seguiré contando en los próximos relatos.
No se me pierdan, volveré con mas.
Ray M. Müller