Nuevas perspectivas (11) ... FINAL

Lo que empezo como una ligera atraccion por su mejor amigo a los 11 años termina siendo una relacion solida de años. No sin antes requerir sacrificios por ambas partes. Vidas cambian y evolucionan, en esta ultima entrega de relatos.

En aquella época, hubieron días en los que tuve la suficiente dicha de poder despertarme al lado de mi amor (A veces, no siempre).  Realmente nunca pregunte como es que no recibía reprimendas de parte de mi mama o mi papa. Es decir, cuan normal es que los padres dejen a sus hijos dormir con sus parejas a sus 15 años?

Tal vez sea porque no hay probabilidad alguna de alguien salir embarazado o que se yo. Sus razones tendrían en aquel entonces y decidían dejarme tomar mis propias decisiones en cuanto a eso. Si bien es cierto que gozaba de cierto libertinaje, mis padres eran enfáticos en el hecho de que si quería tener una vida de ese tipo. Debía ser consciente de lo que me iba a costar.

No tapemos el sol con un dedo, las parejas gay pagan un precio muy alto por mantenerse juntas. El rechazo, las burlas, etc.… sobreabundan en estos círculos. Que seria de nosotros entonces?

Esta idea nos asustaba mucho. Quizá porque todavía íbamos al colegio y teníamos muy poca idea de cómo íbamos a enfrentar esto una vez que nos graduáramos. Nuestra preocupación mas que todo era social, ser aceptados, vivir tranquilos. Y jamás nos paso por la mente el tema de las finanzas, el trabajo o las responsabilidades.

Es verdad, teníamos 15 años y ya estábamos haciendo grandes planes. Faltaban al menos 2 años para terminar el colegio y de vez en cuando nos encontraban viendo revistas de apartamentos y casas. Un poco exagerado no creen? Pero es verdad, esa es la parte que nadie le gusta hablar del amor… en ocasiones te vuelve estúpido e ingenuo. Mis padres, en especial mi papa solo se limitaba a sonreír y guardar silencio. Al principio pensé que lo hacia para no decir alguna grosería o no molestar a nadie. Pero ni por la mente me paso, que en realidad tenia planes mucho mas grandes de los que jamás podía imaginar en esa época y que hoy por hoy le doy tremendas gracias.

Como toda relación, tuvimos nuestros altos y bajos. En momentos llegue a dudar de la propia sexualidad de Kiwi, pues como lo había sospechado años atrás, podía verse en el cierto apetito aun por las mujeres. Esto a veces me sacaba de quicio y de cierta forma me llenaba de celos. Esta cuestión fue motivo de multiples discusiones y peleas.

-       “Te he dicho mil veces que no siento nada especial por las mujeres… esta discusión se esta volviendo vieja ya”

-       “Dejara de ser una carga para ti, cuando al fin admitas que eres bisexual o alguna mierda así.”

-       “Que no soy bisexual.”

-       “Entonces porque tanto interés en esas viejas?”

-       “Es cierto que a veces se me va la mirada y francamente a veces veo una que otra que si me siento sexualmente atraído. Pero dame chance rubio, sabes que una vez fui un inquebrantable heterosexual. Además, no se de que te preocupas. Si a las mujeres siempre las vi como un objeto sexual. Nada mas. Seria incapaz de pretender o enamorarme de una. Mucho menos engañarte con una.”

-       “Pero si con un hombre?”

-       “Eso lo dices solo para armarme bronca. Déjate de pendejadas.”

-       “Tienes un verdadero problema de identidad sexual. O eres gay o eres heterosexual. A mi que no me vengas con esa mierda de bisexualidad, sabes que no creo en eso. “

-       “Tuve problemas de identidad sexual cuando me enamore de ti. De ahí en fuera creo que estoy bastante seguro. Además, como si nunca me hubieras visto volver a mirar a otros chicos también. Solo que parece molestarte mas el hecho de que a veces sean éstas mujeres. Que hay con eso, porque?”

-       “A veces siento que te obligas a quererme, pero que tu impulso realmente es hacia las mujeres. Quizá si fuera solo por hombres, al menos sabría que en ese aspecto eres solido”

-       “Piensas demasiado las cosas, pero lo peor es que creas problemas donde no los hay. Soy gay rubio, y creo que te lo he demostrado bastante bien en la cama… y fuera de ella.”

-       “Igual me molesta.”

-       “Bueno rubio, entonces en ese caso me la pasare viendo a chicos. Voy, los piropeo y hasta les agarro las nalgas. Y todo esto me encargare de que me veas hacerlo”

-       “No abuses… baboso”

-       “Entonces!!?? Por si no te has dado cuenta, tengo un impulso sexual bastante alto. Es normal en mi estar ojeando el menú sin tocar nada. Y en serio, la única persona con quien me he acostado en meses es contigo. Me encantaría poder decir años para que no me jodas tanto y te pese mas. Pero no es así, sabes que estuve en una relación con Erick.”

-       “Tu y tu impulso sexual. Pero bueno, esta bien.”

-       “Bien que te gusta. Además, estar a dieta no me priva el derecho de ver un menú. Tu tranquilo, desespérate si algún día me ves comiéndome a alguien. Mientras, no tiene nada de que preocuparse mi rubio bello, que solo tengo ojos y cuerpo para ti.”

-       “Bueno…”

-       “Te amo”

-       “Yo también te amo Kiwi… por cierto que hay de esas viejas que te pasan mandando papelitos?”

-       “Ay mi dios que estaré pagando?!!” (mientras se va caminando)

De un tiempo en adelante, el tema de sus miradas perdidas hacia mujeres me dejo de causar molestia. Sabia que era algo natural en Kiwi y como lo amaba tanto, estaba en disposición de amarlo junto con el resto de sus defectos. A fin de cuentas, el también debía de aceptar mis defectos también.

Sin embargo, un tema de discusión del cual siempre he sido cuidadoso. Y que hasta la fecha me hierve la sangre (no lo supero). Es el tema de la reacción que tiene Kiwi sobre el genero femenino. Oh por dios, eso si ya es demasiado para mi. Me desespera. Podrá pasar 16,000 veces, que las 16,000 veces me cae mal.

Como ya lo había mencionado. Kiwi goza de una muy buena apariencia física. De verdad que es todo un chico galán. Al parecer esta característica corre en la familia, específicamente del lado paterno. Dado que su papa es un hombre muy guapo y por lo que sé parece tener el mismo efecto sobre las mujeres. Y así sucesivamente con el abuelo, bisabuelo, etc. (Por lo que he visto en fotos)

Esto es toda una ventaja para Kiwi. Que a veces se tiene el ego de un globo aerostático. Pero en veces una carga para mi. Ya que soy yo quien debe aguantar a las mujeres sacándole fotos con el celular (disque haciéndose las muy disimuladas), las sonrisas y risas estúpidas. Y el constante coqueteo por parte de saloneras, cajeras, vendedoras… pónganle nombre. Yo particularmente me controlo con los celos, pero en veces ya es demasiado. Y no es que uno exagere, pero las mujeres hoy en día son bastante lanzadas. Y no necesariamente de forma descarada, basta con solo verles la cara, sonrisa, postura de cuerpo y el constante jueguito con el cabello.

Y lo peor de todo, como Kiwi naturalmente es un chico muy sociable. Les da como esperanza de ligárselo. (Fuck me right?)

En fin, eso por nombrar algunas de las cosas que tenia que pasar con el. Estoy seguro que el tendrá sus anécdotas sobre mi. (Pues en estos momentos ustedes solo están leyendo un lado de historia).

Otra cosa que debí lidiar al juntarme con Kiwi. Fue ser su soporte vital en relación a los fantasmas de sus relaciones pasadas. Mujeres llenas de orgullo y venganza buscaban solo hacerle daño. Fuera mediante un constante hostigamiento de mensajes, hasta llegar a romperle cosas. Incluso hubo una situación bastante seria, donde una de sus ex lo acuso de violarla. Fueron momentos muy duros para Kiwi, y yo estaba dispuesto a no abandonarlo jamás. Muchas de estas situaciones se dieron, por ambos lados. Y estoy seguro fue lo que nos hizo darnos cuenta que definitivamente no podíamos estar uno sin el otro. Éramos total unidad. En todo este tiempo, me siento orgulloso de poder decir… que nunca dejamos de sentir atracción por el otro o que nuestra relación se estuviese apagando. Al contrario, podíamos estar lleno de problemas y rechazo. Pero eso no nos quito el fuego que había en nosotros. Seguíamos dinámicos, románticos y alegres de estar juntos.

Meses y años pasaron, nos preparábamos para los exámenes finales de bachillerato. La búsqueda de universidades empezaba, vocaciones y oportunidades eran constantemente evaluadas. Teníamos 17 años de edad y no dejábamos de ver revistas y avisos en internet de apartamentos y casas. No teníamos ni un cinco, pero igual la idea de poder vivir juntos nos emocionaba.

A estas alturas, mis padres se dieron cuenta que la cosa iba en serio. Y que difícilmente iban a poder hacernos cambiar de opinión. Éramos demasiado tercos. En esta ocasión, mi papa se le veía con mayor interés en el tema. Preguntándonos si eso era realmente lo que queríamos, que si teníamos alguna idea de lo que estábamos haciendo, cosas así. Nunca nos critico, al contrario… pude empezar a ver como de cierta forma, lo alentaba. Eso genero sospecha de mi mama, quien tampoco se explicaba como mi papa había pasado de ser callado en el asunto a ser casi casi partícipe. De mas, esta decir que mi a mi mama no le agradaba la idea de que yo me fuera de la casa. Yo la entiendo, mi relación con mi mama siempre fue muy cercana. Y le destruía verme con intenciones de irme. Pero en su sabiduría, sabia que eso era inevitable. Enfatizo la palabra “intenciones” porque de nuevo, Kiwi y yo no teníamos ni un dólar.  Mas ganas, sobraba.

Nota curiosa, la relación entre Kiwi y mi papa se hizo muy buena. A tal punto que se veían ya como de familia, casi como de padre e hijo. Mi papa tiene un humor negro, lo que al mezclarse con lo desinhibido de Kiwi. Creaban un ambiente muy agradable y gracioso.

Fue hasta después de los exámenes, recibir los resultados y haber decidido por que carrera íbamos a optar. Que se nos acerca un día mi papa y nos dice que tiene algo importante que decirnos a los dos. Que nos esperaba a las 6pm en la casa. Sin mayor preocupación aceptamos. No teníamos ni la menor idea de lo que podía ser, probablemente un regalo de graduación o que se yo.

Ese día todo transcurrió normal, Kiwi y yo estábamos en mi cuarto viendo algunas cosas de las universidades. Eran ya casi las 6pm, cuando en eso notamos como que llego alguien mas, una visita. Pensé que seguramente era una amistad de visita o algo así. No le preste mucha atención. Hasta que finalmente, pude escuchar a mi papa llamándonos.  Bajamos las escaleras, únicamente para toparnos que quien estaba en la sala… era nada mas y nada menos que el papa de Kiwi.

Nos quedamos algo fríos y sin habla. El papa de Kiwi en sus principios no acepto muy bien nuestra relación. Sin embargo con el tiempo, llego a ablandarse lo suficiente. Pero de igual forma, era raro tenerlo ahí. Comiendo en la casa del novio de su hijo.

-       “Hola papa…”

-       “Hola hijo…”

-       “Y eso?”

-       “… Logan y yo, tenemos algo que decirles”

Ok, ahora si todo se ve raro. Que es esto? Que es tan importante para estos dos, que tienen que estar los dos presentes para decirlo? Y porque aquí? Porque nosotros?

Un montón de preguntas embriagaban nuestra mente. Nos volvimos a ver Kiwi y yo en señal de preocupación y de expectativa. Incluso no pude evitar halarle la camiseta como muestra de nervios.

-       “Siéntense, no se preocupen” (mi papa)

-       “…”

-       “Bueno chicos, la cosa esta así…”

-       “…”

-       “Ya hace un par de meses, he venido coordinando con el papa de Kiwi. Un pequeño gesto de parte de nosotros hacia ustedes. Primero, porque empiezan una nueva etapa en su vida, el colegio no es ni lo mas remotamente parecido a la universidad.”

-       “…”

-       “Pero mas que estudio, van a aprender ahora a administrar su propio tiempo. Y lo que es mas importante, consideramos Don Víctor y yo, sean responsables de sus acciones.”

-       “…”

-       “Por esta razón, hemos decidido comprar entre los dos y regalarles esto de acá…”

-       (nos extiende un sobre de manila)

Yo cogí el sobre y lo abrí. No tenia idea de que podía ser. Al sacar los papeles, pude observar como además habían fotografías adjuntas. Era una casa, me puse a observar bien las fotos en busca de algo que hubiera en la foto además de la casa. Como tontos le preguntamos… “que es? No lo vemos…”

-       “La casa tontos… les regalamos una casa”

-       “COMO!!?? AHHH?? CASA???”

-       “Así es…”

Voy a omitir el intercambio de palabras que hubo en ese momento, porque la emoción que exploto de nosotros fue tantísima. Que empezamos a abrazar a todo mundo. Y a reír como idiotas. Una casa? Pero como es posible? Nuestra casa?

El ambiente estaba tan encendido, que no les puedo describir con mejores palabras la emoción y felicidad que teníamos. Kiwi y yo terminamos por abrazarnos mientras se nos salían las lagrimas, a la vez riéndonos de la emoción. Recuerdo la reacción de mi mama, se tapaba la boca mientras lloraba abundantemente. No sabia en ese momento si de felicidad o de tristeza. Pues por su reacción note que la noticia la agarro también por sorpresa.

Cuando fui a abrazar a mi mama, solamente me agarro y me abrazo demasiado fuerte. Mientras que lloraba casi desconsoladamente. No pude evitar contagiarme de sus llantos. Pude sentir su tristeza como si la estuviera destruyendo por dentro. Y por lo visto, me destruía a mi también. Uno de las peores pesadillas de mi mama, se estaba haciendo realidad. Mientras que a la vez, se cumplía un sueño mío.

Pude observar como también Kiwi abrazaba a su papa. A quien también se le salían las lagrimas. Acto seguido Kiwi abrazo a mi papa. Mientras tanto, yo no podía separarme de mi mama. Ese lazo mas poderoso que cualquier otra cosa, que ni un rayo de gamma podría destruir. Me sumergí probablemente 15min en el abrazo de la mujer que mas amo en esta vida.  Cuando finalmente pude separarme de ella, abrace a mi papa a quien también se le veían ganas de llorar.

Estoy seguro que mi mama le armo buena bronca a mi papa por lo que había planeado sin decirle nada a ella. Nunca fui testigo de estas discusiones, pero estoy seguro que tuvo que haber sido serio. Mi madre se convertía en una nazi cuando algo me pasaba. Y con esta bomba de alejarme de ella, seguramente iba a haber terremotos y diluvios por varios meses.

Kiwi y yo por nuestra parte, estábamos súper felices. Tanto, que ni pudimos comer esa noche. Veíamos las fotos de la casa, leíamos los documentos que traía. Así una y otra vez hasta el cansancio. Esa noche, era nuestra noche. A Kiwi le permitieron quedarse esa noche en mi casa, la pasamos  conversando de cuan felices íbamos a hacer. Y como no nos dejaron ir a ver la casa a esas horas (que dicho sea de paso, estaba muy cerca de mi casa) nos pusimos a ver (de nuevo) las fotos, viendo de que forma podíamos acomodar las cosas. Donde y como dormiríamos, que los closet. En fin, ya estábamos planeando toda la logística. Tras unos minutos de estar viendo unos detalles, decidí bajar a la cocina para hacer unos chocolates calientes.

Al acercarme, pude observar que la luz estaba encendida. Entro y ahí estaba mi mama. Con una taza de te y llorando. Inmediatamente me ve y me dice…

-       “Se que como no habían comido, ibas a bajar por un chocolate caliente. Te encanta el chocolate caliente… ahí esta. Yo te lo hice, no mas caliéntalo porque creo que ya se enfrió”

En ese momento me volví a conmover por el estado de mi mama. Creo que en mi vida la había visto tan triste. Tanto que hasta me dieron ganas de llorar y me acerque a abrazarla.

-       “No pasa nada, sabia que esto algún día iba a pasar. Pero no pensé que fuera tan rápido. “

-       “Papi no te dijo nada?”

-       “No… y francamente no quiero verlo ahorita. Solo quiero pasar un rato con mi pequeño Ray”

-       “No te pongas así…”

-       “Tranquilo… no hablemos de cosas tristes. Solo quiero tenerte en mis brazos”

-       “Pero estamos cerca, además, no es que me fuera para dejarte de ver. Jamás.”

-       “Yo se que es lo correcto Ray, pero el amor de una madre es un amor que ustedes los hombres jamás podrán comprender, solo disfrutar o padecer. No se si algún día tendrás la oportunidad de tener hijos Ray, pero hasta entonces no sabrás lo que es que un hijo crezca y se vaya de la casa. Es como si una parte de ti se fuera también”

-       “No se que decir…”

-       “No digas nada, solo quiero que sepas que te amo con toda mi alma. Desde el momento que supe que estaba embarazada y las lagrimas de emoción cuando naciste. Ese cabello rubio y esos ojos claros bellos. Ese día supe que eras especial, mi niño bello… mi pequeño Ray.”

-       “…”

-       “Incluso no quería que la enfermera te llevara, quería quedarme contigo en esa cama. Dice tu papa que ni siquiera lo deje cargarte, sino hasta después. Y cuando te llevaron para cambiarte y hacerte exámenes. Llore desconsoladamente, al punto que me tuvieron que dar calmantes. Mas de los que ya de por si tenia adentro. Toda una crisis me dio…”

-       “…”

-       “Me dijeron que descansara un poco, no pude. Tenia que ir donde estabas. Pero no me dejaron. Tu papa me convenció que todo iba a estar bien. Y de ahí en adelante, no me acuerdo que paso. Solo hasta después, que me llevaron donde estabas… y ahí te vi de nuevo, por segunda vez. No me separe de ti nunca. Eras y sigues siendo mi bebe Ray, así que acostúmbrate.”

-       “Creo que ya lo estoy”

Estuvimos abrazados después de eso sin decir nada. El llanto de mi mama ceso bastante, así también como el mío. No me quería soltar. Definitivamente esto fue un golpe bajo para ella, quien anterior a esto siempre fue una mujer fuerte. Pero ese día, me toco cargar con una mujer emocionalmente derrotada. Y con gusto lo hice, porque de las veces que yo estuve igual o peor, ella siempre ahí conmigo.

Adoro a mi mama, daría mi vida y todo lo que tengo por ella. Es definitivamente el pilar mas importante en mi vida. Sin ella, creo que no seria ni la mitad de lo que soy. Desde ese día, le tuve un respeto aun mayor del que ya de por si le tenia. Ese día, nuestro lazo se volvió todavía mas fuerte.  Hasta la fecha, seguimos siendo muy unidos.

Al día siguiente, estábamos muy emocionados por ir a conocer la casa. Nos preparamos rápidamente, mientras mi papa nos esperaba. Tampoco es que fuera muy lejos. A lo mucho 10min de mi casa, o debería decir… de la casa de mis padres.

Cuando llegamos, todo estaba tranquilo. Recorríamos la casa en su totalidad, contábamos con lo básico, nada de lujos extravagantes. Lo suficiente como para pasar la ropa y listo. Sin embargo, si quise llevarme mi cama. Pues es mas grande que la que estaba ahí, aparte de que es mi cama. Contábamos con un cuarto de huéspedes, a lo que Kiwi procedió a nombrarlo como “The Raping Room” jajaja, hoy en día sigue teniendo ese nombre. Según el con la esperanza de que algún día un rubio perdido (Sus fantasías siempre involucran un rubio, siempre ha tenido debilidad por el cabello dorado) se quede ahí y el cautelosamente proceda a violarlo jajaja. Por supuesto, nunca ha pasado. Kiwi es un bromista. Incluso, en medio recorrido vimos una mesa de vidrio, muy bonita en el comedor. A lo que Kiwi muy discretamente me dice al oído “Te imaginas las maravillas que vamos a hacer sobre esta mesa? O sea, solo mírala… altura y extensión perfecta. Ese será el primer lugar donde lo vamos a hacer”… lo volví a ver y me reí. Con la mirada prácticamente le dije “cállate que te van a escuchar”. Y así prosiguió con cuanto lugar el viera morboso. (El es así de especial)

Luego de revisar la casa y hacer uno que otro arreglo de logística y escuchar morbosidades de Kiwi. Salimos al patio, que dicho sea de paso me agrado que fuera amplio. Dado que osito esta acostumbrado a correr y jugar como si el mundo se fuera a acabar. Si, por supuesto que me lo iba a llevar también. Si lo hubiera dejado, de seguro se muere de depresión.

Cuando regresamos a la casa de mis papas. Kiwi se dispuso ir a su casa para empezar a arreglar la cuestión de sus cosas. De mi parte, yo hacia lo mismo hasta que después de un par de horas. Mi papa me llama, a lo que procedí a bajar...

Antes de proceder con lo que voy a contar a continuación. Me gustaría hablarles brevemente de mi papa. Como ustedes ya sabrán, mi papa es un ex militar. Estuvo en el ejercito Alemán y de Estados Unidos. Su principal aporte a estos cuerpos militares fue mas que todo de reconocimiento, comunicaciones, vigilancia y explosivos. Digamos que era como el geek del grupo. Pero como todo integrante de equipos especiales no puede faltar que también tuviera su formación y condicionamiento físico respectivo. Con el tiempo se retiro definitivamente del ejercito. Ya no era lo de el,  al menos no a la edad que tiene. Por lo que se dedico a negocios personales y a ejercer administración de negocios.

Tuvo por mucho tiempo, la oportunidad de estar a cargo como gerente de una agencia importadora de vehículos europeos nuevos y usados.  Lo que permitió, de cierta forma obtener mayor oportunidades de obtener los vehículos que le apasionaban en condiciones muy favorables.

Específicamente los Mercedes-Benz. El siempre fue fanático de los Mercedes viejos. Estamos hablando de autos modelo 1940 hasta 1990.  Le encantaba comprarlos y restaurarlos. Y aquellos que el consideraba en condiciones especiales, se los dejaba. Desde que tengo uso de razón, se le podía ver a mi padre arreglando y manejando estos carros como si fueran sus hijos. También llego a tener modelos recientes, pero nada comparado a los viejos. Por esta razón, yo nací también con la idea del Benz. Los famosos “panzer” alemanes y su sonido de motor que podría reconocer donde sea. Ni hablar de su característico pito y su extensa carrocería.

Por deducción podrán darse cuenta que el primer carro que maneje fue un Benz. Me acuerdo como si fuera ayer, era un W123 300D en condiciones inmaculadas. Desde entonces, me encanta manejarlos por encima de cualquier otra marca de  vehículo (Sorry si con este hiero sensibilidad Beemer. No me gusta el BMW).

La razón del porque hablo de esto, es porque jamás me imagine lo que mi papa tenia para mi al bajar ese día por las escaleras. Al llegar donde el estaba, no mas me dice “toma, son tuyas”. Eran las llaves de su W204, que al menos yo era el que le tomaba prestado a cada rato y que me gustaba mucho. Pero en mi vida, me imagine que me lo fuera a regalar. De principio pensé que era una de sus bromas pesadas. Pero me dijo que no, que era en serio. Que de por si el prefería los mas viejitos.

No hace falta decir cuan feliz me sentí, casi empiezo a rodar por la calle de felicidad. Lo único que me hacia falta era la licencia. Y ni tenia la edad suficiente para sacarla. Sin embargo, el hecho de saber que ya tenia auto me lleno de mucha alegría.

Muchos podrán ver esto como una especie de derroche o algo como que me consintieron demasiado. Sin embargo, a raíz de todos estos regalos y gestos. Se escondía un plan bien calculado de mi papa. Un plan que me tomaría años comprender y que puedo decirles con seguridad cambio drásticamente mi vida. Pero no solo la mía, sino la de Kiwi también. Mi papa hizo todo esto a propósito, con el fin de darnos una valiosa lección.

Omitiré la parte donde nos mudamos y el drama que todo esto arrastro.  A excepción del ultimo día que dormimos en la casa de mis padres. Recuerdo ese día, amaneció lloviendo. Y personalmente me encanta cuando llueve y recién te levantas. Sabíamos que era nuestro ultimo día. Por lo que recuerdo estar abrazado con Kiwi. De cierta forma me entro como morbo, ese día amanecí con bastante deseo. Y kiwi por supuesto no se hizo de rogar. Tampoco es que durmiéramos como esquimales, si acaso el bóxer y ya. Por lo que fue fácil acomodarnos. Tan sumergidos estábamos en nuestra acción. Que se me olvido que mi mama ese día nos tenia un desayuno. Y que si no bajábamos probablemente ella nos venia a buscar. Pero estaba tan concentrado con Kiwi que medio decidí ignorarlo.

No fue sino hasta que minutos después, siento que abren la puerta y entra mi mama. Afortunadamente, estábamos bajo las sabanas. Pero por la posición y lo sudados que estábamos. Era bastante claro y evidente lo que estábamos haciendo.

-       “Oh por dios!!!............... El desayuno esta listo!! Adiós!!” (mientras se tapaba los ojos y se retiraba rápidamente)

Kiwi y yo, nos quedamos mudos. De inmediato Kiwi se empezó a reír, lo que termino por contagiarme a mi también de la risa. Decidimos cortar lo que estábamos haciendo y simplemente bajar como si nada hubiera pasado. Por supuesto que estábamos medio avergonzados. Pero no podíamos hacer nada. Además, estábamos a horas de gozar de nuestra privacidad y podíamos hacer lo que quisiéramos.

Ya en la cocina no mas hubo que un gran silencio, pero todos por dentro estaban riendo. Incluyendo mi mama. Que de un pronto rompió el hielo y nos dijo

-       “Seria bueno cerrar con llave la próxima vez”

-       “Buenísima idea…” (Kiwi)

Ese mismo día nos propusimos que para la noche íbamos a preparar algo especial. Seria nuestra primera noche en la casa nueva, solos los dos. Kiwi cocinar hubiese sido potencialmente peligroso. Y yo no soy muy bueno tampoco. Por lo que decidimos mejor mandar a hacer un puente japonés. Que para quienes no saben que es, es todo un festín de rollos de sushi y sopa miso. Eso y unas cuantas botellas de vino. Pues esa noche íbamos a celebrar.

La noche estuvo llena de risas y besos. Ni internet o televisión decente podíamos ver dado que hasta dentro de 2 días llegaban a poner el cable y el internet. Y para ningún tico es secreto que la programación de canales tica es probablemente una de las cosas mas aburridas y estúpidas que puede haber. Por lo que nuestra compañía fue nuestro único entretenimiento. Que nada de malo tenia.

Debo decir que Kiwi obtuvo lo que quería. Si, estoy hablando de la mesa. Además, como podía decir que no? Al día siguiente, recuerdo despertar entre sabanas y ropa desordenada. Medio dormido me levante y pude notar algo rayado en mi pecho y estomago. No le preste mucha atención, fui al baño y al regresar me puse a ver detenidamente que era lo que tenia escrito aparentemente con un sharpie.

Sollen wir nie getrennt werden.

Denken Sie daran, ich werde dich immer lieben

Mi mejor traducción al español seria

Que nunca seamos separados

Recuerda, que te amare por siempre

Me  encanto tanto lo que leí escrito en mi, que no me lo quise borrar (el aleman no sera un idioma muy romantico que digamos, pero cada vez que oigo a Kiwi hablarlo me derrito). Kiwi estaba despierto cuando me vio frente al espejo. Y me dice

-       “ Y lo digo en serio”

Creo que ese día casi no salimos en todo el día. Estábamos tan fascinados el uno con el otro, que lo que estuviera fuera de nosotros. No importaba. Es increíble la calidad de amor que tuvimos y disfrutamos. Esto sin duda no fue la primera ni la ultima vez que haríamos cosas así. Casi siempre nos recordábamos cuanto nos amábamos.

Kiwi particularmente. Pues no quería cometer un error tan grande como el que cometió. Además de que el siempre fue del tipo romántico y muy cariñoso. Yo no era así, pero Kiwi hizo crecer en mi esa forma de ser también.

Se podía decir que vivíamos muy bien. Teníamos transporte, nuestro propio techo, nuestro tiempo. Podíamos hacer y deshacer como quisiéramos. Empezamos a estudiar,  cuando finalmente sacamos licencia. Nos turnábamos el uso del carro. Poco a poco las ayudas de mis padres fueron disminuyendo. De la misma forma que del lado de Kiwi. Claro esta, los costos de estudio nunca faltaron.

Con el tiempo pudimos sentir la carga que representaba tener casa, vivir solos y tener un carro de lujo. Poco a poco notábamos como todo aquello que empezó como bonito y lujoso. Empezaba a tornarse poco importante. Es decir, llegamos a un punto en el que tuvimos incluso que sacrificar algunas materias de nuestra universidad para poder empezar a trabajar y poder pagar las cosas de la casa. Y sobre tener fe en que el carro no diera problemas.  Pues si bien son buenos carros, no los convierte en indestructibles.

Kiwi y yo empezamos a laborar para una empresa de computadoras. Muy famosa en todo el mundo por cierto. Si bien era un famoso call center, al cabo de 6 meses pude ubicarme en un puesto donde era yo quien aprobaba y solicitaba ordenes de servicio. (No diré el nombre de la empresa, porque quienes se mueven por estos círculos fácil pueden saber quien soy) Ya no estaba atendiendo a nadie, sino tranquilo manejando asuntos un poco mas administrativos. Obviamente este cambio represento una mejor paga y mejores condiciones de horario para estudiar. Kiwi por su parte, finalizo de trabajar ahí para pasarse a trabajar como asistente en el despacho de su papa.

Por un momento todo parecía estar llendo sobre ruedas. Cuando una mañana, me monto en el carro… y no arranca el cabrón.  Todo parecía ser batería, por lo que llame por taxi a ver donde demonios conseguía una nueva. Fui la compre y me devolví. La puse nuevamente, y esta vez el carro logro arrancar súper bien. Noto que las luces del retrovisor comienzan a brillar constantemente. Segundos después, se apaga el carro solo. Lo volvía a encender y se volvía a  apagar. Ni puta idea, la mecánica nunca ha sido lo mío. No podía perder mas tiempo y me fui en taxi.

Al regresar le dije a mi papa si alguno de sus amistades podía revisarlo. A lo que me recomendó un tipo que el conoció en la agencia. Para no aburrirlos con el cuento, la reparación me costaba $2500. Y lo peor es que no era nada mecánico, sino eléctrico. La computadora se jodió de tal forma que el sistema anti secuestro ya no reconocía la llave del carro. Maldita sea… decía yo.

La cosa es que nos quedamos sin carro por lo menos una semana. Ya que entre Kiwi y yo debíamos rejuntar dicha plata para arreglarlo. Ya empezamos a ver el gasto tan importante que nos representaba un carro de lujo. Lujo completamente innecesario.

Por reparado el carro, a los meses un idiota me lo pego por detrás mientras me baje por unos minutos a recoger unas cosas en san jose centro. Nunca supe quien fue. Esto fue otro gasto importante de pintura. Nos estaba volviendo loco este carro. Cualquier cosa que le pasaba, aunque fuera pequeña representaba miles de dólares. No podíamos seguir así, era nuestro dinero ahorrado que se iba como si nada.

Contacte a mi papa y le comente si era posible venderlo, cambiarlo, lo que fuera. Y me dice:

-       “Jaja yo sabia que tarde que temprano te ibas a volver loco”

-       “Como así?”

-       “Te lo di a propósito, porque sabia que no lo ibas a poder mantener”

-       “Aja…”

-       “Quería que supieras lo que cuesta la vida, que no puedes empezar desde arriba. Sino desde abajo”

-       “Pues si…”

-       “O es que acaso crees que yo obtuve mis cosas desde el principio? Yo trabaje mucho para tener lo que tengo y por dicha tengo los medios para mantenerlos. Tu estas empezando una vida, sencillamente no puedes andar buscando lujos y comodidades. Estoy seguro que en algún momento podrás, pero ahorita no”

-       “…”

-       “Haz lo siguiente, no me lo des a mi. Es tuyo, véndelo. Y con ese dinero cómprate algo mas acorde. Si todavía quieres un Mercedes, cómprate algo si como un 300E. Muchísimo mas barato de mantener y sigues montado en un buen carro”

-       “Y el resto del dinero?”

-       “Déjatelo, si logras venderlo que esa sea tu recompensa por haber decidido deshacerte de el”

-       “Gracias”

Lo que no me dijo es lo difícil que es vender un carro así. Y termine vendiéndolo casi 8 meses después y no necesariamente por el precio que esperaba. Pero bueno, éramos solo Kiwi y yo. Nuestros padres no se metían en nuestros asuntos. Este tipo de cosas, nos permitió tener los pies bien puestos sobre la tierra.

Pero no solo tuvimos que sacrificar lujos. A nivel personal también hubieron sacrificios. En mi caso, tuve que rechazar una oportunidad de cumplir uno de mis sueños de convertirme en piloto de jet en Alemania. Debido a que significaba irme a vivir a Alemania por varios años. No iba a dejar a Kiwi, y con dolor en mi alma. No fui.

Por el lado de Kiwi, tuvo que rechazar la oportunidad de realizar estudios fuera del país. Esto gracias a un convenio que posee el despacho de su papa con varias entidades en el extranjero. Precisamente porque el tiempo de estancia era indefinido.

Nuestra prioridad fue y sigue siendo jamás separarnos. Tal cual lo que escribió Kiwi en mi pecho.

Asi paso el tiempo.  Se podría decir que estábamos prácticamente casados. Mas que novios, estábamos comprometidos. Y si bien hubieron momentos en que pudimos habernos separado, nunca sucedió. Siempre encontrábamos formas de convivir juntos. Ambos trabajamos y estudiamos a la vez. Cada quien ahora tiene su propio carro y su propio horario. Tratamos en medida de lo posible estar lo mas juntos que se pueda. Sin embargo, también tenemos responsabilidades que demandan mucho tiempo.

Ya no somos aquellos chicos que tenían toda su vida resuelta y cuya única preocupación eran los exámenes de la próxima semana.

Gracias a esto nuestra relación también maduro lo suficiente como para no enfocar nuestra diversión y entretenimiento en solamente sexo. Pues si bien es un aspecto importante en una relación, no lo es todo. Ahora disfrutamos mas de estar simplemente juntos. Con esto no digo que nos volvimos aburridos o que ya no tenemos tantos deseos como antes. Si, aun tenemos nuestras fantasías y una que otra depravación. En especial Kiwi, que a veces parece que no ha tenido nada en décadas. Pero el punto es, todo ya en un ambiente mas controlado.

Hoy en dia, vuelvo a recordar por lo que hemos atravezado y por como todo empezó. Y solo me alegra decir, que aquella decisión que tome hace varios años atrás. Fue probablemente la mejor decisión que haya tomado en mi vida. Me siento muy contento de poder tener a mi pareja sana y alegre. De saber que no es un extraño para mi o que no sepa de lo que es capaz. Lo conozco prácticamente desde el día en que nací y espero realmente que juntos sea como partamos de este mundo.

Nos hemos planteado la posibilidad de tener hijos. Mas todavía no es seguro, todavía somos jóvenes. Y de hacerlo, seria mediante un vientre alquilado. Casarnos? Muy probablemente que si. La legislación hoy en día no esta muy anuente a estos temas y lo poco que hay no esta del todo claro. Al menos en Costa Rica. Que si bien ya aprobaron un portillo para matrimonios del mismo sexo, aun no me termina de convencer. Desgraciadamente este país lo gobiernan gente prejuiciosa, muy llena de odio contra las personas que ofenden su creencias. Pero sobre todo, gente indecisa. En fin, tampoco es que sea un caso aislado. Esta historia se repite en muchos países.

Puedo decir que hemos llegado a un punto en nuestras vidas que somos bastante estables. Emocional y económicamente. Lo que me sorprende por el poco tiempo que ha pasado. Hablamos de 4 años que empezamos esta vida de independencia. Actualmente tenemos 21. Lo que además significa que llevamos 6 años y resto de relación. Creo que ya eso es buena señal de que fuimos verdaderamente hechos el uno para el otro.

No olvidemos a Mau, con quien aun mantengo cierto contacto. No tan frecuente como el de antes, pero seguimos siendo muy buenos amigos. A veces, cuando viene al país salimos todos y nos llevamos bien. El pasa viajando por todo el mundo, lo que implícitamente le ha impedido tener una relación seria. Dicen las malas lenguas que sigue enamorado de mi. Puede ser, no se. Nunca tocamos el tema, después de que una vez nos felicitara a Kiwi y a mi por durar tanto tiempo. Pues para quienes son gay, sabrán que las relaciones a largo plazo (y me atrevería decir a mediano) son casi imposibles. En especial porque existe demasiada promiscuidad y poco compromiso. La época en que los jóvenes creen que siempre serán jóvenes y “fashionistas”. Y que eso los hace inmortales. En fin, gente así poco me importa como lleguen a desarrollar su vida. Mientras no olviden ponerme los sobrecitos de salsa de tomate cada vez que vaya a McDonalds por mi cuarto de libra con queso.

Quisiera agradecer a quienes me han seguido estos últimos días. No se que tanto les habrá agradado este ultimo relato. Dado que decidí darle un enfoque mas maduro y personal. Para quienes se convirtieron en amistades, se que lo apreciaran. Les agradezco de verdad sus comentarios y todo el tiempo que dedicaron.

He decidido finalmente ponerle un punto final a mi historia. Tuve planes de continuar, mas no quería tampoco caer en redundancia de temas.

Si les digo que mi historia, es precisamente eso. Mi historia. A quienes no me conocen, solo han visto un lado de la moneda. Todavía esta la versión de Kiwi. Y estoy seguro que es un material rico en contenido. En especial porque al tocar temas tan delicados como los que se tocaron a lo largo de estos años, es bueno siempre conocer la contra parte.

Sin embargo, eso ya esta en Kiwi. Quien tomara la decisión de hacerlo o no.

Nuevamente, gracias a todos. A quienes piensan que no leo sus comentarios o correos, se equivocan. Leo todos y cada uno de ellos. Incuso respondo.  Y pues quien sabe? En la de menos llegara un momento en el que me sienta lo suficientemente inspirado para seguir escribiendo anécdotas de mi vida.

Auf Wiedersehen und haben ein wunderbares Leben!!

Danke für alles!!

Ray M. Müller