Nuevas Perspectivas (10)...

Continuacion de una historia sobre un adolescente que sigue enamorado de su mejor amigo. Pero ahora tiene una gran desicion que tomar... reviven los relatos despues de 5 años.

Me gustaría agradecer los comentarios y correos que me han enviado algunos de mis lectores. Sin duda son gran inspiración para continuar la escritura de estos relatos. Ya que sin ellos, no habría razón de hacerlo.  Especial mención a los ticos, pues siempre da como cierta alegría adicional cuando quienes me felicitan y expresan comentarios son de mi país. Sobre todo porque es un país pequeño.

No con esto quiero despreciar mi nacionalidad alemana. Si bien me siento orgulloso de ser alemán, fui criado y moldeado en Costa Rica. Por lo que mi corazón estará siempre en estas tierras.

Algunos que por mi ultimo relato (9), se tomaron el tiempo para leer los relatos anteriores. Se podrán dar cuenta de que mi estilo de escritura e incluso forma de expresar cambian conforme avanzan estos. Naturalmente se da porque cuando escribí los primeros yo tenia aproximadamente 13-14 años de edad. Hoy en día, por supuesto tengo mas de 20 años. Por lo que no es mentira cuando digo que tengo muchísimas cosas que contar a raíz de lo que aconteció durante estos años.  Incluso podrán ver que el contenido sexual ha bajado notoriamente según avanzan éstos. Se debe mas que todo a que internet ya posee suficiente sexo por si solo, como para plagarlo en mis relatos. No me gustaría que se volvieran en algo mas de lo mismo.

Empiezo con describir un poco el pasado de los personajes en cuestión. Un ligero y brete momento para refrescar la lectura y conocer (y volver a conocer) a quienes protagonizan esta historia personal.

Mi nombre es Ray, originalmente nacido en Alemania. Criado en Costa Rica por una madre abogada (ya retirada) y un papa militar (literalmente, aunque los años lo han ablandado lo suficiente. Es retirado también). Mi familia se basa principalmente en Alemania, lo que implica que para hacer reuniones y demás, Deba viajar hacia el viejo continente. Ya que fuera de este, tengo mas que todo amistades y por supuesto al amor de mi vida.

Desde muy temprana edad supe que era gay, lo que nunca me dio mayor problema de auto aceptación. Mi familia (parte) no dio mayor problema tampoco, salvo casos como los que describí en mis relatos pasados. Mas viendo la situación desde una perspectiva panorámica y madura, fueron casos aislados. Tuve en contadas ocasiones acercamientos con mujeres, mas ninguna relación prolifero. Siempre tuve debilidad por los hombres con sonrisas bonitas y personalidad impredecible.

Además de esto, soy un tipo muy a fin a la tecnología. Específicamente al desarrollo de sistemas. Mi OCD o sindrome de obsesivo compulsivo de cierta forma me facilita dicha pasión.

Kiwi es un chico nacido en Costa Rica. Aunque su árbol genealógico posee una diversidad gigantesca de nacionalidades. A diferencia mía, Kiwi posee familia en prácticamente todo el mundo. Lo que le facilita viajar mucho y conocer lugares que yo nunca he estado. Esto lo hace ser naturalmente una persona conocedora de muchas culturas, cuestión que también se ve reflejado en su personalidad y su forma culta de ser. Sin embargo, contrasta mucho con ciertas peculiaridades que presenta su forma de ser.

También es un chico desinhibido, gracioso y algo extrovertido. A tal punto a veces de ser algo descarado. Muy impulsivo, pero sobre todo romántico hasta los dientes. Es un chico muy sociable y es de los que pueden involuntariamente hacer pensar a los demás (hombres o mujeres) que le gustas. Su buena apariencia física sumado a su personalidad le ha valido tener muchas admiradoras y admiradores. Pero le han traído celos y muchos otros problemas.

Es un tipo muy a fin al espiritualismo, cultura y las letras. (Aunque no parezca) Y actualmente sigue los pasos de su padre en ser abogado.

Aquí no estoy jugando solo con el pasado, pues como acaban de ver acabo de darles una pista del presente (O futuro si lo vemos desde el punto de vista cronológico de los relatos). Y quiero dejarlo en claro desde ya, porque son detalles importantes que se tomaran en los próximos relatos. Ya que haciendo mente sobre que escribir, decidí saltarme un par de años. Pero que no cunda el pánico, que terminare el capitulo que deje colgando en mi ultimo relato.

Ahora que pude decirles todo esto, reanudare mi historia…

Las horas se me hacían eternas, de solo pensar que en cualquier momento vendría por mi Mau. Recuerdo sudar frio y morderme los labios en señal de nerviosismo.

Cuando pensé que peor no podía sentirme, suena mi teléfono. Un mensaje de texto de Mau, diciéndome que ya casi llegaba. Que estaba en una presa. Esto solo desato una cascada de nervios dentro de mi. Por alguna razón, quería decirle a Kiwi lo que estaba pasando. Pues yo sabia que aun en medio del caos, sus palabras siempre eran reconfortantes y hasta cómicas. Es probablemente la única persona en el mundo en convertir mi frustración, preocupación o angustia en tranquilidad usando la combinación de palabras mas fuera de contexto que se puedan imaginar. (Es raro de explicar si alguna vez no han conversado con el)

Pero no era posible. No crean que no lo intente, lo único que me impidió no conversar con el fue que el numero del cual el me había llamado. No contestaba. Asi de ansioso estaba.

Mi mama incluso se dio cuenta y me dijo

-       “Pero que te pasa? Parece como si hubieras robado un banco.”

-       “No nada, después te cuento”

-       “Algo serio?”

-       “Mas o menos”

-       “De aquí no sales hasta que me digas, mocoso”

-       “Por que tienes que complicar todo? Dame chance a regresar”

-       “No estoy en posición de negociar, de aquí no me sale hasta que me diga. Usted vera!!”

-       “Me debi haber quedado callado mejor”

-       “Si, probablemente. Pero ya que te empapaste, ahora me sueltas esas lengua. Y si no, pues tranquilo… de aquí no sale”

-       “Ay dios que necia…”

-       “Aja…”

-       “Prométeme que no dirás nada”

-       “Mi amor nunca haría algo así”

-       “Creo que estoy enamorado de Kiwi…”

-       “Awwww mi chiquito, yo sabia!!”

-       “Ahh?”

-       “No pienses que tengo algo en contra de Mau. Es buena persona, pero siento que es un chico un poco mayor. No dije nada porque al parecer se llevan muy bien y se que Mau no tiene malas intenciones. Pero conozco a mi hijo y se quien le conviene mas”

-       “Te estas adelantando un poco… no crees. Además, porque demonios no me dijiste esto?”

-       “Esto debe nacer de ti, no debe nacer porque te siembran la idea. Además, hice una apuesta con tu papa. Creo que gane jaja”

-       “Que lindo… ahora resulta que soy un juego para ustedes”

-       “Para nada, de hecho me pone contenta que le des una oportunidad a Kiwi. Un chico que creció y compartió todo contigo desde que nacieron. “

-       “No te molesto lo que me hizo aquella vez?”

-       “Si por supuesto, y francamente me encantaría estrangularlo por eso. Pero también se que las relaciones pasan por momentos difíciles. Errores y desaciertos siempre habrán, pero lo que realmente importa es que no maten su amor. Me conmueve que hayas abierto tu corazón a el. “

-       “…”

-       “O sea… crees que Kiwi es… mi persona?”

-       “Lo que yo crea u opine no debe afectar tu juicio. No soy yo quien va a compartir saliva con el…”

-       “maaaaaaaa!!!!!!”

-       “Perdón, pero es la verdad. Pero si te puedo decir que ustedes comparten un lazo muy bonito. Además, se ven muy bonitos juntos. Aun me acuerdo cuando eran pequeños, siempre recibíamos elogios de lo bonito que compartían ustedes. Como hermanos, un rubito y un castañito awww”

-       “No se que hacer…”

-       “Estoy segura que sabrás que hacer. Solo te doy un consejo, si alguna vez dudaras de si alguien o no es lo correcto para ti. Piensa detenidamente, si te ves a ti mismo con esa persona en 30 años. Si dudas, probablemente no sea así. Pero si al menos se te sale una sonrisa, eso te puede indicar que vas por buen camino.” (soy yo o esto es una especie de complot? Si recuerdan esto mismo me lo dijo Kiwi)

-       “No quiero lastimar a nadie…”

-       “Así es la vida. Muchas veces nos lastiman, en otras lastimamos. Es inevitable. No pienses con la mente, la razón siempre te va a dar motivos para no hacer las cosas. “

-       “Pues si… vamos a ver que pasa hoy”

-       “Todo va a estar bien. No mas hazme un favor…”

-       “Que?”

-       “Si vas a tomar una decisión radical, no lo hagas donde sea que vayan. Hazlo aquí afuera de la casa. “

-       “Por que?”

-       “Prevención no mas”

-       “Prevención de que?”

-       “Ya sabes, puede que haya una reacción inesperada”

-       “Explícate”

-       “Digamos que implica una reacción que amerite que tu papa o por consiguientemente yo. Salgamos con una escopeta. Pero cero estrés, no te preocupes.”

-       “Que poco conoces a Mau por dios… además, que carajos? Ya estamos hablando de que lo voy a dejar y todo. Nunca he dicho eso!!”

-       “Yo nada mas te aconsejo, tu eres quien toma la decisión. Lo que si no esta a negociación es que me desobedezcas en lo de hablar aquí afuera. No me hagas empezar una cacería por favor, ya conoces a tu papa“

-       “ay dios que obsesión, esta bien ya. Además, tampoco tengo así como que mucha opción verdad?”

-       “Exacto”

-       “Que paso con todo eso de ser dueño de mis propias decisiones?”

-       “Eso es tontera motivacional por favor Ray, todavía sigues siendo un mocoso.”

-       “Oh gracias!!! De veras que eres un encanto!!”

-       “Yo se mi amor. Nos vemos ahora.”

-       “Bye…” (no mi mejor cara)

Poco me daba cuenta que estas palabras fueron el inicio de lo que fue mi proceso de aprendizaje en esta vida. Sabias palabras de mi madre que marcaron una gran diferencia.

De cierta forma me sentía un poco mas tranquilo, aunque triste por el paso tan egoísta que estaba a punto de hacer. Una parte de mi se negaba a hacerlo, pero por otro lado estaba consciente de que quizá era lo mas sano de hacer.

No paso mucho tiempo cuando escucho llegar un carro. Era Mau, sali tranquilamente. Entre al carro, lo salude y nos fuimos. Me dijo que quería llevarme a este nuevo lugar que recién abrió y que le dijeron que cocinaban muy bien.

Durante el camino, no tocamos ningún tema especial. No mas me preguntaba como me había ido, que estaba estudiando y cosas asi. Me comentaba de lo que había hecho y lo que le faltaba por hacer. Se le veía un tanto distante en cuanto a lo que habíamos conversado anteriormente. No me parecio nada raro, pero si intrigante.

Ya en el restaurante, empezamos a conversar ya mas amenamente. Hasta que finalmente me dice…

-       “Que es lo que me querías decir?”

-       (oh por dios, que nervios) “…”

-       “Sinceramente siento que tiene que ver conmigo Ray, no te preocupes. Estuve pensando mucho estos días”

-       “Como así? Que estuviste pensando?”

-       “No me devuelvas la pregunta, eres tu quien tiene algo para mi”

-       “Mira… voy a serte sincero. Algo paso entre Kiwi y yo y la verdad no me siento orgulloso de ello…”

-       “Ah? Como que paso algo entre el y tu? O sea, yo sabia que tenia algo que ver con el, pero jamás me imagine que había pasado algo contigo y el juntos… que fue lo que paso?”

-       “El llego a mi casa para despedirse, porque se iba a Estados Unidos. Y pues, no se que paso que terminamos besándonos”

-       “Y…”

-       “Ay Mau por favor… nada mas. Que me revolvió un poco el asunto”

-       “Mira Ray, viene siendo hora de que yo también sea sincero. Yo te amo mucho y te respeto. Pero yo te dije que tonto no soy, desde el primer dia supe que había contigo un problema emocional. Al principio no supe exactamente de que era, pero conforme te conocía todo parecía indicar que era algo con Kiwi.”

-       “…”

-       “En todo este tiempo, intente quitarte de la mente a ese chico. Y me encabronaba que el se dedicara a regresar. Incluso, aunque no me lo creas, hace mucho tiempo llegamos a conversar. Y me amenazo, diciéndome que si yo te hacia algo el me iba a dar cacería.”

-       “El es muy impulsivo Mau, no deberías tomarlo tan personal”

-       “Yo se, pero el punto es. Que el fue la primera persona por quien tu sentiste amor. Y viceversa. Y a decir verdad, siempre note que tu tono de voz y forma de ser cambiaba cada vez que andaba cerca. Yo no puedo competir contra eso Ray… llevo años. Esto es un camino de dos personas”

-       “Que insinúas…”

-       “Insinúo que siempre estuviste enamorado de Kiwi. Solo que por rabia no le diste una segunda oportunidad. Pero sabes que, no te guardo rencor. Al contrario, me alegra que seas capaz de perdonar.”

-       “Y no te molesta en lo absoluto?”

-       “Si me importa y mucho. Pero por encima de todo esta lo mucho que te amo. Y para demostrártelo, estoy dispuesto a apoyarte en cualquier decisión que tomes. No quiero obligarte a nada. Eres joven todavía, tienes toda la vida por la delante. “

-       “No se que decir…” (Sentía una mezcla de vergüenza y nervios)

-       “Tranquilo, sigamos comiendo. No pasa nada rubio.”

En ese preciso momento me dio una especie de escalofríos. Solamente de escuchar la palabra “rubio”. Si bien no era la primera vez que Mau me la decía, podría decir que la primera persona que me llamo así fue Kiwi. Quizá porque me sentía un poco sensible en ese momento, le di demasiada importancia. Pero bueno…

Extrañamente, cambiamos de tema. Mau se veía tranquilo aunque en ocasiones mostraba ciertas señas de preocupación. Intentaba reanimar el ambiente con bromas y cosas así. Curiosamente, dieron efecto. Ya que viéndolo bien… lo pasamos muy bien esa tarde.  Despues de eso, se nos ocurrio ir al cine. Siempre con buenos animos y risas. Como si nada hubiera pasado.

Pero estaba consciente de que ocupaba tomar una decisión. Y el tiempo se me acababa mientras íbamos camino a mi casa. Tal fue el estrés que me dieron ganas de llorar. Ya en frente de mi casa, Mau no mas me vuelve a ver sonriendo y me dio un gran abrazo.

-       “No te preocupes, no pasa nada en serio. Me encanta lo valiente que eres”

-       “… no quiero”

-       “Te prometo que siempre estaré cerca de ti. Te amo demasiado como para simplemente dejarte e irme. Respeto tu decisión, en serio.”

-       “No te he dicho cual es mi decisión…”

-       “Creo que ya tomaste la decisión hace buen rato… no te preocupes”

En ese momento, solamente se acerco mas a mi. Y nos dimos un beso apasionado tan bonito. Creo que de todos los besos, este ha sido uno de los mas importantes de mi vida. Fue como si no quisiera dejarlo, pero a la vez que durara para siempre. No recuerdo cuanto duro el beso, hubieron momentos de pausa donde nada mas nos veíamos a los ojos para luego reanudar el beso. Pude notar lagrimas de Mau y como sus manos se negaban a soltarme. Fue ahí cuando me impacto de verdad su significado… Este es el fin…

-       “Cualquier cosas que ocupes, ya sabes mi numero. Así me encuentre del otro lado del mundo. Te amo demasiado, no tienes idea de cuanto”

-       “Gracias Mau…” (mientras me quitaba las lagrimas)

-       “Ahora ve, ya vi a tu mama viendo por la ventana jajaja”

-       “Típico de ella… gracias por todo Mau. En serio…”

-       “Adiós mi bello”

Nos fundimos esta vez en otro beso. Pero corto. Y procedí a salirme del carro. Mientras me alejaba, solo me limpiaba las lagrimas. Y en lo vi para atrás, estaba Mau llorando mientras me decía adiós.

Pocas veces en mi vida me he sentido tan mal. Y esta fue una de ellas, acababa de terminar una relación muy bonita. Con alguien que estaba seguro, me amaba incondicionalmente y que me hubiera sostenido la mano aun en los peores momentos. Reconozco a Mau como una gran persona, que me tuvo un respeto tremendo. Nunca, durante el tiempo que estuvo conmigo. Intento aprovecharse de mi o de menospreciarme. Siempre lo recordare como una persona llena de respeto, madurez e integridad. Pasamos momentos espectaculares juntos. Tanto dentro como fuera del país. Esas escapadas que nos dábamos a veces de varios días hasta semanas por la costa del pacifico. Desde un humilde restaurante capitalino hasta hoteles cinco estrellas en el extranjero.

Si bien la posición económica de Mau, nos permitía darnos estos lujos. Estoy plenamente seguro, que aunque hubiese sido lo contrario. La hubiéramos pasado igual de bien.

Esa noche me sentía muy mal. Tan mal, que a pesar de la preocupación de mi madre. No quise tocar el tema. Ya había pasado suficiente, como para revivir esos momentos. Quería estar solo. Probablemente llorar por horas en la soledad de mi cuarto. Con la excepción de osito, mi perro. (que de osito no tiene nada, es un labrador gigante. Pero así se llama)

Apague mi celular y me dispuse a tratar de conciliar mi sueño. Después de un maratónico intento por dormirme, cuando finalmente me sentía tranquilo… todo se vio abruptamente interrumpido por el sonido de alguien tocando mi puerta. Mi madre, me decía…

-       “Te habla Kiwi, dice que tu celular aparece apagado”

Me levante a abrir la puerta, cogí el teléfono y cerré la puerta de nuevo.

-       “Rubio…”

-       “Kiwi?”

-       “Acabo de cometer algo… ”

-       “Que paso?”

-       “Recién hablaba con Erick, terminamos… me siento mal”

-       “Te entiendo Kiwi… yo me siento igual”

-       “Como que igual?”

-       “Mau y yo…”

-       “Oh por dios!!!!! En serio!!!?”

-       “Si, pero no hablemos de ello. Como lo estas manejando?”

-       “Mal, pero con esa bomba tuya… no se que pensar o decir. No se si sentirme mal o feliz”

-       “No es momento de bromas”

-       “No es broma… pero bueno. Me encantaría estar contigo en estos momentos…”

-       “Ya casi vienes no?”

-       “Si, de hecho estaba preparando mis maletas. Salgo mañana en la mañana.”

-       “Siempre vas a pasar por acá?”

-       “Por supuesto mi rubio, eso es lo primero que hare… quiero hablar contigo largo y tendido personalmente.”

-       “Aquí te espero entonces…”

-       “Y otra cosa… será que entonces tu y yo…?” (nunca ha tenido tacto para hablar)

-       “Después hablamos…”

-       “Bueno esta bien… nos vemos”

-       “Bye…”

Hablar con Kiwi, aunque brevemente. Me tranquilizo un poco. Mañana seria un día nuevo, ansiaba la llegada de Kiwi. La idea de volver con el me provocaba nervios, en especial porque sentía miedo de que me volviera a lastimar. Siempre ha tenido una forma de ser impredecible. Además de que todavía se le notaba cierto apetito por las mujeres.

Pero a la vez, es precisamente a eso. A la espontaneidad de su personalidad, lo que me llamaba poderosamente la atención. De ese tipo de relación de amor/odio. Por instantes pensé que había cometido una estupidez al querer cambiar al chico recto, seguro y limpio por otro que era medio inmaduro, impredecible y desordenado. En que demonios estoy pensando?

Definitivamente que el amor es ciego. Comprobado. Mi mente me decía mil y un razones de porque esta relación no iba a prosperar. Mientras que mi corazón se veía embriagado por la idea de volver con mi persona favorita. Aquel que me hace reír con las estupideces mas grandes y me hace sentir vergüenza cuando se le ocurre hacer algo tonto en plena vía publica. Aquel que destaca por ser uno de las personas mas cariñosas que he conocido.

-       “Estas loco, cambia de novias con la misma frecuencia que cambia de ropa interior. Que te pensar que eres especial? (Me decía mi mente)

-       “Solo lo se…” (Objetaba humildemente mi corazón)

Sera este el inicio de una bonita relación? O será acaso el principio del fin? No lo se, solo se que en estas cosas se requiere de correr grandes riesgos y tener fe. Sea lo que sea que me espera, aquí estaré.

Al día siguiente, era ya algo tarde cuando logre despertarme. Veo el reloj e iban a ser las 11am. En cualquier momento llegaba Kiwi. Por lo que decidí salir de mi cuarto y bañarme. Me aliste rápidamente y le dije a mi mama que hoy venia Kiwi. Y me dijo “Ya lo se”.

-       “Todos en esta casa parecen saber mas que yo, que pereza” (mientras arreglaba mi cabello)

-       “Gajes del oficio supongo”

Constantemente veía por la ventana a ver si alguien venia. Nada… Así paso alrededor de una hora. Hasta que veo de lejos un chico con camiseta amarilla y unos jeans caminando hacia la casa. Era Kiwi… apenas logre verlo bien. No pude evitar sentirme emocionado, pero a la vez apreciarlo ya como era de verdad.

Es como si me hubieran quitado un velo de los ojos. De pronto me di cuenta de cuan guapo Kiwi es. Oh por dios… “pero quien es ese rico?” pensé en voz alta. Sin percatarme que mi mama me oyó…

-       “Ya esta… lo perdimos. Ni que fuera la primera vez que lo ves”

-       “Yo se… pero… ohh dios… “

-       “Si no sales de ese trance te lo juro que te cacheteo. Pareces tonto”

-       “Bueno ya ya… que mujeres que son histéricas”

La descarada de mi mama, lejos de ayudar. Lo que hizo fue inmediatamente abrir la puerta.

-       “Hola Kiwi como te fue?”

-       “Muy bien suegrita”

-       “Como que suegrita? Descarado… pasa, antes de que perdamos a Ray otra vez”

-       “jaja ok, como usted mande suegrita”

-       “…”

Si… exactamente así de especial es Kiwi. A veces ponía de los nervios a mi mama.

Me agarro como pena… no se. O mejor dicho, la estupidez. Como si por alguna razón me hubiese devuelto en el tiempo y fuera la primera vez que le hablo a Kiwi. Que putas me esta pasando?

-       “Hooola rubio!!”

-       “Hola…”  (súper penoso)

-       Como estas?”

-       Bien… como estuvo tu viaje?”

-       “Muy bien… * voz suave * pensando en ti todo el viaje”

En eso me abrazo amistosamente, a lo que yo le correspondí de la misma forma.

Mi madre agrega…

-       “Se que eres un adicto al café Kiwi, quieres un poco?”

-       “Si claro, como los viejos tiempos”

Nos sentamos un rato. Siempre sonriendo, como si de pronto hablaramos telepáticamente. No hacían falta palabras para saber que estábamos felices de vernos nuevamente. Pero no solo vernos como amigos, sino que cada uno veía esperanza en los ojos del otro.

-       “Te ves super bien Kiwi… bajaste de peso?”

-       “No, sigo igual. Lo que pasa es que me ves con otros ojos… de mi parte. Yo te veo exactamente igual. El mismo rubio divino”

Se acerca mi mama con una taza…

-       “Aquí tienes Kiwi, que lo disfrutes”

-       “Gracias suegrita…”

-       “…”

En ese momento Kiwi se levanto dramáticamente y corrió a la cocina. A escupir el café que tomaba.

-       “Ahí tienes Kiwi, eso te pasa por querer jugar de gracioso”

-       “oh por dios… que asco…”

-       “Te deje el café de verdad aquí, te lo juro que no tiene nada raro. Nos vemos al rato chicos. Bye”

Esto mientras kiwi se limpiaba la boca sin poder decir nada. Seguidamente nos fuimos los dos a mi cuarto…

-       “Que salidas las de tu mama… oh por dios”

-       “Jajaja de cierta forma te lo merecías… suegrita jajaja que pasado”

-       “No es acaso cierto?”

-       “Kiwi…”

-       “Kiwi nada… venga a ver si deja de ser tan pendejo usted!!”

Así sin mas, me agarro de la cabeza y me propino un solemne beso en la boca. Que por poco me desmayo.

-       “Ahora si… decías?”

-       “Te amo Kiwi…”

-       “Ya lo se…”

-       “Que sabiondo anda todo el mundo en estos días… todo lo saben”

-       “shhhhh”

Nuevamente nos sumergimos en otro beso. Esta vez acostados en mi cama. Viéndonos a los ojos, sin mediar palabras. De pronto se interrumpe el silencio con Kiwi contándome lo que había hecho allá. Tocamos también el tema de Mau y por ultimo… sin previo aviso… me dice:

-       “Rubio… nunca te pregunte esto de forma oficial, pero ahora si… dime, quieres ser mi novio?”

-       “…” (me le quede viendo sonriendo…)

-       “entonces?”

-       “por supuesto que si tonto…”

En ese instante se dibujo una sonrisa en Kiwi, esa sonrisa que no puedo olvidar y que fue causante de mucho de mis desvelos. La sonrisa mas linda que he visto en mi vida. Probablemente lo que hizo que me enamorara de el por primera vez. Pero esta vez, sonreía porque finalmente obtuvo su segunda oportunidad conmigo después de casi 2 años.

Por mi lado, mas feliz imposible. No quisiera sonar frio, pero durante ese momento me olvide de lo que había pasado la noche anterior. De esos momentos que parece como si estuvieras drogado, pero de amor.

Para quienes hayan tenido la dicha de experimentar algo así, sabrán perfectamente a lo que me refiero. Y es probablemente una de las sensaciones mas bellas que uno pueda sentir. Toda esa plenitud que sientes, te hace pensar que eres un gigante.

Esto fue sin duda alguna, un evento que cambio mi vida por completo. Poco podía imaginar lo que me tenia preparado el futuro a raíz de esta decisión. Decisión que hasta la fecha considero, la mejor decisión que he tomado en mi vida.

Meses y años pasaron a partir de ese día. Lagrimas y sacrificios tuvieron que llevarse a cabo. Experiencias y emociones jamás experimentadas. Pero sobre todo, lecciones de vida que nos llevarían a Kiwi y a mi a evolucionar como pareja y como personas.

Mucho ha cambiado desde entonces. Y para aquellos que siguen mis relatos, estoy seguro que les gustara leer al respecto.

Espero que les haya agradado este relato. Fin de un etapa, mas comienzo de una nueva. Vendrán mas relatos, sin embargo desde ya estoy pensando en ponerle un punto final a esta cadena de relatos que he venido desarrollando desde el 2006.

Como les indique anteriormente. Pienso adelantarme varios años, de forma que puedan por lo menos conocer que fue eso tan bello o feo, que nació a raíz de esta historia de vida. Y como evoluciono nuestra relación hasta lo que hoy en día nos hemos convertido.

Nos vemos pronto, todavía no es el final.

Ray M. Müller.