Nuevas experiencias para mi esposa

Mi esposa no quería volver a ponerme los cuernos y sin embargo volvió a suceder.

Hace ya casi un año ("experiencias fotográficas", 23 de noviembre) les expliqué como mi esposa Ángeles había aceptado posar desnuda para un concurso de Intenet. Aunque aquellas fotos no llegaron a publicarse mi esposa tuvo una buena sesión de sexo con el fotógrafo.

De esta manera ella quería darme lo que consideraba una buena lección pues yo había explicado en la red sin su consentimiento la nueva relación que había tenido con Fernando, su antiguo amante.

Después de la sesión fotográfica la convivencia era tensa y yo temía que nuestra relación se rompiera. Sin embargo a los pocos días Ángeles tuvo el valor de iniciar la conversación y encauzar nuestra vida. Tras la cena, con las niñas acostadas me cogió de la mano y me llevó al sofá. Nos sentamos y mirándome a los ojos me pregunto si la quería.

  • Ángeles, te amo. No se como demostrártelo ni decirlo de otro modo.

  • Alberto, si me amas ¿cómo puedes querer que me acueste con otros? ¿cómo puedes excitarte con eso? Ya se que después de todo lo que pasó con Fernando es tarde para preguntarlo. Pero no puedo entenderlo.

  • Ángeles, Yo te quiero. Quiero que seas feliz, Que goces de la vida, Que goces del sexo siempre que quieras, ...

  • Alberto, Tú también disfrutaste a tu manera sabiéndome en los brazos de Fernando.

  • ... Sí ... No se como explicarlo. Sabiendo que tú gozas yo me siento feliz.

  • Algo más debe haber. No creo que vayas con otras. Pero algo más debe haber. No entiendo que placer encuentras siendo un cabró. Prácticamente me arrojaste de nuevo en los brazos de Fernando y seguro que te gustó que aquel fotógrafo me hiciera suya.

Ángeles siguió hablando mientras se había pegado a mí y empezaba a acariciarme.

  • Querido. Corté con Fernando. Hace pocos días tuve sexo con aquel tipo del que no me acuerdo ni de su nombre porque me sentí traicionada por ti cuando ví mi vida íntima explicada ante todo el mundo. Pero no voy a buscar a ningún nuevo amante. No creo que deba satisfacerte ese sentimiento tuyo que no entiendo. ¿Te excitas cuando te humillan? Además tampoco buscaré un amante que no creo necesitar.

  • Ángeles, no te niegues nada. Si encuentras a alguien que te interese y se acerca a ti, no renuncies a eso. Y, por favor, cuéntamelo.

  • Sólo te prometo una cosa. Si "algo" sucede, te lo contaré.

Nuestra vida volvió a una normalidad que yo temía perdida para siempre. La llegada al cabo de un par de semanas via correo electrónico de algunas de las fotos de la sesión fotográfica de Ángeles sólo sirvió para que ella sonriera y me preguntara si me excitaban esas fotos.

Le dije la verdad. Claro que excitaban. Me permitían imaginar a Ángeles siendo poseida de mil maneras mientras ella gozaba orgasmo tras orgasmo.

Pasaron varios meses sin que ella me dijera nada en relación a la libertad que yo le daba. Al principio del verano y tras una larga conversación telefónica me explicó que el pròximo fin de semana iría a ver a una amiga en una ciudad cercana al municipio en el que residimos.

Tras la comida del sábado, nos besó a mi y a las niñas y se dirigió a su automòvil. La acompañe hasta la calle recordándole que podía tener sexo con quien quisiera. Ella me miró y me dijo que su amiga Alicia había sido conocida por la gran cantidad de novios que había tenido.

Añadió que posiblemente volvería tarde y que se llevaba el teléfono móvil. Ya me diría algo.

La tarde transcurrió para mí junto a la niñas entre películas de dibujos animados en la tele, juegos en el parque vecino y el baño y la cena. Cuando estuvieron por fín acostadas dejé que mis suposiciones y sentimientos se desbocaran.

Cené un poco y mientras miraba la tele sonó suavemente mi teléfono móvil. Era Ángeles. Me dijo que tras pasear con su amiga, tomar una copa y cenar habían encontrado a una vieja conocida pintora y habían decidido ir a su estudio. Me aseguró que volvería temprano por la mañana y no añadió nada más.

En la cama imaginé a Ángels en plena orgía con varios desconocidos y finalmente me dormí ayudado por algunos whikys.

Me desperté temprano cuando mi esposa se metió en la cama a pesar de que ya eran las 9 . Me pidió que atendiera a nuestras hijas cuando se despertaran y que la avisara a mediodía. Sólo añadio que sin duda estaría contento con lo que iba a contarme más tarde.

Las niñas se despertaron tarde, desayunaron y iniciaron sus juegos suponiendo que su madre estaba con gripe y que no debían hacer mucho ruido.

Cuando llegó la noche y las niñas volvieron a estar acostadas, Ángeles me llevó a la cama y me contó su última aventura en la que mis cuernos reverdecían.

Ángeles y Alicia salieron del restaurante donde habían cenado y se dirigieron a un local cercano. Fue allí donde estaba Maria, la pintora, con un hombre joven, alto y fuerte (también muy atractivo) llamado Carlos.

Alicia hizo las presentaciones y se sentaron los cuatro juntos. Luego preguntó a Maria por su próxima exposición. Esta explicó varios de los cuadros que tenía preparados. Comentó unos paisajes, un bodegón y unos retratos. Ángeles se mostró interesada y Maria le agradeció el interés proponiendo que los cuatro fueran a su estudio.

Al llegar, mientras María iba mostrando su obra, Carlos preparó unas bebidas. Con el vaso en la mano Ángeles comentó que no recordaba cual había sido la última vez que había bebido tanto.

Al llegar a los retratos en los que se veia a un mismo hombre desnudo Ángeles miró sonrojada a Carlos. Era evidente que el modelo era él. Alicia le preguntó a mi esposa que le parecían los retratos.

  • Me parece que el modelo es Carlos ¿verdad?

  • Sí que lo es. Está guapo ¿verdad?

  • Ya lo creo, Alicia ... pero me parece que hay algo que se ha exagerado, ¿no?

María se puso a reir.

  • Te has fijado en lo que nos fijamos todas cuando vemos a Carlos desnudo... Todavía me acuerdo cuando posó para mí por primera vez. Por descontado terminamos aquella noche en la cama y desde entonces somos algo parecido a novios ¿verdad Carlos?

Después Alicia explicó que cuando ella vió el primer retrato de Carlos no pudo evitar decir que no se creia la medida de la verga que allí aparecía. Se cruzó una apuesta sobre la medida y al comprobarse que realmente el miembro de Carlos medía 22 cm Alicia tuvo que pagar el precio prometido. Ángeles puso cara de curiosidad y Alicia con cara de traviesa reconoció haberle hecho una larga mamada pues el trato fué llegar a que él se corriera.

María miró a Carlos y le dijo que se desnudara para tomar unos apuntes. Así mi esposa podría observar lo que considerase oportuno.

Carlos sonriendo se desnudó y se acercó a un pedestal que había en el centro de la sala, mientras María encendía un foco e iniciaba su trabajo Ángeles se fijó en el cuerpo del modelo. Se sorprendió a sí misma pensando que no estaría mal pasar un buen rato con aquel hombre.

A los pocos minutos María preguntó a mi esposa lo que le parecía su modelo. Ángeles le respondió que entendía perfectamente el interés de la pintora. Esta había terminado su apunte y lo mostró. Entonces Alicia le dijo a Ángeles que era hora que ella también posara. Mi esposa no supo que responder y María le dijo que estaba segura de que tenía un cuerpo interesante. Ángeles se sentó en un silla junto al pedestal en el que se había apoyado Carlos.

María, Alicia y Carlos se pusieron a reir. Le dijeron que aquello no valía. Debía desnudarse. En parte por el alcohol que había tomado y en parte por la calentura que le producía la presencia de Carlos, que no se había vestido, terminó también ella sin ropa y nuevamente sentada en la silla.

Carlos se acercó y sus manos empezaron a recorrer el cuerpo de mi esposa modificando su postura. Le dijo que de esta manera mostraría mejor las curvas de su cuerpo. Mantuvo sus manos sobre ella unos segundos más y le dijo que sería una pena no remarcar esas bellas y deseablas formas. Finalmente se apartó quedando a poca distancia sin quitarle los ojos de encima.

Maria empezó a dibujar mientras Alicia se situaba tras ella observando la obra.

Ángeles miró la cara de Carlos. Realmente era muy guapo. Fue fijándose en el cuerpo del hombre y al llegar a la verga se dió cuenta que estaba erecta. Realmente era grande.

María terminó el dibujo y se dirigió a Carlos

  • ¿Tendré que ponerme celosa? ¡¡Mira como se te levanta!!

La pintora se hechó a reir y Alicia haciendo lo mismo propuso a Maria que dibujara a Carlos y a Ángeles abrazados. Sin más indicaciones Carlos cogió a mi esposa de la mano. La llevó a un diván y la abrazó de manera que ella puso la cara sobre el pecho de él. Los sexos de los dos quedaban pegados. Ángeles notaba la dureza del miembro entre sus piernas y la firmeza de sus manos, una en un hombro y la otra acariciándole un pecho.

Su propio cuerpo reaccionó. Los pezones se convertían en pequeñas piedras y el sexo se inundaba por sus propios jugos. Mientras tanto las manos se apretaban en la espalda del modelo esperando que este la hicera suya.

Cuando María terminó su dibujo se dirigió a su amigo y le dijo

  • ¿Ahora la vas a dejar así? Mira como tiembla. Venga, Hazla gozar.

Alicia y Maria se sentaron juntas frente a la pareja en otro diván y Carlos empezó a besar a Ángeles el cuello, los pechos y el resto del cuerpo llegando a su sexo. Empezó a lamer suavemente a mi esposa recorriendo con la lengua la intimidad de Ángeles e intoduciendo la lengua profundamente hasta que ella no pudo evitar fuertes gemidos de gozo. Carlos siguió besándola y lamiéndola . Finalmente la puso de cuatro patas sobre el diván. Entonces la penetró con fuerza desde atrás. Ángeles sintió como aquel miembro grande y grueso se abria camino en su interior y ella vivia con intensidad el placer..

Luego miro a sus amigas y descubrió que ellas también se estaban besando y abrazando con parte de sus ropas ya sobre el suelo.

Carlos bombeaba a Ángeles con fuerza . Tras un nuevo orgasmo de mi esposa, Carlos se corrió dentro de ella. Ángeles se situó entonces sobre él y le chupó el miembro un buen rato. Siguió besando el cuerpo de su amante como había hecho antes con el de ella y volvió a chupar con fuerza el miembro. Poco a poco Carlos recuperó la erección. María y Alicia, ya totalmente desnudas se acercaron y las tras fueron turnándose en la mamada. Luego Carlos volvió a situar de cuatro patas a mi esposa sobre el diván y tras comprobar que el culo de Ángeles aceptaba rápida y fácilmente la entrada de dos dedos empezó a introducir en el ano su verga.

Ángeles gritaba de placer mientras descubría que María y Alicia recorrian su cuerpo con las lenguas. Ocasionalmente acercaban los labios a su boca. Mi esposa me dijo que a pesar de no sentirse atraida por aquellas mujeres no podía dejar de gozar al sentirse abrazada y besada por ellas. Luego el bombeo de Carlos le trajo un nuevo orgasmo.

Luego y tras volver a vaciarse en el interior de mi esposa el modelo se tumbó en el suelo mientras las tres mujeres terminaban de besarse. María pidió a Ángeles que las masturbara a ella y a Alicia y mi esposa acarició a las dos en el sexo alternando manos y lengua. Finalmente los cuatro quedaron rendidos sobre el suelo.

Al cabo de un rato y entre suaves caricias Ángeles y Alicia se levantaron, se vistieron y se despidieron Al salir vieron como María y Carlos empezaban una nueva sesión de sexo.

Ya en la calle Alicia le preguntó a mi esposa si había hecho algo parecido alguna vez. Ella le respondió que yo le daba toda la libertad que ella podía pedir. Sonriendo intrigada Alicia le dio un beso en la mejilla y le pidió que se vieran pronto para que le contara hasta donde había llegado. Quedaron en verse pronto y se separaron.

Ángeles terminó aquí su relato. Me dijo que a pesar de haberlo pasado muy bien no sabía si volvería a aquel estudio. Entonces me abrazó y finalmente pude yo gozar junto a ella.