Nuevas experiencias con mi mujer
Conocemos a un chico llamado Carlos en nuestra búsqueda de nuevas experiencias.
Tras mucho tiempo de fantasear con ello en la cama, fantasía que inicié yo pero que mi mujer
acabo haciendo suya, mi mujer ha decidió el paso de probar a realizar un trio. Ella ha tenido
muchas dudas, pero lo desea de verdad. Yo siempre he creído que en el fondo todas lo desean,
pero el miedo al que dirán, o de si mi marido cambiará de opinión sobre mi las confunde. Pero
todo ello esta muy alejado de la realidad.
Después de hablarlo con ella, le daba mucho corte ir a un local liberal y ha decidió instalarse
una aplicación móvil, 3fun creo que se llama. Se ha creado un perfil poniendo todos sus gustos,
lo que le apetecía hacer y lo que no.
He de decir que no me hizo participe de la aplicación. Ella descartaba los chicos, o los agregaba
según veía. Era selectiva pues automáticamente descartaba a casi cualquiera que buscase algo
que no fuera un trio.
Tardó en encontrar a alguien, pero al fin se dio la casuística de encontrar a un chico que le
atrajese físicamente, y su conversación no girase solo en torno al sexo. Después de chatear un
par de veces con él. Me presentó las fotos y los chats.
Él chico la verdad que había reusado mandarle una fotopolla, lo cual era interesante pues no
era un tío cualquiera, pero nos generaba dudas acerca de él. Mi mujer me decía que era
simpático y demás, pero ya que se aventuraba a esto, quería que fuese con una buena polla,
mas grande que la mía.
Una tarde la pillé chateando con él y se lo dije tal cual. Mándale tu una foto tuya enseñando
tus apreciados atributos, y pídele una a él.
Me pidió que le hiciera la foto, ella estaba algo nerviosa se le notaba, pero después de varios
intentos saque una en la que salía perfecta. Y se la mandamos. Él chico, que se llamaba Carlos
se hizo esperar, pero finalmente le mando una foto erótica en la que enseñaba de manera
sensual su cuerpo. No había dudas, era el chico adecuado.
No había mas que hablar, se concertó una cita con el a tres para cenar y conocernos
finalmente en persona.
Carlos era universitario así que no tenía mucho dinero, por lo que propusimos nosotros le sitio
y le invitaríamos a cenar.
Elegimos un sito en Alcalá de Henares que solemos ir con los niños, solo que con esta vez en
vez de niños iríamos con Carlos. El sitio se llama gato verde y esta bastante bien si os gustan las
cervezas. Allí nos tomamos un par mientras nos conocíamos mejor. Le contamos un poco por
encima nuestra vida, a que nos dedicamos, inquietudes, gustos cosas así… el hizo lo mismo.
La velada fue tranquila, pero se hizo tarde por lo que nos íbamos a volver. Él había quedado
con unos amigos para salir de fiesta ese día así que decidimos acercarle en coche. Yo conducía
y el se sentó en el asiento de atrás. Mi mujer nos sorprendió sentándose atrás también.
El chico me dio la dirección y la puse en el GPS. Nos pusimos en marcha.
No habíamos salido de la ciudad y por el retrovisor veía a mi mujer acariciándole el torso
bajando la mano hacía su entrepierna. Yo modifique el retrovisor para verlo todo mucho
mejor.
El sonido de un cinturón desabrochándose, una cremallera bajándose… era el preludio. La
cabeza de mi mujer se hundió en su entrepierna. Yo alcanzaba a ver con dificultad la felación
que le estaba realizando, pero los gemidos de él ya me decían que se estaba empleando a
fondo.
El chico puso la mano en la cabeza de mi mujer y la apretaba para abajo para que se la comiese
entera. Yo apenas veía mucho, pero me estaba excitando como nunca.
-¡Como la chupa tu mujer!, creo que me va a dejar seco.- dijo entre gemidos.
Yo hacía rato que había aparcado, y veía a sus amigos en el parque en el que había dicho el
que el que había quedado, mientras oía los gemidos de Carlos.
Un fuerte balbuceo se escuchó, y luego un gran gemido, señal de que se estaba corriendo.
-Si que tenías leche ahí.- Dijo mi mujer recuperando la postura y llevándose resto de semen de
los labios con un dedo hacía la boca.
-Ha sido espectacular, espero que la próxima vez podamos disfrutar mas tranquilamente si os
ha gustado.- Dijo Carlos mientras se vestía.
-Seguro que sí.- Apremié.
Carlos se bajo del coche y se fue a donde sus amigos, mi mujer hizo lo propio para pasar al
asiento del copiloto con una sonrisa.
-No veas que polla se gasta, es mas grande que la tuya, y desde luego se corre mas.- Me dijo
mirándome a los ojos y poniéndome mas cachondo todavía. -Vamos para casa.-
Arranqué y no había recorrido ni medio kilometro que mi mujer se introdujo entre mis piernas,
y de forma habilidosa me saco la polla del pantalón.
-La tuya esta bien, pero la de Carlos madre mía.- Dijo maliciosamente mientras su cabeza se
escondía en mi entrepierna y se metía mi polla en la boca.
Me la succionaba con fuerza fruto de que estaba cachonda a mas no poder, yo no iba a llegar a
casa sin correrme, así que pare en un descampado.
Empecé a quitarle el vestido mientras ella se bajaba las bragas.
-Fóllame en el capó.- Dijo mientras abrió la puerta.
Se tumbó sobre el capó y sin mas se la metí allí mismo, ella cerró los ojos ante mi vaivén y se
estrujaba sus pechos.
-¡Que ganas de que me folle Carlos y me llene el coño de leche¡, ¿No tienes ganas de follarme
el coño lleno de su leche cariño?- Estaba insaciable.
-Si que ganas tengo cariño.-
Ella se masturbaba su clítoris fuertemente mientras yo la penetraba, sus piernas empezaron a
temblar y su espalda a contorsionarse, dos grandes gemidos simultáneos salieron de nuestras
bocas mientras descargaba toda mi lefa dentro de ella ante su orgasmo.
Nos vestimos comprobando que no nos había visto nadie y nos marchamos a casa.
Mi mujer a la mañana siguiente escribió a Carlos para terminar lo que habíamos empezado.