Nuevas experiencias

Como las fantasias se pueden llevar a la realidad con un poco de ganas y mucha calentura.

Todo inició cuando aún éramos novios y nos empezamos a contar nuestras aventuras sexuales, la cantidad de novios/novias que habíamos tenido, el tipo de relaciones y con quienes más nos habíamos excitado. Como muchos de ustedes sabrán, esto es y será parte del morbo de lo que siempre quisiéramos saber –por lo menos de parte de los hombres- porque te da una sensación de descubrir lo prohibido, algo que nadie más que tú y tu pareja van a saber.

Esa noche, cuando MariaJose me contó todo lo que había llegado a hacer, me excité muchísimo, ya que había vivido bastantes mas experiencias de las que me había imaginado –déjenme aclarar que tampoco era la típica niña santa y mojigata— y sin ningún recato, me contó con lujo de detalles todo lo que había hecho.

A los 2 nos prendió esa sensación, por lo que de ese momento en adelante, sentía mucha curiosidad de saber todo lo que había hecho, y comencé a imaginármela teniendo sexo con otro hombre.

Cuando le mencionaba la idea, a veces se sentía, porque pensaba que no la quería lo suficiente, como para no dejar que nadie se le acercara, pero la verdad es que ella también se empezaba a excitar y a imaginar en esa situación. Más ella se calentaba por la idea de hacerlo frente a mí por lo exhibicionista que es, y a mí por lo voyerista, así que hacíamos la pareja perfecta.

Hasta que un buen día, ella me comento que uno de sus profesores le coqueteaba y estaba segura que tenia un deseo intenso de estar con ella. Esta idea puso en accion mis fantasias y le mencioné que debería seguirle la corriente para calentarlo y excitarnos los dos fantaseando sobre la posibilidad de ella estuviese con otro hombre. Ese coqueteo siguió durante unas dos semanas, y me preguntó que si de verdad deseaba que la fantasia fuera mas alla, al campo de lo real. Después de pensarlo, mi perversión pudo mas que mis prejuicios y le dije que si con la condicion de que me contara todo lo que hicieran con lujo de detalles.

El día pactado llegó y sin más que mediar, se dirigieron directamente a un hotel ya que no había necesidad de realizar tramites protocolarios previos. Prepare a  MariaJose de acuerdo a mi fantasia,  coloque en su bolso aquel “juguetito” que la excita y le permite tener un doble orgasmo (clítoris-vagina), cuando la están penetrando —no le gustan los penes muy largos sino mas bien anchos—.

A partir de aquí, el relato lo sigue MariaJose, ya que ella es la involucrada y quien mejor que ella para contar con lujo de detalles lo que paso.

Cuando llegamos al hotel, Alfredo —como llamaré a mi profesor — estaba más nervioso que yo,  ya que no sabía como encarar la situación y como las mujeres que lean esto sabrán, cuando tomamos una decision, dejamos atrás los prejuicios, y el nerviosismo es desplazado por placer perverso, y tomamos la iniciativa.

La habitación era muy confortable, agradable y muy “adoc” para nuestros fines, ya saben cama grande, TV, baño y nada más. El se quedo parado unos instantes, asi que que recoste en la cama de manera bastante atural,  nos acostamos en la cama, yo en la cabecera y Alfredo al revés, es decir, con los pies hacia la cabecera.

Desde esa posición el podia ver mis muslos (y mas alla ) que le mostraba de manera sutil y tentadora, ya que llevaba puesta una falda corta especial para este fin. Me vestí con una minifalda negra, un coordinado de tanga y brassiere negros semitransparente, una blusita muy pegada que sugeria la forma de mis pechos y mis pezones a través de la delgada tela.

La situación me tenía bastante tranquila porque era yo quien tenía el control. Por otro lado, la idea de realizar una de mis fantasias, el hacerlo con un hombre mucho mayor que yo, me tenia bastante motivada, siempre he creido que los hombres mayores tienen gran experiencia, y el saber que el me deseaba tanto… me tranquilizaba y me excitaba.  Mis pezones duros y protuberantes, mi vagina húmeda y punsante, y mi clitorís atento.

Comezo a acariciarme las piernas suavemnte, yo… lo miraba de forma poco interesada pero a la expectativa… no me movi un sentimo, deje que sus dedos recorreran mi piel libremente. sin mucho preámbulo lo atraje hacia mí para besarlo en la boca y sentir nuestras lenguas enlazarse en un beso profundo y cachondo, dejando que me besara el cuello, los lobulos de las orejas, mis hombros , empezaba a sentir como su mano bajaba por mi cuello y se detenian en mis senos, los masajeba de forma cachonda y muy rico de una manera que hacía, si es posible, que mis pezones se pusieran más duros.

Cuando sentí ese manoseo, mi curiosidad me llevó a saber como era su pene, así que deslice mi mano por sus pantalones para tocarlo y  sentir lo que me empezaba a frotar en la pierna, me percate de que era de gran tamano, ancho y estaba totalmente erecto y muy duro, por lo que empecé a sobarlo por encima de la ropa, logrando arrancar algunos gemidos de su parte, y llevé su mano de mis pechos a mi vagina que ya empezaba a sentirse abandonada y urgida de ser tocada.

Resbaló su mano y comenzó a tocar del clitorís a la entrada de mi vagina, provocando que mi tanga se mojara mas de lo que ya estaba, arrancandome un gemido de placer . Poco a poco, se fue centrando en mi clitoris  y mis manos empezaron a quitarle el pantalón para poder sentir su piel ya que pronto iba a iniciar mi necesidad de tenerlo adentro. De repente, sentí que movía la tanga al lado y que empezaba a bajar sus besos hacia mi clitoris, por lo que le dije que tenía a un amiguito que siempre venía conmigo para estas ocasiones, ya que el roce directo me resulta muy molesto.

Entonces saqué mi vibrador y se lo dí, guiándolo para que lo pusiera justo a donde a mí me gusta, cabe mencionar, que me vengo muy rápido cuando lo tengo en el clitorís, y me están tocando la entrada de la vagina, que sorpresa la mía, cuando lo que siento en mi vagina, es su lengua acariciandome por todos lados, estuvimos así unos minutos hasta que cambie de posición y me sente sobre de el. Comence a besarle el cuello, a buscar sus zonas erogenas mientras su manos recorrian mis nalgas, me dijo que estaba haciendo que lo tuviera muy duro.

Mis manos y mis lengua comenzaron a recorrer su pecho descendiendo poco a poco. Los dos completamente desnudos permitimos que nuestos dedos recorrieran la piel sin obstáculos. El deseaba que probara su pene, pero yo disfrutaba de la espera, de aplazar el deseo. El poder retener el placer me excita enormemente, ese juego de saberse deseada y no suncumbir a el ansia… me prende, tal vez por el poder que me da el controlar.  Comenzo a penetrarme con su dedo y se excito al encontrarme humeda.

El se encontraba tan excitado que sin darme cuenta me cambio de nuevo de posición a una que le diera mas control a el… se hecho en cima de mi, me llevo a la orilla de la cama, levanto mi pelvis con unas almohadas y comenzo a penetrarme con su pene totalmente erguido, senti un poco de dolor por el tamanio de este pero poco a poco fue desapareciendo. Descubri en sus movimientos que estaba muy excitado asi que comence a moverme mas lentamente y me di cuenta de que el prolongar su deseo de correrse lo excitaba y deseperaba, me cambio de nuevo de posición a la de “perrito” y me penetro por detrás mientras tocaba mis senos y yo colocaba mi “juguetito” en mi clítoris… ahora el deseo de correrme comenzaba a ser mas fuerte. Después de estar un rato penetrandome, el ritmico movimiento de meter y sacar me preparo para venirme… el me dijo que se sentia “cogido” ya que era yo quien imponia el ritmo… esto me excito aun mas.

Un giro mas y me sente sobre el viendo hacia los pies, me agache ligeramente para que su pene entrara y saliera libremente mientras continuaba excitandome con mi juguetito hasta que finalmente los movimientos fueron mas ritmicos y rapidos provocandome un inmenso orgasmo que dejo palpitante mi vagina. El se corrio casi simultáneamente y terminamos los dos acostados tomando aire para… comenzar de nuevo.