Nuevas experiencias
Una pareja de novios va incrementando la calentura de sus actividades sexuales.
Llevo mucho tiempo saliendo con mí novio y desde poco después de salir, mantenemos relaciones sexuales. David mi novio ha sido el primero en descubrirme con respecto al sexo por eso de que empezamos a salir desde jóvenes.
Al principio no llegábamos hasta el final, simplemente tonteábamos, nos besábamos, etc. Hasta que un día descubrimos un lugar para amarnos. Él como cada tarde comenzaba a besarme yo me sentaba encima de él para sentir su polla cómo se apretaba contra mi sexo. Él me excitaba besándome, bajando por el cuello hasta que llegaba a mis tetas y me lamía los pezones, yo mientras tanto le acariciaba y no dejaba de mover mis caderas para sentir su polla. Una tarde cuando estabamos excitados me levantó de su polla me sentó en el suelo y me bajó las bragas, yo estaba nerviosa y a la vez excitada, él comenzó a tocar mi clítoris, primero despacio y luego con más movimiento, cuando notó que estaba mojada bajó su cabeza y la colocó entre mis piernas sacó su lengua y comenzó a lamer mi coño. Al principio lo hacía despacio pero por mi estado de excitación le decía que no parase y cada vez me movía más rápido, apretaba su cabeza contra mi coño y deseaba que no se quitara, para mí decía "cómetelo todo", hasta que tuve mi primer orgasmo, él retiró su cabeza y me miró con una sonrisa diciéndome ¿te ha gustado? Le contesté que sí y le abracé. Desde esa tarde lo hacíamos casi todos los días. David tiene una casa que no esta habitada un día me propuso que fuésemos a ella, David compró una caja de condones, nunca habíamos comprado por estar practicando sexo oral.
Llegó el día y fuimos a la casa, cuando llegamos a mí me entró frío por todo aquello de estar solos en una casa y pensar que ese día llegaríamos a la penetración.
Nos sentamos en el sillón y David comenzó a besarme, primero sobre la ropa me tocaba las tetas, los muslos y me apretaba el culo, yo bajo un muerdo apasionado le acariciaba la espalda le apretaba su buen culo y le agarraba con fuerza su enorme paquete. Tras un rato de calentamiento me desabrochaba la camisa y con la otra mano se bajaba la cremallera de sus pantalones me cogía la mano y la metía entre sus calzoncillos y su pantalón. Mientras yo jugaba con su polla me quitaba el sujetador, me lamía las tetas y mordía mis pezones, cosa que cuando más me mordía más le apretaba yo su polla. Un poco mas tarde, nos dirigimos a una de las habitaciones, nos tendimos en la cama, yo me senté encima de su polla, es una cosa que me pone muy cachonda al sentirme que yo llevo el mando y que si cabalgo con fuerza siento su nabo contra mi coño, mientras yo cabalgo sobre su polla él me toca las tetas, acariciando y apretando. Después de un rato cambiamos de postura yo me echo a su lado y comienzo a besarle, bajando mi mano hasta cogerle el paquete, le bajo los calzoncillos y comienzo a hacerle una paja, él deja de besarme y me dice que no pare. Al principio la cojo con suavidad pero después es tan grande la excitación que aprieto con todas mis ganas, después de un rato haciéndole una paja consigo que se corra, echando todo el líquido sobre la cama. Cambiamos de postura él se pone encima de mí y comienza chuparme todo el cuerpo, un buen muerdo, chupadas en el cuello y mordiscos en los pezones, baja por mi vientre hasta llegar a mi coño. Allí se detiene para hacerme sufrir y vuelve a besarme los pezones otra vez se dirige hacia abajo y esta vez sí pone su boca sobre mi almeja, que ya se encuentra bastante húmeda. Comienza a lamer despacio pero yo le abro las piernas para que me lo coma mejor, pasea su lengua por mi concha de arriba abajo cada vez más rápido, abre mi coño con suavidad y mete la lengua ¡uhmmmm, uhmmmmmm, qué gusto! ¡no pares! Le digo, no dejo de moverme para sentir su lengua más fuerte ¡sigue, sigue, cómemelo, fóllame!, son las únicas palabras que me salen hasta que consigo correrme.
Cuando descansamos un poco me propone hacer su postura favorita, el 69, después de convencerme accedo y la llevamos a la practica, él tendido sobre la cama con su polla tiesa abre la boca para que le pueda poner mi coño encima, comienzo por una paja mientras él suavemente comienza a lamerme de nuevo mi almeja, cuando él me siente húmeda su excitación es mayor, de manera que comienzo a hacerle una mamada, arriba y abajo hasta que por unos momentos, me meto el capullo en la boca y comienzo a chupar, fue tanto el gusto que casi se corre. Le miré y le vi entretenido en la parte de abajo, así que me propongo que se corra, le hago una paja, una mamada, le como el capullo y cada vez más rápido hasta deja de comer mi almeja para concentrarse mejor en su polla. Al fin un líquido blanco sale de la punta de su capullo ¡ya, ya, no sigas ! - me dice, que ya no me sale más.
Estuvimos todo el día gozando de nuestros cuerpos hasta que caímos fundidos en la cama y nos dormimos.
Cada día entre David y yo hay experiencias nuevas que os seguiré contando en otro relato.