Nueva vida

Después de que Mimi descubre su verdadero ser decide arrancar una nueva vida lejos de todos sus conocidos.

Después de su salida al mundo como una chica, vivió algunos meses como la criada, dormía en el cuarto de servicio, comía las sobras y lavaba ropa, platos, tendía camas y el resto de labores que una criada debe de hacer.

El trato que le daban era cada vez peor, al principio se exitaba con las humillaciones pero poco a poco empezó a ser peor, su dueña, como le tenía que llamar empezó a prestarla, sus horas de sueño eran cada vez menos, su vida social era nula, poco a poco dejaron de tener sexo con ella, empezó a usar un cinturon de castidad y empezaba a estar continuamente enferma.

Le costó mucho trabajo pero decidió espacar de esa vida, cuando estaba sola decidió salir con un poco de ropa y algún dinero que logró robarle a su dueña y se escapó directo a la central de camiones. Su cambio a pesar de que ella lo sentía profundo no lo era tanto para su entorno, aún se notaba que había nacido como hombre y en la sociedad no era nada bien visto lo que estaba haciendo.

Mimí estaba convencida que le gustaba tener un rol pasivo pero aún no tenía claro si le gustaban los hombres o las mujeres, en su interior pensaba que era lesbiana, pero como desear ser poseida si las mujeres no tiene con que hacer eso, como pensar en la pasión de su clitoris encerrado en una jaula y su puerta trasera deseosa de ser penetrada?

Había olvidado ya lo que era tener una erección, cuando escapó tenía puesto su cinturon de castidad que evitaba cualquier tipo de erección y había encontrado el mayor de sus placeres al ser penetrada por cualquier tipo de juguetes y al frotar sus pezones. Su mayor sueño era eyacular sin tener que estar dormida y sin vivir con esos inmensos dolores en los testículos por no eyacular practicamente nunca.

La falta de eyaculación le hacía vivir permanentemente caliente, la ropa que había logrado sacar no era muy decente que digamos, toda era corta, dejaba ver sus piernas casi completas, no escotes, pero todas las partes superiores dejaban al aire su hombligo, al menos había logrado robar unos leggins que son los que llevaba puestos. Al no poder cubrir su bulto bajo ninguna prenda y ser los leggins tan ajustados tenía que vivir montada, el aparato que evitaba las erecciones hacia imposible que pudiera poner sus testículos hacia arriba por lo que tenía que vivr sentada sobre ellos y con el pene estirado a su máximo para ocultarlo al máximo, 3 o 4 pantys eran necesarias para mantener todo en su lugar.

La incomodidad era tanta que no lograba estar en paz ni un segundo, al llegar a la central de camiones y buscar algún buen destino tuvo que caminar lo suficiente para que caminar se convirtiera en un pesar, Para evitar el dolor echaba su culo hacia atrás buscando un poco de respiro a esas partes que tanta presión sentían.

Se puso un cubrebocas, gorra y todo lo que le ayudara a mostrar su rostro lo menos posible para evitar ser descubierta. pero aún así notaba las miradas de todos aquellos con los que se cruzaba en su camino, mujeres, niños, hombres, ancianos, todos, sentía como si a cada paso hubiera luminarias siguiéndola. Se sentía en riesgo, humillada, expuesta, en algún momento pensó en desistir y regresar a ser una criada por el resto de su vida pero se armó de valor y siguió decidida a iniciar.

Sintió un fuerte manotazo en su pompita izquierta, volteó apanicada y vió a un joven que se dedicaba a cargar las maletas de los pasajeros con un diablito, cuando se giró este casi niño le mandó un beso, le guiño un ojo y le gritó:

-mamacita!! estás re chula, en media hora acabo de trabajar, por si quieres quién te haga el favor

Sus problemas al caminar, la incomodidad, la falta de sueño, el manotazo y la situación en general tenían a su corazón salí por su boca a cada momento, se sintió atractiva, pensó que nadie notaba que no era lo que intentaba aparentar...

Empezó a sentir mareo, no le importó y siguió directo hacia el mostrador para comprar un boleto, en ese momento decidiría a donde viajar, no quería gastar demasiado en el boleto, no quería ir tan lejos por si se arrepentía.

El mareo aumentaba, le empezó a faltar el aire, hasta que se desbaneció....

Me encantaría recibir tus comentarios, mi mail es mimi.cardona@gmail.com