Nueva vida

La nueva vida de Carlos puede ser dura...Pegging.

La vida de Carlos había dado un giro radical, desprovisto de sus huevos ahora era sumiso de sus primas y tía quienes le hacian la vida imposible. Se había tirado toda la semana llorando por la pérdida de sus pelotas. Ahora su polla era ridícula, de apenas unos pocos centímetros y no tenía casi vello ya que se le fue cortado.

Marta era quien más disfrutaba sin duda de esta nueva posición de poder. Aquel día que estaban ellos solos, Carlos estaba tumbado llorando, era horrible el día a día que vivía. La joven se deslizó y se puso encima suya, le agarro de la cabeza y mientras le susurraba que ahora ya era un eunuco...le metió un dildo por el culo haciendo que chillase. Era su venganza por aquella vez que fue penetrada duramente antes de que su hermana le electrocutase las pelotas.

-¿Te gusta lo que hago?, es como tu hiciste, igual...¿sabes?, podrías haber disfrutado mucho follando con mis amigas o conmigo, pero no...-le dio otro empujón-tenías que ir de machito y penetrarnos. No te basto con el castigo de tenerla pequeña una semana...ahora la tendrás así por el resto de tu...miserable...vida-a cada palabra era un empujón más.

Carlos lloraba mientras trataba de zafarse pero en aquella posición le resultaba imposible de defenderse.

-¡AHORA...ERES...UN...PUTO...EUNUCO!-le dio el empujón final al mismo tiempo que apretó la base de su polla de plástico liberando un gran chorro que inundó la cavidad anal de este.

Allí se quedo con el culo lleno mientras ella sudando y chorreando de su coño tras el enorme orgasmo al que había llegado, termino la mañana. Aquella tarde el chico se estaba dando una ducha, seguía echando de menos su virilidad, la miraba y una lagrima le recorría el rostro.

-¡Sobrino!-su tía apareció.

Entro al baño y se sentó a mear sin ningún tipo de verguenza. Como era transparente las puertas de la ducha, podía ver todo. Esbozó una sonrisa divertida.

-Oh cariño, que no te de pena perder esas dos bolitas, será mucho más feliz sin ellas-Carlos lavaba su cuerpo sin decir nada y con el rostro desencajado.

La mujer no dejaba de ver la cosa ridícula de su entrepierna.

-Date la vuelta y quedate así-él obedeció sabiendo que si se negaba, tendría que mear sentado.

Con la espalda apoyada en la pared, dejo a la vista de ella su colita.

-Oh dios...te juro que no me arrepiento de haberte castrado...si...castrado...he castrado a un machito...cada vez que recuerdo como lo hice...-sus dedos entraban y salían de su coño mientras dejaba escapar gemidos.

Lo hizo durante al menos unos minutos hasta finalmente expulsar tremendos chorros de placer a la vez que daba un gran grito de placer, el mejor orgasmo que habia tenido en su vida. Se quedo un rato jadeando, recuperando aire.

-¿Qué ha pasado?-Tamara entro preocupada.

-Nada...cariño, nada. Me he masturbado recordando como le corte las pelotas a tu primo-se subió las bragas y se marcho guiñando un ojo a su sobrino.

Pero el peor día fue sin duda a la siguiente semana, a escasos días de terminar el verano cuando invitaron a uno de sus amigos, Pedro. El joven era casi como él de alto, tenían un cuerpo parecido en lo que respeta a musculatura, salvo por el color de pelo ya que era rubio.

Carlos estaba en su habitación completamente desnudo y amarrado a cuatro patas. Sus primas entraron con una amiga y Pedro quien al verlo de aquella guisa se impresionó. Pero lo que más le sorprendió ver que le faltaban sus huevos.

-¿Qué ha pasado?-pregunto este sin poder dejar de mirar y con una erección que asomaba por el bañador.

-Que fue de machito-ellas les contaron toda la historia. Aquello se la puso aún más dura.

-Tengo entendido de que siempre se paseaba por los vestuarios con el pene al aire, ¿no?-pregunto Marta.

-Si, siempre presumía...

-Bueno, ya ves que no lo podrá hacer más-se echaron a reír.

Mientras Tamara se enrrollaba con su amiga, Marta fue con Pedro hasta situarse detrás del joven que tenía una mordaza impidiendo que pudiera hablar. Tanto ella como él sabían que Pedro era homosexual y siempre había visto el culo del chico como algo especial. Ahora tenía la oportunidad de follarselo.

-No sé...no debería-dijo algo preocupado.

-Si que puedes...-le dio un mordisco en la oreja y lentamente le bajo el bañador dejando su polla al aire. Era normalita, con vello y unos huevos algo pequeños. Pero en erección, la cosa cambiaba un poco.

Agarro la dura polla y acercó la punta de su pene al culo, luego restregó su glande suavemente para que este pudiera disfrutar. Pedro comenzó a respirar más deprisa ante la mirada de las chicas que tumbadas en la otra cama observaban todo mientras se masturbaban, poco les había durado la ropa puesta.

Finalmente fue introducida mientras dejaba escapar un gemido, y comenzó lentamente a meter y sacar su polla de aquel culito. Los movimientos iban muy suaves, disfrutaba de su interior hasta que a los pocos minutos ya aumentó la velocidad. Entonces Marta se ajusto un dildo y al acercarlo al culo de Pedro, este abrió sus nalgas siendo también penetrado.

-Si...si...dame mas-decía el chico excitado.

Ella embestía aquel culito mientras veía como Carlos sufría mientras aún trataba de zafarse inutilmente de aquella follada que le estaban dando.

-¿Puedo correrme en su culo?.

-Oh dios,¿ya?, que poco aguante tenéis los hombres...anda...correte-dijo mirando a las chicas mientras se reían del género masculino.

Pedro dio una gran embestida que casi parte por la mitad a Carlos. Luego por fin pudo respirar mientras Marta se quitaba de encima suya. Ella llevo su mano por debajo de las nalgas y agarro suavemente las pelotas.

-Oh dios...ojalá mi tía también te quite las pelotas-dijo acariciando sus testículos.

Él se tumbo aún recuperando el aire mientras Marta se fue con su hermana y amiga a terminar lo que habían empezado.

-Vaya, ¿qué tenemos aquí?-pregunto la mujer entrando y viendo el percal.

Entonces las chicas se pusieron a llorar.

-Tía...Pedro nos ha violado,decía que te haría lo mismo-dijeron entre lagrimas y fingiendo.

Pedro se quedo helado, cuando quiso excusarse y desmentirlo sintió un profundo dolor en su entrepierna. Carlos estaba aún a cuatro patas observando todo en silencio, tampoco podía decir más.

Su tía le había dado con el bolso justo en sus huevos haciendo que se tuviera que agarrar las pelotas mientras ahora era él quien lloraba. Entre todas amarraron a Pedro boca arriba.

-Gracias chicas, ahora id a daros un agua...lavad vuestros cuerpos de esta...inpureza...maldito cerdo voy a quitarte los huevos-dijo con furia.

Pedro pudo ver como mientras se iban, le sacaban la lengua entre risas.

-Bien...vamos a ello-fue hasta su bolso y le pincho con una jeringuilla en el escroto provocando un gran dolor.

Ella agarro su flácida polla y estiró todo lo que pudo para hacerle daño.

-Maldito picha corta...espero que hayas disfrutado porque te voy a capar como a este-le dio un azote a su sobrino que resonó por la habitación.

-¡No he hecho nada!-dijo llorando y asustado-¡ellas han mentido!.

-¿Te atreves a insultarlas y tacharlas de mentirosas?-aquello fue el colmo.

Agarro con dureza y fuerza su escroto desde la base y comenzó a estirar ante los gritos de este que sentía como su cuerpo se convulsionaba.

-¡Mis huevos...NOOOO!-los estiro tanto hasta escucharse un chasquido. Fue tan doloroso que perdió el sentido.

Ella observo como ahora, estaban sueltos dentro del escroto.

-Mucho mejor...eunuco-dijo realizando una operación para terminar de quitarles los huevos antes de que se produjera una infección.

Y así...otro hombre fue desprovisto de su hombría.

Espero que entre este relato y el otro, espero que vuestras pelotas aguanten al menos unos días sin tocarse aunque creo que es imposible ya que nada más empezar el relato os habreís corrido dejando grandes charcos de semen en el suelo. En el baño, en la escuela, en la oficina...da igual, allí donde vaís siempre os masturbaís con estos relatos imaginando que soís vosotros los que perdeís las pelotas a manos de una mujer. Besos y a tocarse mucho que sino explotarán ;)