Nueva vida 3

La historia sigue

Nueva vida 3

Me encontraba fuera dándole vueltas a lo que había pasado, el video era antiguo, no tenía ninguna duda de eso, sabía perfectamente que no me había sido infiel.

No entendía esa reacción tan sumisa, entre estos dos paso algo en el pasado y no fue nada bueno para Nadia. Entonces ella hizo acto de presencia, con el rostro arrasado por lágrimas, me acerque a ella y la bese en la frente. Esa reacción la cogió desprevenida.

• Lo siento de verdad Dino, si te ha enseñado el video sé lo que has tenido que pensar.

• Se que no me has sido infiel, primero en el video no tienes la cicatriz y segundo el video tenía la fecha de cuando fue grabado y eso pasó hace cinco años.

Entonces nos sentamos en un banco, espere a que se calmara y entonces le dije.

• ¿Qué ocurrió para que agaches la cabeza con esa sumisión hacia él?

• ¡No es sumisión, sino vergüenza y miedo!

Nadia empezó a contarme lo que le ocurrió, me dijo que fue en la época de la universidad. Había aprobado el curso con muy buenos notas las asignaturas de enfermería. Esa noche a ella y a sus amigas las invitaron a una fiesta.

Mientras bailaba, una de sus amigas le presento a Carlos, al principio a demás de guapo y tener un cuerpazo, era amable y buen conversador. Tras unas cuantas copas la cosa se fue animando y terminaron en una habitación de esa casa donde se celebraba la fiesta.

Como bien vi en el video empezaron a follar, en un momento levanto la cabeza y se dio cuenta de un piloto rojo que estaba encendido. Era una cámara, paro el polvo y le empezó a increpar de todo, incluso le dio un tortazo.

Salió de allí corriendo sin mirar atrás, al llegar a su casa hablo con su madre y decidieron denunciarlo en la universidad y en la policía. Carlos provenía de una familia adinerada e influyente, la universidad se mojó a favor dar carpetazo al asunto y al final Nadia perdió la beca.

Sin beca tuvo que dejar los estudios de enfermería, con la policía no fue mucho mejor, el video que presento el abogado de Carlos solo enseñaba el polvo, pero no lo que paso detrás.

Carlos la denuncio por difamación y encima tuvo que indemnizarle, con las manos tapándose la cara, empezó a llorar amargamente. Pasado un tiempo estudió un curso para hacer rehabilitación. Fue la única forma de poder pisar el hospital donde tanto quería trabajar.

Cogí mi móvil y empecé a hablar en italiano, llame a mi hermana. Le conté lo que me había contado Nadia y le dije necesitaba la ayuda de las diablillas, conseguiría ese video completo. Nadia volvería a estudiar enfermería por mis cojones.

• ¿Qué pasa Dino?

• He llamado a mi hermana, le he dicho que necesito la ayuda de las diablillas.

• ¿Diablillas?

• Si son dos gemelas, las mejores hackers del mundo. Con un coeficiente intelectual superior a 250.

• ¿Cada una?

• Si, cada una tiene ese coeficiente intelectual.

• ¿Y qué podrán hacer ellas?

• Un tío como Carlos que es un chulito, tendrá el video original guardado. Las gemelas lo encontrarán y entonces lo destruiremos.

Nadia estaba que no se creía lo que le estaba contando, entonces paso algo que hizo que me cabreara más de lo que ya estaba. Salieron Sofía y su padre a leerme la cartilla y a amenazarme con denunciarme a la policía por agresión.

• ¿Agresión?, ¡porque no le pides a tu amante que os enseñe el video que me ha enseñado a mí!

Si algo sabia Sofía, era que yo no perdía los estribos sin una justificación, fue donde Carlos y le pidió el móvil. Este se negó, pero viendo que Sofía también se estaba cabreando y que el padre de Sofía también estaba presente, se lo entrego.

Cuando Sofía vio el video que Carlos me había enseñado, se acercó y no solo me pidió perdón a mí, sino a Nadia también. Carlos se defendió que lo único que pretendía era avisarme de la putilla con la que estaba.

Me encaré a él poniéndole la mirada D'angelo, era la mirada que solía usar mi padre y no fallaba nunca. Carlos retrocedió un par de pasos y trago saliva.

Le tendí la mano a Nadia y nos dimos la media vuelta, si me quedaba un segundo más en ese sitio, terminaría partiendo a esa lombriz por la mitad y eso era algo que no me podía permitir. Sabía que mi padre terminaría encontrándome, eso era inevitable, pero todavía no estaba preparado.

Cuando llegamos a casa, nos duchamos juntos, esa noche no hubo sexo. Nadia estaba muy afectada, tuvo todo mi apoyo. Cuando nos metimos a la cama estuvo llorando por más de una hora hasta que el sueño le venció.

Yo la abrazaba y le daba todo el cariño para que supiera que me tendría su lado en cada momento. Antes de dormirse le pregunté.

• ¿Qué somos Nadia?

• ¡Un puto equipo de remo!

La besé en la frente y por primera vez en toda la noche la vi sonreír, a la mañana siguiente una llamada nos despertó. Era mi hermana, llegarían sobre al mediodía, nos vestimos y fuimos al aeropuerto a buscarlas.

Mi hermana vino en el avión privado, cuando Nadia vio a las tres mujeres se quedó con la boca abierta. La verdad es que parecían tres modelos, mi hermana era mucho más guapa que yo. Anabel y Aurora no se quedaban atrás, tenían veintiún años y eran dos preciosidades. Parecían dos angelitos, pero con un portátil entre las manos se convertían en las dos peores de los demonios. Si querían destruir a una persona eran capaces de hacerla desaparecer del sistema.

Las tres mujeres se plantaron delante de nosotros y mi hermana sonrió.

• Nadia te presento a mi hermana Isabella y ellas son Anabel y Aurora.

• Encantadas Nadia.

• Yo también estoy encantada de conoceros.

• Hermanito, ¿no podríamos invitar a la madre de Nadia, antes de ponernos en faena?

La madre que la parió, no perdía ni una oportunidad, la mire y me sonreía constantemente. Isabella nunca se tomaba sus conquistas en serio, pero esto era diferente. Tenía un brillo diferente en la mirada.

Llamamos a Maria y nos dijo que se adelantaría y empezaría a preparar la comida para todos. Al llegar y saludarla, mi hermana hizo algo que no había hecho en su vida, ponerse un delantal y empezar a ayudar a Maria.

Fijaos si fue extraño que incluso las gemelas la miraban sin terminar de creérselo.

• Dino, ¿qué le ha dado a tu hermana?

• El amor diablillas, el amor.

Nadia me miro de forma extraña y me pidió que saliéramos al balcón para hablar, miro a las gemelas y también les dijo que salieran pues tarde o temprano se enterarían, así que cuanto antes mejor.

• A mi madre siempre le han gustado las mujeres, mi abuelo la obligo a casarse con un hombre. Cuando me tuvo a mí, ese hombre que era un sinvergüenza que engañaba constantemente a mi madre desapareció.

• Pobre Maria.

• No te creas, ella quería ser madre y de esa forma pudo ser madre, sé que ha tenido sus cosas. Lo que no entiendo por qué me lo sigue ocultando.

• Nadia ella es de una época distinta,

• Se que tu hermana le ha gustado mucho, se le ha caído el plato al verla. ¿No te importa que mi madre y tu hermana terminen liándose o juntas?

• A mí no, si son felices con eso me conformo.

Mientras comíamos, mi hermana desgrano el plan que seguiríamos. Yo tenía que quedar con Sofía y cambiarle su móvil por uno idéntico que habían creado las gemelas, ese sería el caballo de Troya con el que podrían entrar en todos los dispositivos informáticos y bancos de memoria que podría tener Carlos.

• Eso no será problema, mañana tengo que pasar por su oficina, me disculparé con padre e hija y de paso llevaré unos planos que se han modificado en el último momento. Aprovecharé ese momento para darle el cambiazo.

• Muy bien el móvil solo necesitará unos pocos minutos para cargar el gusano, después ese cabrón será nuestro.

Nadia me miro y me dijo que empezaba a entender ese mote de diablillas, cuando iban a hackear y joder a un cabrón lo disfrutaban.

• Pero yo no me puedo permitir un abogado de los buenos, y pasará como la otra vez.

• Eso no pasará dijo mi hermana.

No lo he dicho, pero mi hermana es abogada y una de las mejores de toda Italia, Nadia estaba en buenas manos, como Maria que era constantemente agasajada por mi hermana. Llego un momento que decidimos salir a la terraza y dejarlas intimidad.

Pasado un rato nos pudo la curiosidad y entramos en plan ninja, nos acercamos a una de las habitaciones de invitados que utilizaría mi hermana y allí estaban, dos monumentos de mujeres desnudas.

Estaban haciendo un 69 totalmente excitante, me sentía un poco mal. Me estaba excitando con un acto sexual en la que una de las participantes era mi hermana. Pero el erotismo que desprendían las dos mujeres era impresionante.

Isabella se tumbó sobre la cama, Maria puso su coño sobre su boca. Mi hermana enseguida empezó a beber toda la humedad que iba soltando Maria. Maria le pellizcaba los pezones a mi hermana, ella tenía unas tetas no muy grandes, pero lo compensaba con unos pezones grandes y rosados.

Maria no pudo aguantar mucho más y se terminó corriendo de tal manera que parecía que se hubiera meado, mi hermana termino empapada. Se le veía muy feliz, nunca la había visto así, pero sobre todo así de liberada.

Esta vez fue la Maria la que metió su cabeza y empezó a lamer el coño de mi hermana, mi hermana se mordía la mano para no gritar, no tardo mucho en correrse. Al final terminaron haciendo una tijera.

Cuando entrelazaron sus piernas hasta rozar un sexo con otro, sus gestos y sus miradas eran de extremo placer, las dejamos terminar y nosotros decidimos salir a fuera y tomar un poco el aire. Yo estaba más caliente que una plancha, Nadia estaba entre caliente y cortada y las gemelas decidieron que lo mejor que podían hacer era ponerse manos a la obra cuanto antes.

Cuando las dos mujeres salieron a la terraza recién duchadas, Isabella estaba pletórica, pero Maria estaba muy cortada, era incapaz de mirarnos a la cara. Tanto Nadia como yo la miramos y nos empezamos a reír.

• ¿De qué os reís chiquillos?

• De nada mujer, te lo has pasado bien.

• ¡Si!

• Pues por nosotros todo está bien mama.

Maria pareció relajarse, después aparte a mi hermana de todos y decidí tener una conversación seria con ella.

• ¿Qué intenciones tienes con ella hermanita?

• Voy totalmente en serio, creo que incluso tú y las gemelas os habéis dado cuenta, ¿no es verdad?

• Sí que nos hemos dado cuenta, ¿eres feliz Isabella?

• Mucho Dino, desde que vi a Maria he tenido algo en la boca del estómago, y cuando he hecho el amor con ella. Me he sentido muy diferente, mejor.

• Me alegro, las gemelas se han puesto a preparar el móvil.

Las gemelas terminaron de poner a punto el móvil y de meter dentro todos los programas que necesitaban, llego la noche cenamos algo y nos fuimos a dormir.

Bueno lo de dormir es un eufemismo porque según entramos en la habitación, Nadia se me echo encima. Me empezó a besar y a meter su mano dentro del pantalón, la tenía tan dura que me dolía.

Se agachó y de un tirón me bajo el pantalón del pijama, miro con gula mi polla y se la metió en la boca, que forma de succionar madre mía. Pensé que se llevaba hasta mi vida, su mamada estaba siendo tan buena que termine corriéndome sin remedio. Solo me dio tiempo a avisarla, entonces metió mi polla hasta el fondo de su garganta y se lo trago todo.

Cuando llegue a su peludito coñito, parecía un río de lo mojado que lo tenía, solo su aroma fue suficiente para ponérmela dura como el palo de la bandera. Cuando metí mi lengua en su vagina, empezó a correrse, me lo trague todo.

Nadia se acercó a la ventana y apoyo sus manos en cada lado de la ventana, entonces empezó a mover su delicioso culito. Yo me acerqué a él y se lo empecé a besar y mordisquear, me puse un condón y se la metí de golpe y sin avisar, estaba tan mojada que entro como un cuchillo caliente en mantequilla.

Empecé a embestirla con movimientos profundos y pausados, de esa forma ambos podíamos sentir la profundidad de la penetración y el placer que nos producía a los dos.

Nadia lloraba, le pregunté que le pasaba. Mientras hacíamos el amor me dijo que llego a pensar que me había perdido y que en este acto estaba sintiendo todo lo que la quería y que era feliz.

No tardamos en corrernos los dos juntos, esta ver no hubo gemidos, ni gritos, solo unas lágrimas por ambas partes que demostraban el más sincero y puro amor.

A la mañana siguiente después de ducharme y de desayunar me acerque a las gemelas y les pregunte.

• ¿Qué tengo que hacer con esto?

• Tu dar el cambiazo y no tocar nada, ¿queda claro zoquete?

Que puta manía con lo de llamarme zoquete, nos montamos en el coche y después de dejar a Nadia en el hospital. Me dirigí a mi anterior empresa. Me presenté y dije que quería hablar con el dueño y su hija.

Estuve esperando un rato, se abrió uno de los ascensores y ahí aparecieron los dos. Estaban preocupados no sé por qué, si alguien tenía que estar preocupado era yo que había metido la cabeza en una taza de un water a un directivo de esa empresa.

Se acercaron los dos y después de los saludos pertinentes, me llevaron al despacho del padre de Sofía.

• Yo quería disculparme por el bochornoso espectáculo que di el otro día.

• ¡No es necesario, Carlos se propasó y no es la primera vez!

Mientras que el padre de Sofía se ponía a mirar por la ventana y Sofía me preparaba una copa, aproveche para dar el cambiazo. Si algo tenía Sofía era que tenía la manía de ir dejándose el móvil por todos lados. Una vez lo puse al lado y una de las luces se encendió en verde, cogí el móvil de Sofía y dejé el móvil espía.

El padre de Sofía me dijo que tenían un nuevo cliente y que querían contar con nuestra colaboración otra vez. Por mí no había ningún problema mientras mantuvieran alejado de mí a la lombriz de Carlos.

El padre de Sofía me lo garantizo, lo único que el nuevo contacto seria Sofía. Eso a mí no me importaba ya no éramos nada. A mí la única mujer que me gustaba y estaba enamorado era de Nadia.

Le dije a su padre que por mí no había problema, me despedí de ellos y me fui a mi empresa, antes de irme el padre de Sofía me dio una carpeta con la documentación y especificaciones del nuevo cliente. Cuando llegue a mi despacho no lo abrí, lo deje sobre la mesa y me serví un baso de agua.

Ahora solo quedaba que las gemelas sacaran todos los trapos sucios de ese engendro. El día se me paso rápido, tenía bastante trabajo que había que revisar y me llevo todo el día. Cuando llegue a casa todas estaban muy serias, muy cabreadas diría yo.

• ¿Qué ocurre?

• Este cabrón no solo tenía el video completo de Nadia, tiene una colección de videos que utiliza para chantajear a distintas personalidades.

• Ahora entiendo por qué se comporta así y nadie le reprende.

• Tengo entendido que tú le embadurnaste la cara – reía Anabel.

• Borra todos los videos incluso de la nube, y recupera solo el de Nadia y el de la madre de Sofía. Me parece que al padre de Sofía le parecerá interesante, lo siento por ese matrimonio de verdad.

El video de Nadia aparecía exactamente lo que nos había descrito, pero en el video de la madre de Sofía aparecía follando con Carlos mientras otro tío al que no se le veía la cara se la metía por el culo y esta pedía más. Me daban pena Sofía y su padre, pero este cabrón tenía que pagar.

Les pregunté a las gemelas si podían limpiar la cara del tío que enculaba a la madre de Sofía y me dijeron que sin ningún problema. Cuando limpiaron la cara no sabíamos quién era, seguro que era algún amigo de Carlos. Se le había caído el pelo al pardillo, solo esperaba que le abría válido la pena.

Al día siguiente me presente en el despacho del padre de Sofía y le enseñe el video, jamás había visto a ese hombre perder los estribos de esa manera, cuando llamo a Carlos a gritos pensé que lo mataba. Lo despidió en el acto y que se preparara para una denuncia que se le iba a caer el pelo. Cuando salía del edificio me dijo.

• Esta me la vais a pagar.

Era por la tarde, llamaron al timbre y Nadia abrió la puerta, al otro lado estaba Carlos hecho una furia con una pistola apuntando a Nadia, decía que iba a matarla. Al principio me preocupé, hasta que vi que tenía el seguro puesto.

Agarre la pistola de tal manera que imprimiéndole fuerza le estaba rompiendo el dedo, entonces llego mi hermana y de un puñetazo tumbo al cabrón. Después de llamar a la policía se lo llevaron esposado.

El juicio duro varias semanas, mi hermana destrozo a los abogados de Carlos y le terminaron declarando culpable de todos los cargos. Pasaría unos cuantos años en la cárcel, sabiendo que ya no tendría esos videos que le protegían. Me parece que su estancia en la cárcel iba a ser del todo entretenida.

Cuando todo volvió a la normalidad y llegue a mi despacho me fije en la carpeta que me había dado el padre de Sofía semanas atrás y cuando la abrí, al empezar a leer y llegar a la parte de la firma en ella estaba escrito un nombre Dante D'angelo.

Me eché hacia atrás en mi asiento y me vino una frase a la mente alea jacta est.

Continuará.