Nueva oportunidad

Estamos frente a la historia de Erick Dawen, un tipo que acepto participar en un experimento por pura desesperación; esta historia no es erótica, aunque tendrá contenido erógeno como la vida misma. Cien personas son elegidas con no se sabe qué criterio, para un experimento importante y especial.

Nueva oportunidad

Introducción

Acabo de quedarme en paro, me despierto tarde por lo mismo; pensaba levantarme temprano y llenar todos los comercios de mi boletín de experiencia informativo o Bei, pero bebí hasta caer inconsciente y eso tiene sus consecuencias. Tengo treinta años y no soy más que un cocinero fracasado corriente, quemar una comida es motivo de despido; acabo de enterarme de ello, aunque en el fondo lo entiendo…ese pescado era caro.

Tras desayunar a la hora de almorzar, me da por mirar el correo.

Hay una carta para mi certificada del gobierno, la abro y la leo atentamente; justo donde estoy, preocupado porque pueda ser y es que las cartas del gobierno raras veces son buenas.

Saludos Erick Dawen

Ha sido usted elegido para un proyecto en pos del bienestar general de la ciudadanía de los estados unidos, por supuesto será usted debidamente recompensado; si aceptara esta oferta, que le detallamos a continuación.

En primer lugar: será usted dado de alta tres años, aunque la actividad que va a realizar tan solo durara 1 año; los otros 2 años, recibirá un sueldo de base alta y sin hacer nada. (2000 dólares al mes)

En segundo lugar: cobrara a la entrada 500.000 dólares y a la salida 500.000 dólares.

En tercer lugar: toda su familia gozara de un seguro de vida, estudios y medicina; dentista e incluido usted…durante 3 años.

En cuarto lugar: Si algo le pasara ejerciendo la actividad que a continuación le detallamos, su familia recibirá 1.000.000 de dólares a parte de lo anteriormente detallado; además de mantenerles los seguros anteriormente detallados un máximo de 10 años, por escrito.

En quinto lugar: a toda su familia se le pagaran los impuestos de los próximos 5 años, si algo le pasara eso se duplicaría a 10 años; esto incluye luz, agua y gas. Alquiler si lo tuviera o hipoteca, en cualquier caso.

La actividad por la que usted y solo 99 personas más, han sido elegidas; es que hemos descubierto la manera de, criogenizar a un ser humano. Ustedes serán criogenizados 1 año, como método de test y prueba del sistema beta; construido en Proyectos de Investigación Avanzada o PIA, este método ha sido probado antes con animales y roedores con resultados obviamente positivos.

Pestañeo varias veces al leer la carta… por un lado, algo como esto; es la solución a todos mis problemas, tanto para mí como para mi familia. Llamo a mi madre.

-      Mama

-      ¿no has ingresado el sueldo este mes? – me pregunta mi madre.

-      Me han echado. – le cuento.

-      ¿Te han echado? Sino encuentras trabajo pronto, tendré que echar a tus hijos a la calle; porque no puedo mantenerlos, ya lo sabes.

-      Tranquila, mama; recibirás el dinero muy pronto.

Tras eso cuelgo y suspiro, si mi mujer no hubiera muerto en el parto; quizá todo fuera diferente, mi vida es partirme los cuernos para mantener a mis hijos y verlos poquísimo.

Solo los veo cuando cojo vacaciones.

Voy a la dirección que pone la carta, para arreglar el papeleo; en la cola veo todo tipo de personas, desde famosos hasta vagabundos.

Una vez firmamos los papeles, a todos se nos da un maletín con el dinero; la mayoría de aquí se van a festejar, por mi lado…meto en el banco de mi madre 499.000 dolares y me quedo los otros mil, para beber hasta caer inconsciente.

Cuando vuelvo a despertar, veo que tengo muchas llamadas perdidas de mi madre; agarro el teléfono y la llamo, mientras hago las maletas.

-      ¡¿se puede saber qué es esto?! – me grita mi madre.

-      Nada, un dinero que me han dado por el trabajo nuevo que he cogido; te dejo la carta con los detalles, en el cajón de mi mesilla ¿me puedes poner con los críos? – le pregunto.

-      Erick Dawen ¿no te abras metido en algún lio o un asunto turbio, verdad? – me interroga mi madre, diciendo mi nombre entero; para ponerle más énfasis.

-      Para nada, mama. – le garantizo.

-      Vale, habla con tus hijos. – dice de mejor humor.

Pronto cogen el teléfono mis mellizos.

-      Papa, te echo de menos. – dice mi campeón.

-      Y yo a vosotros todos los días, pero tengo que trabajar; ya sabéis. – me explico, aunque sé que no lo entienden.

-      Nosotros no queremos lujos papa, solo queremos que vengas a vernos más a menudo. – me pide mi princesa.

-      Pronto hija, tengo que trabajar este año; en el que no podre llamaros, pero luego tendré 2 años enteros para vosotros. – les prometo.

-      ¡¿un año?! – gritan los dos tristes.

-      No tengo otra opción, chicos. – digo, sin poder explicarles nada.

Tras hablar con ellos dos un rato, en el que ambos me contaron un poco como era su vida con la abuela; colgué, para dirigirme a donde tenía que ir. Una vez allí, nos hicieron ingerir algunas sustancias con sabores dispares; nos inyectaron algunas cosas y nos hicieron desnudarnos, mientras estaba allí…

-      Esto es fantástico. – me dice un tipo.

-      ¿tú crees? – le pregunto.

-      ¿sabes la de cosas que podremos hacer si este experimento sale bien? – me pregunta.

-      Imagino. – contesto sin mucho interés, a fin de cuentas; estoy aquí por la pasta, lo demás me da igual.

-      Podremos explorar el espacio al fin, salir de la vía láctea; llegar a planetas habitables, colonizarlos. – enumera.

-      ¿Por qué estás aquí? – me pregunta otro muchacho.

-      Por la pasta. – me sincero.

-      Yo sigo órdenes. – me cuenta.

-      ¿te lo pueden ordenar? – le pregunto sorprendido.

-      Bueno, soy policía; sino aceptaba, iba a la calle…es como una orden. – me explica.

-      Yo soy militar y estoy aquí por la patria. – dice un tipo que sobresale de los demás físicamente.

Pensé que no era buena idea discutirle asi que me callé y el policía hizo lo mismo. Cuando nos pagaban vi hombres y mujeres por igual sin embargo, en las capsulas solo estoy viendo hombres; imagino que nos estarán metiendo en salas separadas, porque si no… no sé qué paso con ellas.

Cuando estamos en la cuenta atrás, solo puedo pensar en mis niñas; en mi madre, en el futuro que con esta acción les estoy dando y en un solo segundo el mundo se para para mí.

Es extraño, no me dio tiempo a sentir nada; simplemente, el mundo se detuvo y yo con el.