Nueva Experiencia (Supernatural)

Despues de una aventura, Sam y Dean descubren nuevas experiencias en su vida.

Los dos hermanos se encontraban en un pequeño pueblo de Maine, se habían reportado las desapariciones de varias mujeres y como buenos cazadores, acudieron a ver que sucedía.

Dean se encontraba ayudando a su hermano, Sam, a salir del drenaje después de haberse enfrentado al fantasma, ahora estaba acabado y no volvería a matar. Al salir Sam, se percató que estaba lloviendo, más bien era una tormenta.

-Vaya suerte tenemos. –comentó Sam a su hermano.

A lo que Dean levantó la vista y dejó que el agua le limpiara el rostro, de todas aquellas porquerías que era mejor no ser concientes.

-No es suerte Sammy, somos los mejores. –comentó riendo. –Bueno, al menos yo lo soy.

Sam negó con la cabeza mientras se quitaba algo de su mejilla con una mueca de asco.

-¿En donde se quedó el carro? –preguntó Sam.

Dean giró la cabeza para un lado y luego para el otro, observó que la calle se encontraba completamente desolada, y era de suponerse, quien en su sano juicio saldría de noche, con una tormenta así.

-No te va a gustar. –le dijo, a lo que su hermano lo observó molesto.

-Está hasta el otro lado de la ciudad, el bastardo nos alejó de él.

Sam gruñó al escuchar eso, deseaba darse un baño y quitarse todo lo que lo cubría, quería cambiarse de ropa y quería dormir, pero todo parecía indicar que no lo podría hacer hasta un par de horas después.

-¡Genial! ¡Esto es genial!

-Vamos Sammy, solo es agua, no te va a hacer daño.

Su hermano menor no respondió nada y comenzó a caminar, sintiendo como toda el agua fría recorría su cuerpo. Dean lo siguió, varios pasos después abrió la boca para decirle algo a su hermano, pero lo pensó mejor y se cayó.

Los dos caminaron a paso rápido y recorrieron un par de cuadras, en eso un letrero brillante llamó la atención de Dean.

-Sam, ¿Qué te parece si nos quedamos aquí por lo que queda de la noche? –le preguntó viendo el letrero de vacantes que tenía el motel.

-Ya estamos empapados, sigamos hasta el carro para cambiarnos de ropa.

-Bueno, si tu quieres seguir, pues hazlo; yo si pienso quedarme aquí. –Dijo sonriendo al ver la tienda de licores que se encontraba a dos locales de ellos.

Sam comenzó a caminar, pero se detuvo, al diablo con la ropa, por lo menos se podría bañar con agua caliente y regreso junto a su hermano, quien estaba tocando el timbre de la tienda.

-Solo tenemos una habitación disponible. –comentó en encargado del Motel sin despegar sus ojos de una pequeña televisión, en la cual pasaban una película sobre una muñeca asesina.

-No hay problema. –respondió Dean sacando su cartera.

Pagó la tarifa y los dos se encaminaron a su cuarto; al abrir la puerta contemplaron una cama matrimonial en el centro de este. No era la primera vez que les tocaba dormir en la misma cama, ni tampoco sería la última, eso era algo común si se vivía del modo en que ellos lo hacían.

Dena comenzó a desvestirse, primero se quitó la chamarra y se desabrochó el pantalón, se sacó la playera dejando al descubierto su musculoso torso y se sentó en la orilla de la cama para quietarse las botas y las calcetas.

Se encaminó al baño y cerró la puerta, abrió las llaves del agua y mientras esta salía, se quitó el pantalón y el brief al mismo tiempo. Observó como un verga y sus testículos se encontraban de un tamaño mucho menor al normal.

-Maldito frío. –murmuró mientras con una mano se tocaba sus huevos y luego el pene para regresarles un poco de calor.

Metió la mano a la regadera y sintió que el agua estaba en su punto. Se metió y comenzó a bañarse sin mucha prisa, deseaba regresar a su temperatura todo su cuerpo.

Al comenzar a secarse maldijo al hotel por solo tener toallas diminutas, después de quitarse el exceso de agua se la amarró a la cintura y se miró en el espejo, la toalla solo le cubría hasta al mitad del muslo, y sentía que si se estiraba o hacía cualquier movimiento brusco, esta se desprendería, por suerte solo se encontraba su hermano ahí.

Salió del baño y observó como Sam se encontraba sentado en una de las orillas de la cama viendo la televisión, este solo llevaba puestos sus boxer y dejó al descubierto su musculoso torso, sus brazos y sus torneadas piernas. Sam siempre había tenido un cuerpo envidiable, pese a que él no sabía como utilizarlo, pensó el hermano mayor.

Dean caminó hacia la mesa que estaba en el cuarto y tomó una cerveza, mientras su hermano se levantaba de la cama y se dirigía al baño; en ese trayecto Dean juraría que observó un abultamiento mayor de lo normal en la entrepierna de su hermano, pero no dijo nada, necesitaba que este se calmase para poder burlarse de él, como siempre lo hacía y lo seguiría haciendo.

-Veamos que estabas viendo Sammy. –se dijo a si mismo caminando en dirección al control remoto.

En la televisión estaban pasando un película, Dean no estaba seguro de que se trataba ni le interesaba el quería ver otra cosa, apretó el botón que decía pre. ch. y el canal cambió, ahora se veía a una mujer recibiendo sexo oral por dos hombres, quienes se rozaban sus lenguas con la del otro, pero no hacían nada por evitarlo; uno de ellos dejó de darle sexo oral y se acercó al rostro de ella para besarlo, la mujer gemía recibiendo el beso y después le suplicó a los dos que la cogieran, Dean sintió como su miembro cobraba vida y bajó la vista a la toalla, en donde se encontró que comenzaba a hacerse una carpa en esta.

Se sentó en el lugar que anteriormente había estado su hermano menor y prosiguió viendo la película mientras se desabrochaba la toalla y acariciaba lentamente el largo de su herramienta.

-Así que eres un chico malo Sammy. –sonrió Dean acomodándose sobre la cama para poder masturbarse lo mas cómodo posible.

Mientras Dean acariciaba los 17 centímetros de su herramienta, veía atentamente la escena, uno de los hombres se había acostado boca arriba, en el suelo, y la mujer comenzó a cabalgarlo con lujuria mientras le mamaba la verga al otro hombre; así continuó la escena por un corto periodo de tiempo y la mujer dejó de lamer la verga para doblarse y besar en la boca al que cabalgaba. Después al que se la estaban mamando, se hincó y colocó su herramienta en medio de las bocas del hombre y la mujer, recibiendo con ello una mamada doble.

Dean dejó de masturbarse al ver esa escena. Así que la película era de bisexuales, pensó por un momento en cambiarle, pero la calentura que traía se lo impidió, por lo que siguió viendo la escena, se masturbaba lentamente sin despegar la mirada del rostro del hombre, hasta ese momento se percató que era muy parecido a Sam, y un turbio pensamiento le vino a la mente, comenzó a imaginarse que Sammy le daba una mamada de campeonato, una como nadie se la había dado nunca, y sus gemidos se hicieron presentes.

De pronto escuchó como el agua de la regadera dejaba de salir y salió del ensimismamiento que tenía, su verga perdió su rigidez por la sorpresa y se cubrió con la toalla al instante, comenzó a recriminarse por los pensamientos que había tenido, no era posible que hubiera tenido una fantasía con su hermano menor, a quien había jurado proteger.

Cambió con el control el canal a otro, sin percatarse de cual era en el momento en que Sam salía del baño. Dean se percató de la musculatura de su pequeño hermano, tenía cada uno de sus músculos marcados y la humedad de la regadera los hacían brillar mas, bajó la vista hacia la pequeña toalla que amenazaba con caerse de un momento a otro y rogó por que sucediera.

Sacudió bruscamente su cabeza y se forzó a mirar la televisión, no entendía que le estaba pasando.

Sam observó a su hermano e hizo un gesto de incomprensión.

-¿Te encuentras bien Dean?

-Eh… Si todo bien. –respondió sin apartar la mirada de la televisión.

-Como digas.

Sam se encaminó a la cama y se acostó junto a su hermano. Los dos se pusieron a ver la televisión sin intercambiar comentarios, Sam estaba muy cansado como para hacerlo y Dean no entendía lo que estaba sintiendo, aparte que hacía un gran esfuerzo para mantener su control, al tener el cuerpo desnudo de su hermano al lado.

Al terminar la película, Dean se volteó para comentarle algo a su hermano, pero este se encontraba completamente dormido. No pudo hacer otra cosa que observar ese escultural cuerpo, lentamente estiró su mano para tocarlo sin percatarse de lo que estaba haciendo, al sentir con la palma de su mano el firme abdomen de su pequeño hermanito, saltó en la cama.

- Pero que haces Dean, eso no está bien. –se recriminó mentalmente.

Volvió a ver la televisión y sintió como Sam se volteaba en su lugar, Dean vio a su hermano y sintió como su verga tomaba toda su firmeza, la toalla había cedido y dejó al descubierto un perfecto trasero; por inercia Dean se quitó la toalla y prosiguió con la faena que poco antes le habían interrumpido. Sin dejar de masturbarse con una mano y ver el trasero de Sam, con la otra tomó el control televisivo y le cambió al canal porno, de esa forma tendría una excusa para el estado en el que se encontraba.

El movimiento de su mano, era lento pero constante, subía y bajaba sin dejar de ver el trasero de Sam, temía que se despertara, y también temía la reacción de su hermano.

Quería acelerar el ritmo, pero su conciencia, una que extrañamente seguía presente, pero no le impedía hacer lo que estaba haciendo, se lo impedía.

Dean se detuvo de improvisó al sentir como Sam comenzaba a moverse y se giró completamente y la sorpresa se hizo presente al sentir como una mano de su hermano caía sobre su vientre, incluso una parte de ella tocaba el inicio de sus bello púbicos.

Estuvo a punto de correrse por la sensación producida. Pero logró aguantar, con los dedos medio, índice y pulgar, prosiguió la masturbada, pero únicamente recorría la punta de su verga; poco a poco cerró los ojos aumentó la velocidad, quería llegar al éxtasis y estaba a punto de lograrlo. Sintió como un gemido emergía de su garganta y trató de ahogarlo, pero le fue imposible, el sonido inundó la habitación.

Se detuvo nuevamente al sentir como la mano de Sam se movía un poco, ahora se encontraba sobre todo su bello púbico, y siguió bajando; antes de darse cuenta, la fuerte mano de su hermano lo agarró sus pelotas y las apretó suave, pero firmemente, Dean no pudo mas que gemir de placer. Lentamente la mano dejó de apretar los huevos y subió al pene, se cerró alrededor de él y comenzó a masturbarlo lentamente.

Dean sabía que su hermano estaba despierto, era imposible que alguien dormido hiciera eso, pero no podía creer lo que estaban haciendo. Mantuvo los ojos cerrados para no ver el rostro de su hermano, pero en su cabeza estaba presente, la velocidad de la mano de Sam era cada vez mayor y Dean no pudo mas que empezar a gemir de placer.

Abrió los ojos y contemplo la penetrante mirada de Sam, de Sammy, este no dejaba de verlo mientras lo masturbaba, Dean desvió la mirada por un segundo y descubrió que su verga estaba completamente bañada en líquido preseminal.

-Sam… Sammy, ¿Pero qué

-Shhhh!!! –susurró Sam y le dio un beso a su tetilla izquierda, la cual estaba completamente dura.

Dean sintió como una corriente recorría su cuerpo e involuntariamente arqueó la espalda, el placer que estaba recibiendo era magnífico, solo unas cuantas veces había sentido algo semejante, pero esta vez había un factor extra, era su hermano menor quien se lo estaba produciendo.

Sam dejó de masturbarlo y bajó la mano para acariciar ambas bolas suavemente. Dean gemía con cada caricia, con cada toque, con cada sensación. Nuevamente Sam besó la tetilla de su hermano mayor, pero esta vez la recorrió con la lengua, luego comenzó a besar cada parte del torso de Dean hasta llegar al bello púbico.

-Sam… no yo… por favor Sammy. –trató de hablar Dean deteniéndole con la mano la cabeza, pero este hizo caso omiso, rodeo la base de la verga y se detuvo por un instante para ver las dos bolas de Dean, sacó la lengua y le dio una lamida. A lo que el hermano mayor perdió cualquier pizca de cordura que tuviera.

-¡Agh! Sigue Sammy. –susurró extasiado.

Dean se acomodó en la cama mejor, estiró los brazos a los lados, separó las piernas, teniendo a su hermano en medio de ellas y recargó la cabeza hacia atrás. Sintió como la lengua de su hermanito recorría la longitud de su pene y lo engullía ferozmente, provocando que bufara de placer. Sam engullía y sacaba toda la verga de Dean y este se sentía en el paraíso, distinguía la torpeza de su hermano, lo que significaba que no era algo que hiciera habitualmente, o tal vez nunca lo había hecho, pero el placer que le provocaba era lo mejor. Sam incrementó la velocidad y Dean supo que estaba llegando al final.

--¡Agh! –gimió Dean. –Para… Sammy… Me corro.

Pero en vez de detenerse, Sam comenzó a masturbarlo al tiempo que lo mamaba, y Dean no aguantó mas, lanzó un fuerte chorro de leche dentro de su hermano, seguido de otro y otro mas; Sam no se detuvo ni un momento al sentir la corrida de Dean, seis chorros mas por fin Dean terminó su corrida, no había tenido una así desde que estaba con Bela. Dean gemía sin poder controlarse y sintió como su cuerpo sufría espasmos, era una sensación deliciosa. Sam siguió lamiendo y mamando la verga hasta dejarla limpia y se recostó al lado de su hermano.

Dean se quedo con los ojos cerrados disfrutando el letargo en el que lo habían sumido, pero sintió un fuerte movimiento en la cama, abrió los ojos y descubrió que Sam se encontraba masturbándose fuertemente con los ojos cerrados. Centró su mirada en el miembro de su hermano y este era muy similar al suyo, supuso que era la marca Winchester.

Al ver a su hermano, le vino a la mente la idea de que debía ser recíproco por lo mucho que había disfrutado y le colocó la mano en el vientre, Sam se sobresaltó pero no abrió los ojos, solo quitó su mano de su miembro, la cual fue remplazada por la de Dean.

Este se sentía extraño de estar tomando la verga de su hermanito, pero comenzó a masturbarlo, escuchaba como Sam gemía levemente y le gustaba poder hacerlo disfrutar como él lo hizo. Dean se fijo como del glande emanaban gotas de líquido preseminal y acercó su rostro hacia este para lamerlas, lo hizo por inercia, Sam soltó y suspiro tal que Dean supo lo que debía de hacer a continuación. Abrió la boca y engulló los 17 centímetros de Sammy, lo mamaba de manera lenta, pero constante, disfrutaba el sabor de precum. Sacó completamente la verga de su boca y se metió uno de los huevos para luego seguirle con el otro, después trató con ambos al mismo tiempo, pero eran muy grandes para hacerlo. Volvió a tragarse todo el falo y aumento la velocidad, conforme escuchaba que los gemidos de Sam, supo que estaba a punto de terminar y sin pensarlo siquiera, se ensalivó el dedo índice y lo clavó en el ano de Sam.

Como respuesta este soltó un grito de placer, acompañado por fuertes descargas de semen, las cuales Dean ingirió sin posibilidad de decidir si quería tragárselo o no. con cada trallazo Dean sentía como el ano de Sam apretaba su dedo hasta que el orgasmo termino.

Dean levantó la vista y observó el rostro de su hermanito, los ojos de ambos se encontraron pero ninguno dijo nada, Dean se acostó en su lugar y se puso a pensar, ninguno hablo, y se sumieron en un profundo sueño.