Nueva ciudad, nueva sumisa

Esta es la historia de Alexis, un Amo que por azares de su trabajo conoce a Felicia, una sumisa viuda que se muere por sacar una personalidad atrapada por años...

Mi nombre es Alexis y he experimentado grandes cambios en mi vida los últimos meses: primero he ascendido en la empresa de publicidad donde trabajo y me han enviado a otra ciudad a dirigir una sucursal con rezago productivo y mi sueldo se triplicó en menos de 6 meses en la empresa; en segundo lugar, pude conocer a una sumisa cuarentona y la hice mi sumisa y esclava personal, un cambio de tema algo brusco ¿no les parece? Ahora les cuento los detalles...

Me encanta la dominación desde hace años: videos, fotos, relatos, literatura, cine... de todo, inclusive en la vida cotidiana me exita y me atrae la idea de tener el control de situaciones, decisiones y personas... Inicié en esto en línea y mi experiencia se basaba en eso, solo en internet. Tuve 3 esclavas por internet pero a distancia era difícil, pero hubo una esclava dedicada y se lo tomaba muy en serio todo, incluso más que yo: Felicia. Durante años tuvimos contacto por chat y luego decidimos ser solo amigos por mi trabajo exigente y por su matrimonio infeliz, pero mantuvimos contacto por whatsapp hablando del tema, hasta que le conté de mi cambio de ciudad... justo a donde ella vive, obviamente se ofreció a recibirme en su casa, lo cual rechace al inicio, pero si acepté conocerla al fin en persona, especialmente por que enviudó hace 4 años... Felicia es físicamente hermosa: un rostro natural y bellísimos ojos; un cuerpo con sus kilos de más y un poco flácido pero de piel blanca y tersa; así como unas piernas largas y carnosas coronadas por un culo perfecto y una cintura a la altura de tales extremidades inferiores, dejando sus pechos al final de tamaño pequeño, casi inexistentes ante las dimensiones del resto de su cuerpo, con unos pezones pequeños y rosas que al excitarse se convierten en 2 picos apuntando al cielo. Todo esto lo sabía solo por fotos enviadas a escondidas... Yo por otra parte acabo de entrar en mis 30 y soy moreno claro, atlético gracias a que desde niño practico artes marciales, combinadas con mucho trabajo y buena alimentación tengo un cuerpo delgado, casi flacucho pero fuerte y de músculos muy definidos... Pero basta de introducciones, vamos a los hechos...

Al llegar al aeropuerto le envié un mensaje a Felicia de mi llegada pero le dije que iría a la oficina, y que nos conoceríamos por la noche. Un chofer de la empresa me recogió y me llevo al hotel en donde me quedaría, inmediatamente fui a las oficinas y me presenté ante el personal de unas 15 personas en total quienes me recibieron muy contentos y serviles debido a que sabían que sería su nuevo jefe y los evaluaría a todos... Los directivos locales me invitaron a comer algo, lo cual acepté porque no conocía la ciudad y odio comer en los hoteles y solo. Me dejaron en mi hotel y fue cuando avisé a Felicia que estaba disponible para ella, me envió su dirección y por medio de uber llegué en 30 min a su departamento.

Subí un par de pisos y llegué a su puerta al final del pasillo y encontré una nota pegada en la puerta que estaba apenas abierta: Sr. A: está usted es su casa y yo estoy a sus pies, bienvenido. Felicia.

Entré y cerré la puerta, avancé por un pasillo largo y a media luz y llegué a un living pequeño (era todo pequeño y reducido en este depto.) y ahí estaba la imagen más hermosa de mi vida: Felicia estaba desnuda, arrodillada con sus hermosas piernas abiertas, sentada sobre sus talones, con las manos en la espalda y sacando sus pequeños pecho hacia el frente, terminando con su mirada al suelo. Cabe mencionar que tenía un cabello rubio natural y lacio, peinado en forma de cola de caballo alta... haciendo su postura bella, imponente e impecable...

-- Felicia, como supiste cuanto tardaría en llegar aquí?

-- no lo sabía Sr estoy así desde su último mensaje, quería estar lista para usted.

-- eso fue hace como 45 min. -dije con asombro y sin quitar mis ojos de sus pezones-

Me senté en un sillón algo viejo (como todos los muebles presentes) y la contemplé ignorando la erección que tenía y suspiré...

-- acércate y besa mis zapatos sin ensuciarlos.

Ella gateó hacia mí y con cuidado y ternura le dio un beso en la punta a cada zapato y retomó su postura pero ahora estaba a unos centímetros de mí.

-- así me saludarás de ahora en adelante Felicia, ahora sácame la verga y quiero la mejor mamada que haya recibido o lo lamentarás.

-- si Señor.

Se apresuró a sacar mi pene del pantalón y comenzó a ensalivarlo metiéndoselo hasta el fondo y luego iba de la cabeza hacia el tallo succionando y apretando con sus labios de manera exquisita, todo con las manos atrás, solo con su boca... intentó tragársela toda y aunque no pudo el esfuerzo fue admirable, aguantando las horcajadas, pero se resignó y se concentró en la succión... Yo estaba en la gloria, realmente lo hacía bien... la dejé un rato hasta que la tomé de la cola de caballo y comencé a follarle la boca de manera brutal, como si fuera una muñeca de plástico... hasta el fondo como taladro hasta que sentí correrme y la aventé un poco hacia atrás, me levanté y me corrí en la duela de su living...

-- Si quieres y aceptas ser mi sumisa de tiempo completo, sin restricciones y a mi entera disposición lame mi semen del piso; si no lo haces esto será el único sexo que tendremos y seremos amigos sin problemas... decide.

Ella no lo pensó ni un segundo y se tiró como gata a lamer mi semen, dejó limpio el suelo, sin siquiera preocuparse por el polvo, solo lamió y lamió hasta comerlo todo con dificultades.

-- a partir de hoy eres mi sumisa y decidiré todo sobre tu vida, la cual me pertenece. Te referirás a mí en lo privado como Amo y en la vida pública como Alexis o Alex. Cuidaré de tu integridad física y siéntete en la libertad de decirme si algo no está bien o si sobrepaso algún límite que no soportes, alguna duda o comentario?

-- Gracias Amo Alexis, he deseado esto desde que nos conocimos y solo quiero decirle que haré todo lo que usted disponga, mi vida está en sus manos y mi propósito será complacerlo mi Señor.

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Así comenzó una relación larga y placentera la cual iré contando en episodios si es que les agrada esta primera entrega. Son bienvenidos todos los comentarios acerca de éste, mi primer relato.

Big B.