Nueva ciudad, nueva sumisa 15

Después de media hora conduciendo llegamos a una caseta de seguridad donde el chofer tuvo que mostrar una identificación para continuar avanzando. El vecindario era más que lujoso: prácticamente había un kilómetro de distancia entre casas. Grandes mansiones con grandes extensiones de terreno boscoso.

Alexis: Y me dices que no viven aqui??

Julieta: Esta casa mi marido la renta para eventos pero prácticamente nadie vive aqui. Para serle sincera mi Amo, esta casa la compramos solo cuando venimos a ver a Felicia porque ella vive aqui.

Alexis: Si que saben darse la buena vida ustedes los ricos! En fin, ponte la ropa y cuando lleguemos despide al chofer hasta media noche, cuando se retire te desnudas en la entrada.

Después de rodear una pequeña glorieta con una fuente quedamos ante la puerta principal. Julieta dió instrucciones al chofer y se retiró en el lujoso auto. Al estar solos yo le hice un gesto a mi nueva sumisa con el rostro y ella se desnudó ahi mismo, en el umbral de su mansión y al aire libre; sin embargo, al ser casas tan grandes no había nadie a la redonda.

Alexis: Bien, así me gusta, que obedezcas. Ahora entremos y comencemos a disfrutar.

Julieta: Si Amo!!!

Alexis: Oye, recuerda tu lugar perrita...

Julieta: Si Amo, perdóneme (se puso en cuatro patas sin titubear y avanzó como mi perrita a mi costado)

Sobra decir que todo el interior era de marmol y maderas finas, impecable y lujoso. Avanzamos hasta la recamara principal que era más grande que toda la casa de Felicia. La mansión y su arquitectura era lo que menos me interesaba cuando tenía a una mujer de cierta edad, hermosa, con un cuerpo perfecto, desnuda y gateando a mi voluntad. Mi sumisa sacó la maleta y de inmediato le puse collar de piel, muñequeras y tobilleras que hacían juego. La encadené a la cama haciendo una X bien extendida con su cuerpo; le puse dos pinzas metálicas en los pezones unidas con una cadenita.

Alexis: Perra, estas acostumbrada al dolor?

Julieta: Si Amo, por favor no se detenga, soy suya, estoy a su disposición y no hay nadie cerca, úseme, fólleme que soy su esclava sumisa!

Alexis: Cuidado con lo que pides sumisa...

Tomé una pequeña paleta de madera, como tabla de ping pong pero forrada con cuero negro y comenzé a darle pequeños azotes en la vagina expuesta estimulando su clítoris con golpecito y se enrojecía el área mientras la mujer gemía. Le puse la paleta en la boca y fui a la maleta de nuevo.

Alexis: Sosténla querida, si la dejas caer te doy fuerte.

Encontré un latigo de cuero corto con muchas barbas negras en la punta y le dí azotes muy despacio en las tetas, solo marcando el golpe debido a que ya tenía las pinzas; la sumisa disfrutaba el dolor gimiendo y apretando los dientes contra la paleta de madera que sostenía en su boca.

Alexis: Tu vagina esta chorreando Julieta! Veo que te gusta ser torturada! Me agrada porque... Te puedo contar un secreto? Siempre he elegido dominar la voluntad de mis sumisas y ahora sumisos, controlarlos e indicarles qué hacer y cómo hacerlo, someterlos a mi voluntad, pero no practico mucho la tortura física. Ustedes son diferentes por su experiencia y su disposición.

Por obvias razones no me contestó, solo respiraba agitada con la vagina y las tetas enrojecidas levemente y con la boca ocupada con el instrumento de madera. Me sinceré con ella aprovechando la soledad en la que estabamos y la calentura que disfrutábamos esa tarde.

Alexis: Sostén eso ahi un poco que ya buscaré algo para aliviarte el ardor de esos pezones querida.

Salí de la habitación en ropa interior y busqué la cocina en aquella inmensa casa. Regresé con un vaso lleno de cubos de hielo; retiré las pinzas de los pezones y ella gritó levemente y le pasé un cubo de hielo por sus tetas haciéndola doblar la espalda y sacar el pecho mientras gemía y reaccionaba a las sensaciones sobre su piel: primero ardor por los azotes y después la frescura contrastante del hielo. Liberé su boca de aquel instrumento de madera y cuero y le dí a beber un poco de agua de una botella que traje conmigo.

Alexis: Tu ardor, tu dolor, tu esfuerzo y tu entrega me da placer, me haces feliz Julieta, gracias. (La besé tiernamente en los labios)

Regresé a buscar entre los juguetes y encontré los electricos: tomé un plug anal, un huevo vibrador, lubricante y dildos electricos. Cuando me disponía a insertar esos divinos instrumentos en mi sumisa me dí cuenta de algo en una pequeñas mesa cerca de la cama.

Alexis: Dime mi amor, esas velas a medio derretir las usan en el sexo?

Julieta: Si Amo, nos gusta sentir al extremo nuestros cuerpos y la cera caliente exita mucho a Mateo (me dijo agitada y caliente)

Alexis: Me parece interesante! Vamos a jugar, te parece?

Julieta: Si Amo, lo que a usted le plazca, me tiene rendida a sus pies con tanto placer y ni siquiera me ha follado!

Alexis: Ok, entonces callate y escucha. Te voy a hacer algunas cosas muy ricas pero debes de tener control sobre tu cuerpo, no me gustan las sumisas que no se saben comportar, así que vamos a jugar a algo: te voy a dar placer pero quiero que no gimas ni hagas sonidos, solo para divertirme; si lo logras te premio, pero si gimes derramaré un poco de cera caliente en alguna parte de tu cuerpo, entendido? (Mientras yo hablaba tomé una vela grande y el mechero que estaba en la mesita)

Julieta: Si Amo, será difícil porque estoy muy caliente, pero trataré de ser una buena mascota.

Alexis: Esa es la actitud perrita, ahora vamos...

Le puse el plug metálico en el culo bien lubricado e introduje el huevo vibrador en la vagina haciéndola que contrajera el cuerpo en las dos ocasiones pero sin emitir ningun sonido. Encendí la vela y encendí el vibrador en la primera velocidad con el pequeño mando que lo acompañaba. La cara de Julieta era un puto poema! Con los ojos cerrados y apretando la boca para no gemir. Yo me senté a su lado en la cama admirando como su cuerpo sudoroso comenzaba a mover la cadera instintivamente al sentir sus hoyos ser penetrados. Derramé un poco de cera en las sábanas debido a que comenzaba a acumularse así que debía de liberar espacio en la vela... Cambié a la segunda velocidad del huevito, dejé el mando y accioné un dildo con vibración y presioné su clítoris y la hice producir un gemido ahogado de placer.

Alexis: Prepárate nena que te lo has ganado.

Dejé caer unas gotas de cera en su teta derecha alrededor del pezón y se retorció un par de segundos y luego se calmó para solo respirar agitada. Metí mi mano entre sus nalgas y saqué el tapón de su ano solo para buscar uno idéntico de forma y color pero de mayores dimensiones, lo lubriqué y se lo metí lentamente dejando la vela y el mando en la mesita. Ella abrió las piernas lo poco que se lo permitían las ataduras pero en silencio, aguantando de manera estoica. Con la vagina vibrando y el culo relleno y dilatado me dispuse a estimular su clítoris pero con la lengua lamiéndole el pequeño botón, los labios y la ingle. Besé tiernamente la entrada de su vagina haciendo a un lado la pequeña tira de plástico flexible del huevo vibrador que salía de ella e hice una pausa para que sintiera mi respiración agitada en su vulva húmeda, caliente y palpitante. Lo siguiente fue algo hermoso porque devoré su clítoris chupandolo desesperadamente y podía escuchar como aguantaba los gemidos y se retorcía de placer; realmente estaba haciendo un esfuerzo para cumplir mi orden hasta que debido a mi succión ella alcanzó un orgasmo que la hizo convulsionarse frenéticamente, desatar un chorro de flujos vaginales preciosos y como era de esperarse gritos y gemidos desenfrenados. Yo me hice a un lado y tomé la vela y comencé a derramarle cera en las tetas, los pezones, el abdomen y su monte de venus sin compasión. Su orgasmo se convirtió en placer y dolor, en espasmos interiores por tu eyaculación y espasmos musculares por el ardor y dolor de las gotas de cera caliente tocando su piel. El placer terminó dejandole solo la cera que aún caía y la hacía retorcerse del dolor hasta que apagué la vela de tortura y la tiré al suelo.

Alexis: Tienes enfermedades de transmisión sexual perra?

Julieta: No Amo, tengo mis examenes medicos actualizados en aquellos cajones (apenas le entendí por la respiración entrecortada)

Alexis: Confío en ti, y tu en mí para follarte sin condón?

Julieta: Amo, estoy en el paraíso, usted rompió todos los niveles de placer en mí, me importa un carajo todo, solo fóllame!!!

La desaté con fuerza y rapidez, le dí vuelta a su cuerpo sudoroso y la volví a encadenar a la cama pero boca abajo fuertemente, ahora no había espacio para mover las extremidades. Lubriqué mi verga dura y se la clavé en la vagina ya libre de vibradores al igual que su ano. Ella gimió de placer y yo dejé ir un grito de satisfacción mientras comenzaba a bombearla de manera agresiva. Tenía la fusta a la mano, la tomé y comencé a azotar su espalda mientras la taladraba.

Alexis: Te dije que no volvieras a hablarme de tu, una sumisa como tu no esta a mi nivel! (La azoté de manera fuerte en la espalda)

Julieta: Perdón Amo!!! Azotame más por favor!!! Más!!! Se lo ruego!!!

Seguí follandola casi con odio y le azotaba la espalda hasta dejarle marcas rojas en la piel. Fue como si un demonio me brotara y le dí duro tanto con la verga como con la fusta. Llegué a un punto donde me detuve preocupado, como si mi conciencia me obligara a parar.

Alexis: Perra, estas bien? Me pasé de la raya?

Julieta: Deme más duro Amo, no se preocupe de su humilde esclava, goce de mi cuerpo como guste, yo soporto todo por ser follada por usted!!!

Entonces seguí follando y azotando a mi sumisa a quien escuchaba gemir como loca y gritar los 2 orgasmos que le dió mi verga. Yo pude follar sin parar 30 min (Algo nunca antes experimentado por mi) hasta que le llené de leche la vagina, tiré al suelo la fusta y grité con los ojos en blanco. Me levanté con la verga dura aún y llena de fluidos vaginales y semen, le clavé el huevo vibrador de nuevo pero a la maxima potencia, el tapón anal solo para verla parar las nalgas y comenzar a gemir de nuevo totalmente exausta.

Alexis: Me voy a asear perra, tu quédate ahi por favor jajajaja

Ella solo gimió y clavó la cara en la cama. Yo me bañé y al entrar a la recamara de nuevo desidí tomarle un pequeño video a Julieta encadenada boca abajo, con los agujeros llenos, su espalda totalmente marcada con lineas rojas y su piel sudorosa. Se lo envié a Mateo por diversión. Él no respondió debido a que se quedó dormido o ya era el dia siguiente y estaba en sus labores.

Ya limpio y desnudo dicha escena me calentó y liberé su ano del tapón, se lo metí en la boca para que probara sus propios sabores, le retiré de la cara los cabellos sudorosos y mojadas y rápidamente abrió la boca para recibir el pequeño aparato que había estado clavado en su culo. Me fuí detras de ella y embadurné mi verga de lubricante transparente e hice mio ese ano dilatado. Fue tan exitante follar aquella mujer mayor por el ano que estaba convertido en una máquina caliente que no le importaba ya el placer de la sumisa, solo por un momento pensé: para eso vives, para complacerme. Ella respondió "Si mi Dueño" y me dí cuenta que no lo pensé, lo dije en voz alta y su respuesta me calentó más y le taladré el esfínter hasta llenarle el agujero de semen. Se la saqué y le regresé el tapón para mantener mi semen dentro y ahora mi pene estaba en su boca para ser limpiado. Era difícil para ella levantar el cuello y recibir mi verga pero su entusiasmo me complació.

Me paré y guardé todo en la maleta de nuevo; liberé su vagina y ano, los brazos y piernas, la abracé y la tomé en mis brazos acurrucandose en mi pecho y abrazó mi cuello. La cargué hasta la tina de baño que yo había preparado cuando yo me duché. Tiernamente la introduje en la tina llena de agua tibia y la bañé retirando y limpiando los residuos de cera, sudor, semen, fluidos vaginales, saliba y demás. La bañé lentamente y ella me veía a la cara sonriendo a lo cual le regresaba las sonrisas. La hice pararse y salir de la tina para secarla, aplicarle loción, secar un poco su cabello y vestirla con una bata de baño, una gorra para su cabello y alcanzarle sus sandalias, todo eso estaba en el baño perfectamente ordenado y todo con su nombre bordado. De nuevo la cargué en mis brazos y la llevé a la cama de nuevo.

Alexis: Por qué me miras así Julieta? (Me veía sonriente todo el baño)

Julieta: Es en serio? Casi me violaste, me torturaste y me volviste tu perra esclava, y luego me tratas con más delicadeza y amor que unos reciencasados. Quieres que me enamore de ti?

Alexis: Es una queja??

Julieta: No!!! Me encanta!! Solo es una duda, por qué? Yo haré lo que me mandes, y eres tu el que me mima y me tratas como toda mujer sueña???

Alexis: Tu me das todo lo que quiero, me dejas hacerte lo que me plazca por eso estoy muy agradecido y qué mejor manera de agradecer que limpiando tu hermoso cuerpo, tratarte delicadamente y mimar a mi nueva mujer?

Julieta: Eres todo un galán y un caballero. Me voy a enamorar he!! Jajaja (me abrazó)

Alexis: No voy a estar todo el tiempo humillandolos y tratándolos mal, al contrario! Yo soy el más agradecido porque me hayan elegido como su Amo.

Julieta: Te lo ganaste! Sabes todo lo que probamos para que Mateo se le parara el pene??? De todo!!! Y tu con un rato dejándonos impactados y vulnerables con tu dominio hasta lo hiciste correrse. Él lo dará todo por tí, hasta a su esposa.

Alexis: Esa es la meta, que todos gocemos y disfrutemos. Mira!

Le mostré el video que le envié a su marido y reimos los dos. A estas alturas yo seguía desnudo y ella en bata de baño abrazándome en la cama; poco a poco platicabamos cosas más personales y ella comenzó a sobar mi flácido pene.

Alexis: dime July, aceptarían involucrar a más personas en nuestra relación?

Julieta: Yo sí Amo, pero debería de consultar con Mateo, ya sabe por qué; pero si tú confias en las personas y crees que no revelarían nada con gusto!

Alexis: Ok, consultaré con tu marido. Esta casa me gusta para una orgía de sumisos jajajaja

Julieta: Que delicia!!! Si por favor!!!

Aunque mi pene estaba duro de nuevo debía retirarme. Era media noche y los 3 elementos de seguridad ya se reportaban con su jefa. Nos vestimos y el chofer recibió ordenes de llevarme a casa. Ya en el coche a medio camino recibí mensaje de Mateo: "Usted es mi héroe, estaré a sus pies para todo Amo" acompañado de una foto de él en un baño muy elegante mostrando su erección a full debido a mi video. Era claro que estaba ya en medio de su dia laboral y que logró una erección gracias a su esposa y a mi, causandome una gran sonrisa y le respondí: "Perrito, follé muy rico a la perra de tu mujer, matate a pajas ahora mismo y si logras correrte sólo me debes un coche italiano"

Llegué a casa agradeciéndole al chofer y fui recibido por Felicia a quien le conté todo a detalle. Yo estaba acabado y con las bolas vacías pero mi Fely se calentó tanto que le comí la concha toda la noche, saboreando sus corridas un par de veces. Estaba acabado, totalmente cansado y a punto de dormir cuando otro mensaje de Mateo llegó: "Amo, usted es magnífico! Piense que auto desea mi Dueño" y la foto anexada era en el mismo baño, con el pene de Mateo flácido pero con su corrida en su mano, dejándome ver que el morbo y la humillación de ser un cornudo eran mucho más importante de lo que pensé.

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Continúa.

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